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26 de junio de 2013
Desde Ibez, Mi Corazón se expande y acoge en sí a todos los hijos de los Cielos y de la Tierra.
Yo Soy la Madre Divina.
Niños bien amados, Mi voz y Mi bendición se dirigen a cada uno de ustedes sobre esta Tierra.
Desde Ibez, la Llama de Mi Amor. Yo los invito al silencio y a la contemplación de Mi Sagrado Corazón de Fuego.
Desde Ibez, Yo los preparo cada día, en cada encuentro, al gran Reencuentro.
Desde Ibez, Yo vierto sobre el mundo de los hombres Mis bendiciones, Mi Paz y la Llama de Mi Amor.
Desde Ibez, Mi invitación resuena para todos Mis hijos e hijas que auxilian y sostienen la Operación Tierra para un encuentro de Amor, de Fusión y de compartir.
A vosotros, hijos del Cielo, hijos de la Tierra, Yo los invito también a que abran vuestros corazones, a que vuestra mente se despeje para que puedan escuchar y sentir el retumbar de este Corazón que vibra en Ibez.
Hijos Míos bien amados, desvíen vuestra atención de la turbulencia del mundo, desvíen vuestra atención de la turbulencia en vuestro alrededor y condúzcanla a Mi Sagrado Corazón, este núcleo pulsante de Fuego y Amor en el centro de vuestro pecho, este centro de Paz, este punto invaluable e inamovible de nuestra Unidad.
Esto es bastante para que las puertas de Ibez se abran para ustedes y allí sean acogidos.
Hijos e hijas, frutos de Mi vientre, nunca fue tan fácil realizar nuestra Esencia Una.
Este es el tiempo tan aguardado.
Este es el tiempo tan preparado.
Nada nos separa, nada nos distancia a no ser la creencia, que ustedes puedan aun mantener de que la separación es real, de que la distancia es real.
Yo Soy la perfección por detrás de vuestros pensamientos.
Yo Soy la perfección detrás de vuestras emociones.
Yo Soy la perfección por detrás de vuestros actos.
Yo soy ustedes.
Yo Soy vuestra Esencia plena, Ilimitada, eternamente pura.
Hijos e hijas, abran los oídos a Mi voz.
Abran los brazos para Mi toque de Amor.
No declinen esta Llamada, no nieguen esta invitación, no desatiendan este momento de lucidez.
Cualquier excusa sólo acarreará dolor y sufrimiento a este cuerpo, porque vuestra alma ya se abrió, porque vuestro Espíritu responde a Mi Espíritu, porque nosotros somos un único Espíritu.
Vuestra alma ya se abrió a la Mía, niños.
Vuestra alma ya acoge Mi Fuego, Mi Amor y Mi Dulzura.
Resta apenas que en este cuerpo, ustedes realicen lo Sagrado de nuestra Unidad, lo sagrado de nuestra Naturaleza Divina.
No se engañen con las nociones de esfuerzo o de mérito.
En Mi Reino nada de eso vale.
En Mi Reino vuestra Esencia plena es perfecto fulgor.
Mi Amor nada cobra.
Mi Amor nada exige.
Mi Amor se aproxima en estos días, en fuego y granizo para revelar apenas la perfección de vuestra Esencia.
No piensen Mis niños, que Yo soy una madre de castigo o de venganzas.
No, no se engañen hijos Míos, de que el Amor pueda cobrar o ser vendido.
El Amor es la sangre que fluye por las venas de este universo, libre y sin impedimentos.
Así es el Amor por ustedes.
Así es el Pulsar de Mi Sagrado Corazón de Fuego.
Que vuestra mente diga si o no a Mi invitación, sólo resta un tiempo en que esa mente actuará.
Luego esta mente será disuelta y sacralizada en el Fuego de Mi Amor, en el Fuego de Mi Devoción perpetua.
Mis palabras no son de esperanza, Mis palabras no son de arrullo.
Mis palabras son para que recuerden la verdad guardada en el núcleo de vuestras células, en el núcleo de vuestros átomos.
Mis palabras son apenas una caricia para días turbulentos de revelación.
En este amor, este recibimiento, este cariño, Yo estoy presente en vosotros.
En este amor, en este recibimiento, en este afecto, estén ustedes también presentes en Mí.
Yo los bendigo niños eternos, hijos e hijas de Mi Espíritu perfecto.
Yo los bendigo, los saludo y los honro.
Ustedes son redentores.
Ustedes son llamas de Mi Amor.
Son los embajadores de Mi Paz.
Todo el universo presenta honores a vuestros pies, por vuestra osadía y coraje en descender en este mundo y sacralizar la materia que se cree separada.
El olvido ya pasó.
He aquí que retorna la remembranza de nuestro Eterno.
He aquí que el Amado resurge en vuestros corazones.
Y la palabra del Amado y Mi Sagrado Corazón de Fuego.
Es un galardón del Amado y Mi Naturaleza Divina.
Yo y mi Amado somos Uno.
Yo y ustedes somos uno.
No hay distancia, pues en el Reino de la Unidad hay apenas uno y nada más.
Madre Divina
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Mensaje de la Amada MADRE DIVINA, recibida y transmitida por Agnimitra Om, del Colectivo de los Hijos de la Ley de UNO:
26 de junio de 2013
Transcripción: Gilmar Souza
Revisión: Agnimitra.
Traducción al español. E.N.
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