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9 de Mayo de 2013
Bien, vamos a conversar un poco sobre la Profundidad. Acabamos de oír algunas palabras sobre la Fluidez (ver intervención de Nazcan, del día 30 de abril de 2013), que nos fue presentada como un elemento inherente a la vida y que, de cierta forma, nos da una idea de facilidad, de no esfuerzo. Esta Fluidez, la posibilidad de vivir la vida en Fluidez es un don de la Madre.
La Fluidez está ahí, ¿por qué no la percibimos? La Fluidez está ahí, ¿por qué no la vivimos conscientemente? ¿Qué nos impide estar inmersos en la Fluidez y a partir de ella vivir nuestras experiencias? Tal vez encontremos la respuesta en la Profundidad.
En la superficie del mar las olas van y vienen y rompen en la playa. En la superficie del mar hay un constante movimiento. En la superficie del mar subes y bajas al gusto de las olas, al gusto del viento. La tempestad que sucede en el cielo agita intensamente la superficie del mar y en aquel momento no se sabe dónde está el norte, ni el sur, donde está el este o el oeste, o incluso para qué lado está la tierra firme.
Con todo, en el fondo del mar hay siempre Paz, una paz profunda a pesar de lo que quiera que pase. En la profundidad del océano tú puedes comprender, llegas incluso a comprender que la superficie es aquello, la superficie es movimiento, la superficie es transformación.
Y así es con la experiencia que estamos viviendo aquí. Cuando tú te mantienes en la superficie de la percepción ves caos, descontrol, frustraciones, ves los cambios bruscos de dirección y sentido, nada parecer tener sentido.
Zambúllete en la profundidad de la percepción, a partir de esa profundidad de la percepción y cada vez que te zambullas más profundamente en ti mismo, más clara se vuelve la vida, más fluida es la vida que vives. Buena parte de esto viene de que simplemente tú dejas de permitir que la identidad intente manipular la vida. Sí, porque parte de los problemas que experimentas en tu vida, nacen de esta propia identidad que construimos y que alimentamos, y esta identidad en su tentativa de manipular, de modificar, de comprender, acaba causando 50 por ciento de los problemas.
Cuando te silencias y, a través de la Auto percepción, te zambulles en la profundidad de ti mismo, tú silencias esta identidad, esta identidad es tocada por la Paz que eres, esta identidad es tocada por la Lucidez que eres, incluso por el Amor que eres. Entonces, esta identidad, al silenciar, aprende o redescubre que no está separada de las cosas y que no hay necesidad de manipular, no hay necesidad de transformar, de esfuerzo para conducir la vida. Así 50 por ciento de los problemas de la vida suman.
¿De dónde vienen los otros 50 por ciento? De esta misma identidad. Solo que no de un modo activo esta vez, esta vez de un modo pasivo. Esta identidad, de cierta forma, es la superficie de tu percepción. Cuando tú ves el día a través de esa identidad solamente, ves problemas, discrepas de las cosas, no aceptas las cosas y de ahí surgen los otros 50 por ciento de los problemas. Se puede así percibir que en la vida, mitad de los problemas nace de la tentativa inútil de controlar la vida y la otra mitad nace de la negación de la Inteligencia de la Vida. Sustituye todo eso por la Fluidez. ¿Cómo? Zámbullete en ti mismo, haz la experiencia de entrar en contacto con la vida a partir de un punto más profundo en ti.
¿El punto más profundo es ese? ¿O qué es esa Profundidad, a final de cuentas? ¿Por qué todo eso es metafórico, hum? De cierto punto de vista, sí; si crees ser el cuerpo, entonces esta profundidad es metafórica. No así, si eres el propio Soplo de Vida ahí, entonces tienes muchos niveles de Profundidad.
Una experiencia muy básica para comenzar a experimentar esta Profundidad es darse cuenta de la superficie. Percibe la identidad. Date cuenta de la superficie y a partir de ahí comienza tu movimiento de retorno al Centro. Esto es desplazar-se del mundo, es desplazar-se de los gustos, de las preferencias, de todo la coloración personal que es dada a la vida.
Céntra-te en el “Yo”, vuélve-te para este punto donde solo quedas tú y nada más. No “yo-hombre”, no “yo-mujer”, no “yo-hijo”, no “yo-madre”, no “yo-viejo”, no “yo-joven”, apenas “Yo”, sin ningún adjetivo, sin ningún papel. Este es cierto punto profundo, en comparación con la identidad, este es un punto muy profundo. Ya ahí la Lucidez se instala y la Fluidez marca la experiencia.
La Lucidez también tiene relación con la Fluidez, una vez que –como conversamos en la última Hoja del Jardín de Anielh nº II- te das cuenta de que la vida es impermanente, de que todo pasa, de que todo cambia y se transforma. Esta Lucidez permite aceptar cualquiera que sea la situación que la vida presenta, por lo tanto, inclusive allí tú ves Fluidez.
Cuando la identidad silencia, tú percibes que la vida es conducida por la Inteligencia que ella misma es; si vas más hondo en ti mismo, te descubres como la propia vida, que es conducida por la Inteligencia que tú eres. ¿Por negar la Inteligencia de la Vida? Bien, esta Virtud de la Profundidad, está muy ligada a la Fluidez, en este sentido. Un consejo para vivir esta Fluidez es primero darse cuenta de la identidad que es la superficie de su percepción, que es percepción superficial; entonces zambullirse en sí mismo, ir profundo y mantenerse en aquel punto,
Tú vas a percibir que va siendo cada vez más fácil mantenerse en este punto donde solo estás tú. Allí, la vida se revela en perfecta Fluidez, la propia identidad comprende el sentido de las cosas. Silencio, interiorización, aspiración, devoción, son todas palabras y mecanismos que nacen y que conducen a la Profundidad. Es para el núcleo de ti mismo que tú te diriges. No es para la cima, no es para abajo; no es para el cielo, no es para la tierra.
Lo único que te atrae es el núcleo de ti mismo. Y vivir la Profundidad es aceptar ser conducido al núcleo de sí mismo. El resultado natural de la propia experiencia, porque la Profundidad también es una experiencia, una vez que ella implica una superficie, es percibir la vida, la experiencia del cuerpo como fluida.
Vamos a hacer la experiencia entonces! Agnaye Swaha!
Agnimitra http://antenanoprotecao.com.br
Transcripción de la partida grabada durante el Agnisang del día 30 de abril de 2013
Traducido por: A.I. http://mensajes-multidimensionales.blogspot.com
Bien, vamos a conversar un poco sobre la Profundidad. Acabamos de oír algunas palabras sobre la Fluidez (ver intervención de Nazcan, del día 30 de abril de 2013), que nos fue presentada como un elemento inherente a la vida y que, de cierta forma, nos da una idea de facilidad, de no esfuerzo. Esta Fluidez, la posibilidad de vivir la vida en Fluidez es un don de la Madre.
La Fluidez está ahí, ¿por qué no la percibimos? La Fluidez está ahí, ¿por qué no la vivimos conscientemente? ¿Qué nos impide estar inmersos en la Fluidez y a partir de ella vivir nuestras experiencias? Tal vez encontremos la respuesta en la Profundidad.
En la superficie del mar las olas van y vienen y rompen en la playa. En la superficie del mar hay un constante movimiento. En la superficie del mar subes y bajas al gusto de las olas, al gusto del viento. La tempestad que sucede en el cielo agita intensamente la superficie del mar y en aquel momento no se sabe dónde está el norte, ni el sur, donde está el este o el oeste, o incluso para qué lado está la tierra firme.
Con todo, en el fondo del mar hay siempre Paz, una paz profunda a pesar de lo que quiera que pase. En la profundidad del océano tú puedes comprender, llegas incluso a comprender que la superficie es aquello, la superficie es movimiento, la superficie es transformación.
Y así es con la experiencia que estamos viviendo aquí. Cuando tú te mantienes en la superficie de la percepción ves caos, descontrol, frustraciones, ves los cambios bruscos de dirección y sentido, nada parecer tener sentido.
Zambúllete en la profundidad de la percepción, a partir de esa profundidad de la percepción y cada vez que te zambullas más profundamente en ti mismo, más clara se vuelve la vida, más fluida es la vida que vives. Buena parte de esto viene de que simplemente tú dejas de permitir que la identidad intente manipular la vida. Sí, porque parte de los problemas que experimentas en tu vida, nacen de esta propia identidad que construimos y que alimentamos, y esta identidad en su tentativa de manipular, de modificar, de comprender, acaba causando 50 por ciento de los problemas.
Cuando te silencias y, a través de la Auto percepción, te zambulles en la profundidad de ti mismo, tú silencias esta identidad, esta identidad es tocada por la Paz que eres, esta identidad es tocada por la Lucidez que eres, incluso por el Amor que eres. Entonces, esta identidad, al silenciar, aprende o redescubre que no está separada de las cosas y que no hay necesidad de manipular, no hay necesidad de transformar, de esfuerzo para conducir la vida. Así 50 por ciento de los problemas de la vida suman.
¿De dónde vienen los otros 50 por ciento? De esta misma identidad. Solo que no de un modo activo esta vez, esta vez de un modo pasivo. Esta identidad, de cierta forma, es la superficie de tu percepción. Cuando tú ves el día a través de esa identidad solamente, ves problemas, discrepas de las cosas, no aceptas las cosas y de ahí surgen los otros 50 por ciento de los problemas. Se puede así percibir que en la vida, mitad de los problemas nace de la tentativa inútil de controlar la vida y la otra mitad nace de la negación de la Inteligencia de la Vida. Sustituye todo eso por la Fluidez. ¿Cómo? Zámbullete en ti mismo, haz la experiencia de entrar en contacto con la vida a partir de un punto más profundo en ti.
¿El punto más profundo es ese? ¿O qué es esa Profundidad, a final de cuentas? ¿Por qué todo eso es metafórico, hum? De cierto punto de vista, sí; si crees ser el cuerpo, entonces esta profundidad es metafórica. No así, si eres el propio Soplo de Vida ahí, entonces tienes muchos niveles de Profundidad.
Una experiencia muy básica para comenzar a experimentar esta Profundidad es darse cuenta de la superficie. Percibe la identidad. Date cuenta de la superficie y a partir de ahí comienza tu movimiento de retorno al Centro. Esto es desplazar-se del mundo, es desplazar-se de los gustos, de las preferencias, de todo la coloración personal que es dada a la vida.
Céntra-te en el “Yo”, vuélve-te para este punto donde solo quedas tú y nada más. No “yo-hombre”, no “yo-mujer”, no “yo-hijo”, no “yo-madre”, no “yo-viejo”, no “yo-joven”, apenas “Yo”, sin ningún adjetivo, sin ningún papel. Este es cierto punto profundo, en comparación con la identidad, este es un punto muy profundo. Ya ahí la Lucidez se instala y la Fluidez marca la experiencia.
La Lucidez también tiene relación con la Fluidez, una vez que –como conversamos en la última Hoja del Jardín de Anielh nº II- te das cuenta de que la vida es impermanente, de que todo pasa, de que todo cambia y se transforma. Esta Lucidez permite aceptar cualquiera que sea la situación que la vida presenta, por lo tanto, inclusive allí tú ves Fluidez.
Cuando la identidad silencia, tú percibes que la vida es conducida por la Inteligencia que ella misma es; si vas más hondo en ti mismo, te descubres como la propia vida, que es conducida por la Inteligencia que tú eres. ¿Por negar la Inteligencia de la Vida? Bien, esta Virtud de la Profundidad, está muy ligada a la Fluidez, en este sentido. Un consejo para vivir esta Fluidez es primero darse cuenta de la identidad que es la superficie de su percepción, que es percepción superficial; entonces zambullirse en sí mismo, ir profundo y mantenerse en aquel punto,
Tú vas a percibir que va siendo cada vez más fácil mantenerse en este punto donde solo estás tú. Allí, la vida se revela en perfecta Fluidez, la propia identidad comprende el sentido de las cosas. Silencio, interiorización, aspiración, devoción, son todas palabras y mecanismos que nacen y que conducen a la Profundidad. Es para el núcleo de ti mismo que tú te diriges. No es para la cima, no es para abajo; no es para el cielo, no es para la tierra.
Lo único que te atrae es el núcleo de ti mismo. Y vivir la Profundidad es aceptar ser conducido al núcleo de sí mismo. El resultado natural de la propia experiencia, porque la Profundidad también es una experiencia, una vez que ella implica una superficie, es percibir la vida, la experiencia del cuerpo como fluida.
Vamos a hacer la experiencia entonces! Agnaye Swaha!
Agnimitra http://antenanoprotecao.com.br
Transcripción de la partida grabada durante el Agnisang del día 30 de abril de 2013
Traducido por: A.I. http://mensajes-multidimensionales.blogspot.com
Me gusto mucho, gracias por compartir.
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