Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Bueno, Bidi está con ustedes, para nuestro entre-nosotros. Vengo pues, para tratar de dialogar con ustedes, mucho más allá de simples palabras, mucho más allá de sus preguntas, mucho más allá de sus respuestas. Con el fin de ver lo que resta como obstáculo al Absoluto, a través de lo que yo les dije y a través de lo que vamos a intercambiar. Como es habitual, vayan más allá de mis palabras, vayan más allá de la tentativa de comprensión, por el momento. Verán después. Yo los saludo y podemos comenzar.
Pregunta: Después de haber hecho la experiencia del éxtasis, siento la necesidad de desprenderme (ndt: de la experiencia) y de refutarla, ¿cuál es su punto de vista al respecto?
El éxtasis y la beatitud son sin duda los más destacables acontecimientos durante este Último, que va desde la Infinita Presencia al Absoluto. Y cuando digo “va” no es totalmente exacto. A continuación: tú eres el éxtasis como tú eres la ausencia de éxtasis. Si sientes que existe en ti algo para refutar, entonces hazlo. ¿Qué arriesgas? ¿Qué tienes para perder? Si existe algo detrás del observador que constata el éxtasis y que lo autentica, quizá, para ti, hay que refutar eso también. El éxtasis es un marcador. Cuando ustedes se volvieron la Onda del Éter, la Onda de Vida y la Gracia, el observador desaparece y sin embargo, ustedes están siempre ahí: todo lo que comprende la personalidad, el Sí, e incluso la Última Presencia. Considera que más allá de eso, está el vacío y la nada. No olviden que todo, aquí, donde ustedes están, está invertido y proyectado. Volver al derecho, sin proyectar, no es el vacío ni la nada, aunque todo a nivel del observador quiera creerlo. ¿Y por qué? Porque si él desaparece, no hay nada más a observar. Sin observación, sin proyección, sin experiencia, el observador no tiene ninguna razón de ser. Queda sólo el Absoluto. Entonces, hazlo. Tú comprendes, desde ahora, que lo que hagas, o no hagas, siempre has estado ahí. Recuerda que la única cosa que no puedes definir, experimentar, manifestar, es lo que tú Eres. Tú no Eres ni el Sí, ni la persona, ni el individuo, ni el mundo: tú Eres Amor.
Pregunta: Desde hace mucho tiempo, yo realizo diferentes formas de encuestas sobre el humano…
Eso nunca lleva a ningún resultado. No es un conocimiento intelectual que no es más que ignorancia. Olvídate de todo conocimiento. Yo no propuse encuestas, sino una Encuesta y una sola: ¿quién Eres tú? Sin ninguna proyección. Sin esa avidez de conocimiento. Porque, cuando estás ávido, estás vacío. Entonces, tú No eres eso.
...Yo tengo conciencia de eso, ahora...
Olvida la conciencia de eso. Ve más allá.
... También tengo conciencia de la realidad crística, de mis maestros…
¿Eres eso? Te hago una pregunta: ¿quién Eres tú? No te hablo de ése del cual tienes conciencia, porque todo eso de lo cual tú tienes conciencia es experiencia. ¿Qué buscas? ¿Qué quieres? ¿De cuántas pruebas más tienes necesidad? ¿Quién busca las pruebas? No es un experimento, es una mirada que debe cambiar. Puedes conocer todos los misterios del mundo, de las otras Dimensiones, como ustedes dicen, puedes experimentar alegría: todo eso no son más que proyecciones. Tú Eres Amor. Olvida todo eso. La única Investigación que pido no es intelectual. Ella apunta, como lo dije, a cesar los juegos, estúpidos, de esa estafa espiritual. Lo que tú Eres, lo eres. Ayer como mañana, en esta Dimensión, como en toda Dimensión. Tu eres, también, desde luego, todo lo que me dijiste. Pero eso es una parcela, eso no te es útil para nada.
... yo intento de vivir la Unidad con mi Padre, en su realidad multidimensional.
La única manera de vivirla, es de olvidarte. Si te olvidas, no tienes conciencia del otro, tú Eres el otro, también.
... es eso lo que intento hacer…
Pero no hay nada que intentar. Sólo hay que quedar tranquilo, no observar más, no experimentar más, ni siquiera tener la conciencia de… Es muy simple. Tú Eres tú. Por tanto cállate. Si haces callar todo, ¿qué queda? Más allá de toda contemplación del “yo soy”, tú eres Absoluto. Pero en cuanto buscas, tú sales (Nde
: del Absoluto). En cuanto la conciencia está ahí, pierdes lo que buscas. Hay que hacer caer la vigilancia. Ese es el objetivo de la refutación y de la Investigación. No hay otro objetivo. El Absoluto no puede ser una creencia, ni un objetivo, ni una experiencia. Porque la creencia, como la experiencia, como el objetivo, son exteriores a lo que tú Eres. El problema es que de lo que hayas tomado conciencia, quieres ser Liberado. Pero no tienes que quererlo, porque lo Eres ya. Es la conciencia, la experiencia, la creencia, que te hace creer lo contrario y que te hace creer que si detienes, incluso todo eso, aquello va a aparecer. Pero no hay otra manera que desaparecer. Olvídate. Tú eres Amor y nada más.
Pregunta: Vivo en un ida y vuelta entre el Absoluto, el Sí, la personalidad y el mental. Intento dejar hacer el ida y vuelta, pero cuando me encuentro en el mental, comienzo a intentar salir.
Mientras que hay Absoluto con forma, los pasajes son innombrables. Tienes necesidad de tu mental para vivir sobre este mundo, no para ser lo que tú Eres. Si el pasaje, que no es uno, si ese Último es lo que tú Eres, o tú quedas Último, o tú vives. Eso no debe plantear ningún problema. Puedes llevar a cabo lo que llevas a cabo, sin ningún problema, porque el Absoluto está ahí. Cuando el primer Absoluto se revela, todo es Absoluto. Tu mental no puede dirigirte pero puede dirigir lo que concierne tu vida, lo que aprendiste, lo que llevas a cabo, en esta vida, sin ningún problema. El pasaje del yo, al Sí, y al Absoluto (cuando el Absoluto se revela), es normal. Es incluso saludable, eso no tiene que turbarte. Esta forma existe, este cuerpo existe, este saco de alimento está aquí. Déjalo vivir. No eres tú. Él vivirá su final cuando lo vivirá, eso no te concierne. Y en función de eso, déjalo vivir lo que él tiene previsto vivir. Eso no debe plantear ningún problema. Y no es un problema. Los pasajes se vuelven cada vez más evidentes, es decir que tú ves claramente quien actúa, quien Es, y quien no Es.
Pregunta: ¿Qué hacer cuando se vive un gran fuego a nivel de la caja toráxica?
No hacer nada. Quedar tranquilo. Observar, si quieres, y después, superar la observación. Pero te señalo que, tal como expresaste la cuestión, consideras todavía que eras tu pecho, que eras ese fuego en el pecho, que debías hacer algo. ¿Qué es ese “yo” si no aquél del observador? Aquí también, ponte contento de dejar vivir lo que debe vivir. Tú no eres eso. Nunca se confundan refutar un elemento porque es efímero con negarlo. No es porque niegues este cuerpo, que va a desaparecer. Muy al contrario, va a darte problemas para decirte que está aquí. Sea por un dolor, al pie, a la cabeza. Cuando digo de olvidarte, ¿Me dirijo a tu cuerpo? ¿Me dirijo al “yo”? Me dirijo a ti, no a tu cuerpo. El problema es la identificación al cuerpo: “Me duele”, “yo tuve mi pecho en llamas”. Miren: como siempre, el mental quiere explicar en lugar de vivir. Porque, si se vive, él pierde su acción, su preeminencia, su poder. Miren, en lo que ustedes viven, como tienen necesidad de explicar. ¿Eres capaz de explicarme por qué respiras? ¿Eres capaz de explicarme quién piensa, quién siente, quién percibe? Desde luego que no. ¿Cómo puedes estar en cualquier experiencia sea cual sea? Y si eso concierne al Sí, esto implica Aquí y Ahora. Por consiguiente, si hay interrogación sobre el sentido de una explicación, no hay más Aquí y Ahora: hay ego. Hoy, ¿eres lo que viviste la otra noche? ¿Qué es? Un pasado, una memoria, una experiencia. ¿Eso existe? ¿Eres tú? Si me dices, “yo viví eso”, yo te respondo: tú lo viviste, tú no lo vives más. ¿Entonces era qué? Efímero. Tú no eres efímero.
Pregunta: En mis momentos de paz interior, de inmovilidad ¿soy observador?
Pero ¿qué puedo saber dónde estás, salvo tú? ¿Cómo quieres que te dé una respuesta? El Absoluto es la ausencia de localización, de referencia. Estás en paz cuando duermes. No se vio nunca correr a un muerto. Ni a alguien que duerme, comer. Desde luego que hay un observador en la paz. Es el “yo soy”. Ve más allá del “yo soy”. Como lo dije: olvídate. Incluso el contacto con lo que se les propuso (el Canal Marial, los dobles), están ahí, efectivamente, como otra conciencia que la de ustedes. Pero es la misma, porque hay una Fusión, una Disolución. Tú no eres más tú, te vuelves primero el otro. Y luego, no eres ni tú, ni el otro. Y el Absoluto se revela. Comprende bien que es siempre el “yo” o el “yo soy” quien dice que, a través del “yo soy”: tiene esa necesidad de existir. Y para un “yo soy” adelantado, la necesidad de no ser separado y fragmentado como en el “yo”. En ese momento, hay contemplación del Despertar, del Sí, de la Realización. Pero ¿tú Eres eso? Eso desaparece como la bolsa de alimento. Nada de lo que es efímero puede ser la Verdad. Y tú misma sabes que después de la paz, no estás más en paz. Y vas a buscar los momentos de paz, el Samadhi. Eso se vuelve una droga, pero no eres ni lo uno ni lo otro. Es eso lo que hay que ver.
Pregunta: ¿Llegar a quedar tranquilo en toda circunstancia, conduce al Absoluto?
Eso se sabrá. Eso es previo. Quedar tranquilo conduce a experimentar el Sí, cuando el “yo” desaparece. Pero el Absoluto, es el no-Sí. Es mucho más que estar tranquilo. Es no existir más, es mantenerse fuera de lo que sea. Primero es volverse la Onda de Vida, o el doble, para darse cuenta que nada de todo eso es verdad. No como una negación, sino como un punto de vista que se desplaza. Ustedes no son nada de eso que perciben. Dicho de otra manera, no eres el que vive la experiencia. Eso que hace creer el “yo soy”, el miedo de desaparecer, el miedo del vacío y de la nada, que, de hecho, está lleno porque ustedes están invertidos. Cuando mueres, ¿quién muere? Hazte esta pregunta. Si sabes quién Eres, antes de nacer o después de la muerte, si puedes responder esta pregunta, ninguna experiencia es necesaria, ninguna percepción es necesaria. Ningún yo y ningún “yo soy” se puede sostener.
Pregunta: ¿Cuál es el lugar de la experiencia, entonces?
Una distracción, una escena de teatro. Relajar el yo, empezar alguna cosa, pero empezar no basta. La Conciencia juega a experimentar. Creer que la Conciencia va a conducirte a una meta, está perfecto pero entonces, dime: ¿Cuál es esa meta? Dímelo. ¿La sabes tú mismo? Espero. Puedo esperar mucho tiempo: no hay respuesta. No puede haberla. Y por causa: no hay causa. Tú Eres Absoluto. Tú Eres quien nunca cambió, nunca experimentó, nunca concientizó. Desde luego, con pavor, el yo y el “yo soy” va a decir: “es un horror”. Si, para él, es un horror. Pero tú Eres Amor. Porque buscar lo que tú Eres, no es más que la experiencia y la proyección de la Conciencia, que se burla de sí misma.
Pregunta: ¿La refutación de lo conocido es suficiente para volverse Absoluto?
Ampliamente. Lo que es conocido, o lo que está para conocer, ustedes lo llaman experiencia y conocimiento. Es una proyección. Pero, siempre igual: ¿Quién eres tú? Desde que desapareces, El Absoluto está ahí y es lo que tú Eres. El ego y el “yo soy” son muy fuertes. El Sí es muy fuerte. No olvides que él se contempla, él mismo, el ombligo o el Corazón, la Sombra o la Luz. Pero no son más que juegos de Sombra y de Luz.
Pregunta: Después de haber tomado conciencia que una pregunta lleva a otra pregunta y que eso es sin fin, unas palabras resonaron en mí: Infinito, Eternidad, Amor, mi Esencia.
¿Y entonces? ¿Por qué quieres estar tranquilo? ¿De qué?
Sentí una falta de confianza de ese estado.
Hubiera preferido que dijeras una falta de conciencia. La confianza concierne ¿a quién o a qué? Y su falta, todavía más. Exclusivamente al Yo. ¿Eres tú ese Yo? Quien te ha pronunciado (Nde: eso) es lo que tú Eres. Has comprendido todo.
Pregunta: ¿Cómo tomar conciencia de quién se Es?
Pero no es una cuestión de tomar conciencia. Es rendir la conciencia. Tú lo Eres ya, por tanto no puedes tomar conciencia (Nde: de lo que eres). Tomar conciencia, es ya experimentar y salir de lo que tú Eres. Lo que tú Eres no es para tomar conciencia sino para rendir la conciencia. Es el observador que quiere tomar conciencia, el testigo. Tú no eres ni el sujeto, ni el objeto. Podrías, por lo tanto, en lo que dices, salir de lo que tú Eres, para ver que tú Eres. Pero eso es imposible. Tú Eres amor y Absoluto. Es todo. Es el Todo. Tomar conciencia, es apropiarse de lo que ya tú Eres. No es posible. Podrías todavía proyectar algo, a través de la toma de conciencia, para conocer lo que es una no proyección. ¿Cómo resuelves la ecuación? No puedes aparecer y desaparecer, al mismo tiempo. No puedes tomar conciencia y rendir la conciencia.
Pregunta: Usted nos dijo que estaba aquí para permitirnos acelerar nuestro acceso a lo Desconocido.
No hay acceso al Absoluto. No hay acceso a lo Desconocido. No es un acceso. Yo te muestro lo que no existe. No hay otra forma.
Pregunta: ¿Lo que en mí, desea esa vuelta al Absoluto, es el Absoluto que yo soy?
Pero tú no puedes volver, nunca te fuiste. Es el “yo soy” que juega a eso. No puedes hacer una pregunta como ésa. Eso quiere decir que tú buscas. No puedes buscar el Absoluto. Eso es dar vueltas en círculo. Olvídate y desaparece. No tienes otra solución. Se necesita que la conciencia del observador, el observador, el testigo, el sujeto, el objeto, el teatro, desaparezcan. Es todo. Tú quisieras que el teatro desaparezca para mostrarte lo que hay, pero te quedas en el teatro. Yo dí el ejemplo del sueño. El Absoluto no puede observar el Absoluto, porque desde que hay observación, qué hay? Conciencia, experiencia. Por consiguiente tú buscas hacer la experiencia del Absoluto. Pero ¿quién busca hacer la experiencia del Absoluto, si no es la conciencia? No puedes comprender, Absoluto. No puedes servirte de tu conciencia, aunque sea ella la más Realizada. Es justamente ésta que debe desaparecer. Si llegas a olvidarte, a desaparecer, el Absoluto está ahí. Tú consideras, todavía, el Absoluto como una búsqueda, pero el Absoluto está ya ahí. Sale del teatro. No tiene que aparecer porque todo está ahí. Es tu no desaparición que bloquea. Tu querrías tomarte de lo que tú Eres, tu querrías hacerlo una experiencia, tú querrías tenerlo como una certeza, percibida. Eso no es posible.
Pregunta: ¿El Absoluto es el último punto de vista que descubre que no hay más teatro?
Sí, es lo que tú Eres. Es por lo tanto hacer cesar toda proyección, toda conciencia, toda experiencia, todo sentido del yo y todo sentido del “yo Soy”. Pero reflexiona: el “yo soy” no puede decir: “yo no soy”. Hay que salir de lo que es visto, de lo que es percibido, salir de los sentidos, hacer el famoso Silencio, que no es un Hacer. No es la expresión de una voluntad. No es la expresión de una experiencia nueva. Es justamente la desaparición de todo eso. Tú Eres eso, en ese momento.
Pregunta: ¿La Onda de Vida, cuando se despliega, borra el yo?
Sí. El yo, es el miedo, La Onda de vida encuentra el yo. Si el yo se borra, en todos los sentidos del término, entonces la Onda de vida es vivida, percibida, experimentada. Luego viene el momento donde no tienes más este cuerpo, este pensamiento, no eres más aquél que observa la Onda de vida, sino tú Eres la Onda de Vida. Es el mismo proceso con un Doble.
Pregunta: ¿Vivir la Onda de Vida y vivir con un Doble, es lo mismo?
No vives con un Doble: tú Eres el Doble. Hay primero percepción del Doble y a continuación Fusión y Disolución. Por consiguiente entras en la a-percepción, la no percepción, si tú prefieres. Del mismo modo que la Onda de Vida es percibida pero, para volverse la Onda de Vida, es necesario que desaparezcas, en tus ilusiones y tus efímeros. Es la misma cosa. En la Realización y el Despertar del “yo soy”, existe la percepción que nada está separado, que todo está unido, que todo es muy viviente. ¿Y entonces? ¿Y después? Muchos se quedan ahí. Porque es una satisfacción, una impresión tan diferente del yo. Es el Sí. Es gratificante. ¿Y después?
Pregunta: ¿Vivir la Onda de Vida y vivir la Fusión con el Doble, son dos procesos obligatoriamente conjuntos, o bien se puede vivir uno o el otro?
La Onda de Vida te muestra el Doble. La Onda de Vida viene de la Tierra, pero ¿qué tierra? El Doble viene del Cielo, ¿de qué Cielo? Los dos son Confianza y Resonancia. Es una experiencia Última. El objetivo, es que la experiencia cese. ¿Cómo es que cesa? Cuando tú no eres más este cuerpo, estos pensamientos, sino la Onda de Vida. Cuando no eres más un Doble que mira un Doble, sino que el Doble vuelve a ser Uno. Desde el instante donde pierdes el sentido de tu identidad, en el yo o en el “yo soy”, en el ego o en el Sí, en el Doble, también, el Absoluto está ahí. La Onda de Vida y el Doble, vistos desde el Sí, son los agentes operantes. Pero no eres ni el Doble, ni tú, ni la Onda de vida. Tú eres Absoluto.
No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Y bien yo, rindo gracia y les doy gracia por nuestro entre nosotros. Tengan presente, en la cabeza y en el Corazón, que si ustedes no comprenden, está perfecto. Porque ¿quién quiere comprender? No el Absoluto. Simplemente, mis palabras, sus preguntas, las Vibraciones, llegan a estremecer. Y si ustedes están estremecidos, pueden desaparecer, pronto. Pero quien desaparece no son ustedes, es el Sí. BIDI les dice hasta pronto, quizá, para ustedes, aquí. Adiós.
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