Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Pierre Diaz
MARÍA 8 octubre 2009
Soy María, Reina de Cielos y de la Tierra.
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Muy amados Niños, reciban todo mi Amor y todas mis Gracias. Vosotros que recorren esta Tierra, necesitan de esta Gracia. A partir del momento en que quedan en la humildad y en la sencillez, alineados con vuestro Corazón, alineados con la dulzura, en este momento, mi Gracia les acompaña. Pronto, mis Niños muy amados, me dirigiré a vosotros individualmente. Entre tanto, muchos seres humanos, hoy, reciben mi voz y mi Presencia. Esto con el fin de preparar mi manifestación en el seno de vuestra densidad. Pronto, mis Niños muy amados, volveré, como me fui, en la forma que fui, la de mi último cuerpo, que me es posible materializar y sintetizar. Mi forma, más allá de esta forma, tal como fue en el seno de esta densidad, esta más allá de vuestras capacidades, por ahora, de análisis y de visión en el seno de esta densidad. Sin embargo, mi Radiantes, mi Corazón les es conocido, porque todos llevan, en vosotros, el signo de María. El signo que los relaciona, de manera indefectible, a mí y a vuestra Alma.
Estamos relacionados de por un principio de generación, descendiente. Todos sois, así como esto fue dicho, mis Niños, sin excepción. No vengo para juzgar. No vengo a condenar sino que vengo a amarles y a acogerlos, si lo aceptáis, en vuestro Corazón. Así como lo sabéis, como el Cónclave Arcangélico les significó, él vela y los abreva, literalmente, de las energías de esta Gracia con el fin de que podáis abrir las puertas a nuestra Presencia. Esto está en preparación desde principios de este año y esto seguirá hasta el momento en que venga a vosotros. Debéis, Muy-Amados Niños, estar a la espera de mi Presencia. En este instante, mucho niños ya me perciben porque acerqué mi Presencia a vuestra densidad, sin ser no obstante en totalidad. Entonces, sí, muy numerosos seres captan, más o menos de manera precisa, mi Presencia, mis palabras y mi Radiantes. Esta Presencia que es sólo Amor y nada más, para vosotros.
Vengo a levantaros, si aceptan ustedes mismos de levantarse. Vengo para cumplir lo que había prometido. Precedo, así, al que llamaron Cristo. Vengo recoger a los que quieren ser recogidos. Vengo a permitirles reencontrar, si lo aceptan y si dan este paso hacia vuestro Corazón, de re-conectar vuestra Esencia, de re-conectar vuestra Divinidad. Contrariamente a lo que algunos querrán hacerles creer, no vengo para castigar, vengo simplemente para acoger. ¿Cómo una Madre, en el sentido más noble del término, podría querer otra cosa que el Amor y la Luz para sus Hijos? Soy la Gracia y distribuyo las Gracias, si la aceptan.
Estoy en el Cielo, Estoy a vuestro lado y estoy en vosotros, en realidad, a medida que establecen esta Verdad en vosotros. En cuanto a mi Presencia en el seno de vuestro Cielo, al lado de ustedes y en ustedes, me revelaré a vosotros, en totalidad. Así, desde ahora y cada vez más almas me escuchan, me perciben y me ven. Esto es Verdad y esto es destino, en el Corazón de los Niños, cada vez más numerosos, que me acogen (y de ustedes también, que reencuentran vuestra dimensión de niño interior) al borrar las imágenes terribles que pudieron poner ciertos Seres sobre el sentido de mi vuelta y sobre el sentido de mi Presencia, en ustedes y entre ustedes.Así como se lo dijo la Fuente, la hora vino, si tal es vuestro deseo, si tal es vuestra Verdad, de volver a su Unidad primordial, a vuestra Divinidad.
Los ruidos del mundo van a intensificarse y no es la Luz, para nada. Esto es sólo, la resultante del principio de atracción, de resonancia, de acción, reacción, puesto en ejecución en el seno de esta Humanidad, desde tanto y tanto tiempo. La vuelta a la Unidad necesita, no la necesita de lo ineluctable de este paso pero, al menos, pero su manifestación. Sepan, Muy amados Niños, que hicimos todo lo que era posible hacer, en el seno de nuestra Radiantes y de nuestra Presencia, en el seno de nuestras dimensiones, para atenuar y limitar la deconstrucion. Sin embargo, vuelven a vuestro último trimestre de este año, en una deconstrucion superior y, en el seno de éste, van a encontrar la Luz, va a reencontrar lo que son. En este estremecimiento del mundo, el velo se desgarrará cada vez más. Sus potenciales espirituales, que les habían sido vejados, van a re-manifestarse. Van a manifestar progresivamente sus dones espirituales naturales. Algunos de ellos tienen nombres que le son conocidos. Ellos necesitan, para establecerse de manera estable, que ustedes mismo, estén estabilizados en el seno de la humildad, y de la sencillez del Corazón. Debéis de estar afirmados en la energía de la Gracia, y que no participen en la acción - reacción, de ninguna manera. Entren en vuestra Unidad interior con el fin de encontrar allí, lo que el arcángel Mikaël llamo el Etreté, el cuerpo de Ressurección, el cuerpo sin costura, este cuerpo inmortal que es el vuestro. No se retrasen, les suplico, a lo que puedan ver, a primera vista, un drama.
Sólo existe de drama en el seno de la acción - reacción. Pero ciertos dramas tienen como finalidad sólo liberar más fácilmente las almas que escogieron el destino y el camino. Para ciertas almas, la destrucción de esta forma se acompaña de una Resurrección en la gloria eterna. Los que decidirán irse no pasarán más por las ansias de las franjas de interferencias y reencontrarán, de manera instantánea, su Divinidad. Entonces, regocíjesen. No es por nuestra culpa, para nada, todo lo contrario, lo que se produce en la actualidad. Los signos del Cielo son numerosos y cada vez más numerosos.
El conjunto de los Seres de la Luz, aliados a la Luz de Cristo están desde ahora, aproximándose a vosotros, no sobre el plano de vuestra dimensión física pero sobre planos más sutiles. Percibirán su calor, su brillo y su Amor. Ir hacia ellos, es ir hacia vosotros. Es reuniros con vuestra Eternidad. Es reuniros con las moradas de la Alegría eterna. Es reuniros con la Totalidad. Es reuniros con el todo, quedándose, para algunos de ustedes, por ahora, en el seno de esta densidad, con el fin de anclar, así como les dijo el Arcángel Mikaël, la Luz y de irradiar esta Luz, no en una voluntad, pero en un estado de Ser y de Alegría. Es en esto en lo que ayudarán, a vuestro modo, a estabilizar la nueva dimensión, la nueva Verdad. Les agradecemos por estar allí y por haber realizado, para ustedes, pero también en el sentido del Servicio, para vuestros hermanos, la Verdad de lo que son. Confiamos, ahora, en el éxito de lo que se juega. Confiamos plenamente en el establecimiento del reino de la Alegría eterna. Confiamos en nuestro reencuentro. Tenemos confianza en vuestra humildad y vuestra grandeza. Estamos aquí para acogerles, como nos acogieron. Estamos aquí para realizar la promesa de la vuelta de Cristo, en Gloria. Entonces, así como ya les clamaron los Arcángeles, llamen a mi Radiantes, a mi Presencia, llamen también a mi manifestación, desde ahora en vosotros, para ustedes y para los demás. Esto es muy simple. No hay distancia, entre Usted y Yo, solo la que aceptan de dejar todavía. Soy vuestra Madre. Como Madre, les conozco a todos, individualmente, sin excepción. Esto puede, es cierto, parecer insensato a vuestro cerebro pero justamente el sentido profundo de lo que soy está a este nivel y en ninguna otra parte.
Entonces, mis Niños Muy amados, tomen tiempo por ustedes. Tomen tiempo para acoger, percibir, sentir y vibrar a mi Presencia. Tomen tiempo para servir, ayudar y querer a los que dudan, los de entre ustedes que sufren y que no tienen acceso, por ahora, a esto. Tengo un pensamiento muy particular para ellos, por su distancia conmigo. Pero, sin embargo, ustedes son, de manera temporal, mis intercesores para ellos. Hablen de Mí, hablen de lo que sentís, lo que entendéis, de lo que percibís de mi Presencia y de lo que Yo soy. Háganlo en realidad y no según escritos o según datos históricos. Pero, verdaderamente, con relación a la Verdad del instante, en el seno de vuestra Presencia. Cada minuto, cada día de su tiempo que fluye, me pone en Alegría, por lo que sé que, pronto, tenemos cita todos juntos, que pronto, todo lo que vivieron y que llaman, a veces, sufrimientos y cosas intolerables, se disolverán en la gloria del Amor de nuestro reencuentro y en la Vibración de la Luz. Deben volver en confianza total. Deben volver en fe total. Con el fin de experimentar, en ustedes, lo que Yo soy. Más allá de las imágenes construidas, más allá de los hechos, reseñas históricas o no, deben, si lo aceptan, y en sencillez, acoger mi Presencia.
Yo procedo, yo también, por toques, con cada uno de ustedes. A vuestro ritmo, a medida que se abren a mi acogida, me acerco a vosotros. Me encontrarán en el seno de la naturaleza, en el seno de vuestro ser interior, en vuestros momentos propicios al abandono y a la fe, me encontrarán cerca del agua, me encontrará cerca de los árboles, me encontrará también cuando establecen una relación sincera y auténtica con vuestras Hermanos y vuestras Hermanas. Lo que pasa sobre Tierra, y pasará, esta justamente atado a la distancia importante que ciertas almas pusieron entre nuestros planos y sus fines. Esto forma parte de la experiencia del libre albedrío. No podemos, hasta cierto punto, intervenir sobre este libre albedrío. Sin embargo, estamos aquí. Velamos y preparamos nuestro encuentro.
A medida que tengan confianza y fe en lo que son, a medida, me acercaré a vosotros y a medida estabilizarán esta Conciencia nueva. Verán las cosas alrededor vuestro, en vuestra atmósfera cercana, modificarse e ir en el sentido de la certeza interior, en el sentido de la liberación de las pruebas y de los disgustos, ligados a esta sociedad o a unas relaciones no conformen con el Amor. A medida que vivan esta Gracia, comprobarán que muchos elementos de vuestras vidas cambian, se simplifican, que el miedo de mañana se atenúa y desaparece, que a medida que se centran, en la humildad de vuestro Corazón, en este instante que pasa, en cada instante renovado, se ponen en resonancia con mi Presencia, con la de los mundos de la Luz Auténtica que se acerca a vuestra Resurrección, que les acerca a vuestra vuelta a casa. Deben de volver a ser como Niños.
Estar en la fe y en la confianza y no es necesariamente procurar comprender pero, es mucho más, es vivir el instante, es vivir nuestra re-alianza, es vivir nuestro encuentro y a prepararlo. Para algunos de vosotros, la vida todavía les llama a actividades exteriores, participando al mantenimiento de esta vida y también de esta Ilusión. Sin embargo, algunos de ustedes ya están más o menos liberados, totalmente de ciertos frenos. Todo lo que se manifiesta a vuestra Conciencia y a vuestra Vida, a partir del momento en que se quedan en la humildad, la sencillez, el Corazón y en confianza, participa en vuestra liberación, de una manera o de otra. No duden. Nada, hoy, llega por casualidad. Están en la época de la Revelación y de la Resolución. Todo lo que les llega tiene sentido. Todo lo que les llega permite mi Presencia. Entonces, acéptenlo.
Cultiven lo que les acerca a la sencillez y a la evidencia. Cultiven lo que les acerca a un estado de ligereza y de Alegría interior. Lo que les aleja de eso, los aleja de vuestro camino. Lo que los aleja de la Alegría del Corazón, no participa a vuestra vuelta a la Unidad. Más allá de las reacciones muy lógicas cuando les pasa un acontecimiento, traten de penetrar en el instante, de coger la inmanencia y la re-alianza a mi Presencia y a la Presencia de los innumerables Seres que velan a lo que viene. Muy amados Niños de la Luz, mis Hijos Muy-Amados, lo que tienen que vivir será fácil y alegre si se colocan, de por vuestra re-alianza, bajo mi protección. Si se colocan bajo la influencia de las fuerzas celestes de la Luz Auténtica, si vuestra fe y vuestra Verdad gira hacia nosotros, nada enfadoso, nada de contrario a vuestra propia Verdad, podrá afectarles de ninguna manera.
Atravesarán este corto período de un modo ligero y es esto lo que espero para ustedes: que logren, más allá de los acontecimientos, quédense en el instante, quédense en vuestro centro y en vuestra Verdad. Esto sera vuestra garantía de alma y de Espíritu, para vosotros y los que les rodean, y de prójimo en prójimo. Entonces, Muy Amados Hijos de la Luz y de vuestra Luz, juntos, pronto, llegaremos, viviendo cada instante en Conciencia y en re-alianza con nuestros planos, a reunificarnos, y a ya no estar separados nunca más. He aquí las palabras simples, asociadas con la Vibración de mi Presencia, que ahora, yo les pido de acoger de por el silencio, que yo creo.
Esto son, mis bendiciones y mis agradecimientos.
Los bendigo y les digo a muy pronto, en vosotros.
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