Todo en el mundo se está moviendo rápidamente; cada día podemos ver cómo el caos parece estar en todas partes y la gente parece estar enfadada y estresada continuamente por todo lo que vive en el exterior.
Ante esta situación, cada uno responde de un modo según su propia evolución y/o papel que le toca jugar en sus propios espacios.
Hay muchos movimientos sociales, grupos de protesta, mensajes bombardeando continuamente los medios de comunicación , grupos de protesta infinitos del Facebook y que parecen a veces tomarse a mal que no te unas a sus innumerables protestas,…
Como decía cada uno juega un papel determinante en todo este juego, y cada cuál aquel que le correponda y por ello también necesario. Cada uno conecta con lo que en ese momento le resuene más.
Creo sin embargo, que hay un grupo que necesita crecer más, y es de los que pensamos que todo lo que se refleja fuera no es sino una manifestación de lo que hay dentro.
Yo prefiero empezar a cambiarme a mí misma si quiero que fuera todo cambie. El cambio debe empezar por una transformación profunda como digo de lo que hay dentro de cada uno, un cambio de paradigma en el modo de ver las cosas y un cambio de consciencia, sí, de empezar a ser conscientes del mundo interno y externo, de ver un poco más allá de lo que los medios ofrecen, de lo que aprendimos a ver y el modo de hacerlo a lo largo de nuestra vida, y esto comienza por tomar consciencia de todos las programaciones que tenemos de la forma de ver y entender nuestro propio mundo, nuestras relaciones, nuestro mundo laboral, educativo, familiar,… y cuando hemos podido avanzar en esto será el momento de que podamos ver también todas las programaciones, mentiras, engaños y miedos que hay fuera y que nos hacen ver que los otros son los culpables de “como está el mundo” sobre todo los que ostentan el poder sea en el medio que sea, y que nosotros no somos responsables de nada y no podemos tampoco hacer nada, depositando así inconscientemente nuestro poder en ellos y culpándolos también por ello.
La tierra es responsabilidad de todos y por tanto de todas las creaciones que se dan en ella en cualquier ámbito, ya sea ecológico, político, económico, social,… todos de un modo u otro creamos lo que en ella hay.
Como decía, creo que deberíamos ser más en el grupo que creemos esto y que empezamos a ser responsables de nuestra propia vida y lo que hacemos en ella, de nuestras propias emociones y relaciones, y que intentamos sanar esto para después empezar a ver cambios también en el mundo, para ver así cómo sana también la tierra.
Es importante saber diferenciar también cuáles son emociones y pensamientos propios y cuáles los del colectivo, pues al haber tanto conflicto externo, como digo reflejo en gran medida de lo que hay dentro, a veces nos dejamos arrastrar por estas emociones y caos externo, nos sentimos mal sin saber a veces el motivo, o nos ponemos tristes y medio deprimidos cuando escuchamos a otros que sólo hablan de lo mal que está todo, quedándonos a veces angustiados y sin energía o malhumorados cuando realmente nos levantamos ese día alegres, porque nos dejamos influenciar por esas energías que viven en el pesimismo, el drama y la tragedia y en nada ayudamos así al cambio, sino que generamos una energía de victimismo que alimenta más a la ya existente, así que aunque a veces es difícil, debemos aprender a ser maestros en el arte de estar centrados en nosotros y mantenernos en la armonía y tranquilidad interior y permanecer serenos y alegres y meros observadores.
Es necesario también, personas que sean conscientes de que todo lo que se está dando es realmente una oportunidad maravillosa para empezar a descubrirse las personas así mismas, para empezar a valorarse, a empoderarse, pensar qué quieren realmente en la vida y buscar su real identidad que se perdió por el camino. Es una oportunidad para no seguir recreando más mentiras sobre nosotros mismos y hacia nosotros mismos, ni recrear más este mundo de mentiras también que no queremos.
Es importante mantenerse muy centrado en uno mismo, dedicar un tiempo cada día para estar en silencio, respirar y centrarnos en nuestras propias emociones, en nuestra vida, nuestros propósitos y sueños y alejarnos de todo el ruido y el miedo que se respira fuera y de los que dicen que todo está mal y que ningún cambio es posible. El estar en contacto con la naturaleza hace que nos alejemos también del ruido del drama y del miedo y nos ayuda a recargar las pilas, pues en la naturaleza podemos también contactar con nosotros mismos de forma más fluida.
Son muy necesarias en estos momentos personas que sí crean en ese cambio externo porque estén consiguiendo el suyo interior, porque se han descubierto así mismas y no les importe mostrarse al mundo tal cual, que se den cuenta que eso que tanto tiempo han estado buscando es lo que realmente tienen para ofrecer al mundo.
Personas que crean en la magia, en los sueños, que les gusta imaginar y que les de igual ser considerados locos por ello. Que creen en el cambio y crean ese cambio, que vean las cosas desde una perspectiva mayor, desde una consciencia más expandida, que no renuncien a los sueños, que sigan sonriendo cada día y puedan seguir dando gracias todos los días por la vida y el mundo, que están dispuestos a hacerse responsables de sus propias creaciones y que no estén dispuestos a ceder su poder a nadie, que sepan que son merecedores de todo lo que quieran y de todo lo bueno de la vida, porque se merecen ser felices, que den soluciones empezando con su vida y den ejemplo con sus actos en vez de sólo reivindicar lo que deben hacer otros,…
Cuando cambias la forma en cómo ves las cosas, las cosas que ves cambian.
Como dijo San Francisco de Asís, “Comienza haciendo lo que es necesario, luego lo que es posible, y de repente estarás haciendo lo imposible”
O también como dijo Stephen Crane “ el que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino”y por tanto, el mundo.
Se trata de estar presente en el mundo, pero con la consciencia más allá del mundo que se ve en los medios de comunicación.
Sólo es necesario creer, creer en que el cambio se está dando, en que un mundo guiado más desde el corazón es posible, porque descubres que puedes hacerlo en tu día a día, en tu vida personal, y cuando haces esto, confías también más en el otro y en el sentimiento de la fuerza del Amor y de la Unidad, sólo se necesita quizás esa dosis de locura necesaria para apartarse del mundo, estar en el mundo pero sin ser realmente del que pretenden mostrarte que es, de lo que te hacen sólo ver y centrarte en el mundo que realmente quieres, dedicar un tiempo para imaginarlo y recrearlo con lujos de detalles en esos momentos de silencio interior, y llevar este mundo creado desde el silencio y la Paz interior fuera, llevar esta Paz interior hacia el mundo que te rodea, y así darás fuerza a la energía de todos los que queremos y creemos e intentamos crear un cambio.
Como decía al principio, todas las opciones son válidas, todo es necesario, pero si resuena contigo esta otra forma de ver y entender el cambio, gracias por compartir con el mundo tu propia magia interior.
Quiero terminar esta reflexión con una frase que me encanta de la Madre Teresa de Calcuta “No me inviten a marchar contra la guerra, invítenme a marchar en favor de la paz”
de Expandiendo la Consciencia. de Angélica
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