Original en francés
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
para ver el video has click aqui
http://vimeo.com/48311859#at=0
Soy Teresa de Lisieux. Hermanos y hermanas encarnados, os presento mis homenajes y mis respetos. Hoy vengo a expresar, a petición de las Estrellas, y de alguna manera continuar con lo que ya he tenido ocasión de expresar sobre el Caminito, o Camino de la Infancia. Vengo a hablarles de borrar lo efímero a vivir en la Luz. Esto desemboca en el camino de la Infancia, la Humildad y la Simplicidad, lo que llamé en mi encarnación: "El Caminito" o Pequeño Camino.
En efecto, es el Camino, quizá a la vez que fácil, también el más difícil, dependiendo del lugar, en cierto modo, en el cuál se sitúan. Borrarse de lo efímero no significa deshacerse de ese cuerpo o hacer desaparecer vuestra vida. Esto no es, tampoco, abandonar vuestra vida, es desaparecer de vuestra voluntad, desaparecer de lo efímero de esta historia. Es considerarse menos que una partícula de polvo en una Humildad Verdadera, en la capacidad de hacerse pequeño, para dejar todo el lugar a la Luz y vivir en Luz. Por supuesto, dependiendo del lugar dónde se está situado, eso puede representar una abnegación difícil. Para ello, deben aceptar no conocer nada de la Verdad, de la Luz. Ustedes pueden expresar una sed, una sed de Luz, una sed de Absoluto, una sed de Verdad, pero no pueden tocarla con los dedos o la mirada. Sólo el corazón puede.
Entonces, borrarse de lo efímero, es reconocer que no se es nada, es reconocer que lo que creen, lo que viven, o a lo que aspiran, es en realidad algo muy limitado, en comparación con la inmensidad de la Luz. Se ha dicho que la Luz no es de este mundo, porque la Luz que subyace en los mundos, que subyace en la vida, no puede ser expresada o vista aquí. Por supuesto, hay muchos Caminos: ya se trate de la devoción, o de la oración. Pero, hoy más que nunca, con plazos inminentes que tal vez perciban y sientan, en relación con la Liberación de la Tierra, puede ser más fácil porque la luz está en realidad mucho más cerca, mucho más presente, por decirlo así, en sus efectos, en su expresión a través del cuerpo y a través de vuestra Conciencia. Desaparecer de lo efímero, es aceptar que nada de lo que conocen, o de lo que viven, pueden durar y no pueden existir una vez que hayan cruzado el umbral de lo que llamábamos muerte, pero que ustedes pueden llamar Re-nacimiento. Como se ha dicho de muchas maneras, no pueden mantener la oruga y convertirse en mariposa. Una vez más, desaparecer de lo efímero es desaparecer de la oruga. Esto no es para poner fin a la oruga, ya que sería contrario a la Luz, pero sería, dejar vivir vuestra vida y dejar a la Luz actuar.
Vivir en la Luz, es no interferir, por si mismo, con la Luz. Es dejar a la Luz todo el lugar, para que su Inteligencia actué en vuestra vida. Ya no es voluntad de actuar por sí mismo, sino dejar actuar a la Luz. Eso no es desear por sí mismo, sino dejar al deseo de la Luz trabajar a través de ustedes. Borrarse, es lo que establecerá (a través de la Humildad, y de la Sencillez) esta famosa Transparencia, y hará que nada de lo que es efímero (sobre todo, vuestra propia historia, cualquiera que sea vuestra edad), nada de lo que pertenece a lo que es vuestro hábito, vuestro conocido, puede dificultar o retrasar la acción de la Luz. Vivir en Luz es en realidad (y sobre todo hoy en este mundo, dicho moderno), no dar prueba de una voluntad personal, sino dejar expresar a la voluntad de la Luz. Pero, ¿quién puede decir que conoce la voluntad de la Luz, mientras no la haya vivido en su totalidad?
Volver a ser como un niño, es volver a la espontaneidad, es reconocer que lo que experimentan en vuestra vida diaria, no puede darle acceso a la Luz. Pero, tampoco es renunciar a todo lo que tienen que hacer. Es de alguna manera, como dirían nuestros Hermanos y Hermanas Orientales, no estar involucrados en la ilusión. Es estar cada minuto, pleno de este pensamiento de Luz. Estar lleno de esta Luz, y Vivir esta Luz, es más que eso, en sí mismo. Está mucho más allá de un simple objetivo. Esto se acerca más a la famosa tensión hacia la Luz. Es no permitir expresar en sí mismo, ningún rencor, ningún juicio. Es realmente dejar actuar a la Inteligencia total de Luz, debido a que la Inteligencia de la Luz siempre actuará para ustedes, mucho mejor que ustedes mismos. Esto está mucho más allá de la confianza y de la fe, porque se puede comprobar y pueden tener la prueba de la acción de la Luz en el tiempo de vuestra vida. Y para eso es necesario borrarse, borrar toda voluntad personal, borrar todo deseo, no para desaparecer de vuestros propios deseos, sino simplemente para dejar obrar, no a vuestra propia voluntad, sino que la Luz misma, actuará en vuestro lugar. Cuando esto se produzca, ya sea por momentos o de manera más sostenible, lo sabrán al instante. Y lo sabrán por una razón muy simple: porque a partir de ahí, la Luz llenará todo lo que creían ser antes. Y ahí se manifestará este estado de beatitud, este estado que llaman la Morada de Paz Suprema, que está más allá del éxtasis, que es simplemente una satisfacción total, no una satisfacción del ego por que ha cumplido un trabajo, sino en realidad, la beatitud que procura la Luz. Y esto es una bendición en sí (en sí misma), y es el motor más eficaz para borrarse de lo efímero, dejando a lo efímero ser, sin querer poner fin a nada, volviendo a decir, y a preguntarse: ¿quién dirige lo que Son? ¿Es que son ustedes? ¿ Es esto lo quieren vivir? ¿O es ésta la Vida de la Luz, que vive en ustedes y a través de ustedes? Desde ese momento, son Transparentes a la Luz y cada minuto de vuestra vida estará llena de esa Luz, cada minuto de vuestra vida, hará que lo más importante para ustedes, sea la Luz, hasta convertirse no sólo en una obsesión, si no en algo que es cada vez más vasto y tomará, de alguna manera, la posta, sobre vuestras dudas, vuestras aprehensiones, y lo que hayan sido capaces de hacer por sí mismo. Por ejemplo, cocinar se puede hacer por el conocimiento de una receta u otra, pero pueden también dejar que la acción de la Luz, actué a través de ustedes, en vuestra Transparencia, y poner todo el Amor del mundo, sin saber nada de una receta y luego se darán cuenta que la Luz, realiza, una forma de perfección que no depende de ustedes. Esto está mucho más allá de la intuición y la espontaneidad. Y funciona igual de bien para una receta, que para todos los eventos de vuestra vida. Aceptar esto está mucho más allá de tener Fe en la Luz. Es realmente vivir en la Luz. Es realmente vivir la acción de la Inteligencia de la Luz, estar más allá de las simples cosas agradables, más allá de la sincronicidad sencilla, o la facilidad que pueda ser conferida por la Luz. Es ver en cada minuto de vuestra vida, la acción de la Luz y eso llena de Alegría, llena de Beatitud y sobre todo, como lo decía María, los llenará de Paz. Sea lo que sea que se manifieste en ustedes, la Paz permanece. Ningún elemento puede perturbarlo, ya que realmente habrán borrado lo efímero. Habrán, de alguna manera, Trascendido la Ilusión, como dirían nuestros Hermanos y Hermanas de Oriente, pero sobre todo, vivirán realmente la Luz.
Entonces, vivir la Luz, no es hacer obras extraordinarias. Vivir la Luz, no es hablar de la Luz. Vivir la Luz, no es tener una vida diferente, del común, de nuestros Hermanos y Hermanas que no lo viven, sino que es, experimentar las mismas cosas, en otra calidad, y otra cantidad. Desde ese momento ninguna duda puede manifestarse en ustedes. Es el momento a partir del cual, ya no buscan otra cosa que vivir en la Luz. De hecho, cuando dejan a la Luz actuar a través de vuestra Transparencia, de vuestra Simplicidad, más la Luz los fecunda, más la Luz está ahí, más estarán conscientes, y la dudas no podrán manifestarse más. Los pensamientos no pueden ser otros que pensamientos de Luz. Más allá, de los preceptos de no juzgar, no condenar, lo que se vive, es la Gracia, viven el hecho de estar colmados, no por la satisfacción de un deseo, sino colmados realmente, por la Luz. Estando colmados por la Luz, todo lo que viene a vuestra vida, no puede alterar el hecho de estar colmados, incluso si llegan a verse privados de alguna cosa o les falte lo que sea. De hecho, ustedes viven y permanecen colmados por la Luz. Ninguna situación, incluso desagradable, puede desviarles de esa Luz, que está y que vive en ustedes. Cualquiera que sea la tarea, o la ocupación, independiente del placer o desagrado, que la vida les ofrece, saben que no son ustedes lo que actúa, ni lo que reacciona, porque lo más importante no es el evento en sí, agradable o desagradable que sucede en vuestra vida, sino que la Luz está ahí, durante lo que sucede. Por lo tanto, llamar a eso "cambiar de mirada" es una cosa importante, pero no es una meta o un ideal, porque eso no puede llevarse en un tiempo futuro. Eso depende exclusivamente de vuestra capacidad y determinación, de no hacer uso de la voluntad.
El Camino de la Infancia. El Caminito. Borrarse de lo efímero, es aceptar que todo lo que se les da para vivir, a percibir, sentir y a experimentar, incluso en vuestra vida, no es más que una transición, tanto la alegría como la pena. Y todos sabemos que la Alegría o la pena no son eternas. Somos felices cuando obtenemos algo, y somos infelices cuando algo nos deja, ya sea; un objeto, una persona, una relación. Pero todos sabemos que tanto nuestros padres, nuestros hijos, como nosotros mismos, son mortales y efímeros. Así que nada de lo que es mortal y efímero puede realmente satisfacer. Sólo queda en un tiempo limitado, y también efímero. Es sólo algo que aflora y que no puede durar. Sólo la Luz dura. Sólo la supresión de este efímero, sin renegarlo, sin rechazarlo, permite esta experiencia de la Luz que es la única fuente de contentamiento que no se extingue jamás. Si aceptan esto (y sobre todo ahora) constatarán, muy pronto, esta acción de la Luz, por la Paz, por el contentamiento y la Beatitud, ya sea que estén haciendo algo que le agrada o que estén obligado de hacer algo que no les da placer, eso no cambiará nada, la Paz de la Luz. Mientras que dependan de una circunstancia, dicha externa, para estar en Paz, eso no puede ser Paz, sólo puede ser temporal. Ya se trate de una certeza material, de una certeza emocional, o cualquier otra forma de certeza, que esté sujeta, por supuesto, en la presencia de ésta certeza externa. Que no es el caso de la Vida en la Luz.
En la Vida de la Luz es la Luz que les satisface, no son las circunstancias de vuestra vida, los agrados o desagrados de lo que tienen que vivir. Estos agrados o inconvenientes, no cambian nada, absolutamente nada, tanto en vuestro estado de ánimo, en vuestra Conciencia, que en la Alegría que llevan dentro. Ya no dependen en nada de lo efímero. Saben que son lo efímero y sin embargo, han trascendido este efímero. Por lo tanto, si un evento nefasto o fatal ocurre, no pueden ser alterados en modo alguno por éste. El poder y la fuerza de la Luz está ahí. Ahí está la Verdad de la Voluntad de la Luz. No pueden coexistir, en ustedes, una voluntad personal y la Voluntad de la Luz. Siempre será una o la otra que estará delante. Siempre será una o la otra que se manifieste. Actualmente por el poder de la Luz, les será (y ya es el caso), cada vez más fácil ver que lo que se expresa en ustedes, si fluctúan de un estado de humor a otro, estén seguros que eso no es la Luz.
Si la luz está ahí, si ustedes viven en la Luz, y si se borraron de lo efímero, entrarán colmados a cada minuto, pase lo que pase, y lo que llegue a vuestra vida, o lo que sea que llegue a vuestros seres queridos. La única fuerza real está ahí, porque, de hecho, esta fuerza no depende de ninguna circunstancia externa, de ningún afecto, ni de ninguna relación. Ella se auto-genera por sí misma y es la Luz que hace esto. Ustedes, no pueden hacerlo, no puede lograrlo, o si lo logran permanece efímero y sujeto, precisamente, a las condiciones externas. Así que cuando se vive en la Luz, las circunstancias externas no pueden afectar el Interior. Y como se dijo ayer, es el momento, en que los límites entre interior y exterior desaparecen. ¿Qué significa eso? Esto significa, que cualquiera que sea vuestra forma de ver, lo que se les da a vivir, la Gracia misma está presente. Si bien esto puede, a primera vista rosarlos, saben que es la Luz que está en obra. Ya no tienen ninguna duda de lo que viven. Ya no tienen ninguna duda acerca de la Luz, sean cuales sean las circunstancias de vuestra vida. Por otra parte, se ajustarán rápidamente a la Voluntad de la Luz y vuestra Conciencia no manifestará ninguna alteración. Esto es realmente la estricta Verdad del Camino de la Infancia, a condición, de borrarse de lo efímero. La Luz está más allá del poder, incluso si es poderosa. Es el vector y el motor del Amor, del Absoluto. Es lo que llena todo. Y vuestra mirada, no podrá ser ya la misma, ya no podrá juzgar o condenar, incluso si a veces hay a vivir elementos que pueden parecer, en un primer momento, totalmente opuesto a la Luz. Saben, en vuestro interior, en vuestra Beatitud y Paz, que no es verdad. Y realmente no lo es.
Esto que hoy les propone la Luz, ella se los propondrá de manera más intensa, y cada vez más importante. Aquí es donde deben dar prueba de vuestra capacidad de no resistir, de no conducir, no querer controlar, sino dejar hacer, en ustedes, a la Luz. Luego, en los primeros momentos, para aquellos que no están instalados en esta Vida de Luz, a veces puede parecer incomprensible o difícil, pero después de dar los primeros pasos, ustedes ganarán, ¿pero a qué nivel? Por supuesto, en la Paz. Ganarán en la Verdad. Ganarán en Tranquilidad. Ganarán en el desarrollo de vuestra vida, porque todo lo que podría antes parecer un obstáculo, va a desaparecer, en realidad, como por arte de magia. No estarán más preocupados por otra cosa que la Luz. Vivir la Luz, y eso es todo. Es decir, cada minuto, estar en la Luz. Es decir, en todo momento, poner la Luz al frente y no detrás. No encontrar un pretexto para justificar la acción de vuestra personalidad o reacción alguna. Es manifestar esta plena confianza en la Luz, porque la Luz es realmente la única cosa digna totalmente de confianza, y que, cualesquiera que sean las apariencias, nunca les hará daño. Incluso si hay alguna resistencia, o lo que a primera vista, pueda parecer detestable. Si pasan a otra, constatarán rápidamente que la Luz sabe mejor que ustedes mismo lo que tiene que hacer, a través de ustedes, más fácilmente que todos vuestros pensamientos, más fácilmente que todas las acciones que puedan conducir.
Vivir en la Luz, es aceptarla por completo. Vivir en la Luz, es no poner condición o suposición a su Presencia. Y allí, empleando otras palabras (que lo llamen Absoluto, o que no lo nombren), ya no importa porque se habrán borrado de lo efímero. Lo efímero, por supuesto, sigue viviendo, pero ustedes ya no son eso. Se convirtieron en Luz. No como una búsqueda de algo, sino porque, a fuerza de desaparecer de sí mismo, a fuerza de borrarse, se convirtieron en esta Eternidad y en Felicidad. No hay nada más que la Luz, que pueda aportar un contentamiento permanente. Solo la Luz aporta esta Felicidad permanente. No hay relación, ninguna satisfacción, ningún placer, que pueda rivalizar con la Luz, porque todo lo que es satisfacción es efímero. La única cosa que no será nunca efímera, es la Luz, que es independiente, incluso, de vuestra presencia en este mundo.
Pero acoger y Vivir la Luz, en este cuerpo, teniendo la oportunidad de estar encarnado, durante este período, es un enorme privilegio, ya que este privilegio les da la oportunidad (como se ha dicho) de transmutar este cuerpo, de transmutar este materia, de hacer Ascender lo que era sombra, por la trascendencia de la Luz. El contentamiento en la Luz no cesa jamás, porque es permanente. Esto es lo que les proponemos en nuestras Comuniones, y en nuestros contactos. Es lo que es capaz de poner término al sufrimiento, a la resistencia, a la vacilación, a las tergiversaciones. Dejar a la Luz obrar en ustedes, es borrarse de sí- mismo, es vivir en Luz. Y Vivir en Luz les permite, sin renunciar a la condición humana, de trascenderla, ampliamente. Esto le da un aliento nuevo. Esto da Alegría, mucho más allá de cualquier alegría usual. Esto da, efectivamente, una permanencia y el sentimiento de que en esta permanencia, hay algo indestructible, que no depende ni de vuestra edad o de algo exterior o incluso interior, a nivel de vuestro estado. Es a esto que, cada vez más, la Luz va a llamarlos. Es a esto que, cada vez más, estarán sumisos o insumisos. Esta sumisión no es perdida de nada, por el contrario, el re-descubrimiento de lo que Son, más allá de este efímero. Por supuesto, si ustedes prefieren permanecer en lo efímero, es vuestra Libertad. Ya que la Luz no puede convencerlos. Ella está simplemente allí y corresponde a ustedes reconocerla. A ustedes corresponde aceptar que lo efímero es efímero y que la Luz es Eterna..
Yo he expresado este Camino de la Infancia, a través de la Humildad y la Simplicidad. Más que nunca, hoy en día, esto es cada vez más cierto. No sólo es cada vez más verdadero, sino cada vez más evidente. Si ustedes no aceptan verlo, simplemente, por vuestro interés personal, incluso si este interés personal es lo que llaman espiritual, pero remitiéndose completamente a la Gracia. Si hacen esto, constatarán que los temores, que todavía puedan estar presentes, se alejarán de ustedes rápidamente. Se darán cuenta también que no deben comprenderlos, ni luchar contra, ya que se alejarán, al igual que todas las sombras a través de la acción misma de la Luz. La vida en Luz pone fin a las sombras. La vida en la Luz pone fin a las carencias y los interrogatorios. La vida en la Luz pone fin a la efímero, sin dejar de estar en este efímero, por el momento. Eso depende de ustedes.
Como lo hemos repetido (unos y otras, así como los Ancianos), nadie puede pasar esta Puerta en vuestro lugar. Recuerden también, que en ese momento se trata de una Puerta colectiva, para toda la humanidad que esta encarnada, que se cerca a grandes pasos. Por supuesto, para todos nuestros Hermanos y Hermanas encarnados que no están, yo diría, en el misma disposición, ver eso será (para muchos), una renuncia imposible, porque están tan seguros de tener que llevar las riendas, conducir su vida, dirigir sus vidas, pagar los frutos de sus acciones pasadas o futuras, siendo que eso no es así. Todo esto sólo representa creencias e ilusiones. Deben extirpar de ustedes eso también (a través de lo que Son, que es Transparente en la Luz, viviendo la Luz y en la Luz), para demostrar que esa es la Verdad, el Camino y la Vida y que de ninguna manera y para siempre, la voluntad de la persona puede igualar o incluso aproximarse a la Verdad de la Luz. Ser Humilde, para reconocer esto es poner fin a la pesadilla, es terminar con el sufrimiento, es poner fin a todas las ilusiones. No por una voluntad personal, sino por la acción directa de la Gracia en la Luz.
Por supuesto, como ustedes saben, hay resistencias. Estas resistencias no son siempre el resultado de vuestras vivencias, vuestras experiencias, sino que se incluyen por el hecho de vuestra presencia en lo efímero de esta vida. Pero saben que lo efímero, no dura porque es efímero. ¿Por qué no darse vuelta de inmediato a la Luz y permitirle obrar en ustedes? Recuerden que no pueden tomar posesión de la Luz. Recuerden que se convierten en Luz, dejándola fluir a través de ustedes, es decir, viviendo en la Luz y no creyendo dominar, controlar o dirigir la menor Luz. Porque haciendo eso, se alejan de la Libertad, se alejan de la autonomía y, sobre todo, de la Humildad. La Humildad es Transparencia. Dejar el trabajo a la Luz, y Vivir en Luz, es sin duda la mayor prueba de inteligencia, cuando estamos encarnados. Por supuesto, los temores son los elementos que a veces pueden impedir ver eso. Eso será cada menos verdadero, porque es muy sencillo en definitiva: o te conviertes en Luz y vives en la Luz, o te resistes a la Luz. Y los marcadores son tan obvios: porque si se resisten a la Luz, ustedes no están en Paz. Si viven en la Luz, están en Paz. No hay otra alternativa. Y es simple saber si estamos en Paz o no. No es necesario preguntarse, o interrogarse. No hay necesidad de tomarse la temperatura, o mirarse en el espejo. La Paz esta ahí, o no. Y si la Paz está allí, ustedes viven en la Luz. Y si la Paz no está allí, entonces, es que resisten. Esto va a ser tan fácil de ver, y cada vez más evidente para ustedes, como para todos los Hermanos y Hermanas que cruzarán en este mundo.
". Deben desaparecer por ustedes mismos, en esta parte limitada que tiene que ver con el mundo y sus interacciones. Verán, cada vez más claramente, todo eso y recuerden que más allá del sonido en los oídos, en las diferentes comunicaciones, que más allá de vuestras Vibraciones
Las circunstancias externas (la disolución final de este mundo) no podrá afectarlos. Los Elementos, cuando trabajan a través de los Jinetes, como se han llamado, no tocarán ninguno de vuestros cabellos. Podrán estar al lado de un relámpago, estar al lado de un volcán y no se verán afectados de ninguna manera. Eso es la Paz y el poder de la Luz, que requiere la desaparición de todo el poder de la persona. Y de hecho, en última instancia, borrase de lo efímero y vivir a la Luz, es renunciar al poder de la persona. La verdadera Maestría está ahí. No es una expresión de poder sobre ustedes u otro. Ustedes están, en efecto, en lo que se llamó el Abandono del Sí. Así que lo que podría, quizá, parecer difícil de entender o vivir durante esos pocos meses que acaban de pasar, van a presentarse a ustedes con tal evidencia y claridad que, pronto, no podrán decir que no sabían, mucho antes del Anuncio de María. Esto está sucediendo ahora. La acción de los Jinetes es la siguiente: ella permite justamente ver, ver con claridad y, de alguna manera, de medirse sin juzgarse. Y esta medida, se relaciona con la calidad y cantidad de Paz, que tienen (o no tienen o que no son). De hecho, es muy simple, pero muy complicado para los que se quedan encerrados en sus creencias, encerrados en su personalidad, atrapados en sus miedos. Los Ancianos (y, especialmente, en su filosofía oriental) les dijeron que ustedes no eran estos temores, que nada de lo que pueda manifestar vuestra Conciencia, por temor, dolor o enfermedad, no les concierne. Esto sólo concierne a lo efímero, a lo fugaz del cuerpo, la fugacidad de vuestra historia. Pero ni vuestra historia, ni vuestro cuerpo son Eternos. Sólo la Luz es eterna.
Así que vivir en la Luz, es no verse afectado de ninguna manera, por la voluntad personal, por el sufrimiento personal, o el sufrimiento del medio ambiente. Vivir eso es estar Liberado. Vivir eso tiene por testigo la Paz. Es vuestra responsabilidad de hacer la Paz en ustedes, pero también les corresponde dejar a la Paz asentarse y manifestarse. Ustedes no pueden controlar la Paz. No pueden controlar, de la misma manera, algunas de funciones de este cuerpo. Si aceptan y entienden eso, entonces todo será más fácil. Así es el camino de la Humildad, el camino de la Simplicidad. ¿ Es que, se atreven a manifestar lo que Son? ¿Es qué se atreven a renunciar a todo poder, y a renunciar a toda voluntad? Por supuesto, el ego te dirá que es imposible. Desde luego, si es ordinario y efímero les dirá que tienen que hacer esto o aquello, que tienen obligaciones, que es necesario controlar una cosa o una persona y van a aferrarse a estas
nociones. Pero la Verdadera Vida, no está allí. Esto no les impide, en realidad, de ejercer lo que la Luz les dice. Es simplemente, como les dijo BIDI, una cuestión de mirada y de perspectiva, no el punto de vista superficial: o sea el punto de vista de la persona o el punto de vista de la Luz. Y la luz será siempre mucho más inteligente que el más inteligente de nuestros Hermanos y Hermanas.
Borrarse para vivir en la Luz, es renunciar a lo efímero. Esta renuncia, una vez más, no es dar muerte a vuestra vida, ni a nada. Se trata simplemente de tener la lucidez de aceptar la acción de la Luz. Así, como ustedes lo saben, la Luz, ha venido de arriba, desde el cielo, ella vino a la Tierra, llegó por la acción de la Gracia, ha venido también, de lo que ustedes Son precisamente, más allá de lo efímero y de lo que ya no teníamos Conciencia. Sólo quedaba la esperanza de un avenir mejor, o un camino que los llevará a nuestra Verdad. Y está ahí, ahora, está totalmente allí. Sólo les queda desviarse de ustedes mismos, desviarse de vuestras dudas, de lo que llaman miedos, de vuestras creencias, de vuestras pertenencias de lo que sea o de quién sea. Ahí está la Autonomía y la Libertad, como dice el Anciano, HERMANO K. Ustedes verán. Usted deciden. Si se colocan en la Luz o en lo efímero. La consecuencia no es el misma. ¿Están ustedes en Paz? Si están en la Luz, sólo pueden estar en Paz. Cualesquiera que sean las circunstancias, o el evento, cualquiera que sea el dolor, o el sufrimiento no les concierne. Hay en la luz y en la vida en la Luz, mucho más que una esperanza: hay una plenitud. Esta plenitud no se puede comparar con nada humano, y sin embargo es muy real. Así que depende de ustedes.
Pero la Llamada de la luz, la llamada de María, se convertirán en más acuciante, y también cada más evidentes. Y ahí también, son ustedes los que franquean la Puerta, son ustedes los que viven en la resistencia, el miedo y el sufrimiento, o quienes se colocan exactamente en la vida, en Luz. Para hacer esto, ustedes deben renunciar a sí mismo, a vuestra historia, y a cualquier posesión. ¿Son ustedes capaces? Sí, todos lo son. Y cada vez será más evidente. Así, siendo eso cada vez más evidente, deberá ser, para ustedes, cada vez más fácil, en todos los niveles. Si esto se vuelve cada vez más difícil, entonces, miren lo que está obrando en ustedes, sin juicio, sin complacencia, sin condenar. Sólo estar lúcidos de lo que se juega, en ustedes, en este efímero: el mantenimiento de lo efímero, la resistencia, el miedo y el sufrimiento, o la Paz, y la plenitud de la Alegría de la Luz. ¿Están ustedes apegados a sí mismo? ¿Apegados a alguien, o a algo? O bien, están dispuestos a ser despegados por la voluntad de la Luz de todo? No habrá medias tintas. Esto es cada vez más, lo uno o lo otro. Como se ha dicho por los Ancianos, por otras Estrellas: ustedes no puede seguir siendo oruga y mariposa y eso será cada vez más evidente, cada vez más percutiente, porque el Amor los quiere enteros. El Amor los quiere entero, porque eso es lo que somos todos. Pero este Amor que no es el Amor, como el que han vivido. Este Amor que no es lo que piensan del Amor. Este Amor que no es media tinta. No es un apego. Ni siquiera es una relación. El es un Don total, de Sí mismo. ¿Están listos para renunciar a todo? ¿Están listos para responder al Cristo cuando diga: "Deja que los muertos entierren a sus muertos. Ven y sígueme ". No hay otra alternativa.
Ustedes no pueden (ya más), no pueden tergiversar, temporizar las cosas, no podrán ya negociar, no se puede y no podrán posponer las cosas, porque la Luz es cada vez más apremiante. Ella los quiere en totalidad, no los quiere en el sentido de posesión, si no para restituirlos a lo que Son. Y para eso se necesita ser Humilde, es necesario desvanecerse de lo efímero. Es necesario aceptar desaparecer. Ahí está la grandeza. Ahí está la maestría. No está en cualquier otra cosa y ustedes lo verán en realidad, cara a cara. No podrán ignorarlo más. Estarán obligados a verlo de frente, incluso si lo niegan. Aquí está lo que podríamos llamar, como en los viejos tiempos, y en mi tiempo, el juicio final. Sin embargo, no hay juicio. Es vivir en la Luz, o en la resistencia. La Paz es allí. O está el miedo. Y será cada vez más cortante: es lo uno o la otra, pero será cada vez menos los dos o la alternancia de ambos. Corresponde a ustedes posicionarse. Por lo tanto, deben decidir. Nadie, como lo hemos dicho, puede hacerlo en vuestro lugar.
Ser Luz es estar dispuesto a perder todo lo que pertenece a lo efímero, no en el sentido de duelo, sino sobre todo en el de pérdida de todas las ilusiones. Por la experiencia directa en todo lo que se vive (ya sea en vuestra actividades, con vuestros padres, hijos, familiares, con el mundo) que solo es efímero, mientras que lo que somos todos, no es efímero. Un día, uno de los Ancianos le dijo: "No son ustedes que desaparecen, sino el mundo, ". Deben desaparecer por ustedes mismos, en esta parte limitada que tiene que ver con el mundo y sus interacciones. Verán, cada vez más claramente, todo eso y recuerden que más allá del sonido en los oídos, en las diferentes comunicaciones, que más allá de vuestras Vibraciones en diferentes partes del cuerpo, el testigo principal no es otro que la Paz o la no-Paz. Esta será vuestra guía para ver si están en la Luz, o si no están allí todavía. Desde este punto de vista, no se juzguen, ni se condenen. Acepten simplemente que las cosas son así, en el momento que toman conciencia, simplemente adapten lo que tiene que ser. Desaparecer de lo efímero. Mantener lo efímero. Vivir en la Luz o vivir sin Luz. Esto hace parte del tiempo de Disolución final.
Recuerden lo que dijo MARIA: cuanto más el tiempo dure, más tienen que agradecer. No se apuren, porque cuanto más tiempo tengan, ustedes tienen la oportunidad, así como todos los Hermanos y Hermanas que están encarnados, para realizarse en la Luz. Por lo tanto, dar las gracias por este tiempo que se extiende. Den gracias por el tiempo que se alarga. Den gracias por el lugar donde están, allí donde sea en este mundo. Den gracias por lo que esté sucediendo en vuestra vida, aunque eso les parezca terrible. Eso, solo es la mirada del momento, pero no de la Eternidad. Lo que pueda parecer terrible, en un momento, contribuye de manera total a vuestra libertad. Incluso si no se presenta así al principio. Recuerden que no pueden ver todo en lo efímero. Ya sea que se vean afectados por lo efímero, los miedos, las pérdidas, por apegos y desapegos. Pero, como hemos dicho, lo que viene es realmente la Luz. Esto que viene no es un juicio, y mucho menos un castigo, sino el retorno total de la Vida en Luz. Si aceptan este principio (no como una creencia, sino comenzando a Vivirla), todo será más fácil, cada vez más fácil y podrán ver por sí mismos, que sólo el miedo crea resistencia, y que éste los arrastra de nuevo a lo efímero. Recuerden: el miedo o la paz. Todo lo demás es trivial, todo lo demás carece de importancia. ¿Es que vuestra vida, lo que se desarrolla en ella, y vuestro pensamiento, están en Luz? No, según lo que ustedes piensan que deber ser la Luz. ¿Es que vuestra conciencia está plena de luz? ¿Es que vuestros pensamientos son plenos de Luz? Si es así, entonces la Paz esta ahí. Si la paz no está allí, es que el miedo lo está, incluso si no quieren admitirlo o reconocerlo. Hay que verlo, hay que reconocer, sin juzgar, porque tan pronto aceptan verlo, es una puesta en Luz. Una vez que ustedes lo reconocen la Luz está ahí.
He aquí: algunos elementos que tenía que transmitirles. Permítame ofrecerles mi Presencia a vuestro lado, en este acto de Comunión y de la Abandono a la Luz. Hagamos eso ahora, si están de acuerdo, y les digo hasta otro día.
... Compartir del don de la Gracia ...
Soy TERESA y les abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario