Están cordialmente invitados a visitar La Nave Estrella.
Insignia del Comando Ashtar, Flota Espacial de Venus; en Cuerpo Etérico durante las horas en que sus cuerpos físicos duermen. Recuerden que viven varias vidas paralelas y el Cuerpo Humano es sólo uno de sus Siete Cuerpos de Expresión que poseen.
El Comando Ashtar es una ramificación del Comando Intergaláctico y está al servicio exclusivo del Planeta Tierra.
Lo integran Hermanos Mayores de Venus y lo dirige el Comandante Ashtar Sheran que actúa bajo las órdenes directas del Maestro Sananda, como su asistente inmediato y su Representante.
El comanda también la Nave Estrella de Sananda (Jhasua de Nazaret), porque Sananda es el Comandante Supremo de la Flota Intergaláctica.
Los Hermanos de las Estrellas existen, pues todo el Cosmos está habitado. No son monstruos estrafalarios ni invasores violentos, sino seres de amor y paz que ayudan a la Tierra a nivel no visible, a otros planetas de igual o menor evolución que este mundo.
Nos dan su amistad y prefieren que los llamemos Hermanos Mayores.
DESCRIPCION DE LA NAVE ESTRELLA.-
Es una Nave-Madre muy grande. La parte superior no tiene ventanas. En la parte inferior, hay un orificio de doce metros de profundidad, al final del cual se encuentra una estrella de cinco puntas que está conformada por focos de luz centellantes.
En el centro de la estrella, puede verse una compuerta de cincuenta metros de diámetro por donde entran y salen las naves de exploración-
Externamente la nave es toda lisa, sin ventanas. La estrella de cinco puntas está por debajo, desde la superficie hacia adentro y a los doce metros de profundidad. Lateralmente y en esa superficie circular, hay irradiación de colores. El corazón de la estrella es la compuerta de cincuenta metros de diámetro.
Belleza y tecnología unidas expresan lo que escritores y místicos calificaron como edén o paraíso.
El nombre de la nave se debe a la configuración de una estrella de cinco puntas situada en su compuerta inferior, abertura por donde sale el Rayo Transbordador.
Se trata de una enorme ciudad flotante de 16 km de largo por nueve de ancho (como el área de Caracas) dos kilómetros de altura y una bóveda protectora de mil metros. Tiene forma de cilindro y planta elíptica.
En el interior de la ciudad, funcionan los centros de enseñanza y preparación para los seres que están siendo transportados mientras sus respectivos mundos pasan por el proceso de rescate. Esos mundos o planetas son bastantes en el universo.
Actualmente, la Nave Estrella se encuentra muy cerca del sistema solar al que la Tierra pertenece. Lo acompañan muchas naves exploradoras, nodrizas y otras de trasbordo que entran y salen por la bóveda inferior, cuando se les da acceso.
En la Nave Estrella, presta su servicio el Amado Sananda (Jhasua de Nazaret), Mesías de este mundo e hijo del Padre Sirio. Como saben, Sananda es el Comandante Supremo de la Flota Intergaláctica que ayuda a los planetas de Tercera Dimensión en este universo.
Esa es una de sus labores por cumplir. Muy en especial, por ser el Mesías de la Tierra, Sananda está atento al proceso de purificación y cambio que la Tierra experimenta en este fin de ciclo; con objeto de recoger la cosecha que sembró, con amor, en sus nueve reencarnaciones mesiánicas.
Comandante Matton:
Los saludo en la radiación del Uno.
Mis palabras son de estimulo y alegría por la labor que realizan al Servicio de la Luz. Hay muchos alumnos sinceros que también colaboran.
Por las noches reciben instrucción en nuestras naves; pero, después, al ocupar de nuevo su cuerpo denso, no se acuerdan de nada.
Deben hacer conciencia de que la materia no es sino la densificación de la energía. Como tal, obedece a la dirección consciente. El cuerpo físico que tienen es un conjunto de átomos, materia que se puede disgregar, unificar nuevamente en cualquier parte del universo.
En eso, consiste el principio fundamental de la teletransportación: ir de un sitio a otro sin necesidad de utilizar aviones, carros o cualquier vehículo.
Para ese logro, hay que entregar el mando absoluto a la Divina Presencia Yo Soy, sabiendo que Ella es el control en toda situación si así lo demandan.
Es preciso unirse férreamente a Yo Soy; luego de esto, unir su Llama Triple a la nuestra, a continuación, visualizan o imaginan que están con nosotros.
Esdras Rasit, el astronauta norteamericano a quien dictamos el libro que lleva ese nombre, utilizo este sistema y supo usar bien el “mantra” Yo Soy; pero, como no conocía la Divina Presencia, no pudo darle el mando y todo lo atribuía a él mismo, a su parte humana.
Por esto, cuando fue transportado en cuerpo físico dijo: “¡Lo hice!” En eso consiste el mayor error.
Es mi deber informarles que el “Comandante Xenara” del libro “Esdras Rasit” no fue otro que el mismo Ashtar Sheran y uno de los acompañantes era yo.
Amorosamente, me despido en unión, el amor, el servicio y la victoria del logro perfecto.
De: NavEstrella Astrea
Se trata de una enorme ciudad flotante de 16 km de largo por nueve de ancho (como el área de Caracas) dos kilómetros de altura y una bóveda protectora de mil metros. Tiene forma de cilindro y planta elíptica.
En el interior de la ciudad, funcionan los centros de enseñanza y preparación para los seres que están siendo transportados mientras sus respectivos mundos pasan por el proceso de rescate. Esos mundos o planetas son bastantes en el universo.
Actualmente, la Nave Estrella se encuentra muy cerca del sistema solar al que la Tierra pertenece. Lo acompañan muchas naves exploradoras, nodrizas y otras de trasbordo que entran y salen por la bóveda inferior, cuando se les da acceso.
En la Nave Estrella, presta su servicio el Amado Sananda (Jhasua de Nazaret), Mesías de este mundo e hijo del Padre Sirio. Como saben, Sananda es el Comandante Supremo de la Flota Intergaláctica que ayuda a los planetas de Tercera Dimensión en este universo.
Esa es una de sus labores por cumplir. Muy en especial, por ser el Mesías de la Tierra, Sananda está atento al proceso de purificación y cambio que la Tierra experimenta en este fin de ciclo; con objeto de recoger la cosecha que sembró, con amor, en sus nueve reencarnaciones mesiánicas.
LA MANERA CORRECTA PARA TELETRANSPORTARSE A LAS NAVES DE LOS HERMANOS DE LAS ESTRELLAS.
Comandante Matton:
Los saludo en la radiación del Uno.
Mis palabras son de estimulo y alegría por la labor que realizan al Servicio de la Luz. Hay muchos alumnos sinceros que también colaboran.
Por las noches reciben instrucción en nuestras naves; pero, después, al ocupar de nuevo su cuerpo denso, no se acuerdan de nada.
Deben hacer conciencia de que la materia no es sino la densificación de la energía. Como tal, obedece a la dirección consciente. El cuerpo físico que tienen es un conjunto de átomos, materia que se puede disgregar, unificar nuevamente en cualquier parte del universo.
En eso, consiste el principio fundamental de la teletransportación: ir de un sitio a otro sin necesidad de utilizar aviones, carros o cualquier vehículo.
Para ese logro, hay que entregar el mando absoluto a la Divina Presencia Yo Soy, sabiendo que Ella es el control en toda situación si así lo demandan.
Es preciso unirse férreamente a Yo Soy; luego de esto, unir su Llama Triple a la nuestra, a continuación, visualizan o imaginan que están con nosotros.
Esdras Rasit, el astronauta norteamericano a quien dictamos el libro que lleva ese nombre, utilizo este sistema y supo usar bien el “mantra” Yo Soy; pero, como no conocía la Divina Presencia, no pudo darle el mando y todo lo atribuía a él mismo, a su parte humana.
Por esto, cuando fue transportado en cuerpo físico dijo: “¡Lo hice!” En eso consiste el mayor error.
Es mi deber informarles que el “Comandante Xenara” del libro “Esdras Rasit” no fue otro que el mismo Ashtar Sheran y uno de los acompañantes era yo.
Amorosamente, me despido en unión, el amor, el servicio y la victoria del logro perfecto.
De: NavEstrella Astrea