Y serán los seres del sentir quienes en conjunto intento de elevarse
hacia las alturas prístinas de un nuevo amanecer,
encendieron sus cuerpos
en las llamas eternas del fuego sagrado.
Un acto silencioso nacido de sus corazones radiantes
que se fue multiplicando a escala
desde el centro de Gaia hacia las estrellas.
Todo comenzó en el núcleo cristal del planeta,
extendiendo redes luminosas
que invitaban a los seres sensibles a encenderse
luego de un tiempo de letargo y amnesia.
Un llamado más allá del tiempo y el espacio se expresaba
a través de estas redes de luz y sonido
la estructura de un vehículo cristalino
que reconectaba los eslabones y cadenas
que nos remontan hacia nuestros orígenes,
el reencuentro con la isla central del paraíso.
Así es como l@s primer@s guardian@s valientes iniciaron este éxodo
hacia las cúspides de los reinos de cristal
y fueron tornándose en pura luz amorosa sintiente.
Mientras el mundo seguía sus pasos agigantados hacia una futura destrucción, los seres del silencio
se encontraban unos a otros en distintos espacios y tiempos,
en un éxtasis de plenitud sus ojos se descubrían
y sus corazones alados se abrazaban,
ya que la vibración del espíritu y sus almas resonantes,
hacía de estos encuentros
el nacimiento de una nueva tierra,
o simplemente volvían los recuerdos
en cascadas brillantes de cuando eran todos uno.
Fue así que el fuego sagrado de la creación fue volviendo
a su resplandor inicial,
conservando e integrando las experiencias de tantos seres
que se iban encendiendo
en distintos espacios y dimensiones del universo material,
iban y volvían con sus brazos abiertos
desplegados hacia la inmensidad.
Así es como la serpiente se elevó al reino de las águilas doradas,
y nos fuimos transformando
hacia una forma más sutil, muchos comenzaron a volar
y a ofrecerse en servicio al plan divino,
a los detalles precisos a seguir que el libro de la vida
mostraba en los ojos de su percepción interna.
Era tal la vibración que unidos comenzaron a irradiar
y aquellos con quien entraban en contacto directo
también empezaban a sentir en sus corazones
que algo estaba pasando y se sentían atraídos
por las miradas luminosas que los invitaban a dejar el viejo mundo,
de las personalidades, el poder y el consumismo,
a iniciar el camino de vuelta, a recordar.
Y así empezaron a aparecer señales que confirmaban en los cielos
las ofrendas silenciosas
que se estaban entregando al fuego sagrado.
Un arcoiris radiante sorprendió a todas las humanidades
ya que fue un evento que sucedió
entrelazando todos los tiempos, espacios y especies,
una señal de alerta extásica
que sello en todos los corazones un pulso electromagnético
y de pronto todos comenzaron a respirar en unidad
con la fuente cósmica del universo.
Las células recordaron y una gran supernova de iluminación,
sentido y gracia abrazo a toda la creación,
desde los confines dorados de las galaxias más distantes,
hasta los reinos inmateriales
donde surgen los cuerpos de gloria de los eternos creadores,
que somos nosotros mismos.
GRACIAS INFINITAS por participar del despertar humano, planetario, galáctico, cósmico, universal
ofrecido en servicio al plan de luz, amor y plenitud...
Todos los Corazones percibiendo... imaginando ...
y VIVIENDO un Universo sin fronteras ,
ilimitado gestándose en la esplendorosa plenitud de la vida ofreciéndose en estado de gracia
hacia todas las formas de vida y especies , humanidades y planetas...
***
En Amor desde Ciudad de Luz
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