MARIA Reina de los Cielos y de la Tierra. ¿Ustedes están llamados, sí, sin excepción, sois todos los llamados, pero cuántos decidirán reunirse a mi llamada? Autres Dimensions. Jean Luc Ayoun.3 de Agosto del 2009. Con Audio. ¡Compartir!!!! ¡Repaso!!!
Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Pierre Díaz
Los mensajes de María del 2009
Audio
MARIA Reina de los Cielos y de la Tierra
3 de Agosto del 2009
Soy María, reina de los Cielos y de la Tierra. Mis niños muy queridos, reciban todo mi Amor. Mi Presencia entre ustedes está destinada, más allá de vosotros, al conjunto de mi Humanidad. Intervendré en dos tiempos: un tiempo general y un tiempo para ustedes. Les pido acoger mi Presencia y mi Luminiscencia, en el seno de vuestro Templo. Así como ya lo comprueban, y como lo comprobarán cada vez más, apareceré, cada vez más a menudo, por diferentes espejos y diferentes canales, con el fin de prepararles, durante el fin de vuestras Bodas Celestes, a lo que viene. Lo que viene es Revelación, lo que viene es Advertencia, para los que se alejaron de su corazón y de la Verdad de la Luz. Lo que viene es Luz, lo que viene es la Verdad.
Bien amados, sois mis niños, sin excepción, cualesquiera que sean vuestros caminos, cualesquiera que sean vuestras rutas, que éstas les conduzcan a la eternidad o a la separación, sois libres. Pero, en mi corazón de Madre, yo desearía que tantos y tantos seres, sobre este Planeta, se reunieran en las esferas de la Belleza, a las esferas de la Divinidad.
Mis niños, esto es la petición de una Madre, con el fin de que, una parte siempre cada vez más importante de vosotros, una parte cada vez más grande de vuestra Humanidad, de mi Humanidad, regrese a la Luz. Si supierais como la Fuente es simple, como la Vida y el Amor son simples, en el mundo de la Unificación. Sólo el filtro de vuestro mental les hace creer que esto es complicado. Sólo el filtro de vuestro mental les arrastra, sin cesar y permanentemente, en el juicio, en la Ilusión y en esta materialidad. Hacéis la experiencia, para algunos, desde tiempos inmemoriales, pero poco importa.
Hoy, la hora pronto va a sonar, para los que lo desean, y así les deseo, una vez más, cada vez más numerosos a desearlo. Regresen a vuestra casa, a reuniros, con mi Divino Hijo y yo, en el seno de los mundos unificados.
En el seno de las casas del Padre y de la Madre, que vibran al unísono, del conjunto de las galaxias, del conjunto de los universos. Ustedes tienen esa posibilidad. El Santo Arcángel Miguel les prepara, y los preparó, y continuará haciéndolo hasta finales de vuestro mes septiembre de este año, con el fin de que, cada vez sean más numerosos, abran vuestro corazón a la Verdad de mi Divino Hijo, a la Verdad de la Fuente. Vuestra Madre les espera. ¿Es acaso esto complicado o esto es simple? Esto se hace extremadamente simple, tan pronto como salgan de vuestra complejidad mental, tan pronto como acepten y estén conformes con la Luz que viene hacia ustedes. Así como les dijo Miguel, nosotros no venimos para destruir, sin embargo, estamos obligados a llevar a cabo un cierto número de advertencias y de anuncios, que permitirán, estén de esto seguros, a un número más grande (un número, lo espero, cada vez más importante) de reunirse a la Luz y a la Verdad. No hay Luz ni Verdad en el seno de vuestra cabeza. Los que no abran su corazón nunca podrán comprender mi mensaje, mi Presencia y mi Luminiscencia.
Los que se queden en sus cabezas denigrarán, pero no importa. Lo que tienen que hacer, y el coraje del que tienen que demostrar, es el coraje en relación a vosotros mismos, de afirmar vuestro Êtreté, vuestra Luz y vuestra trascendencia. No sirve de nada querer separarse de las Sombras habituales existentes en este mundo. Éstas mismas se alumbrarán o desaparecerán, simplemente, de vuestro contacto y de vuestra Presencia. Así que, «busquen el Reino de los Cielos», así como mi Divino Hijo lo dijo, y así como lo repito hoy, todavía es tiempo. Pronto las trompetas sonarán.
Pronto, las modificaciones y las manifestaciones del cambio entrarán al mismo nivel en el seno de vuestra Consciencia y en el seno de vuestra Humanidad. Entran en la era del cambio. Vuelven a la era de la Revelación, a la hora de la Luz y a la hora de la Verdad en el seno de vuestro corazón. ¿Entonces, van a continuar siguiendo vuestra cabeza o seguir vuestro corazón? El corazón es evidencia y sencillez. El corazón no es interrogación, es respuesta y esta respuesta se hace siempre por la vía de la Unidad, no puede ser reacción. El Amor es Creación. Si se colocan sin cesar bajo el oficio de la Ley de acción/reacción, no pueden penetrar el Arcano de la Luz, que es la Verdad, Sencillez, Belleza y Bondad. Deben hoy, más que nunca, entregarse a la Luz. El bien amado Arcángel Anael les expresó largamente la realidad de la Inteligencia de la Luz. Así, ustedes mismos, seres inteligentes, si colocan vuestra Consciencia, no en la cabeza que analiza permanentemente en bien y en mal, pero si colocan vuestra Inteligencia allí donde resuena, allí donde vibra la eternidad en el seno de vuestro corazón, encontrarán la Paz, encontrarán la Eternidad y, sobre todo, tendrán la posibilidad de vivir lo que San Juan, el bien amado, llamó la Resurrección. La Resurrección no es nada más, en realidad, que la comprensión y lo vivido de vuestro vehículo de Eternidad, el cuerpo de Luz descrito en la misma Apocalipsis. Es el obsequio que les es ofrecido. La hora de la separación, la hora de la división sonó a su fin, si ustedes mismos lo aceptan y si ustedes mismos lo viven en vuestra interioridad.
No pueden servir a dos Maestros: no pueden servir a vuestra cabeza y servir vuestro corazón. El corazón es don y perdón. La cabeza es avasallamiento, posesión y poder. No pueden presentar la menor onza de poder y entrar en el corazón. Deben librarse de vosotros mismos. Deben librarse de vuestros miedos que les hace vivir en la cabeza y les impide penetrar el corazón. «Bienaventurados, los simples», ¿cuántas veces hasta habrá sido pronunciada esta frase aquí y en otras partes? Las Bodas, iniciadas por el Cónclave, por Miguel, y por Mí misma, tocarán pronto a su fin. Están en las etapas superiores, donde la Luz llega en el seno de vuestra densidad, en el seno de vuestro cuerpo de eternidad, en el seno de vuestro Templo. Así como bien les decía Miguel, no se dejen llevar por la algazara del mundo, por los furores del mundo, por los juicios rápidos, por las divisiones. ¿Cómo quieren estar unificados si, ustedes mismos, están divididos por sus palabras y sus actos, cuándo denigran y señalan con el dedo, se alejan tan seguramente de vuestro corazón como si tomaran un fusil para matar a vuestro hermano? Esto, el Arcángel Anael se los dijo largamente. Lo repito de nuevo, solemnemente, mis bien amados niños: sois todos hermanos y hermanas
Es la hora de la Alegría, es la hora de la unificación, no es la hora del combate ni del debate. Es la hora del Amor, es la hora de la Unidad y de la Alegría. ¿Cómo esperan encontrar la Alegría si recorren los caminos de la cabeza? El corazón debe subir a la cabeza y la cabeza debe descender al corazón, con el fin de vivir la Unidad de la Revelación. Mis bien amados niños, volvisteis al nivel a la Revelación que es Luz. La Revelación es la adecuación de vuestro tiempo terrestre a la adecuación del tiempo espiritual que no es el mismo tiempo. Sí, la Luz viene, sí, la Luz luce en las Tinieblas pero las Tinieblas no la reconocieron pero esto no importa. No jueguen el papel de las Tinieblas. Acepten la Luz, acéptenme en vuestro corazón y acepten la Luz. Vivan sus Bodas Celestes y báñense en la Luz que lava vuestras vestiduras y les permite tocar la eternidad. No pueden participar con la cabeza y el juicio y participar en el corazón que es no juicio y libertad. Si se quedan en la cabeza, quedan en el libre albedrío, y entonces, el ego, la personalidad que divide, que manipula, echa Sombras, creyendo sembrar la Luz. Manteniéndose en el corazón, ustedes son la Luz, son la Luz del mundo y acogen en su tiempo Interior, mi Divina Presencia y la Divina Presencia de mi Hijo.
Así, ustedes mismos se hacen Cristo, el redentor del Señor. Si son esto, si hacen el aprendizaje durante los nueve meses de gestación que vienen, desde los meses siguientes a la Advertencia hasta mi Anuncio, les prometo la más bella de las recompensas: la de la Unidad, de la Alegría y, más allá de todo, la de la Eternidad y vuestro reencuentro con la Luz, no en su cabeza, pero en su corazón. En realidad, se los digo, como les decía mi Hijo: «ninguno podrá penetrar el Reino de la Fuente, si él mismo no se hace la Fuente».
Debe dejar sus costumbres, deben dejar su modo de proceder en el seno de esta dualidad. ¿Están a caballo sobre dos mundos, sobre dos realidades, a cuál escogen? ¿Sombra y dualidad? ¿La que acusa y la que echa el oprobio, o la que unifica, pacifica e ilumina literalmente vuestra Vida, vuestro camino? No hay alternativa, es el fin. La hora no está más para las vacilaciones, es la hora del coraje y la humildad, la humildad de estar sometido a la Luz, para reencontrar vuestro cuerpo de Resurrección, en otras palabras, ese en el cual voy a llamar, cuerpo de Êtreté, o cuerpo de Eternidad, así como lo llaman algunos Arcángeles.
Son las mismas palabras, las palabras se adaptan a mi auditorio, con el fin de que la mayor parte posible de seres humanos, según vuestras creencias erróneas, puedan venir a mí y aceptar la Fuente, la Fuente que llamaron Padre y la que la falsificación nombró Dios, porque hay de Dios sólo la Diosa, hay de Dios sólo la Unidad, hay de Dios sólo el Padre Madre Fuente y no un cualquier Dios vengador. El Dios vengador está en vuestra cabeza y únicamente en vuestra cabeza. Es eso lo que los aleja de la Luz. Es lo que les hace condenar y juzgar, es lo que les opone, les confronta, con el fin de que no puedan penetrar el Reino de los Cielos. El Reino de los cielos nunca estará ni en la cabeza, ni en el intelecto. El Reino de los cielos está en el corazón y, es esto, el sentido de lo que decía Anaël, si lo aceptan, se alumbra en vosotros. En el corazón, no hay espacio para el juicio, no hay espacio para la separación, no hay espacio para alejar a vuestro hermano, cualquiera que él sea, de su Fuente. Miguel, los llamó, los creadores de la Luz. No podéis crear la Sombra y crear la Luz a la vez, debéis escoger, mis bien amados. ¿Queréis perseguir la experiencia de la Vida y dualidad efímera, y sin cesar empezar de nuevo o queréis penetrar los reinos de la Eternidad? Si la respuesta es sí, entonces, cambien. No podéis esperar penetrar la Luz con vuestras Sombras. No podéis esperar penetrar la Luz con vuestros juicios, y con vuestras dualidades.
Deben entregarse, literalmente, a las Bodas Celestes, dejarse fusionar y transformar por la Luz. Solos, no llegarán, sólo el ego les hace creer esto, solo algunas enseñanzas, totalmente falsificadas, les quieren hacer creer que, solamente, con vuestro trabajo, ustedes mismos podrían llegar allá. Esto se produjo pero en una cantidad tan pequeña, mientras que hoy, les tendemos la mano. Les tendemos la mano de una Madre, la mano de Cristo, con el fin de que puedan acceder, en toda humildad, en abandono, y en coraje, a la dimensión del corazón. Es esto, que realizamos hoy, y que numerosos seres humanos desvían, desgraciadamente para ellos, diciendo que esto no es la Verdad, diciendo que esto no puede ser la verdad.
Cada uno su elección, cada uno su Verdad. Nunca juzgaré a estos niños, pero, en cambio, les pedimos también no juzgarlos. Acompáñenlos, lo más lejos que puedan. Ellos resonarán y se transformarán o se alejarán. Así es, como lo definió el arcángel Anael, el principio de resonancia y de atracción. Eso es lo que va a jugarse plenamente, a medida que se acercan, a Mi Anuncio. A través de Mi Anuncio, Yo me revelaré al mundo, personalmente, individual y colectivamente. Les anunciaré la buena nueva. Los que la negarán encontrarán sólo muerte y tristeza. Los que lo aceptarán vivirán, la Unidad de vivir en Cristo y en la Verdad.
Esto es ahora.
Entran en una época, hoy, importante para vuestra elección de alma, para vuestro destino de Luz y para vuestra peregrinación en el seno de los mundos. ¿A dónde quieren ir? Más allá de la elección, deben asumir estas elecciones. No puede pretender una cosa con la cabeza y vivir otra cosa con el corazón.
Deben unificar la cabeza y el corazón, porque esto es vuestro camino. Sin embargo, si persisten en poner distancia y en no querer reunir el corazón, continuarán viviendo en la cabeza. Que les sea hecho según vuestra fe, esto es la Verdad. Nunca permitiré juzgar pero sabrán, cuando haya hecho Mi Anuncio, que los dejaré libres de continuar así por varios ciclos, en el seno de la densidad, separados de la Luz, pero volveré, incansablemente, a buscarles, si lo desean. No puedo, ni quiero forzar a nadie a reunirse a Mi Manto, a colocarse bajo mi protección y bajo la protección de los Arcángeles. Les incumbe de pedir esta protección. Acogiendo la Luz, hacen una petición. Aceptando no juzgar más, no denigrar más, no combatir más y discutir, hacen una petición y la Luz viene para rellenar esta petición en el seno de vuestra eternidad y les acerca a su cuerpo de Resurrección. Las cosas son simples, sólo hay el mental que denigra y que verá en mis palabras, como de costumbre, un engaño. Esto es propio del mental y de la Serpiente. Lo que les engaña, no es otro que el que está en vuestra cabeza. Lo que los quiere en Vida, en Gloria, en humildad, está en vuestro Corazón, de toda Eternidad.
Sois benditos, y continuaréis siendo benditos, cualesquiera que sea vuestra elección, pero mi Corazón de Madre sangra, así como lo mostré, de ver todavía a tantos seres humanos errar en los limbos y en las proyecciones de sus cabezas, que son incapaces de reunirse con sus corazones, las palabras, y la lengua de víbora que los aleja del Dios (del que llamáis el Dios), que en realidad, es la Fuente.
La Fuente es Fuente de Agua Viva, así como está presente en el nivel de Mis múltiples apariciones en este planeta y en el seno de los múltiples canales y diferentes vías que tomé prestados. Apareceré pues, como les dije, cada vez más, en el seno mismo de vuestros sueños, en el mismo seno de vuestras noches. Numerosos seres humanos, cuyo mental esta excedido, persistirán en tratar de ver, si Mi aparición en el seno de sus sueños y en el seno mismo de su Presencia, es la Verdad o es la Sombra. ¿Cómo quieren dudar, cuándo mi Presencia esta allí y que vuestro corazón vibra? ¿Cómo quieren dudar que sea yo quién les habla, yo, vuestra Madre Eterna, Yo quien los cree? Muy amados niños, un poco de corazón. ¿Cómo os atrevéis a dudar cuándo les hablo al oído, y cuando me manifiesto a vosotros en mis diferentes Hábitos?
Vengo con el fin de que me acojan, no me cierren la puerta, porque es la puerta de vuestra Divinidad la que cierran. ¿Comprenden el sentido de mis palabras? ¿Comprenden la Vibración que viven en la actualidad? Ella es Esencia de la Verdad, ella los encanta, hace vibrar vuestro corazón, la cabeza no puede oponerse porque es vencida en el corazón.
Así es mi Presencia y mi Luminiscencia, así lo será cada vez más y los que tienen la cabeza dura, continuarán oponiéndose pero, son sin embargo, mis niños. Entonces, no los juzguen, conténtese con estar en la Radiantez, conténtese con acercarse a la Unidad y a la Verdad, de la paz y de la Alegría, tal como la sienten a veces y, en cuanto más dejen florecer en vosotros este estado de Gracia, menos necesitarán combatir y más se acercarán a la Unidad y a mi Divino Hijo. ¿Ustedes están llamados, sí, sin excepción, sois todos los llamados, pero cuántos decidirán reunirse a mi llamada? No podéis convencer a nadie pero podéis haceros creadores de la Luz, acogiendo la Luz, haciéndose dulces y humildes y teniendo el coraje de Ser. En este momento, transformaréis el mundo y concurriréis, sin querer y sin poder, a la elevación de este mundo y a su aproximación por el Êtreté y Eternidad.
Mis bien amados niños, la Luz va a ocasionar algunos reajustes en el seno de vuestro planeta, en el seno de vuestras vidas, no veáis allí la marca del demonio. Los que querrían sacar provecho de estas modificaciones para esclavizar todavía más la Humanidad, no lo lograrán y lo saben. Algunos de ellos decidieron unirse, desde ahora, a la Luz y Mi corazón de Madre los acoge. Que el cambio de eje se haga reciente, cualesquiera que sean los errores y las faltas del pasado, que estos cambios de eje, sean más antiguos para los que buscasteis la Luz, desde tanto y tanto tiempo, el resultado es el mismo: son acogidos del mismo modo. Esto es posible en estos finales de los tiempos. El fin de los tiempos que vivís no es el fin del mundo, todo lo contrario, es el renacimiento de la Vida Eterna, es el renacimiento en ustedes mismos, en sus origines y en vuestra Luz. Entonces, sí, la Luz les habla, entonces, si, en el seno de vuestros sueños y vuestras presencias, vais a percibir vibratoriamente, y por los sentidos también, y por el alma, la Presencia de vuestros Ángeles, mi Presencia y la Presencia de entidades de Luz, que se les manifestarán, cada vez más a menudo. Esto es la Verdad. Sus hermanos del espacio, llamados Ángeles del Señor, van pronto a aparecer en vuestros Cielos.
No tengan miedo. Si vuestro corazón queda abierto y se queda en la vibración, no podrán ser engañados. Del mismo modo, que lo dije, que todo ser humano en el momento venido de mi Anuncio, en el año 2010, percibirá que es la voz de su Madre que les habla. Esto no tiene nada que ver con una voz tecnológica o electrónica porque la Vibración que esto permitirá establecer en el seno de vuestro corazón no permitirá ninguna duda a la Verdad de Mi Presencia, para cada uno, individualmente y para la Humanidad, colectivamente.
Entonces, prepárense. ¿Qué es esta preparación? Ella es recogimiento y acogida. Ella es vivir en el Corazón, según las enseñanzas de mi Divino Hijo. Ella es renunciar a los juicios, renunciar a la dualidad, renunciar al poder y a la posesión. Ella es reparto y don, es abertura. No pueden aspirar al corazón y cerrar la puerta de vuestra casa, de vuestro vehículo y de vuestra alma. Deben abrir, abrir, y abrir, sin interrupción y sin descanso, con el fin de acoger. No pueden acoger y cerrarse. Deben abrirse, deben de parar los juicios incesantes, las opiniones sobre unos y otros ya que ellos participan de la misma Luz. Mientras que vean la Sombra, así como lo expliqué esta noche al canal en la cual estoy, no pueden participar de la Luz y no puede ser de otro modo, sobre todo en este final de los tiempos. Deben abrirse, abrirse continuamente a las vibraciones y al guiar. Bien evidentemente, las cosas no siempre son de color rosa en vuestro mundo, por ahora, sino que deben de tener confianza y deben cultivar la Semilla de estrellas que son. Deben, en el seno de vuestra Radiantez, eliminar las manchas, las zonas de Sombra, las que les impiden ser la Luz encarnada.
Por eso, es un aprendizaje y una gestación. Es lo que habéis llevado entre la Advertencia y el Anuncio, lo que les va a permitir realizar lo que es en totalidad. Esto procede por toques. Algunos ya conocen su cuerpo de Êtreté, vuestro cuerpo de Resurrección. Otros sólo tienen las primicias y no tienen todavía la visión y la percepción. Así como les dijo el Arcángel Miguel, paciencia, esto viene a su momento y en su hora para cada uno. La paciencia forma parte, para algunos de vosotros, del aprendizaje de la Luz, otros, finalmente, necesitan certezas, desde ahora, y otros necesitan paciencia y esperanza, con el fin de colmar lo que todavía la distancia de la humildad. Deben bajar con el fin de elevarse. Entonces, si creen en mis palabras, como creyeron en las del Cristo, más allá de la cabeza, si hacen su camino de Vida, entonces, sí, vuestro corazón se abrirá a la eternidad y gozará de la Alegría Eterna, de la Paz, y de la Eternidad.
Entonces, sí, Mis niños, los quiero en Alegría, los quiero en la sencillez de la infancia, los quiero en la compasión, los quiero en el aprendizaje del Amor Eterno. Para esto, deben alejarse de todo juicio nacido de vuestra serpiente de la cabeza, deben alejarse de ustedes, no de los otros, pero de las partes de vosotros que aún están en la Sombra y de las que no pueden ver. Les basta simplemente con cultivar la Luz y con acogerla en vuestro seno, a medida que las efusiones que viven, cada día ahora, desde hace varios meses.
El Arcángel Miguel y el Arcángel Metatrón vendrán para reforzar esta Luz muy pronto. Entonces, les pertenece acogerla y hacerla vibrar. Aléjense de vuestra cabeza, aléjense de los conflictos, sin por eso rechazarlos, pero transmutándolos, a la Luz del Amor y a la Luz de la Verdad. Vuestro combate, si combate hay, es entre tú y tu mismo. No hay otro combate. El combate exterior, así como les dijo Miguel, es llevado por las cohortes de los Ángeles del Señor, en este mismo momento, y este combate no es un combate en el sentido en que lo entienden, en el seno de vuestra dimensión. Este combate es instalación y evidencia de la Luz que, hasta la Sombra, comienza a reconocer. Entonces, no acusen a los que les atrae a su Sombra, es su papel, con el fin de hacerles ganar en Luz, con el fin de hacerles realizar el aprendizaje de la Luz. Entonces, bendígalos, sí, así como lo decía Jesús, «bendigan más a vuestros enemigos que a vuestros amigos» porque son los que les permiten crecer más en la Luz. La mirada del corazón es esta y es a este precio es que tocarán la eternidad. No pueden tocarla de otro modo.
He aquí Mis bien amados niños, lo que yo tenía que decirles y hacerles vibrar en el seno de vuestra Eternidad. Y les ruego insistentemente acoger Mi Presencia. Les ruego insistentemente prepararse, activamente, así como lo hacen en el seno de este círculo restringido y así como lo realizan millones de seres humanos, por todas partes sobre este planeta.
El período de preparación que viven es extremadamente importante. La parte más importante de su historia no se juega después, en el momento de vuestro Anuncio, sino que se juega ahora, entre el 15 de agosto y 29 de septiembre. Es durante este período que deben acoger. Bien evidentemente que otros humanos acogerán, hasta el último momento, porque la Gracia forma parte de Mi Esencia y no puedo negar la Gracia a mis hijos, incluso en el último minuto, sin embargo, sois los exploradores, porque lo aceptasteis, entonces muéstrense dignos de lo que pretendéis. Les transmito todo mi Amor. He aquí, para lo que era mi intervención colectiva que hay que difundir ampliamente. Mis hijos queridos bien amados, va a ser el momento, ahora, de regresar a vuestro exterior, con el fin de continuar obrando.
Les envío y les pido acoger todo Mi Amor de Madre, todo Mi Amor de Fuente.
Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, les bendigo