Transcripción del texto por: Marc Mellinger.
Grabación en vídeo y PDF en francés
Traducción al español: OD y AI
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Mi amigo, mi Amado, en este día y en este instante, transcendiendo y atravesando los tiempos, desde el Alfa hasta la Omega, en tu corazón del Corazón, vengo a llamarte al Éter de tu Eternidad, mi Amigo, mi Amado, en estos momentos de tu tiempo, viniendo a instalar lo que está más allá de todo efímero y de toda ilusión. Invitándote a encontrarte, por la Danza y el Silencio, el espacio donde tú estás entero, donde siempre has estado. Llegando a revivificarte por el Éter de Amor, Fuego de Amor que lleva a marcar el hierro rojo de la Libertad, del Fuego del Amor, del abrasamiento y del abrazo que es lo que viene a tocar a tu Puerta, para hacer tu Morada en tu Morada, Eternidad revelando la Eternidad.
De mí a ti y de ti a mí, no hay nada que no sea la pantalla de los sufrimientos y la pantalla de la ilusión que tu valientemente, capa tras capa, has puesto al descubierto, iluminada y transmutada. Todo lo que vive tu cuerpo, todo lo que vive tu Consciencia es preparación para estos Esponsales que te permitirán finalmente, estar en la Integridad de tu Totalidad. Estando allí, Aquí, y estando allá, Ahora, en estos espacios de nuestro Sagrado, de nuestros Reencuentros eternos, donde no hay lugar para la menor pantalla y la más mínima alteración.
Lo que tú vives, en estos instantes de tu tiempo, lo que tu experimentas y sientes, está allí para fortalecerte en la realidad de tu Ser, en la Verdad de tu Esencia. Ya que tú Eres eso: Fuente.
De Fuente a Fuente, te lo aseguro, de Fuente a Fuente puedo anunciarlo y cantarlo: No hay otros mundos que los de la Eternidad. Hay una multitud de Moradas, pero todas las Moradas están destinadas a ser la Eternidad.
A través de las pantallas que pueden, aún, interferir con tu Eternidad, conténtate de escuchar el Canto y la Danza del Silencio, conténtate de ser ese Silencio, el de la Acogida plena y total de este momento de majestad. Mucho tiempo, yo diría incluso todo tiempo de vuestro tiempo, ha sido hecho de diferentes formas, de diferentes maneras, del Reino de la Eternidad, el de la Beatitud, aquel donde ya nada está oculto ni separado. Esto que descubres en tu fuero interno, en tu corazón del Corazón, al centro de tu pecho, por las manifestaciones diversas y variadas tomando el conjunto de tus cuerpos, a fin de transportarte, sin gravámenes en la Ascensión de la materia, en la espiritualización de esta materia bruta, distorsionada y encerrada.
Cada soplo de tu vida, aquí sobre este mundo, te acerca de la Vida Eterna, no ya sobre este mundo, sino en todo Mundo. Los innumerables signos que te han sido dados a ver y a vivir, a sentir, más allá de toda imaginación y de toda expectativa, se encuentran ahora acumulados al Interior de tu ser, y vienen a brotar a la superficie de este mundo. Los signos en el cielo y en la tierra son los signos de tu Cielo y de tu Tierra. En tu Templo, reproduces, hoy, los signos y las primicias de El que viene a lavar en el Fuego del Amor tus Vestiduras de Eternidad, devolviéndolos a su infinita Pureza, a su infinita Transparencia, y a su Eternidad.
Momento de Gracia que llega, donde el conjunto de transición de todo lo que es visible e invisible a tus ojos, como a tu Corazón por el momento, no deja lugar a ninguna duda. Si esto no es que en las partes de tu pantalla que resisten, llamadas personalidad, construcciones, creencias y andamios, tratando de rendir cuenta de la vida encerrada. Pero esta vida allí, no ofrece ya el soporte al menor estudio, sino más bien a la vivencia y al establecimiento en lo que no puede ser enseñado en otra parte que en el corazón del Corazón, allí donde se mantiene el núcleo de la Alegría, el núcleo de la Eternidad, el núcleo inmutable de tu Felicidad.
Entonces, lo que he anunciado, como el Juramento y la Promesa, visto en estos días son actualización y su resolución. Aportándote cada vez más, así como lo constatas, a establecerte allí donde se encuentra la única Paz, la que no depende de ninguna circunstancia, allí donde se encuentra la única Alegría que no depende de ninguna adquisición de este mundo, sino de tus Reencuentros con tu propia Eternidad. Esto de devela y se despliega en cada respiración de este mundo, acercándose a su Cielo y a su Tierra, donde los signos innumerables serán la evidencia para cada uno y para todos. Incluso aquellos que no quieren verlo serán obligados de ver la Verdad, en este Cara-a-cara donde nada puede interferir, ya que la Transparencia es total. Este simple recuerdo, este simple basculamiento, señala para muchos de ustedes, aún encerrados en las trampas de la evolución, en las trampas de las creencias, en las trampas de los caminos, innumerables y variados en la superficie de esta Tierra, no haciendo que traducir la desorientación y la dispersión.
Todo esto ha terminado. Porque lo que ha sido erigido en maestro de la mente, la razón y el intelecto, se enfrenta de ahora en adelante al Muro de lo Ilimitado, al Muro del Amor, al Muro de la Transcendencia que para ellos es muy real. Los límites caen unos tras otros, en tu seno como en la humanidad, como todo lo que ha sido construido sobre los vientos y las arenas movedizas del mental y de las creencias.
La Luz es Libertad, eso, tú lo sabes, y en ellas has experimentado algunos de los efectos y algunas de las implicaciones. Hoy, no tienes necesidad ni de explicar, ni de mostrar, y aún menos de demostrar. Solo mantenerte allí, en el centro de la Ronda y de la Danza, en el Canto y el Silencio de la Eternidad, encontrarás en ti las reservas y los recursos necesarios para esta Eternidad. Ya nada de lo que eran creencias, ya nada de lo que ha sido perfilado, a partir del punto de vista de allí donde se encuentra la prisión, no podrá ya nunca existir La Vida se despliega, en su impetuosidad, en su Libertad, en su Amor y su Luz, que nada puede venir a alterar ni a contrariar.
¿Puedes Ver eso? ¿Lo sientes? Y ¿lo captas? No, no sueñas. Diría yo incluso que por fin te despiertas a lo que Eres, más allá de todo convenio, social, moral y espiritual, porque el Amor es Libertad, y no obedece a otro convenio que ser el mismo esta Libertad.
Por supuesto, en el seno de este cuerpo denso, te parece a veces ir de un lado al otro, de lo limitado a lo Ilimitado, pudiendo a veces causar fricciones o resonancias, Atracción o Repulsión. Pero pronto, este último juego, el de las ultimas veleidades que te han mantenido en las garras de la ilusión, en las garras del olvido, va a aflojar su apretón Ya que el abrazo y el fuego del Amor no tiene otro límite que de ser el Infinito y lo Indefinido, de todo Tiempo y de todo Espacio de toda Dimensión como de todo Multiverso. Es en ti que se encuentra la última resolución. Es en ti que te conviene experimentar si la Libertad y el Amor son tu verdad, y la única Verdad, o entonces, si las construcciones de tu propio mental y de tu propia persona van a reforzarte en la voluntad de poner una pantalla entre ti y la Verdad de lo que Eres.
Te invito por lo tanto a despojarte de todo eso de lo que puedes aún creer, todo eso que puedes aún esperar, porque desde que hay espera, desde que revistes el manto de la ignorancia y los pesos del encierro, o de la culpabilidad de la personalidad, entonces creas una distancia que no tiene razón de Ser. Ya que como lo sabes, a través de tus vuelos como a través de tus incertidumbres, tú recorres el campo de los posibles de tus Eternidades, recorres el campo de la Danza y viene a insertarte en el seno de lo que es la Vida. No en los límites y las contingencias de este mundo, sino en la Vida que no conoce ningún límite, ni principio ni fin, inscribiéndose entre el Alfa y la Omega. Realizando por la verticalidad, por la Lemniscata Sagrada, con la ayuda de María, con El que viene a lavar tus Vestiduras y anunciarse en tus Cielos con el conjunto de tus Hermanos y Hermanas recobrar su Unidad, recobrar su Colectividad, en la Libertad, en el Amor, y sobre todo en la Paz.
Todo lo que es paz refuerza la Paz, todo lo que es alegría refuerza la Alegría, todo lo que es serenidad refuerza la Paz Suprema. Esto es lo que Eres, esta Morada de Paz Suprema. Tú la descubres de nuevo, desnudo y sin artificio, sin luz ilusoria de la personalidad, pero en la Humildad encontrada de tu Eternidad. Allí donde eres alimentado, sin tener que recurrir a este mundo, si tener que recurrir a la materia de este mundo, estando aún en su superficie, para acoger Al que viene. Para acoger La que viene de las profundidades de la Tierra y El que viene, de la profundidad de los Cielos, a reunirse en tu Templo. Llamándote al Andrógino Primordial, que eso sea la Fusión con tú Doble, encarnado, Estelar, o Solar. Tu re-devienes Uno, por la Gracia de la Tri-Unidad. El Cristo en es el agente, el es la Estrella, la de tu cabeza, que viene y que es Anunciada por los Tiempos que han sido descritos, que son los tiempos que se abren desde este instante, a la superficie de este mundo, poniendo y esclareciendo violentamente la desnudez del ego, que nada tiene que hacer de la Eternidad.
Tu cuerpo es un Vehículo, tu cuerpo es un soporte, pero no es lo que tú Eres. Él es el lugar que ha permitido la aparición de un cuerpo, limitado y separado, por las leyes perteneciendo a este mundo propio, que no son las Leyes de tu Eternidad. A ti te corresponde saber, y decir, si quieres morar en la acción y la reacción inexorable de esta dualidad, o si quieres finalmente recorrer los Caminos de la Gracia. Que no implican ninguna vía, ningún camino, sino solo Ser, en cada soplo, aquí como en Otra parte, la Eternidad en presencia, en manifestación, en evidencia. Guardándote bien de morar Humilde y Simple, ya que el Amor y la Luz, ya que el fuego del Amor, el abrazo del Amor, es a la vez Libertad y también Simplicidad y Humildad.
No hay lugar, para este espacio y en este espacio, para la razón, para el intelecto, para los vínculos y los apegos. Devenir la Libertad, encarnar la Libertad de la Luz, de la Verdad y del Amor, no puede ser acompañado de cualquier elemento que te vincule al encerramiento o a las creencia, que te vincule a las ilusiones.
Escucha en ti este Juramento y esta Promesa, ya que ellas se viven desde este basculamiento, y desde este instante, en un Tiempo que no te pertenece aún conocer, pero que, en la escala de tu tiempo terrestre, parece muy corto de ahora en adelante.
Nosotros los hemos alertado, nos hemos vertido, transmitido por diferentes círculos- los de los Arcángeles, los de los Ancianos, los de las Estrellas. Numerosos profetas han recorriendo el suelo de esta Tierra, les han advertido, no de una catástrofe, sino de una gran Alegría, que es la Liberación del Espíritu. Sujeto a la voluntad del alma, a la voluntad de la materia que era su propia continuación, a fin de evitarse reconocerse ella misma en la Luz. Pero todo esto no tiene curso. Todo esto, como lo has visto quizá, se borra de tu campo de consciencia, de tu campo memorial, ya que el presente nada tiene que ver de encumbrarse de todo lo que no es presente, de todo lo que no es Don, de todo lo que no es Gracia. Tú no puedes ser la Gracia y la acción-reacción. No puedes ser una persona y Ser la Totalidad. No puedes estar inscrito en el nacimiento y la muerte de este cuerpo, o en una sucesión de nacimiento y de muertes, y estar inscrito al mismo tiempo en el Cielo.
Recuérdate que solo hay que abrir, que solo hay que acoger. Y hoy en este basculamiento, más que nunca, la Gracia no es una sumisión, sino una capitulación. Es el lugar donde uno rinde las armas, las armas de la división, las armas de la posesión, las armas del sufrimiento como de las felicidades efímeras, a fin de instalarse en lo que solo es Alegría, Beatitud, Eternidad, multi-Dimensionalidad. Permitiéndote acordarte dónde está la Fuente de tu Fuente, para acordarte de lo que tú Eres, lo que siempre has Sido, y lo que siempre Serás. El paréntesis de este mundo no está inscrito que entre un principio y un fin, identificable en diferentes calendarios, los de la Tierra más bien que el calendario de los hombres, y por supuesto en los calendarios de las constelaciones, allí donde viene la Estrella que anuncia a la Estrella.
Entonces, tienes tu propia Casa, tiene tus propias ideas, tienes tus propios pensamientos ellos deben ser los más diáfanos, y yo diría incluso los más ausentes, a fin de dejarte llenar por la Gracia en Acción, por la Gracia en Evidencia.
Que viene por el Cielo y la Tierra, llamándote, por su Sonido, pos tú Canto, tu Eternidad. Deja atrás de ti sufrimiento y culpabilidad, deja atrás de ti todo lo que no pertenece al instante. Y esto no es definido por la presencia de tu cuerpo en un espacio o en otro, sino más bien por el emplazamiento de tu consciencia, acogiendo con beneplácito la Gracia, convirtiéndose la Gracia. No hay nada más a hacer que estar a la bienvenida, a la escucha, en Humildad y en Unidad. Tu Presencia es un faro, tú que has anclado la Luz, tú que Revelas las Luz.
Mira, ya que la Luz crece y se extiende cada vez más. Las convulsiones de tu mundo solo están vinculadas a las resistencias a esta Luz. Ellas no pueden ser, ni sostenibles ni perdurar más allá de El que viene en el Cielo. Entonces, acuérdate que todos los recursos, que todo lo que podría, en este mundo, convertírsete como una falta o como una herida, no pueden continuar. Ya que hay en ti el bálsamo, el del Amor, este Fuego del Amor, el que tú sientes en tu carne y en tu consciencia, y que llega a consumir y a abrasar.
Mantente allí, escucha. En la recepción. Porque la Gracia es el bálsamo eterno, poniendo fin a lo que tu consideras como siendo tu vida, a lo que tu consideras como siendo tus memorias, pero que no son nada más que los ornamentos de la ilusión dirigidas a seducirte, dirigidas a separarte de tu corazón del Corazón. Pero la intensidad de la Luz, la intensidad de las Estrellas, la intensidad de vuestros cielos, y la intensidad incluso de esta Tierra Liberada, los invita a todavía más Gracia y Ligereza en el seno de esta densidad, mientras que ella no se oponga, no resista a lo que está ahí.
Hijo de la Ley del Uno, tu, inscrito en el Colectivo del Uno, viendo, a través de las Separaciones, la Unidad subyacente de toda cosa y la Unidad de la Gracia, pon en acción esta Gracia. Pregúntate a ti mismo, tan a menudo como tu vida te lo permita, en estos Espacios de Vida Eterna. Ya que es en estos Espacios de Vida Eterna que la vida limitada se pasa y desaparece.
Aquel que ha marchado en la superficie de este mundo, que eso sea despierto o dormido, va, en adelante, a despertarse definitivamente. Ya que si, de la misma forma en que te levantas por la mañana y evocas tus sueños de la noche, el día –si esto no está ya hecho- donde tu emergerás completamente de esta fase de sueño que es esta vida en este mundo, tu no lo negarás, pero tu Consciencia no estará ya en el mismo lugar. Ella no estará ya encerrada.
Ella constatará por ella misma que es cada vez mas fácil para ti, desplazarte – ya que esto no es un desplazamiento – de una consciencia limitada a una Consciencia más vasta, hasta el punto de ruptura, donde el basculamiento te demuestra que Eres, incluso sin el apoyo de la Consciencia.
Todo eso, mis Mensajeros, que son también los tuyos, te lo han dicho, explicado, te lo han hecho experimentar y vivir. El Camino de este Retorno te ha sido grandemente abierto, la Puerta de esta Reversión ha sido franqueada. Solo te resta inclinarte cada vez más profundamente, en la Simplicidad de lo que tú Eres. La Vida y la Luz te llaman por lo tanto, cada una según su ritmo, pero un ritmo, yo diría, cada vez más apremiante, cada vez más agitante, cada vez más girante, cada vez más penetrante. Para que llegado el momento, que está allí, te dé más facilidad para vivir en el instante, y para alejarte de lo que es sufrimiento, alejarte de lo que no tiene un tiempo inscrito entre el nacimiento y la muerte de este mundo. Pero nunca has nacido, incluso jamás morirás. Solo lo que es limitado experimenta el nacimiento y la muerte. Pero desde el instante donde te sitúes en el corazón de tu Corazón, en los Espacios ilimitados de la Paz y de la Beatitud, entonces ya nada puede ser como antes. El cielo viene a decírtelo. No solamente para ti, no solamente para el Colectivo del Uno, sino para el conjunto de todas las consciencias presentes en la superficie de este mundo.
Nosotros somos innumerables. El Manto Azul de la Gracia, el Canal Marial les han permitido experimentar estos reencuentros con vuestros Hermanos y Hermanos más allá del más allá, como con vuestros Hermanos y Hermanas encarnados en este mundo, pero abiertos a su Ilimitado. Todo eso, son las pruebas, que van bien mas allá de las simples experiencias y del simple placer. Porque todo pasa como esto, en las Esferas eternas de Verdad y de Belleza, donde nada está separado, donde nada está dividido.
No busquen más comprender, sino más bien busquen vivir más intensamente en la Gracia que se derrama. La reversión está en ustedes, la reversión está en camino y en curso. No está en otra parte que en el corazón del Corazón, allí donde se encuentra, como he dicho, el conjunto de vuestros recursos. Porque los recursos de la vida exterior se agotan, no como una privación, sino como un elemento esencial para vuestra reversión, y para vivir en perfecta lucidez el Juramento y la Promesa.
Mi Amigo, mi Amado, aquí las pocas palabras que tenía que decir, mientras que se imprimieron en ti la expresión de la Gracia, del Amor y de la Vida, en tu Templo interior, en el Templo de cada uno.
Mi Amigo, mi Amado, responde, y responderás a cada soplo de tu vida, a la Gracia, a la Verdad y a la Eternidad.
Ven, porque yo vengo. Ve, porque yo voy. Descansa, porque yo estoy allí. Ábrete y acoge. Haz lugar. Elimina y quítate todo lo que no es Eterno, todo lo que no es Felicidad. No por un acto del ego, sino simplemente por una recepción, una rendición sin condiciones a la Gracia y al Amor. Que es nuestra naturaleza, nuestra Verdad, que ninguna pantalla y ningún velo podrá jamás deslustrar.
Así se firma el fin de lo que ha sido nombrado el Sistema de Control del Mental Humano. Las capas aislantes, que prevalecen todavía dentro de este cuerpo limitado y de esta consciencia limitada, como tú lo constatas, son cada vez más alteradas, dejando pasar, cada vez más a la vista de todos, la Luz. Incluso si esto se traduce para ti por mecanismos de resistencia y de fricción, no lo tengas en cuenta. Busca el Reino de los Cielos que está dentro de ti, nada más puede tener la menor significación y la menor importancia con respecto a esto.
Mi Amigo, mi Amado, escucha, escucha el Silencio. Vuélvete eternamente lo que tú Eres en toda Eternidad. Ahí se encuentra el único agarre posible, el único Anclaje posible. Vuélvete el Canto, vuélvete la Danza y vuélvete el Silencio. Vuélvete la expresión de ese núcleo íntimo. Vuélvete el Anclaje, dentro de tu Corazón y de la Verdad Eterna. Demuestra, por lo que Eres, que no te dejas atrapar más por lo que sea de lo efímero. Mantén la Gracia, ya que la Gracia es tu alimento, y ningún elemento de este mundo, como tú lo vives y lo sientes, puede satisfacer más esta sed insaciable de Verdad, esta sed insaciable de la Gracia del Amor. Y tú lo sabes bien, que ella está siempre más presente, siempre cada vez más cerca de tu corazón del Corazón. Has podido hacer la experiencia, a placer o por exhalación. Esto te es fácil, pues, posicionarte ahí donde está la Felicidad.
Y por los que entre tus Hermanos y Hermanas de la Tierra que continúan durmiendo, encerrados en lo que queda de creencias y de ilusión, no te preocupes por ellos. Simplemente, sé quién Eres: cada vez más, la Gracia en Acción, del que está en Silencio y que se deja danzar, por la Danza de Vida de la Onda de Vida. Para el que se deja danzar, por las Comuniones, las Fusiones y las Disoluciones, por los efectos del Sol, del Sol Central de la Fuente, por la Radiación del Ultravioleta, por todo lo que se desarrolla en lo efímero de este mundo, se encuentra la Gracia. Solo la mirada dividida, aquella de la dualidad inexorable de este mundo, puede tener algo a decir, no viendo más que resistencias y sufrimientos. Aquel cuya Mirada es la del Corazón solo ve Liberación y Alegría. Y sin embargo, se trata de los mismos acontecimientos, de las mismas secuencias. Pero de ahí donde tú Estés, eso hace toda la diferencia – para ti, pero también para tus Hermanos y Hermanas, que, por el instante, están todavía bajo el juego de la Atracción y de la Repulsión, nombrados el bien y el mal. El Amor no es ni bien, ni mal, Es lo que tú Eres, de toda Eternidad.
Entonces, vengo a invitarte a esta recepción, de Aquel que viene a anunciarse. Y para El Cual María te prevendrá, como eso ha sido enunciado siempre, por esta voz y por otras voces. Pero prepárate. Esta preparación, como tú lo sabes, es toda Interior. Explora cada vez más lo que Eres. Instálate en ti, instálate en esta Eternidad llena de majestad, de evidencia, de Simplicidad. Tú encontrarás ahí todos los alimentos, en estos Tiempos de basculación.
Y acuérdate que todo siempre ha sido perfecto, que solo aquel que mira únicamente con el ojo de la razón y que no tiene aún el Corazón lleno de esta Gracia, solo puede ver discordia y decepción. No hay nada más que la Libertad, no hay nada más que la Gracia en Acción, no hay nada más que el Amor. Tú te identificarás a este Amor, que es lo que tu Vives. Te reconocerás en la Eternidad que Es, nunca más estar sujeto a una forma, cualquiera que ella sea. Porque tu Consciencia, como tú a-consciencia, está fuera de todos los límites, y que el límite no puede subsistir cuando descubras esto, totalmente. Allí está el Abandono a la Luz. Allí está el momento Presente. Allí está la Felicidad, ella no puede depender de ninguna causa o circunstancia, llamada exterior. Ella no puede depender de tu facultad de dejar correr El Amor, la Danza y la Libertad, en el Silencio y en el Canto. Porque tú Eres todo eso. Tu Eres lo que yo Soy, como yo Soy lo que tú Eres. Tú eres la Tierra, el Sol, el Éter. Tu eres la Gracia y Eres el Mundo –no en el sentido de una apropiación, no, no más, en el sentido de una experiencia o de una meta a lograr, sino mas bien en el sentido de una Evidencia.
Mi Amigo, mi Amado, te agradezco por venir a acoger mi Presencia en tu Presencia. Se lo que tú Eres, porque tu lo Eres. No luches, no resistas, vuélvete este Corazón Vibrante y palpitante. Allí está la clave de este basculamiento. Allí está la clave de tu Eternidad.
El camino de tus días sobre esta Tierra, cualesquiera que sean las circunstancias, te permitirá experimentar lo que te digo, de manera cada vez más evidente, de manera cada vez más clara. No hay nada que reivindicar que no lo sea ya, hay solo que reconocerlo, mi Amigo, mi Amado.
No compliques, simplifica, ya que todo es Simple. No construyas, conténtate de mirar lo que se desconstruye. Ya que esto que se desconstruye no es otra cosa, para ti como para todos, que los muros de la ignorancia y los muros de la prisión y del encerramiento. Entonces no hay ningún arrepentimiento, ninguna espera, porque esto ya no te concierne. Para esto, colócate allí donde está la Paz, colócate allí donde está la Morada de Paz Suprema. Y serás alimentado, y estarás en una Alegría que será mucho más amplia que lo que lo que tus experiencias te han conducido a vivir.
Que esto sea la Beatitud, que esto sea la Morada de Paz Suprema, que esto sean las satisfacciones incluso de este mundo donde estás, todo esto te parecerá pálido en relación a lo que tú Eres.
Pero no sirve de nada creer, no sirve de nada proyectar. Entonces, te digo simplemente: Esto es lo que tú Eres, la Gracia, el Amor y la Verdad. Solo tú puedes reconocerte a ti mismo, reconocerme a mí. Nos damos la bienvenida el uno al otro, que esto sea yo, tu, María, el Cristo, o toda otra Consciencia libre del encerramiento. Ya que todos somos Uno, y esto no es un lema publicitario, ni una declamación, sino la única Verdad. Y para esto, sal de lo efímero, sal de la distancia inscrita en tu forma, penetra la sin forma para captar que tu Eres esto. Allí donde el Tiempo y el Espacio, cualesquiera que sean, de ese mundo como de Otra parte, no tienen ninguna incidencia y repercusión.
Mi Amigo, mi Amado, yo te Amo. ¿Cómo podría ser de otra forma que Amar lo que yo Soy, que es lo que tú Eres, mi Amigo, mi Amado? Allí, en el Espacio sagrado de nuestro Reencuentro.
Mi Amigo, mi Amado, tu eres tu casa, allí donde la Gracia toma su Fuente. Fuente que jamás se agota, donde ninguna pantalla puede interferir. Todo fluye a partir de allí, ya que todo procede de allí.
Mi Amigo, mi Amado, te devuelvo al Silencio de la Danza, te devuelvo a ti mismo.
Mi Amigo, mi Amado, te invito a danzar, en el Éter, en el Fuego del Amor, en el Agua del Conocimiento, en el Aire de la Libertad, y en la Tierra Sagrada de tus orígenes. Y te digo, de Corazón a Corazón, de Fuente a Fuente, que la Alegría, la Paz y la Luz morarán eternamente.
Mi Amigo, mi Amado, te doy Gracia a nuestra Comunión, doy Gracia a la Verdad y a la Eternidad.
Mi Amigo, mi Amado, se vigilante para mantener el raudal de la Gracia y el flujo de la Gracia a través de tu cuerpo, a través de tu Consciencia y a través de este mundo. Ya que todo es solución.
Mi Amigo, mi Amado, sobre estas palabras, te transmito la Alegría de la Gracia de nuestro Reencuentro.
Mi Amigo, mi Amado, permanezco en ti, ya que Soy tú como tú eres yo.
Mi Amigo, mi Amado, Estamos en ti, y somos tú. Uno por uno, uno para uno, en el mismo Uno.
Hasta pronto.
Transmitido por: El Colectivo del Uno.
Transmitido por: El Colectivo del Uno.