Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Mi nombre es HERMANO K. Hermanos y Hermanas, establezcámonos, si ustedes lo quieren realmente, en la Paz, en la escucha, y en la Vibración. En efecto, mi presencia requiere, de ustedes, una atención y una vigilancia. Voy a intentar, no hacerlos adherir a un punto de vista sino bien de hacerlos reconsiderar ciertos puntos de vista, que tienen curso sobre esta Tierra. Vamos a hablar, si ustedes lo quieren realmente, de los elementos que explican un cierto número de elementos, calificados de espirituales, y que, sobre esta Tierra, son muy precisamente descarriados y alterados. Esto necesita, de vuestra parte, una escucha con el Corazón y, eventualmente, si eso no los convence, de releer atentamente las palabras que yo habré pronunciado. Vamos a hablar de un tema que es importante, no tanto para vuestra Liberación (que, ella, está adquirida), sino que, yo lo espero, en este período de tiempo particular, permitirá a numerosos Hermanos y Hermanas de rendirse a la evidencia, a la lógica, y sobre todo, a la Verdad. El tema es, precisamente, el apego al Sí, como cerrojo del ego espiritual.
Muchos elementos han sido asestados, con fuerza, por el que se nombra BIDI (ndr: ver sus intervenciones en la rúbrica “mensajes para leer” del sitio). Por supuesto, si ustedes viven lo que dice BIDI, la pregunta no se hace para ustedes. Pero, tan evidente como eso, si ustedes no lo viven, es demasiado lógico que eso plantee un problema o preguntas. Eso no plantea un problema, ni preguntas (incluso si ustedes no lo viven), si captan, yo diría, la Vibración y la Conciencia. Es todo muy distinto para los Hermanos y Hermanas que están comprometidos en una evolución que está en relación con un ámbito religioso, un ámbito espiritual, un ámbito que yo calificaría de enseñanza, de iniciático, incluso de desarrollo personal.
El ser humano encarnado, por su punto de vista, está sometido a su propia historia, a un conjunto de creencias, a un conjunto de organizaciones (las quiera o no), y a un conjunto de estrategias, que han sido construidas conforme a sus experiencias en la encarnación.
Existe un desconocimiento total de lo que puede ser la Vida, más allá de vuestro propio mundo, más allá de la esfera astral, de la que algunos desencarnados, o aparecidos, son susceptibles de hablarles. Hay una problemática esencial: mientras ustedes están limitados en la percepción de ustedes mismos, fuera de este mundo y fuera de la encarnación, no existe, efectivamente, ningún otro medio más que de creer en ciertos modelos. Y nosotros hemos pasado todos por ahí. Que esos modelos sean religiosos, que sean más ocultos, o iniciáticos, o esotéricos, se basan todos sobre dos palabras claves, que son la fe y la creencia. Y sobre los principios ocultados que subyacen este mundo, a través de un principio de causalidad, en su sentido y su aceptación la más amplia. De la misma manera que existe un sistema de enseñanza, llamado educación, que no apunta a nada más que a formatearlos según las reglas establecidas a nivel social, existen, de la misma manera, las “autoridades” (y yo pongo este término entre comillas) espirituales, sensatas a presentarles un cierto número de elementos que van, por lo menos, a explicar vuestra vida. Y hacerlos espejear, o creer en una evolución, una transformación, dentro de este mundo, permitiéndoles acceder, más tarde, a algo que será posible, cuando ustedes habrán depurado suficientemente las problemáticas personales, vuestro karma (o toda otra cosa, según el modelo religioso o el modelo espiritual).
Todo el mundo conoce, desde luego, el principio de la existencia de un cuerpo, de una personalidad, eventualmente de un alma (de la que nada puede ser conocido, ni visto, ni distinguido, ni pesado, ni medido), y mucho más lejos, un espíritu, que sería, de algún modo, el Atman, el principio de Unidad, del que cada conciencia humana vendría, y a donde ella debe volver, después de un trabajo de purificación, de conocimiento y de evolución. Desde luego, ninguna de esas enseñanzas, ninguna de esas religiones, está capacitada (y eso es demasiado lógico) para hablarles de otra cosa que de este mundo, que de promesas, que de porvenir. Si ustedes miran atentamente (y cualquiera sea la enseñanza: religiosa, filosófica, o espiritual), no existe nunca descripción de otra cosa que de los mundos intermedios, llamados astral o, según las tradiciones, el Bardo Thödol por ejemplo (el Bardo, que es ese mundo intermedio donde pasarían una temporada las almas, antes de reencarnarse).
Todo el mundo conoce, desde luego, el principio de la existencia de un cuerpo, de una personalidad, eventualmente de un alma (de la que nada puede ser conocido, ni visto, ni distinguido, ni pesado, ni medido), y mucho más lejos, un espíritu, que sería, de algún modo, el Atman, el principio de Unidad, del que cada conciencia humana vendría, y a donde ella debe volver, después de un trabajo de purificación, de conocimiento y de evolución. Desde luego, ninguna de esas enseñanzas, ninguna de esas religiones, está capacitada (y eso es demasiado lógico) para hablarles de otra cosa que de este mundo, que de promesas, que de porvenir. Si ustedes miran atentamente (y cualquiera sea la enseñanza: religiosa, filosófica, o espiritual), no existe nunca descripción de otra cosa que de los mundos intermedios, llamados astral o, según las tradiciones, el Bardo Thödol por ejemplo (el Bardo, que es ese mundo intermedio donde pasarían una temporada las almas, antes de reencarnarse).
Desde luego, se les va a hablar de mundos que son similares y superponibles al mundo del humano, con las ciudades llenas de luz, las disposiciones de mundos que no son diferentes al de la Tierra, sin embargo, con un sentimiento de coloración y de ligereza muy importante. Los seres que pasan una temporada en esos espacios (cualesquiera sean los nombres que ellos les han proporcionado a sus residencias) están persuadidos de deber trabajar para llevarlos a ustedes a vivir, como ellos, en esos dominios etéreos, donde las reglas de vida serían sensiblemente las mismas que las que existen en este mundo. Pero despejadas de todo lo que puede caer, de manera evidente, bajo los sentidos, para el humano en encarnación, a través del sufrimiento, las enfermedades, y todas las anomalías de esta sociedad, dicha moderna.
Pero ustedes observarán que, tanto el Buda, como las religiones, en su conjunto, como los modelos iniciáticos más recientes, ninguno es capaz de hablarles de lo que hay detrás de esas construcciones de luz. Y eso es muy lógico porque la mayoría de la gente que ha estado encarnada y que se presenta, hoy, como los maestros nombrados ascendidos, o que se presentarían como los seres Realizados, y que se proponen ayudarlos para vivir una transformación Terrestre apuntando a mejorarlos, consideran pues, ya, que ustedes son imperfectos. Y que hay en ustedes (sin explicárselos) algo, que formaría parte de la evolución de la conciencia, que les permitiría encontrar el Espíritu. Ahora bien, si este Espíritu es ya perfecto, ¿qué explica (o motiva) un principio que los haría encarnar en un mundo limitado? ¿Qué habría que experimentar, que abonar, que mejorar, si desde el punto de partida, se considera (y ellos lo consideran) que el Espíritu es perfecto? Ahí, está la pregunta fundamental. ¿Qué puede justificar que absolutamente ninguna religión, absolutamente ningún modelo iniciático, es capaz de hablarles, de explicarles, clara y simplemente, lo que representa la Vida a nivel del Espíritu? Y yo no hablo incluso, en ese nivel, del Absoluto, de la Conciencia Unificada totalmente a LA FUENTE, a los estados multidimensionales.
Existe pues un serio problema, a ese nivel. Tanto más cuanto que, cualquiera sea el modelo, religioso o iniciático, ustedes tienen siempre que vérselas con una “autoridad”, dicha superior, depositaria de una autoridad, de un poder, o de una ascendencia sobre ustedes, que pretende guiarlos, y dirigirlos hacia algo mejor, con la condición, desde luego, que ustedes sigan lo que es dado, a condición de que ustedes se conformen a su punto de vista. Y eso es aceptado por el humano, de manera (yo diría) general, sin que nunca llegue a hacerse la pregunta de: ¿por qué el mundo, más allá de este mundo, sería perfecto? Y ¿por qué el alma estaría sujeta a un principio de evolución (de mejora, de karma, cualesquiera sean los nombres que ustedes quieran darle) para encontrar lo que era, de hecho, su origen y su punto de partida? ¿Qué habría que ganar, que habría que adquirir para encontrar ese estado original? Y ¿quién es responsable de la pérdida de este estado original, de esta originalidad, que hace que la Conciencia sea independiente, desde luego, de la carne?
Entonces, desde luego, se les va a hablar, y hacerles espejear un principio de evolución, un principio de amor, un principio de paraíso (y de infierno, desde luego, que le es el corolario), y se les va a presentar un dios creador, que ha creado al humano y que ha creado la conciencia humana. Desde luego, el mundo, tal como ustedes lo viven, ha visto la degeneración de algunas de estas creencias, en particular las creencias religiosas, basadas únicamente en la fe y la adhesión (sin discusión y sin contestación posible) a un dios creador y vengador, que vendría a salvarlos o a castigarlos (es según, según los períodos y según las épocas). Eso ha sido reemplazado, desde el comienzo del 20º. Siglo, por un cierto número de enseñanzas apuntando a hacerles conocer las leyes del alma, los principios de la encarnación. Prometiéndoles un estado de felicidad, después de una evolución, y después de la comprensión de sí mismo. Pero ese sí mismo, desde luego, no tiene en ningún caso la comprensión y la vivencia del Espíritu, sino más bien, de hacer aceptar que las leyes del alma van a condicionar la experiencia de la encarnación, de la vida, a lo largo de una sucesión de aprendizajes, nombrados vidas anteriores que van a sucederse y que van a llevarlos a una forma de liberación de la encarnación.
Pero ustedes observarán que, tanto el Buda, como las religiones, en su conjunto, como los modelos iniciáticos más recientes, ninguno es capaz de hablarles de lo que hay detrás de esas construcciones de luz. Y eso es muy lógico porque la mayoría de la gente que ha estado encarnada y que se presenta, hoy, como los maestros nombrados ascendidos, o que se presentarían como los seres Realizados, y que se proponen ayudarlos para vivir una transformación Terrestre apuntando a mejorarlos, consideran pues, ya, que ustedes son imperfectos. Y que hay en ustedes (sin explicárselos) algo, que formaría parte de la evolución de la conciencia, que les permitiría encontrar el Espíritu. Ahora bien, si este Espíritu es ya perfecto, ¿qué explica (o motiva) un principio que los haría encarnar en un mundo limitado? ¿Qué habría que experimentar, que abonar, que mejorar, si desde el punto de partida, se considera (y ellos lo consideran) que el Espíritu es perfecto? Ahí, está la pregunta fundamental. ¿Qué puede justificar que absolutamente ninguna religión, absolutamente ningún modelo iniciático, es capaz de hablarles, de explicarles, clara y simplemente, lo que representa la Vida a nivel del Espíritu? Y yo no hablo incluso, en ese nivel, del Absoluto, de la Conciencia Unificada totalmente a LA FUENTE, a los estados multidimensionales.
Existe pues un serio problema, a ese nivel. Tanto más cuanto que, cualquiera sea el modelo, religioso o iniciático, ustedes tienen siempre que vérselas con una “autoridad”, dicha superior, depositaria de una autoridad, de un poder, o de una ascendencia sobre ustedes, que pretende guiarlos, y dirigirlos hacia algo mejor, con la condición, desde luego, que ustedes sigan lo que es dado, a condición de que ustedes se conformen a su punto de vista. Y eso es aceptado por el humano, de manera (yo diría) general, sin que nunca llegue a hacerse la pregunta de: ¿por qué el mundo, más allá de este mundo, sería perfecto? Y ¿por qué el alma estaría sujeta a un principio de evolución (de mejora, de karma, cualesquiera sean los nombres que ustedes quieran darle) para encontrar lo que era, de hecho, su origen y su punto de partida? ¿Qué habría que ganar, que habría que adquirir para encontrar ese estado original? Y ¿quién es responsable de la pérdida de este estado original, de esta originalidad, que hace que la Conciencia sea independiente, desde luego, de la carne?
Entonces, desde luego, se les va a hablar, y hacerles espejear un principio de evolución, un principio de amor, un principio de paraíso (y de infierno, desde luego, que le es el corolario), y se les va a presentar un dios creador, que ha creado al humano y que ha creado la conciencia humana. Desde luego, el mundo, tal como ustedes lo viven, ha visto la degeneración de algunas de estas creencias, en particular las creencias religiosas, basadas únicamente en la fe y la adhesión (sin discusión y sin contestación posible) a un dios creador y vengador, que vendría a salvarlos o a castigarlos (es según, según los períodos y según las épocas). Eso ha sido reemplazado, desde el comienzo del 20º. Siglo, por un cierto número de enseñanzas apuntando a hacerles conocer las leyes del alma, los principios de la encarnación. Prometiéndoles un estado de felicidad, después de una evolución, y después de la comprensión de sí mismo. Pero ese sí mismo, desde luego, no tiene en ningún caso la comprensión y la vivencia del Espíritu, sino más bien, de hacer aceptar que las leyes del alma van a condicionar la experiencia de la encarnación, de la vida, a lo largo de una sucesión de aprendizajes, nombrados vidas anteriores que van a sucederse y que van a llevarlos a una forma de liberación de la encarnación.
Desde luego, estas enseñanzas son reales. Son retransmitidas, relevadas, de diferentes maneras, y en particular, a través de una enseñanza que sería o telepática, o canalizada, viniendo de esas esferas, y dándoles los elementos permitiéndoles bonificarse, mejorarse sobre vuestro camino terrestre, y por tanto, de evolucionar hacia un porvenir mejor. No obstante sin hablarles (omitiéndolo, voluntariamente, de hablarles) del Absoluto, de hablarles de la Última Presencia, y de los estados de Samadhi que no dependen de ninguna circunstancia anterior y, todavía menos, de ninguna evolución supuesta.
Desde luego, hay una propensión, en el ser humano, a someterse siempre a una autoridad. Y eso se manifiesta desde el nacimiento, a través del modelo educativo parental, y además escolar, a continuación. Y esto continúa, desde luego, a través del principio de aprendizaje, a través del principio de educación, donde hay un maestro, después los profesores. Y el conjunto de la sociedad está pues construida según un principio piramidal, que yo nombré principio de organización (ndr: ver su intervención del 20 agosto 2012), donde obedecen un cierto número de estrategias, donde existe siempre un ser humano, consciente, que se supone ser vuestro superior, por su conocimiento, por su iniciación, por su espiritualidad, o de manera muy legal. Este principio de autoridad es un principio jerárquico piramidal. Mientras ustedes consideren que existe un maestro, cualquiera sea, están sometidos a esta autoridad, lo quieran o no. Hace algunas semanas, hemos hablado de las líneas de fuerza que drenaban, literalmente, la energía vital de los cuerpos y de las almas, en beneficio de los que les presentan esas leyes sociales, esas leyes espirituales, vuestro superior jerárquico (ndr: sus intervenciones del 20 y 24 agosto 2012). Y eso va muy lejos, puesto que concierne (yo diría) al conjunto de las relaciones humanas, que se escapan, por el instante, más allá del simple reconocimiento, de la simple comunicación o de la simple relación.
El problema de la libertad, es que no existe ninguna Libertad dentro de lo conocido: esta libertad se expresa dentro de un marco preciso, cualquiera sea el marco, sea familiar, social, e incluso espiritual. Mientras que exista un marco, ustedes no pueden pretender la Libertad. Esta libertad está condicionada al marco, puesto que ella no puede manifestarse más que al interior de ese marco, y exclusivamente, al interior de ese marco. Si ustedes miran, realmente, la estructura de la sociedad, si ustedes miran, realmente, la estructura de la religión, la estructura de todo grupo social, ese principio jerárquico está omnipresente. Entonces, desde luego, a nivel espiritual, hay una palabra que va a regresar todo el tiempo, es la palabra amor. Y desde luego, este amor está puesto como dogma, está puesto como conducta, como manifestación de un cierto número de elementos, que van, de algún modo, a oponerse al principio de la personalidad. Y así se pone en marcha todo un principio de culpabilidad, con respecto a vuestra personalidad, y con respecto a lo que sería deseable de cambiar, para volverse un ser de amor y un ser ascendido, y si es posible, un maestro. Tomar el lugar del maestro. Y eso les es presentado como una evolución totalmente normal, sin que nadie pueda aportarles la prueba más formal que eso exista, y que eso los conduzca o eso pretenda conducirlos.
Desde luego, existen leyes sociales, energéticas, afectivas, de creencias y de fe, que van (en una cierta medida) a permitirles vivir algunos elementos, que van a hacerles aparecer los muros de la prisión un poco más lejos de lo que son, en realidad, y darles la impresión de una ampliación de la conciencia. Mientras ustedes estén sometidos a un principio de autoridad exterior, mientras estén sometidos a una creencia (incluso si ésta es perfectamente estructurada, y sobre todo en el plano espiritual), mientras que ustedes estén sometidos a una autoridad exterior a lo que ustedes Son, en Verdad, no pueden pretender ninguna Libertad. La estratagema está muy bien hecha. Va a consistir en hablarles de amor y de luz, y alimentar, de algún modo, vuestra alma, dándoles las leyes de evolución del alma dentro de la personalidad: eso se llama el karma. Pero yo espero que ustedes comprendan y acepten, hoy, que el karma no concierne más que la personalidad, que se reencarna de vida en vida, incluso si ella no tiene el recuerdo, incluso si ella no tiene la presciencia.
Así va este mundo, donde todos los principios de organización, de estructuración y de evolución, les son, de algún modo, vendidos como ineluctables, inexorables. Y donde la persona no podría, en cierta manera, transgredir esas leyes, que han sido establecidas por “yo no sé quién”. Mientras ustedes estén sometidos a eso, en ustedes no se puede plantear la interrogación última, no se puede plantear, en ustedes, la necesidad de Libertad, la sed de Libertad. ¿Qué haría que un sistema social, espiritual, organizacional, o incluso ligado a la encarnación, sería limitado, en el Conocimiento espontáneo de lo que existe del otro lado, en lo que existe más allá de los mundos de la encarnación? Desde luego, nadie puede responder a esta pregunta. En toda lógica, se los hace tentar con un amor (para mañana), se los hace tentar con el karma (que hay que mejorar), y se los hace tentar con que el ser humano es imperfecto, que el ser humano debe cambiar, si quiere esperar un mundo mejor y vivir de manera mejor. Pero ¿quién, entre estas enseñanzas, entre estas creencias, les habla del Mundo de más allá? Si no es más que en palabras cubiertas, como por ejemplo lo hizo El CRISTO, como por ejemplo hizo Buda, o todavía, algunas enseñanzas tradicionales (que ustedes encuentran, por ejemplo, y eso no es más que uno solo, entre los sufís). Mientras exista el menor principio de autoridad, mientras exista la menor sumisión a un dogma, mientras exista la necesidad de ajustarse a un modelo creado por el hombre, o de someterse a una “autoridad” dicha espiritual, ustedes no pueden experimentar, de ninguna manera, lo que ustedes Son, en Verdad, más allá de todo encierro ligado al cuerpo, al alma, o a toda otra esfera de vida que pueda serles conocida.
Hay que por tanto de algún modo, plantear el principio del encierro. Tienen que aceptar, por tanto, ver este encierro. No para describir los mecanismos, no para esperar poder pelearse con las razones y las consecuencias, sino más bien, para ver las cosas tal como ellas son. Ha existido, por el mundo, y por todas las culturas y tradiciones, un cierto número de seres que han tenido acceso a la Luz, más allá de toda organización, más allá de toda jerarquización, lo que es llamado Absoluto. En efecto, eso es en número mucho más restringido que los que han podido vivir un acceso a lo que nosotros nombrados, con ustedes: El Sí, y el Yo Soy. El apego al Sí, es justamente, lo que ha conducido a este principio de falsificación de un cierto número de seres, que se han mantenido en las franjas superiores del astral, estando persuadidos de haber llegado, ellos mismos, a la Liberación. Ahora bien, la Liberación, desde el instante donde ustedes dejan este mundo, no puede ser sujetada a ninguna limitación, a ninguna forma, y ninguna imperfección. ¿Qué hace por tanto que esos seres (habiendo vivido, realmente, los procesos energéticos, los procesos de Conciencia, durante su encarnación) se hayan encontrado, de algún modo, del otro lado de la encarnación, estructurando los acontecimientos, estructurando las ciudades, estructurando los mundos? Quienes, ellos también, presentan sus propias leyes, sus propias reglas, y donde existe una sujeción a una forma (incluso si esta forma es libre, mucho menos densa que la vuestra). ¿Qué explica que los seres y las conciencias, humanas, hayan podido encontrarse fijadas, de algún modo, dentro de un modelo evolutivo que es, después de todo, superponible y similar a lo que sucede sobre la Tierra (en efecto, más ligero)? Muy simplemente, lo que yo nombré: el apego al Sí.
La Realización del Sí, la abertura de lo que he nombrado los chakras (y en particular, lo que es nombrado el 3er. Ojo, lo que es nombrado el despertar de la Kundalini) los lanza inmediatamente en un universo extremadamente colorido, cuyas descripciones han sido muy numerosas. Les dan a encontrar seres, les dan a encontrar algunas conciencias. Les dan las referencias, donde aparecen luces, esas luces que son emanadas al exterior de los seres, como, además, son representados en la mayoría de las imágenes, dibujos o pinturas, han sido realizadas por los que han estado en contacto con ellos. Ellos les presentan por tanto los seres, que serían portadores de virtudes, de funciones, de rayos, y que administrarían, en algún lugar, la vida sobre la Tierra, y dirigirían la evolución sobre la Tierra, hacia una mejor, hacia una civilización del amor, una civilización donde todas las reglas serían armoniosas, y donde todos los sufrimientos de la Tierra serían mejorados, incluso habrían desaparecido. Pero en ningún momento, una vez más, esos seres son capaces de definirles lo que sea, más allá de sus propias esferas de elección que se sitúan pues en las partes más altas del astral. Este era el caso hasta hace algunos años, hasta el momento donde un cierto principio de Disolución de la matriz astral, permitió limitar esta influencia particular de desviación de la Luz.
La Luz es vuestra naturaleza y vuestra Esencia. Mientras exista un sentimiento de pertenencia a una forma (incluso a través del despertar de la Kundalini, incluso a través de la activación de los chakras), ustedes quedan tributarios de un cierto número de formas, de un cierto número de luces, que, en ningún caso, son la Libertad. Es en ese momento, que es llamado el nivel de los poderes espirituales, que va a manifestarse un cierto número de conciencias (ellas también encerradas) para hacerles adherir, desde luego, a su camino. Hacer adherir a ellos, y hacer adherir a ustedes, a todos los caminos comunes al principio de evolución. Es, en efecto, extremadamente difícil de comprender y de admitir, para un humano en encarnación, que no existe absolutamente ninguna ley de evolución, en la perfección de la Creación (cualesquiera sean las Dimensiones, cualesquiera sean los Universos, y cualesquiera sean los Multiversos).
La ausencia de datos, la ausencia de vivencias de lo que se sitúa más allá de esas esferas, condiciona y encierra al ser humano en un sistema de valores y de creencias que van a llevarlo a intentar mejorarse progresivamente. El objetivo de estas enseñanzas, desde luego, es siempre presentarles la finalidad como si fuera dios, como si fuera el amor, y como si fuera la fraternidad. Existe pues una sensibilidad particular, del ser humano en búsqueda, sobre esta noción de amor, de fraternidad y de evolución. Es muy difícil de aceptar que eso no existe, nunca existió, y no existirá nunca, fuera del espíritu de los que las han concebido. Pero en ningún caso, eso puede corresponder a alguna Libertad, y todavía menos, a alguna Liberación. Cualesquiera sean las leyes observables, cualquiera sea la ilusión del tiempo que se desarrolla sobre este mundo, los que viven el Absoluto pueden decirles: no existe ningún tiempo y ningún espacio. Existen las formas mutables. La Conciencia no tiene que ser atribuida a una forma fija, a un principio de identificación, a un principio de evolución cualquiera: eso corresponde, de manera definitiva, a un encierro.
Entonces, desde luego, mientras yo lo diga, eso no quedará para ustedes, mientras no lo vivan ustedes mismos, en más que una creencia, aquí también. Pero esta creencia es peligrosa, porque ella lleva al humano a hacerse la pregunta de la Libertad, de la Autonomía, de la Liberación de lo conocido, y sobre todo, sobre todo, de encontrarse, realmente, en el Amor. Que no es ni un ideal, ni una proyección, ni una mejora, ni un principio de fraternidad, sino más bien, la naturaleza misma, como ustedes lo saben, de lo que ustedes Son, más allá de toda apariencia, más allá de toda encarnación, y más allá de todo Plano intermedio. ¿Cómo lo que sería perfecto (desde la Esencia, desde la primera manifestación) tendría necesidad de recorrer los mundos de la encarnación, cada vez más denso, cada vez más sufriente, cada vez más separado y dividido, para encontrar, un día, lo que él era, en el punto de partida? ¿Qué sería lo adquirido, con respecto al Absoluto? ¿Qué sería lo adquirido, con respecto a la Luz Vibral? Nadie puede proporcionar respuesta a esta pregunta, por una razón que es muy simple: no la hay. Ustedes Son perfectos, desde el origen. Solo, justamente, la creación de esas leyes, dichas de evolución (reflejos de las creencias de esos dichos individuos que han realizado el Sí), los ha encerrado, de manera todavía más sutil, a nivel espiritual, con respecto a lo que ustedes Son, en Verdad.
El interés no es en absoluto de creer lo que yo les digo, sino más, de verificarlo por ustedes mismos. Ahora bien, esto no puede ser verificable, y esto no se verifica, más que si, antes, ustedes han, por vuestra Atención y vuestra Intención, rechazado lejos de ustedes el conjunto de estas enseñanzas. Solos el Amor, la Humildad, la Simplicidad, la Transparencia, son directamente para hacerles descubrir la Verdad. Todo lo que les es conocido, absolutamente todo lo que les es percibido (sobre este mundo, como sobre los Planos que yo nombré “astral”) no tienen ninguna realidad en el Plano del Absoluto. No existen incluso. No son más que proyecciones de la conciencia: un conjunto de conciencias que habiendo realizado las proyecciones comunes, habiendo imaginado, supuesto, las leyes de evolución que no existen más que en su conciencia. El mundo es perfecto, desde el punto de partida. No hay ni expansión, ni contracción. La ilusión de un movimiento está, justamente, ligada a la ilusión del tiempo en el cual ustedes viven. Desde que la ilusión del tiempo y del movimiento es creada, resulta un principio de distanciación, que va a desembocar, por sí mismo, a la creación de un cierto número de leyes, que no existían antes, que van a reforzar las creencias, reforzar el encierro, y reforzar la ilusión de una evolución, y de un dominio de lo que sea.
Nuestra situación, cuando nosotros nos nombramos Ancianos, o Estrellas, o todavía, los Arcángeles, no es más que una reunión de Conciencias, que tienen por único objetivo favorecer vuestra Libertad, favorecer vuestra Liberación, a fin de hacerlos cesar de creer, o de adherir, a lo que se les puede sugerir. La única manera que nosotros hemos encontrado (que eso sea dentro del Cónclave de los Ancianos y de las Estrellas, que eso sea dentro del Cónclave Arcangélico, como dentro de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres) ha sido llevar vuestra conciencia sobre la noción de Vibración, sobre la noción de Conciencia Vibral, hasta llevarlos al punto que ustedes conocen, que es la Liberación de la Tierra, el nacimiento de una Onda particular, nombrada Onda de Vida. Esta Onda de Vida ha sido descrita, de manera extremadamente velada, en las enseñanzas originales y primordiales, teniendo en cuenta una Onda que se propaga, efectivamente, desde los pies, y que permitía de unirse, de manera definitiva, a la Tierra. No según los principios, viciados y alterados, donde desde que un ser humano quiere escapar del condicionamiento, cualquiera sea, se le dice que no tiene los pies sobre la Tierra: los pies están sobre la Tierra, las Raíces están en el Núcleo Cristalino, y en ninguna otra parte. La recuperación de vuestras verdaderas Raíces los abre al Absoluto, y los hace vivir el Último estado, más allá de todo estado.
Mientras que eso no ha sido concientizado, vivido, y actualizado, ustedes permanecen sometidos al principio del encierro, cualquiera sea su función. El apego al Sí es, por supuesto, hoy (como para esas conciencias que se han encerrado, ellas mismas, dentro de las esferas astrales), el principio más importante que superar y que trascender. El apego al Sí representa lo contrario exactamente del Abandono del Sí. Ha sido explicado, de diferentes maneras, que el apego al Sí, resulta, desde luego, del miedo de la Disolución, del miedo de la pérdida de la conciencia misma (sea a nivel de la personalidad, o del Sí, que ha sido vivido e integrado). La permanencia del Sí, y por tanto el apego al Sí, por sí mismo, va a crear las condiciones propicias a la eclosión de nuevas leyes, como han sido representadas por las enseñanzas que han aparecido a nivel del 20º. Siglo, y de las cuales, por experiencia, yo me desuní extremadamente rápido. Mientras exista, por encima de ustedes, alguien que les diga lo que hay que hacer, para ajustarlos a las leyes que han sido creadas por él mismo, pretextando que han sido creadas por un dios hipotético, eso no haría más que encerrarlos y limitarlos de nuevo, incluso si esta esfera no es únicamente la esfera de vuestra vida, o de vuestra encarnación.
La Libertad y la Autonomía solo pueden encontrarse, y Vivirse, con la condición de que ustedes renuncien, real y formalmente, a todo lo que no es vuestra experiencia. Mientras ustedes adhieran a la experiencia de otro, ustedes no son Libres, Mientras sigan a quien sea, no son Libres. La única Libertad, es realizar lo que ustedes Son solos, y en esa soledad, hay el Mundo entero, las Dimensiones en su totalidad, y el Amor más puro, el más Absoluto, el más Vibral, que ustedes no han parado de Ser nunca. Así por tanto, como les dice BIDI, se trata simplemente de un punto de vista. O el punto de vista se expresa a través del cuerpo y de la personalidad, y eso da lo que se llama el ego. O se ejerce a través del acceso a la impermanencia del Sí, a la inmanencia del Sí, a la no separación de la Conciencia unificada (llamada Unidad, o Sí, o Yo Soy), que es ya, desde luego, para el que no lo vive, un objetivo que podría calificar de mágico o de magnífico (pero eso no es, en ningún caso, una finalidad).
Mientras exista este apego al Sí, el principio de encierro está siempre presente. Hay, de algún modo, la vivencia de la Conciencia Vibral de la Unidad: la Conciencia percibe, en ese momento, que no está separada, como ella lo creía dentro del ego. Percibe las ondas, percibe las energías, percibe la apertura de los centros energéticos, realiza el Sí, pero sin embargo, eso no es la finalidad. El peligro, es efectivamente, detenerse en ese nivel, y construir las nuevas leyes que encierran, resultantes de la observación y de la percepción misma de ese nivel de Conciencia. Este nivel de Conciencia no es más que un estrato de lo que ustedes Son, incluso si aparece como más amplio, y mucho más logrado y luminoso que el que cae bajo vuestros sentidos habituales, no es en nada la Verdad. No es en nada una finalidad, en la medida donde nunca hubo salida y nunca hubo llegada.
Extraerse de eso, es ya mirar eso. No con juicio, no con desdén, sino aceptar la eventualidad que eso es solo transitorio. Les toca a ustedes (y una vez más, a ustedes solos), les corresponde liberarse del conjunto de lo que los limita en el encierro. Ahora bien, ustedes saben muy bien, que no lo pueden por la ley misma de la acción-reacción. Y ahí reside la más grande de las ilusiones, que ha sido de hacerles creer que resolviendo las consecuencias de todas vuestras acciones pasadas, irían a poder liberarse de esas acciones pasadas: no existe ninguna liberación posible dentro del encierro, porque ¿cómo imaginar que la menor de las acciones que ustedes hubieran creado, hace un tiempo muy antiguo (en la linealidad del tiempo), llegaría a solucionarse? ¿Cómo el conjunto de las acciones que ustedes han llevado podría, un día solucionarse? La red está tan bien hecha, y tan compleja, que no existe ningún medio de deshacer el ovillo, mientras ustedes se dirijan a la conciencia del ego, como a la Conciencia del Sí.
Este apego al Sí representa, de algún modo, un cerrojo, y es el cerrojo del ego espiritual. Yo digo bien ego espiritual, y no orgullo espiritual. El ego espiritual consiste, simplemente, en tener una persona, que ha vivido el acceso a una Vibración particular, ha contactado la energía particular que llega sobre la Tierra desde una treintena de años. Esta época de 30 años ha sido ampliamente anticipada, y encerrojada, aquí también, por los que han creado las enseñanzas, dichas espirituales, del alma. De manera de evitar, justamente, que el ser humano encuentre su Libertad, generalmente, y muy a su pesar, sin saberlo ellos mismos: no hay nada peor que un tuerto que guía a un ciego. Ahora bien, esos seres son tuertos. Yo no hablo de la visión de los ojos, sino hablo de la Visión del Corazón, de la Visión real de lo que es el Amor, para la Vivencia del Amor, y la Esencia del Amor. Desde luego, existen principios de humanismo. Desde luego, existe, realmente, una voluntad de servir, de esas conciencias, como de las conciencias humanas que adhieren a esos principios y esas leyes de evolución. Y además, es extremadamente seductor y fascinante dar vuelta la vida (cuando la vida de un individuo se da vuelta) de su pequeña persona hacia el conjunto de sus Hermanos y de sus Hermanas. Y eso, por supuesto, es ya un primer paso. Pero no consideren nunca ese primer paso como el Último porque de hecho, y en Realidad, no existe ningún paso. Excepto los Velos que ustedes se pusieron, que han sido puestos, por la proyección de la conciencia, del conjunto de las conciencias, dentro de un sueño común.
Es la participación en ese sueño común que da la ilusión de una sustancia, la ilusión de una realidad, y la ilusión de una evolución. Mientras ustedes no estén Liberados de esta manera de ver, no podrán acceder a la Liberación del Sí dentro del Absoluto. Hay que, efectivamente, Abandonar el Sí. Hay que, efectivamente, una vez que el Yo soy está realizado, ir más allá del Yo Soy. Como se los diría BIDI, hay que constatar que el Yo Soy se inscribe en el cuerpo donde ustedes están, en la conciencia donde ustedes estaban antes, que amplía vuestro punto de vista (que les da a vivir la no separación, la Unidad, el Yo Soy, la Alegría), pero eso no es, en ningún caso, una finalidad. Como ustedes lo saben, el conjunto de la Tierra será Liberado, pero las condiciones de las creencias que ustedes mantengan, al momento de la Liberación, serán (de algún modo) condicionantes para un eventual Devenir, o una eventual Destino. O, en todo caso, si puedo expresarme así, para ser Libre, totalmente o no. Existe pues una manera de proceder. Eso les ha sido comunicado, de manera extremadamente precisa, por BIDI, y concierne el principio de la pesquisa y de la Refutación.
Entonces, en esta fase, ustedes constatan que algunos de ustedes han tocado la Última Presencia, otros han tocado el Absoluto (si se puede expresar así) y otros parecen, una vez más, fijados en este apego al Sí. Este es el cerrojo del ego espiritual. Lo que yo puedo volver a añadir a eso, es que hay efectivamente, más allá de los miedos, un apego, más allá de vuestra forma, a la existencia dentro de una forma. Es, en efecto, extremadamente difícil, incluso imposible, concebir existir fuera de una forma, como fuera de un tiempo y de un espacio: solo el Absoluto se los revela. Ahora bien, vivir El Absoluto no es un Pasaje. Vivir Absoluto, es refutar todo lo que no es la Verdad Absoluta. Eso pasa pues por la eliminación de todas las verdades relativas. Eso pasa pues por el cese de la acción-reacción, incluso en vuestra vida ordinaria. Es decir no reaccionar. Es decir actuar estando desapegado de todo fruto de esta acción, estando desapegado de toda eventualidad de reacción.
Eso va a poner, de algún modo, las bases de vuestra propia Liberación. Mientras estén sometidos a una enseñanza, mientras no vivan ustedes mismos los efectos, a nivel Vibratorio (cualesquiera sean las energías que se manifiesten), ustedes no pueden pretender la Libertad. Hace muy pocos días, otro Anciano les dio los elementos que corresponden, yo diría, como él lo ha dicho, a los síntomas y signos que acompañan el Pasaje en Última Presencia, que prefigura, de algún modo, el Absoluto (ndr: ver la intervención de SRI AUROBINDO del 22 agosto 2012). El apego a una forma, cualquiera sea, deriva directamente del encierro vivido dentro de este mundo, y dentro de las esferas nombradas astrales, del otro lado de lo que es nombrado la muerte. Pero ni la vida, ni la muerte, son la Verdad. Ustedes Son Absoluto, no existe ni vida, ni muerte. Existe simplemente el Amor, dentro del Absoluto que Es (si se lo puede expresar así) la verdadera Vida. No hay nada que mejorar, creerlo es ya una creencia. Incluso si existe, efectivamente, dentro de la personalidad como dentro del Sí, una especie de gradación, de mejora y de amplificación, que hace creer que la finalidad se encuentra a ese nivel: eso es estrictamente imposible. El apego al Sí, más allá de todo miedo presente dentro de la personalidad, representa pues ese cerrojo del ego espiritual, que es una Última etapa. Que es un Renunciamiento: cualesquiera sean las palabras que han sido empleadas (sea el Sacrificio, la Resurrección, el Renunciamiento), no hay otra manera más de percibir claramente que el Yo Soy no es en ningún caso el Último. El Yo Soy es la prefiguración, el Yo Soy es la penúltima manifestación. Mientras que el Yo Soy no es rechazado, en sentido simbólico, mientras que es percibido como la identidad última, se les hace exactamente según vuestra Conciencia: es decir que ustedes no pueden pasar del otro lado de todo Velo, y de toda ignorancia.
Todo sistema de conocimiento, cualquiera sea, y eso ha sido muy ampliamente explicitado por el Arcángel JOFIEL en vuestro año 2008 (ndr: intervenciones consultables en la rúbrica “mensajes para leer”), es para tomar con pinzas, y debe ser experimentado, y al final, rechazado. Todo lo que nosotros les hemos dado (el conjunto de las Vibraciones, el conjunto de los Yogas, el conjunto de las informaciones) no tenía más que ese solo objetivo: llevarlos a ese punto, ese punto que ha comenzado a despertarse a principio de este año. Ustedes están en el momento donde la Tierra, que vive su Liberación, debe vivir las consecuencias de su propia Liberación, que es su Traslación Dimensional. Esta Traslación Dimensional es también la vuestra. Si ustedes aceptan que no puede existir la menor solución de continuidad entre la personalidad, el Yo Soy, este mundo, el mundo astral, y el nuevo mundo. No es un Pasaje, es (como eso les ha sido explicado) una Transubstanciación. Se puede comparar eso con una banda de frecuencias: ustedes evolucionan en una banda de frecuencias, la próxima banda de frecuencia no es en absoluto superponible a la antigua banda de frecuencias. No hay solución de continuidad. No hay superposición, no hay Pasaje, en el sentido donde se puede entenderlo, como una continuidad: hay una desaparición, y reaparición. Mientras eso no es concientizado, mientras eso no es realizado, por el acceso al Absoluto, no puede haber más que creencia en un mundo mejor, creencia en un mundo donde todo va a continuar, de manera más ligera. Que eso sea sobre los otros Planos, eso no puede existir.
Toda forma, a nivel de los Mundos Unificados multidimensionales, nunca es fija. La Conciencia (como nosotros se los hemos dicho) nunca está localizada, de manera formal, dentro de una forma, dentro de un tiempo, dentro de una Dimensión, sino se expresa, de manera conjunta, en el conjunto de las Dimensiones. ¿Pueden decir ustedes, sobre este mundo, que eso es posible? ¿Pueden decir ustedes que los que les han puesto los preceptos de ciertas enseñanzas, concernientes a las leyes del alma, les han hablado de este acceso multidimensional? No, son efectivamente fijas en una forma. Nosotros, Ancianos, no estamos en absoluto fijos en la menor forma. Sin entrar en los detalles, la manera en la que nosotros nos expresamos, hoy, incluso si existe una Nave de los Ancianos, corresponde a un mecanismo que está directamente unido, a lo que yo nombraría la ultra-temporalidad. Es decir la capacidad de estar presente en este tiempo, como en otros tiempos, no teniendo ninguna solución de continuidad, en nuestro espacio como en vuestro espacio (y eso, de manera cada vez más cercana, perceptible por vuestro Canal Marial). Pero sin embargo, nosotros no buscamos venderles ninguna organización, ninguna jerarquía, ninguna estructuración, dentro de no importa qué mundo. Los llamamos, y eso, cada vez más a menudo (después de una etapa, yo diría, de formación Vibratoria), a ser lo que ustedes Son. Más allá de toda autoridad, más allá de todo condicionamiento, más allá de toda proyección, y de toda idea preconcebida sobre lo que ustedes Son. Los llamamos pues a la Libertad, y ciertamente no al conocimiento de la personalidad, y ciertamente no al conocimiento de lo que es nombrado la energía, o toda otra cosa. Hemos atraído simplemente vuestra atención sobre los Puntos de contacto que se han desplegado, al mismo tiempo, entre este cuerpo que ustedes habitan y el Cuerpo de Êtreté (ndr: evocados en la rúbrica “protocolos”).
Hoy, a la hora donde un cierto número de elementos del Cielo y de la Tierra se conjugan, en ustedes, como en la superficie de este mundo, como dentro del mundo astral, es tiempo de realizar lo que ustedes Son, más allá de toda Realización de la persona, y más allá de todo Sí. Vivir el Manto Azul de la Gracia, vivir el Canal Marial, y sobre todo, vivir la Onda de Vida, son los elementos formales que les permiten identificar vuestra Liberación en curso. Más allá de la personalidad, si ustedes viven el Sí (manifestado, yo les recuerdo, por la Alegría, por el Fuego del Corazón o las Coronas Radiantes del Corazón y de la cabeza, y eventualmente por el despertar de la Kundalini), mientras el Canal del Éter, por la Onda de Vida, no ha sido tapizado de Partículas de la Onda de Vida (que son también las Partículas Adamantinas, en efecto un poco diferentes), ustedes no pueden ser Liberados y no pueden vivir la Liberación antes del momento de la Liberación final de la Tierra. Sin embargo basta con estar en vuestra conciencia (que esta sea a nivel de la personalidad, o instalada en el seno del Sí) para que haya la eventualidad y la posibilidad, sin buscarla, de Ser realmente lo que nosotros les decimos, es decir Absoluto.
Existe pues una Última Revolución de vuestra Conciencia que efectuar. Que eso, ustedes lo llamen Abandono del Sí, o apego al Sí, eso les muestra simplemente, mientras ustedes no son Absoluto, lo que se desarrolla dentro de vuestra persona, como del Sí, que no es nada más que la adhesión a creencias caducas, que no tienen ningún sentido para lo que ustedes Son, en la Eternidad, es decir Absoluto. Yo los invito pues a hacerse la pregunta, no de creer o no creer, sino de realizar, según el lugar donde ustedes están, a qué adhieren ustedes. ¿Adhieren a un principio de Libertad? ¿Adhieren a un principio de evolución? ¿Adhieren a los lazos familiares, o adhieren a vuestros Linajes Estelares? ¿Adhieren al miedo, o adhieren al Amor? ¿Adhieren al condicionamiento? ¿O adhieren a lo que es no condicionado, y no nacido? De ahí, derivará la vivencia, o no, de lo que ustedes Son, en Verdad, más allá de toda finalidad, y que siempre han Sido.
Mientras consideren, en la más pequeña parcela de vuestra conciencia (que sea del Sí o personal), que hay algo que mejorar, mientras consideren que hay algo que cambiar, que pone una distancia entre lo que ustedes Son y lo que ustedes proyectan ser, están sometidos a las leyes del encierro. Así pues, si son capaces, en el espacio de un instante, de detener todo principio de creencia, todo principio de adhesión a cualquier ley que sea, si son capaces, en el tiempo de un instante, de no estar sometidos al pasado y al futuro, y todavía menos al tiempo presente, a extraerse de toda definición (temporal, espacial, corporal, de alma, o de cualquier otra), la pérdida total de toda identidad y de toda identificación los haría vivir, de manera instantánea, lo que ustedes Son, más allá de todo Velo y de toda Ilusión. Basta para eso, aceptar la eventualidad. Basta para eso, hacer callar todas las señas y señales, que vienen de la persona como del alma. Es a lo que nosotros los habíamos invitado, durante estos años. Es a lo que la Tierra los va a invitar también, de manera mucho más persuasiva que las simples palabras, o las simples Vibraciones que llegan de la Luz Supramental o del Núcleo de la Tierra.
Así pues, si yo les digo: “¿están ustedes listos?”, no es cuestión de alguna preparación, sino de un estado de Ser más allá de todo ser, de toda persona, de toda identidad, de toda causalidad y de toda evolución. Si llegan a de-situarse, a de-localizarse, aunque fuera en la conciencia y en el mental, en el Sí como en la personalidad, no hay ninguna duda que, de manera extremadamente rápida, yo diría incluso brutal, ustedes encontrarán la naturaleza profunda, real y auténtica, de lo que ustedes Son, más allá de toda apariencia, de toda evolución, de toda alma y de todo cuerpo.
He aquí lo que tenía para transmitir, que no hace, después de todo, más que reforzar (yo lo espero) todo lo que ha podido ser dicho, durante estos años. Si existe en ustedes interrogaciones, preguntas con respecto a esto, complementarias, deseo entretenerme con ustedes, con gran placer.
No tenemos preguntas, le agradecemos.
Hermanos y Hermanas, yo les rindo Gracia por vuestra escucha condescendiente. Les propongo un momento de Fusión con el Doble Ki-Ris-Ti, y les rindo Gracia, una vez más, por vuestra escucha.
… Compartiendo el Don de la Gracia…
Yo les digo hasta pronto.
Desde luego, hay una propensión, en el ser humano, a someterse siempre a una autoridad. Y eso se manifiesta desde el nacimiento, a través del modelo educativo parental, y además escolar, a continuación. Y esto continúa, desde luego, a través del principio de aprendizaje, a través del principio de educación, donde hay un maestro, después los profesores. Y el conjunto de la sociedad está pues construida según un principio piramidal, que yo nombré principio de organización (ndr: ver su intervención del 20 agosto 2012), donde obedecen un cierto número de estrategias, donde existe siempre un ser humano, consciente, que se supone ser vuestro superior, por su conocimiento, por su iniciación, por su espiritualidad, o de manera muy legal. Este principio de autoridad es un principio jerárquico piramidal. Mientras ustedes consideren que existe un maestro, cualquiera sea, están sometidos a esta autoridad, lo quieran o no. Hace algunas semanas, hemos hablado de las líneas de fuerza que drenaban, literalmente, la energía vital de los cuerpos y de las almas, en beneficio de los que les presentan esas leyes sociales, esas leyes espirituales, vuestro superior jerárquico (ndr: sus intervenciones del 20 y 24 agosto 2012). Y eso va muy lejos, puesto que concierne (yo diría) al conjunto de las relaciones humanas, que se escapan, por el instante, más allá del simple reconocimiento, de la simple comunicación o de la simple relación.
El problema de la libertad, es que no existe ninguna Libertad dentro de lo conocido: esta libertad se expresa dentro de un marco preciso, cualquiera sea el marco, sea familiar, social, e incluso espiritual. Mientras que exista un marco, ustedes no pueden pretender la Libertad. Esta libertad está condicionada al marco, puesto que ella no puede manifestarse más que al interior de ese marco, y exclusivamente, al interior de ese marco. Si ustedes miran, realmente, la estructura de la sociedad, si ustedes miran, realmente, la estructura de la religión, la estructura de todo grupo social, ese principio jerárquico está omnipresente. Entonces, desde luego, a nivel espiritual, hay una palabra que va a regresar todo el tiempo, es la palabra amor. Y desde luego, este amor está puesto como dogma, está puesto como conducta, como manifestación de un cierto número de elementos, que van, de algún modo, a oponerse al principio de la personalidad. Y así se pone en marcha todo un principio de culpabilidad, con respecto a vuestra personalidad, y con respecto a lo que sería deseable de cambiar, para volverse un ser de amor y un ser ascendido, y si es posible, un maestro. Tomar el lugar del maestro. Y eso les es presentado como una evolución totalmente normal, sin que nadie pueda aportarles la prueba más formal que eso exista, y que eso los conduzca o eso pretenda conducirlos.
Desde luego, existen leyes sociales, energéticas, afectivas, de creencias y de fe, que van (en una cierta medida) a permitirles vivir algunos elementos, que van a hacerles aparecer los muros de la prisión un poco más lejos de lo que son, en realidad, y darles la impresión de una ampliación de la conciencia. Mientras ustedes estén sometidos a un principio de autoridad exterior, mientras estén sometidos a una creencia (incluso si ésta es perfectamente estructurada, y sobre todo en el plano espiritual), mientras que ustedes estén sometidos a una autoridad exterior a lo que ustedes Son, en Verdad, no pueden pretender ninguna Libertad. La estratagema está muy bien hecha. Va a consistir en hablarles de amor y de luz, y alimentar, de algún modo, vuestra alma, dándoles las leyes de evolución del alma dentro de la personalidad: eso se llama el karma. Pero yo espero que ustedes comprendan y acepten, hoy, que el karma no concierne más que la personalidad, que se reencarna de vida en vida, incluso si ella no tiene el recuerdo, incluso si ella no tiene la presciencia.
Así va este mundo, donde todos los principios de organización, de estructuración y de evolución, les son, de algún modo, vendidos como ineluctables, inexorables. Y donde la persona no podría, en cierta manera, transgredir esas leyes, que han sido establecidas por “yo no sé quién”. Mientras ustedes estén sometidos a eso, en ustedes no se puede plantear la interrogación última, no se puede plantear, en ustedes, la necesidad de Libertad, la sed de Libertad. ¿Qué haría que un sistema social, espiritual, organizacional, o incluso ligado a la encarnación, sería limitado, en el Conocimiento espontáneo de lo que existe del otro lado, en lo que existe más allá de los mundos de la encarnación? Desde luego, nadie puede responder a esta pregunta. En toda lógica, se los hace tentar con un amor (para mañana), se los hace tentar con el karma (que hay que mejorar), y se los hace tentar con que el ser humano es imperfecto, que el ser humano debe cambiar, si quiere esperar un mundo mejor y vivir de manera mejor. Pero ¿quién, entre estas enseñanzas, entre estas creencias, les habla del Mundo de más allá? Si no es más que en palabras cubiertas, como por ejemplo lo hizo El CRISTO, como por ejemplo hizo Buda, o todavía, algunas enseñanzas tradicionales (que ustedes encuentran, por ejemplo, y eso no es más que uno solo, entre los sufís). Mientras exista el menor principio de autoridad, mientras exista la menor sumisión a un dogma, mientras exista la necesidad de ajustarse a un modelo creado por el hombre, o de someterse a una “autoridad” dicha espiritual, ustedes no pueden experimentar, de ninguna manera, lo que ustedes Son, en Verdad, más allá de todo encierro ligado al cuerpo, al alma, o a toda otra esfera de vida que pueda serles conocida.
Hay que por tanto de algún modo, plantear el principio del encierro. Tienen que aceptar, por tanto, ver este encierro. No para describir los mecanismos, no para esperar poder pelearse con las razones y las consecuencias, sino más bien, para ver las cosas tal como ellas son. Ha existido, por el mundo, y por todas las culturas y tradiciones, un cierto número de seres que han tenido acceso a la Luz, más allá de toda organización, más allá de toda jerarquización, lo que es llamado Absoluto. En efecto, eso es en número mucho más restringido que los que han podido vivir un acceso a lo que nosotros nombrados, con ustedes: El Sí, y el Yo Soy. El apego al Sí, es justamente, lo que ha conducido a este principio de falsificación de un cierto número de seres, que se han mantenido en las franjas superiores del astral, estando persuadidos de haber llegado, ellos mismos, a la Liberación. Ahora bien, la Liberación, desde el instante donde ustedes dejan este mundo, no puede ser sujetada a ninguna limitación, a ninguna forma, y ninguna imperfección. ¿Qué hace por tanto que esos seres (habiendo vivido, realmente, los procesos energéticos, los procesos de Conciencia, durante su encarnación) se hayan encontrado, de algún modo, del otro lado de la encarnación, estructurando los acontecimientos, estructurando las ciudades, estructurando los mundos? Quienes, ellos también, presentan sus propias leyes, sus propias reglas, y donde existe una sujeción a una forma (incluso si esta forma es libre, mucho menos densa que la vuestra). ¿Qué explica que los seres y las conciencias, humanas, hayan podido encontrarse fijadas, de algún modo, dentro de un modelo evolutivo que es, después de todo, superponible y similar a lo que sucede sobre la Tierra (en efecto, más ligero)? Muy simplemente, lo que yo nombré: el apego al Sí.
La Realización del Sí, la abertura de lo que he nombrado los chakras (y en particular, lo que es nombrado el 3er. Ojo, lo que es nombrado el despertar de la Kundalini) los lanza inmediatamente en un universo extremadamente colorido, cuyas descripciones han sido muy numerosas. Les dan a encontrar seres, les dan a encontrar algunas conciencias. Les dan las referencias, donde aparecen luces, esas luces que son emanadas al exterior de los seres, como, además, son representados en la mayoría de las imágenes, dibujos o pinturas, han sido realizadas por los que han estado en contacto con ellos. Ellos les presentan por tanto los seres, que serían portadores de virtudes, de funciones, de rayos, y que administrarían, en algún lugar, la vida sobre la Tierra, y dirigirían la evolución sobre la Tierra, hacia una mejor, hacia una civilización del amor, una civilización donde todas las reglas serían armoniosas, y donde todos los sufrimientos de la Tierra serían mejorados, incluso habrían desaparecido. Pero en ningún momento, una vez más, esos seres son capaces de definirles lo que sea, más allá de sus propias esferas de elección que se sitúan pues en las partes más altas del astral. Este era el caso hasta hace algunos años, hasta el momento donde un cierto principio de Disolución de la matriz astral, permitió limitar esta influencia particular de desviación de la Luz.
La Luz es vuestra naturaleza y vuestra Esencia. Mientras exista un sentimiento de pertenencia a una forma (incluso a través del despertar de la Kundalini, incluso a través de la activación de los chakras), ustedes quedan tributarios de un cierto número de formas, de un cierto número de luces, que, en ningún caso, son la Libertad. Es en ese momento, que es llamado el nivel de los poderes espirituales, que va a manifestarse un cierto número de conciencias (ellas también encerradas) para hacerles adherir, desde luego, a su camino. Hacer adherir a ellos, y hacer adherir a ustedes, a todos los caminos comunes al principio de evolución. Es, en efecto, extremadamente difícil de comprender y de admitir, para un humano en encarnación, que no existe absolutamente ninguna ley de evolución, en la perfección de la Creación (cualesquiera sean las Dimensiones, cualesquiera sean los Universos, y cualesquiera sean los Multiversos).
La ausencia de datos, la ausencia de vivencias de lo que se sitúa más allá de esas esferas, condiciona y encierra al ser humano en un sistema de valores y de creencias que van a llevarlo a intentar mejorarse progresivamente. El objetivo de estas enseñanzas, desde luego, es siempre presentarles la finalidad como si fuera dios, como si fuera el amor, y como si fuera la fraternidad. Existe pues una sensibilidad particular, del ser humano en búsqueda, sobre esta noción de amor, de fraternidad y de evolución. Es muy difícil de aceptar que eso no existe, nunca existió, y no existirá nunca, fuera del espíritu de los que las han concebido. Pero en ningún caso, eso puede corresponder a alguna Libertad, y todavía menos, a alguna Liberación. Cualesquiera sean las leyes observables, cualquiera sea la ilusión del tiempo que se desarrolla sobre este mundo, los que viven el Absoluto pueden decirles: no existe ningún tiempo y ningún espacio. Existen las formas mutables. La Conciencia no tiene que ser atribuida a una forma fija, a un principio de identificación, a un principio de evolución cualquiera: eso corresponde, de manera definitiva, a un encierro.
Entonces, desde luego, mientras yo lo diga, eso no quedará para ustedes, mientras no lo vivan ustedes mismos, en más que una creencia, aquí también. Pero esta creencia es peligrosa, porque ella lleva al humano a hacerse la pregunta de la Libertad, de la Autonomía, de la Liberación de lo conocido, y sobre todo, sobre todo, de encontrarse, realmente, en el Amor. Que no es ni un ideal, ni una proyección, ni una mejora, ni un principio de fraternidad, sino más bien, la naturaleza misma, como ustedes lo saben, de lo que ustedes Son, más allá de toda apariencia, más allá de toda encarnación, y más allá de todo Plano intermedio. ¿Cómo lo que sería perfecto (desde la Esencia, desde la primera manifestación) tendría necesidad de recorrer los mundos de la encarnación, cada vez más denso, cada vez más sufriente, cada vez más separado y dividido, para encontrar, un día, lo que él era, en el punto de partida? ¿Qué sería lo adquirido, con respecto al Absoluto? ¿Qué sería lo adquirido, con respecto a la Luz Vibral? Nadie puede proporcionar respuesta a esta pregunta, por una razón que es muy simple: no la hay. Ustedes Son perfectos, desde el origen. Solo, justamente, la creación de esas leyes, dichas de evolución (reflejos de las creencias de esos dichos individuos que han realizado el Sí), los ha encerrado, de manera todavía más sutil, a nivel espiritual, con respecto a lo que ustedes Son, en Verdad.
El interés no es en absoluto de creer lo que yo les digo, sino más, de verificarlo por ustedes mismos. Ahora bien, esto no puede ser verificable, y esto no se verifica, más que si, antes, ustedes han, por vuestra Atención y vuestra Intención, rechazado lejos de ustedes el conjunto de estas enseñanzas. Solos el Amor, la Humildad, la Simplicidad, la Transparencia, son directamente para hacerles descubrir la Verdad. Todo lo que les es conocido, absolutamente todo lo que les es percibido (sobre este mundo, como sobre los Planos que yo nombré “astral”) no tienen ninguna realidad en el Plano del Absoluto. No existen incluso. No son más que proyecciones de la conciencia: un conjunto de conciencias que habiendo realizado las proyecciones comunes, habiendo imaginado, supuesto, las leyes de evolución que no existen más que en su conciencia. El mundo es perfecto, desde el punto de partida. No hay ni expansión, ni contracción. La ilusión de un movimiento está, justamente, ligada a la ilusión del tiempo en el cual ustedes viven. Desde que la ilusión del tiempo y del movimiento es creada, resulta un principio de distanciación, que va a desembocar, por sí mismo, a la creación de un cierto número de leyes, que no existían antes, que van a reforzar las creencias, reforzar el encierro, y reforzar la ilusión de una evolución, y de un dominio de lo que sea.
Nuestra situación, cuando nosotros nos nombramos Ancianos, o Estrellas, o todavía, los Arcángeles, no es más que una reunión de Conciencias, que tienen por único objetivo favorecer vuestra Libertad, favorecer vuestra Liberación, a fin de hacerlos cesar de creer, o de adherir, a lo que se les puede sugerir. La única manera que nosotros hemos encontrado (que eso sea dentro del Cónclave de los Ancianos y de las Estrellas, que eso sea dentro del Cónclave Arcangélico, como dentro de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres) ha sido llevar vuestra conciencia sobre la noción de Vibración, sobre la noción de Conciencia Vibral, hasta llevarlos al punto que ustedes conocen, que es la Liberación de la Tierra, el nacimiento de una Onda particular, nombrada Onda de Vida. Esta Onda de Vida ha sido descrita, de manera extremadamente velada, en las enseñanzas originales y primordiales, teniendo en cuenta una Onda que se propaga, efectivamente, desde los pies, y que permitía de unirse, de manera definitiva, a la Tierra. No según los principios, viciados y alterados, donde desde que un ser humano quiere escapar del condicionamiento, cualquiera sea, se le dice que no tiene los pies sobre la Tierra: los pies están sobre la Tierra, las Raíces están en el Núcleo Cristalino, y en ninguna otra parte. La recuperación de vuestras verdaderas Raíces los abre al Absoluto, y los hace vivir el Último estado, más allá de todo estado.
Mientras que eso no ha sido concientizado, vivido, y actualizado, ustedes permanecen sometidos al principio del encierro, cualquiera sea su función. El apego al Sí es, por supuesto, hoy (como para esas conciencias que se han encerrado, ellas mismas, dentro de las esferas astrales), el principio más importante que superar y que trascender. El apego al Sí representa lo contrario exactamente del Abandono del Sí. Ha sido explicado, de diferentes maneras, que el apego al Sí, resulta, desde luego, del miedo de la Disolución, del miedo de la pérdida de la conciencia misma (sea a nivel de la personalidad, o del Sí, que ha sido vivido e integrado). La permanencia del Sí, y por tanto el apego al Sí, por sí mismo, va a crear las condiciones propicias a la eclosión de nuevas leyes, como han sido representadas por las enseñanzas que han aparecido a nivel del 20º. Siglo, y de las cuales, por experiencia, yo me desuní extremadamente rápido. Mientras exista, por encima de ustedes, alguien que les diga lo que hay que hacer, para ajustarlos a las leyes que han sido creadas por él mismo, pretextando que han sido creadas por un dios hipotético, eso no haría más que encerrarlos y limitarlos de nuevo, incluso si esta esfera no es únicamente la esfera de vuestra vida, o de vuestra encarnación.
La Libertad y la Autonomía solo pueden encontrarse, y Vivirse, con la condición de que ustedes renuncien, real y formalmente, a todo lo que no es vuestra experiencia. Mientras ustedes adhieran a la experiencia de otro, ustedes no son Libres, Mientras sigan a quien sea, no son Libres. La única Libertad, es realizar lo que ustedes Son solos, y en esa soledad, hay el Mundo entero, las Dimensiones en su totalidad, y el Amor más puro, el más Absoluto, el más Vibral, que ustedes no han parado de Ser nunca. Así por tanto, como les dice BIDI, se trata simplemente de un punto de vista. O el punto de vista se expresa a través del cuerpo y de la personalidad, y eso da lo que se llama el ego. O se ejerce a través del acceso a la impermanencia del Sí, a la inmanencia del Sí, a la no separación de la Conciencia unificada (llamada Unidad, o Sí, o Yo Soy), que es ya, desde luego, para el que no lo vive, un objetivo que podría calificar de mágico o de magnífico (pero eso no es, en ningún caso, una finalidad).
Mientras exista este apego al Sí, el principio de encierro está siempre presente. Hay, de algún modo, la vivencia de la Conciencia Vibral de la Unidad: la Conciencia percibe, en ese momento, que no está separada, como ella lo creía dentro del ego. Percibe las ondas, percibe las energías, percibe la apertura de los centros energéticos, realiza el Sí, pero sin embargo, eso no es la finalidad. El peligro, es efectivamente, detenerse en ese nivel, y construir las nuevas leyes que encierran, resultantes de la observación y de la percepción misma de ese nivel de Conciencia. Este nivel de Conciencia no es más que un estrato de lo que ustedes Son, incluso si aparece como más amplio, y mucho más logrado y luminoso que el que cae bajo vuestros sentidos habituales, no es en nada la Verdad. No es en nada una finalidad, en la medida donde nunca hubo salida y nunca hubo llegada.
Extraerse de eso, es ya mirar eso. No con juicio, no con desdén, sino aceptar la eventualidad que eso es solo transitorio. Les toca a ustedes (y una vez más, a ustedes solos), les corresponde liberarse del conjunto de lo que los limita en el encierro. Ahora bien, ustedes saben muy bien, que no lo pueden por la ley misma de la acción-reacción. Y ahí reside la más grande de las ilusiones, que ha sido de hacerles creer que resolviendo las consecuencias de todas vuestras acciones pasadas, irían a poder liberarse de esas acciones pasadas: no existe ninguna liberación posible dentro del encierro, porque ¿cómo imaginar que la menor de las acciones que ustedes hubieran creado, hace un tiempo muy antiguo (en la linealidad del tiempo), llegaría a solucionarse? ¿Cómo el conjunto de las acciones que ustedes han llevado podría, un día solucionarse? La red está tan bien hecha, y tan compleja, que no existe ningún medio de deshacer el ovillo, mientras ustedes se dirijan a la conciencia del ego, como a la Conciencia del Sí.
Este apego al Sí representa, de algún modo, un cerrojo, y es el cerrojo del ego espiritual. Yo digo bien ego espiritual, y no orgullo espiritual. El ego espiritual consiste, simplemente, en tener una persona, que ha vivido el acceso a una Vibración particular, ha contactado la energía particular que llega sobre la Tierra desde una treintena de años. Esta época de 30 años ha sido ampliamente anticipada, y encerrojada, aquí también, por los que han creado las enseñanzas, dichas espirituales, del alma. De manera de evitar, justamente, que el ser humano encuentre su Libertad, generalmente, y muy a su pesar, sin saberlo ellos mismos: no hay nada peor que un tuerto que guía a un ciego. Ahora bien, esos seres son tuertos. Yo no hablo de la visión de los ojos, sino hablo de la Visión del Corazón, de la Visión real de lo que es el Amor, para la Vivencia del Amor, y la Esencia del Amor. Desde luego, existen principios de humanismo. Desde luego, existe, realmente, una voluntad de servir, de esas conciencias, como de las conciencias humanas que adhieren a esos principios y esas leyes de evolución. Y además, es extremadamente seductor y fascinante dar vuelta la vida (cuando la vida de un individuo se da vuelta) de su pequeña persona hacia el conjunto de sus Hermanos y de sus Hermanas. Y eso, por supuesto, es ya un primer paso. Pero no consideren nunca ese primer paso como el Último porque de hecho, y en Realidad, no existe ningún paso. Excepto los Velos que ustedes se pusieron, que han sido puestos, por la proyección de la conciencia, del conjunto de las conciencias, dentro de un sueño común.
Es la participación en ese sueño común que da la ilusión de una sustancia, la ilusión de una realidad, y la ilusión de una evolución. Mientras ustedes no estén Liberados de esta manera de ver, no podrán acceder a la Liberación del Sí dentro del Absoluto. Hay que, efectivamente, Abandonar el Sí. Hay que, efectivamente, una vez que el Yo soy está realizado, ir más allá del Yo Soy. Como se los diría BIDI, hay que constatar que el Yo Soy se inscribe en el cuerpo donde ustedes están, en la conciencia donde ustedes estaban antes, que amplía vuestro punto de vista (que les da a vivir la no separación, la Unidad, el Yo Soy, la Alegría), pero eso no es, en ningún caso, una finalidad. Como ustedes lo saben, el conjunto de la Tierra será Liberado, pero las condiciones de las creencias que ustedes mantengan, al momento de la Liberación, serán (de algún modo) condicionantes para un eventual Devenir, o una eventual Destino. O, en todo caso, si puedo expresarme así, para ser Libre, totalmente o no. Existe pues una manera de proceder. Eso les ha sido comunicado, de manera extremadamente precisa, por BIDI, y concierne el principio de la pesquisa y de la Refutación.
Entonces, en esta fase, ustedes constatan que algunos de ustedes han tocado la Última Presencia, otros han tocado el Absoluto (si se puede expresar así) y otros parecen, una vez más, fijados en este apego al Sí. Este es el cerrojo del ego espiritual. Lo que yo puedo volver a añadir a eso, es que hay efectivamente, más allá de los miedos, un apego, más allá de vuestra forma, a la existencia dentro de una forma. Es, en efecto, extremadamente difícil, incluso imposible, concebir existir fuera de una forma, como fuera de un tiempo y de un espacio: solo el Absoluto se los revela. Ahora bien, vivir El Absoluto no es un Pasaje. Vivir Absoluto, es refutar todo lo que no es la Verdad Absoluta. Eso pasa pues por la eliminación de todas las verdades relativas. Eso pasa pues por el cese de la acción-reacción, incluso en vuestra vida ordinaria. Es decir no reaccionar. Es decir actuar estando desapegado de todo fruto de esta acción, estando desapegado de toda eventualidad de reacción.
Eso va a poner, de algún modo, las bases de vuestra propia Liberación. Mientras estén sometidos a una enseñanza, mientras no vivan ustedes mismos los efectos, a nivel Vibratorio (cualesquiera sean las energías que se manifiesten), ustedes no pueden pretender la Libertad. Hace muy pocos días, otro Anciano les dio los elementos que corresponden, yo diría, como él lo ha dicho, a los síntomas y signos que acompañan el Pasaje en Última Presencia, que prefigura, de algún modo, el Absoluto (ndr: ver la intervención de SRI AUROBINDO del 22 agosto 2012). El apego a una forma, cualquiera sea, deriva directamente del encierro vivido dentro de este mundo, y dentro de las esferas nombradas astrales, del otro lado de lo que es nombrado la muerte. Pero ni la vida, ni la muerte, son la Verdad. Ustedes Son Absoluto, no existe ni vida, ni muerte. Existe simplemente el Amor, dentro del Absoluto que Es (si se lo puede expresar así) la verdadera Vida. No hay nada que mejorar, creerlo es ya una creencia. Incluso si existe, efectivamente, dentro de la personalidad como dentro del Sí, una especie de gradación, de mejora y de amplificación, que hace creer que la finalidad se encuentra a ese nivel: eso es estrictamente imposible. El apego al Sí, más allá de todo miedo presente dentro de la personalidad, representa pues ese cerrojo del ego espiritual, que es una Última etapa. Que es un Renunciamiento: cualesquiera sean las palabras que han sido empleadas (sea el Sacrificio, la Resurrección, el Renunciamiento), no hay otra manera más de percibir claramente que el Yo Soy no es en ningún caso el Último. El Yo Soy es la prefiguración, el Yo Soy es la penúltima manifestación. Mientras que el Yo Soy no es rechazado, en sentido simbólico, mientras que es percibido como la identidad última, se les hace exactamente según vuestra Conciencia: es decir que ustedes no pueden pasar del otro lado de todo Velo, y de toda ignorancia.
Todo sistema de conocimiento, cualquiera sea, y eso ha sido muy ampliamente explicitado por el Arcángel JOFIEL en vuestro año 2008 (ndr: intervenciones consultables en la rúbrica “mensajes para leer”), es para tomar con pinzas, y debe ser experimentado, y al final, rechazado. Todo lo que nosotros les hemos dado (el conjunto de las Vibraciones, el conjunto de los Yogas, el conjunto de las informaciones) no tenía más que ese solo objetivo: llevarlos a ese punto, ese punto que ha comenzado a despertarse a principio de este año. Ustedes están en el momento donde la Tierra, que vive su Liberación, debe vivir las consecuencias de su propia Liberación, que es su Traslación Dimensional. Esta Traslación Dimensional es también la vuestra. Si ustedes aceptan que no puede existir la menor solución de continuidad entre la personalidad, el Yo Soy, este mundo, el mundo astral, y el nuevo mundo. No es un Pasaje, es (como eso les ha sido explicado) una Transubstanciación. Se puede comparar eso con una banda de frecuencias: ustedes evolucionan en una banda de frecuencias, la próxima banda de frecuencia no es en absoluto superponible a la antigua banda de frecuencias. No hay solución de continuidad. No hay superposición, no hay Pasaje, en el sentido donde se puede entenderlo, como una continuidad: hay una desaparición, y reaparición. Mientras eso no es concientizado, mientras eso no es realizado, por el acceso al Absoluto, no puede haber más que creencia en un mundo mejor, creencia en un mundo donde todo va a continuar, de manera más ligera. Que eso sea sobre los otros Planos, eso no puede existir.
Toda forma, a nivel de los Mundos Unificados multidimensionales, nunca es fija. La Conciencia (como nosotros se los hemos dicho) nunca está localizada, de manera formal, dentro de una forma, dentro de un tiempo, dentro de una Dimensión, sino se expresa, de manera conjunta, en el conjunto de las Dimensiones. ¿Pueden decir ustedes, sobre este mundo, que eso es posible? ¿Pueden decir ustedes que los que les han puesto los preceptos de ciertas enseñanzas, concernientes a las leyes del alma, les han hablado de este acceso multidimensional? No, son efectivamente fijas en una forma. Nosotros, Ancianos, no estamos en absoluto fijos en la menor forma. Sin entrar en los detalles, la manera en la que nosotros nos expresamos, hoy, incluso si existe una Nave de los Ancianos, corresponde a un mecanismo que está directamente unido, a lo que yo nombraría la ultra-temporalidad. Es decir la capacidad de estar presente en este tiempo, como en otros tiempos, no teniendo ninguna solución de continuidad, en nuestro espacio como en vuestro espacio (y eso, de manera cada vez más cercana, perceptible por vuestro Canal Marial). Pero sin embargo, nosotros no buscamos venderles ninguna organización, ninguna jerarquía, ninguna estructuración, dentro de no importa qué mundo. Los llamamos, y eso, cada vez más a menudo (después de una etapa, yo diría, de formación Vibratoria), a ser lo que ustedes Son. Más allá de toda autoridad, más allá de todo condicionamiento, más allá de toda proyección, y de toda idea preconcebida sobre lo que ustedes Son. Los llamamos pues a la Libertad, y ciertamente no al conocimiento de la personalidad, y ciertamente no al conocimiento de lo que es nombrado la energía, o toda otra cosa. Hemos atraído simplemente vuestra atención sobre los Puntos de contacto que se han desplegado, al mismo tiempo, entre este cuerpo que ustedes habitan y el Cuerpo de Êtreté (ndr: evocados en la rúbrica “protocolos”).
Hoy, a la hora donde un cierto número de elementos del Cielo y de la Tierra se conjugan, en ustedes, como en la superficie de este mundo, como dentro del mundo astral, es tiempo de realizar lo que ustedes Son, más allá de toda Realización de la persona, y más allá de todo Sí. Vivir el Manto Azul de la Gracia, vivir el Canal Marial, y sobre todo, vivir la Onda de Vida, son los elementos formales que les permiten identificar vuestra Liberación en curso. Más allá de la personalidad, si ustedes viven el Sí (manifestado, yo les recuerdo, por la Alegría, por el Fuego del Corazón o las Coronas Radiantes del Corazón y de la cabeza, y eventualmente por el despertar de la Kundalini), mientras el Canal del Éter, por la Onda de Vida, no ha sido tapizado de Partículas de la Onda de Vida (que son también las Partículas Adamantinas, en efecto un poco diferentes), ustedes no pueden ser Liberados y no pueden vivir la Liberación antes del momento de la Liberación final de la Tierra. Sin embargo basta con estar en vuestra conciencia (que esta sea a nivel de la personalidad, o instalada en el seno del Sí) para que haya la eventualidad y la posibilidad, sin buscarla, de Ser realmente lo que nosotros les decimos, es decir Absoluto.
Existe pues una Última Revolución de vuestra Conciencia que efectuar. Que eso, ustedes lo llamen Abandono del Sí, o apego al Sí, eso les muestra simplemente, mientras ustedes no son Absoluto, lo que se desarrolla dentro de vuestra persona, como del Sí, que no es nada más que la adhesión a creencias caducas, que no tienen ningún sentido para lo que ustedes Son, en la Eternidad, es decir Absoluto. Yo los invito pues a hacerse la pregunta, no de creer o no creer, sino de realizar, según el lugar donde ustedes están, a qué adhieren ustedes. ¿Adhieren a un principio de Libertad? ¿Adhieren a un principio de evolución? ¿Adhieren a los lazos familiares, o adhieren a vuestros Linajes Estelares? ¿Adhieren al miedo, o adhieren al Amor? ¿Adhieren al condicionamiento? ¿O adhieren a lo que es no condicionado, y no nacido? De ahí, derivará la vivencia, o no, de lo que ustedes Son, en Verdad, más allá de toda finalidad, y que siempre han Sido.
Mientras consideren, en la más pequeña parcela de vuestra conciencia (que sea del Sí o personal), que hay algo que mejorar, mientras consideren que hay algo que cambiar, que pone una distancia entre lo que ustedes Son y lo que ustedes proyectan ser, están sometidos a las leyes del encierro. Así pues, si son capaces, en el espacio de un instante, de detener todo principio de creencia, todo principio de adhesión a cualquier ley que sea, si son capaces, en el tiempo de un instante, de no estar sometidos al pasado y al futuro, y todavía menos al tiempo presente, a extraerse de toda definición (temporal, espacial, corporal, de alma, o de cualquier otra), la pérdida total de toda identidad y de toda identificación los haría vivir, de manera instantánea, lo que ustedes Son, más allá de todo Velo y de toda Ilusión. Basta para eso, aceptar la eventualidad. Basta para eso, hacer callar todas las señas y señales, que vienen de la persona como del alma. Es a lo que nosotros los habíamos invitado, durante estos años. Es a lo que la Tierra los va a invitar también, de manera mucho más persuasiva que las simples palabras, o las simples Vibraciones que llegan de la Luz Supramental o del Núcleo de la Tierra.
Así pues, si yo les digo: “¿están ustedes listos?”, no es cuestión de alguna preparación, sino de un estado de Ser más allá de todo ser, de toda persona, de toda identidad, de toda causalidad y de toda evolución. Si llegan a de-situarse, a de-localizarse, aunque fuera en la conciencia y en el mental, en el Sí como en la personalidad, no hay ninguna duda que, de manera extremadamente rápida, yo diría incluso brutal, ustedes encontrarán la naturaleza profunda, real y auténtica, de lo que ustedes Son, más allá de toda apariencia, de toda evolución, de toda alma y de todo cuerpo.
He aquí lo que tenía para transmitir, que no hace, después de todo, más que reforzar (yo lo espero) todo lo que ha podido ser dicho, durante estos años. Si existe en ustedes interrogaciones, preguntas con respecto a esto, complementarias, deseo entretenerme con ustedes, con gran placer.
No tenemos preguntas, le agradecemos.
Hermanos y Hermanas, yo les rindo Gracia por vuestra escucha condescendiente. Les propongo un momento de Fusión con el Doble Ki-Ris-Ti, y les rindo Gracia, una vez más, por vuestra escucha.
… Compartiendo el Don de la Gracia…
Yo les digo hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario