Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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AUDIO
Cuestión: ¿cuál es la diferencia
entre la guía y la telepatía?
La guía es diferente de la
telepatía. Cuando hablas de telepatía, mencionas necesariamente a una emisora y
a un receptor, mientras que la guía menciona un confianza pero hacia la Unidad , hacia tu Presencia
consciente. La confianza y la guía son las dos palabras más adaptadas para
definir y entender lo que quieres decir. La mejor guía y confianza no está,
aunque eso es útil, en la comunicación con otra entidad, incluso un Ángel
Encargado. La mejor confianza y guía es la que viene de tus propias
profundidades como un acuerdo, como una verdad experimentada profundamente y
que procura aún más un estado de alineación, de certeza, independientemente de
todo concepto de juicio o percepción intelectual pero que es verdaderamente
como una evidencia. La confianza es una evidencia. Eso forma parte del
aprendizaje, de la experiencia.
Cuestión: ¿experimento tensiones en
el cuerpo, cómo ayudarme a liberarme?
Continuando sobre un concepto muy general que no te es específico, las
tensiones del cuerpo son tensiones que vienen, obviamente, por otra parte. La
otra parte no es otra parte de ti sino un plano mucho más sutil. Las tensiones
expresando una divergencia por relación a la alineación. Estas tensiones toman a menudo su fuente en
otra parte temporal que no concierne al tiempo que ustedes llaman “presente”,
el tiempo del instante. Sin embargo la naturaleza humana está de esta manera hecha que el tiempo pasado se
imprime en vuestro tiempo presente y bien a menudo sobre su tiempo futuro. Eso viene de una forma de incapacidad a
conectarse a vuestro presente y a vuestra Presencia. Si ustedes se conectan a su presente y a su
Presencia, la influencia de su pasado no puede perturbar su presente. Lo que los mantiene en la ilusión de la Presencia de este tiempo
pasado no es más que los apegos creados por ustedes mismos, por las razones que
les son propias pero que no son nunca las buenas razones. La capacidad para volver a entrar en el
presente y en vuestra Presencia es la clave de la desaparición de sus tensiones
proviniendo de vuestra historia y de vuestra leyenda personal. Están, la
mayoría, por lo que son y por el mundo en el cual evolucionan, apegados a
vuestra leyenda personal. La leyenda no
es más que una leyenda. Ella pertenece a
un tiempo que no existe más y que por lo tanto se manifiesta en vuestro
presente. Lo que significa, actualmente, que no están totalmente en vuestro
presente porque estando totalmente en vuestro presente, la Presencia se revela y no
puede ocasionar la tensión. El problema
es que ciertas de vuestras herramientas que les han servido para desplazarse y
para evolucionar en el mundo en el cual viven, pasan a ser, en el momento donde
se inclinan sobre vuestra espiritualidad y vuestra Esencia, los obstáculos,
precisamente a su liberación. El
presente es Presencia. Presencia a sí-mismo y no Presencia a su leyenda o a su
historia, sea ella alegre o difícil. La adhesión a vuestra historia o a vuestra
leyenda los aleja de vuestro presente y de vuestra Presencia.
Pregunta: ¿Cuales son las
herramientas que nos alejan de nuestra presencia?
No son herramientas exteriores, son
sus herramientas para desenvolverse en este mundo, que ustedes han creado para avanzar en este
mundo. Las herramientas siendo concebidas no como exteriores a ustedes sino
interiores a ustedes mismos, es decir la estructura mental, la estructura
emocional, los funcionamientos de la dualidad interior a su propia Presencia en
esta realidad, no las herramientas exteriores.
Lo que ustedes llaman problema, lo que llaman enfermedad, lo que llaman
tensión, son en definitiva el resultante de sus propios compromisos a sus
apegos. Si, por un milagro, por una
experiencia, llegan a vivir el no apego, toda tensión, por lo tanto toda
enfermedad desaparecen instantáneamente.
La enfermedad no es más que la resultante del juego de la dualidad en el
seno mismo de vuestra dualidad. La
enfermedad puede ser de diferente causa pero nunca se ha visto, no han visto
jamás, una enfermedad que pueda estar vinculada, de manera directa, al
presente. Una enfermedad está siempre
inscrita en la trama de vuestra leyenda personal, en un momento dado que no es
el presente. Incluso lo que llaman un accidente, una casualidad, no es en
realidad más que el fruto y un resultado de vuestra propia historia. Pero no
son vuestra historia, no son vuestras experiencias, son más que eso. La limitación
de la encarnación les hace adherirse a una creencia. Algunos llaman eso una matriz, al menos ella
alegre o difícil.
La adhesión en el seno de la cual
evolucionan, a la cual han decidido adherirse.
En esta matriz, ustedes son obligatoriamente el resultado del instante
pasado y no el resultado del momento presente.
La dificultad viene del hecho, cuando, adhiriéndose a esta matriz, han
ocultado el hecho de que no pertenecen a ella.
La matriz se volvió, hasta cierto punto, tan tangible, tan real en vuestra
consciencia (y les garantizo que no existe a partir de un cierto punto de
vista) que les hizo construir y elaborar las estrategias cada vez más
complicadas, cada vez más pesadas correspondiendo al agobio. Han confundido el
agobio y el camino. El agobio, la
densidad, la materialidad mantienen un principio general constante, en vuestra
dimensión que ustedes han llamado acción-reacción. Acción en un sentido implicando
sistemáticamente una reacción, que esta esté en el mismo sentido o en
otro. Mientras funcionan bajo este
principio, siguen siendo parte involucrada de la matriz. No es suficiente, no
adherirse para escaparse, por supuesto, si no salirse sería extremadamente
simple. Así pues, la enfermedad no hace más que ilustrar, en vuestro organismo creado,
la realidad de esta acción-reacción. La
salida de la matriz, la salida de sus enfermedades, la salida de sus tensiones
solo puede realizarse aceptando que la acción-reacción no es ni deseable, ni
imponible, ni incluso una realidad. Es
más bien un cambio de visión, desde un punto de vista más bien una revolución de la consciencia
significando que, para salir de eso, deben colocarse completamente, en plena
consciencia, bajo la influencia de otra ley y de otro mecanismo de
funcionamiento. Sin embargo, el
aprendizaje y la repetición de las experiencias y de vuestras historias
personales a conducido vuestra consciencia incluso a aislarse cada vez más en
el seno de la densidad que viven y de hacerlos adherirse total e
indefectiblemente a esta ilusión.
Pregunta: ¿en ese caso, cual es el
futuro de la terapia en general?
Todo depende del futuro que hayan
elegido a título personal. La terapia,
el acto de curar, implica necesariamente la creencia en la enfermedad. Salir de la enfermedad es pues salir de la
acción-reacción para entrar nuevamente bajo la influencia de otro mecanismo de
funcionamiento, escapando a la trampa de la matriz. Así pues, uno no puede definir una evolución
común del concepto de terapia que solo es función, en definitiva de vuestra propia
elección. La terapia persistirá mientras
que exista la acción-reacción. Ella es
parte predominante de vuestro modo de funcionamiento bajo la influencia de la
matriz. La terapia es por lo tanto, ella
también, un acto de oposición. La
terapia va por lo tanto a oponerse a la enfermedad. Cualquiera que sea su
mecanismo de acción, ella trata de borrar o transcender, poco importa, una
noción de tensión, de sufrimiento o de enfermedad, por la contribución de algo
viniendo a contrapesar una acción. Se
trata siempre pues de una acción-reacción y en consecuencia de un principio
general que causa y que mantiene la dualidad.
Por lo tanto no quiero decir, obviamente, que es necesario dejarse
morir, pero, sin embargo conviene integrar que la terapia participa en el
mantenimiento de la matriz cualquiera que sea la terapia considerada, que esta
pertenezca y obedezca a las leyes de la densidad, como la terapia perteneciendo
a los ámbitos mucho más sutiles.
El resultado todavía es implicar
una reacción por relación a una acción.
La enfermedad pudiendo ser descrita como una acción, la terapia, ella
como una reacción a la acción de manifestar una enfermedad, cualquiera que ella
sea, o una tensión, incluso en el caso de enfermedades que serían causadas por
un factor exterior a ustedes. La
enfermedad implica una reacción. Generalmente, el ser humano concibe la
enfermedad como un factor de rebasamiento o transcendencia. Mencioné anteriormente el concepto del
aguijón. Conviene comprender bien que mientras el aguijón sea necesario para
hacerles avanzar, este existirá. Sin
embargo, la enfermedad permanece permanentemente bajo la influencia de la
acción-reacción.
Pregunta: Incluso si esta terapia
es una radiación de Amor?
En ese momento allí, no es una
terapia. El estado de ser induce un
cambio de paradigma. Este cambio de
paradigma puede tener un efecto que calificarían fácilmente de terapéutico. Sin
embargo, no se trata allí de una reacción, se trata de una transcendencia que
va en el sentido de la salida de la acción-reacción. No hay en absoluto el
mismo efecto de la aplicación del Amor en la desaparición de una
enfermedad. El Amor que implica una
desaparición fuera del espacio tiempo habitual (es decir, instantáneo y no
lineal) de una enfermedad, lo llaman un milagro. El Amor supera su historia personal. La gracia en ese momento, hace posible la
curación. Pero el objetivo del Amor que
se manifiesta, en este momento de esta gracia, no es la curación. La curación
ocurre porque no tiene ya su razón de ser. La enfermedad no tiene ya su razón
de ser. Esto que es otra cosa que
considerar el Amor como un acto de terapia.
Hablar o considerar el Amor o la Ayuda o el Servicio como un acto de terapia es
también una forma de acción/reacción.
Por otra parte, deben diferenciar de manera formal, llamemos eso un
terapeuta que intervendría por amor, por compasión, por sentido de deber o por
sentido del servicio sobre otro ser humano, incluso por los caminos e
inclinaciones que calificaría de espirituales, como el rezo por ejemplo. O,
obviamente, no pasa nada, lo que es totalmente posible, o hay una puesta en
marcha de una forma de curación que sigue una escala de tiempo, en cuyo caso,
no se trata de un milagro sino una vez más de una acción-reacción. Solo la transcendencia de la curación en la
instantaneidad, que llaman milagro, se convierte en ese momento, realmente, en
un acto de Amor.
Pregunta: ¿Qué es lo que puede
ayudarnos a avanzar hacia el abandono sin hacer intervenir el mental?
Avanzar hacia el abandono firma, en
la simple declaración de esta frase, que el enfoque del abandono es
mental. El abandono no está
absolutamente, lo comprendieron, al menos lo espero, en un acto mental. El abandono no puede ser una estrategia que
se elabora o se construye. El abandono se incorpora a eso que he llamado un
umbral de confianza y un umbral de consciencia.
El abandono participa en la salida incluso de vuestra matriz y por lo
tanto la salida de vuestra historia, de vuestra leyenda personal a través de la
acción-reacción y el acceso a lo que llamaría la acción o el estado de
gracia. No hay camino que conduzca al
abandono ya que mientras imaginen un camino ponen una distancia más o menos
larga, más o menos dura a recorrer, para llegar al abandono. El abandono obedece a la noción del umbral. El abandono es una salida, como lo decía, de
vuestra historia personal y por lo tanto una salida de la influencia de vuestro
propio pasado sobre vuestro presente. El
abandono corresponde a volver a entrar en la Presencia. Esta Presencia pueden llamarla
Yo Soy, pueden nombrarla: Radiación, guía, confianza. El abandono no puede construirse. No es un
camino, no es cualquier cosa que se construya, no es cualquier cosa que se
negocia, es algo que se acepta. Se trata de pasar de la acción/reacción así pues del estado de tensión al estado de
abandono que es una relajación. Una
relajación no quiere decir descuido. Una
relajación quiere decir simplemente pasar de la acción/reacción (y por lo tanto
de la tensión implicada incluso por la existencia de la acción/reacción) a la
acción de la gracia es decir por la aceptación de un principio vibratorio de
pasaje, por la conciencia, de un nivel a otro. Concebir el abandono a través de
su comprensión intelectual los aleja, por lo mismo, del abandono. La palabra más justa, o la expresión las más
justa concerniente a la realización de este estado de abandono, consiste en
hablar del umbral de consciencia. Existe en efecto, un instante, este instante
está desapegado del pasado y del futuro. Corresponde a un instante donde
ustedes pasan de lo que llamaría un presente escaso a un presente amplio o, si
lo prefieren, al paro del tiempo tal como ha sido definido por muchos místicos,
al momento de su transcendencia del tiempo y del acceso a su Divinidad. Así
pues, este umbral de consciencia puede, por su parte, ser alcanzado, abordado,
no tanto a través de un camino, no tanto a través de una actitud, no tanto a
través de un mecanismo sino más bien como una salida del tiempo que ocurre en
un momento llamado iluminación o transfiguración. Por otra parte, y a menudo, este instante
privilegiado entre todos, se manifiesta y es manifestado por muchas almas en
peregrinación en este mundo, en los momentos más inesperados. Esos momentos, los más inesperados son
frecuentemente los momentos extremadamente simples. Se trata de momentos donde
la simplicidad de ser toma la delantera sobre la complejidad de vuestra vida y
de vuestra leyenda. Este momento,
localizable entre todos por aquel que lo vive porque define un antes y un
después de, no es similar a nada más, en el sentido donde este momento se
define como una salida del eje lineal del tiempo. Mientras lo busquen, podría decir sin hacer
juego de palabras, que él se aleja de vosotros porque el abandono no es una
búsqueda. Tocar un umbral de consciencia
necesita de un cierto estado. La palabra más adaptada a este estado es el
estado de espontaneidad. Este estado de
espontaneidad corresponde a una acción liberada de toda implicación y de toda
incidencia que la vivencia misma de este instante. No puede por lo tanto ser creado por el
mental. No puede por lo tanto ser
decidido por la intención que es, ella también una tensión, solo puede vivirse
a través de la espontaneidad que es la característica de la salida de la
acción/reacción a fin de entrar en el estado de gracia. El estado de gracia corresponde a un estado
unitario donde la dualidad, obviamente, desaparece totalmente. Es un estado,
localizable, que deja una impresión en sus antecedentes y en vuestra historia
que va a permitir por lo tanto, no por la reminiscencia sino por la instalación
de este momento en la duración, existir permanentemente y de liberarles, a
medida de su propia duración, de la matriz y de la acción-reacción, todo
manteniendo vuestra vida dual. Sin
embargo su leyenda personal, vuestra historia personal, es profundamente
modificada en ese momento. Esto es
realizado por algunas experiencias místicas pero, de manera igualmente lógica,
por la experiencia llamada de muerte inminente, acompañada de los mismos fenómenos
de abandono puesto que en ese momento hay estado de muerte inminente y en
consecuencia abandono de su historia personal y su leyenda persona.
Pregunta: ¿Cómo preparar lo mejor
posible la llegada de un alma que debe encarnarse? Es un objetivo noble el
querer acoger un alma que desea venir en su manifestación. Eso es un papel
atribuido a lo que ustedes llaman algunas entidades maternales
progenitoras. La llegada de un alma se
hace en momentos, privilegiados, como ya se sabe. Estos momentos son en función de algunas
vibraciones y algunas resonancias, independientes de la madre, de la
progenitora e incluso del padre, pero en función de la propia leyenda personal
del alma que debe obedecer a algunos mecanismos precisos, tanto vinculados al
reloj astronómico como a configuraciones particulares. Así pues, no tienen ningún poder para decidir
este momento. El momento en que eso ocurrirá es elegido por el alma y no por el
que llama o desea acoger. Por lo tanto
no hay preparación para eso. La potencia
de su recepción, la potencia de su llamada, incluso si puede parecerles
determinante, no es la condición principal para que esta alma se encarne tal
como lo piensan. Pero solo hay las
consideraciones del reloj del tiempo, del reloj de las firmas planetarias astronómicas
que deciden a fin de permitir y de proporcionar al alma en descenso en vuestra
densidad de pegar su proyecto y su plan
de vida futura con la realidad vibratoria de las configuraciones astronómicas.
En resumen, la encarnación de un alma no depende ni del padre ni de la madre
sino más bien del alma ella misma incluso si un cierto número de resonancias,
que ustedes llaman Kármicas, son necesarias para que un alma venga a encarnarse
en vuestra densidad. Ya que esta alma no
teniendo ninguna relación kármica, así
pues de acción/reacción con ustedes, ella no tendría ninguna razón de encarnar
entre ustedes. Lo que desencadena la
elección de la encarnación es pues una dependencia a la ley de acción-reacción
y nada más.
Pregunta: ¿Los padres pueden a pesar
de todo facilitar su descenso?
Yo rectificaría el descenso por la
caída. La caída de un alma (ya que es más bien de una caída que se trata) no es
un acto feliz sino un acto infeliz para esta alma, incluso si ella lo desea de
todo corazón. Ella viene en un medio ambiente por Amor y para el Amor,
con el fin de suprimir una determinada forma de acción/reacción. Así pues aunque desde su punto de vista (que
solo compromete por otra parte su opinión), el descenso de lo que llaman un
alma (la caída de un alma en un cuerpo en su densidad) es un medio ciertamente
para esta alma de evolucionar y en alguna parte de intentar limitar la
acción/reacción.
Hay pues realmente un concepto
kármico en el sentido a la vez más noble y a la vez el más doloroso en la venida
de las almas sobre la
Tierra. No tienen ustedes ningún medio de favorecer el
descenso de tal o cual alma. Esta, una
vez más, solo hace sus elecciones en función de las circunstancias astronómicas
que van a permitirle ajustar lo mejor posible su proyecto de vida y su leyenda
personal con vuestro propio karma en ustedes. Dicho de otra manera, solo hay
nacimiento kármico, excepto, obviamente, para los muy grandes seres pero que,
en general, no eligen esta vía de la caída en la encarnación sino otros métodos
con el fin de manifestarse en su densidad.
Obviamente, concibo totalmente que
vuestro punto de vista no sea el mismo absolutamente porque para
ustedes, acoger un alma es un acto de Amor.
Diría que es un acto sobre todo kármico y un acto kármico, incluso por
Amor, no es un acto de Amor. Se trata
sistemáticamente de un karma con los padres.
Si no hay karma, no hay nacimiento.
Lo que explica de manera evidente, que la mayoría de los seres
realizados, grandes guías espirituales de este planeta nunca han tenido hijo,
excepto el más grande de ellos, pero por razones que no tienen nada que ver con
cualquier karma.
Pregunta: Es decir ¿cuál y porqué?
El Cristo. La razón es de anclar, en vuestra densidad,
el principio que el mismo ha anclado sobre la Tierra.
Si él no hubiera hecho este anclaje, por una filiación
hereditaria directa, vuestro mundo, tal como lo viven, habría desaparecido
desde hace mucho tiempo. Es mucho más de lo que creen. Era importante debido a
las condiciones históricas de la venida de este ser. Ahora, obviamente, los tiempos no son ya los
mismos y en consecuencia eso no tiene ya la importancia que tenía en ese
momento.
No tenemos más preguntas, les
agradecemos.
Gracias.
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