Original en
francés
www.autresdimensions.com
Canalizado por:
Jean Luc Ayoun
Trascripción: Véronique
Loriot
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Traducción: Hedyn
Núñez
audio
Soy un AMIGO. De
mi Corazón a vuestro Corazón, que el Sí y la Unidad estén entre nosotros, nuestro espacio de
Comunión y de Verdad. El sentido de mi Presencia, en este momento, no está
vinculado, como lo dije aquí hace poco tiempo, a nuevas enseñanzas ya que se
les dio el conjunto de éstas. El tiempo, ahora, si lo han comprendido, a través
de la intervención del Arcángel ANAEL, como de la Estrella GEMA (ver
sus intervenciones de este día), es pues el momento de la instalación del Ser
Interior y de la vivencia de éste. En la Conciencia , esto se traduce en una serie de
elementos que acaban de dárseles. El paso de un estado a otro, ese Pasaje de la Puerta Estrecha ,
permite pasar de una conciencia particular de la energía (llamada el prana) a
otra Conciencia que está en resonancia y constituida también por el Citta.
La luz falsificada es una amputación de la Luz , viviéndose por lo que se
llama los glóbulos de vitalidad, que algunos de
ustedes, en la visión astral, pueden percibir como desplazándose en el
aire, o incluso por la percepción de la circulación de la energía, acompañada
de humores, de emociones, produciéndose a lo largo de circuitos privilegiados,
llamados meridianos o nadis. El plan del Citta (o Supramental, según la
denominación de SRI AUROBINDO) no es más una circulación, sino una Vibración.
Vibración que se propaga y resuena, de parte en parte, sobre trayectos
particulares llamados Senderos de Luz. La mayoría de ellos se les describieron
aquí hace algún tiempo (ver “protocolos a practicarse”). Este Paso del prana al
Citta es pues el establecimiento del Sí.
Más allá de lo que les ha dado la Estrella GEMA ,
procuraré en el espacio de nuestro Corazón, esta noche, expresar una serie de
elementos relativos al Sí mismo (SI). No tanto para darles expresiones o
frases, sino más bien, para aportarles apoyos Vibratorios, al establecimiento
de vuestra Conciencia en las esferas de la Unidad , de manera cada vez más evidente y cada
vez más permanente. Eso me llevará simplemente, a pronunciar algunas frases
inscribiéndose en el establecimiento de esta nueva Conciencia, desbordando en
gran medida el marco de la personalidad y el marco de este mundo, para
instalarse en la totalidad de lo creado y de lo increado, en la totalidad de
los universos y en lo denominado Dimensiones. En mis palabras y mis frases, me
contentaré con una palabra que expresará esta Unidad, este Etreté, este estado
de la
Conciencia Supramental. Esta palabra es la palabra SI mismo o
Interior. SI, que viene a sustituir (sublimar, hasta cierto punto) el yo, el yo
de la personalidad que es una proyección de la conciencia al exterior de
Sí. El SI, siendo una trascendencia del
yo, permitiendo establecerse más allá de los límites de la personalidad, más
allá de los límites del marco de vida que es propio a cada uno, con el fin de
hacerlos penetrar en un territorio común donde no existe ninguna barrera,
ninguna separación, ninguna oposición, ninguna Dualidad.
Cada SI comunica con todos los SI ya que son
el mismo SI, el mismo enlace, enlace de Libertad y Eternidad. Él es júbilo, no
inscrito en un acto (cualquiera que sea) ya que él es acto de Creación
espontánea y Eterna. El SI es Comunión. Comunión no establecida en un
intervalo, sino en la permanencia y la inmanencia. El Sí es Luz ya que el Sí es
Transparencia y la Luz
es Transparencia. El Ser Interior no puede ser reivindicado ni atribuido, ya
que él es la quintaesencia misma del Amor. Al Sí no se le puede limitar, ni
encerrar, ni restringir, ni obligar. El Sí no es una evolución. Él es una
Concientización. Él no debe crearse ya que se crea desde el primer instante, si
es que este primer instante puede establecerse es establecible y reconocible.
El SI no posee
nada, ya que es Don y Restitución, debido a su naturaleza misma de
Transparencia, de Alegría y de Evidencia. El SI
es pleno. Siendo pleno, no se le puede llenar, no se le puede aumentar,
tanto que él no puede ser disminuido, ya que trasciende los límites en todo
mundo limitado. El Sí inmanente y trascendente, es Presente. Su calificativo
es, por otra parte, Presencia. Presencia entendida como inmanencia, permanencia
y Eternidad. No necesita movimiento ya que está por todas partes. No tiene que
desplazarse ya que, allí también, es omnipresente. No se inscribe en ningún
tiempo. No tiene necesidad de movimiento ya que está en todo, Él no tiene
necesidad de desplazarse ya que es omnipresente. Él no se inscribe en ningún
tiempo. Él no se inscribe en ningún tiempo ya que todos los tiempos y todos los
espacios son su naturaleza y su Presencia. Es Vibración. Vibración que no puede
ser medida ya que esta Vibración está más allá de toda medida. Sólo el
encuentro del yo y del SI (Fusión de los Éteres en este cuerpo y en este
tiempo) da un sentido, medible por un lugar y por una duración.
Cuando el SI disuelve el yo, por su revelación
consciente en cuanto a su permanencia y su inmanencia, entonces él ya no puede
ser reivindicado, ya que no hay más identidad posible, en la Ilusión. El SI pone
fin a la Ilusión ,
por la Vibración
y la Presencia. La
Conciencia no es ni el sujeto ni el observador, sino que engloba la misma
realidad en los dos. El SI es la Conciencia. La de lo Ilimitado, de la no
fragmentación, de la no separación, de la no distanciación. El Ser es por lo
tanto Uno, por su Esencia, por su naturaleza, por su manifestación y su no manifestación,
que se inscribe en el mismo marco que no es un marco, ni es un límite. El
SI está Presente, más allá del punto,
más allá de la esfera, ya que no está limitado por ninguna dirección, ningún
tiempo, ningún espacio, ningún Éter. El SI es felicidad porque es plenitud.
El Sí mismo es el conjunto de las respuestas
ya que es la solución. Él es el Sentido que implica, por evidencia, de no
buscar ya ningún sentido ni ninguna dirección, a la vida misma, incluso en la Ilusión. Ya que el SI,
incluso en la Ilusión ,
no participa más en la Ilusión ,
sino la trasciende, la esclarece, la revela. El SI es Alegría y Amor, porque la Esencia misma del Amor, es
la Alegría. El
SI es Luz, por su Transparencia. El Amor es Transparencia, el Amor es
Restitución, Don y nunca puede ser una apropiación, ni cualquier limitación. El
SI es pues Libertad y viene por lo tanto a liberar al yo de sus juegos, de sus
roles, de sus funciones y sus atribuciones, ya que el SI es el conjunto de los
yos, presentes (de manera simultánea e inmanente) en Él. No hay pues más
distancia entre SI y todos los otros yos que son vistos como los yos
potenciales de Sí.
El SI trasciende
los límites de toda comunicación, de toda relación, porque la comunicación y la
relación encierran, mientras el SI libera. Él es Libertad ya que es sobre todo
Verdad, sin explicación, sin pregunta, sin acción/reacción. Se inscribe más
allá de la acción/reacción. Él se inscribe en la acción de Gracia donde todo es
sentido, donde todo es Amor, donde todo es Transparencia y todo es Luz. El SI
no puede manifestar, ni ver la
Sombra (no como una negación, sino como una trascendencia
vinculada a su Presencia).
El SI libera. Hay, por lo tanto en el yo, un
principio cerrado y encerrando. El SI no tiene fronteras. Él no está condicionado
ni es condicionante en cualquier estado, en cualquier tiempo, en cualquier
Dimensión. El SI revela y da Sentido, porque él es Sentido. El SI es pues la Esencia de la Verdad y de la Transparencia. El
SI es la Vibración
presente en el punto, en la esfera y más allá de la esfera. Vivir la Vibración del SI, es no
separar más nada, no excluir más nada, sino volverlo Transparente. Hacer
Transparente no es un juicio, ni una acusación, sino hacer evidente, por la Presencia. El Sí no
puede conocer, ni vivir, restricción. Al estar presente en un cuerpo limitado,
está también presente en lo ilimitado de la FUENTE , de la Luz y las distintas rondas dimensionales.
No puede proyectar alguna cosa, ni lo que sea,
porque, en el sentido de su Presencia, toda proyección cesa. Él es inmanencia,
donde el movimiento en un sentido o en otro no tiene más sentido ya que no
puede vivirse. El SI es Paz porque no es fluctuante. El SI es pues la Esencia de la Presencia , la Esencia de todo, como la Esencia de nada, porque
entre la nada y el todo sólo hay lugar para la duda. El SI afirma y vive porque
esa es su Verdad: que todo es Uno, y porque esa es la única Verdad, no
condicionada por un mundo encerrado, y que encierra, El SI es la Esencia y la naturaleza
misma del ser y de la
Conciencia. Sólo el yo juega a ignorar eso, por ausencia de
Vibración y por falta de Transparencia.
Realizando la Gracia de su Presencia y su
Esencia, el SI no puede en este mundo,
sino manifestar las virtudes cardinales de la Humildad y la Simplicidad. Ya
que, el SI indudablemente, incluso revelado en este mundo, sabe pertinentemente
por Vibración, que todo lo que se da a ver, sentir y manifestar sobre este
mundo, es Ilusión. Que el SI no puede darse a vivir, porque él no puede
vivirse, sino al Interior, ya que cuando el que lo vive, comprende que no hay
nada al exterior. Es una Reversión total de la Conciencia , que ya no
está limitada por una visión (ella misma limitada) ni por un cerebro (él mismo
limitado), sino por la
Conciencia misma, que progresivamente, en la Dimensión de la Presencia y la
inmanencia Interior, asume que él es omnipresente, omnipotente y sin defecto.
El SI no puede ser una reivindicación de lo
que sea. No puede estar encerrado ni condicionado por cualquier inteligencia
humana, o por cualquier creencia. Sólo el yo puede creer que puede descubrir el
SI. Es la ausencia misma de esta reivindicación, porque él Es, a partir del
momento en que cesa la reivindicación que está vinculada a la proyección de una
carencia. Sin reivindicación sin coacción de reivindicación, no puede existir
la carencia, porque la carencia significa la ausencia y el Sí no puede estar
ausente. Él es una Reversión, que hace pasar de lo limitado a lo Ilimitado, de
lo fragmentado a la totalidad. Vivir el SI pone fin, sin buscar nada, a toda
Ilusión: la de controlar a quien quiera que sea o a alguna cosa. Ya que Él no
tiene necesidad de controlar a alguien o a alguna cosa. No tiene nada que
alimentar porque Él es el Todo. EL SI es un llamado: una llamada que no viene
de otra parte que del SI.
Mi Presencia, con
ustedes y en ustedes, la
Presencia de un Arcángel o de cualquier otra Conciencia
Unificada, está desde la
Eternidad , en ustedes. Sólo la mirada de la conciencia del
yo, ve como separados al CRISTO, la
Luz o un Arcángel. Él no se busca puesto que es Evidencia. El
SI no puede definirse, porque él es indefinido e infinito. Sólo el ego y el yo
buscan, en la Ilusión ,
la solución y la mejora. El SI no puede ser mejorado porque en él, no hay nada
que pueda mejorarse, siendo perfecto, desde todo tiempo y todo punto. Sólo el
ego y el yo creen poder mejorar a la personalidad. Ante el SI se detiene todo
yo, cesa toda impaciencia, cesa toda esperanza, incluso, la instalación en la
perpetuidad. El SI es la evidencia misma. En esta evidencia todo está Presente,
todo es pleno ya que todo es Uno. No hay dogma, en el SI. No hay Verdad
revelada. Hay consentimiento a su Verdad. Él emana, en el seno del yo, no por
una transmutación del yo, sino por la cesación, el Abandono y la renuncia del
yo. Ninguna otra cosa puede permitir, al SI, de SER.
Hay pues que vivir y Ser, durante este plazo
de tiempo inscrito en el yo, no en la negación del yo, sino más bien, es
la trascendencia del yo hacia el SI,
Abandonando el yo, renunciando al yo, renunciando al sufrimiento, renunciando a
la Ilusión ,
renunciando a la proyección. Silencio Interior, inmanencia de la Vibración y del Fuego.
Ya que el SI es un Fuego que el yo ve como un fuego destructor, pero que el SI
ve como Fuego del Amor que consume, precisamente, el yo y sus Ilusiones, sus
miedos, sus sufrimientos y sus carencias. El SI es Plenitud porque él no es la
reivindicación, porque él no es la interrogación, porque Él es la inmanencia y
la impermanencia.
El SI
es la Conciencia
que no pertenece a un yo. Él es el Corazón, el Corazón del SI, más allá de la
reflexión en el seno de la
Ilusión. La Luz los llama a todo eso (llamado por el yo: el
tiempo del fin), que no es otro que el renacimiento del tiempo sin fin, en cada
punto, más allá del centro, sino el punto de donde todo procede y a donde todo
vuelve. Porque el centro no está solamente en el centro, sino que él es el
centro, en cada punto, en cada tiempo y en cada Dimensión. La inmanencia es la Verdad. Pasar de la
mirada del ojo a la mirada del Corazón, no es ya observar, ni contemplar,
porque no hay nada exterior a observar ni a contemplar. La mirada del Corazón es, no una mirada (está
más allá de la visión), sino es la evidencia misma de la Transparencia , en la
cual todo se funde y donde todo es Uno.
Mis palabras no
son interpretación, sino Vibración. Ellas son la evidencia Del SI. Que la
imagen se vuelva más poética, y las palabras más poéticas, no cambia en nada la Esencia del SI. El SI por
supuesto, no es una palabra, ni una frase. No está en el principio de adherir a
esto que dije, ni a una Vibración, sino la concientización de que es todo eso.
Pero todo eso no es suficiente para describir lo que no puede describirse,
mientras el yo esté presente, y mientras la Ilusión subsista, de cualquier manera. Vivir el
SI, no es rechazar la vida en el encierro, sino ser consciente de los límites
del encierro, para trascenderlos. El SI no puede ser destrucción de alguna
cosa. Él es Trascendencia de la
Ilusión. No viene a oponerse a la Ilusión. Él no viene a combatir
cualquier cosa, sino simplemente, a revelarse, a establecerse en la Unidad y en el Uno.
Los pocos
elementos que les di, son ante todo, no para reflexionar, no para aceptar o
rechazar, sino a Vibrarse, en vuestra Esencia, dándoles la Vibración que pueda
permitir el pasaje del yo al SI. Y todo eso estando conscientemente, que
ustedes, y sólo ustedes, tienen la clave del SI. Que no hay, efectivamente,
ningún salvador, ningún Dios, ningún principio jerárquico, ninguna Conciencia
superior a cualquier otra Conciencia. Un Arcángel no es superior a un Hombre. La FUENTE no es superior a un
humano, porque un humano es La
FUENTE , con el mismo grado que La FUENTE es un humano. No hay
superposición, no hay jerarquización. Hay inmanencia de cada SI, de cada Conciencia,
para todas las conciencias, cualesquiera que sean. Sólo la separación y la Ilusión de este mundo (que
nosotros los orientales, llamamos Maya) son el obstáculo al SI. El yo debe
convertirse en Don total, renuncia y Abandono. Entonces, el SI se devela y se
instala. No hay pues nada a hacer, nada a querer, nada a proyectar, solamente
Ser. Ya que SI no es solo. El SI es el Todo.
Mis palabras deben
ser Vibración, permitiendo Comunión y Gracia, por ustedes mismos, para yo no
estar considerado, ni ser considerado, como exterior o como en otra parte. En
el SI, no hay nada de exterior, no hay otra parte, no hay ayer, ni hay mañana.
Hay solamente, como diría un Arcángel: HIC Y NUNC. Y eso, por supuesto, no es
tributario de ninguna de las circunstancias de la Ilusión. El único
elemento que sea tributario de la
Ilusión , es el momento preciso en que la Ilusión decida disolverse
por sí misma, ante la evidencia de la
Luz y de la
Presencia desplegada. Mis palabras no requieren otras
palabras, ni llaman tampoco a la confrontación. No hay nada a adherir o
rechazar, hay exactamente que manifestarlo, hasta cierto punto. El SI es Uno,
repito, más allá de todo dogma, de toda creencia, de toda Ilusión, de todo
encierro y de toda energía. El sentido mismo de la Fusión de los Éteres, en
este cuerpo mismo, en el SI encontrando su integridad. Estén atentos, en la Intención justa, en la
acción desprovista de reacción. Entonces, las circunstancias de este mundo
actual (en vuestros términos) serán el justo medio de instalarles en el SI. El
SI no tiene nada que hacer con la edad, el sexo, las leyes de la Matriz , o las leyes de este
mundo, porque el SI es el Espíritu, y el Espíritu no se condiciona, ni puede
condicionarse, por alguien o por algo, a pesar del encierro. Él no es mañana:
él es aquí y lo que sigue. Corresponde a ustedes de ver lo que es a vivir, para
ustedes. Solo ustedes tienen la clave. Ustedes son la Verdad.
Soy un AMIGO. Del
Corazón de cada uno, al Corazón de todos (que es el mismo Corazón), les doy Paz
ya que es nuestra Esencia común. El Ser es Comunión y Gracia, HIC y NUNC, en el
centro de la Cruz
del ALFA y la OMEGA ,
en el centro de la Cruz
del Corazón, OD y KI-RIS-TI, Humildad y Simplicidad. Entonces puedo decir, con La FUENTE : Amados del Uno,
nosotros somos Uno. Somos la Vida ,
somos la Verdad
y somos el Camino, ya que todos somos Uno. Sobre estas Vibraciones y estas
palabras, yo comulgo nuestra Presencia, a nuestra inmanencia. Amados del uno,
digo todo es Uno, digo Amor y Luz, más allá de todo yo, pero en la Verdad del Si Interior.
Hermanos y Hermanas, unidos en el mismo Corazón y en la misma Presencia, hasta
pronto.
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