Original en francés.
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Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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AUDIO
Les saludo queridos hermanos y hermanas en encarnación. Mi nombre, para aquellos que me conocen, es
Orionis. Mi nombre, para aquellos que no
me conocen, que encuentran ustedes en la tradición, la gran tradición, es
Melquizedec, el Anciano de Días. Soy el
regente planetario. Les aporto mi
saludo. Sean benditos queridos hermanos y hermanas en encarnación.
Vengo a ustedes no para responder a sus preguntas sobre el
desarrollo de sus vidas en encarnación sino mas bien para aportarles una
aclaración más intensa, diría, sobre el desarrollo de sus estrategias, las
elecciones que van a efectuar pero también, para algunos, las elevaciones que
han elegido. Me corresponde elaborarles como una cartografía precisa sobre el
plan energético, sobre el plan vibratorio, de vuestra radiación de seres en
encarnación, a lo sumo lejos de su fuente y delante de, para algunos una vez
más, regresar a su fuente, regresar a su radiación inicial, desnudados de
ciertos velos puestos en su encarnación en los tiempos que yo calificaría de
inmemoriales.
Como todos ustedes aquí presentes saben, toda esta
constelación, y no vuestro planeta, se prepara a los grandes reencuentros, los
grandes esponsales, diría, que están en relación con el pasar a ser luminoso de
todas las constelaciones y galaxias, que han hecho en los momentos diversos de
la historia de los universos, la elección de alejarse de su fuente a fin de
experimentar el efecto del alejamiento de la radiación de la fuente. Pero estas peregrinaciones, que han alejado
estos sistemas de su fuente, deben un día hacer el camino en sentido inverso.
Es esto lo que llega hoy al conjunto de vuestro sistema solar y al conjunto de
las radiaciones de la constelación que deben efectuar un salto, salto
evolutivo, salto transmutador, salto de vida, con el fin de terminar con el
alejamiento de la radiación central. La
particularidad en esto es que a título colectivo los seres humanos encarnados,
en el mundo de superficie de este planeta, deben hacer también este salto, en
un sentido o en el otro. Lo que
significa que el estado de equilibrio relativo, durante el cual han funcionado
durante una serie de milenios, está irremediablemente en curso de
cerrarse. Eso tiene por consecuencia
inmediata el privar al conjunto de la humanidad encarnada sobre este mundo de
superficie de las señales que eran las suyas desde hace mucho tiempo.
Así numerosas informaciones que les han sido transmitidas
por los múltiples enlaces han descrito un período particular que debe permitir
este salto evolutivo de realineación con la radiación central, como eso se
produce raramente en su escala de tiempo.
Tengan en cuenta que el punto más importante de este pasaje, puesto que
se trata de un pasaje, recurre necesaria y obligatoriamente a la pérdida de todas
las señales existentes que han sido las vuestras en vuestros modos de
funcionamiento, vuestros modos de vida, vuestros modos de reacciones desde esos
tiempos inmemoriales. Hay pues un
fenómeno para un momento dado, que podría llamar de ruptura, que va pues a
distinguir dos tiempos, que son antes y después. Es indispensable, cualesquiera que sean las
primicias que algunos de ustedes puedan sentir en este mundo de superficie, que
acojan la posibilidad de esta ruptura.
Consideren que este fenómeno de ruptura no tiene absolutamente nada que
ver con este proceso que llaman la muerte.
Es importante asimilar y quizá intentar entender que el estado
vibratorio de vuestras estructuras, así como lo que llaman materiales y
sutiles, deben de vivir un proceso de ruptura.
Ahora bien lo propio de la ruptura es inducir un fenómeno de
resistencia, de retracción, con relación al proceso de ruptura.
Muchos mensajes recibidos hicieron hincapié, ahora desde
hace mucho tiempo, en el concepto de control, el concepto de algo nuevo. Eso es real pero corresponde una vez más a
palabras que solo alcanzan muy poco a dar cuenta de este fenómeno de
ruptura. Ahora bien, el desarrollo del
proceso de ruptura debe dejar el menor lugar posible a este fenómeno de
retracción. El ejemplo de ruptura de que les hablo, que ahora una vez más no
tiene nada que ver con el proceso de la muerte, ya que la muerte entraña una
interrupción de la consciencia de esta dimensión en la cual están. O, la ruptura vinculada a la elevación en
absoluto implicará la desaparición de una serie de fenómenos vinculados a su
encarnación pero en ningún caso la pérdida total de la conciencia de esta
tercera dimensión que por lo tanto no existirá más para ustedes. En otras
palabras habrá una continuidad memorial de eso que ustedes son obviamente
disminuida para un cierto componente de su persona que es vuestra envoltura
astral. O precisamente la retracción que puede existir durante este momento es
solamente el hecho de esta envoltura astral. Lo que significa que aquellos que
dejarán lugar al proceso de retracción y al no abandono de la trama astral de
vuestro componente se opondrán de manera brutal al proceso de ruptura. Pueden intentar meditar durante largo tiempo,
tratar de orar por largo tiempo, para evitar este proceso de retracción, aunque
sin ningún éxito. Estoy desolado de recurrir a un concepto que les parecerá
caduco pero la única manera de hacer frente a esta retracción no es la
voluntad, aún menos el conocimiento que les doy del proceso sino mas bien algo
que existió de toda eternidad que se llama la fe. Dije bien la fe, no dije la creencia, no dije
el amor. El mecanismo fundamental que les permitirá, si tal es su deseo, dejar
morir este componente astral es el mecanismo de la fe. Es esta convicción
inquebrantable en eso que son que les permitirá franquear sin obstáculos, sin
sufrimientos, el fenómeno de la ruptura, llegada la hora.
Dispondrán obviamente para eso de ciertas ayudas. Cada ser humano, en encarnación en este
momento será ayudado de manera individual pero nosotros no podemos infundir la
fe si ella no está presente. La fe será
por lo tanto su garante de la posibilidad de elevarse más allá de las
condiciones habituales determinadas por el cuerpo astral correspondiente a esta
tercera dimensión. No podrán penetrar en el después conservando el antes. Este después está en efecto desprovisto
totalmente de eso que ha hecho sus lógicas de vida desde tiempo
inmemorial. Los modos de funcionamiento
en este después no podrán ser superponibles, de ninguna manera, con lo que han
experimentado, vivido en numerosas ocasiones.
Una serie de procesos energéticos son posibles para desarrollar esta
famosa fe, esta íntima convicción de su fuente. Están ustedes perfectamente bien
situados en ese lugar para experimentar este despertar de la fe o reforzamiento
de fe. Es indispensable clarificar lo mejor posible la posición de su cuerpo
astral o si lo prefieren, en términos más comprensibles para ustedes, el cuerpo
de las emociones, el que ha regido sus vidas desde tiempo inmemorial.
El tiempo de las emociones no es solamente el que ha sido
responsable de sus sufrimientos, de sus apegos sino es también el que ha
conducido sus deseos, sus aspiraciones, incluso espirituales, el que les ha
hecho buscar una compañera o un compañero, que les ha hecho apegarse a su
descendencia o a su ascendencia. Conviene de ahora en adelante intentar lo más
posible de no ser motivados por ese cuerpo de emociones sino mas bien por la fe
ya que llegado el momento de la ruptura no les permitirá, aunque hayan hecho la
elección de la subida, llevar con ustedes este cuerpo de emociones. Lo que
significa es que acepten ser conducidos únicamente por la fe y no más por el
deseo. Insisto de manera fundamental
sobre este punto: no puede haber elevación con emociones. Es bien evidente que tenemos necesidad de un
máximo de almas en encarnación que sea capaz de vivir esta elevación con el
cuerpo físico, si tal es la elección de vuestra alma. Ya que el cuerpo físico,
en lo que conocen, presentará no un fenómeno de ruptura sino un fenómeno de
transmutación que conducirá a modificaciones biológicas intensas. Esas
modificaciones biológicas intensas no deben hacerles perder de vista lo que
será indispensable para llevar a cabo la misión de aparición de este nuevo mundo. La radiación de este nuevo cuerpo no tiene
ninguna medida con el que han conocido.
Este cuerpo físico está preparado.
El obstáculo viene del hecho que vuestras emociones, su cuerpo de
emociones está profundamente afectado y en relación con su cuerpo físico.
Comprenden pues que en el fenómeno de ruptura, incluso si la elección del alma
es la elección de la subida, el riesgo mayor (que no es uno, para ustedes es un
riesgo, no para nosotros) es que el número de almas habiendo hecho la elección
de la subida no pueda acceder con el cuerpo físico; lo que sería problemático,
una vez mas no para ustedes, sino para el plan de resiembra. Les prescribo por
lo tanto por mi vibración, mi radiación y mis palabras a desarrollar cuanto
antes, de manera adecuada, vuestra fe en eso que son, la única manera posible,
para ustedes, de superar la fase del cuerpo de emociones. Insisto de manera
fundamental sobre este punto. Muchas de
las enseñanzas que serán divulgadas en la superficie de este planeta, sobre
todos los continentes y por todos los médiums insistirán profundamente en estos
elementos. Retengan bien que no habrá,
desaparición real de la entidad biológica y de sus memorias, como en el caso
del pasaje de la muerte, que el conjunto de quien son, excepto el cuerpo de
emociones, debe arribar dentro de este nuevo estado. El momento preciso de la ruptura no es algo
que sea un momento extendido. Es un
momento que calificaría de extremadamente breve en vuestra escala de
tiempo. Conviene por lo tanto asimilar
perfectamente las palabras que les he transmitido en cuanto a este proceso
ineludible. Habrá, obviamente lo han
comprendido, una muy grande facilidad para realizar eso, en los niños, los
jóvenes niños, el cuerpo astral no estando cerrado, cristalizado si lo prefieren
con el cuerpo físico, antes de los catorce años. Lo que no quiere decir que a
medida que avancen en edad habrá una dificultad mayor para trasladar este
cuerpo de emociones.
Una vez más todo se basa en la fe. ¿Cuándo sabrán que están
en la fe? Cuando vivan un proceso particular, a veces desagradable por el
momento, de sentirse presente en este mundo, presente en vuestra vida, pero sin
emociones. Crean bien que durante la
efusión de las energías considerables que les serán vertidas durante el mes de
mayo muchos de ustedes, en la superficie del planeta, experimentarán eso.
Algunos lo aceptarán, algunos se rebelarán, algunos más pretenderán regenerar
emociones como en los viejos tiempos. De vuestra conducta habida cuenta de este
proceso, de vuestra capacidad para mantener su rectitud en la fe, sin
emociones, se derivará su proceso de subida y la facilidad con la cual vivirán
esta ruptura y la capacidad que tendrán de llevar su cuerpo. Este proceso debe producirse en un tiempo muy
corto de vuestro espacio de vida terrestre. Lo que les digo ahora volverá a
entrar en un proceso por ustedes calificado de « sincronicidad ». Eso que oyen hoy les será repetido de otras
maneras, que eso sea en sueños, que eso sea en sus lecturas o sus
encuentros. Deben permanecer
despiertos. En eso las primeras
primicias de la afluencia de radiación de energía del mes de mayo se producirán
durante sus noches. Muchos contactos,
que calificaría de inusuales o inéditos, se producirán. No será ya tiempo de
preocuparse por el lado luminoso o sombreado de lo que se manifestará ya que
solamente se autoriza en adelante al lado luminoso a manifestarse de esta
forma. Los enemigos más bien importantes
y en consecuencia más resentidos
que correrían el riesgo de manifestarse no estarán en sus noches sino
más bien en sus días, de manera muy directa, por algunos de sus hermanos que
rechazarán este movimiento. Crean que este proceso es único, que todo su ser lo
considere como tal. Se acercan a
momentos inéditos, momentos de radiación extrema donde, lo repito, los únicos
obstáculos son aquellos vinculados a su sistema de vida desde tiempo
inmemorial. En eso se sitúa el riego
principal. No hay ahora ningún riesgo, ni
para ustedes, ni para nosotros, para aquellos que decidirán pasar en las puertas
de la muerte o de descansar en el cuerpo de emociones. Esta elección y esta
libertad forman parte de lo que se concedieron como alma libre e infinita. Comprendan pues que, sobre la totalidad de lo
que se constituye (cuerpo/alma/espíritu), solamente una pequeña parte, llamada
cuerpo de emociones, puede plantear problema en este proceso. Así queridos
hermanos y hermanas en encarnación, las algunas frases que quería anunciarles.
Me quedo unos momentos a su disposición no tanto por razones
personales sino relativas solamente a este proceso de ruptura de la que acabo
de hablarles.
Pregunta: ¿Aparte de la fe, hay otros medios de clarificar
el cuerpo astral?
No sirve de nada, y es ahora demasiado tarde sobre su reloj,
para poder trabajar directa y en realidad sobre este cuerpo de emociones. Me
parece haber sido bastante claro en cuanto a la única esperanza posible
representada por la fe. Todo trabajo que
querría reducir el cuerpo emocional no le permitirá absolutamente ser
abandonado.
Pregunta: Habla de un riesgo vinculado a la resiembra si no
hubieran suficientes seres elevados sin su cuerpo. ¿Hay algún otro riesgo?
Solo ese. Es que
nosotros no alcanzaríamos el límite para permitir una resiembra rápida y en
consecuencia, yo diría, un comienzo rápido sobre nuevas bases. La resiembra corresponde a un proceso
dinámico de un nuevo ciclo de vida, en un nuevo lugar de vida, el también
pasando por el proceso de la ruptura. Esta resiembra requiere obviamente la
presencia de memorias indispensables para una determinada forma de continuidad
no tanto, por ejemplo, de vuestra salud, que estará sin fallas, sino más bien
en relación a un cierto conocimiento, diríamos, a algunas experiencias.
Pregunta: Si el proceso de la ruptura está en curso, ¿a
pesar de todo tiene riesgos de no tener éxito?
Absolutamente ninguno
y en cualquier caso se les informará personalmente algunos momentos antes de
que esto se produzca.
Pregunta: ¿Es María la que nos avisará?
Para la mayoría de seres creen en ella, evidentemente.
Pregunta: ¿Nos avisará usted mismo
No creo que muchos seres humanos creen en mí.
Pregunta: ¿Quién más puede prevenirnos
Muchos seres, como por ejemplo Miguel. Para los musulmanes se tratará del arcángel
Gabriel.
Pregunta: ¿Se puede difundir este mensaje
De la manera más amplia posible a condición de que eso no se
deforme o se transforme, las palabras que empleé fueron, diría, perfectamente
elegidas.
Pregunta: ¿Tiene recomendaciones para cada uno de nosotros
No puede haber recomendaciones personales sobre un proceso
colectivo. Eso no haría más que sobrecargar vuestro cuerpo de emociones.
Queridos hermanos y hermanas les agradezco humildemente y
fraternalmente haber recogido estas palabras.
Estas palabras son, yo lo espero, como un salvoconducto, como una Luz en
eso que viene hacia ustedes y que está anunciado desde tanto tiempo. Reciban mi saludo fraternal. Reciban mi radiación de amor.
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