Los 7 mensajes de Orionis publicados hoy son muy importantes y nos explica todo el proceso que estamos viviendo.
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Original en francés.
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Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
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Bienvenida a vosotros queridos niños de la Ley del Uno. Estoy entre
vosotros para instruiros en lo que concierne a las nuevas leyes que, muy
pronto, así lo espero, cada uno de vosotros tendrá la ocasión de experimentar,
de manera formal y duradera, a través de las energías del Sol Central que
ahora, en olas sucesivas impactan en este planeta para devolverle su lugar en
el gran ballet cósmico que había perdido desde hace más de 50 000 años.
Mi nombre, para aquellos que desearán un día atraer mi
vibración es: Orionis. Soy un ser sin forma y una consciencia encarnada ahora
en un Sol. Soy por mi filiación y por mi tendencia, el ser encargado de llevar
a vuestro planeta y vuestro sistema solar al orden del Sistema Central para
hacer que os reintegréis a vuestra dimensión primera de Luz, la que era
anterior a vuestro descenso a la encarnación.
Vengo a recordaros vuestra dimensión última que es: Unidad,
Fuente Única. Vosotros sois en efecto, todos los aquí presentes, las
emanaciones de la
Fuente. Vosotros habéis perdido esta conexión por vuestra
elección de descender en el proceso de encarnación y en los procesos de
densificación para experimentar ciertas cosas. Yo fui aquél que, hace mucho
tiempo, ha hecho posible este proceso por una forma de sacrificio y por el aporte
a vuestro sistema solar y en este planeta particularmente, de una radiación muy
concreta que ha hecho que os densifiquéis hasta olvidar hoy que sois hijos de la Fuente. Cuando
muchos de vuestros Maestros que se han encarnado en este planeta, cualesquiera
que fueran sus planos de origen, os han significado que vosotros eráis amor
incondicional, que eráis hijos de Dios, que eráis hijos de la Fuente , que debíais
reintegrar esta dimensión principal original de la que habíais salido, ellos
estaban totalmente en lo cierto. Porque siempre, desde hace 50 000 años, ha
sido necesario que algunos seres mantuvieran la llama de esta dimensión que es
la vuestra, para que en un momento que hoy ha llegado a vuestra dimensión
temporal, todos los humanos distanciados, separados, que viven en la división
más total, puedan reintegrar su dimensión pero enriquecidos de todas sus
experiencias para llevar, aportar estas experiencias de la división, de la
separatividad con la Fuente
única.
Es excepcional que yo pueda intervenir por el lenguaje
vibratorio sonoro del plano de la dimensión tres. Pero los momentos importantes
que vive vuestro planeta requieren un reajuste en lo más profundo de vuestras
estructuras que vosotros llamáis “células”, en lo más profundo de vuestra vibración
esencial de alma encarnada en un cuerpo de carne pero sin embargo portadora del
Espíritu y de la llama de vida que nosotros llamamos la Fuente. Vosotros
sois todos, filiaciones e hijos de la Fuente. Y sois vosotros mismos Fuente Unidad,
indivisa, involucrando por vuestras elecciones de descenso, los procesos de
experimentación. Y hoy, os lo digo, solo os corresponde a vosotros decidir
poner fin, no a la vida, lejos de esto, sino conocer realmente la vida en todas
sus dimensiones, terminar de una vez por todas con lo que vosotros llamáis la
experiencia exterior de la existencia a fin de poder pasar realmente, desde
ahora mismo, permaneciendo siempre en este cuerpo de tercera dimensión, en la
dimensión Unitaria, no separada, empática que va a haceros vivir la naturaleza
esencial de vuestra esencia que es Amor y Fuente. Hay en cada uno de vosotros
esta dimensión principal, ese átomo germen que os liga desde la eternidad a lo
que sois y lo que sin embargo habéis olvidado a causa de la separación, a causa
de la división. Se os pide hoy, en estos tiempos del fin del tiempo, pero
también del fin de los tiempos, en los siete últimos años que os quedan,
refinar vuestro vehículo de Luz interdimensional que algunos de vuestros
escritores modernos han llamado la
Merkabah , o vehículo de Luz interdimensional, conviene
revelar vuestras vestiduras de Luz, hacer salir la quintaesencia de vuestro ser
para que eso que irradia en torno a vosotros, desde distancias considerables;
para que cada uno sea capaz de desvelar en sí esta Unidad de dimensión de la Fuente , a causa de su
resonancia y su radiación, de irradiar y transmitir la transformación de
aquellos que atravesarán esos campos de vestidura de Luz. No hay en esto
ninguna limitación que pueda impedir la revelación de lo que sois. No hay
ninguna limitación de ningún orden (ni familiar, ni social, ni de ningún orden
que sea y aun menos espiritual, al menos de eso que vosotros llamáis
espiritual) que no pueda frenar la revelación de la Fuente de lo que sois
vosotros. Conviene por eso, estar a la escucha de vuestro ser interior,
comprender que no hay distancia y disociación entre todo lo que podéis ver,
sentir, oír, recibir, emitir. Es tiempo hoy, de aceptar esto. Solo con esta
condición esencial es como podréis haceros totalmente lo que sois.
Me dirijo a cada hijo de la Ley del Uno que sois a fin de que despertéis en
vosotros, que dejéis eclosionar, irradiar, radiar la Fuente que sois. Conviene
ser transparente como un cristal para dejar irradiar la Luz del arcoíris que se ha
manifestado en vuestra tercera dimensión desde nuestras naves Merkabah
colectivas interdimensionales. Conviene hacerse transparente, absorber la Luz y conducirla al prisma de
Luz. Por eso nada puede impediros encontrar la Fuente que sois. Ninguna
limitación interior ni exterior puede contravenir a una Fuente cuando llega el
momento de volverse hacia su propia Luz.
Se han terminado lo que vosotros habéis llamado tiempos de
la limitación y se ha terminado el tiempo de la ley de acción y de reacción. Se
han terminado las leyes espirituales que habéis erigido y que han ido en contra
de la evolución fundamental de las Fuentes si no fue para vivir la experiencia
de la existencia. La existencia que habéis vivido desde hace mucho tiempo debe
ahora dejar sitio a la fluidez de la
Unidad que sois, a ese cristal transparente y límpido, ese
niño de la Fuente
que sois, exento de todos los condicionamientos, de todas las programaciones
que os han metido en la piel, en vuestro ADN, por fuerzas que se han inmiscuido
desde hace ahora 3 500 años para bloquear completamente vuestro potencial
evolutivo. Ha habido franjas de interferencia que han impedido la plena
expresión de lo que sois desde hace 3 500 años. Estos tiempos están ahora muy
revueltos.
Os conviene estar totalmente a la escucha de lo que sois, a
la escucha de vuestro ser interior, de sus demandas, de sus formulaciones,
estar atento a los signos, a los fenómenos de sincronicidad, así los llamáis
vosotros. Sabed que la comprensión de la energía que se manifiesta en estos
momentos en este planeta, ese fenómeno de ahogamiento, de compresión
corresponde al fenómeno de retorno al centro, de retorno a vuestra Unidad que
debéis vivir. En efecto, la expansión de vuestro ser requiere ese fenómeno de
compresión para entrar en un proceso de retorno hacia sí, hacia la Unidad que sois.
Yo no intervengo más que raramente desde el plano en que
estoy, a través de ciertos médiums, para acompañaros no únicamente a través de
palabras que no son mi lenguaje vibratorio sino a través de ese fenómeno de
compresión, dilatación y apertura de la Fuente que sois. Así, queridos niños de la Ley del Uno, hoy se os ofrece
encontrar vuestro lugar en el gran ballet de los Cielos, en los que vosotros
atraéis a la confederación intergaláctica de la Voluntad de Bien y de la Luz auténtica. Se os pide que
abandonéis todo lo que hoy, os lleva hacia ataduras cada vez más pesadas,
desacondicionándoos totalmente. Debéis haceros libres de cualquier atadura, de
todo vínculo, de todo miedo ligado a vuestro pasado. Debéis evitar también
ciertas trampas que están ligadas a las Luces que no desean la sacralización de
este planeta y que quieren llevaros hacia los universos quiméricos situados en
el nivel de tercera dimensión que vosotros llamáis astral.
Hoy se os pide dar el salto cuántico necesario a vuestro
acceso total, pleno y entero de la quinta dimensión. Si bien la quinta
dimensión no tiene nada que hacer con vuestras buenas acciones, con vuestras
malas acciones, con vuestras ataduras, con vuestros miedos, con vuestras
angustias. Os pide alinearos con eso que sois fundamentalmente. Y a partir del
momento en que os alineéis totalmente con lo que sois, que entréis en sintonía
y en sincronización con lo que sois realmente, podéis acceder a ese momento,
totalmente, libremente a la dimensión en que debéis ir que os aproximará una
octava suplementaria a la
Fuente que sois. Se os pide que paréis de realizar las
experiencias de vida. Se os pide que paréis de crear escenarios para el futuro
de una nueva vida, de una nueva Tierra porque esos son fenómenos exteriores.
Solo vuestra transformación interior, que vosotros llamáis
también la ascensión, será capaz de llevaros a un proceso de ascensión
colectiva y planetaria a fin de que este planeta pueda encontrar su manto azul
de sacralidad y volverse a sí mismo un planeta sagrado. Todos los elementos
están en su sitio. Nosotros somos innombrables, de múltiples dimensiones, de
múltiples orígenes, estacionados por encima de vosotros, después de haber
pasado por las profundidades de la Tierra. Nosotros hemos franqueado las puertas
dimensionales a fin de aproximarnos lo más posible de vosotros y de ayudaros
totalmente en este proceso de ascensión, de la constitución de vuestro vehículo
de Luz que no es otro que vuestra Fuente reencontrada, reunificada en vuestros
campos energéticos vibratorios, en vuestras vestiduras de Luz para permitiros
encontrar realmente las moradas en lo más alto de los Cielos que os acercarán a
la Fuente que
sois.
No dudéis en absoluto de que vosotros sois Luz, de que
vosotros sois Fuente, lo que os diga lo contrario en vuestro interior, no es
más que el velo tejido por la mentira de vuestra mente, por la mentira de los
condicionamientos, por la mentira de las fuerzas opuestas a vuestra propia
realización. Hoy, podéis abriros paso total y libremente, a condición de poder
afirmar vuestra Unidad transcendente de Luz Una, de hijo de la Fuente , de niño Divino. No
se os pide más que esto: alinearos en vosotros, apartar vuestra mirada de los
fenómenos exteriores de la vida hacia vuestro interior que no es otra cosa que
Luz. Y si por azar, al volveros hacia el interior, veis sombras, deciros que
esas sombras no forman parte de vosotros, aunque hayan sido tejidas por fuerzas
involutivas, por fuerzas que no querían que encontrarais vuestra Divinidad,
porque con seguridad, os digo que vosotros sois todos, en tanto que sois, seres
de Luz. Vosotros sois Unidades Fuente principales, emanadas de la Fuente. Siendo
emanadas de la Fuente ,
vosotros sois Fuente.
Algunos de vosotros son emanados de Orión, son los hijos de
Orión. Algunos de vosotros son hijos de la intra-tierra y han hecho el
sacrificio de salir de la quinta dimensión para volver a los mundos de
superficie a fin de ayudar a otros seres a hacer el retorno a casa. Algunos de
vosotros son sin saberlo, fenómenos de walk-in que han tomado cuerpos
existentes para poder ayudar, por su radiación de Luz, en el establecimiento de
reino de Dios. Hoy os conviene estar totalmente seguros de que sois esto, que
vais hacia esto. La hora del fin del tiempo de la tercera dimensión ha sonado.
La hora de la llamada de los niños de la
Luz ha sonado.
Por la gracia, os lo suplico, parad de creeros limitados,
parad de preocuparos de lo que pertenece al pasado, de lo que pertenece a un
hipotético futuro, para no permanecer más que centrados en el instante de
quienes sois para encontrar vuestra realidad esencial de hijo de Dios, de
Fuente emanada de la Fuente
central, de Fuente que debe retornar a la Fuente central. Conviene por eso aceptarlo,
integrarlo en vuestra alma y Espíritu, aceptar esta realidad. Los signos, tal
como los llamáis, son muchos y serán cada vez más numerosos. Habéis tenido
signos este día, asociados a la quinta dimensión. Mañana por la mañana tendréis
signos, ciertamente no aquí sino lejos de esta Tierra que muestran la
intervención de las fuerzas arcangélicas que llegan a purificar, limpiar, que
vienen a haceros tomar conciencia, por el sacrificio de un número elevado de
almas, del efecto irrisorio de la competición que inducís en este planeta.
Ningún momento de la vida es una competición. La competición desemboca en lo
que vuestros físicos llaman la entropía, es decir el caos cada vez más
extendido, mientras que cuando subís a dimensiones cada vez más altas, aunque
no sea más que la quinta, la entropía no puede existir. Está la ordenación de la Luz en estructuras cada vez
más estables, cada vez más organizadas, estructuradas, diríamos. La pérdida de
estructuración de lo que vosotros llamáis materia entraña una estructuración
más grande de lo que nosotros llamamos la Luz auténtica. Así, se os pide hoy hacer esa
inversión, osar hacer ese giro, de no dirigir más vuestra mirada (siempre
permaneciendo encarnado en este planeta, lo que es fundamental) no ya sobre las
leyes arcaicas desviadas, transformadas, para ataros a poderes exteriores a
vosotros mismos porque sois todos, mientras sois, Fuente Unidad pero también
Maestros de eso que sois.
Nadie más que vosotros mismos os dará la maestría. A partir
del momento en que vosotros dais vuestro poder, dais vuestra maestría a
cualquier otro. Ahora, os es necesario encontrar vuestra maestría propia,
vuestro propio poder. Los modelos que se han creado en este planeta a través de
los modelos religiosos, espirituales, filosóficos, se han invertido todos, por
fuerzas involutivas para sustraeros a vuestra maestría, para sustraeros de
vuestra Fuente. Ahora, en este fin de tiempo, es tiempo de encontrar vuestra
maestría, de aceptarla sin miedos, porque vosotros sois realmente maestros.
Vosotros sois gérmenes de estrella, gérmenes de Sol. Vosotros erais cada uno de
vosotros en este planeta, una estrella, un Sol, un puro Espíritu de las
dimensiones más altas que habéis aceptado exteriorizaros a vosotros mismos en
los procesos de creación, de división, de emanación sin fin, para crear
universos engendrados y concéntricos. Pero es tiempo ahora de cesar el juego de
la experiencia y entrar en la realidad de la vida Una, de la vida Divina. Solo
existe la condición de que aceptéis que sois realmente y auténticamente Divino,
que podréis ir hacia vuestra maestría y vuestra Divinidad.
He aquí, queridos niños de la Ley del Uno, la enseñanza formal y por lo tanto
muy simple que os conviene hoy hacer vuestra, ingerir, integrar en vosotros en
vuestras células, en vuestro ADN: la participación de vuestra totalidad de
Espíritu y de ser y de alma en un maravilloso plan Divino. No debe haber en
vosotros ninguna huella de miedo, ninguna traza de tristeza, de cólera, de
placer. Sino que debéis entrar en la alegría de la certeza de ser un niño de la Ley del Uno. Esta alegría sin
objeto y sin soporte que hace que podáis realmente emanar la Fuente que sois. He aquí,
queridas almas, lo fundamental que tenía que transmitiros. A través de este
encaminamiento y esta aceptación es como podréis encontrar plenamente el pleno
potencial de quienes sois, a partir del momento en que penetréis en esta quinta
dimensión no ya a título individual sino cuando la totalidad del planeta haga
ese salto de evolución (lo que no será muy tarde).
Debéis estar preparados a soltar todo lo que no pertenece a la Luz , es decir todo lo que es
condicionamiento, atadura, modelado construido y no justo, no conforme a la Ley del Uno. Os invito no a
meditar ni a evadiros sino a ser totalmente y plenamente conscientes, a cada
minuto, de lo que sois en el interior de vosotros, los signos que os son
propuestos y las sincronicidades que se desarrollen en vosotros en vuestro
corazón; de haceros entonces conscientes, a cada respiración que os anima, de
lo que sois.
Nosotros no podemos tener una alegría más grande que veros
reuniros individual y colectivamente en esta dimensión que se os ha prometido
desde hace ya mucho tiempo. Conviene prepararos a dar ese salto, a pasar a esta
dimensión de pura Luz. Todo lo que pertenece al dominio del peso, de la
densidad, de las ataduras, no podrá, os lo digo, penetrar en esta quinta dimensión.
No podréis penetrar más que si vuestro espíritu es claro, más que si estáis
totalmente conscientes de lo que sois, de la Luz que sois y de la maestría que habéis
adquirido, no a través de la ascesis sino mediante un trabajo de puesta en
resonancia y en sincronicidad entre los diferentes planos de vuestra
personalidad / alma / Espíritu para no ser más que uno en el alineamiento total
de vuestro vínculo a vuestra Fuente Sol y a vuestra Fuente Madre, a fin de ser
vosotros mismos la Fuente
de vuestro corazón.
He aquí, queridas almas lo que las palabras, que son muy
poca cosa en relación a la realidad, querían enseñaros. Y si lo permitís, antes
de retirarme, vamos a construir un poco más esta Unidad. Así, voy a intervenir
vibratoriamente sobre cada uno de vuestros corazones para ligaros de manera
consciente a nuestras naves de quinta dimensión, para haceros vivir en el
espacio de algunas respiraciones esta fusión de corazones. Queridos niños de la Ley del Uno, os doy mi
bendición y os animo a que obréis en la revelación de la Luz auténtica en este planeta.
Os amo y os bendigo.
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