Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
audio
Yo soy HERMANO K. Hermanos y Hermanas presentes en humanidad,
les presento mis saludos. Vengo a
expresar un cierto número de elementos que son complementarios a todo eso que
he podido aportar en las intervenciones pasadas. Mi intervención se inscribe en
el cuadro de eso que ha sido dado por Omram MIKAEL (Nde: O.M. AIVANHOV) y
concerniente al Amor. Eso se inscribe en
la secuencia lógica de la mayor parte de mis intervenciones concernientes a los
conceptos (que espero, comienzan a serles ahora familiares), concernientes a la Libertad , la Autonomía , lo conocido,
lo Desconocido. Voy a expresarme también (y eso completará lo que había expresado),
concerniente al Fuego de la
Personalidad , Fuego del ego y el Fuego del Espíritu. Siendo dado que muchos de los Hermanos y
Hermanas comienzan a vivir los estados de Conciencia que semejan salir, yo
diría, de lo ordinario (de la fragmentación), es importante darles esos
elementos, no tanto como elementos de reflexión mental sino más bien de
reflexión de la Conciencia ,
ella misma, concerniente a esta palabra esencial que es la palabra “amor”.
Este amor puede experimentarse de
diferentes formas y todos lo sabemos. Si
lo quieren bien, para la claridad de eso que voy a exponerles (a través de mis
palabras y mi Presencia), vamos a tratar de captar eso que puede existir como
diferencia entre el amor experimentándose en la personalidad, y el Amor que se
ejerce en el seno del Êtreté. Vamos
primero, si lo quieren bien, a tratar de comprender, en alguna forma, el amor,
en el sentido más común y más noble, tal como es comprendido (vivido o no),
tanto por una conciencia humana que por la sociedad, en su conjunto (y la
humanidad misma, diría, en su conjunto), cualquiera que sea la cultura, las
religiones, el origen o los conceptos.
El primer principio es comprender (lo
saben todos) que el amor es una manifestación, casi constante, en los
Universos, cualquiera que sea la
Libertad de esos Universos o el encerramiento de esos
Universos. No puede existir (como lo
redefine LA FUENTE )
alguna vía, ni alguna creación, posibles, sin el amor y sin su antítesis. Por supuesto, el amor es coloreado siempre,
por un conjunto de elementos que pertenecen, en propiedad a una persona y que
están vinculados, por supuesto (como ya se imaginan), a su educación, a su
vivencia de sus primeras relaciones y comunicaciones (en el seno de su familia,
su hermandad, su medio social, su medio afectivo).
Por supuesto, el amor va a colorearse
también de las diferentes experiencias vividas por la Conciencia , ella misma,
en su infancia (en su presencia en la encarnación), que son, yo diría las
circunstancias que van a favorecer o a inhibir en alguna forma la expresión del
amor a través de las experiencias vividas (felices o infelices) y sobre todo,
durante la primera parte de la encarnación.
Por supuesto, a continuación, el amor va a teñirse de diferentes acepciones
que están directamente relacionadas a eso que es vehiculado por un conjunto de
creencias o de morales (salidas ellas mismas de las religiones, salidas ellas
mismas de los sistemas filosóficos o de pensamientos). Este amor allí está
presente, por supuesto, en todo ser humano, incluso en el que solo manifestaría
lo opuesto.
Por supuesto, el Amor del que comenzamos
a hablarles (y que corresponde a la Luz Vibral ) no es absolutamente superponible al
amor existente en la personalidad. Y por
tanto, de este Amor, intentamos hablarles ahora (lo hacemos, con mucha razón
durante este período), porque gracias a las experiencias que muchos de ustedes
comienzan a vivir, va a convertírseles cada vez mas fácil reconocer el amor en
la personalidad, del Amor, no altruista, (y en consecuencia resultante del
Fuego del ego) y del Amor Vibral
inscribiéndose en la Unidad
(que no tiene nada que ver con el amor experimentándose en alguna forma en la Dualidad ). El conjunto de las relaciones humanas puede
definirse por una dosis (más o menos importante) que existe, de amor o de no
amor. ¿Cuántas religiones, cuántas guerras, cuantos desacuerdos (o acuerdos)
son realizados con el principio mismo del amor?
Parecería por lo tanto, que esta palabra
fuera indisoluble e indisociable enteramente, de todas las esferas de expresión
de la vida en este mundo, llamado 3ª. Dimensión. Todos sabemos que el amor (que esté entre 2
seres, entre 2 pueblos, hacia una religión, hacia una filosofía) se construye y
evoluciona según una serie de secuencias que pueden ser diferentes para cada
ser, para cada sistema social, pero que van, hasta cierto punto, a traducirse
en una mayor o menor definición (una mayor o menor adhesión) al principio y
precepto del amor (expresándose también expresándose entre 2 seres, construido
a través de vínculos, llamados vínculos de la carne o vínculos de convenios
familiares, sociales, morales o espirituales).
Este amor ha sido, también llamado
“condicional” por oposición a un Amor que sería “incondicional”. Se presupone pues (y prefigura, en alguna
forma) que todo amor manifestado en la personalidad no puede expresarse,
manifestarse, más que a través de ciertas condiciones. Estas condiciones, son evidentes y caen bajo
el sentido común desde el instante donde, por ejemplo, hablamos del amor de una
madre hacia sus hijos o de un padre hacia sus ascendientes o sus
descendientes. Existe, por lo tanto, un
amor que está inscrito, en alguna forma en una especie de fibra, una especie de
vínculo maternal afectivo. Existe también, por supuesto, las relaciones de amor
entre los seres que no son resultantes de la misma sangre y que, sin embargo,
se descubren a través de una reconexión o un reconocimiento (que este
reconocimiento recurra a cosas invisible o a cosas más palpables, en todo caso,
entre 2 seres, como entre 2 países o entre 2 individuos), de los conceptos que
yo calificaría, de buen grado, de afinidades.
En efecto, el amor va a definirse según un cierto número de afinidades o
de repulsiones. Sabemos todos, por eso,
que este amor allí va a pasar por una serie de etapas que no están siempre en
el mismo desarrollo y en la misma secuencia pero que van a conseguir
modificaciones de percepciones y expresiones de dicho amor, a medida de que
pase el tiempo. Sabemos todos, eso, por haberlo vivido en un momento dado o en otro.
Hay los amores que cuando desaparecen por un fin trágico, como la muerte de un
prójimo (y yo he vivido eso, cuando joven en mi última encarnación) bastan para
trastornar completamente los conceptos del amor y representan un choque muy
importante que lleva a plantearse la cuestión, en la propia Conciencia, del
sentido de este amor que desaparece y que, de la noche a la mañana, se nos
escapa porque se vuelve invisible (no palpable ni manifestado) y no da ya
acceso a los sentidos ni a la comunicación.
Y esto lo sabemos todos. Y luego
existe, también los amores independientes de eso que es conocido, palpable y
apreciable (y que cae bajo los sentidos) concernientes, también a las
filosofías, las espiritualidades (cualquiera que sean).
El ser humano es un ser de amor,
innegablemente, incluso en su personalidad y solo la falta de amor que va a
traducirse por los comportamientos que podrían llamarse opuestos al amor (que
eso sea el sufrimiento, el odio, e incluso la guerra), que no son, hasta cierto
punto, una incomprensión del amor o de la relación. Eso que es evidentemente muy visible en todo
amor (cualquiera que sea el manifestado en este mundo), es que desaparece de un
día al otro, o por la desaparición del sujeto amado, (en una relación afectiva
o vinculada a la herencia) o, aún, en la adhesión o la no adhesión a los
principios, a las filosofías, a las reglas morales, o a las espiritualidades,
o, aún a las religiones. Este amor allí
es, por lo tanto, una afinidad que puede traducirse, por eso, en una forma de
atracción haciendo que haya una necesidad, una voluntad de querer, hasta cierto
punto, comunicar e intercambiar con el objeto o el sujeto que cae bajo nuestro
amor, o que es nuestro amor. Sabemos todos que estas relaciones evolucionan por
fases más o menos cíclicas, más o menos reproductibles, que en general,
terminan de una u otra manera, por la desaparición de este dicho amor aunque el
amor, en algunas formas de expresiones románticas o idealizadas, puede durar el
conjunto de una vida. Pero quién puede
decir que este amor va a encontrarse en otra vida, o puede decir aún, que esta
relación (que ha fluctuado en un tiempo más o menos corto, más o menos largo)
va a ser capaz de establecerse más allá de la desaparición del ser amado o de
la no adhesión a una religión (por ejemplo, para un individuo dado que
cambiaría de religión).
Por lo tanto, convendrán, que el
conjunto del amor, idealmente, es siempre concebido como invulnerable,
indestructible, eterno. La personalidad
es construida (como lo saben y lo hemos vivido todos, en un momento dado o en
otro) como cualquier cosa que es efímera, perfectible y que es sobre todo
llamada a desaparecer porque jamás la conciencia de la personalidad puede
establecerse en una duración que está más allá del nacimiento y la muerte. Ahora bien, el principio del amor, tal como
es transportado por la misma conciencia, en la personalidad, está siempre
construido sobre la noción de durabilidad, sobre la noción de eternidad.
Cosa,
obviamente, que jamás puede ser, puesto que será, en todo caso, limitado por la
experiencia del nacimiento y la experiencia de la muerte. Se puede decir, hasta cierto punto, que este
amor allí es un amor ideal, idealizado y cuya consonancia, se quiera o no, siempre
se caracteriza, básicamente por un elemento llamado el miedo. En efecto, quien podría pensar amar a su
hijo, a su padre, a su relación (en el momento que lo ama) como teniendo
posiblemente un fin, como pudiendo desaparecer de un momento a otro. Todos pasamos por episodios de luto, de pérdida,
de abandono que nos llevan a la fragilidad del amor humano, tal como es
experimentado y manifestado (que eso sea a través de 2 seres, a través de un
hijo o de un ascendiente, que sea en un sistema social, cualquiera que sea). El
amor está, por consiguiente, condicionado, en permanencia por cualquier cosa
que debe desarrollarse en un tiempo dado y aportar hasta cierto punto, un
sustento que es intercambiado (compartido), que permite (a 2 seres, a 2
situaciones o a una religión, por relación al que se adhiere) un sentimiento de
satisfacción, un sentimiento, a veces de plenitud. Pero que, también va a fluctuar en el tiempo,
según los humores, según la posibilidad de llenarse, hasta cierto punto, de
este amo, de una u otra forma. Este amor
allí está, siempre, vinculado (como lo había explicado), por supuesto a la ATRACCIÓN y a la VISIÓN. (Nde: ver “protocolos a practicar
/reconstrucción del Cuerpo de Êtreté” en nuestro sitio).
El amor es una atracción, incluso en
este mundo, en todos los mundos. No
puede ser de otra manera. El amor está, obviamente, condicionado a un cierto
número de señales que son, ya sea imaginadas, pensadas, o reales. Expresándose esencialmente por los sentidos,
que esos sentidos sean los sentidos amorosos, que sean los sentidos de la carne
o aún, de la adhesión a los ritos o a las creencias, cualquiera que sean. Este amor allí puede, también experimentarse
en una plenitud, pero observamos todos, que esta plenitud jamás es durable y
aún menos eterna ya que ella pasa siempre por una satisfacción o una
insatisfacción. El grado de satisfacción
de este amor o de esta insatisfacción está vinculado a la manifestación
(inconsciente, generalmente) de un cierto número de temores que podríamos llamar,
más allá de la atracción, los compromisos.
Mucho tiempo he insistido, en mis
últimas intervenciones, sobre la
Libertad , sobre la Autonomía , sobre los principios que están un poco
opuestos, hasta cierto punto, de lo que el ser humano en la personalidad, llama
el amor. Y por tanto, ¿es que hay una diferencia fundamental entre el amor
manifestado por la personalidad y el Amor manifestado al sentido Vibral, o al
sentido del Corazón? Por supuesto, el lenguaje corriente emplea las expresiones
que recurren al corazón como “tener corazón” o decir a alguien que no tiene
corazón. Y sin embargo, ¿es de este
corazón del que hablamos cuando hablamos del Corazón al sentido Vibral, al
sentido del Sí, al sentido de la
Unidad ? Ustedes saben muy bien que los que tienen la
experiencia de la Vibración
del Corazón no pueden ya jamás confundir (ni engañarse) en el sentido y la
calidad del Amor que es vivido porque el amor de la personalidad jamás podrá
asemejarse al Amor experimentado en el Êtreté, del Si, de la Unidad. Por consiguiente, realmente
del Corazón, no como el corazón concebido como principio moral sino en un
espacio Vibratorio particular (colocado en el pecho), traduciéndose en una
modificación perceptible y completa de la Conciencia.
¿Es que el amor de la personalidad puede
existir o coexistir con el Amor del Êtreté?
De un conjunto de elementos que les han
sido dados, es evidente que eso es imposible porque el amor de la personalidad
está vinculado al eje ATRACCIÓN-VISION.
Está vinculado al Fuego del ego, al Fuego de la personalidad,
traduciéndose por una necesidad de fricción, por una necesidad de contacto, de
visión, de atracción, de pruebas, mientras que el Amor que está situado (una
vez que la Puerta
Estrecha es franqueada) al nivel del Corazón, no tiene
necesidad de pruebas puesto que es, el mismo, su propia fuente.
Entonces, el amor, al sentido humano y
personal, se traduce por una especie de atracción y de proyección a cualquier
cosa que es exterior, que eso sea el amor de Dios, o el amor de otro ser humano
o de un hijo. Obviamente, al sentido del
amor personal, existe una muy grande dificultad para vivir el otro, incluso en
la empatía o el carisma donde es posible ponerse en el lugar del otro
totalmente sin, por lo tanto convertirse en el otro. Y bien, obviamente, no se le ocurriría a
ninguna personalidad de poder sustituir (o pasar a ser) el que le gusta, puesto
que este amor solo nació en la visión y la atracción de lo que se ve, por
supuesto, fuera de sí, aunque este objeto, este sujeto haya nacido dentro de sí
(pienso en particular en la relación de madre e hijo). Por supuesto se conoce todo eso. Todo eso es reconocido perfectamente y
llevadero por todo ser humano, cualquiera que sea su camino, cualquiera que sea
su experiencia, donde tenga la posibilidad de vivir una mayor cantidad y calidad
de amor (en función de sus creencias, de sus heridas, de sus esperanzas, de sus
experiencias.
Existe, por lo tanto un contexto por
definición personal a la expresión y a la manifestación del amor, para un ser
humano, en función de sus propias heridas, de sus propios afectos,
resumidamente todo eso que hace el conjunto de la personalidad. Para muchos de ustedes, hemos comenzado a
hablarles de Luz Vibral. Les hablamos de
Estrellas y de Puertas, de Nuevos Cuerpos, de nuevas estructuras que los
conducen a experimentar el Amor sobre otro método donde no puede existir el
menor compromiso, casi la menos personalización. Que esta personalización sea el objeto de una
idealización Interior como de una proyección exterior a través de un ser amado,
que sea un hijo, un padre, una relación o una religión. Así pues, pasar del Fuego de la personalidad
(o del amor personal) al Fuego del Espíritu, se traduce por un cierto número de
convulsiones y reversiones que vienen, en alguna forma a sustituir un amor por
falta (de atracción) que se establece, sobre todo en la resonancia, procurando
para los seres que lo viven, la capacidad de Comulgar, más allá de los
sentidos, más allá de la carne, más allá de los convenios, más allá de las
religiones, resumidamente, independientemente de toda historia personal. El
Amor vivido al nivel del Corazón se convierte por lo tanto en (como se los
dijimos) una Vibración Y sobre todo y ante todo, un estado de Conciencia
profundamente diferente que se manifiesta hoy, más fácilmente, que se realiza
en ustedes eso que ha sido nombrado la Fusión de los Éteres, permitiéndoles en alguna
forma sobreponer el amor de la personalidad (o experimentado en la
personalidad) y el Amor del Êtreté (experimentado en el Corazón)
Del encuentro de este Fuego del ego (y
del conjunto de las características de la personalidad) con el Fuego del Amor
(o el Fuego del Espíritu o Fuego del Corazón), se traduce una especie de
alquimia. Esta alquimia se traduce para la Conciencia , por las
modificaciones de la percepción bien reales, bien concretas, del conjunto de
las manifestaciones afectivas del amor.
Hay también paralelamente a eso, la instalación (como lo saben aquellos
que lo viven) de un cierto número de elementos haciéndoles decir que han
realizado la Alegría ,
la Unidad , la Visión de eso que está más
allá de la apariencia (por la
Visión Etérica , o por la Visión del Corazón), llevándoles a concientizar
literalmente, otro mecanismo de la vida (aplicado también por el Amor) pero que
no depende ya de otra cosa que de sí mismo.
No en un amor egoísta, (contrariamente a un amor altruista) más bien un
Amor que, hasta cierto punto, se irradia desde la FUENTE y se manifiesta
desde la FUENTE
(como la palabra que empleé) que no necesita de proyección pero que es en
totalidad una introversión. La
diferencia esencial va a traducirse al nivel de los comportamientos. Porque el amor personal tiene siempre sobre
entendida la noción de carencia, la noción de miedo de pérdida o la noción de
Abandono, mientras que el Amor, vivido al sentido Vibral se satisface de sí
mismo, no al nivel de la personalidad sino de la calidad de este Amor que viene
en alguna forma (como lo saben) a cambiar la ley de acción y reacción en un
estado de Gracia donde el Abandono a la
Luz (la renuncia de la personalidad) va a traducirse por una
más grande fluidez en la vida, por una más grande aceptación del principio del
Amor, no encerrando, no limitando. Este
Amor les era, por consiguiente, Desconocido.
Y muchos de ustedes hoy comienzan a vivir eso y a hacerlo un elemento
conocido y sobre todo un elemento de aprendizaje, permitiendo distanciar (de
separar) eso que es resultante del amor de la personalidad (o en la
personalidad) y el Amor en el Êtreté o de la Unidad.
Entonces, por supuesto, aquel que no
vive el Amor en la Unidad ,
no puede incluso concebir lo que es este Amor mientras no es vivido. Porque el amor de la personalidad es la única
cosa que es accesible a los sentidos, accesible al afecto, a las emociones, al
mental pero, también accesible a la carne (o, aún, a la estructura causal
cuando se trata de una relación amorosa), poniendo en escena de alguna manera,
los individuos que debido al pasado, tuvieron una relación (cualquiera que
sea). En la actualidad, se reproduzca
una relación con un sentimiento de ya visto, de ya conocido, de reconocimiento
y de reconexión. El Amor Vibral no tiene
nada que ver con eso porque la diferencia esencial, como lo dije, es que este
Amor Vibral se inscribe en el marco de una introversión donde no hay necesidad
de cualquier proyección, al exterior de sí, de un amor idealizado o
romántico. El Amor Vibral se satisface,
de alguna forma en sí mismo. Por lo
tanto no es egoísta. Es el altruista más
total porque él es el Don y el Abandono, contrariamente al amor condicional,
experimentado por la personalidad, incluso cuando ella experimenta una cierta
forma de altruismo. La diferencia, como
lo saben, se encuentra en los comportamientos y sobre todo en la Vibración.
Todos conocemos el amor, en la pérdida:
cuando un ser querido viene a desaparecer, experimentamos angustia, miedo,
tristeza, depresión, traduciéndose por las percepciones corporales
extremadamente precisas. De la misma
forma, cuando nos encontramos un ser que nos es querido y que amamos (de manera
más privilegiada, yo diría) cualquiera que sea esta relación (entre personas o
por relación a una religión o por relación a un hijo), hay una especie de
escalofrío superficial, una energía que se pone a circular (incluso en el
pecho), que no tiene nada que ver estrictamente con la Vibración del Corazón o
el Fuego del Corazón. Esta vibración
(esta carne de gallina, este escalofrío) traduce la reconexión o el
reconocimiento en la personalidad, de una estructura o de un individuo que ha
sido amado anteriormente, o reconocido en esta vida. El amor
Vibral nada tiene que hacer de cualquier proyección exterior. El Amor al sentido Vibral es un estado de
Conciencia suficiente para sí mismo.
Ahora, aquel que vive eso, vive la Vibración del Fuego del Corazón y se convierte,
en, por si mismo, en su estado de Ser, una radiación de Amor que modifica el
espacio-tiempo, que modifica el medio ambiente, que modifica incluso la vida de
la personalidad. Ya que a partir del
momento en que este Fuego del Corazón (por la Fusión de los Éteres o por la instalación del
Fuego del Corazón, por la
Corona Radiante ) se realiza en ustedes, que comienzan a tener
percepciones cada vez más claras, cada vez más lúcidas, más allá de los
sentidos, más allá de toda intuición y toda visión (directamente por la Visión Etérica ,
directamente por la Visión
del Corazón) de la realidad de lo que es el Amor: independiente de toda
proyección, independiente de toda personalización y sobre todo, independiente
de toda condición.
Existes un principio de vasos
comunicantes (estas son las palabras que les han sido dadas) entre el amor
personal y el Amor del Corazón, incluso si, obviamente, la personalidad va a
llamar “amor” eso que, para ella representa, en alguna forma el Amor. Pero la representación del amor, al sentido
de la idealización, al sentido, incluso de la relación y de la comunicación
(fuera ella la más armoniosa) entre dos seres (entre un padre y un hijo, por
ejemplo), no puede ser, en ningún caso el Amor en el sentido Vibral. Porque justamente existe un vínculo, que este
vínculo sea de la carne, que sea kármico, que esté relacionado simplemente a la
proyección exterior del amor. El Amor es
una Radiación, al sentido Vibral.
Nunca
es una proyección. Confiere lo que llamamos la Alegría , el Samadhi, la Paz , la serenidad, con
diferentes expresiones (difícilmente traducibles en lenguaje francés) como Sat
Chit Ananda o, aún Maha Samadhi. Jamás
una relación amorosa entre 2 personas podrá hacerles vivir el Samadhi. Solo algunos
seres han sido capaces, en el momento de su vida, de extraerse de su
personalidad, en totalidad, que sea por una forma de tensión hacia la Luz o de tensión hacia el
Abandono (como lo experimentó Hildegard Von Bingen) o, aún este Amor indecible
que animaba a otras Estrellas como Gema o Santa Teresa. Es extremadamente difícil, para el común de
los mortales (que somos y que fuimos) de poder, en alguna forma, identificarse
a esta tensión. Generalmente, el Amor Vibral va a nacer de un encuentro que
está más allá de un encuentro exterior.
Es más bien un encuentro Interior que va a expresarse, o con motivo de
un sufrimiento (la pérdida de un ser amado) o con motivo de un miedo, o aún
(como lo ha dicho SRI AUROBINDO) con motivo del choque de la humanidad, es decir,
de la Fusión
de los Éteres, produciéndose en los cuerpos, no solamente en el cielo, no
solamente en la Tierra
sino sobre el conjunto de la
Conciencia de la
Tierra y de las Conciencias que son soportadas y portadas.
Existe pues una diferencia fundamental:
es que el Amor, al sentido Vibral se basta a sí mismo. Eso que no quiere decir
que conviene en este momento separarse de quienquiera o de cualquier cosa. Pero toda relación (toda comunicación) se
transciende no por una voluntad de idealización, no por una voluntad de bien
sino porque simplemente, la relación no pasa ya en una relación de 2 objetos
separados, sino Unificados (o 2 Conciencias separadas pero, bien, Unificadas)
por el principio de la
Comunión , de la
Gracia , tal como ha sido dado por la Nueva Alianza. Tienen pues hoy la posibilidad (mucho más
grande que hace un cierto tiempo) de darse cuenta de la diferencia, por su
Conciencia, de eso que es el Amor Vibral y de eso que es el amor personal. Por supuesto, la Conciencia que se
establece en el Amor Vibral va a magnificar y transcender sus propias
relaciones vividas en el amor personal, no para liberarse (liberarse o romper
cualquier cosa) sino mas bien para aclarar la relación, más allá de todo
vínculo, más allá de toda condición. Es
decir, permitir, en ese momento, vivir por intermedio del Amor Vibral, la Liberación de todo
vínculo y por consiguiente de acercarse de la Libertad , acercarse de lo
Desconocido y vivir la
Autonomía y la
Libertad.
¿Es decir que no hay Autonomía y
Libertad en una relación Personal? Eso
es cierto. Ya que si el ser humano es
honesto consigo mismo, cualquiera que sea el grado de satisfacción de una
relación, cualquiera que ella sea (aún fuera la más armoniosa, la más feliz, la
más auténtica en la personalidad) no reemplazará, nunca, la Comunión que puede ser
vivida de Corazón a Corazón, más allá de todo vínculo. Así pues, cuando el CRISTO vino, dijo que
venía a liberarlos de la carne. Y lo ha
ilustrado por otra parte sobre la
Cruz , a través de sus palabras que dirigió a MARIA,
concernientes a ese que era en ese momento San Juan, diciendo a él y a ella:
“Madre, aquí tienes a tu hijo. Hijo,
aquí tiene a tu madre” ¿Qué se experimentó allí? ¿Era la transferencia de un
vínculo? No. Era una transferencia del
amor personal en Amor Vibral, vivido por el Espíritu Santo.
El descenso del Espiritu Santo (o la
polaridad femenina, si puede decirse, de LA FUENTE , expresada por diferentes términos, y tal
como Ella se presenta sobre la
Tierra desde ahora una generación) es un elemento motriz,
hasta cierto punto que inicializó el Pasaje del amor personal al Amor
Vibral. Este Pasaje allí, hoy, está
enteramente realizado por aquellos que lo viven (está en vías de realización
por aquellos que no lo viven aún). Ya
que recuerden: la única forma de poder concientizar la diferencia entre el amor
personal y el Amor Vibral es obviamente, vivir lo Desconocido a fin de que eso
devenga para ustedes un campo de experiencias conocidas. No pueden devenir Autónomos, no pueden
devenir Libres, mientras que el Fuego del Corazón, y el Amor Vibral no estén
instalados. No puede existir verdadera
Autonomía, efectivamente mientras que exista el menor vínculo situado al nivel
de la personalidad. Eso por supuesto, no
prevé una separación de quienquiera o de cualquier cosa sino más bien una
revolución interior, llevándoles a reconsiderar las relaciones y a
reemplazarlas por una Comunión. Esta
Comunión, que ella sea entre un padre y un hijo, entre un individuo y otro
individuo, prescinde de palabras.
Prescinde de sentido. Ella prescinde de comportamientos puesto que es
precisamente algo que supera a la personalidad, desde el instante donde los
seres que están en esta resonancia viven ellos mismos su propia Comunión
Interior para su Libertad, para su Autonomía, permitiendo entonces un
intercambio (que no es ya un intercambio sino una identificación) donde el otro
deviene en totalidad sí. Y donde el uno deviene el otro y el otro deviene el
uno.
Desde el instante donde la Vibración del Corazón
está activada y se instala en una forma de permanencia, se vuelve cada vez más
difícil en cierto modo, confundir el amor personal y el Amor Vibral. Como lo saben, el uno es encerramiento y el
otro es Liberación. Por supuesto, las
leyes incluso de este mundo (que han sido como lo saben, falsificado) a través
del eje ATRACCIÓN-VISION, substituyeron el Alfa y la Omega , es decir AL y OD (o
el Fuego del Espíritu) por el Fuego de la personalidad. Este Fuego de la personalidad se inscribe en
una noción de límites. Estos límites se experimentan
naturalmente en el amor personal: Tienen su mujer, su hombre, su hijo. Pero el cónyuge de uno no es el cónyuge del
otro y todo es recíproco. Un niño que
considera que sus padres son sus padres, nunca llamará a otra pareja “papá” y
“mamá”. Tales son hasta cierto punto los
principios mismos que han federado el principio de la Ilusión , a través de
vínculos (de herencia, de la carne y de la sangre, vínculos afectivos)
expresándose al nivel de las memorias de resonancias dichas Kármicas, emocionales
o mentales. Así pues, cada sistema
social, cada individuo, expresándose y creando leyes a través de la
personalidad, de los comportamientos (morales o inmorales), va hasta basarse en
este concepto del amor y la falsificación misma del amor. Eso que no quiere decir, una vez más que el
amor no existe sino que este amor es condicionante, encerrante, limitante y les
impide por lo mismo vivir la
Autonomía y la Libertad. Entiendan bien el sentido
de mis palabras. No es que liberándose
de cualquier vínculo que este sea (decidiendo romper cualquier cosa como con
quienquiera) que van a encontrar el Amor Vibral. Es Vibrando y pasando en el
Amor Vibral del Abandono y del Renunciamiento que van a permitir a una relación
evolucionar en el sentido de un amor personal a un Amor más altruista vivido
realmente en el Corazón (y en la
Vibración ) y no mas en las concepciones de la carne, de la
moral, de la sociedad en la cual están o aún de la adhesión a los principios
filosóficos, espirituales o morales.
La experiencia de la Vibración es la que está
en condiciones de hacerles, no comprender, ya que eso no serviría de nada.
Pueden comprender la Unidad
como concepto sin por lo tanto vivirla.
Pueden reivindicar la
Unidad como concepto sin por lo tanto vivirla. Porque la Unidad como lo saben, está más allá del bien y
del mal. Ella está más allá del
principio de Atracción y de Visión y se sitúa en el eje rectificado AL y OD (es
decir Alfa y Omega) y se inscribe en una rectitud que nada tiene que ver y que
en absoluto es tributaria de cualquier
regla social, moral, afectiva, hereditaria o kármica. La Libertad es a ese precio. Y esto es a lo que están confrontados
Interiormente: el Pasaje de la proyección de un amor personal a la introyección
de un Amor que es la
Verdad Vibral y que es la Luz. Por supuesto, como lo saben, todo ser humano
que se vuelve hacia la espiritualidad reivindica la Luz y reivindica el amor, como
un estado de ser que el va a poder manifestar a través del conocimiento
exteriorizado. El Amor no es un conocimiento
exterior. El Amor Vibral es un estado de
Ser manifestándose por la
Vibración y por la Conciencia , ella misma, que viene a poner fin a la Ilusión de todos los
apegos, sin ninguna excepción. Vivir la Libertad y vivir la Autonomía , vivir el Amor
en el sentido Vibral, necesita de no estar apegado a cualquier cosa, a no estar
identificado a cualquier cosa en este cuerpo.
Eso quiere decir estar plenamente en este cuerpo a fin de vivir la Liberación. Es decir que en ese momento
no puede haber alguna confusión entre el Amor manifestado y Vibrado en el
Corazón y el amor de la personalidad.
Porque en el Corazón y la
Vibración del Corazón se manifiesta el Amor al sentido
Vibral, que vuelve Libre, que libera y que muestra realmente lo que es un amor
limitado, (contrariamente al Amor Ilimitado vivido en el Corazón) porque el
Amor Ilimitado (Amor Vibral) no dependerá nunca de alguna circunstancia de este
mundo. Entonces, por supuesto, aquellos
que no viven eso y que no están inscritos en el marco de la Vibración , más o menos
permanente del Corazón, van a justificar el amor de la personalidad por un lado
que todos conocen, que se llama “el saboteador” es decir el que va a querer
actuar para el bien del otro. No hay nada peor que el que quiere actuar para el
bien del otro ya se coloca a sí mismo bajo el principio de la Dualidad.
Sin embargo, el Amor Vibral debe
confrontarse, por la transmutación del Pasaje de la Puerta y la Resurrección (por el
principio de la Fusión
de los Éteres, vividos al nivel del cuerpo), al amor de la personalidad. Y, a través de esta confrontación (que es más
bien una forma de alquimia, una forma de puesta en luz, una forma de
Revelación), va a vivirse, poco a poco, esto que ustedes llaman (que nosotros
nombramos con ustedes) la translación Dimensional o la Ascensión , que no es
nada más en definitiva (ahora que comienzan a vivirlo), que la eterización de
vuestro cuerpo y de vuestra propia
Conciencia así como del cuerpo de la Tierra. Este mecanismo de eterización del
planeta, como vuestra propia desaparición, como oruga, pasa ahora mismo. Muchos de ustedes viven las primicias es decir
una desaparición de toda conciencia personal (que puede por otra parte,
plantear un problema), una desaparición de todo amor personal y de todos los
vínculos, haciéndoles penetrar en el Amor Vibral donde todo es Libertad, donde
todo es respeto y restitución de la
Libertad de cada uno y de cada ser.
Respetar al otro es dejarlo Libre. Respetar la sociedad, es no interferir en una
sociedad dual. Eso no quiere decir
dejar, entre comillas, “pudrir las cosas” o, aún, deteriorar una situación sino
es tomar conciencia que, mientras actúen en un sistema que se dedica a la Dualidad , no pueden
instalar cualquier Unidad. Vivir el Amor Vibral no puede adaptarse de ningún
amor personal. Obviamente, no es algo
que conviene aceptar como un principio. Es algo que conviene vivir y que los
conducirá necesaria y obligatoriamente, a esta misma conclusión: ellos no
pueden coexistir.
Pueden confrontarse, transmutarse, y alquimizarse. Puede realizarse un proceso de Fusión de los
Éteres a nivelo de la célula, por el descenso del Supramental (dejaré a SRI
AUROBINDO expresarlo), pero debe resultarles cada vez más evidente que no
pueden el uno o el otro. No obstante,
una vez más, la relación personal se transmutará por la relación de Amor Vibral,
que no es más una relación ni una proyección sino más bien una introyección,
correspondiendo por lo mismo, a lo que les decimos cuando estamos al interior
de ustedes. Cuando un Arcángel o un
Anciano les dicen que están dentro de ustedes, no es una vista del espíritu. No
es una proyección. No es una quimera
sino más bien una realidad Vibratoria. Es decir que cuando tomen conciencia que
vuestro hijo, que el conjunto de la sociedad, el conjunto de la humanidad
(amigo como enemigo, querido como no querido) se encuentra al interior de
ustedes, no podrán obviamente ya entrar en algún amor personal. Descansarán en el Amor Vibral que les
conferirá la Alegría ,
en totalidad. Y esta alegría crecerá, a medida de vuestra aceptación a lo que
ha sido llamado este Abandono a la
Luz y esta Renuncia.
Mientras quieran experimentar o
manifestar el amor, solo es el reflejo de la personalidad. Si el amor se escapa de ustedes, en ese
momento, no es más una proyección sino una introyección. Irradian, difunden. Pero esta Radiación y esta difusión, toman
conciencia que no se vuelve hacia otra cosa que hacia ustedes mismos, incluso
si es el objeto de una Comunión entre 2 personas. En realidad amar al otro, es
amarse a sí mismo. Pero amarse a sí
mismo no es un amor en el sentido personal.
Es un estado de Vibración que confiere la Alegría , la Libertad , la Autonomía total. Es solamente en ese momento que podrán
decidir conscientemente, establecerse de manera constate y cada vez más
importante en el Amor Vibral. Entonces,
el Amor Vibral va a obligarlos hasta cierto punto, a desapegarse de todos los
conceptos erróneos de todas las transposiciones del amor en relación con las
heridas o las satisfacciones que puedan experimentar por relación a un ser
humano, un sistema social, un sistema moral, espiritual o religioso. Van a
comprender, como lo he dicho en mi última vida, que no existe para la Libertad , el camino
conocido. Que para vivir la
Libertad , no es necesario ser dependiente de alguna creencia,
ya que mientras exista la menor creencia, no son Libres porque la creencia (e
incluso en un amor, idealizado, de una religión o de un salvador exterior o de
cualquier dios) no refleja más que la incapacidad para vivir la plenitud y no
es más que el reflejo de una vida Interior concerniente al objeto de esta
proyección de amor hacia el exterior. Solo casos hay muy raros donde esta
proyección puede vivirse como una tensión hacia el Abandono, como lo he dicho
anteriormente
Así pues, somos todos tributarios de
relaciones que podemos decir condicionales y son condicionadas, aún una vez,
por la educación, por los vínculos de la carne, de la sangre, por la
experiencia en la personalidad y en el alma.
Pero el alma nunca será el Espiritu.
Eso ya lo había explicado. El
Fuego del alma sobre este mundo, está exclusivamente vuelto hacia la
materia. El Fuego del alma no conoce el
Espíritu, y mucho menos mientras no hay la inversión y la Reversión del Triángulo
Luciferino (o haciendo pasar del Fuego de la personalidad al Fuego del
Corazón), mientras no hay el Pasaje de la Puerta Estrecha ,
por 3ª vez, permitiendo establecerse en el Corazón. Que es, les recuerdo: Libertad,
Autonomía. Que es lo Desconocido. Que es
sobre todo, satisfacción permanente y perpetua (no dependiendo de ninguna
relación efímera), sobre todo, no dependiendo de ningún humor, de ningún
afecto, de ningún mental, de ninguna concepción y sobre todo de ninguna
creencia. El Amor Vibral los hace Libres y se hacen fuertes porque justamente
no dependen de nada exterior y sobretodo no de una proyección de la Conciencia al exterior.
El Amor Vibral los hace fuertes porque consideran (porque lo viven) que no hay
diferencia y que no hay ninguna proyección de este Amor hacia un exterior que
solo existe en la Ilusión
de la conciencia de este mundo.
Realizando el Amor Vibral se acercan
(como eso fue dicho por numerosos Ancianos y Estrellas) de lo que llamamos la Alegría , de lo que
llamamos el Samadhi, la
Paz Eterna. Si razonan y comprenden bien las relaciones, más
allá del mental (cualquiera que ellas sean al sentido personal) son siempre
condicionales por su propia posibilidad de desaparición, que eso sea en una
relación de pareja, de padre e hijo, en un sistema social, en una sociedad
donde o en cualquier cosa. Lo que no es
el caso en cuanto pasen al seno y al sentido del Amor Vibral, por la percepción
de la Vibración
y por el establecimiento de la
Conciencia en este nivel particular de la consciencia. Como ya se sabe, las emociones se manifiestan
sobre el plexo solar. Una pérdida va a
manifestarse sobre la garganta. El cuerpo
va a resonar y a manifestar lo que está en relación con el sufrimiento, vivido
en cuanto al alma y en cuanto a lo que se llama psicología. Lo que realiza el
Espíritu no puede ser afectado, en ningún caso, por un estado emocional, por un
estado mental. Entonces, por supuesto,
para algunos, eso va a establecerse progresivamente y para otros, eso va a
realizarse de un solo golpe porque cada uno es diferente en su proceso de
integración del Amor Vibral, permitiéndoles pasar de uno al otro y de
establecerse en definitiva en la
Vibración del Corazón, es decir en la Unidad y en el Sí. La experiencia que están llevando a cabo,
individual y colectivamente, los lleva a encontrar el Amor no ya como un Fuego
personal sino, bien, como el Fuego de la
Luz , viniendo a tomar su lugar y volviéndoles al vuestro.
Existe una diferencia esencial, incluso
al nivel de las percepciones dichas espirituales. Los reenvío para eso a eso
que dijo NO OJOS sobre el 3er ojo, sobre la visión del tercer ojo y la Visión del Corazón. Se puede
por eso, hablar allí también de diferencias al nivel de los sentidos.
Efectivamente, al sentido del astral (es
decir de la personalidad), la visión espiritual del tercer ojo los reenvía a
los mundos extremadamente coloreados (extremadamente físicos, hasta cierto
punto), incluso si se sitúan sobre el plano astral. Mientras que en cuanto penetren la fusión de
los Éteres, de vuestro propio Éter, desde que pasen por las Puertas del Corazón
y que se establezcan de manera casi permanente en la Conciencia Vibral
y en el Amor Vibral, solo existe una Conciencia que ya no está limitada, ni por
este cuerpo, ni por cualquier cuerpo. Están en ese momento en la Luz blanca y eso que ven, por
vuestros ojos (como si viajan en Êtreté) solo es la Luz Blanca Esta Luz Blanca
no es uniforme, pero con todo (y eso es difícilmente expresable con palabras),
cuando penetran esos mundos, saben que penetran las Moradas de la Eternidad porque hay
muchas Moradas pero todas esas Moradas, presentes en la Luz Unificada , no
tienen coloración, en el sentido que lo oyen. El sonido astral tampoco es el
Sonido, ni la Música
de las esferas. La Música de las esferas que
acompaña el Samadhi no tiene nada que ver con la música del astral vinculada al
3er ojo.
Todo eso, por supuesto, no me corresponde
desarrollarlo. Por el contrario, me
corresponde decirles que les es hoy fácil (y les será cada vez más fácil)
distinguir, por experiencia, lo que es el amor personal de lo que es el Amor
Vibral. Esta confrontación, esta Fusión
de los Éteres (que tienen la oportunidad de vivir antes del momento colectivo
de la humanidad) les lleva a colocarse y obviamente hay duda en cuanto a la
localización. Solo el mental va a
intentar interferir para decirles que esto no es verdadero, para decirles que
si se establecen en esta Luz Vibral y en este Amor, van a perder todos los
amores que hacen sus relaciones, sus afectos y sus vínculos. No. Simplemente van a transformarse por una
más grande Libertad, una mayor Claridad y por la capacidad, por eso, por lo que
devinieron, de transformar su medio ambiente, sin querer nada, sin pedir nada
sino, simplemente, por lo que llamamos su Presencia. El Amor Vibral es
transformante, por sí mismo, incluso en las relaciones limitadas de la
personalidad. Es el principio incluso de
la acción de la
Inteligencia de la
Luz que es Gracia y que nada tiene hacer de vuestra intervención en la
personalidad. Es hoy que es necesario
plantear la pregunta: “¿Qué es lo que quieren ser?” “¿Qué es lo que quieren
hacer?” « ¿Es que quieren buscar una luz en el exterior, o a través de un
conocimiento o es que quieren establecerse en la Luz Vibral que es
Unidad y Simplicidad?»
He aquí algunas palabras que tenía que
darles y llevarlas a vuestra reflexión y a vuestra Conciencia, no tanto para
hacerles preguntar o comprender sino más para ver eso que están a vivir o a no
vivir. Muy queridos Hermanos y Hermanas en humanidad encarnada, doy Gracia por
su Presencia y atenta escucha. Los
invito a releer estas palabras, más allá de la Vibración incluso de mi
Presencia a fin de situarse, no intelectualmente sino más bien por vuestra
propia Vibración. Recuerden que el Amor Vibral es evidencia, que el Amor Vibral
es Luz, que el Amor Vibral no es el amor personal sino que viene a
transcenderlo, transformarlo, liberarlo y autonomizarlo. Les digo hasta algunos minutos. En el Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario