Como seres humanos, se han
conformado y permanecido dentro de las líneas y los cuadros de su vida donde
creen que están seguros y protegidos, sin ser vistos ni oídos. En esa zona de
confort no hay crecimiento. Permitan que las contracciones de su vida los den a
luz a la expansión, haciéndolos mirar desde otro ángulo, otra percepción.
Pareciera que creen que sus
cinco sentidos son muy limitados. Cada uno de ellos les da una multitud de
regalos. Depende de ustedes transformar la percepción. Pueden escuchar a los
animales del barrio ladrando y gruñendo o pueden escuchar el canto de los pájaros
detrás de eso. Pueden escuchar los árboles cayendo o pueden escuchar las almas
cambiando de forma y liberándose. Pueden oír el agua rompiendo en la orilla,
comiendo arena para el desayuno, almuerzo y cena, o pueden ver a la vida
esculpiéndose a sí misma en algo nuevo.
El mes de Septiembre habrá
varios portales que les ofrecerán la oportunidad de darse a luz a sí mismos en
una octava más alta de conciencia. Hablo de dar a luz a todos sus sentidos, su
conciencia, su subconsciente, su cuerpo, sus intenciones y sus atenciones,
viéndolo todo como un don sagrado y una oportunidad sagrada para pasar de la
contracción, el miedo y la ira hacia otra forma. Su ira y su odio los
contaminan a ustedes y a la
Tierra. Muchos están enojados por la deforestación, la contaminación
de las aguas; enojados por la guerra y enojados con el gobierno. Todas estas
cosas crecerán y se expandirán hasta que ustedes las bendigan y disminuyan lo
que ellas representan.
Su vida es un milagro.
Bendíganla. Respirar es un milagro, bendíganlo. Todo está ahí porque ustedes lo
construyeron. Ustedes lo están soñando y los está soñando a ustedes. Ustedes
son el sueño de su vecino y sus vecinos son su sueño. Cuando quieran cambiar,
lo harán. Cuando quieran despertar de ese sueño, lo harán. Pero hasta entonces
van a seguir soñando, todos conectando, todos experimentando, todos dando a
luz.
Sean como el agua,
transfórmense y cambien y fluyan y contráiganse y expándanse y levántense y
desciendan durante todo el día. No se asienten el tiempo suficiente, ni se
aniden en la ira o en algún miedo, más bien relajen su cuerpo y aléjense de
eso. No pueden deshacer lo hecho. No pueden deshacer lo que un alto porcentaje
de su población ha considerado correcto, ya sea una guerra o despoblar de
árboles el terreno. Pero pueden bendecirlos a todos, durante y después del
hecho. Bendigan lo que les duele. Bendigan lo que los enoja. Bendigan lo que
los ata. Porque la vibración de bendecir tiene un efecto atenuante. Al
disminuirlo con la bendición, disminuyen el efecto.
La lección está en la
bendición. Sus lecciones para aprender, sus lecciones para soltar. Observen
cuando bendigan a otro con mucha intensidad ahora porque está ocurriendo mucho
más que lo que hayan contemplado alguna vez en el pasado.
Yo te cubro con el Amor del Padre Celestial
Que la Luz
del Padre brille en tu Corazón
Dios te Bendice
J.A. Beutelspacher
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