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miércoles, 21 de septiembre de 2011

HERMANO K 12 septiembre 2011 con audio


La única verdad, la única Unidad posible no puede encontrarse hasta que, precisamente, abandonen todos estos tipos de enseñanzas, toda esta información, por lo que se refiere al alma y acerca de cualquier evolución espiritual vinculada a la reencarnación o vinculada con un mejor futuro, en esta Tierra.


Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com

 Entonces, las circunstancias de la vida, que tienen que enfrentar hoy, en este tiempo particular que viven, son muy exactamente las circunstancias que les son las más favorables (aunque eso les parezca estúpido), para vivir la Unidad.

para escuchar el audio haz clic aquí

http://www.yakitome.com/data/1458055779/yak_Yu1pblLEH7VHx_zCHEkdG0u9NXKmZ0CEiNDhm5kl3QzWyD2Ks0gKOVV8X68WPNkSVp7rBWi47fberP7PGjVvapVF.mp3


Soy HERMANO K. Reciban, Hermanos y Hermanas, todos mis saludos y todo mi Amor. Mi intervención de esta noche se situará en la consecuencia lógica de varias intervenciones, que les di, refiriéndose tanto a la Libertad y Autonomía como la liberación de lo conocido y el acceso a lo desconocido. Desearía, esta noche, hablarles del reto del tiempo presente. Este reto del tiempo presente se inscribe en dos perspectivas. La primera que es, diría, completamente independiente de todo tiempo exterior, de todo calendario y que es válida en todo momento (y que fue válida en todo momento, en el pasado). Terminaré esta exposición por una segunda perspectiva que está, ella, mucho más orientada sobre el presente del tiempo que viven, que aporta algunas luces y algunas precisiones relativas al reto del tiempo presente.
Muchos Arcángeles, muchos de los Ancianos, les expresaron la necesidad de acercarse de HIC y NUNC, AQUÍ y AHORA, es decir, de acercarse de lo que viven, en Conciencia, en el momento presente, con el fin de no ser afectados, en cualquier nivel tanto, por su pasado, su historia como una proyección en el futuro, cualquiera que sea la razón, cualquiera que sea la causa. Se comunicaron una serie de elementos que permitían, a través de distintas técnicas, distintos métodos, acercar a ustedes de este famoso momento presente. Tiempo presente, que les permite, a nivel emocional, mental y a nivel de la Conciencia, de realizar una especie de alineación permitiendo beneficiarse de algunas afluencias y algunos influjos, correspondiendo a una captación de Luz o de una Conciencia, llamada diferente de la conciencia ordinaria, y permitiendo, a algunos, vivir y manifestar la Conciencia que se nombró Turiya o Supramental.

El reto del tiempo presente todavía fue, en todas las tradiciones y en todo los pueblos, ciertamente, el elemento el más ambiguo, más complejo y, al mismo tiempo, el más simple por realizar. En efecto, el momento presente es, esencialmente, imperceptible, puesto que en cuanto piensan en el momento presente, este ya pasó. Y están en un nuevo momento presente. Lo que ha sido dado a entender por allí (y encuentran este concepto en las enseñanzas, tanto orientales como occidentales): existe, a través del rezo, la meditación, la contemplación y de otras técnicas derivadas (el yoga también), medios que se dieron al Hombre de experimentar una aproximación de la no linealidad del tiempo, tal como es percibida y vivida por la conciencia ordinaria, cuando estamos encarnados. El conjunto de los místicos, de todo origen, describió un momento particular, como si existiera un asimiento de la Conciencia, superando, precisamente, esta linealidad del tiempo pasado, presente y futuro, permitiendo a la Conciencia, el espacio de un momento, el espacio de un momento más largo, de salir de esta linealidad del tiempo y desembocar en una Conciencia no habitual, donde las percepciones de los sentidos, donde las percepciones de la Conciencia, no son más habituales. Algunos místicos consideraron incluso y vivieron que el paro del tiempo era, hasta cierto punto, en el desarrollo de la Conciencia, indispensable para acceder a esta Conciencia no ordinaria, y vivir un estado de consciencia obteniendo un estado diferente del ordinario y acompañándose de manifestaciones inusuales.
La linealidad del tiempo es, hasta cierto punto, ineludible, para el ser humano encarnado, como para toda forma de vida personificada y presente a la superficie de este mundo. Existiría pues un espacio, que no depende de un pasado, que no depende de un futuro, en el cual, a través de la meditación, el rezo, la contemplación, el yoga u otra cosa, sería pues posible escaparse a esta linealidad y acceder a un tiempo, que llamaría trascendente.
La problemática del mundo moderno (e independientemente de este espacio particular de tiempo que viven) fue modificar la percepción del tiempo, incluso, por la Conciencia, puesto que el ser humano, se puede decir, en sus distintas partes de asentamiento, siempre siguió, como se dijo, los ciclos de la naturaleza. Hace poco tiempo, en resumen, a escala humana, el Hombre seguía el curso del sol, se levantaba con él y dormía con él. El progreso modificó, por supuesto, esta disposición lógica del tiempo, entre la salida y la puesta del sol, haciendo alternar los ritmos de sueño y víspera. Algunos trabajan por la noche. La Luz cambió, debido a su abundancia (electricidad), permitiendo vivir a su ritmo, no dependiendo en ningún caso ya, en cualquier caso para esa parte, de cualquier ritmo solar.
En alguna parte, se puede decir que el Hombre se liberó de algunos límites de tiempo. Eso es tan similar sobre, al parecer, lo que se llama la duración de una vida, cuya expectativa, calculada y nombrada así, ha aumentado progresivamente a medida de este siglo XX que acaba de pasarse. La expectativa de vida se limitaba a una generación, aquí aún hace algunos siglos. Y progresivamente, esta expectativa de vida permitió a los seres humanos de prever, hasta cierto punto, tener varias vidas en una vida. Así pues, aparecieron cambios de carrera, cambios de cónyuge, o cambios de lugar. En realidad, la modernidad aportó una movilidad, en el tiempo, y este tiempo se es, hasta cierto punto, extendido, prolongado, permitiendo al humano de llevar varias experiencias de frente y encontrar lo que llaman información, por distintas fuentes, que no caen ya bajo el sentido habitual de la mirada y la observación del ritmo y las temporadas pero que pasó a ser, yo diría, globalizado y mundial, permitiendo, por medio de sus medios modernos de comunicación, superar estos límites inscritos en el calendario solar o en un calendario temporal particular, vinculado a espacios particulares de la Tierra. El ser humano pues ha adaptado, hasta cierto punto, sus mecanismos de vida, con relación al reto de este tiempo presente, con relación a la modernidad, haciéndole recoger (se puede emplear esta palabra), una serie de elementos que le habría sido imposible a recoger antes. No hablo solamente de la información, sino incluso del acceso a un conocimiento de su medio ambiente, que era aún imposible, aquí solamente hace un centenar de años. La cuestión que se plantea consiste en saber si esta modernidad, esta elasticidad del tiempo, esta salida del tiempo solar, permitió al humano de acercarse de la transcendencia. Por supuesto, no es, como ya se imaginan, estrictamente nada, al contrario, puesto que se creó todo, en la modernidad, para poner al Hombre en un ritmo desenfrenado de competición, no teniendo ya nada que ver con una vida pacífica que evolucionaba según las temporadas y según el ritmo del día, con empleos dados ritmos por este mismo ritmo del día. Entonces por supuesto, la conciencia del humano el moderno, hoy, no tiene nada que ver con la conciencia del humano de la Edad Media. Y hablo, a ese nivel, del humano el normal, que no tiene búsqueda particular de sentido, de espiritualidad, y que ocupa su vida en su personalidad, llevando a cabo sus empleos.

En la actualidad, los medios de seducción, información, conocimiento, han creado una multitud de apoyos (tecnológicos u otros) que atrajeron el ser humano en esta modernidad. Esta modernidad volvió, efectivamente, mucho más fácil, la vida ordinaria. En efecto, para tener agua, basta, en general (en cualquier caso, en Occidente), con abrir un grifo: no hay más cubo que descender en el fondo de un pozo ni de desplazamientos que deben efectuarse para ir a este pozo. El conjunto de los desplazamientos, por otra parte, se volvió mucho más fácil e inscribiéndose, como lo observaron quizá, en tiempo cada vez más rápido, si se excluyen, por supuesto, las ciudades y lo que llaman los embotellamientos.

El humano pues se volvió capaz, a través de su técnica, de desplazarse de un final al otro del planeta. ¿Ahora, se puede decir que eso se acompañó de una posibilidad, del ser humano, de viajar, hasta cierto punto, en su ser Interior y de experimentar el conocimiento Interior de su estado trascendente? Obviamente, la respuesta es no, puesto que esta modernidad se ha acompañado, como eso se escribió en los textos orientales, por la aparición de una edad de decadencia, llamada Edad Oscura o de Kali Yuga, donde el hombre se insertaba, cada vez más, en una materialidad y en un alejamiento de los ciclos naturales, alejándose, así, de su contacto, inherente y natural, a su naturaleza de ser vivo sobre esta Tierra.


El problema no es para mí discurrir sobre lo bien-fundado o lo mal-fundado de esta evolución, si es una, o una involución. El objetivo es más bien darse cuenta, real y concretamente, que el conjunto de esta evolución, o involución, condujo al Hombre a alejarse, cada vez más, de su transcendencia. Anteriormente, no tan lejano, el ser humano no se planteaba la cuestión de la transcendencia: vivía completamente insertado en su dinámica de tiempo presente. No se planteaba tampoco la cuestión de cualquier falsificación, de cualquier Unidad y diría incluso que no se planteaba, generalmente, la cuestión del bien y el mal, más allá de su propio círculo de vida que se refería, generalmente, a su familia y a su círculo limitado, evolucionando en el mismo espacio o un espacio cercano, en cualquier caso, del suyo.


Así pues, resultaron lo que, de manera universal, se llamó la civilización del ocio, al mismo tiempo que se instalaba la civilización de la competición y la información. Eso no está para juzgarse puesto que eso es, y eso correspondió, hasta cierto punto, a la concretización de una serie de proyecciones exteriores de la humanidad en su conjunto, a través de lo que se conoce como un sistema de creencias, un sistema de valores o un sistema de mejoras del marco de vida.


Muchos entre ustedes, hoy, saben y viven el hecho de que este marco de vida no es, a priori, absolutamente ni liberador, ni iluminador, ni trascendente. Es, en efecto, extremadamente difícil, para un ser adoptando la modernidad, en su totalidad, e inscrito en un curso a esta modernidad y a este progreso (y en particular si tiene un papel social o económico de primer plan), de hablar de cualquier transcendencia. El mundo moderno puso fin a esta apariencia de separación, puso fin a esta apariencia de distancia, acercó una serie de elementos del humano pero que nada tienen que ver, por supuesto, con la transcendencia del humano, dando al mismo tiempo la impresión de una libertad mayor que antes, por lo mismo de la prolongación de la vida, por lo mismo de la capacidad para simplificar lo que llamamos las necesidades corrientes y crear, hasta cierto punto, nuevos deseos y nuevos placeres, directamente resultantes de la ingeniosidad tecnológica del humano al siglo XX.


El reto de este tiempo presente es, precisamente, reconciliarse, hasta cierto punto, con la naturaleza, reconciliarse con los ciclos y los ritmos que llamaría naturales. Por supuesto, el hecho de tener creada una posibilidad de tener luz en plena noche, por la electricidad, el hecho ya de no estar aislado por conceptos de calendario diario, volvió al Hombre mucho más codicioso y mucho más orientado hacia el exterior que lo que no estaba durante el tiempo anterior. El reto del tiempo presente es pues llegar a encontrar, en este énfasis del tiempo y esta ampliación de tiempo (que no es un paro del tiempo), de encontrar el medio o los medios que van a permitir acercarse a este tiempo presente, más allá de la linealidad de este tiempo que pasa, más allá de las seducciones, placeres y atracciones de este mundo, su tecnología y sus medios, para ir en busca de Sí.

Ir en busca de Sí nunca ha requerido de cambiar países, nunca no ha requerido de cambiar cualquier cosa. Hasta se puede decir que ir al encuentro Sí es, a priori, independiente completamente de todo curso o toda investigación exterior. La búsqueda de Sí puede hacerse a través de la adhesión (eso lo saben) a religiones, a principios, a filosofías, a creencias, a una experiencia también. Pero sólo es una investigación. El reto del tiempo presente, es que es juicioso, cortando todas las fuentes de información dichas exteriores o exógenas, encontrado una transcendencia. Esta transcendencia, mientras se inscriba en una investigación exterior, fuera la más encomiable, a través de ejercicios exteriores, a través de la adhesión a una religión o a una filosofía, desgraciadamente nunca permite encontrar la transcendencia.
En efecto, hasta ahora y hasta un tiempo relativamente reciente, se limita extremadamente el número de seres humanos teniendo acceso a esta transcendencia, por la adhesión a una religión, a un principio, a una filosofía. Y por otra parte, los que formaron parte de sistemas de creencias, que sean religiosos u otros, y que accedieron a esta transcendencia, en Oriente como en Occidente, fueron tan raros que pasaron a ser o los santos, o los personajes, en cualquier caso localizables según su tradición y que atrajeron a muchas personas que esperaban por el encuentro con estos seres, vivir una parte de esta transcendencia, una parte de esta eternidad.

Eso era extremadamente obvio al siglo XIX y al siglo XX en que, como ya se sabe, la mayoría de los que se llaman los Ancianos, estaban presente sobre la Tierra para afianzar, hasta cierto punto, el despliegue de la Luz que viven hoy. Estos seres, cualquiera que sea su lugar de predilección, cualquiera que sea su lugar de origen o su lugar de vida, dejaron un mensaje, dejaron un testimonio, por su camino, por su vivir. El conjunto de estos seres que, hoy, constituyen la Asamblea de Melquizedec, dejó el plano de la Tierra, el más tardío durante los años 1985-90. Desde este tiempo-allí, el tiempo de los Maestros Encarnados está completamente cumplido. En efecto, lo que debía afianzarse completamente se afianzó. La información disponible que dejamos, los unos y los otros, colocó, hasta cierto punto las bases, aunque ninguno de entre nosotros en ese momento ha podido mencionar claramente lo que era la Unidad, de manera tan clara como hoy, ya que era extremadamente difícil poder acceder a este estado de Unidad sin haber parado el tiempo, precisamente, y sin haber salido de la linealidad del tiempo, enteramente. Lo que no es su caso hoy ya que muchos entre ustedes, quienes vivieron las transformaciones Vibratorias, prosiguieron su vida en este mundo, en su linealidad habitual, incluso si se cambiaron algunos componentes, en su distintos medio ambientes.
El reto del tiempo presente ha sido siempre extraerse, hasta cierto punto, de una forma o de otra, del tiempo para vivir la experiencia de esta salida del tiempo: el acceso a la transcendencia. Todos insistimos, cuando vivimos (cualquiera que haya sido nuestra filosofía de vida, nuestras adhesiones, nosotros también, a nuestras creencias), a mostrar, cada uno a nuestra manera, que existían ejercicios de la Conciencia (por mi parte), ejercicios espirituales (para otros), los testimonios de vida (para otros aún), que permitían superar la linealidad del tiempo. Que eso se haya expresado a través de curaciones (como el Maestro Philippe de Lyon, que vivió un poco antes), que eso esté a través de las enseñanzas espirituales, pedagógicas (como lo hizo nuestro Comendador o también como lo hicieron los otros Ancianos que crearon escuelas, como Maestro RAM.). Todo eso correspondió en una época en la que los seres humanos estaban ávidos de encontrar a un Maestro exterior a seguir, para bañarse en su medio ambiente.

En mi tiempo de vida, nunca busqué eso puesto que incluso lo rechacé, de manera formal, alegando que a mi juicio (y eso se comprueba, hoy, para muchos seres humanos), no hay otro Maestro que uno mismo cuando decidan cruzar la Puerta de su propio Corazón. Y que, ningún testimonio, hoy, puede sustituir al testimonio directo de la Luz y que ningún ser humano, cualquiera que sea, puede aportarles lo que tienen derecho a vivir ustedes mismos, completamente solos con la Luz Vibral.

El reto del tiempo presente, y del tiempo que ustedes viven desde hace un siglo, y sobre todo ahora (y no hablo del tiempo reducido del que hablaré en la 2ª. parte de mi exposición), es que la Luz Vibral les invita a salir del tiempo. Les invita a que salgan del tiempo, en sus espacios de alineación. Les invita a que salgan del tiempo, en los espacios Vibratorios que viven independientemente de las alineaciones. Todos constataron que hay momentos (no necesariamente localizables con relación a la Luna, o con relación a humor Interior), en que la afluencia de Vibraciones se hace más intensa, en la cabeza para la mayoría de entre ustedes y, para algunos de entre ustedes ya, en el Corazón y para otros, más raro, en el Kundalini. Esta llamada de la Luz requiere, por vuestra parte, una atención y una meticulosidad extremas, permitiéndoles responder, hasta cierto punto, de manera adecuada, con el fin de beneficiarse al máximo y recoger los influjos de la Luz que está, ustedes lo saben, transformando, en su Conciencia. Todo eso, ustedes lo han seguido en distintos grados y lo realizaron, en distintos grados.

Conviene también entender que en este tiempo presente, e independientemente de todo lo que les hemos dado, los unos y los otros (e incluso a través de lo que desarrollé, aquí hace poco tiempo, a través de algunas Puertas a pasar, a transcender), en definitiva, solo ustedes y ustedes totalmente solos es que pueden efectuar el último pasaje. ¿Entonces para qué, pueden decirme, haber llevado todas estas preparaciones? Eh bien, simplemente, para ponerse delante de esta Puerta. Y esta Puerta, sólo ustedes pueden cruzarla, ustedes solos.


Muchas Estrellas y muchos de los Ancianos, independientemente de mí mismo, expresaron lo que era el paso de esta Puerta Estrecha y les remito a sus intervenciones. El paso de esta Puerta, de la cual no mucho puede decirse mientras no se haya vivido, porque ya expresarlo en palabras lo disfrazaría. Por supuesto, se puede hablar de Samadhi, se puede hablar de Conciencia Unificada, se puede hablar de Êtreté, pero son sólo palabras mientras que el Ser, él mismo, no lo haya vivido básicamente dentro de sí mismo. La paradoja es que, decidir el tiempo para vivir eso, debe hacerles aceptar y entender que no hay estrictamente nada que buscar que no sea ya. Allí está la primera paradoja, y sobre todo en este tiempo reducido, sobre el que volveré de nuevo. En efecto, la Conciencia llamada Turiya (o Conciencia Unitaria) se manifiesta a partir del momento en que todo lo que es del orden de la conciencia habitual, se apaga. A partir del momento en que las señales habituales de la Conciencia (emociones, pensamientos, vínculos, Atracción, Visión), todo lo que es del orden de la conciencia ordinaria hace, hasta cierto punto, silencio. Lo que puede hacer decir (y como eso fue dicho por otra parte, aquí hace mucho tiempo, por algún Anciano, durante su vida) que la Conciencia de la Unidad estaba ya allí. Ella no tiene que ser buscada y que ser excavada, en alguna parte, para encontrarla, pero solo requiere finalmente de una cosa: es que se vuelva uno hacia ella. Y eso es exactamente. Entonces por supuesto, la conciencia de la personalidad, acostumbrada a encontrar exteriormente los elementos de respuesta, en la comprensión intelectual, en la comprensión emocional, en su vida, en sus referencias a sus últimas vidas, en una proyección en un futuro idílico o que transforma, en realidad, va a buscar allí donde no es necesario, es decir, una vez más fuera de uno mismo.


La Luz es una Llamada. Es en realidad una llamada de parte de usted en su Dimensión de Eternidad a usted mismo, llamándose, hasta cierto punto, a desviarse de la conciencia ordinaria y volverse francamente hacia esta Conciencia no ordinaria. La Conciencia no ordinaria no es pues algo a conquistar, no es pues algo a hacer, sino es exactamente un estado que debe concientizarse es decir, a ser y a realizar. Pero esta Realización, este Despertar, no puede inscribirse en otra parte sino en el momento presente. Y toda la sutileza va a ser, por distintos y variados medios, detener todo lo que no es este momento presente. Porque en cuanto el momento presente se vive como único momento, la Conciencia sale instantáneamente de esta linealidad del tiempo. Ahora bien, la Conciencia no sale habitualmente de esta linealidad del tiempo, que en situación de urgencia. Conocen todos, en torno ustedes (o ya vivieron ustedes), este mecanismo de accidente o urgencia instantánea, que expulsa literalmente a la Conciencia en un espacio donde no existe precisamente más tiempo, donde no existe, precisamente más aprehensión, donde a veces la vida va a desfilar detrás de los ojos cerrados. En el espacio de una millonésima de segundo se vive toda la vida. Existe pues un mecanismo bien real, vinculado a la urgencia, que conduce al ser humano a vivir esta salida de la linealidad del tiempo. Eso se describió bien más allá y bien más ampliamente que la experiencia mística.
El acceso a la Conciencia Turiya es pues algo que está allí pero que hasta cierto punto, no se devela, se revela o se manifiesta. Y lo que impide la manifestación de la Conciencia Turiya todavía ha sido (lo que dijeron los meditadores, lo que dicen las personas que rezan) el alejamiento de este estado por las actividades, incluso realizadas en la vida ordinaria. Es para eso que en el último tiempo, numerosos místicos probaron la necesidad real, de aislarse, de renunciar a toda vida exterior para poder encontrar este estado de consciencia. Recuerden, como lo dije, que hoy la mayoría de los seres humanos, desde la partida de los Maestros, llegan espontáneamente (y una parte no desdeñable de la humanidad) a vivir experiencias de Unidad y esto, independientemente de toda situación urgente. Este acceso a la Conciencia no ordinaria puede revelarse también, para algunas personas, por la noche. El reto pues de su tiempo presente, es muy particular. Es que a través de la vida que ustedes viven, se alejan del tiempo presente, y va a ser necesario encontrar el tiempo presente. Lo que no se planteaba antes como cuestión, se plantea hoy, como una cuestión crucial, sobre todo teniendo en cuenta que, a principios del siglo XX, una serie de movimientos espiritualistas aparecieron y declaraban, hasta cierto punto, el descubrimiento del alma y les invitaban a que conocieran las leyes del alma. Pero, como tuve la ocasión de decirlo y como lo repito esta noche, las leyes del alma no son las Leyes del Espíritu. Las leyes de la Dualidad no son las Leyes del Espíritu. Las leyes que han sido aplicadas, por estos espiritualistas, se refieren a las leyes de la materia pero no se refieren a las Leyes del Espíritu. Así pues se desarrolló lo que denuncié durante mi vida: una serie de espiritualidades, muy desarrolladas hoy, que implicaron al ser humano a alejarse aún más del Espíritu, haciéndole descubrir los mecanismos del alma, creando leyes llamadas las Leyes del Espíritu que no son las Leyes en ningún caso del Espíritu sino que son el reflejo en el alma, de las leyes de la personalidad y las leyes del encerramiento.


La única verdad, la única Unidad posible no puede encontrarse hasta que, precisamente, abandonen todos estos tipos de enseñanzas, toda esta información, por lo que se refiere al alma y acerca de cualquier evolución espiritual vinculada a la reencarnación o vinculada con un mejor futuro, en esta Tierra. Ya que nunca, por supuesto, estas enseñanzas les hablarán de su finalidad. Por supuesto, les hablarán de acceso a la Luz, les hablarán del Amor pero, en ningún momento, les avisarán sobre lo que está llegando a esta Tierra en este mismo-momento. Todo su objetivo pues consistió en desviar, al ser humano, de su transformación y su transcendencia, en el mismo concepto que la modernidad. La finalidad del Espíritu no puede ser otra cosa que el Espíritu. La finalidad de la personalidad no puede ser otra cosa que la personalidad. La finalidad del alma no puede ser otra cosa que el alma. ¿Qué pasa? El Espíritu no está presente en este mundo. Por supuesto, es muy fácil decir que se personifica al Hombre, cuerpo, alma y Espíritu. ¿Pero quién puede decir que vio su alma? ¿Quién puede decir que vio el Espíritu? ¿Quién puede quien decir que viaja, con total libertad, en las Dimensiones de la Eternidad?

Hasta el final del siglo XX, incluso los Maestros encarnados, entre los Ancianos, que vivían Samadhi (con todo auténtico y total), se disolvían en lo que se llama la disolución brahmánica o la disolución del Atman pero, en ningún momento, pudieron describirles los otros mundos que existen en la Unidad. Este aspecto multidimensional es un descubrimiento que aparece, para algunas personas, y cada vez más, desde hace 20 a 30 años, por lo que se refiere al acceso a una nueva Dimensión de vida que se prepara ahora, desde más de una generación. El primer flujo de codificación Vibratorio de la nueva Dimensión llegó sobre la Tierra al principio y a mediados del año 1984. Es en esos momentos que partieron los últimos Maestros que estaban aún encarnados, que son hoy, los Melquizedec, para los de entre ellos que estaban encarnados en ese momento.
Eso significa también, que en ese momento, el trabajo que teníamos que realizar estaba terminado y que debíamos dejar lugar a otro tipo de trabajo que era la aparición de la Luz, del Espíritu, en cada alma y cada personalidad que lo deseara. Este trabajo se realizó, hasta cierto punto poco a poco, cada vez para más seres humanos. Este potencial de seres humanos que se desmultiplica por una transmisión, diría, horizontal, de cada ser humano despierto, por simpatía, por resonancia, con otros seres humanos en torno él. El trabajo de los Arcángeles, de los Ancianos, de las Estrellas, permitió también hacer accesibles las enseñanzas de la Unidad. Ser enseñado sobre la Unidad, no es vivir la Unidad. Ser enseñado sobre la Unidad, da acceso a la voluntad y a la posibilidad, al deseo, de vivir la Unidad. Permite no obstante abrirse lo que se llamó la Corona Radiante de la cabeza, haciendo decir a San Juan (que fue más tarde, como ya se sabe, Sri Aurobindo): “Habrá muchos llamados, pocos de ellos, serán marcados en la frente”. Lo que describió Sri Aurobindo, como llegada del Supramental y la transformación de las células, vinculada a la llegada del Supramental. Todo eso lo viven, diría, directamente, hoy, desde hace algunas decenas de años sobre la Tierra.

El reto de este tiempo presente es pues precisamente, no dejarse abusar y de no engañarse, hasta cierto punto por el mundo moderno, por las tecnologías que están atrapando en la visión, en los ocios, en los placeres, en la facilidad misma que se obtiene. Tampoco hacerse engañar por los modelos espirituales que quieren darles a conocer, aplicando las leyes de la materia, una parte sutil llamada el alma, mientras que el alma no depende de la materia sino sobre todo, ustedes lo entendieron, de las Leyes del Espíritu. Las Leyes del Espíritu que precisamente están ausentes sobre esta Tierra, porque el Espíritu fue quitado hasta cierto punto. Lo saben: el principio de falsificación. El reto del tiempo presente pues fue retrasar a muchos entre ustedes quienes viven estas transformaciones, con un conjunto de elementos atrapantes. Fue necesario hasta cierto punto avanzar hacia su Libertad, hacia su Autonomía, avanzar hacia algo que, aún hoy, para muchos, les es estrictamente desconocido. Cualesquiera que sean las Vibraciones que viven, cualquiera que sea la apertura, real, las Estrellas y las Puertas de sus cuerpos, son una preparación.


El acceso a la Unidad no se realiza, enteramente, que cuando penetren, sólo fuera una vez, el Cuerpo de Êtreté y vuelvan a entrar en el Sol, como lo había dicho el Comendador cuando estuvo vivo. La libertad pasa pues por la Puerta del Sol: es el acceso al Sol. Fue vivido por Moisés, por ejemplo (en las Escrituras llamadas la Biblia), en el momento de la transfiguración y su encuentro con METATRON. En ese momento, se puede decir (y solamente en ese momento), este ser salió de la Matriz. Entonces, los seres que pudieron extraerse de la Matriz, todos, les comunicaron este encuentro con el Sol. Este encuentro con el Sol es real, puesto que el acceso a la Libertad sólo se hace a partir del momento en que penetran, realmente el Sol. La experiencia llamada y estudiada, hoy, NDE (o Experiencia de Muerte Inminente), confirma por otra parte eso, puesto que existe un pasaje por una serie de Estados. Generalmente, antes de encontrar el Sol, los seres se detienen en el momento de esta etapa fuera de la Matriz, pero no obstante atrapante. Pero la experiencia que tienen es completamente transformante, en cuanto a la experiencia de la supervivencia del alma, pero no de la vida del Espíritu.

En la actualidad, son llamados a vivir el Espíritu. Y para vivir el Espíritu, así como lo he dicho, es necesario liberarse completamente de todo lo que se conoce. La problemática es que existe en el ser humano un reto. Los retos les son presentados, tanto por el mundo exterior en el cual viven, también por enseñanzas espirituales ignorando completamente (voluntaria o no) la realidad del Espíritu. Así pues, no hay un salvador exterior y no puede haber otra cosa que ustedes mismos, a través de su propia experiencia. Ustedes son, de manera no descriptiva, el conjunto de la Realidad. Son la totalidad de la Verdad y son la totalidad de la Fuente. Entonces, por supuesto, existieron siempre principios dichos reduccionistas, que quisieron poner la conciencia humana en lo que se llama vulgarmente el pecado, en, vulgarmente algo que hace considerar al ser humano como algo completamente dependiente de una autoridad exterior, fuera ella llamada Dios, fuera ella llamada diferentemente, que le permitía, en un futuro alejado bien después de la muerte, el acceso a un paraíso cualquiera.

Este paraíso no existe absolutamente en la realidad de lo que tienen que vivir. Ya que, como eso se les dijo, pasarán a ser muy exactamente lo que crearon. ¿Qué es lo que crearon? ¿La Unidad o la Dualidad? ¿Qué es lo que crearon? ¿La adhesión a las creencias o una existencia de su propia experiencia de la Unidad? La Unidad no puede vivirse fuera sí. Es, además, completamente independiente de todo Salvador, todo Maestro y toda autoridad. Mientras acepten a una autoridad exterior, no tienen acceso a la Unidad. Mientras crean depender de algo exterior a ustedes para acceder a su Unidad, ustedes no viven la Unidad. Eso es a la vez extremadamente simple pero a veces más complicado de aplicar, por lo mismo del reto que es que esta personalidad no puede concebirse como inexistente. La personalidad no existe hasta después de su construcción, durante la infancia, y desaparece, después de distintas vicisitudes, a la muerte. Y con todo, la personalidad se cree inmortal. Mientras la personalidad se crea inmortal, no puede haber acceso a la Unidad. Es necesario pues, en alguna parte, poner fin a la personalidad. Esta muerte no es una muerte, en el sentido real. No hay que suprimir cualquier cosa, al sentido real y físico de este mundo, incluso si es una Ilusión total. Es, efectivamente, un cambio de mirada, un cambio de punto de vista, correspondiendo a algunos Pilares que se desarrollaron, aquí hace poco tiempo por el Arcángel ANAËL (intervención del 12 de septiembre de 2011), que se expresaron por otra parte, antes, sin por ello precisar que eran Pilares. Pero está claro que no pueden penetrar el Templo Interior de la Unidad si no aceptan, hasta cierto punto, ya no existir en la personalidad.

Mientras la personalidad reclame el Êtreté, el Êtreté nunca será revelado. Entonces, eso pudo ser llamado, como Abandono a la Luz por el Arcángel ANAËL, y desarrollado desde hace 2 años, de manera extensiva. Por algunas Hermanas, como Tensión hacia el Abandono, como Renuncia. Pero es, verdaderamente, una crucifixión que ve el final de todas las ilusiones y de la Ilusión suprema que es la personalidad. No hay otras maneras de transcender el tiempo y de vivir la transcendencia. La paradoja es que, mientras crean poder alcanzar eso por el exterior (sea un Salvador, un Maestro, un cónyuge, un Hermano o una Hermana), no pueden acceder a su Verdad Interior. Es tan simple como eso.


Entonces, vengo ahora a la segunda parte de mi exposición, que se refiere más específicamente a este tiempo presente que viven, que, como ya se sabe, es un tiempo extremadamente particular puesto que se inscribe en el final de lo conocido, en el final del encerramiento y en el acceso a lo desconocido, a la Liberación y a la Autonomía más total. Entonces por supuesto, la personalidad va, sin parar, a traerles a su plan de existencia y realidad. Incluso para los que vivieron el Êtreté, sólo fuera esto una vez, las condiciones y las circunstancias de la vida, actualmente, van a ponerles frente a lo que se llamó el Choque de la humanidad, los miedos ancestrales, el miedo de la muerte, los miedos del abandono, los distintos miedos llamados colectivos, presentes en toda la humanidad. Y tienen pues, en ese momento, de manera conjunta, una Conciencia dualitaria que se debate con esta Conciencia Unitaria. Recuerden que la Conciencia Unitaria no discute nunca y nunca combate. Está bien más allá de los juegos de la personalidad. Está bien más allá de los juegos que existen en el cuerpo de deseo, en toda investigación espiritual. Hasta se puede decir, hoy, que mientras tengan una investigación espiritual, no pueden alcanzar el Êtreté. Tanto más si esta investigación se inscribe en un ámbito espiritual, vinculado al alma o vinculado con el conocimiento psicológico, donde la linealidad está omnipresente, a través de la ley de karma. Y saben pertinentemente que la ley de Karma no tiene estrictamente nada que ver con la Ley del Espíritu, que se llama la Ley de Acción de gracia o la Ley de Libertad, la Ley de los Niños del Uno. Ustedes no pueden pertenecer a los dos mundos. Eso va a revelarse, en el tiempo que viven ahora, cada día, de manera cada vez más crucial, yo diría. Van a darse cuenta que lo que pensaban poder mantener, de su conciencia ordinaria, va a apagarse, poquito a poco.

Entonces, por supuesto, los que aún están afianzados en su personalidad y que no tuvieron la posibilidad de vivir un acceso, lleno y completo, al Sol, van a encontrarse enfrentados a estos miedos residuales, a estos miedos ancestrales, haciéndolos dudar de la experiencia vivida. Y a eso, no pueden escapar. Eso se llamó el cara a cara, se llamó eso la Noche negra del alma, eso se llamó el Paso del ojo de la aguja. Poco importan los nombres que les dan. Todos corresponden exactamente al mismo proceso que es: ¿quieren la Libertad o quieren permanecer tal como son?

No habrá, y habrá cada vez menos, medida a medias. Estos dos estados de consciencia (llamados conciencia ordinaria y conciencia Turiya) deben necesariamente orientarse hacia la desaparición de uno u otro. O la conciencia Turiya va desplegarse y a causar, si no es ya el caso, el Fuego del Corazón, o la conciencia de la personalidad va a tomar la delantera y la Vibración va a alejarse de ustedes. Recuerden que no hay ningún juicio en lo que yo he definido, de valor o jerarquía, de cualquier cosa. Simplemente, van, realmente, en este tiempo particular y en el reto de este tiempo presente, a crear, enteramente, su propia realidad, su propio estado Dimensional. Y no podrán mantener un estado Dimensional liberado, más allá de los mundos de carbono. Hay pues procesos Vibratorios que ya no son elecciones sino que son, diría, la actualización de sus potenciales y la actualización de su Conciencia, en la nueva Conciencia. Es pues un tiempo particular.

Y en este tiempo particular, por supuesto, son ayudados por la acumulación de la Luz, sobre este mundo, permitiéndoles, si se desvían de su propia historia, de su propia personalidad, de penetrar, aún más fácilmente, al Êtreté. La penetración en el Êtreté y el Sol, se realiza a partir del momento en que la Corona Radiante del Corazón se despierta y se vuelve casi permanente. Observarán entonces, en ese momento, que las veleidades de su propia personalidad no tienen ya ningún peso con relación a la Conciencia que están estableciendo. Eso quiere decir que, simplemente, sus deseos no podrán nunca más llevarles allí donde les llevaban antes. Y van por otra parte a constatar, como eso se dijo, que la mayoría de sus deseos, cualquiera que sean, van a desaparecer, agradable y simplemente. Eso no es una anomalía.

Entonces por supuesto, en este proceso, algunas almas viven pesadeces, viven gravedades, viven el sentimiento de no vivir ya lo que vivían hace algunos meses o algunos años. Las cosas quedan claras: estas almas están creando su realidad, en los mundos carbonosos, y no en los mundos Unificados. La única manera de acceder a la Unidad es ahora crear la Unidad. Y esta creación se hace en el momento presente y no depende de ninguna circunstancia exterior. Mientras consideren que existe la menor circunstancia exterior, en algún ámbito que sea, que les impide acceder a su Unidad, esto es simplemente que ustedes no están creando su Unidad. Crear la Unidad es independiente, completamente, de toda circunstancia exterior, puesto que eso no dependerá nunca de una circunstancia exterior sino de un mecanismo Interior.

Vivir la Unidad, es también, a través de lo que nombré la meditación, la contemplación, el rezo, el yoga, la capacidad para cesar durante el tiempo de la experiencia, toda proyección exterior. Mientras haya una proyección exterior, en este mundo en encarnación, la Unidad no puede crearse. Cuando digo crearse, es decir, manifestarse, puesto que, obviamente, siempre ha estado allí. Cualquiera que sea la liberación de los sobres de Tierra, que casi se termina, cualquiera que sea la entrega de la Tierra, que se desarrolla, ahora, su propia creación sólo dependerá de su capacidad para establecerse en la Unidad. Las Alineaciones fueron los medios favoreciendo, acercar a ustedes de la Puerta Estrecha, alineándoles sobre la Merkabah colectiva.


La puerta KI-RIS-TI (ndr: entre los omóplatos) se ha abierto en su espalda, obteniendo el impulso KI-RIS-TI. Les queda, ahora, por cruzar esta Puerta Estrecha. Y recuerden que no pueden llevar cualquier cosa que pertenece a esto que ustedes eran ayer en la Unidad puesto que, para penetrar esta Libertad y esta Autonomía, deben liberarse completamente, de lo conocido. No pueden acceder a lo desconocido, llevando cualquier cosa de lo conocido. La personalidad hará todo lo que está en su poder, a través de sus propias resistencias, a través precisamente, del medio ambiente, y al peso que dan a este medio ambiente para impedir que se realice este Pasaje. Este Pasaje que combina, se los recuerdo, la Crucifixión y la Resurrección inmediata, o sensiblemente al mismo tiempo. Entonces, las circunstancias de la vida, que tienen que enfrentar hoy, en este tiempo particular que viven, son muy exactamente las circunstancias que les son las más favorables (aunque eso les parezca estúpido), para vivir la Unidad. Cualquiera que sea la pesadez que les afecta, cualquiera que sea la enfermedad que pueda afectarles de manera que fulmina, cualquiera que sea la oposición que puede ocurrir en su familia, es precisamente en el rebasamiento de estos mecanismos que se les proponen, que se descubren las últimas proyecciones exteriores, llevadas por usted, y que conviene superar para vivir la Unidad.

No hay pues, allí tampoco, que juzgar, o condenar. No hay pues, allí tampoco, que buscar un culpable exterior que vendría a impedir, desde el exterior, a que vivan lo que tienen que vivir. Ya que la única resistencia, finalmente, siempre será, en definitiva, ustedes mismos con relación a ustedes mismos, en el Sí. Cuando comprendan ese mecanismo, cuando acepten ese mecanismo, a través de lo que se les ha desarrollado por el Arcángel ANAËL, de la Humildad, la Simplicidad, la Transparencia y la Pobreza de espíritu, entonces, en ese momento, pueden vivir el Corazón. Pero nunca antes. Pueden emprender todas las mejores acciones del mundo, pueden emprender toda la voluntad de bien y toda la voluntad de purificación, eso nunca les traerá a la Unidad. La Unidad no se vive en un eje lineal. La Unidad no se vive ya, hoy, en este tiempo que ustedes viven, en la promesa de una apertura o de la activación de una Corona. Se vive por este mecanismo preciso que es el reto de este tiempo presente, el cual es abandonarse completamente a su propia Crucifixión, a su propia muerte, a su propia Resurrección.


Lo que hoy se inscribe en mis palabras, les da la posibilidad de vivirlo antes de que este mecanismo se refiera a la totalidad de la humanidad. En ese momento, las condiciones, precisamente, de este medio ambiente, no serán ya las mismas. Existe, como MARIA dijo eso, fechas irrevocables. Estas fechas irrevocables no están vinculadas a un encerramiento suplementario sino son límites Vibratorios que no dependen ni de ustedes, ni de la Tierra, ni de nosotros, sino que dependen solamente de la Estrella que anuncia la Estrella. Entonces, se les avisa de este tiempo reducido, último, en el cual tienen que llevar (para los que no la realizaron), la totalidad de su Co-creación consciente, llevándolos a vivir la Unidad, o a vivir la personalidad.


Comprendan bien que no hay nada que buscar exteriormente. Comprendan bien que todas las técnicas, cualquiera que sean, y que incluso de las que hablé (el rezo, la meditación, la contemplación, el yoga y algunas técnicas que pueden utilizar en este marco, es decir, cristales o cualquier otra cosa), en definitiva, no hacen más que acercar a ustedes de esta Puerta pero nunca les harán cruzar la Puerta. Sólo ustedes, Abandonándose, son quienes cruzan la Puerta. Y eso, lo hacen completamente solos, cara a cara, colocados entre los 4 Pilares (ndr: Humildad, Simplicidad, Infancia, Transparencia). En ese momento, constatarán que el despliegue de la Luz (que, para algunos, se limitaba a la Corona Radiante de la cabeza), que firma, en cualquier caso, su Liberación, va a poder permitirles, si tal es su elección, si tal es su Verdad, establecerse en la Unidad y en los mundos multidimensionales, completamente Libres. He aquí las algunas palabras que tenía que darles acerca del reto de este tiempo presente: tiempo presente ordinario y tiempo presente de ahora, es decir, extraordinario, correspondiente, desde la apertura de la Puerta KI-RIS-TI, al alumbramiento (parto) de la Tierra. Hermanos y Hermanas, si tienen cuestiones, con relación a lo que acabo de expresar, entonces yo les escucho con mucho gusto.


... Efusión Vibratoria ....

No tenemos cuestionamientos, les agradecemos. Hermanos y Hermanas, entonces, como siempre, les propongo un momento de comunión y volveré de nuevo en muy poco tiempo, ciertamente, a expresar otras cosas entre ustedes. Entonces comulguemos. Y les digo hasta pronto.

... Efusión Vibratoria….


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