19 de Junio de 2011
Traducción: Margarita LópezEdición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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Es el Día del Padre en los EE.UU., el día en que celebramos nuestra relación con nuestros padres. Algunos de nosotros no tenemos mucho que celebrar, nuestros padres pueden haber estado ausentes, ser desconocidos, o tan distantes emocionalmente que no podemos encontrar una razón para celebrar nuestra relación con ellos. Mi padre murió hace más de 20 años y aunque pasé la mayor parte de mi vida enojada con él y preguntándome si yo le importaba siquiera, ahora entiendo mucho más de él y puedo realmente estar agradecida por los dones que me dio en lugar de enfocarme en cómo ignoró tantas oportunidades de demostrarme cuánto me amaba y se preocupaba por mí. Nuestros padres nos reflejan nuestro poder y amor, a menudo a través de sus limitaciones en lugar de sus habilidades.
Mi padre, como muchos hombres de su generación, estaba emocionalmente dañado. Huérfano a los 4 años, y adoptado a los 7, gran parte de su vida fue vivida con la pregunta de qué pasó con su familia y por qué él no merecía estar con ellos. Era callado, retraído y desconectado emocionalmente. Sin embargo, hubo algunas veces, como la primera vez que fui rechazada por un muchacho que me gustaba, que él fue cariñoso y me apoyó. Yo quería que él fuera fuerte y poderoso, que me protegiera y me amara para que yo pudiera saber que era digna de ser amada. Pero él no se amaba a sí mismo ni se sentía digno de amor, basado en su experiencia de vida, así que no podía darme ese tipo de amor a mí. Eso lo sé ahora y estoy en paz con eso, pero me tomó mucho tiempo entenderlo.
Yo tenía muchas expectativas de mi padre y estaba muy enojaba porque él no las satisfacía. No podía apreciar su dolor porque quería que él arreglara el mío, que me mostrara que yo era poderosa y digna de amor. Él vivió conmigo durante los últimos meses de su vida y entonces vi la profundidad de su sufrimiento emocional, sus sentimientos de indignidad, el dolor profundo por haber sido separado de su familia y lo cerrado que estaba su corazón. En los momentos antes de morir me dijo que me amaba, que estaba orgulloso de mí y pidió perdón por no ser un mejor padre. Le había tomado más de 30 años decirme eso y fue la sanación, el poder y la prueba de amor que yo necesitaba. Podía aceptarlo y seguir adelante o podía enojarme y rechazar este regalo porque era demasiado poco y demasiado tarde. Decidí aceptarlo, agradecida de que me amara lo suficiente para encontrar el valor de decirlo.
Ahora sé, con la comprensión que proviene de la experiencia, la sabiduría que proviene de la edad y la compasión que proviene de ser padres, que las limitaciones de mi padre fueron su regalo para mí. Nosotros elegimos a nuestros padres, incluso a nuestros padres distantes, hirientes, heridos o ausentes, para que podamos sanarnos a nosotros mismos. La creencia de que los padres deben ser ___ (llenar el espacio en blanco) pone la carga de nuestra sanación sobre ellos y limita nuestra capacidad para aprender y sanar a partir de nuestro viaje compartido. Ya sea que hayan sido horriblemente abusivos o cariñosamente amables, hubo una razón por la que los elegimos y cuando podemos ser compasivos y perdonarlos a ellos y a nosotros mismos, podemos liberar vidas enteras de rabia y decepción y aceptarlos por quienes son, seres humanos haciendo lo mejor que pueden con lo que les enseñaron y saben. Ya hayan sido un buen o mal padre, su padre es parte de su grupo álmico, un aspecto importante de su viaje de sanación y otro espejo de su sanación.
Honestamente puedo decir que me gustaría que mi padre estuviera aquí para celebrar el Día del Padre conmigo. A pesar de sus limitaciones emocionales, él era inteligente, muy lógico y mucho más paciente que yo. A veces quisiera que estuviera aquí para conversar, recordar el pasado y pedirle su opinión. Ahora sé cómo encontrarme con él en su propio nivel, en lugar de insistir tercamente que él se encontrara conmigo en el mío. Con compasión, pude permitirle permanecer en su miedo a la vez que le ofrecía mi amor de un modo incondicional, sin juicio ni expectativas. Él conocía sus defectos y no necesitaba que yo se los recordara.
En este Día del Padre, dondequiera que esté su padre y cualquiera que sea su relación con él, recuerden que a nivel espiritual ustedes se unieron con un propósito y está dentro de su poder permitir que eso se convierta en una fuente de aprendizaje y luz en su viaje o una espada en su espalda. ‘Honra a tu padre’ no significa que deben aceptar cualquier tipo de comportamiento, significa que ustedes se eligieron mutuamente para esta parte de su viaje y pueden encontrar el aprendizaje que necesitan para el crecimiento de su alma y dejar el resto atrás, en el pasado.
Feliz Día del Padre a mi padre, a todos los padres que hacen lo mejor que pueden con lo que saben y entienden.
Muchas bendiciones,
Jennifer Hoffman
www.enlighteninglife.com
Jennifer Hoffman
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