Original en francés.
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Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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Soy un AMIGO, de mi Corazón a su Corazón. Hermanos y Hermanas en humanidad, vengo, elegido por el conjunto de los Ancianos, con el fin de completar, si eso puede serlo, una serie de elementos relativos a la Conciencia. Abriré, después de mi intervención, un espacio de intercambio entre nosotros. Hasta entonces, dígnense aceptar todo mi Amor, toda mi Paz. La conciencia del ser humano se define por 4 Estados. Se les nombraron y explicaron estos 4 Estados de la conciencia. Hay la conciencia de víspera. Hay la conciencia de dormir (que es caracterizada por su inconsciencia). Hay la conciencia de sueño (que abre un diferente espacio de percepción). Y existe por fin un 4º. Estado de la conciencia llamado Turiya (o conciencia de despierta o realizada). La conciencia Turiya hace, indudablemente, salir al ser humano de su condición humana lineal y, sobre todo, el hecho de salir, de manera definitiva, de lo que se llama la personalidad, el mental, las emociones y todo lo que se refiere a la vida de la personalidad, inscrita en un tiempo limitado llamado el nacimiento que llega hasta la muerte.
La conciencia de víspera (o conciencia limitada o fragmentada) es, evidentemente, totalmente inconsciente de los estados llamados multidimensionales del Ser (o múltiples del Ser) refiriéndose, precisamente, a ese otro estado de la conciencia, llamado Turiya o aún el acceso al Sí. Existe, por supuesto, un cierto número de diferencias, considerables y fundamentales, pudiendo existir entre la personalidad y el Sí. Existen, por supuesto, los mecanismos, de acción, en la vida, de comportamientos, de desapegos, que son profundamente diferentes entre la vigilia ordinaria y la conciencia fragmentada y el estado de conciencia dicha Unificada (que ha realizado el Si o que es llamada pues Turiya).
Turiya es, en la vida, lo más amplio posible, ya que esta concepción de la vida (de eso que está establecido en Turiya) no tiene absolutamente los límites de la personalidad y los límites Dimensionales, que son la característica, en alguna manera de la conciencia, que llamaría hoy, lineal o fragmentaria. La personalidad evoluciona siempre por, eso que llamaría, una conciencia de falta. Esta conciencia de falta es también la conciencia de vacío. La conciencia de la personalidad (y si están allí, eso corresponde probablemente a eso, y si me leen eso corresponderá también probablemente, a eso) se construye sobre un concepto de ausencia. En efecto, esta ausencia implica una búsqueda de cualquier cosa para completar. Esta ausencia implica una voluntad y un estado de cuestionamiento situados al nivel del mental, del emocional y de la persona, necesitando un cierto número de respuestas, una serie de mecanismos a elucidad. Frecuentemente, en lo que se basa esta conciencia de víspera (que está vinculada a la falta o ausencia) es siempre inculcado de manera muy sutil, por las mismas normas que regulan la Dimensión fragmentaria donde están aún (y donde estuve) que es llamada esta Tierra.
Lo que evoluciona, de manera completamente inconsciente (y que explica, enteramente, este porqué de la personalidad que busca la Luz, el Espíritu u otra cosa), es simplemente resultante de un concepto que está al contrario de la conciencia Turiya y que se llama el miedo. La personalidad evoluciona en el miedo y construye su vida en función de la intensidad, o de la importancia, de los miedos existiendo en la construcción misma de esta vida disociada. Entonces, que eso se llama el miedo del dios vengador, que eso se llame el miedo del cónyuge o los niños, que eso se llame el miedo de la muerte o cualquiera que sea el atributo que es llevado por este miedo, el conjunto de estos miedos sólo tiene una vocación: es alejarles, de manera perpetua, del Sí. Así pues, la paradoja es que la personalidad que reivindica al Si, hace absolutamente todo (y de manera recurrente) para alejar a la personalidad del Sí. Ya que lo que diferencia la conciencia lineal dividida de la Conciencia Turiya es, precisamente, la presencia o la ausencia de miedo.
En cuanto está presente en la conciencia, un miedo, cualquiera que sea, por lo que se refiere a cualquier elemento de su vida, es que no transcendieron su vida. El conjunto de los acompañamientos que se les ofrecieron (el conjunto del yoga de la Unidad que les transmití, el conjunto de las intervenciones experienciales, de su vida, de las Estrellas, por lo que se refiere a su acceso a la Unidad, al Sí) no fueron más que elementos que les impulsaban a ir más allá de la simple reflexión de este porqué sino, bien, a dejar el ámbito del miedo, para establecerse en el ámbito del Amor que es el de la Unidad.
Entonces, obviamente, el miedo es absolutamente la antítesis del Amor y no el odio. El odio no es más que un amor travestido. Por el contrario, el miedo está exactamente al contrario del Amor. En cuanto el amor que elevan a alguien o a algo se traduce en el miedo de falta de este amor, obviamente, ustedes concluyen inmediatamente que no están en el amor o, en cualquier caso, en un amor vinculado a la personalidad. La personalidad, como ya se sabe, que pasa su tiempo, desde el nacimiento hasta la muerte, para expedir relaciones, comunicaciones, mediante distintos apoyos que son el corazón, el emocional, la sexualidad, el intelecto y se podrían multiplicar los ejemplos ad infinitum. La personalidad pues, está inscrita, enteramente, en este concepto de miedo puesto que su problemática de existencia está, precisamente, vinculada a un mecanismo (llamado Ilusión, en el Oriente, llamado proyección en su mundo, o falsificación, en su lenguaje actual) correspondiendo a un encerramiento, bien real, vivido por la conciencia.
La conciencia de víspera o la conciencia Turiya se diferencian pues: una se sitúa en la Paz (y se trata por supuesto de Turiya) y otra se sitúa en el miedo. La Paz y el miedo, de los que hablo, no tienen estrictamente nada que ver con una circunstancia que ocurre a la decadencia de la vida humana, de manera accidental o fortuita. El miedo se inscribe en la personalidad, de la misma forma que la Paz se inscribe en Turiya. Y no pueden coexistir el miedo y la Paz. Por supuesto, el ser humano, que evoluciona entre 2 miedos, va a creer, entre estos 2 miedos, que está en la paz. La paz está vinculada a una certeza y a una seguridad, ya sea material, emocional, espiritual, sexual u otra.
La Paz (llamada también Samadhi o estado Turiya, realización del Sí) no puede, nunca, identificarse a ningún miedo puesto que, precisamente, existe una transcendencia de la personalidad, haciendo que ésta se establezca en otra parte que en la conciencia lineal y en una Conciencia mucho más ampliada. Como ya se sabe, en esta Conciencia ampliada, existe una multitud de mecanismos, una multitud de posibilidades de experiencias que van, para hacer simple, desde la visión etérica, pasando por el Fuego del Corazón, de paso pasando por el acceso al Êtreté, de paso pasando por la percepción de los distintos sonidos que corresponden a los testigos del contacto con el alma y con el Espíritu.
El miedo se inscribe mientras una parcela de personalidad existe. A partir del momento en que se establece al estado Turiya suficientemente, una serie de señales y marcadores están presentes pero, en la conciencia, lo que desaparece, es el miedo. Lo que quiero llevarles a que acepten, es que, mientras exista, en ustedes, el menor miedo, ustedes no pueden estar en Paz. En la conciencia y más allá de las señales, más allá de las manifestaciones mismas del acceso a la supra Conciencia o Turiya, lo importante es entender que, en este período particular (que es este período final de la historia de la humanidad), no pueden manifestar el menor miedo y estar en Paz. Y el miedo va a tomarles allí donde, precisamente, menos lo esperen. Todo lo que no se solucionó (así como nuestro Comendador se lo dijo ya desde hace algún tiempo (ndr: O.M. AÏVANHOV)), todo lo que no ha podido ser evacuado se re manifiesta hoy, para la conciencia, hasta que no sea solucionado.
Solucionar no quiere decir entrar en Dualidad y en reacción con relación a una problemática (se les dijo eso) sino, simplemente, aceptar verlo, por fin, para poder pasar a otras cosas. Pero si dan peso a un miedo, cualquiera que sea (que éste se refiere a su cuerpo, que éste se refiere a su situación, que éste se refiere a sus propiedades cualesquiera que sean), no pueden pretender establecerse en Turiya. Van a existir unas contradicciones, las más fundamentales y las más radicales, entre la Conciencia Turiya y la conciencia de la personalidad.
Muchos entre ustedes, personificados, Hermanos y Hermanas, se dan cuenta que pasan su tiempo oscilando de un estado a otro. Esta oscilación es, ella también, totalmente normal y corresponde a la posibilidad de la conciencia, precisamente, de diferenciar los momentos de miedo y los momentos de Paz. Los momentos de Paz son los momentos en que no puede existir más la menor pregunta, puesto que el estado de consciencia siendo el mismo la respuesta, que esta respuesta pase en la Luz o en la Vibración del Êtreté, que pase en el Fuego del Corazón o en el estado de Samadhi, que pase en la fusión con su Conciencia de Êtreté en el sol, o que pase durante sus alineaciones o en sus meditaciones. Constatan que, en esos momentos, no puede existir más el menor cuestionamiento, la menor interrogación, porque el Ser se establece en la Luz. Entonces, por supuesto, hasta vivir la experiencia que les hace oscilar, de manera total y definitiva, en este estado de Turiya, constatan (y cada uno según sus propios miedos y sus propios Estados de paz) su capacidad de conciencia para fluctuar entre un estado y otro. Lo que quiero decir por allí, es que no hay absolutamente ninguna anomalía ni ninguna irregularidad en este proceso que es totalmente normal.
Aquí poco tiempo, se le les dijo que era localizable, para los numerosos seres humanos realizando el despertar y el Sí, un adelante y un después de. El período de la humanidad que viven es particular, porque hay un adelante y un después de, pero que no son lineales en el tiempo, sino que se reproducen, hasta cierto punto, sin parar. Este antes y este después de, esta oscilación entre 2 humores, entre 2 Estados y 2 conciencias, una vez más (y dado el período de la historia de la humanidad) es totalmente normal. Ahora, es hora de entender que el miedo nunca los conducirá a cualquier Êtreté. Ahora, es hora de entender que el miedo nunca les conducirá a la Paz. Cualquiera que sea la manifestación y la expresión de su miedo, sólo está allí, hoy, para comunicarles sus propias insuficiencias y sus propios desfases entre la personalidad y el Êtreté, no para juzgarles, no para condenarles, no para demandarles y pedirles, urgentemente, dirigirse hacia la Paz o hacia el miedo sino, más bien, como testigos de su propia conciencia. Es decir, de volverse un observador de su conciencia, de no ser ya solamente aquél que está en la personalidad, que se observa y que observa, sino aquél que se coloca, con determinación, bien más allá de la personalidad, con el fin de ver cómo se juegan los dramas de la vida diaria, los dramas de las pruebas y los dramas que supone que se adhirieron a su propia vida, o si su vida de sobra sobrepasó el marco de su vida. En ese momento, no están ya en su vida sino penetran en la Vida, esta Vida que fue enumerada, ya, por el Cristo, en numerosas ocasiones y en numerosas parábolas y en numerosas historias.
Todos los seres que recorrieron este planeta, y que afectaron y establecieron este estado de consciencia, se les aparecieron como en un estado de Paz, cualquiera que sea el sufrimiento del cuerpo, cualquiera que sea la salida de este cuerpo. Mientras se identifiquen a este cuerpo (que no es más que el Templo y el receptáculo de la Luz y que no es el receptáculo de su Eternidad), se les identifica a los miedos. El miedo de morir es, generalmente, lo que traduce el elemento iniciador de la búsqueda espiritual de un ser humano. El miedo de morir y desaparecer se inscribe, incluso, en el programa de vida en la limitación puesto que hay un nacimiento y una muerte, que hay una conciencia que aparece y una conciencia que desaparece. Y este proceso, se los recuerdo, me repito, de manera idéntica, al ciclo del nacimiento y la muerte, cada día y cada noche, ya que cada noche penetran las esferas de la inconsciencia. Lo que tranquiliza el ser humano, es saber que va a despertarse el día siguiente. ¿Y con todo, cuántos no se despiertan nunca? ¿Están por lo tanto desaparecidos al nivel de la Conciencia?
Todo el problema viene, actualmente, de la acumulación de la Luz, en sus Éteres, en sus estructuras, en sus células, conduciéndoles siempre a más Luz, siempre a más concientización de la Unidad. Existen, por supuesto, fuerzas de resistencia. Y estas fuerzas de resistencia se inscriben, a su vez, en lo que supone que persuade a la personalidad de que obtiene la Luz, que persuade a la personalidad de que obtiene su vida, que persuade a la personalidad que obtiene su destino. Mientras haya allí la voluntad de agarrar y de tomar cualquier cosa de su vida, el Abandono a la Luz no puede realizarse, enteramente. Y, en ese momento, siguen oscilando entre el miedo y la Alegría, entre el miedo y la Paz. La Paz, cuándo se establece, de manera duradera, cuándo el switch de la conciencia no es ya que un mecanismo solamente que ocurre de vez en cuando, pero estableciéndose de manera permanente, ustedes constatan ¿qué? Que ningún miedo puede detener a la personalidad. Incluso si un miedo cruza, cualquiera que sea, desaparece tan rápido como llegó ya que no se identifican ya al miedo. Saben todos, y sabemos todos, que este cuerpo no es inmortal, que, en las otras Dimensiones, la Conciencia y los cuerpos de Êtreté son inmortales. Recuerden: otro Anciano el amado Juan (SRI AUROBINDO) les habló largamente del choque de la humanidad. Este choque de la humanidad (y más recientemente lo que se llamó la noche negra del alma) es lo que, muy exactamente, atraviesan.
Lo que atraviesa, hoy, que solo está destinado a demostrar vuestra aptitud a establecerse en la Paz o a permanecer en el miedo. El miedo no se combate por cualquier cosa. La Paz no se establece en reacción a cualquier cosa. Todo eso, es la personalidad, el mental, las emociones que quieren hacerles creer que eso es posible. Pero eso no es nunca posible. ¿Alguien puede afirmar que la vida del ser humano ordinario es una sucesión de Paz y una sucesión de Alegría? Saben todos, pertinentemente, que eso es imposible. La única manera de vivir la Alegría, de manera eterna, es establecer la conciencia del Sí, es decir, de manifestar la conciencia Turiya en plazos de tiempos cada vez más largos. Para eso, deben tomar una forma de distancia con relación a sus propias reacciones, cualquiera que sea el anuncio que se les hace, cualquiera que sea lo que se refiera a su cuerpo o su familia, o su profesión, o cualquier otro medio ambiente al cual ligan de importancia. Mientras se afectan, de una forma o de otra, son afectados por la conciencia de la personalidad.
Por supuesto, no les enseñaré nada diciéndoles que la gran parte y la gran mayoría de la humanidad no conoce estrictamente nada y no se plantea ni siquiera la cuestión de estos procesos que, sin embargo, van a aparecer en pleno día. Simplemente, la preparación que se vivió, desde casi una generación (y para algunos desde hace unos años, por las Bodas Celestiales, o de manera mucho más rápida y más inmediata y cercana), en realidad, sólo está destinada a hacer tomar conciencia. Pero tomar conciencia no quiere decir rendir conciencia. Tomar conciencia de que existe la Unidad es, ciertamente, algo muy divertido, causando y obteniendo (por sus alineaciones, sus meditaciones, sus Estados Interiores) de los Estados de Paz. Pero vuelven a caer muy rápidamente, generalmente, en el miedo. Y ello, una vez más, no es ni un juicio, ni una condena sino que ahora les llama, de manera irremediable, a saber lo que quieren: ¿quieren vivir la Paz y la Eternidad? ¿Quieren vivir el miedo y la perpetuación de lo que es transitorio? No pueden ser los dos. Lo transitorio no puede abarcar la Eternidad. De la misma forma, la Eternidad nada tiene que hacer con lo transitorio.
En resumen, el Si nada tiene que hacer de la personalidad, y por lo tanto la personalidad y el Si no son más que una sola y misma realidad con, diría, dos filtros diferentes. La conciencia de la personalidad tiene un filtro de distorsión que se llama el miedo. La Conciencia Turiya no tiene ya ningún filtro. Se retiraron todos los filtros y, en ese momento, la conciencia puede manifestarse de manera Una, total e indivisible. Los marcadores son numerosos. No volveré de nuevo arriba. El estado de Paz es una conciencia que completamente se libera de toda impresión de la personalidad. Y ello, deben vivirlo, a un plazo extremadamente breve, ahora, no de manera fluctuante, como una ida y vuelta, pero, irremediablemente, de manera definitiva y total. Eso se llama: “ya no tenerse entre 2 sillas” (como diría a nuestro Comendador (ndr: O.M. AÏVANHOV) sino establecerse, firmemente y definitivamente, en un estado de consciencia. Este estado de consciencia, será o Unitario (y englobará la personalidad transcendiéndola), o estará en la personalidad (y no podrá vivir la Unidad total).
La 3ª. Dimensión Unificada, que se enumeró, es un estado particular donde la conexión se restablece, por supuesto, a la Unidad pero no hay, a causa de una determinada forma de densidad de la conciencia, la posibilidad, limitada en el tiempo, a explorar y penetrar los espacios multidimensionales. A través de la revelación de Luz final que vive la Tierra, no existe, recuerda eso ya que eso es fundamental, ningún juicio, ningún dios, ninguna condena. Sólo hay ustedes mismos frente a ustedes mismos. Ustedes mismos no dependerán en ese momento de ninguna otra autoridad exterior, ni padres, ni niños, ni Maestro, ni amigo, ni cualquiera. En ese momento, convendrá determinarlo ustedes mismos. No podrán ya, en ese momento, sustraerse en la personalidad o invocar un elemento de proyección exterior, cualquiera que sea su nombre, responsabilidad, familia, honor, profesión, papel social. Eso será uno u otro.
Esta distancia, cada vez más grande, existente entre la conciencia de la personalidad y la Conciencia del Êtreté, les resulta, a todos vosotros, de manera cada vez más sensible, tan sensible que eso puede a veces desencadenar mecanismos de noche negra del alma, de mecanismos de rechazo de la Luz, de mecanismos de rechazo, hasta cierto punto, de la Eternidad, substituyéndoles, entonces, a una razón lógica viviendo en la personalidad pero que se inscribe en lo transitorio, no aceptando al mismo tiempo lo transitorio. La conciencia de la personalidad solo es casi una paradoja. Pretende buscar algo fuera de sí (a través de un modelo, cualquiera que sea a través de un apoyo, cualquiera que sea) pero, recuerden, la Conciencia del Sí no se realiza hasta que se le descubre dentro sí y en ninguna otra parte. Diría incluso que, entre más avancen los días, entre más avancen las horas, ningún conocimiento les será de ninguna utilidad. Hasta podría decir, al extremo límite, que el conjunto de lo que lo comuniqué, he aquí algún tiempo (y, aún recientemente, por otras personas), les lleva a que se desapeguen de estas mismas enseñanzas. Porque, si les dan demasiada importancia, si ustedes no se establecen en su propia Unidad, después de estos estados de consciencia (desencadenados por posturas, desencadenados por lo que se ha llamado Estrellas, Puertas o Respiraciones, o cualquier otra cosa), no podrán, en el momento oportuno, abandonarse a la Luz. El Abandono a la Luz debe vivirse, así como eso se dijo, antes de que las Puertas de los Cielos se vuelvan a cerrar. ¿Qué es lo que quiere decir que las Puertas de los Cielos se vuelven a cerrar? Es decir el impulso inicial de la Luz ha llegado al máximo de su manifestación (y eso lo saben) para muy pocos días. ¿Qué es lo que significa “las Puertas del Cielo se cierran”? Es sus propias Puertas, de su propio Cielo. No hay ninguna otra actividad exterior que la vuestra. Existe (y así como algunos de entre ustedes lo hayan constatado) un mecanismo de simetría y un mecanismo de reciprocidad que puede existir entre su vida (tal como se vive en la personalidad), la vida del Planeta (tal como se vive en su 3.o Dimensión), y los mecanismos debiendo desarrollarse en los nuevos Éteres de la Tierra, como en su nueva Conciencia. Estos procesos son los mismos estrictamente. En ese momento, constatarán que lo que se ve exteriormente (o lo que se percibe como exterior) se desarrolla exactamente de la misma forma dentro de ustedes. La prueba que vive la personalidad de la humanidad y la personalidad individual es muy exactamente la misma cosa que debe vivir la Conciencia, y permitiéndoles oscilar, aún por un tiempo, entre la conciencia de la personalidad y la Conciencia del Êtreté, entre el Sí (o Turiya) y la conciencia de la personalidad. Es a través este juego y estos movimientos permanentes y estas oscilaciones permanentes (que, se los concedo, pueden ser, para muchos entre ustedes, extremadamente fatigantes, durante este período) que debe y puede realizarse, enteramente, el acceso a la Unidad. Paradójicamente, el peso de algunas disonancias, llamadas, en lengua occidental, algunas alteraciones, que llamaría enfermedades, que llamaría oposiciones, resumidamente, todo lo que puede venir a perturbar su Unidad, sólo está allí para mostrarles su ausencia de Unidad.
La Unidad, es precisamente transcender todo eso. Transcender todo eso sólo puede hacerse estableciéndose en el Sí, porque, establecidos en el Sí, constatarán (y solamente en ese momento) que, cuando se han abandonado a la Luz, no solamente ya no son afectados por este cuerpo, no solamente ya no son afectados por un prójimo, no solamente ya no son afectados por cualquier cosa de este mundo, y con todo están sobre este mundo, y con todo, ustedes constatarán que ustedes están cada vez más vivos. Lo que quiero decir por allí, es también comprender y aceptar que estar cada vez más vivo no quiere decir estar cada vez más presente en la conciencia de la personalidad.
Eso quiere decir, realmente, transcender los límites de la personalidad y establecer la conciencia en estos espacios de Libertad donde prevalecen la Alegría y la Paz. Y no pueden, a ese nivel, engañar con ustedes mismos. Háganse simplemente la pregunta: ¿estoy en Paz? Si la pregunta aparece, es simplemente que no están en Paz, porque si están en Paz, precisamente, no hay más preguntas. Todo se convierte en evidencia, todo se vuelve fácil. Su visión, que no es la visión de la personalidad fragmentaria sino la visión real, llamada Visión del Corazón o Visión etérica, les coloca inmediatamente más allá de los pesos, más allá de las trampas y más allá de los sufrimientos de lo que afecta a la personalidad.
Como ya se sabe, algunos seres despertados, de los que formé parte, ha sufrido durante su vida, muchas enfermedades extremadamente graves, que con todo, de ningún modo, cambiaron nuestro estado de consciencia. Si tomo el ejemplo del final de mi vida, cuando estuve en la Tierra, muchos ser que me rodeaban, en ese momento, quisieron curar este cuerpo, quisieron actuar para este cuerpo, para este sufrimiento. Lo que no incluían, y lo que no podían aceptar, es que yo no era ni este cuerpo ni este sufrimiento, enteramente, y que era la Fuente realmente, enteramente, así como cada ser que lo realiza, enteramente, el Si, se convierte en la Fuente, enteramente, y en parte. No hay diferencia entre las partes y el todo. Entonces, ninguna de las partes puede ser afectada y aún menos el cuerpo, por cualquier anomalía pudiendo ocurrir (y aún menos la mente) en cualquier anomalía que viene, como siempre, del exterior, es decir, el ambiente emocional, profesional, social o amistoso.
Mientras no han entendido y vivido que la interacción de la personalidad, proyectada exteriormente, se hace siempre en interacciones, no pueden penetrar la Paz. La Paz, es cesar y hacer definitivamente cesar toda interacción, no en una voluntad de hacer sino en, realmente, el establecimiento de la conciencia, ella misma, en un estado completamente diferente de lo que es la conciencia ordinaria. El estado Turiya no puede ser confundido con absolutamente nada de otro. Cuando se establece (y cuando digo que se establece, eso quiere decir cuando persiste más allá de una serie de horas o más allá de una serie de días, eso depende de los seres humanos), en ese momento, ella gana en intensidad, ella gana en lucidez y les permite, poco a poco, ya no estar identificados a cualquier cosa que pertenece a la vida de la personalidad. Eso no les impide que actúen pero eso les impide que sea en el mental, en hacerlo del mental o en la reacción de la emoción sino más bien en el actuar justo, que es el de la propia Unidad.
Todo esto, mis Hermanos y mis Hermanas, cada uno de entre ustedes lo experimentan en distintos grados. Incluso el que nunca ha oído hablar de Luz está, hoy, ante una serie de elementos, (sociales, familiares, emocionales, profesionales, financieros) que son muy exactamente lo que necesita vivir para encontrar su propia Unidad. Sólo hay pues, a través de eso, ni a juzgar ni a proyectar ningún otro camino que el suyo y, por lo que se refiere al suyo, a entender que no está en un camino de rectitud, cualquiera que sea, sino en la aceptación de todo lo que la vida puede enviarles como señal, como señal, con el fin de realizar su Unidad. Mientras están en reacción a una señal de su propia vida, eso quiere decir que se identifican a su propia vida pero que no están en la señal de la Unidad, que es Paz yAlegría.
Todo esto, simplemente, para llamar la atención de su conciencia que, cuándo se establecen, de manera cada vez más duradera en su Eternidad, ¿cómo quieren que en ese momento un elemento menor (llamado exterior, llamado proyección, llamado transitorio) pueda interferir con esta Eternidad que es Luz, Amor, Paz, Vibración y Alegría? Eso es estrictamente imposible. Incluso las circunstancias de su vida no les pertenecen ya. Están, en ese momento, en el ritmo de lo que se llama la Unidad, la Ley de gracia. No se les no somete ya a las leyes de la acción/reacción, de manera total e inmediata.Sustituyeron, definitivamente, a la acción/reacción, por la acción de gracia y eso debe traducirse en su conciencia y también en este cuerpo, lo que sea que vive, y también en sus relaciones, lo que sea que vivan. Ya que, en definitiva, todo lo que ustedes viven, durante este período, no es nunca el fruto de la casualidad, aún más que antes, porque la finalidad de este tiempo no es reiniciar una próxima vida y solucionar cualquier karma sino, bien, ahora, decidir establecerse en la Unidad, o en la personalidad, y eso no sufre ya ninguna demora. Eso no sufre ya ninguna explicación. Eso no sufre ya tampoco ninguna espera sino, bien, colocarles, firmemente y definitiva, en la Paz y en la Alegría. Pero la personalidad no puede encontrar la Paz y no puede encontrar la Alegría.
Todos, los nuestros, insistimos, a partir del final de las Bodas Celestiales (y más concretamente en el período de este año que viven), sobre el peligro del ego espiritual del que quiere apropiarse la Luz y apropiarse un conocimiento para hacer vivir el cuerpo de personalidad. El cambio de paradigma y conciencia, entre la conciencia de víspera y la Conciencia de Turiya, no puede adaptarse de este tipo de cosas. Los de entre ustedes quienes siguieron esta vía (sea mal encendidos, o mal informados, o no teniendo la capacidad de conciencia de ver eso), hoy, es muy exactamente a eso que se enfrentan y es muy exactamente estos elementos de su vida que deben conducirles a más Abandono y, yo diría, al Abandono total a la Luz Vibral y a la Unidad.
Así pues, no maldigan nunca lo que sea que esté en torno ustedes, no maldigan nunca las circunstancias de la Tierra, no maldigan nunca un ser amado o un ser odiado ya que absolutamente todo en la proyección no es otra cosa su necesidad de claridad, manifestándose a través de este elemento, que viene a poner, a vuestro modo de ver, una zona de sombra en su vida. No hay allí ninguna zona de sombra exterior a esto que son. Sólo hay el Sí. Sólo hay el Único. Sólo hay la Unidad y eso no es un discurso, es muy exactamente eso que deben ahora darse cuenta, enteramente. No puede haber, y habrá cada vez menos, de medida a medias o elección, porque, ahora, el tiempo llegó de realizar. Ya que sobre la Tierra, como ya se sabe, se realiza todo, enteramente, incluso si queda aún por manifestarlo a sus ojos de carne.
Los Arcángeles (y nosotros mismos) dijimos, recientemente, que estábamos al borde de su Dimensión. Eso es estrictamente la Verdad. Muchos entre ustedes perciben las otras Dimensiones, incluso si no son capaces, aún, de viajar. La apertura del canal Marial, que es la apertura total, en realidad, del Antakharana izquierda (que corresponde, se los recuerdo, a la Cuerda celestial o al contacto establecido con el Espíritu), hace posible la manifestación de los Espíritus perteneciendo a la Unidad, en su propio Espíritu, es decir, dentro de su Dimensión, traduciéndose en un conjunto de señales y síntomas que pueden aparecer del lado izquierdo de su cuerpo, en la parte alta: como caricias, como voces, como sonidos que, como ya se sabe, se modifican, de manera extremadamente importante, actualmente. Todo eso son elementos que consolidan, hasta cierto punto, la llegada de un evento inminente, cambiando, de manera irremediable, la cara del mundo. Recuerden que este acontecimiento inminente pasa de la misma manera y, sobre todo, solamente, en ustedes. Y lo que viven, actualmente (muy precisamente, en este momento), es muy exactamente lo que tienen que vivir para ir hacia su Unidad.
La Luz no hace más que encender lo que debe encenderse. La Luz nunca induce combate. Lo que combate, es la personalidad que combate la Luz. La Luz recurre a la Transparencia más total. Eso se llamó los cuatro Pilares del Corazón. El impulso del Cristo es realizar esta Transparencia. Sólo de esta forma es que pasarán la Puerta Estrecha, abandonando detrás de ustedes todo lo que es ilusorio y transitorio. He aquí los elementos, quizá repetitivos pero, lo espero, complementarios, que los Ancianos me han encargado de transmitirles. Lo importante es su Conciencia. Todo el resto, cualquiera que sea lo que está exteriormente, cualquiera que sea la relación que establecieron con él, cualquiera que sea el acontecimiento del mundo afectando su vida o la vida de uno de los siete mil millones de seres humanos del planeta, eso les concierne, porque eso pasa dentro ustedes pero, si eso debe concernirles, eso debe permitirles también acceder a su Unidad y la Unidad nunca se encontrará en cualquier hacer, exterior.
El período, tan particular, que están llamados vivir, en muy pocos días, va pues a llevarles a que se planteen estas cuestiones definitivas. Según lo que dejarán crecer, en ustedes, según lo que dejarán surgir, fuera de ustedes, según lo que manifestará su conciencia (en su humor, en sus comportamientos, en sus emociones, en su mental), definirán claramente su lugar, no mentalmente sino Vibratoriamente, y dentro de su conciencia.
Más que nunca, cualesquiera que sean los acontecimientos calificados de exteriores, cualesquiera que sean los acontecimientos afectando a la sociedad, en su arquitectura, en su lógica, lo que viene no es una lógica lineal. Lo que viene es la Revelación, total, de la Luz, sobre esta Tierra, no resultando que la aparición de la Eternidad. Ninguna ley, tal como las conocen (hablo tanto de las leyes del alma, que de las leyes de la materia, a través de las leyes físicas, biofísicas, que de las leyes de todo lo que hace la vida, al sentido dónde lo conciben sobre esta Tierra), puede ser identificable a las leyes de la Luz. Las leyes de la Luz nada tienen que hacer de las leyes de lo transitorio. Las leyes de la Luz son las leyes de la Unidad, la Transparencia, la Humildad, la Simplicidad y la Infancia: los cuatro Pilares del Corazón, los que les permiten, de manera definitiva, ahora, penetrar el Cielo, que no es otro que el vuestro, el de su Unidad Sí. Deben, ahora, vibrar en los cuatro Pilares. Deben manifestar esta Conciencia, en el Ser. Deben irse más allá de toda resistencia y toda sombra que les proyecta el mundo, a cambio de sus propias proyecciones. Sólo pueden hacer cesar estas interacciones de proyecciones, de sombra a sombra, dejando a la Transparencia establecer su reino, en su Eternidad. Hermanos y Hermanas les dejo ahora la palabra. Si existe, solamente con relación a lo que acabo de expresar, sobre la Conciencia, necesidades de explicación, entonces me tienen, con ustedes, a su disposición.
No tenemos cuestionamientos, les agradecemos. Hermanos y Hermanas en humanidad, como a toda intervención, vamos a vivir un momento de comunión de Corazón a Corazón. Les transmito todo el Amor y toda la Transparencia de la Luz. Les decimos, todos, hasta muy pronto, ustedes lo saben, ya que el conjunto de las Fuerzas Unificadas de la Luz una verterán, sobre Tierra, la totalidad de la Luz, en dos días. Entonces, de mi Corazón a su Corazón, en Comunión, en Espíritu y en Verdad, vibran en la Paz y en la Alegría, de Corazón a Corazón. Un AMIGO les dice hasta pronto. ... Efusión Vibratoria…
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