DEL LIBRO´ENSEÑANZAS ESPIRITUALES DEL M. ENOCH Y AKALISUN
Entrar en el camino impersonal no es fácil y aunque al principio parece imposible y nos cuesta mucho se puede hacer. Recordar que lo que un hombre hace lo puede repetir otro. Ese es un legado que nos trasmitió el Maestro Jesús quien quiso ser humano precisamente para abrirnos el camino y facilitarnos el proceso. Él nos dio la posibilidad de dar un salto cuantitativo.
Los primeros siete años de nuestra vida son los más importantes porque la mente va absorbiendo información y llenando el circuito mental de todo lo que vemos y sentimos. Según haya sido la experiencia vivida, las emociones serán buenas o malas. Al tener los centros energéticos (chakras) abiertos se recoge toda la información de nuestro entorno seamos conscientes o no de ello. Esto hace que la persona que haya vivido experiencias muy desagradables lleve una carga muy pesada y en el momento de entrar al camino espiritual le cueste mucho porque tendrá más rencor o simplemente dolor cada vez que recuerde los momentos malos vividos.
Por eso cuando se ha elegido no quedarse enganchado en el dolor y se quiere crecer y ser cada día mejor hay que aligerar la carga. La mejor forma es sabiendo que todo lo que nos pasa en nuestra vida no ha sido gratuito. Todo ha tenido una razón de ser y darnos cuenta que nosotros somos la suma de todos nuestros pesares, sufrimientos, desgracias, experiencias... Si nos quedamos con todos esos pesares no dejamos espacio para las cosas buenas que el Universo nos tiene preparadas. Mientras la gente siga con los odios y rencores no será capaz de sentir el autentico amor y se perderá lo más maravilloso de este mundo, amar y ser amado.
Sentirse desgraciado es una cuestión mental. Sí, ya sé que me vas a decir que tener un hijo enfermo eso no es mental pero aun en circunstancias muy malas siempre tenemos la opción de elegir como sentirnos. Voy a poner un ejemplo: Un día vino a visitarme una chica conocida mía pidiéndome por favor que visitara a su amiga en el hospital porque su hijo de no más de 2 años se estaba muriendo. Era unas horas antes de Noche Buena. Antes de aceptar visitarla le roge me diera unos momentos para meditar, pedí a mis Maestros Espirituales que me dijeran si yo podía hacer algo para salvar a ese bebe. La respuesta fue muy clara, él era un ángel que había aceptado venir a este mundo y a esta familia para darles una oportunidad de crecer espiritualmente más aprisa y con su muerte la tenían. Yo no podía impedir su sacrificio, pero también me dijeron que el me estaba esperando para darles un mensaje a sus padres. Con el alma encogida y pidiendo fuerzas para poder hacer mi misión me dirigí al hospital.
Aunque no se crea en Ángeles o en la sanación por Energía Universal cuando se está muriendo un hijo no te acuerdas si crees o no en esto. Eso es lo que le pasó a la madre del bebe. Cuando me vio se echó a mis brazos pidiendo ayuda. Le dije que me diera unos minutos que quería hablar con su hijo a nivel espiritual. El estaba en cuidados intensivos y solo lo podíamos ver desde una ventana de cristal pero estaba justo debajo de esa ventana con lo cual era como si estuviéramos en esa habitación. Me acerque a él y le dije que estaba a su disposición para lo que le pudiera ayudar. Me dijo que le resultaba muy doloroso estar en esta dimensión pero por amor a sus padres seguía en ella pero que en unas horas se iba. Me pidió
que le diera las gracias a sus padres por todo el amor que le habían dado pero que su sacrificio había llegado a su fin. Las lágrimas me caían por las mejillas, sentí el dolor de esa madre esperando que yo hiciera un milagro. Sin embargo era yo quien le tenía que decir que esa noche, que para muchos es una noche de amor y alegría (era Noche buena), su hijo se iba a otra dimensión. Ahí supe porque Dios me había dado la fuerza que tengo, entre otras cosas, para enfrentarme a situaciones como la que estaba viviendo.
Me dirigí a la madre y le conté lo que me había dicho su hijo. La respuesta fue atrozmente inesperada. Empezó a insultarme y cuando acabo conmigo siguió con Dios. De su boca salían palabras ofensivas para muchos oídos. Lo más suave que decía era que no existía Dios que todo era mentira y otra serie de cosas horribles. Su marido me miraba con agradecimiento y llorando pero sin saber qué hacer ante una reacción como aquella. Le decía lo que mi corazón sentía lo mucho que su hijo la amaba y la suerte que habían tenido de tener un ángel como él pero no servía de nada. Cada vez que le decía algo su rabia se enfocaba contra mí. Entendí el dolor que estaba pasando pero me dio mucha pena lo que vi. Cuando me despedí de ellos su marido me dio un abrazo muy sentido dándome las gracias por todo. Les aconsejé que no se quedaran enganchados en el dolor pero sé que ella no me hizo caso.
Este es uno de los casos más dolorosos que he tenido la oportunidad de presenciar y me enseño mucho. Ella podía haber elegido dar las gracias a Dios por mandarle un ángel como él y generar la energía del agradecimiento. Si lo hubiera hecho su matrimonio no se hubiese roto por culpa de su rencor y amargura. Su hijo me dijo que si aprendían la lección había un nuevo bebe sano esperando ser engendrado. Sin embargo se quedo enganchada en el dolor, la rabia y la ira. Se convirtió en víctima y eso la alejó de las cosas buenas que el Universo tenia para ella.
Aun en los momentos más malos podemos elegir. Cuando somos capaces de manejar nuestros sentimientos es cuándo estamos entrando al camino impersonal. Es un camino duro y difícil porque tenemos que dejar fuera los egos, orgullo, y todo lo que nos impide ser uno con el Creador. Para ser capaz de cambiar nuestras emociones tenemos que dominar nuestra mente. Ahí radica el secreto de la felicidad, si dominas la mente dominas el Universo. La llave para ello es: Pensar es crear.
Lo que piensas en tu corazón es lo que para ti se realiza (para crear, el pensamiento tiene que estar unido con el corazón o sea con el sentimiento). Un pensador es un creador. Todo es atraído hacia ti por las imágenes que tienes en tu mente. Cualquier cosa que esté sucediendo en tu mente las estás atrayendo a tu realidad, ya sea positiva o negativa. Si quieres tener una vida feliz y exitosa, aférrate a los pensamientos de aquello que deseas. A la vez deja de lado los miedos y pensamientos de desdicha y temor. ¡Solo tú puedes cambiar tu vida nadie lo puede hacer por ti!
Atraes hacia ti todo aquello que temes.
Atraes hacia ti todo aquello que agradeces, todo aquello en lo que enfocas tu atención.
Atraes hacia ti todo aquello de lo que te quejas.
Un pensador vive siempre en el mundo de su propia creación consciente. Si esto es cierto y parece que hasta los científicos se están poniendo de acuerdo en ello, está claro que podemos elegir como sentirnos sin ser unas víctimas de la vida o ser luchadores y triunfadores en todo lo que nos propongamos. Esa es nuestra elección de ahí viene el libre albedrío.
En una etapa superior de nuestro aprendizaje espiritual tenemos que ser impersonales en todo y eso incluye no tener deseos de nada. Por eso mientras deseemos tener marido, hijos, casa, coche, viajes, o cualquier otra cosa no podremos subir a ese nivel superior. Tarde o temprano todos pasaremos por ese nivel. Mientras tanto empecemos por dominar nuestra mente para que los acontecimientos de la vida diaria no nos aleje del autentico camino espiritual.
Esto no es una moda del momento. A lo largo de la historia hombres muy “especiales” han hablado sobre esto:
“Todo lo que somos es el resultado de nuestros pensamiento”
Buda
“La imaginación lo es todo, es una visión anticipada de las atracciones de vida que vendrán”.
Einstein
“Cualquier cosa que la mente del hombre pueda concebir también lo puede alcanzar.”
W. Clement Stone
“Tu creas tu propio universo durante el camino”
Winston Churchill
Es maravilloso que al final del camino te des cuenta que todo lo que te ha pasado en la vida ha sido una elección nuestra, tanto lo bueno como lo malo. Si esto lo hubiéramos interiorizado antes, la vida nos hubiera resultado más fácil pero lo importante es que antes de acabar nuestra misión en este plano aprendamos esto: todo es resultado de nuestros pensamientos unido a nuestros sentimientos. Empecemos a ser conscientes del poder de nuestros pensamientos y cómo influyen en nuestra vida. Crear nuestra propia vida es solo cuestión de creérselo y ponernos manos a la obra. Esa es nuestra elección. Somos co-creadores con Dios.
Creemos que vamos a durar siempre. Conforme va pasando el tiempo te das cuenta que la gente que amas se va muriendo (cambian de dimensión) y te preguntas, ¿qué sentido tiene tantas preocupaciones? Preocuparte si el marido te va a dejar, o si alguna vez te vas a quedar sin dinero, escatimar en gastar pensando en un futuro que a lo mejor no llega nunca, no tiene sentido. Es una pérdida de energía y tiempo. El secreto para ser feliz está en vivir el presente pensando que puede ser el último día de tu vida. ¿Realmente crees que si supieras que estás viviendo el último día de tu vida te molestarían las cosas que ahora te molestan? Te aseguro que verías las cosas bajo otro punto de vista y le darías importancia a las cosas que realmente la tienen pues entrar al camino impersonal es precisamente eso, no darle importancia a las cosas que no la tienen. Controlar nuestra mente es el primer paso.
Dra. Akalisun
Email:Akalisun@gmail.com
Web: www.akalisun.com
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