2 de junio de 2014.
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Saludos hermanos y hermanas.
Participantes: saludos.
Soy Isilda, instructora de la curación del Retiro Intraterreno de Tumaní.
Bien, hermanos, tengo algunas palabras para compartir con ustedes antes que abramos un espacio para preguntas, si las hay.
La Madre, en esta intervención (nota: la Madre Divina 02-06-14 - EL Baile de la Trascendencia), nos proporcionó a todos un momento de trascendencia. La Madre nos proporcionó a todos una inmersión en rostros) ¿cómo lo diría? no tan frecuentes, revelados de sí misma. Rostros que realmente, sólo cuando buceamos en esta sustancia ígnea de que todo está hecho, experimentamos, si es que aún queda alguien ahí para experimentar algo. Bueno, pero yo vengo a tratar con ustedes algo más próximo, más cercano de esta relación cambiante de formas.
Cuantas veces nosotros fuimos presos en nuestra experiencia, en un cuerpo, porque nos limitamos a un solo aspecto de una situación, de una persona, de un concepto que se presenta en nuestro campo de experiencia. Cuantas veces no somos ciegamente guiados a experimentar el caos de las emociones y el caos de la mente, simplemente porque nos dejamos aprisionar a un aspecto de aquello que se nos presenta. Casi constantemente, ¿no es así? Siempre estamos mirando para la pared y sólo vemos una pared. Estamos siempre topándonos con un hermano o hermana y sólo vemos un cuerpo, cuando mucho una personalidad, al que debemos remolcar o al que debemos rechazar.
Esto hermanos, se debe a que la conciencia en olvido vive un mundo individual y de individualidades. Esto es porque el percibidor, preso en la identificación con un cuerpo, sólo consigue, o sólo se permite percibir una cosa a la vez. El mundo individual, o mundo de las individualidades, es el mundo de la limitación. Y no estoy diciendo que la limitación es algo malo, no estoy diciendo que el mundo de las individualidades es algo a ser rechazado, a ser destruido. No, tiene su lugar sagrado en la experiencia. A veces, es magnífico mirar una flor y ver sólo una flor, ya que eso es. Pero, cuán más rica se nos presentaría la experiencia si en lugar de sólo una flor, siempre que la miremos, pudiésemos algunas veces vislumbrar una existencia más amplia.
Los invito a la experiencia de lo universal, sin rechazar lo individual. Lo individual tiene su función. Cuando se está en una forma, es necesario que el percibidor se limite parcialmente al universo de lo individual, pero aquí, en esta frase, está la gran diferencia. En una experiencia carbonada unificada, el que percibe parcialmente se limita al universo de lo individual.
Vamos a ver esto un poco más de cerca. Cuando yo miro una silla, no veo más que una silla. Soy consciente de la infinita red de conexiones que esa silla tiene con cada objeto particular del universo en que yo me manifiesto. Esto es vivir parcialmente en un universo individual, o un universo de individualidades, en el que, a pesar de la Sustancia Primordial manifestarse momentáneamente en formas fijas y aparentemente diferentes, no se pierde la conciencia de que ésta diferenciación no implica distancia y separación. Pero ya viajamos de nuevo, ¿no es así? Volvamos de nuevo aquí.
Miren hacia su experiencia. ¿Dónde están los momentos en que el caos se instala? Porque si se apegan a lo individual, se pierden la experiencia de lo universal. !Cuanto dolor, cuanto sufrimiento surge en su experiencia, por un hecho tan simple que es hacer caso omiso a la malla infinita de relaciones, que cada objeto, cada alma, cada voz, tiene con todas las otras!
Hermanos, esto no es una cuestión de religión, no es materia de adoctrinamiento, no estamos aquí para tratar eso, y aunque aquí no sea dicho, no es para asegurarles una experiencia considerada espiritual. Esto está siendo dicho ahora, y se ha dicho varias veces de diferentes maneras, pero de repente este ángulo les permitirá captar con más precisión, de qué estamos hablando, que esta tiene por objeto permitirles aliviar la carga y el peso que todavía otorgan a las experiencias individuales.
Díganme, ¿por qué quebrarse un dedo tiene que convertirse en un trauma de tal magnitud que les impida hacer la experiencia de manera leve? En este caso, la limitación a lo individual. Y no me digan que esta experiencia no tiene este poder; porque lo tiene! De hecho, cosas más simples, como el de recibir un "no", tiene el poder de moldear la forma como ustedes se relacionan con el escenario a su alrededor, transformando aquello que es leve en peso y sufrimiento. Cuan frágil y fragilizado ustedes permiten que se convierta su campo de percepción, cuando conceden a lo individual el poder de moldear lo universal! Cuanto más efímera y manipulable se convierte su experiencia, cuando ustedes conceden a eventos individuales, el poder de transformar su experiencia universal!
Así que pueden preguntar: "Pero, ¿cómo liberarme de este poder de atracción que lo individual ejerce sobre mí?".
Olviden los eventos en los que hay identificación y limitación particular. No se adelanta mucho yendo en contra de eso. Pero ¿por qué no, cuando el campo de percepción es armonioso, o más o menos armonioso y leve, para reforzar la visión de lo universal? Les voy a decir una cosa, desde que la ceguera de la ignorancia se instala, sólo la Gracia y la Misericordia pueden revertir esta situación. Esta experiencia es una prueba de ello. Sin embargo, cuando hay lucidez allí, sólo la vigilancia puede impedirles bucear de nuevo en un momento de ignorancia.
Vean, desde que este planeta se dispuso para acoger esta experimento de olvido y las almas humanas también se dispusieron a vivir esta experiencia, este grupo de almas se sumergió voluntariamente en la experiencia de olvido, o sea: aceptó cegarse. A partir de este momento, nada, excepto la Gracia y la Misericordia pueden actuar para cambiar este estado. Esto es lo que sucedió a lo largo de esta experiencia, y es lo que pasa masivamente hoy. Por el esfuerzo, por el ascetismo, por la fuerza, por el deseo, nada de eso tuvo el poder de mover un centímetro, un milímetro, el estado del percebidor, de la ignorancia hacia la lucidez. Sin embargo, cuando la Gracia y la Misericordia actúan, todas estas cosas son propulsores, o incluso pierden su significado.
Hoy, ustedes fueron tocados. Y ahora, cuando estoy hablando de un hoy, estoy hablando de un hoy amplio: así (nota: Isilda abre sus brazos para enfatizar el tamaño del hoy), enorme hoy, que comenzó mucho antes de 24 horas y también va a terminar, un poco después de 24 horas. Pero hoy ustedes fueron tocados por la Gracia y la Misericordia y regularmente esta Gracia y esta Misericordia, atributos suyos, los toca aquí en esta parte que duerme parcialmente, despertándolos. Así hermanos, que les digo, aprovechen cada toque de esta Gracia y viajen para no dormir.
Un paréntesis respecto a esta orientación. Esta vigilancia no es un estado de esfuerzo, esta atención no es un estado de auto-monitoreo constante. Esta atención, es tensión al abandono, y aspiración al Ser. Vigilancia es solo esto. No es apuntar con el dedo a su comportamiento, o peor aún, de los otros, que solo son, como decía la Madre: velos del glorioso Ser. No es estar señalando: "Oh! Yo hice esto. Oh! yo dejé de hacer aquello. Yo no estoy hablando de eso, estoy hablando de tensión al Abandono, aspiración al Ser. Esta es una posición de la conciencia.
¿Por qué yo les paso esta orientación hoy?
Hay fuerzas, hay estados emocionales-mentales humanos, lo que llamamos las fuerzas ciegas, que avanzan con mayor intensidad en el proceso de fulminación y disolución. Estas fuerzas están siendo encarnados por la propia humanidad, para ser quemadas en la experiencia directa. Cada momento de lucidez fulmina estas fuerzas de forma instantánea y sin fricción, porque la Lucidez actúa por un Fuego azul, un Fuego eléctrico. Esto cuando el fuego blanco no se revela, y entonces los milagros, verdaderos milagros ocurren en este planeta. Pero aún así, el Fuego azul es suficiente para retirarlos de la zona de conflicto. Sin embargo, cuando bucean, aunque sea brevemente, de nuevo en el estado de ceguera e ignorancia, su cuerpo se transforma en un portal para la expresión de estas fuerzas ciegas. Y ahí, bueno, una situación que podría pasar con un poco de malestar, es vivida casi como una esquizofrenia.
Si ustedes hayan que mis palabras son exageradas, en lo que muestran, les pido que observen el mundo y verán la veracidad que esto, expresa de hecho. Hay un estado de confusión, cada vez más intenso, instalándose en la humanidad, porque son fuerzas ciegas que encarnan y son fulminadas por la experiencia. Este es un gran servicio. Esto nunca es una razón para juzgar, o para discriminar. Al contrario, honren a sus hermanos y hermanas que se ofrecen para este servicio. ¡Ah! Es un gran servicio! Pero solo pregúntense: ¿es este mi servicio? ¿Mi servicio, en la ignorancia y la confusión, es ser el escenario de una batalla que se llevará a cabo y se disolverá en mí? ¿O mi servicio hoy, es ser un ancla y un polo donde el reino de la paz y comunión de la Madre se asientan, es ser un eje de la paz en el mundo?
Esto hace mención a otro momento en que hablé con ustedes y les hice una pregunta: "¿Qué vine a realizar yo aquí". Después hagan la combinación de estas dos cosas, golpeen este huevo y vean lo que sale de la cáscara. Bien, si ustedes tienen preguntas, el espacio está abierto.
Participante: Como usted ha dicho de lo individual para lo universal, yo traigo un tema que es privado. Siento que para que yo esté hoy aquí, tenía que perder a alguien, un ser muy importante para mí. Así que, me quedo pensando así... Un ser que tuve, un ser animal que llegué amar y no sé si yo podría amar a un ser humano, así como amé a este ser. Cuando los conocí a ustedes aquí, ya la tenía a ella y siempre soñé con estar aquí. Pero con ella no pude, así que ella tuvo que morir para yo estar aquí. Eso me duele. Y viene la pregunta de la emoción, ¿ella tuvo que morir para yo estar aquí?...
Isilda: No hermana. Aquí es donde yo la invito a pasar de la visión individual a la universal. Yo sé que no es fácil, porque tratándose de un estado emocional, que se agita, hay una cierta necesidad de algunas dosis y recuerdos de ella, pero vamos. ¿Cuando usted veía aquel ser, veía sólo un animal?
Participante: No, para mí era como mi hija, como no he tenido hijos nacidos de mí, entonces fue un ser que pude amar profundamente y ella del mismo modo.
Isilda: Sí, y volvamos aquí. Usted veía más allá del cuerpo; una hija, es un concepto que trasciende la mera forma física. ¿Y que está por detrás de la hija? ¿Quién era o qué era aquel ser por detrás del cuerpo que usted veía y del concepto o personaje "hija" que usted adhirió a ella? ¿Fue sólo un cuerpo y cuando, como ustedes dicen, murió, pasó? La hija, aquel ser, este personaje que después de lo que ustedes llaman muerte se disolvió, se quedó en imagen en la memoria y pasó? ¿Qué había detrás de aquello? ¿Más bien, que está por detrás de eso que todavía permanece fijo en su memoria como "mi mascota y mi hija"?
Porque la visón de un ser solo como un animal, es una visión muy individual. Individual porque es limitada, solo a una parte de aquella, al cuerpo. Después, la visión de una hija, es muy particular porque está limitando la relación que esta personalidad tiene con aquella personalidad. Pregúntese: ¿Qué era aquello por detrás de lo que usted conoció? ¿Qué era aquello por detrás de lo que vio, tocó, o proyectó? ¿El amor que usted dice haber sentido, abrió una puerta para la experiencia, de qué? ¿La experiencia de esta conexión, de esta comunión le permitió ir más allá de la diferencia de especie, le permitió ir más allá de la diferencia de forma, le permitió ir más allá de las distinciones sociales, de un ser hacia otro ser? Si la respuesta es sí, hermana; ella murió para que usted esté aquí. Ella vivió y vive para ser una puerta de este amor. Esto es sagrado. Trascienda la visión particular de la muerte, porque por detrás de la muerte, hay vida. Esta conciencia, porque de hecho es una conciencia, si retiró del nivel aparente de las formas para que pudiera, sí, tener una cosa, ésta lucidez, de que ella era mucho más que eso. Aproveche ahora y conozca cómo es que ella es, mucho más que simplemente aquello.
Ustedes están cercados de puertas magníficas para la comunión y para la fusión, si trascienden el mundo individual y se permiten poner un pie en el mundo universal. Esto son loas, a la gloria del Ser.
Solo hay bendiciones que los rodean. Yo sé que a veces es difícil creer en esto. Yo lo sé, yo estuve aquí en un cuerpo, yo viví el dolor y el sufrimiento. Pero aun así, dejen que pase la nube negra que esconde el sol, dejen! Vivan el dolor, no se nieguen. Vivan el sufrimiento, no lo rechacen. Pero dejen que él pase! Porque cuando el sol resplandece un vez más, ustedes reconocen al fin, que esta experiencia son loas a la gloria del Ser y que solo hay bendiciones disponibles a su alrededor. Porque cuando el brillo del sol despierta en su corazón, él ilumina, él ilumina el escenario de las formas sombrías, revelando Luz por detrás de cada ser, por detrás de cada objeto, por detrás de todas las posibles representaciones que este planeta... Oh! Qué planeta, como ustedes dicen, creativo! proporcionó para la expresión de "Una Conciencia"
Pero la luz viene de aquí, de su propio corazón. Nadie tiene el poder de iluminar su experiencia, solo la Luz de su propio corazón puede revelar la Luz que está por detrás de todas las apariencias, redundantemente hablando, aparentemente sombrías. Permítanse.
Yo les diría que incluso por detrás del sufrimiento y del dolor, hay Luz.
Bien, hermanos míos, queden en paz. Tumaní les transmite sus bendiciones. El equipo Nazcan les transmite sus honores y la Madre permanece en nosotros, pues somos Uno. Hasta otra oportunidad.
Aní Maritumi.
Participantes: Gratitud hermana. Aní Maritumi.
Transcripción hecha por colaboradores del blog.
Traducción: H. N.
http://www.escolaluzviva.com.br/2014/06/isilda-020614-do-particular-ao-universal.html
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