A la Humanidad de la superficie terrestre:
Estáis al borde de eventos catastróficos de orden bélico y telúrico. Nosotros vemos en el espejo astral los acontecimientos que están próximos a eclosionar en la Tierra física material. No damos “fechas” sino que hablamos de desenlace de eventos en la Época Aria en la que estáis.
Os aseguramos que no hablamos de suposiciones o ‘pronósticos posibles’, sino de ‘lo que vemos’. En el lente astral se ven los acontecimientos mundiales que aún no han acontecido en el espacio temporal tridimensional. Cuando está visión aparece significa que el evento observado astralmente está próximo(1) a emerger a la superficie material de la existencia. El “astral” (4° Dimensión) es la antesala del “físico” (3° D.); así funciona todo lo referido a clarividencia futurista. Los verdaderos clarividentes futuristas que han sido humanos, son los que conocéis con el nombre de “profetas” o “videntes”, pero “profeta” es la palabra más correcta porque se refiere a quienes han revelado las “profecías” para la Tierra y su Humanidad.
Todo lo que hicieron esos “profetas” fue leer en la Luz Astral ciertos ‘hechos’ ya existentes que todavía no habían emergido al plano de superficie material-temporal. En la Luz Astral el tiempo lineal no existe, y es por ello que lo que es observado allí no son hechos encadenados temporalmente, sino “hechos” observados como en una pantalla sin tiempo. El vidente ve todo en el AHORA, pero claro está que esos ‘hechos’, al manifestarse en el plano físico tridimensional toman forma de movimiento en una línea temporal y espacial.
Esta es tan solo una explicación simple para explicar algo más complejo, pero servirá para que entendáis que no hablamos de suposiciones, sino por “lo que vemos”, y nuestro corazón solar nos indica que es el momento de decirlo aquí, por este intermedio, por eso lo decimos.
Nuestra intención no es asustar, sino “revelar”,
para que los humanos se preparen.
Cuidar a las almas no significa no revelar lo que causa dolor o pena, sino decir la verdad, y decirla en el momento adecuado, y eso es lo que hacemos ahora.
Nuestra intención no es asustar, sino “revelar”,
para que los humanos se preparen.
Cuidar a las almas no significa no revelar lo que causa dolor o pena, sino decir la verdad, y decirla en el momento adecuado, y eso es lo que hacemos ahora.
Esta verdad, la del “Fin de los Tiempos”, es una verdad profética ya anunciada en muchas ocasiones por discípulos contactados que han existido en todas las épocas y en diferentes culturas y pueblos de la Tierra. Esto ha sido hecho así para que este tipo de verdad, “pesada”, es decir, difícil de “digerir” para los mortales, fuese calando de a poco en la comprensión de la Humanidad Aria. Pero aún así, después de miles de años de anunciación de esta verdad profética del “Fin de los Tiempos”, el ‘grueso’ de la Humanidad aún duerme en los jardines de la materialidad, apegada a los objetos de los deseos pasajeros. Solo cierto grupo de almas han ido despertando a las verdades reveladas sobre el fin de una Era Racial, en la cual eventos de gran Purificación a todo nivel tendrán lugar.
La Purificación ya está sucediendo, sin embargo, los EVENTOS FINALES, a lo cual se ha llamado “Fin de los Tiempos”, serán la cumbre o ‘clímax’ del proceso de Purificación; donde todas las almas serán reubicadas en moradas diversas a las cuales corresponderán por vibración.
La frase “Fin de los Tiempos” significa el fin del tiempo de la oscuridad, de la ignorancia y de la separatividad; es el fin de un ciclo racial en la Evolución, el cual al concluir dará paso al surgimiento posterior de una Nueva Era Racial, constituida por Egos preparados vibracionalmente.
En la Nueva Raza futura la civilización será armónica; habrá cesado la violencia y el odio ya no existirá. La Hermandad con todas las cosas y seres será la tónica común de todos los seres humanos, y comenzará la convivencia recreada en el Amor fraternal. Habrá encuentros amistosos y recreativos con seres de otras razas del Universo, y así, la ‘Nueva Jerusalén’ estará establecida, cumpliéndose los párrafos proféticos finales del Apocalipsis Bíblico, donde dice:
“Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva –porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo.”
“Y oí una fuerte voz que decía desde el Trono: “Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo (…) Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, por que el mundo viejo ha pasado”. (Cap. 21.- V. 1 a 4).
“Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por lo siglos de los siglos “.
“Luego me dijo: Estas palabras son ciertas y verdaderas; el Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado a su Ángel para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto. ‘Mira, vengo pronto’. Dichoso el que guarda las palabras proféticas de este libro”.
(Cap. 22.- V. 5, 6 y 7)
Preparaos, como almas que trascienden las personalidades, para este glorioso futuro, “lavando vuestras vestiduras”.
El “TRABAJO INTERIOR” es la clave. Profundizad allí, y estad siempre alertas al “llamado final”.
En la Paz del Cristo Universal nos despedimos.
Cónclave de la Rosa
1- La “proximidad” de los Eventos cataclísmicos debe ser entendida desde un punto de vista cósmico, no temporal-lineal.
Y LOS ANUNCIOS PROFETICOS DONDE ESTAN ?
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