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viernes, 27 de junio de 2014

Alah El Principio de Vigilancia. a través de Selén Om 20 de junio de 2014.


Audio

Saludos, hermanos y hermanas.

Participantes: Saludos!

Yo soy Alah, miembro del equipo vegaliano Nazcan, este equipo de consciencias hermanas que acompaña a cada uno de ustedes conectados a esta Red.

Hoy vamos a abrir un espacio, pero más que de inter-relación, es un espacio de a-relación. Mucho más que un espacio de cambios e intercambios, un espacio de aniquilamiento. Nuestro propósito en esta oportunidad es de abrir un espacio donde el verdadero sentido de la Humildad pueda instalarse, pueda ser vivido.

Este espacio se abre, se instala o es construido - cualquiera de estas tres visiones pueden ser escogidas para aproximarse a este proceso; por una intención clara, directa, precisa que parte del núcleo de su propia alma, que parte del punto más afinado, más alineado de sus presencias en este mundo.

Es necesario que comprendan que su presencia en este mundo se revela parcialmente. Es preciso comprender, y más que esto, verdaderamente aceptar; en una completa aceptación, transparente, que su presencia se revela sobre este planeta solo parcialmente.

De modo que no es posible decir que se conoce hoy, al hombre de la Tierra, completamente, porque este hombre, este ser humano - perdónenme; por la unlilate... uni... ¿Cómo se dice esa palabra?

Participantes:
Unilateralidad.

Esta misma palabra; unilateralidad de la expresión, en lo que se refiere a los géneros, de todos modos comprenden, hayo que ustedes logran comprender esto. Pero el ser humano de la Tierra no se rebeló aun completamente sobre este planeta, ni aun cuando éste era un planeta sagrado. Pero una nota más, para que ustedes tal vez puedan meditar al respecto y con ella hacer una relación respecto a lo que se desarrolla aquí, en este 'hoy' para lo cual no puede señalarse un principio definido y, por lo tanto, tampoco un fin.

La Humildad les permite comprender y aceptar en esta verdad, en esta transparencia y en este despojamiento de conceptos, de preconceptos y de posiciones cristalizadas, que su presencia no se revela completamente aquí.

¿Cuáles son las implicaciones de esto? ¿Cuáles son las implicaciones de que la presencia del Reino Humano en el planeta Tierra no se manifieste completamente en su nivel objetivo? ¿Hasta qué punto el mundo a su alrededor refleja con precisión y fidelidad lo que ustedes son? ¿Hasta qué punto es posible percibir, no sólo parcialmente, y aquí yo estoy usando este término en el sentido de parcialidad y tendencia? ¿Cómo con Precisión y Claridad, su presencia completa actúa sobre la materia en su campo de percepción?

Para esto, hermanos, y en este espacio de a-relación, en este espacio difícil de ser definido con las palabras de que dispone un cerebro terreno. Vamos a alinearnos en el principio de la vigilancia. Antes que quede más claro este punto de alineamiento y este punto de cohesión, vamos a mirar más de cerca lo que realmente quiere decir vigilancia. ¿Qué quiere decir vigilancia?

Participante:
Atención.

¿Atención? Vigilancia quiere decir atención. ¿Qué más?

Participante:
Presencia.

¿Presencia? Hum. ¿Es sólo eso?

Participante: Estado de alerta.

¿Un estado de alerta? ¿Vigilancia? ¿Logran ustedes ver alguna relación de la palabra vigilancia con alegría? ¿O con vigor? ¿O con vida? ¿No? ¿Se perdió ahí esta relación... semántica? Pues vamos a recordar.

La palabra vigilancia proviene de uno de estos idiomas de la Tierra, si este cerebro no me engaña, "vigilare". Esto significa estar atento, llevar la atención sobre... Pero cuando nosotros vamos más atrás en esta danza cambiante de formación, transformación, construcción y demolición de palabras y conceptos, descubrimos que ella tiene una raíz en común con muchos otros idiomas y lenguas de la Tierra. En aquella lengua sagrada, el sánscrito, "vag’ayami". ¿Y qué quiere decir vag’ayami? Tornarse alegre. Tornar alegre, llenar de vida. Y si nosotros vamos más atrás aun, vamos a encontrar el término, weg, que quiere decir "vigor". Pero esta parte vamos a dejarla para la próxima hermana explorar.

Vamos a mantenernos aquí, donde este concepto aun estaba muy ligado a algo orgánico, natural y vivo, donde la vigilancia no venia cargada con el peso de un esfuerzo: "Es preciso estar vigilante". Mantenerse vigilante. "Mirar, prestar atención". ¿Perciben hasta qué punto la vigilancia está colorida en su experiencia por un esfuerzo, por un concepto de esfuerzo? ¿No es así? Cuando alguien llega a ustedes y dice: "Es preciso estar vigilante con relación a esto o con relación a "aquello”. ¿Cuál es la sensación que da? Es necesario desplazar un poco de energía, y salir de un estado espontáneo, un estado fluido, es necesario llevar la atención y un sentido de control.

Y sin embargo, tornarse alegre es la expresión espontánea, vívida y propia del alma. La presencia es la propia alegría. Y es por eso que muchos confunden una apariencia de ausencia con tristeza, porque este sentimiento representa una desvitalización en la forma energética.

Y hoy, hermanos míos, hoy, ¿cuál es el punto para hoy? Si su presencia no está completamente manifestada aquí, ¿qué se vive hoy en este planeta? La respuesta para todos los problemas. La respuesta para todo dolor y sufrimiento. El elixir de la ignorancia, el elixir que viene a curar la ignorancia, es la instalación completa de su presencia aquí, y ahora, en este mundo, en esta forma.

Y en este espacio de humildad que no puede ser artificialmente producido; por lo menos no con los artificios de la personalidad- en este espacio de humildad, la verdadera vigilancia se revela.

Yo les digo, mis hermanos y hermanas, estén vigilantes. Yo les digo, es tiempo de alerta. Yo les digo, más que nunca es necesario que ustedes estén alegres. Y no hablo de la alegría de las sonrisas, de las carcajadas, de diversión. Hablo de la serena e inamovible alegría del Ser. Y cuando esto se expresa, cuando esto tiene la oportunidad de manifestarse y de tocar la materia que ustedes animan, no solamente de esta forma, sino la materia que constituye su mundo, que en última instancia es también su cuerpo. ¿Cuándo aparece esta oportunidad?

¿Es cuándo ustedes hacen un esfuerzo para estar atentos a lo que está sucediendo? ¿O a lo que está pasando este su interior raso? ¿Es cuando ustedes están estresados, en un intento de modificar, controlar ciertos comportamientos o modelos de pensamiento? ¿Es cuando ustedes están luchando contra el sistema instalado en este mundo? ¿Y tratando de hacer que un puñado de personas vean la vida de forma diferente? ¿Es ahí que esta puerta se abre?

Esta puerta se abre cuando ustedes se relajan. Esta puerta se abre cuando, por la humildad, se dan cuenta de que todo es perfecto. No como una excusa intelectual para aquietar los miedos, para aquietar las facultades críticas de la mente. No. Cuando verdaderamente ustedes aceptan en humildad que el mundo es un resultado natural y lógico de la presencia parcialmente manifestada. Cuando aceptan en humildad, porque esta humildad, también les permite hacer las paces con la fragilidad de lo que es expresado objetivamente. Pero cuando en esta humildad ustedes reconocen que la vida es inteligente, que por detrás de la apariencia de cáscara dura de su cuerpo, de sus emociones, de sus pensamientos, reside ahí, plena sabiduría. Que esta cáscara no es más que una burbuja que se forma en el océano ilimitado de la sabiduría que ustedes son. Sabiduría que en su propio movimiento, como el movimiento del océano, forma y deforma las burbujas.

Parece muy fácil, parece muy simple. ¿Entonces es sólo eso? ¿Es sólo aceptar que dentro de mi reside un océano de sabiduría, y que todos los movimientos de esta vida son conducidos por esta sabiduría? "Muy bien, voy hacer esto ahora." La gran broma, porque es verdaderamente eso, una broma, es que de hecho es simple y fácil.

Estén alerta. Es tiempo de vigilancia y nunca ha sido tan necesario estar atentos, como el período en el que ustedes viven. ¿Quieren saber por qué? Por qué es hoy, es hoy, no es ni ayer, ni mañana. No es hace tres años, o de aquí a cinco años. Es hoy, en este momento, que la presencia del verdadero ser humano se manifiesta completamente sobre esta Tierra. Es hoy que esto sucede. ¿Esto no despierta alegría en ustedes? ¿Esto no despierta en ustedes regocijo? ¿Será que este milagro, que esta verdad no vibra más ahí? ¿Perdió su efecto?

Redescubran, redescubran el júbilo de la liberación. Esto también es vigilancia. Suéltense, entréguense, relájense porque la persona es frágil y está sujeta a la fragilidad que le es inherente. ¿Por qué desgastar, y gastar tanta energía intentando pegar pedazos de un jarro que está constantemente rompiéndose? Beban en sorbos el contenido de este jarro.

Estén alerta, desborden de alegría, esta serena e inamovible alegría del corazón. Regocíjense con la liberación de este planeta. Exulten. Este recuerdo, sólo el recuerdo de esto es suficiente para disolver varios mecanismos cristalizados de reacción, porque la claridad disuelve las brumas de la incomprensión. Esta claridad disuelve las brumas de la ignorancia.

Perciban, hermanos míos, este mundo en que viven; ah, y no estoy hablando de la estructura física del planeta, yo estoy hablando del mundo, esta malla de relaciones subjetivas que ustedes establecen con las marionetas a su alrededor e, inclusive, con la marioneta que ustedes creen ser; son formas que surgen y se disipan en la bruma del amanecer. Es como si ustedes estuviesen andando por un atajo con neblina, completamente nublado, y allí ustedes viesen formas, personas, cosas, situaciones e interactuaran con ellas. Cuando el sol de la lucidez se levanta, la neblina se deshace y entonces ustedes perciben que nunca hubo nadie más, que nunca hubo nada, además de ustedes. Sólo que el sol ya se levanta.

Entonces, regocíjense. Sean la exultante alegría de esta liberación y no solamente sean un recipiente de esta alegría, derrámenla. Descubran ahí un nivel en que la distancia entre ustedes y todo lo demás, no existe. Y donde esta alegría vierte caudalosamente, irrestrictamente, sin distinción a todo lo que los rodea, ya que este es el valor actual, para ustedes mantener una estructura tan costosa, como una personalidad aquí. Porque esta persona es el recipiente que debe verter este óleo.

Tengan esto presente, no como una forma de esfuerzo, de control, de encajonarse en estas palabras, sino como un estado interno que ustedes evocan, que ustedes recuerdan. No a sí mismos, porque ustedes son la propia remembranza, sino la materia que ustedes animan, la persona que ustedes interpretan, esto es vigilancia. Y de esta vigilancia surge alegría.

¿Tienen alguna pregunta hermanos? Entonces queden en paz. Hasta otro momento.

Participantes: Gratitud!

Transcripción realizada por colaboradores del blog.

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