HA LLEGADO LA LUZ: Satsang del Colectivo del Uno. Pregunta 7 y respuesta.

Satsang del Colectivo del Uno. Pregunta 7 y respuesta. “…A partir de 2007 comencé a percibirlas vibraciones…” “…en diciembre de 2012, tuve una dificultad creciente en abandonarme y abandonar el Sí…” 12 de octubre de 2013. Con Audio. ¡Compartir!!!

Satsang del Colectivo del Uno – Pregunta 7 (12-10-2013)

Audio

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Pregunta 7

Hola Alta,

Agradezco infinitamente la creación de Autres Dimensions. A partir de 2007 comencé a percibirlas vibraciones y ninguno de los terapeutas que consulté en esa época pudo decirme qué me sucedía.

Las “respuestas” me llegaron por la vía del sitio de Autres Dimensions. De nuevo gracias. En 2011 viví sentimientos de alegría sin objeto. Por aquel entonces yo estaba embarazada.

Después, en diciembre de 2012, tuve una dificultad creciente en abandonarme y abandonar el Sí. Una decodificación que había pedido en 2012 estipulaba que quedaba un Último bloqueo para abandonar el Sí (en el cual no me había instalado). Me siento perdida, practico el protocolo en relación con el apego de la personalidad a sí misma.

Percibo a veces temblores en el pecho o en todo el cuerpo así como numerosas vibraciones (las estrellas, las puertas...) y el canal Marial así como presencias a mi izquierda en cualquier momento del día. Sin embargo, hoy tengo la sensación de que debo pararlo todo, me siento desalentada porque soy consciente de que busco y ya no tengo ganas de buscar. El dicho “quien busca, encuentra”, me parece hoy falseado. ¿Cómo saber “quién” está cansado? ¿Otra vez vuelve el Ego? Gracias por iluminar mi linterna.

Atentamente.

Akila B.

Enlace para escuchar el audio: Respuesta Alta - Pregunta 7 (12-10-2013)

Respuesta de Alta

Entonces Akila, quiero decirle que a pesar de todo, lo que usted describe son los síntomas de la Infinita Presencia, ya sea la percepción de las puertas, el despertar de la Kundalini, el canal Marial, el Shahram Amrita (la Onda de vida), por lo tanto, ¿Dónde cojea ésto? Y usted muestra por ahí que todavía se pueden vivir hoy estos síntomas, estos signos sin por eso ser Absoluto, sin estar por eso en la alegría, sin estar por eso en la serenidad, sin estar por eso en la paz, lo que parece ser su caso.

Bien, es muy simple, muy simple, espantosamente simple y tan simple, que efectivamente no lo vemos, y es que cuando tenemos estos mecanismos vibratorios, no es cuestión de buscar nada, muy al contrario, es cuestión, repito, de quedarse tranquilo, de hacer el silencio, de desidentificarse del papel de actor, del papel de espectador, del papel de observador y dejar hacer, es justamente el hecho de buscar, el que bloquea, a partir del momento en el que los marcadores del Último o de la infinita Presencia están ahí, ya sea esto el despertar de la Kundalini, ya sea esto los Sidis o el poder del alma, cualesquiera que sean estas percepciones energéticas vibratorias, usted hasta puede haber vivido el despertar de la Kundalini, y encontré a personas bastante antes del nacimiento de la Onda de vida que habían vivido un despertar real de la Kundalini y que sin embargo no estaban verdaderamente en la alegría, en la serenidad y en la paz. ¿Por qué? Porque estas personas, de quienes aparentemente usted forma parte, tienen inconscientemente, o justo al límite de la consciencia, la necesidad de controlar, la necesidad de verificar, la necesidad de medir, de comparar.

Mientras que estos elementos están presentes, y eso no es solamente una actitud mental, bien, hay efectivamente resistencia. No hay por tanto que culpabilizarse hablando del ego sino simplemente verlo tal cual es, el ego es la resistencia. Por tanto, mientras que esta Última Presencia vivida por momentos, o intensamente, como usted describe, no es abandonada, no en el sentido de refutarla, no en el sentido de una negación, sino de la disolución de la persona misma, esta resistencia está presente. Entonces no vale la pena trabajar en esta causa, en el por qué de cómo esas resistencias están ahí, de encontrar una causa kármica, de encontrar un defecto en la personalidad, las emociones o el mental, sino simplemente de soltar esto, de abandonar esto, de cambiar de punto de vista, de abandonarse a Ser. Abandonarse a Ser no es un camino, no es una distancia sino que es pasar de la distancia a la coincidencia, es verdaderamente una cuestión de mirada, ya que el Absoluto siempre estuvo ahí, la alegría y la beatitud son nuestra naturaleza y nuestra esencia. Por tanto no es un postulado o un concepto, es una evidencia. ¿Entonces, cómo vivir esta evidencia? Bien, simplemente viendo, sin culpabilidad alguna, el ego en la obra. El ego estará siempre en la justificación, el ego estará siempre en la memoria, el ego estará siempre en la proyección en el futuro, el ego estará siempre en una necesidad de apropiación, de toma de referencia con relación a sí mismo o con relación al otro, hablé de eso en la pregunta precedente.

Esto es contra lo que no hay que luchar, sino simplemente ver, verlo por lo que es, un juego del yo y no hay que identificarse con eso. Y usted no tiene nada que buscar, mientras usted quiere buscar, incluso viviendo estos estados vibratorios, eh bien, será inducida en error por su propia personalidad. No tiene, por tanto que condenarla, tiene justo que ponerla en descanso, tiene justo que desaparecer usted misma hasta en el seno de las manifestaciones vibrales que describe, no para hacerlas suyas, no para verlas sino para disolverse ahí, es decir desaparecer de la persona sin negarla, sin apartarla, sino a través de ella. Es de esa forma como usted llegará, como decía AIRE, a despegarse de lo que le pega a la piel, es el caso decirlo, la piel es el límite de la encarnación, la energía nos pega a la piel, la memoria nos pega a la piel, los apegos nos pegan a la piel. Pero los apegos no son más que resistencias y detrás de toda resistencia hay un miedo.

El miedo, está visceralmente inscrito, como dije, en el reflejo de supervivencia que está vinculado al cerebro arcaico, al cerebro reptiliano, sobre el cual no tenemos acción. Trate de dejar de respirar, usted verá que al cabo de un cierto tiempo, aún si quiere continuar sin respirar, eh bien, los centros, los núcleos reflejos de la respiración al nivel del tronco cerebral, al nivel de la parte trasera del cerebro, pronto le dispararán una descarga de adrenalina y tomarán el relevo de su respiración consciente. Pues todo esto hay que verlo, no hay que negarlo, ya que esto forma parte de la realidad, aunque es una ilusión, sino más bien servirse de eso y el único modo de servirse de eso efectivamente es despegarse, atravesarlo para ir más allá. Pero este atravesar no lo conciba como un desplazamiento, es justamente una inmovilidad perfecta, es justamente en el silencio, en esta inmovilidad, en esta tranquilidad, donde va a manifestarse de cualquier modo la Gracia. Somos la Gracia pero mientras estamos en la personalidad, puedo decir que la Gracia es efímera, porque corresponde a una lucha, corresponde a un esfuerzo. Pero vivir la Gracia, Ser la Gracia y permanecer en ella, en nuestra Eternidad, es todo salvo un esfuerzo, es una simplicidad y es una capitulación, es decir, una vez más, uno no niega más la verdadera trascendencia. Pues esta verdadera trascendencia necesita más que nunca esta humildad, esta simplicidad, esta vía de la infancia de la que hablaba Teresa del Niño Jesús, pero podemos tomar múltiples referencias, es hacer desaparecer, no por un esfuerzo del mental o hasta de la consciencia, los diferentes velos de la ignorancia y del conocimiento, para encontrarse desnudo. Encontrarse desnudo es justamente no tener ya ninguna guarida, no tener ya referencia a un pasado, no tener ya una referencia de futuro, así que, una vez más, no es, cómo decir, pasar de largo o negar algo, sino integrarlo para trascenderlo, atravesarlo, integrarlo en el seno de lo que somos, es decir la Gracia, la Luz, el Amor, el Parabrahmán.

Hoy más que nunca hay dos cosas esenciales, más allá de la humildad y de la simplicidad pero que están vinculadas, porque esta danza no puede producirse salvo si hay silencio y humildad, lo mismo que el silencio no puede producirse salvo si hay simplicidad, son dos puertas que han sido nombradas a nivel del pecho, humildad y simplicidad o Al y Unidad si usted prefiere, pero que corresponden completamente a esta noción de danza y de silencio, que son en el mismo tiempo, en el mismo espacio, es decir en todos los tiempos, en todos los espacios porque se sitúan fuera del tiempo y del espacio. Y esto es realizable desde el instante en que se capitula, desde el instante en que se deponen las armas. Así que sí que hay un problema de coincidencia entre sus mecanismos vibratorios, que son reales, y su personalidad. Y entonces lo más difícil de comprender es que no tiene nada que buscar, no tiene nada que saber, no tiene nada que pedir, sólo hay que ser claros en la danza, en el silencio y ahí, en ese instante, la evidencia aparecerá como infantil.

Esto corresponde a lo que decía el Cristo: “ninguno puede entrar en el Reino de los Cielos si no se vuelve como un niño.” Volver a ser como un niño es ser despojado, evidentemente, del mental, ser en la espontaneidad del instante, la inocencia del instante. Entonces usted me responderá que en este mundo nada es inocente, se lo concedo, pero los espacios de los que hablamos no tienen nada que hacer con este mundo porque están fuera de este mundo, están en usted y únicamente en usted.
Blog: Satsang del Colectivo del Uno – Pregunta 7 (12-10-2013)
Transcripción de texto por: Nicole Tremblay

Traducción por: Ana María Beltrán

Comparto preguntas y respuestas a Alta donde nos aclara mucho sobre nuestro despertar

viernes, 1 de noviembre de 2013

Satsang del Colectivo del Uno. Pregunta 7 y respuesta.