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Yo soy Anna. Y vengo como se los anunció Ma Ananda Moyi, mi hermana en Alfa. Vengo hoy a hacer resonar desde mi emplazamiento en Omega, el eje Alfa-Omega. Como también se anunció ayer, Ma Ananda Moyi me sostiene durante mi intervención, como yo la sostuve ayer.
Si lo desean, vamos a hacer una pequeña perspectiva histórica de lo que hemos entregado. No respecto a la venida de la Luz, que fue desarrollado por O. M. Aïvanhov, sino más bien lo que hemos presentado desde hace varios años referente a las diversas posiciones de la conciencia. La conciencia, que lamentablemente lo sabe muy bien, puede estar ubicada dentro de la personalidad. Esto concierne aun a la mayor parte de la población de la humanidad encarnada.
Hemos presentado al Sí. Después, hemos dicho que todo era Vibración, que la conciencia era Vibración. Y esta es la realidad, la verdad en el seno del Sí. Hemos desarrollado diferentes etapas, diferentes posiciones que conducen a instalarse más profundamente dentro del Sí, podríamos decir, la posición final es la Última Presencia. Les dijimos que si ustedes estaban instalados en el Sí, serían llevados a vivir idas y venidas entre el Sí y la personalidad. Esto es debido simplemente al hecho de que viviendo el Sí, ustedes siguen siendo prisioneros de la ubicación de la conciencia que hace que se adhieran a un "yo" o a otro, pasando fácilmente de uno a otro.
Así que, obviamente, cuanto más se practica el Sí, más podrán afirmar su posición en Él, evitando un gran número de perturbaciones. Una vez instalados en la Morada de Paz Suprema, efectivamente se puede tener la sensación de que todo está hecho. Pero en este punto, si la conciencia no es reconocida, se debe tener cuidado porque un retorno dentro de la personalidad es siempre posible. Pero en el Sí, ya viven mucho más ligeros. En Él se disuelve la influencia de las emociones, ya que esto es posible entenderlo, una vez que ustedes se ponen bajo la protección de la Luz, y en recepción de lo que viene la Luz obra para ustedes. Luego vino el que se presentó como BIDI. Y entonces hablamos del Absoluto. Él les habló del Absoluto. Algunos hicieron una etapa suplementaria. Desde luego, que vivir el Sí puede permitir el pasaje, la instalación en el Absoluto, no por una graduación, sino simplemente porque la conciencia navega de la personalidad al Sí, del Sí a la personalidad. Es posible reconocer la conciencia en uno de estos desplazamientos. Sin embargo, les dijimos que el Absoluto no es una finalidad y que tampoco había lo que podríamos llamar una jerarquía, en ese nivel. El Absoluto es en efecto una Liberación. La única posible. Nunca en el Sí, pueden ustedes pretender la Liberación. El Absoluto los libera. Muy a menudo el concepto de Liberación ha sido mal comprendido. Y la noción de Liberación los llevó a pensar que con todo su equipaje, iban a poder hacer lo que quisieran. Pero la Liberación no es eso. La Liberación es ser liberado de la persona. Ser liberado de la personalidad. Ser liberado de la creencia de ser una persona. Esto suena muy simple, ¿verdad?.
Entonces se los repito: eso no es una finalidad misma, si vivir y estar instalados en el Absoluto, en encarnación permite acoger a Ki-Ris-Ti- Cristo, de manera más cómoda. ¿Porqué esto es más cómodo? Simplemente porque Cristo los quiere enteros. Él no quiere compartir. Y mientras la personalidad esté ahí, y crean ser una persona, ustedes no pueden ofrecerse. A lo sumo pueden ofrecer una pequeña parte de lo que creen ser. Y con eso Cristo no tiene nada que hacer.
Para terminar con relación al Absoluto, una vez experimentada este Liberación, pueden cesar las oscilaciones que de vez en cuando, o regularmente los lleva a la personalidad. Esto no quiere decir que no quedan rastros de la personalidad. Esto simplemente significa que hay más agarre, que ya no son prisioneros, que ya no se toman jamás por esa persona. Ya no se identifican más con esta coloración que todavía sigue existiendo, que continúa moviéndose, continúa hablando, continúa actuando. Esto corresponde a las principales áreas de intervención de la conciencia, o más bien corresponde a la forma en que puedan percibir la conciencia, ya sea estando prisioneros, ya sea estando en libertad. Prisioneros en sufrimiento o prisioneros levemente, pero aún presos entre la personalidad y el Sí.
Así que, la pregunta que ustedes pueden hacerse y que tienen derecho a preguntar es: ¿Por qué, después de haber vivido el Absoluto, algunos seres están presentes para recibir a Cristo? ¿Existe una gradación? Por supuesto que no. Las gradaciones son el resultado de su mente. Esto no es otra cosa que diferentes experiencias para que ustedes puedan vivir el Amor en un grado u otro, dependiendo de lo que están dispuestos a dejar ir. Cristo es el Hijo del Uno. Podríamos decir, el hijo mayor. Cristo es el Fuego, la Luz, nacido directamente del Uno. Cristo es el Verbo que era en el principio. Cristo Es, podríamos decir, una forma de manifestación del Uno que tiene la intención de tomar lugar en lo que ustedes Son en esta Creación. Por lo tanto, el Absoluto no tiene que hacer con el retorno de Cristo. Pero viviendo para el Absoluto en encarnación en un cuerpo de carne, Él es sensible a los flujos de Amor y, como tal, encantado de dar la bienvenida a Cristo en su Morada, a fin de que dentro de la Creación, el pueda vivir del Amor del Uno para el Uno. Así que, como he dicho, no es indispensable vivir el Absoluto para lograrlo. Pero el límite es extremadamente frágil debido a que, de hecho, si no están instalados en el Absoluto, eso significa que todavía estás sujetos a la atracción de la conciencia.
Si vuestra conciencia se mantiene fija en Shantinilaya en la Última Presencia, entonces es posible recibir a Cristo. Pero en ningún momento, si la conciencia se coloca en la personalidad, no es posible recibir Al que viene y se propone reinar en el cuerpo de carne, trayendo allí la Luz, aportando allí el Amor, poniéndolos en un éxtasis permanente de este flujo de Amor, allí donde están, a través de la conciencia; testigo. Esto significa, y ahí es a donde quiero llegar, es que de alguna manera necesitan liberarse de la idea de ser una persona. En este momento podríamos decir que se aplica esta frase: “Un espíritu sano en un cuerpo sano”. Ya que cuando Cristo se instale en usted, o más bien en lo que resta de la ilusión de un usted, o aún mejor en una casa vacía, en la cual no hay más de usted. Cuando El se instale, esto es una celebración ya que sobre el conjunto de la Creación, del Espíritu y la materia, el Uno reina otra vez.
Así que al principio, usted necesita separarse del cuerpo, de la conciencia de ser un cuerpo, una mente y emociones. Se coloca en el Sí o se instala en el Absoluto. Seguidamente, en ese cuerpo, Cristo se instala. Ahí entonces, podríamos decir que esta frase se aplica "una mente sana en un cuerpo sano", porque cuando Cristo se instale en usted, o más bien lo que queda de la ilusión de un usted, o mejor aún en una casa vacía, en el que de "usted" nada queda. Cuando Él se instale, es una celebración para toda la Creación, desde el Espíritu a la materia, el Uno reina de nuevo. Por eso Él a dicho : "Yo soy el Alfa y la Omega." Usted no puede venir a santificar el cuerpo, hasta que no haya vaciado el escenario, de la ilusión de ser una persona. Esto es también un gran escollo en muchas enseñanzas, que están siendo difundidas actualmente en la humanidad, haciendo creer que sintiéndose mejor en su cuerpo, y que tomando más espacio, aceptando, acogiendo sus emociones, iban a hacer una transformación e instalarse en la Luz. No es nada de eso. Debe limpiar el lugar, vaciarlo para que Él pueda instalarse allí, tomar lugar y hacer resplandecer vuestra casa.
Mi Hermana Ma Ananda Moyi, durante su vida, recordaba lo importante que era colocarse en las manos de su gurú interior, de poner su destino en éste gurú interior. Es exactamente eso. Y este gurú interior, es el Cristo, nacido del Uno, representante del Uno, dentro de la Creación. El Uno no pudiendo proyectarse a sí mismo en la Creación (excepto en raras excepciones), proyecta a su Hijo, el Verbo, la Luz. Así que, hagamos nuestro lo que Él ha dicho "Yo soy el Alfa y la Omega." Yo soy el Espíritu y la materia. Yo soy el principio y el fin. Yo soy el Fuego y la materia, el Fuego y la Tierra.
Así que, queridos Hermanos y Hermanas, esto quería compartir con ustedes hoy. Estoy muy contenta de haber estado aquí entre ustedes después de una larga ausencia. Les envío todo mi Amor de Madre. Y los invito a dejar espacio para la Acogida.
Que la Gracia los acompañe.
* El Sí, lugar virtual donde se unen el consciente y lo inconsciente, permitiendo así la realización de la personalidad física.
Transmitido por Air
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Traducido por: H. N.
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