MARIA 10 mensajes en el 2007.
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30 de MARZO del 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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MARIA 30 marzo 2007 Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenida a ustedes, queridos hijos. Me presento a ustedes pues me han llamado. Me presento a ustedes pues muchas cosas deben ser irradiadas de mi corazón con el fin de afirmarlos en vuestra fe y en vuestra certeza hacia la Luz. En efecto, en estos mundos perturbados, la Luz es más que nunca vuestra sola tabla de salvación. La Luz es el solo elemento que debe conseguir hacerles encontrar la solución al problema de la vida, al problema de esta vida, en este planeta, en estos tiempos perturbados, en estos tiempos atormentados, debería yo, decir incluso. Es importante encontrar el camino, la puerta estrecha que los conduce a la abertura de vuestro corazón, que los conduce a la recepción de la Luz de mi querido divino hijo. Es importante para ustedes, queridos hijos, comprender que todo lo que viene, que todo lo que se viene hacia ustedes no está destinado más que a una cosa: hacerlos girar hacia vuestro corazón, hacerlos girar hacia el corazón del Universo, hacia el corazón del planeta, hacia el corazón de la vida, hacia la Fuente de la vida que es Luz auténtica que ha sido inicializada, preparada, por mi divino hijo, hace ahora más de 2000 años.
Hay hoy, hay en estos períodos que ustedes viven, una etapa extremadamente importante que es la etapa que debe conducirlos al umbral de la Luz Crística. Hay, a través de lo que se viene hacia ustedes y que, sin embargo, ya está aquí, la posibilidad inherente a toda vida de encontrar su Fuente, de encontrar su Luz y de encontrar la vía que conduce al Padre, a la Luz auténtica, a la Luz que ustedes nunca han dejado de ser pero que los velos sucesivos de vuestras encarnaciones han sofocado, los velos de lo que ustedes llaman ego de vuestras personalidades han sofocado poco a poco en vuestras encarnaciones sobre estos mundos. Hoy hay necesidad de quitar esas máscaras, de quitar esas pieles que han sido puestas sobre vuestra esencia, sobre vuestra infinidad primordial de Luz pues ustedes son, no lo duden más, hijos de Luz, Fuente de Luz. Ustedes son a la vez hijos de la Luz y la Fuente misma de la Luz. Comprendan, a través de mis palabras, que nunca dejaron de ser lo que son, más allá de la ilusión del tiempo que pasa sobre esta dimensión que es la vuestra.
Ustedes son, de toda eternidad, hijos de Luz y Fuente de Luz a la vez irradiados de la Fuente y a la vez Fuente irradiante. Hay necesidad, hoy, de hacer vuestra esta palabra, de comprender que son hijos de la Luz, que son ustedes mismos Fuente de Luz y, como seres multidimensionales, la herencia que es la vuestra es la vuelta a la Fuente, la vuelta a la Luz que son y que no han dejado nunca de ser a pesar de los velos que corresponden a los diferentes miedos que desarrollaron poco a poco en vuestras encarnaciones. Es importante comprender que esta época bendita de Dioses que ustedes viven en ningún caso es un castigo. Aquéllos que vivirán esto como un castigo son aquéllos que no quieren quitar las máscaras de la personalidad, las máscaras del ego, las máscaras del mental, las máscaras de las emociones que vienen a destrozar el impulso del alma, el impulso de la fuente que son, el impulso de la fuente de Luz que son. Si ustedes olvidan los obstáculos inherentes a la encarnación, si se acuerdan de lo que ustedes nunca dejaron de ser, si llegan a dejar hablar al niño que está en ustedes, la Luz que está en ustedes, el Divino que está en ustedes, el Cristo que está en ustedes, esta Luz inefable que ustedes son, en ese momento, los velos de la ilusión se disiparán y permitirán la libre expresión de la naturaleza fundamental que ustedes son.
Están ayudados en esto por los múltiples ángeles, coros y legiones celestes que están alrededor de ustedes y alrededor de este planeta a la espera de ese instante bendito que viene hacia ustedes, pues, créanlo bien, queridos hijos, ustedes han llegado ahora al término de vuestro viaje, al término de esas peregrinaciones, de lo que les pareció ser una caída que no es una caída sino simplemente una experiencia que ustedes decidieron vivir, créanlo bien, para acompañar un proyecto grandioso que era experimentar la sombra y la Luz con el fin, no de permitir que la sombra aumente si no para comprender que la sombra también debe volverse Luz. A través del sufrimiento, ciertamente no necesario en los planes evolutivos, pero necesario sobre este plan evolutivo de la Tierra que había elegido el alejamiento de la Fuente, hoy llega el momento del reencuentro, el momento de la boda con la Fuente. Los velos deben levantarse a nivel de vuestros cuerpos pero también de ese cuerpo planetario que ustedes llaman la Tierra.
Queridos hijos, la hora bendita que viven corresponde a los acontecimientos grandiosos que deben sobrevenir de manera sensible, de manera manifestada en vuestros éteres, en vuestros Cielos y en vuestra Tierra para permitirles dejar caer los velos, velos de la ilusión, velos de la ignorancia. Eso no es más sufrimiento, eso es revelación en el sentido donde la Luz se devela, en el sentido donde la eternidad se revela finalmente a ustedes, haciéndolos salir de la ilusión de un tiempo lineal, haciéndolos salir de la ilusión que es la vuestra desde tanto y tanto tiempo. Mi divino hijo, durante su sacrificio en encarnación, permitió restaurar la sacralidad de este planeta, ha sido lo mismo para vuestros vehículos físicos y vuestros vehículos sutiles. Simplemente esta semilla que había sido plantada, que debía encenderse un día, ve estos días que vienen en este período precedente a la resurrección del Cristo ligada al fenómeno de las Pascuas místicas. Es importante comprender que las Pascuas de este año es un año extremadamente importante. Este año es el año de la revelación, es el año de la comprensión de vuestra Divinidad, es el año de la manifestación de vuestra Divinidad. Sólo los seres que rechazarán ver, que rechazarán levantar el velo de la ilusión, estarán en sufrimiento con respecto a esto pero la libertad es indefectible.
Ustedes tienen elección de alma, tienen la libertad de alma de volver a la Casa o de proseguir lo que ustedes llaman experiencias, de proseguir la experiencia en mundos de división entre sombra y Luz pero también de salir de ese juego que los ha tentado durante tanto y tanto tiempo. Les corresponde, hoy, en las semanas, los meses y algunos años que vienen, decidir volver a la Casa o decidir de proseguir la experiencia. No hay juicio por eso. Es lo que mi divino hijo había llamado, así como su bien amado Juan, el juicio último que corresponde sólo a un proceso de elección que se les abre ahora. ¿Van a ir hacia la Luz y el retorno a la Fuente? ¿Van a ir hacia la revelación de quiénes son? ¿Van a ir hacia la manifestación de quiénes son o van a decidir proseguir la experimentación? Esa es la libertad de elección, ése es el juicio último que es simplemente una cuestión de afinidad, una cuestión de anhelo, una cuestión de deseo también, deseo de Luz o deseo de experiencias. La experiencia que ustedes han vivido era un juego como yo lo decía entre la sombra y la Luz, experiencia necesaria en este mundo porque se debía a algunos principios que regían las encarnaciones y las tomas de encarnación en diferentes mundos, en diferentes planetas, en diferentes sistemas pero la hora de la revelación ha sonado, ha sonado la hora de la resurrección final de vuestra alma, de vuestra Luz y de la revelación de vuestra Divinidad.
Entonces, ciertamente, la revelación de esta Divinidad que son, para ciertas almas no preparadas, no depuradas, no decididas tampoco a experimentar eso, quizá puede ser vivido como elemento de sufrimiento, como algo que viene herir vuestra sensibilidad, yo diría, pero no vean eso. Al contrario, es a través de lo que viene hacia ustedes, la experiencia única de volver a la Unidad, la experiencia única de detener la experiencia de la tercera dimensión con el fin de entrar en vuestra Divinidad, en vuestro cuerpo de gloria, en vuestra inmortalidad que ustedes nunca han dejado de ser por tanto les corresponde hacer la elección y nadie vendrá a sancionarlos de la elección que harán y nadie vendrá a reprocharles la elección que harán. Algunas elecciones podrán parecer dolorosas pero el dolor no es más que temporario e ilusorio. La realización de la elección puede seguir sólo 3 vías: la vía, como yo lo decía, de vuestro regreso a la Unidad, de vuestro regreso a vuestra Divinidad, que nunca ha dejado de ser – la continuación de la experiencia en estos mundos de división, en estos mundos de separación, en estos mundos de ilusión, pero sin embargo llenos de la mano del Creador y llenos de una Luz, ciertamente, una Luz no descarriada sino sombríamente disminuida, sombríamente pesada, que se vuelve pesada por la experiencia necesaria y el juego necesario de esta dimensión de oposición al mundo de la Luz – y la tercera vía es, claro está, como la elegirán numerosas almas sobre este planeta, de pasar por las puertas de lo que ustedes han llamado la muerte para acceder o a una nueva experiencia en esta división de dimensiones o al contrario el renacimiento en un cuerpo de Luz. En efecto, no existen más que tres elecciones posibles y cada alma comprenderá, llegado el momento, la realidad de esa elección.
Entonces, aquellos que no podrían ver por el momento su elección entablan caminos de sufrimiento, caminos de enfermedad, caminos de extravío a veces pero por supuesto no hay que juzgarlos porque los velos de la ilusión son en ellos más espesos y más pesados que algunos de ustedes. Les corresponde dejar a cada ser humano proseguir su camino y solamente de estar concentrados ustedes mismos en la Luz que son con el fin de poder irradiar esta Luz, con el fin de poder manifestar esta Luz, con el fin de ser un espejo para la Fuente divina que está frente a ustedes y permitirle comprender que el retorno a la Casa es posible en lo sucesivo. Se trata, en adelante, de una elección del alma, una elección de vida, una elección de devenir, una elección de humanidad y les corresponde hacer esta elección. Por supuesto, (ndt: a ustedes) los tienen prisioneros por el instante numerosas ilusiones de la trama de la encarnación de sistemas que han sido construídos por algunas almas humanas que han avanzado mucho más lejos en la separación de la Fuente, que han querido construir un mundo de ilusión, un mundo de separación todavía más pesado, todavía más denso. Pero aquellos planes son planes de ilusiones que intentan arrastrarlos en su red para volverlos todavía más pesados pero la hora de la liberación se acerca ahora a grandes pasos, la hora de la revelación, la hora de la comprensión de quiénes son ustedes, la hora de la comprensión de las elecciones que deben hacer para iniciar vuestro regreso a la Fuente, vuestro regreso a la Divinidad o la prosecución de vuestras encarnaciones extensivas en estos mundos de división. Algunos no podrán hacer la elección y deberán pasar por las puertas de la purificación con el fin de hacer realmente la elección. No juzguen al que fallece, no juzguen al que decide poner fin a sus días en esta dimensión pues renacerá ahí donde él lo decidirá en toda Luz y en toda lucidez, o de empezar de nuevo un ciclo de encarnación en otros espacios y en otros lugares de esta tercera dimensión, o de renacer virgen y nuevo en los espacios de la Divinidad, de otras dimensiones, ahí donde no existe más la sombra, eso forma parte de la esencia de cada alma.
La decisión es libre y totalmente consentida por la voluntad del Padre por la voluntad de la Luz auténtica que nunca, nunca jamás, los forzará a hacer elecciones que no son las de ustedes. Solamente la revelación de la Luz es un acto importante para permitirles hacer vuestra elección con total conocimiento de causa. No les será nunca permitido hacerles elegir entre la sombra y la sombra bajo el pretexto que ustedes no conocen la Luz. La Luz se debe revelar frente a la sombra con el fin de permitirles hacer las elecciones, de ir hacia la Luz, de ir hacia la sombra o de ir, otra vez entre los juegos de la sombra y de Luz porque vuestra falta de experiencia o vuestro deseo de experiencias no ha sido satisfecho. He aquí, mis hijos, qué puedo decir si no es que lo que deseamos, por supuesto, los corazones celestes, los ángeles, y las milicias, vuestros hermanos y hermanas de la intra-Tierra no desean más que una cosa y es que el máximo de almas se reúnan con las legiones y las regiones de los universos donde la sombra no tiene más su lugar. Pero ésa es vuestra elección última, vuestra libre elección totalmente consentida. Nosotros no podemos, en ningún caso, permitir que esta libertad les sea retirada. Esa es vuestra herencia espiritual, vuestra herencia de Divinidad, vuestra herencia de la Fuente. He aquí, queridos hijos, lo que tenía para expresar en este período pre-pascual extremadamente importante en este año de revelación pues créanlo bien han entrado en período de revelación. Nada de lo que se ocultó les será ocultado. Nada de lo que ha sido ocultado profundamente en la Tierra no les será ocultado, todo será revelado, nada más será ocultado. Los misterios de vuestros orígenes, los misterios de vuestra Divinidad, el misterio de las civilizaciones, el misterio de los movimientos planetarios, todo eso les será revelado pues les corresponde hacer la elección en plena posesión de este conocimiento, en plena posesión de la Luz que son, en plena posesión y aclaraciones de las circunstancias de la vida que han dirigido a vuestro camino de revelación, ahora, en estos tiempos. He aquí, queridos hijos, lo que amaba compartir con ustedes y ahora estoy preparada para responder a vuestras preguntas, si hay preguntas pero, por favor, tengan presente que estamos en este período de revelación, en este período tan importante y tan esperado y al mismo tiempo temido para algunos de ustedes. Entonces estoy preparada para responder a vuestras preguntas que concernirían esta etapa importante de vuestro regreso a Casa.
Pregunta: ¿Cómo se van a hacer esas revelaciones?
La revelación, querida hija, se realiza en múltiples planos. Concierne de igual manera los acontecimientos ligados a lo que ustedes llaman vuestros elementos y a la manifestación de esos elementos, al parto de este planeta a su dimensión de Luz que acompañará por supuesto el descubrimiento de los planes de la sombra, como yo lo decía, es decir la revelación de las maquinaciones y de las usurpaciones que han tenido lugar en la superficie de este planeta. Eso corresponde a un período de revelación en vuestro fuero interno también. Lo que pasa al exterior y que será visible pasará también al interior de ustedes. La revelación de los coros de ángeles, de las milicias celestes a través de los fenómenos celestes y de los fenómenos intra-Terrestres se revelará al mismo momento al interior de ustedes. Los acontecimientos son múltiples, querida alma. Conciernen tanto a lo que se vuelva vuestra vida en tercera dimensión, en esta encarnación, pero también lo que será evocado, revelado de igual manera en lo que ustedes llaman vuestros medios de información, también, de manera visible, de manera sensible, por vuestros cinco sentidos, por tanto a nivel de vuestro planeta y de vuestros modos de vida.
Pregunta: ¿A qué corresponden los olores de rosa que le son atribuidos?
Querida alma, el olor de rosas es característica de mi presencia benevolente. El porqué de esta presencia no tiene siempre que ser justificada con una razón lógica sino sencillamente como la manifestación de un regalo y de una gracia celeste. Ahora ustedes, con vuestro mental, tienen tendencia a interpretar eso como una orientación a ir hacia tal o tal cosa, lo que no es siempre el caso. Los perfumes representan la quintaesencia de mi manifestación que significa sencillamente mi presencia de madre a vuestros costados.
Pregunta: ¿Vuestra energía está siempre presente en Lourdes?
Querida alma, hay numerosas vidas donde he aparecido, en distintos tiempos, en distintas épocas, sobre este planeta. Los lugares de aparición pueden estar ligados a circunstancias geomagnéticas particulares pero también, a veces, a historias de almas particulares como también a lugares consagrados por mí misma. Cada vez las circunstancias de mis apariciones han sido profundamente diferentes según, justamente, esas propias circunstancias. De ahí un lugar de aparición puede quedar despierto, yo diría, durante un tiempo muy largo o al contrario existir sólo durante la presencia encarnada de un alma particular. A veces el mensaje corresponde a una época precisa y se apaga una vez que ese mensaje fue liberado. No hay reglas precisas según mis lugares de intervención y de aparición, más que esos lugares sean públicos o privados por su parte. Querida niña, mi presencia en Lourdes se reveló a través del agua, desde luego, pero ya no a través de la atmósfera geomagnética del lugar. Ese es el caso para numerosas apariciones que yo calificaría de públicas y reconocidas por la Iglesia católica. No es más hora de la aparición en lugares sino de la aparición en cada alma y en cada interioridad del alma. He aquí lo que explica que numerosas almas hoy sean portadoras de mi energía y de mi mensaje. El agua es portadora de una memoria. En ese lugar preciso existe una información que ha sido transmitida lo que explica que las propiedades vibratorias del agua estén siempre presentes.
Pregunta: ¿Cuáles son los lugares donde vuestra energía está todavía presente?
Existen muchos lugares donde mi energía está todavía presentem querida hija. En los Pirineos el lugar más importante sin duda está situado en el otro lado de los Pirineos en España en un pueblo que se llama Guarabandal.
Pregunta: Usted dijo antes que tendremos la elección de repetir todavía esas experiencias de sombra y de Luz, ¿por qué aceptar que las almas vayan hacia la sombra, acaso una madre aceptaría que su hijo vaya a hacerse mal?
Querida alma, una madre previene a su hijo del peligro, intenta evitar el peligro pero si esa alma tiene necesidad de sombra para encontrar todavía más Luz nadie la puede sancionar.
Pregunta: ¿Por qué se puede sentir una rebelión de estar aquí en esta tercera dimensión?
La rebelión, querida hija, forma parte de movimientos de cada vez más almas que están sedientas de redescubrir su Divinidad, que están sedientas de la Luz y que han experimentado suficientemente la encarnación. De ahí que la hora de la liberación está próxima para esas almas.
Pregunta: Usted habló antes de un año de revelación donde en particular los velos debían levantarse a nivel de nuestros cuerpos. ¿Podría precisar lo que es eso?
Al nivel de los cuerpos, los apegos y los desapegos deben revelarse de manera muy precisa al espíritu y a la conciencia. Lo que quiere decir que a medida de los meses ustedes, todo ser viviente sobre este planeta, irán a tomar conciencia de manera más incrementada, de manera más luminosa de lo que son vuestros apegos reales a esta tercera dimensión y son esos apegos que se deberá vencer para desprenderse totalmente y acceder a la quinta dimensión. Al mismo tiempo del descubrimiento se revela crudamente, yo diría, la realidad de vuestros apegos. Es fácil decir “yo no estoy apegado a esto, o a aquello” aunque ustedes tienen eso. Es más difícil renunciar cuando todo eso no está más ahí. Los verdaderos apegos se miden tomando como referencia la realidad del desapego con respecto a lo que está ahí.
Pregunta: ¿Por qué el corazón se encierra tan a menudo?
Porque se cierra a partir del momento donde el juego de la sombra y de la Luz se re-manifiesta. Así incluso conducir un auto es un juego de la sombra y de la Luz. Cómo quieren guardar un corazón abierto conduciendo un auto, cómo quieren guardar un corazón abierto cuando ustedes se sirven de palabras para arreglar problemas de la tercera dimensión. Eso es imposible. Excepto para algunos grandes seres que representan, de algún modo, un sacrificio porque guardar el corazón abierto llevando los asuntos de tercera dimensión, como ustedes lo han comprendido, queridos hijos, es extremadamente arduo. Eso necesita una preparación de muchas vidas y un sacrificio de muchas vidas. La dimensión del corazón está ligada a la dimensión que está más allá de la tercera dimensión, eso lo han comprendido sin duda puesto que lo que es apertura del corazón, en la tercera dimensión, no sería más que sensiblería, emotividad y no Amor. El Amor es algo que es un estado y no un movimiento, es algo que está relacionado con una cualidad vibratoria ahora bien esta cualidad vibratoria no puede hacer compromiso con los fenómenos ligados a la tercera dimensión. Querido niño, como lo decía mi divino hijo es importante saber el mundo que ustedes eligen. Nadie puede servir a dos maestros a la vez. ¿Sirven ustedes la tercera dimensión? ¿Sirven ustedes la Luz? El mundo de la tercera dimensión es un mundo de experiencias, no es un mundo final o finalizado. No se trata más que de un mundo de pasaje, un mundo muy temporal a nivel de la Unidad, de la Divinidad.
Pregunta: ¿Qué pasa entonces con los que acompañan, en la tercera dimensión, a la apertura hacia esta quinta dimensión?
Eso representa un sacrificio, querido hijo puesto que, a partir del momento donde la Divinidad sea suficientemente fuerte, a partir del momento donde la revelación sea total, no será más cuestión de obrar en la tercera dimensión. Se trata muy simplemente, querido hijo, de comprender que toda alma que ha percibido la Luz en una de sus dimensiones, que ha vivido el momento donde el corazón se abre, un momento donde la unidad de la Divinidad se manifiesta, (el momento donde un alma hace un encuentro con la Luz es un momento privilegiado) pero cuando esta alma decide volver en la tercera dimensión, se trata de un sacrificio. Entonces, a partir del momento donde han vivido, aunque sea una vez en vuestra vida, la apertura del corazón o el encuentro con la Luz, toda obra que los pone en la tercera dimensión, incluso en el sentido del deber, incluso en el sentido del trabajo es algo que se emparenta con un sacrificio. El sacrificio tiene la misma raíz que la palabra sagrada. Corresponde a la santificación, al sacrificio de la Luz no para la sombra sino para el juego de la sombra y de la Luz.
Pregunta: ¿Será posible obrar en la tercera a partir de la quinta dimensión?
Los tiempos espirituales pueden manifestarse, como ha sido el caso para mí, en esta tercera dimensión pero el proceso que están sucediendo es una separación clara de los diferentes planos y no podrá más ser cuestión, para los que pasaron en la quinta dimensión, de manifestarse en esta tercera dimensión salvo ciertas almas consagradas que tendrán por misión acompañar un nuevo ciclo de la humanidad.
Pregunta: ¿Por qué algunas personas “en camino” de repente vuelven a tener reacciones típicas de 3era. Dimensión?
Eso pertenece a la libertad del alma individual, querida alma, frente a la Luz. Cuando vuestro corazón irradia Luz, el que está en frente de ustedes puede aceptar o rechazar esta Luz porque no ha terminado su camino de experiencias, porque quiere proseguir su camino de experiencias y esconderá su deseo de experiencias a través de la denigración de la Luz. Así lo fue con mi divino hijo durante su encarnación que ha sido considerado como, desde luego, formando parte de la sombra para las fuerzas sensatas representando la Luz. Esto también es un sacrificio. Es conveniente quedar en el corazón, quedar en el corazón quiere decir no juzgar, quedar en el corazón quiere decir no emitir juicio, no emitir energía ni buena ni mala a través de la libertad de elección que ha expresado un alma u otra. Es conveniente quedar en la neutralidad de corazón que corresponde a un estado de ser y un estado de ser no puede inducir la acción, el estado de ser se basta a sí mismo.
Pregunta: ¿En los medios dichos espirituales, parecería que las emociones son puestas en relieve?
Querida alma, hay que comprender bien que todo lo que es hecho hoy en vuestro mundo, todo lo que sale como, dicen ustedes, técnica o tecnología o medios dichos de desarrollo personal solo son medios de ligarlos a vuestras propias emociones, a vuestras propias memorias y a vuestras propias vivencias. El corazón no tiene necesidad de ninguna de esas ilusiones para revelarse. Mientras ustedes corran detrás de una propia liberación de lo que sea no están en el corazón. El corazón no tiene necesidad de liberación, el corazón no tiene necesidad más que de una consolidación en esta dimensión de estado de ser pero de ningún modo liberar lo que sea porque, cuando ustedes están en el corazón, son libres por esencia. Eso corresponde a las palabras de mi hijo: “busquen el reino de los cielos, vuestra Divinidad y el resto les será dado por añadidura”. Por el contrario busquen lo que no es el corazón, lo que ustedes llaman procesos de liberación de las memorias, procesos de comprensión, procesos mentales, procesos emocionales y se alejarán del corazón teniendo la impresión de acercarse a él. Y ustedes confunden emoción, confunden sentimiento y corazón. El corazón, el amor no es un sentimiento, el amor no es emoción, el amor no es mental, el amor es un estado de ser, estado de ser en la Divinidad, en la Unidad, en la comprensión directa, instintiva e intuitiva de lo que ustedes son. En el corazón no hay lugar para el sentimiento, en el corazón no hay lugar para el apego, en el corazón no hay lugar para la emoción. El sentimiento es ya una distorsión de la energía del corazón.
Yo les aporto de ahora en adelante mi bendición y todo mi amor y les digo por supuesto, hasta uno de esos días.
15 DE ABRIL DEL 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Yo soy MARIA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Estoy entre ustedes con el fin de permitirles encontrar vuestra interioridad, encontrar vuestra Divinidad a nivel del corazón, con el fin de permitirles reunificar en ustedes lo que debe serlo, con el fin de reunificar en ustedes vuestra dimensión triple/única, de Divinidad, de claridad y de transparencia. Así, antes de dirigirme a ustedes, antes de intercambiar sobre un modo que es vuestra palabra, desearía en primer lugar transmitirles esta energía particular del corazón unido de mi divino hijo y de mí misma, madre de los universos, con el fin de permitirles reunificarse, con el fin de permitirles recentrarse y de permitirles experimentar esta gracia inefable que es la del humano que encuentra su dimensión de Divinidad, que encuentra su dimensión de unidad, su dimensión de fluidez, su dimensión de eternidad. Así, les propongo llevar vuestra atención, vuestra conciencia a nivel del medio de vuestro ser, a nivel de vuestro templo interior, a nivel de vuestro corazón. Así, en el silencio y la gracia que llega hacia ustedes, les pido acoger mi divino corazón y el divino corazón de mi hijo, con el fin de reunir los tres en uno, con el fin de reunir en nosotros esta llama divina que es esencia de vuestro ser, que es esencia de vuestra Divinidad, que es esencia de Luz, esencia divina.
Hijos de la Ley de Uno, hijos del Padre, vengo a ustedes como madre, vengo a ustedes como hermana también con el fin de aportar, a través de la vibración de mi palabra, un elemento de respuesta a vuestro camino encarnado sobre este planeta, como alma y espíritu encarnado en este cuerpo, responder no a vuestras interrogaciones futuras sino poner la Luz, iluminar por mi corazón de madre vuestra Divinidad interior. Así yo estoy preparada, queridos hijos, durante algunos instantes para venir a reconfortar por la vibración de mi palabra, reconfortar por la vibración de mi ser entero de madre, con el fin de ayudarlos a aligerar el peso de la vida, con el fin de ayudar a iluminar el camino que es el vuestro, con el fin de revelar vuestro ser interior, vuestro ser luminoso, vuestro ser trascendente. Así, queridas almas, recibo en mi corazón vuestras palabras y vuestras preguntas.
Pregunta: ¿Cuál es el resultado de todo nuestro camino?
Querida hija, la experiencia que ustedes viven sobre esta tierra es una experiencia que ha sido querida y decidida hace muy mucho tiempo. Es una decisión de sacrificio, de sacrificio común, querido no por el Padre, querido no por la Luz sino por vuestra Luz. Han tenido necesidad de experimentar este alejamiento de la Fuente, este alejamiento de vuestra Divinidad, con el fin, un día que hoy ha llegado, de volver a la Fuente, enriquecidos de la experiencia de la no-Fuente. Esta etapa de división, de separatividad, esta época de olvido de vuestra Divinidad ha sido el medio de afirmar vuestra Divinidad. El sentido de la caída, el sentido del sacrificio de la encarnación ha sido decidido por una multitud de almas, en un momento preciso de su historia. Este camino ha sido acompañado por los regentes planetarios, por mi divino hijo y por mí misma, con el fin de acompañarlos, con el fin de caminar a vuestros costados, con el fin de sostener vuestros esfuerzos en esta vida que es tan luminosa pero, al mismo tiempo, que ha sido un período de olvido de vuestra Divinidad. Así, algunas almas han olvidado tanto su Divinidad, que hoy les es difícil volver a esta Luz de la que no han cesado de ser nunca y, sin embargo, qué de sufrimientos, qué de sacrificios han sido necesarios con el fin de volver a este punto de desgarro máximo que debe permitirles volver a la Fuente.
La promesa que se han hecho a ustedes mismos, es la promesa que mi divino hijo o yo misma o el regente planetario hemos ofrecido: la promesa del regreso a la casa, la promesa del regreso a los mundos vibratorios donde la sombra no existe más, la promesa del regreso a la unidad. Y sin embargo algunos de ustedes se han extraviado en camino pero estos no pueden perder el camino de su Fuente, están simplemente en lo que ustedes llaman, no sobre la misma amplitud de onda vibratoria del regreso a la casa, y tienen necesidad de culminar esta experiencia de la encarnación. Hay numerosas moradas en la casa del Padre y esas moradas no pasan todas por las vías de la encarnación pero es el camino que vuestras almas han elegido. Almas de Luz que han tenido necesidad de vivir la experiencia de la separación con el fin de reforzar su conexión con la Fuente, así es la paradoja de la encarnación que los ha alejado de manera aparente de la Luz pero, al término, los refuerza en vuestra Luz y en vuestro resplandor de alma de Luz. He aquí, querido hijo, el objetivo de la encarnación en este planeta y sobre este universo.
Pregunta: ¿Los sufrimientos son necesarios sobre el camino?
Querida alma de Luz, querida hija, querida hermana, es importante comprender que los caminos de sacrificio deben detenerse un día, los caminos de sufrimiento, tales como los he descrito en las marchas del alma en encarnación sobre este planeta y en este sistema solar, deben un día dejar lugar al regreso a la casa. El regreso a la casa no significa desencarnación sino basta para revelar la Luz que tú eres. Te es pedido instantáneamente, querida alma, abandonar tus oropeles del sufrimiento, abandonar los oropeles de la sombra, con el fin de reintegrar tu herencia divina, con el fin de reintegrar tu Luz. Hay que desarrollar en eso, hay que aceptar en eso que tú eres Luz, que no hay en ti ningún defecto si no es los que tú has aceptado llevar y ponerte a ti misma pues, de toda eternidad, tú eres Luz, de toda eternidad, tú eres Divinidad. Es tiempo de abandonar las tiranteces, los alejamientos de la Fuente, es tiempo de volver a tu casa pues tu lugar está inscrito de toda eternidad en el Libro de Vida. Es importante volver a lanzar a lo lejos lo que los ha alejado de la Fuente puesto que es la hora del regreso ha llegado. Eso es, querida alma. Entonces, ve en paz, acepta tu herencia, acepta tu realidad, tu multidimensionalidad y tu Divinidad.
Pregunta. ¿Puede usted otorgar vuestra protección a mi hijo?
La conducta hoy, querida hija, es importante, saber que cada alma individual debe por sí misma pedir mi protección. Otorgo mi protección a toda persona que la pida. Me es mucho más difícil intervenir y poner mi manto a un alma que haría, yo diría, el pedido, por otra alma puesto que es un camino que se llama la libertad individual y no puedo ir en contra de la libertad imprescriptible de cada alma, no puedo satisfacer el pedido de un alma por otra alma. Es importante hoy que la libertad imprescriptible de vuestra encarnación, de vuestro deseo de regreso a la unidad, o vuestra necesidad irreprimible de experiencia y de encarnación, sean respetados. No hay juicio, no hay pesaje de las almas, hay elecciones libremente iluminadas, libremente consentidas y cada alma es diferente, querida hija, incluso si esa es vuestra descendencia. Es importante comprender que cada alma puede tener deseos diferentes de otra alma: almas que tienen necesidad todavía de experimentar la materia, de experimentar la separación, el sufrimiento y otras almas tienen sed de regreso a la casa. No me corresponde decidir, me corresponde simplemente velar para que cada uno de mis hijos que se vuelve hacia mí se beneficie de mi protección, se beneficie de mi Luz de madre pero no puedo imponer a un hijo que se desvía de mi rostro volverse a mí de volver a mí puesto que son libres-elecciones y su libertad de experiencia de encarnación.
Pregunta: ¿Es preferible orarle con el “yo os saludo María” del catecismo católico?
Querido hijo, esas no son más que fórmulas. Entonces, esas fórmulas repetidas y repetidas poseen el peso de la repetición y pues, efectivamente, han creado canales de comunicación, yo diría, hasta mí. Pero estén seguros que ustedes no tienen necesidad de esas fórmulas, les basta simplemente dirigirse a mí de alma a alma, de corazón a corazón y yo responderé siempre presente. Entonces, exprésense con vuestras palabras, con vuestras intenciones pero no estén apegados a fórmulas incluso si estas han tenido un cierto peso, una cierta realidad porque esta realidad y este peso pertenecen ya a un mundo que se va, a un mundo que divide en capas. Les está permitido, hoy, dirigirse directamente de alma a alma, de corazón a corazón, entonces háganlo, ósenlo. Vuestra libertad está ahí.
Queridos hijos, creo que después de haber recibido las bendiciones de vuestra madre, no puede haber más preguntas, no puede haber más que aceptación, y no puede haber más que comunión. Así, vivamos esta comunión, este compartir la Divinidad. Una vez más sean bendecidos, estén seguros del amor de vuestra madre pero les corresponde dirigir vuestra mirada hacia mí con el fin de beneficiarse totalmente de este amor que es vuestra herencia, vuestra filiación, vuestro derecho. Queridos hijos, sean bendecidos y estén seguros de que mi palabra está cumplida en ustedes. Queridas almas, queridos hijos, reciban toda mi gratitud por vuestra recepción, por vuestra apertura, continúen caminando en este mundo de sombra y de Luz y que, sin embargo, es una creación que ustedes han deseado, experimentado. Retengan bien que, contrariamente a lo que han afirmado algunos hombres que han hecho de las palabras de mi hijo una religión, no hay otro juicio que el que ustedes mismos llevan sobre ustedes mismos, no hay ninguna Luz que los condena a la sombra, no hay ningún ser divino que les impondrá algo que ustedes no deseen. Solo les llegará lo que ustedes deseen y si algo les parece en desacuerdo con lo que desean, no vean ese desacuerdo al exterior sino como un desacuerdo interior, entre vuestra triplicidad, cuerpo/alma/espíritu. Sean bendecidos, mis hijos, y les digo hasta pronto.
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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MARIA 19 abril 2007
Yo soy MARIA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenida a ustedes, queridos hijos. Ustedes me ven alegre de estar entre ustedes, de aportarles mi bendición y de darles un cierto número de elementos que están relacionados, yo diría, con mi efusión de energía, mi divina presencia asociada a la divina presencia de Jesús pero también del arcángel Miguel que vienen a unirse no a lo que voy a decirles sino que vienen a unirse para la efusión de energía que se produce en este momento mismo sobre vuestro planeta y que está ligada a un cierto número de elementos de los cuales quiero conversarles. Pero, en primer lugar, queridos hijos, paz a todos, paz a vuestro corazón, paz a vuestra alma y a vuestra Luz.
Es extremadamente importante comprender que, desde numerosos siglos, yo he intervenido muchas veces para informar a la humanidad encarnada de un cierto número de cosas que debían ocurrir en un período que corresponde al que está ahora delante de ustedes. Después de una larga preparación, el conjunto de este planeta y de sus habitantes, después de una larga maduración, deben vivir un fenómeno bastante particular. Este fenómeno bastante particular ha sido, numerosas veces, descrito, hace un cierto tiempo, pero en tiempos más recientes también. Esta transformación, este proceso llamado “elevación” corresponde a las nuevas maneras de ver las cosas, a nuevas maneras de vivir las cosas, a nuevas maneras de funcionar que deben pronto ser y volverse vuestra realidad.
Queridos hijos, es extremadamente importante comprender que todo lo que es lo antiguo en ustedes debe dejar lugar a lo nuevo. Es importante no resistir a los esquemas de apego, a los esquemas de miedo, a los esquemas de juicio que son erróneos. Hay que hacer la limpieza al interior de ustedes, hay que dejar el lugar vacío y limpio para el que viene hacia ustedes ahora. Desde luego mi divino hijo es la encarnación de lo que viene hacia ustedes pero, más allá de su propia persona, más allá de su propia Luz, conviene hoy acoger esa radiación de Luz que está ahí no para asustarlos, que está ahí no para atemorizarlos, pero sí para ayudarlos en este camino de elevación. Es importante comprender, queridos hijos, que ningún otro más que ustedes harán la elección puesto que de toda eternidad ustedes tienen la elección y todavía hoy, queridos hijos, tienen la elección. Pero las elecciones ya se hicieron, las elecciones han sido ya decididas dentro de vuestra alma, no queda más que actualizar esto dentro de vuestra encarnación. Queridos hijos, cada ser humano ha sido libre delante de su elección e irá ahí donde debe ir, ahí donde su corazón lo empuja, ahí donde sus miedos lo empujan. Entre el corazón y los miedos hay poco espacio y sin embargo mundos de diferencias a nivel del funcionamiento del alma, de la encarnación y del planeta.
Queridos hijos, amaría decirles, y yo repito, que no sirve de nada dejar vivir lo viejo, conviene dejar vivir lo viejo para los que han hecho la elección de proseguir la experiencia de encarnación en esta tercera dimensión, pero, para los que habrían elegido proseguir la peregrinación de su alma más allá de los mundos de la ilusión, más allá de los mundos de la separación en los cuales ustedes están, convendrá abandonar vuestros miedos, soltar prenda de vuestros esquemas antiguos con el fin de acoger lo nuevo. No podrán acoger lo nuevo si están apegados a lo viejo y no podrán ser renovados si quedan en lo viejo incluso si la elección ha sido hecha de eso “nuevo”.
Es importante comprender, queridos hijos, en lo que concierne la elevación: el miedo rebaja, el corazón eleva. Es importante comprender eso como un mecanismo celestial participativo de la vida y participativo de la evolución. Les corresponde, yo diría, ser lúcidos sobre vuestros miedos y ser todavía más lúcidos sobre vuestros apegos que arriesgan frenarlos, disminuirlos o impedirles ir ahí donde vuestras elecciones de almas los han llevado. Entonces, queridos hijos, mi corazón de madre les pide insistentemente orar para ser liberados de los pesos del pasado, pedir la ayuda de la Luz antes de que esta esté presente en vuestra dimensión, totalmente, para ser liberados de los condicionamientos, para ser liberados de los apegos, liberados de todos los lazos que se oponen a vuestra libertad. Crean bien que todo lo que ustedes han llamado hasta el presente “seguridad” (sea eso una seguridad de orden material, una seguridad de orden afectivo, una seguridad de orden social) no tiene más lugar de ser en lo que viene hacia ustedes. Hay que ser como los niños: avanzar desnudos y libres para acoger la nueva dimensión que llega hacia ustedes y para poder evolucionarla en toda serenidad. En esos esquemas de funcionamiento del pasado, incluyo desde luego vuestras enfermedades, vuestros sufrimientos, lo que han llamado vuestros karmas.
Es importante abordar eso nuevo con un ojo nuevo, con un corazón ligero, con un alma liberada de los pesos de la materia, conviene también quedar perfectamente alineados y centrados de manera de poder integrar totalmente esas energías de Luz de elevación que vienen hacia ustedes, con el fin de poder asumir libremente vuestras elecciones libremente consentidas. No es todo haber elegido, es también importante conformarse a sus propias elecciones con el fin de estar en acuerdo con lo que vuestra alma ha decidido experimentar en los tiempos que vienen.
Queridos hijos, mi corazón de madre viene hacia ustedes para aportarles mi bendición, para aportarles mi amor de madre, desde luego, pero también para hacer de modo que estén vigilantes, que se tengan lo más cerca posible de vuestro corazón, lo más cerca posible de vuestra interioridad con el fin de que no sean más desestabilizados por los acontecimientos que podrían, en algunos casos, serles perjudiciales y que no tienen sin embargo, ninguna importancia con respecto a la Luz que llega. Dicho de otra manera, queridos hijos, permanezcan en vuestro corazón, permanezcan orientados hacia la Luz auténtica, permanezcan orientados hacia vuestras elecciones, permanezcan orientados hacia vuestro ser interior. No se pongan sombríos de lo que podrán decirles del exterior, no hagan sombra de la Luz que llega, no hagan marcas o afectos, por los acontecimientos que llegan puesto que ellos son solo la ilustración de las resistencias, no del planeta, sino de la mayor parte de los seres humanos en encarnación, que han elegido proseguir el camino en la encarnación, en el sufrimiento y la separación. Ustedes no deben ver esto como sufrimientos, no deben ver esto como castigos sino como las elecciones libremente asumidas, libremente consentidas.
Cada alma vivirá lo que ella ha decidido vivir, queridos hijos, ninguna alma podrá estar fuera de su lugar, fuera de sus elecciones, fuera de su libertad auténtica. Entonces, tengan cuidado de no juzgar, tengan cuidado también de compartir más allá de lo deseable, lo que correría peligro de acarrearles lazos suplementarios, de los lazos que ustedes buscan justamente superar. Queridos hijos les pertenece estar en vuestra autenticidad, les pertenece estar en vuestra unidad, les pertenece estar en acuerdo con mi divino hijo.
La espada de Miguel se alza ahora en vuestros cielos con el fin de permitir la separación del buen grano y del grano que no ha llegado a término, hay en efecto un grano que está listo para ser recolectado y otro grano que debe ser replantado en tierra, eso es la lógica de la vida, eso es la lógica de cada proceso de elevación que sobreviene en toda vida sobre todo planeta en todos los sistemas solares. Estén seguras, queridas almas, que durante esos períodos ustedes no estarán solos, estarán acompañados de una parte por la presencia mística de mi divino hijo, por mi divina presencia mística y por la presencia mística del Arcángel Miguel, gran supervisor de los acontecimientos, pero estarán también acompañados de procesos completamente inéditos para ustedes. Tengan cuidado de no ser sorprendidos por esas cosas nuevas y sin embargo tan esperadas que se manifestarán en vuestros cielos. Una cosa es pensar algo, otra cosa ver este otro algo, las cosas son profundamente diferentes entre el pensamiento y la visión, entre la emoción y el pensamiento. Así cantidad de cosas que llegan hacia ustedes, totalmente nuevas, si ustedes no las acogen con un corazón de niño desprovisto de todo prejuicio, desprovisto de todo juicio y de todo condicionamiento, no podrán afrontar, yo diría, ese choque cultural que representa la intervención de numerosas fuerzas desconocidas. Les corresponde, queridos hijos, velar, purificarse, aprender totalmente el desapego con respecto a vuestros modos de funcionamiento antiguos. Cuando mi divino hijo marchó entre ustedes, les pedía a sus discípulos seguirlo. Hoy, ¿están listos realmente para seguir vuestra alma, están realmente listos para perder todo para ganar vuestro cielo, vuestra elevación? O todavía son tomados desprevenidos en vuestros apegos antiguos, en vuestros miedos antiguos, en vuestras resistencias para dejar lo que debe serlo. Háganse la pregunta a cada minuto que hace vuestra vida puesto que es la única pregunta que vale la pena hacerse. No basta plantearse actos mentales, de decir “yo quiero elevarme”, no basta quererlo, hay también que aceptarlo y eso no es la misma cosa. El querer se refiere a la voluntad, se refiere al ego. La aceptación se refiere al soltar presa, se refiere a todas las tensiones inherentes a vuestra vida en encarnación desde miles de años. Están listos para volver a los mundos donde la sombra no existe, donde el juicio no existe, donde la separatividad no existe, donde el apego no puede existir para sea quien sea. O todavía prefieren proseguir los largos periplos y combates de la sombra y la Luz puesto que vuestra alma no está suficientemente afirmada para ascender en eso.
Crean bien, queridos hijos, que nunca permitiría juzgar un alma en función de sus elecciones, amo con un corazón igual a todos los hijos de la Tierra. Yo acompañaría desde tiempos inmemoriales los que decidieron recomenzar la experiencia de la encarnación en un número de ciclos totalmente indefinido. Es importante comprender también que mi corazón de madre, desde luego, preferiría que ustedes se unan a los dominios etéreos del Espíritu, los dominios luminosos donde la sombra no existe con el fin de perfeccionar y de proseguir vuestra evolución, con el fin de perfeccionar y de proseguir de otro modo vuestros caminos de vida. He aquí, queridos hijos, lo que tenía para liberarles pero si ustedes lo quieren bien, esta noche, yo me permitiré también guiar vuestros pasos espirituales en el supuesto que hagan el pedido. Mi corazón de madre se abre a ustedes, con el fin de recoger vuestras interrogaciones. Sean bendecidos. Yo los escucho.
Pregunta: ¿Cómo conciliar camino espiritual y vida cotidiana?
Querido hijo, sería tiempo quizá que admitas, dentro de tu alma, en el interior de tu corazón, que no hay dos caminos separados, de un lado un camino material hecho de vicisitudes de la vida cotidiana y del otro lado un camino espiritual ya que, si hay dos caminos, hay pues dos rutas y esas dos rutas no están superpuestas más que para hacer una. Eso forma parte, querido amigo, de las decisiones y de las elecciones que están para hacer lo más rápido posible. No puede haber camino espiritual de un lado (que estaría de acuerdo) y camino material (que ignoraría el camino espiritual) y recíprocamente. Los dos caminos deben superponerse totalmente. ¿Qué harías, querido hijo, si hoy mi hijo viniera a ti y te diría “sígueme”. Qué harías? Hazte la pregunta en tu interior. ¿Estás listo para seguirlo? Entonces yo no puedo responder a tu pregunta de otro modo que por esa otra pregunta.
Pregunta: ¿Cómo desprenderse de todas las cóleras escondidas?
Querida hija, quien dice cólera dice resentimiento, quien dice cólera dice impresión de haber sido burlada, de haber sido engañada o humillada. ¿Qué son esos sentimientos con respecto a la Luz del alma? ¿Quién se subleva con respecto a esta humillación? ¿Quién quiere estar en cólera? ¿Es el alma o son los restos del orgullo de la personalidad? ¿Quién está en cólera? ¿Es tu corazón o es otra cosa? Querida hija, yo te ordeno hacerte la pregunta seriamente. ¿Por qué querer identificarse a lo que no eres? ¿Por qué querer identificarse a ese resentimiento? ¿Por qué querer identificarse a esta humillación? ¿Por qué, incluso, querer identificarse a esta cólera? Existe, ahí, un proceso de identificación que es también forma de apego, que impide la liberación.
Pregunta: ¿Para la invocación de los serafines hay una oración particular?
Querido hijo, existe desde luego oraciones específicas para cada ocasión, para cada intención, para cada entidad, para cada Luz, entonces, desde luego, está completamente permitido entrar en comunicación con un serafín, con no importa qué jerarquía, angélica u otra. Pero ¿crees que estemos todavía en tiempos de rituales como hace ya tanto y tanto tiempo? ¿Crees que hace falta inscribir a través de palabras precisas, planificar en sucesiones precisas, en lenguas precisas para obtener ese contacto, o al contrario basta abordar eso como con un corazón puro e inocente para obtener ese contacto tan deseado? Eso era válido en el viejo tiempo donde el respeto de la forma y de la formulación parecía esencial pero hoy la Luz les está prometida y no le importa en nada los rituales. Ella pide simplemente un corazón puro, un corazón unificado para llegar a ese resultado. Entonces, querido hijo, dirígete simplemente a los serafines y ellos te responderán. ¿Por qué querer, aunque las barreras estén disolviéndose, pasar por procesos arcaicos y necesariamente poniendo en juego la sombra y la Luz, una vez más la oposición, para acceder a eso? Luego hazte la verdadera pregunta fundamental, querido hijo: ¿cuál es el interés de contactar la energía de los serafines o los serafines mismos? ¿Es una voluntad de poder? ¿Es una curiosidad o eso va a servir realmente a tu camino? Conviene hacerse las buenas preguntas, querido hijo.
Pregunta: ¿Es verdad que hay horas planetarias para comunicar con los representantes de la jerarquía?
Eso es completamente justo, querido hijo, en los protocolos de la tercera dimensión. Eso no tiene ningún lugar en lo que viene, pero ninguno más, porque ustedes entran en los mundos de la Luz pura y porque en esos mundos de Luz pura no hay necesidad de protocolo, no hay necesidad de hora puesto que el tiempo no existe más. ¿Entonces qué buscan para conversar? ¿Cuáles son las Luces que ustedes quieren despertar o las que quieren dormir? Ahí donde se lleva vuestra mirada se lleva vuestro camino, ahí donde se llevan vuestras intenciones se descubren vuestras Luces. Querido hijo, eso se llama los condicionamientos, eso se llama los apegos y nada más. El camino de los antiguos era válido durante un cierto tiempo que eran los tiempos antiguos pero ustedes están en los tiempos nuevos, incluso si forman parte todavía de esta tercera dimensión. Recuerden las palabras de mi divino hijo: “mi reino no es de este mundo, ustedes están sobre esta Tierra pero no son de esta Tierra”. Entonces, en eso debe resonar el llamado a la libertad y no el llamado a las cadenas. Corresponde hoy más que nunca superar los marcos de la religión, superar los marcos de las enseñanzas del pasado y de volverse con un ojo nuevo hacia las enseñanzas del futuro, de quedar firme y alineado en sí, ya que la única certeza es el sí no las leyes del pasado. Hay, a través de esa necesidad, a nivel espiritual, de unirse a las oraciones o a los rituales precisos, una forma de apego que está para trascender no porque ella sea nefasta en sí misma pero ella participa en el juego de la sombra y de la Luz, es decir al juego del apego. La excusa que consistiría en decir: “nosotros estamos todavía en la tercera dimensión” es un error magistral que muestra y que demuestra las formas de apego a los condicionamientos. Conviene dar prueba de novedad, de libertad de desapego y de volverse verdaderamente como un niño, libre de todos los prejuicios, libre de todos los condicionamientos, libres de todos los karmas. Y no es mirando los condicionamientos, no es mirando los karmas, no es mirando los prejuicios que uno se libera de ellos. Muy por el contrario. Podrán pasar tres veces más de vuestro tiempo en encarnación para intentar resolver los engranajes de esta tercera dimensión que ustedes no llegarán de ningún modo a la meta puesto que es un juego sin fin. Entonces, lo que les propongo, queridos hijos, y lo que les propone la Luz que viene hacia ustedes es el fin del juego para acceder a algo mucho más grande. ¿Están listos?
Pregunta: ¿Qué ocurre con esos canales que están en contacto, en canalización, con los fallecidos?
Eso pertenece a cada médium de manera diferente: para algunos ese es su camino, para otros eso es ganarse el pan.
Pregunta: ¿Cómo identificar su ángel guardián?
¿Cuál es el interés, querido hijo, de identificar tu ángel guardián si éste no se ha revelado él mismo a ti?
Pregunta: ¿La curiosidad?
Entonces no hay respuesta que dar.
Pregunta: ¿Un solo ángel guardián está dedicado a un persona?
Es también, querido hijo, para cada caso diferente.
Pregunta: ¿Cuando se apela a vuestra energía es justo usted que se manifiesta?
Querida hija, la pregunta es ambigua. Apelar a la energía de la madre no es necesariamente la presencia de la madre. Apelar a la energía de tal o cual canal no es necesariamente ese canal y sin embargo la energía se manifiesta. ¿Está, sin embargo, la presencia ahí? Yo creo, querida hija, que hay que comprender bien, hoy, que en estos tiempos reducidos, mi rol no es tanto venir cuando se me llama para curar, mi rol es un rol de transmutación del conjunto del planeta, mi rol es un rol del advierte, del que viene a decir, sobre todo para preparar lo que viene y no tanto para suprimir algunos trastornos a nivel de las personas. Eso, en efecto, es hecho, cuando mi presencia acompaña algunas almas de manera privilegiada, yo diría. Pero eso es definido anteriormente a la encarnación, eso no tiene nada que ver, querida hija, con un proceso terapéutico que está más relacionado con el mantenimiento de la tercera dimensión. Lo que no quiere decir que la energía no pueda estar presente pero hay que diferenciar bien la energía y la presencia. Se pueden beneficiar de la energía del Cristo sin que mi divino hijo esté presente. Se trata de dos niveles de interacción extremadamente diferentes. De la misma manera ustedes pueden llamar la energía del sol, no es por eso que el sol estará en la pieza.
Pregunta: ¿Es justo enviar gente a orar en una iglesia?
Eso no es ni justo, querida hija, ni injusto, eso no es ni necesario, ni indispensable, ni deseable, eso pertenece a la libertad de cada uno. Es tu libertad para ti también de decirles de ir efectivamente a orar en ese lugar. La libertad, para ellos, consiste en aceptar o rechazar, la libertad, para ellos, consiste en recogerse, orar, en recibir mi energía, mi presencia si mi libertad, para mí, me lo permite. Entonces no busquen establecer reglas tan formales, no busquen saber si eso es justo o no. A la Luz auténtica que llega hacia ustedes no le importa, una vez más, esos rituales. Entonces, efectivamente, algunos lugares están cargados de oraciones de otros, de pedidos y súplicas de otros pero también, a veces, de mi presencia real y concreta. Lo importante no es tanto que esta persona venga a encontrarme en ese lugar, lo importante es que ella tiene la intención de encontrarme ya que la intención es necesariamente percibida a partir del momento donde la intención viene del corazón. En ese momento el lugar importa poco.
Pregunta: ¿Vale más que los terapeutas cambien de profesión?
Yo no hablo de profesión. Yo les hablo de Luz y ustedes me hablan de profesión. Creo, querida hija, que fundamentalmente debes hacerte la pregunta de lo que quieres hacer de tu camino. La Luz no es una profesión, la Luz no es una vocación, la Luz es un estado de ser. Es lo que se les propone hoy. Quieren entrar en el ser o quieren entrar en la vía. La elección es mucho más fundamental que responder a la pregunta “quieren ustedes cambiar de profesión”. El problema no está de ningún modo identificado a ese nivel.
Pregunta: Florencia pregunta cómo hacer con las mujeres que no pueden tener hijos.
Pero querida hija, cada caso es diferente, cada alma es diferente con respecto a ese problema. Cómo se puede imaginar que haya una respuesta que sea universal. Eso es imposible.
Pregunta: Florencia pregunta si en las conmociones que vienen…
Pero yo nunca he hablado de conmociones, yo he hablado de elevación. La conmoción significa algo que conmociona, algo que no hace bien, yo solo he hablado de elevación.
Pregunta: ¿Qué ocurre entonces con los humanos descendientes de un padre y de una madre biológicos?
Los niños, en vuestro mundo, son descendientes de un padre y de una madre biológicos. Ese no es siempre el caso. Las reglas que ustedes conocen en este mundo no son aplicables en todos los mundos. Existen múltiples vías para la creación. Eso puede ir de la generación espontánea, pasando por la partenogénesis, pasando por la auto-creación y múltiples otras vías son posibles. Entonces no me corresponde decirles lo que se volverán los niños porque los niños existirán siempre.
Pregunta: ¿Se tiene a veces la impresión de que la Luz à du mal à venir hacia nosotros?
Querido hijo, es una Luz que viene del interior. Ustedes son la Luz del mundo. Cada alma en encarnación es la Luz del mundo. Cada alma es una parcela de la Luz eterna. Cada alma es la totalidad de la eternidad, y, al mismo tiempo, una parcela de esta eternidad. Entonces, la Luz es del interior. El proceso de elevación que sobreviene es un proceso que va a ponerlos frente a vuestra propia Luz. Y o vuestro grado de depuración, de desapego, de maestría, de abandono también va a permitirles aceptar vuestra Luz y, en otros casos, rechazarla puesto que ella no corresponde a la realidad de lo que ustedes han edificado en esta encarnación. No hay nunca, o nunca jamás, Luz exterior a ustedes. Toda Luz que identifican al exterior está presente también al interior. En resumen no podrían reconocer el Cristo si ustedes mismos no son el Cristo. No pueden reconocer la Luz de un Santo si no tienen ese Santo al interior de ustedes. Lo que significa, querido hijo, que no hay en absoluto Luz exterior, que todo lo que existe al exterior es la proyección de vuestro deseo, de vuestra libertad inalienable de haber creado, al exterior de ustedes, ese mundo. Pero ustedes son ese mundo, ustedes son la causa y la consecuencia de ese mundo. Ese mundo, en ciertas tradiciones, es una ilusión. Es una ilusión porque es un sueño que ustedes han manifestado y que conviene, un día que ha llegado, para los que lo desean, olvidar, enriquecidos de la experiencia del sueño pero olvidar con el fin de no dejarse perturbar más que lo necesario. En ese sentido no hay Luz exterior. Si algo da la impresión de llegar del exterior es que ya está presente en sí. Puesto que cómo podría reconocerse lo que no existe ya en sí. Entonces algunos elementos, en esta elevación, serán efectivamente conmovedores en el sentido que van a reconectarlos a algo que han olvidado desde muy mucho tiempo como, por ejemplo, que ustedes no estaban solos en el universo, como por ejemplo que los muertos no están muertos. Todo eso ustedes lo han olvidado para hundirse cada vez más en el sueño de la ilusión. Todo eso ustedes lo han enterrado a través de los miedos, a través de los roles, a través de los condicionamientos pero sin embargo eso ha estado siempre allí.
He aquí, queridos hijos, lo que tenía para liberarles esta noche pero no olviden que la Luz es todo lo que hace el mundo, los mundos. Sin Luz no podría haber comprensión y vivencia de la Luz. Así vuestro sacrificio de encarnación para algunos de ustedes, muy ancianos, ha permitido a la Luz agrandarse en el conjunto de los universos. Entonces, antes de dejarlos, quisiera aportarles la bendición de madre y sobre todo esta Luz que deben elegir, que deben hacer vuestra, puesto que es vuestra herencia y es a la vez lo que ustedes son y que a veces olvidan. Sean bendecidos, queridos hijos.
23 DE ABRIL 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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MARIA 23 abril 2007
Yo soy MARIA, Reina de los Cielos y de la Tierra, bienvenida a ustedes en este espacio, queridos hijos. He venido en este período tan importante con el fin de exhortarlos a conservar, más allá de las apariencias, la fe la más importante que sea, la fe la más total en vuestra Divinidad, en vuestra unidad y en vuestra esperanza. Bien amados hijos de la Luz, el período que viene hacia ustedes es un período de revelación extremadamente intenso, un período donde la Luz va a venir a infundir, en vuestras almas y en vuestros corazones, un despertar de conciencia como nunca lo han vivido a título colectivo sobre esta Tierra. Les corresponderá, en los días que vienen y las semanas que vienen, quedar centrados, quedar alineados, quedar despiertos, con el fin de recibir en vuestros corazones la totalidad de la efusión del Espíritu que viene hacia ustedes, con el fin de alinear en ustedes vuestra Divinidad, con el fin de despertar en ustedes vuestra multidimensionalidad. Amaría sobre todo transmitirles mi bendición y sobre todo permitirles mantener vuestra fe a nivel el más importante. No se dejen desestabilizar por los ruidos exteriores, lo importante es vuestra certeza interior de Divinidad, vuestra certeza interior de unidad, vuestra certeza interior de multidimensionalidad.
Queridos hijos, les he pedido insistentemente, mi corazón de madre les pide insistentemente, quedar centrados, no tener en cuenta de los ruidos exteriores y de los acontecimientos exteriores. Solo cuenta vuestra certeza de vuestra Divinidad, solo cuenta, en este período bendito que viene hacia ustedes, una vez más en muy poco tiempo, retener en ustedes la totalidad de las energías del despertar, la totalidad de las energías del amor, la totalidad de las energías de transformación, con el fin de que vuestro templo interior esté listo, con el fin de que vuestra unidad sea realizada, con el fin de que vuestra trascendencia esté asegurada. Poco importan los ruidos exteriores, cualesquiera sean, solo permanecerá vuestra fe, solo permanecerá vuestro amor, solo permanecerá lo que ustedes son realmente. Se les pide insistentemente, mi corazón les pide, el conjunto de seres que acompañan vuestro camino se lo piden, quedar con la mirada y una vigilancia dirigidas hacia vuestro ser interior, hacia vuestra dimensión espiritual que, solo, está en condiciones de vuestra trascendencia, que solo, está en condiciones de ayudarlos más allá de las apariencias a mantener el rumbo del amor, a mantener el rumbo de vuestra Divinidad y de la esperanza.
Mi presencia, queridos hijos, en este instante y en diversos lugares, está destinada únicamente a eso: a atraer vuestra conciencia sobre el hecho de que vuestro amor, el amor que ustedes son, la trascendencia que ustedes son es la única salida, la única esperanza de vuestro devenir. No corresponde más dirigir vuestras miradas sobre lo que sucede al exterior. Lo importante es lo que sucede en vuestros corazones, lo importante es que ustedes estén en condiciones de recoger, de recibir la totalidad de la efusión de Luz que viene hacia ustedes. No olviden nunca que, cualesquiera sean las dudas que podrían asaltar vuestra Divinidad, todos los seres que los acompañan, incluso los que ustedes no ven, que no perciben, que no sienten por el instante, estarán más que nunca ahí, los rodearán, los amarán, asistiéndolos en ese proceso de elevación tan importante, en ese proceso de transformación que debe asegurar la perennidad de vuestras elecciones, que debe asegurar la perennidad de vuestra Divinidad.
Más allá de las circunstancias mismas de vuestras elecciones, les corresponden, en lo sucesivo, más que nunca, estar confiados. Entonces, queridos hijos, voy a decirles, tengan confianza, dejen irradiar de ustedes la Divinidad, la Unidad, la Luz que son puesto que nadie puede robarles lo que ustedes son, puesto que ningún acontecimiento exterior puede venir a empañar el amor que son. No es más tiempo ahora de buscar en otro lugar más que al interior de sí una solución a los problemas de esta vida en esta dimensión. Se les pide dirigirse hacia vuestra interioridad, hacia vuestra Divinidad, abandonar todo lo que no es esta Divinidad con el fin de recoger y de recibir la totalidad de la efusión del Espíritu Santo, si tal es la palabra que ustedes quieren dar a esta Luz espiritual que viene hacia ustedes. Les corresponderá recoger los frutos de vuestra fe, de vuestra esperanza y de vuestro amor durante este período, con el fin de hacer engrandecer en ustedes la llama de vuestra eternidad, la llama de vuestra Divinidad y de afirmar vuestra solidez interior con el fin de dejar transparentarse lo que ustedes son, con el fin de poder abordar las etapas que vienen hacia ustedes con un máximo de serenidad, con un máximo de solidez y, desde luego, un máximo de amor.
Queridos hijos, yo les ordeno ir hacia vuestra curación, la curación no es una palabra vana, la enfermedad forma parte de vuestra encarnación, ahora bien, las nuevas encarnaciones que les son propuestas, los nuevos modos de multidimensionalidad no pueden dejar el lugar a la sombra, no pueden dejar lugar a las enfermedades, cualesquiera sean. Así, yo estoy de todo corazón con ustedes en este período, estén seguros. Les corresponde abrir vuestro corazón, abrir vuestra oído, abrir vuestro discernimiento interior a mi presencia con el fin de recibir en ustedes el poder de la energía de la madre. Vendré, durante este período, a preparar vuestros corazones, a preparar vuestra unidad, a preparar vuestra recepción a la Luz de mi hijo. He aquí, queridas almas, lo que quería decirles.
Les corresponde quedar serenos, quedar amantes y, desde luego, la paz y la serenidad no se encuentran más que en ustedes, en vuestro serapaisé apacible, en vuestro ser realizado, en vuestro ser que asume la Divinidad que ustedes son. Entonces, queridos hijos, sean bendecidos y quedaré esta noche, con ustedes, durante los procesos de reajustes que les permitirán avanzar hacia más de Luz, hacia menos síntomas inherentes a esta encarnación, a esas encarnaciones que las han esclavizado al mundo de la materia. Mundo de la materia que debe, él también seguir su transformación hacia la Luz, hacia su aligeramiento, hacia su elevación y su trascendencia y que ustedes deben acompañar, queridos hijos.
Yo no vengo a anunciar, por esto, un fin cualquiera pero sí un despertar a la Luz, pero sí una transformación que va a abrir vuestros ojos, que va a permitirles al fin de este período del mes de María, como ha sido llamado, ver claro, discernir, en toda humildad, en todo amor y en toda unidad, la realidad de quienes son ustedes, la realidad de quienes los rodean, la realidad del mundo que ustedes crean. Sean benditos, queridos hijos. Yo no puedo permitirme asistirlos a través del camino personal que es el vuestro, no vengo más que para ayudarlos a elevar vuestros pensamientos hacia la Luz. Así quedaré entre ustedes esta noche con el fin de completar la bendición que les aporto a través de este trabajo tan poderoso de curación que es elevación del alma, elevación del cuerpo, elevación del espíritu, reunificación del cuerpo, del alma y del espíritu en la Divinidad, en la Luz de la unidad que ustedes son de toda eternidad.
Paz a ustedes, queridos hijos, paz a ustedes, queridas almas, sean bendecidos, sean amados, ámense como yo los amo. Paz a ustedes, yo les digo hasta pronto.
4 de Julio del 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Mis hijos, vengo hacia ustedes como una madre viene a ver su hijo, de manera atenta y amante, para asegurarle su protección y su amor. En estas horas que vive otra madre, nuestro planeta azul, vengo a liberarlos de vuestras incertidumbres. En efecto, más que nunca, están acompañados, guiados y seguidos en vuestras evoluciones y transformaciones. Todos tanto como están sobre la superficie de Gaia, son hijos de la unidad. En calidad de tal, cada uno y cada una de ustedes es una unidad, unidad de luz, de vida, de vibración, de esplendor, de amor. En cada uno de ustedes brilla la llama de mi divino hijo.
Es conveniente estar seguro de esta verdad primera que todo contribuye en vuestro mundo tecnológico y en vuestra sociedad desprovista de fraternidad a hacerlos dudar y olvidar que vuestra divinidad es sin falla, eterna, invencible. Solo el exterior intenta desviarlos de vuestra esencia. Pero ustedes están más allá de los sufrimientos que pueden afectar vuestros caminos. En ustedes están el germen de la luz más gloriosa que sea.
Hoy hay que dejarla expresarse, este esplendor magnífico y resplandeciente. Hoy hay que osar ser lo que son. Hay que osar mostrar a la faz del mundo vuestro amor, vuestra claridad, vuestra esencia. No es más tiempo de hablar, de tener paciencia, de esperar. Nosotros los queremos todos en la acción del amor. Entrando en la acción del amor, de fraternidad, del don de ustedes mismos, no dejarán más lugar a las dualidades, a los juicios que pueden todavía obstruir vuestro corazón y vuestra cabeza. Es importante, para las semanas que vienen (y yo hablo acá de vuestro tiempo terrestre) de deshacerse de todas vuestras creencias, de todos vuestros juicios y a priori.
Deben acoger lo que viene, sin restricción, sin miedo. Lo que viene es algo mágico en el sentido más noble del término. Vuestra humanidad va a verse retirar los velos del aislamiento que existían desde un ciclo zodiacal completo, esto es, ahora. Una luz azul invade vuestro éter de manera progresiva, esta luz compasiva tiene el poder, si la reciben, de venir a liberar en vuestro corazón vuestras memorias antiguas, liberar vuestros frenos, liberar vuestro amor. Tengo ganas de decirles: confianza, queridas almas, vuestra divinidad se despierta y se revela al fin.
La condición esencial para acoger es desprenderse de vuestros miedos, desprenderse de todo juicio, entrar en la maestría de quienes son. Tienen que hacer un paso hacia vuestra unidad de ser, tienen que hacer dos pasos hacia mí y tres hacia Cristo con el fin de que el amor los recolecta en la casa que es vuestro cuerpo, este cuerpo que manifiesta la luz si lo abren a lo que viene.
Comprendan, sientan, experimenten la importancia de este período. Él es anunciado por múltiples vías, por múltiples símbolos. La afluencia de luz es constante desde ahora y esta aumentará cada vez más. La vibración de esta luz es tal que no dejará a nadie indiferente sobre esta Tierra, nadie podrá resistirla y cada uno será el receptáculo de esta Gracia.
Les corresponde a ustedes elegir: ¿dónde recibirla? ¿En la cabeza? ¿En el corazón? ¿En el vientre? ¿O en el bajo vientre? Ahí donde la dejen entrar en vuestro templo corporal, ahí ella obrará. Yo puedo afirmar que para muchos de ustedes se trata, hablando con propiedad, de un nuevo nacimiento. No dejen que nadie les impida vivir esto, al contrario velen por comulgar entre ustedes esta Luz, no cierren tampoco vuestro corazón a vuestros hermanos y hermanas que viven con ustedes este nacimiento. Intercambiar, compartir, sonreír, mirar serán importantes. Desvíen vuestras miradas de los que no reciben pero apórtenles vuestra vibración, vuestra luminiscencia sin juicio alguno, sin remordimiento tampoco, su elección es respetable tanto como la vuestra. Establezcan una gran cadena de corazón a corazón, desde ahora y durante todo el período que irá hasta la fecha de mi asunción. Durante estas seis semanas, más exactamente 42 días, ustedes van a escalar la montaña, van a ser elevados hacia vuestro ser multidimensional como muy pocos antes tuvieron la oportunidad de vivirlo. Tengan vuestra casa lista y dejen la puerta de vuestro corazón abierto.
Yo los bendigo, los amo, yo soy María reina de los Cielos y de la Tierra.
21 de Julio 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Mis queridos, mis queridos hijos, ha llegado por fin el momento de vuestra primera ascensión en los reinos del Padre. Esto es inminente en vuestro tiempo terrestre, entre vuestros días de mañana y del de mi fecha en agosto de este año. Algunos de ustedes van a poder vivir totalmente la conciencia de la casa del Padre sobre esta tierra. La que fuera llamada, en otros tiempos, Yerushalaim, la Jerusalén celestial, que juega un rol mayor en la creación de vuestra dimensión de vida vuelve hoy para recolectar a aquellos de ustedes, voluntarios y despiertos, para participar en el primer servicio de la nueva dimensión de vida.
El aporte vibratorio es un salto inimaginable hace todavía algunos meses. Mis queridos hijos, cualquiera sea vuestro estado, cualquiera sea vuestra vibración, reciban en ustedes este momento glorioso del regreso de la luz azul. Mi manto y el de budha los recubren de toda eternidad. Esta luz viene a fortificar vuestra conciencia y vuestra confianza en el Padre. Sean quienes hayan sido en vuestras vidas encarnadas ustedes pueden ya experimentar en vuestras estructuras los efectos del manto azul Siriaco. Este aumenta considerablemente la voluntad del Padre en vuestra corona, alumbra las siete estrellas y las siete virtudes de vuestra banda frontal y sobre todo viene a instaurar en ustedes la compasión. Nada más será como antes, nada más podrá ser dividido o separado para los que vestirán este manto. Este manto llega desde mañana, día de la nueva Isis, la que fuera mujer, madre y esposa celestial de mi divino hijo.
Queridos hijos, yo me alegro con ustedes de esta gracia inminente, yo me alegro de estar a vuestros costados para acompañar esta ascensión. Pocos de ustedes sin embargo irán a reunirse, de ahora en adelante, con la ciudad celestial para preparar la ola más importante de ascensión. Pero, todos, verán las ayudas divinas de la Jerusalén celestial. Desde mañana les será ofrecido este espectáculo para confirmar el despertar de la luz azul sobre la tierra y eso comenzará en América del sur primeramente, lugar donde fuera depositado el cristal azul atlántido, durante la última llegada de Yerushalaim.
Luego, ciertos planos de vuelos serán autorizados, pero, sin embargo, numerosos testimonios vendrán a invadir vuestros medios modernos de comunicación pero lo más conmovedor serán los reencuentros interiores que muchos vivirán durante esta jornada.
Los reencuentros con quienes son, realmente, despejados de vuestros pesares kármicos y de vuestras limitaciones inherentes a vuestras condiciones. Por fin, queridos hijos, por fin la luz puede venir a trascender vuestra conciencia, despertarla a su unidad, a su divinidad, a su gloria eterna.
Yo soy María, reina de los Cielos y de la Tierra, vengo también a participar a las bodas de luz. Estas bodas no dejarán a nadie afuera. Basta que la información circule lo más rápido y numerosos intermediarios la emplearán. Comprendan que no he tenido la posibilidad de prevenirlos tres días antes como lo había previsto pero tengo confianza en ustedes todos, no dudo que todos estarán despiertos para recibir y bendecir este día.
La dimensión divina está aquí, a vuestra puerta y al alcance del alma. ¡Dense cuenta de la fiesta que esto representa para nosotros todos que esperamos estos instantes desde tanto de vuestro tiempo terrestre! Dense cuenta de la felicidad que esto representa en el corazón de todos vuestros compañeros invisibles a vuestros ojos de carne, que estos sean ángeles, extra-terrestres, intra-terrestres o incluso para toda vida inteligente sobre este planeta.
Los cantos de alabanzas pueden resonar en lo más alto de los Cielos, la hora de la luz comienza, la era de la división puede por fin dejar lugar a la era de la comunión y de la reunificación. No tengan en cuenta los golpes y ruidos que podrán venir a turbar esta hora divina puesto que eso debe ser así. Hay todavía algunas resistencias a la luz azul pero ésta debería muy rápido imponer su gracia y transmutar lo que no lo es todavía.
Yo soy María, reina de los Cielos y de la Tierra, y les pido abrir vuestro corazón como nunca se hizo.
Paz a ustedes. Yo los bendigo. Yo los amo.
MARIA 28 julio 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Mis hijos, yo los amo y los bendigo. Vengo hacia ustedes hoy para hablarles de vuestros objetivos. En efecto ¿conocen vuestros objetivos? ¿Y vuestros objetivos son múltiples o únicos? ¿El objetivo está definido como la meta que alcanzar, es hacia lo que ustedes intentan ir pero quien va hacia esa meta? ¿Ustedes? ¿Vuestra alma? ¿Es la buena meta? ¿Hay malas metas como habría buenas metas? ¿Es la meta el fin o el principio?
Toda la historia del alma humana puede resolverse en una ecuación: yo vengo de alfa y voy hacia omega. Alfa es vuestra fuente, luz infinita, origen de todo y de todos. Omega es la meta, lugar donde todo y todos regresan, enriquecidos de experiencias del camino entre las dos. Pero alfa y omega son el mismo sitio, el mismo lugar pero en espacios/tiempos diferentes. Así existe una infinitud de alfas como existe una infinitud de omegas, todos reflejos de Alfa y de Omega.
El camino no es la meta, el camino no es el origen, el camino es la vida de vuestra experiencia en los espacios más o menos densos donde ustedes trabajan para los milagros de los atelieres de la creación.
Esta vida que viven no es la plenitud y sin embargo es en ella que deben encontrar vuestra plenitud, es en su experiencia que siembran y cosechan vuestro devenir, es en ella, y ella sola, que está la promesa de vuestra eternidad infinita.
Este juego de la creación es una matriz que los ve nacer, crecer, caer, esperar. Como matriz y madre, ustedes deben respetarla ya que, ella también, es vida, camino, experiencia. Además cada matriz tiene también un objetivo y una meta precisa. La dificultad viene por el hecho de que nunca ustedes conocerán los objetivos de otras almas, cada una tiene objetivos, a veces, muy alejados de las otras pero tan importantes como las vuestras.
Es en esto que el juicio debe ser desterrado de vuestra conciencia puesto que si ustedes juzgan un camino y un objetivo hacen instantáneamente penetrar éste en vuestro propio camino y objetivo. Eso se llama una trama de vida y las tramas se tejen desde tiempos muy antiguos y ahora ustedes deben des-tramar lo que lo estaba. En período de des-tramado es conveniente estar atento a no enredar vuestros caminos puesto que cada camino es digno, respetable tanto como el vuestro.
Incluso si a veces mi corazón de Madre sangra de ver algunos caminos alejarse de mí, debo respetar eso, incluso la Fuente respeta eso. ¿En qué una conciencia tan limitada como la mía o la vuestra se permitiría interferir con la libertad de elección de los unos y otros?
Simplemente el Padre ha previsto límites a los juegos, esos juegos están limitados por la mecánica de los Cielos y de las luminarias que llegan, a escalas variables de tiempo, a decretar el momento de la mutación de la elección. Ustedes están, desde luego, en ese momento.
Es conveniente pues buscar vuestra unidad sin preocuparse del camino del otro puesto que el otro es ustedes pero en otro momento y si ustedes influyen sobre el otro ¿qué se volverán ustedes? “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” decía mi divino hijo, no quiere decir retirar la libertad del otro pero sí respetarlo en su camino y su libertad, no juzgarlo, no integrarlo en su camino. E incluso si somos todos interdependientes, debido incluso al juego de la matriz Madre, es conveniente no hacer acto liberticida puesto que, en definitiva, no son más que ustedes que se matan en otro momento. En esta vía no hay sitio para vuestra propia libertad. Se encerrarán todavía más en el camino de la división y del sufrimiento. Esta ley es inmutable tanto en los mundos divididos como el de la Tierra como en los reinos de pura luz de la gracia.
La libertad es el marcador de la vida, nada puede trabarla. Sólo hay algunos hijos que rechazan admitirlo, a su perjuicio desde luego, no al del otro. Pero eso, ellos rechazan verlo y mi corazón sangra tanto más.
Del otro lado del velo la lección será penosa. Entonces ¿por qué no aplicar de entrada esta ley de libertad de meta, de camino, de objetivo? ¿Por qué no acordar al otro, que no es más que sí en otro momento, yo lo repito, la libertad?
La sombra es la ausencia de libertad. Si uno de vuestros actos, uno de vuestros pensamientos, viene a violar la libertad, incluso esa de la sombra, ustedes se apegan a ella con tanta seguridad como matando a otro.
Mis hijos, sean libres, respétense ustedes mismos, verán entonces muy rápidamente los frutos de vuestra nueva conducta.
Yo los amo y los bendigo. Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.
MARIA 6 agosto 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Estoy aquí entre ustedes, queridos hijos, con el fin de hablarles del amor del corazón y del corazón del amor. Hay numerosas cosas que están en el corazón de una madre que son importantes. Esas cosas importantes que están a nivel del corazón son los elementos vitales, primordiales, que deben permitirles hacerlos regresar a vuestra Unidad, hacerlos regresar a vuestra Fuente, hacerlos regresar a vuestra divinidad. Es importante, queridos hijos, comprender que la puerta que conduce al cielo es la de vuestro corazón. Pero el corazón sirve para muchas cosas. El corazón es el centro, el medio del ser. El corazón es el centro de donde todo proviene y donde todo vuelve. Es la alteridad hacia la cual ustedes deben tender. ¿Cómo sabrán que se acercan de vuestra Esencia, de vuestra Unidad, de vuestra divinidad y pues de vuestro corazón? Lo sabrán a partir del momento donde no encontrarán más la alegría en la manifestación exterior de la vida sino en la manifestación interior de vuestra vida. Cuando la alegría nazca espontáneamente en ustedes, cualesquiera sean las circunstancias exteriores de vuestra vida ustedes se acercarán de vuestro centro, de vuestro corazón. La alegría es un estado de ser que no está ligado a una reacción, a algo que viene del exterior. La alegría es un estado de ser que los acerca de vuestro esplendor, de vuestro estado de ser fundamental. ¿Cómo sabrán que ustedes se acercan de vuestra Unidad? Cuando la alegría comience a irradiar de ustedes. Cuando no sepan ni comprendan por qué ustedes sienten la alegría, se acercarán entonces de vuestro centro, de vuestra divinidad.
En efecto no hay que confundir la alegría con las alegrías de la vida. Las alegrías de la encarnación pueden ser múltiples, pueden tener múltiples causas, tanto incluso como las causas de sufrimiento. La alegría llega más allá. Las alegrías que experimentan no son más que los retornos de la péndola de vuestra tristeza, no son más que las manifestaciones efímeras de lo que es una copia de la alegría, una copia, una muy pálida copia, de lo que es la realidad de la alegría interior. A medida que ustedes se acercan a esta divinidad que es la vuestra se darán cuenta que nada falta a vuestro ser, que ustedes son enteros, que están en totalidad con ustedes mismos y que, sobre todo, ningún acontecimiento exterior acarreará reacciones susceptibles de hacerlos salir de esta alegría. La alegría es Unidad, la alegría es fluidez, la alegría es contemplación, la alegría es también acción. Ella es radiación, esplendor e irradiación de vuestro ser profundo. La alegría es la puerta del amor. La alegría es la puerta de la Unidad. En la alegría se resuelve el conflicto del sufrimiento, de la tristeza pero también de los placeres. La alegría es pues Unidad, la alegría es pues la clave, la que permite al amor irradiar, dejar la divinidad entrar en ustedes y obrar a través de ustedes en una forma de purificación que es la radiación, esplendor, luminiscencia de vuestras células, de vuestro ser interior.
Pronto, muy pronto, queridos hijos, tendrán la oportunidad, por la vibración que viene hacia ustedes en este mismo momento, y la que viene desde algún tiempo sobre este planeta, tendrán la oportunidad de acercarse lo más cerca del tabernáculo del amor. La alegría no puede engañarlos, la alegría no puede asustar, la alegría es una exultación del alma y no las alegrías de la personalidad. Todo lo que se acerca de la alegría los hace entrar en Unidad, en fluidez. Las cosas se vuelven simples puesto que, a nivel de la alegría, no puede haber conflictos, no puede haber oposiciones, todo se resuelve en la Unidad del divino creador que mi divino hijo ha ilustrado, el estado Crístico. Eso les es prometido, queridos hijos. Ustedes llegan al alba de un día nuevo. Van a salir pronto de la sombra y de la penumbra en la cual estaban para entrar en los dominios inmaculados de la alegría, en los dominios del amor divino.
Les corresponde vaciar vuestro corazón de lo que no es la alegría, vaciar vuestro corazón de vuestras pasiones, de vuestras atracciones, de vuestros rechazos con el fin de dejar libre sitio a esta hora gloriosa que viene hacia ustedes, con el fin de encender, en ustedes, vuestra lámpara más íntima, vuestra divinidad. Esta divinidad que había sido sofocada por las cadenas y los velos de la encarnación, por las vías y las cadenas puestas por diferentes acciones/reacciones desde tiempos muy antiguos donde ustedes habían decidido ir al encuentro de vuestra oscuridad, al encuentro de vuestra ausencia de Luz, aunque guardando en lo más profundo de vuestro ser la capacidad para velar, para dejar esta Luz que, un día, debía despertarse. Y esta hora ha llegado, ahora, queridos hijos. Les conviene dejar abrir vuestro corazón con el fin de recibir lo que les es debido. Ya que de toda eternidad ustedes son hijo de la Unidad, ustedes son hijo de la Fuente e hijo de la divinidad. Solo las máscaras puestas por la encarnación les han hecho creer que ustedes no son eso. Y sin embargo, hoy, cuanto les es duro de creer que son eso puesto que ustedes lo son realmente. Pero la ruta fue, para algunos de ustedes, extremadamente larga, extremadamente peligrosa, extremadamente umbría.
Es conveniente aceptar la gracia que se les hace puesto que es una gracia, queridos hijos. El divino creador no quiere más que sufran la ausencia de la Luz en ustedes y alrededor de ustedes. Vean donde conduce este mundo de iniquidad, este mundo de sufrimientos, este mundo de ilusiones donde se les ha prometido siempre más felicidad material, goces materiales. Qué de sueños, qué de ilusiones para intentar engañar vuestra lámpara interior. Y sin embargo, queridos hijos, qué de experiencias vividas. De fracasos en realizaciones ustedes avanzan sobre este camino desde hace muy mucho tiempo. Es tiempo de entrar en vuestro camino para entrar en vuestra verdadera verdad, vuestra verdad primera que es Unidad, que es Luz y que es felicidad. Es conveniente no mirar más detrás de sí, no mirar más quiénes eran ayer. Es conveniente mirar en el instante, en profundidad de quienes son ustedes, puesto que el Espíritu Santo sopla en cada una de vuestras células. ¿Reconocerán el llamado del corazón? ¿Reconocerán el llamado de vuestro divino salvador? ¿Reconocerán el llamado de la Luz? Sepan, queridos hijos, que serán libres totalmente de salir del camino de la experiencia para entrar en la vía de gloria. Pero serán libres también de continuar vuestro camino de experiencia si tal es vuestro deseo. No hay punto de juicio, no hay punto de fracaso, punto de éxito, solo hay elecciones libremente consentidas hechas en toda conciencia. Elijan lo que elijan, recibirán, de todas maneras, mi amor, mi bendición y la bendición del Padre.
Les corresponde ser libres totalmente de vuestras elecciones pero quiero que sepan cuánto nosotros esperamos, desde nuestros planos vibratorios, que ustedes sean extremadamente numerosos en volver a nosotros. De volver en esas bodas celestiales, esas bodas cósmicas que representa la creación en su conjunto más allá de los planos de división en los cuales ustedes caminan. La encarnación es un mundo rudo, un mundo de experiencias, un mundo de olvido donde algunos de ustedes han olvidado su divinidad, han olvidado su Fuente. Pero no es más que un olvido, nada se ha perdido, todo se encuentra. Queridos hijos, he aquí lo que tenía para decirles y yo querría responder ahora a vuestras preguntas, no personales, sino a vuestras interrogaciones de alma sobre el sentido de la Luz, el sentido del camino, el sentido de la experiencia, el sentido del regreso puesto que la hora ha llegado. Han llegado ahora al término de la experiencia. Están ahora en esos instantes de elección tan esperados y a la vez tan temidos, que vuestras almas, inconscientemente, esperaban antes de descender aquí abajo hace muy mucho tiempo. Entonces, es sobre esas interrogaciones que deseo ayudarlos a ir hacia vuestra alegría, a ir hacia vuestro corazón, hacia vuestra Esencia, vuestra Unidad, vuestra divinidad, hacia lo que ustedes nunca han cesado de ser en otras dimensiones. Queridos hijos de la Luz les dejo ahora la palabra.
Pregunta: ¿qué es lo que puede acercarnos todavía más de esta Esencia, de esta alegría?
Eso, ustedes lo saben, es abandonar la experiencia, abandonar la duda, abandonar el miedo, abandonar lo oscuro por la Luz. Eso no es un trabajo que ustedes hacen desde tantas y tantas encarnaciones. Esa es una decisión de abandono a la Luz con el fin de que la voluntad del Padre los inunde. Es realmente no un trabajo sino una elección. ¿Aceptan ustedes eso? Ustedes pueden siempre luchar contra la sombra pero se les pide hoy abandonarse a la Luz puesto que ella está ahí. La hora del despertar ha sonado. Pronto, muy pronto, en un día importante de este mes de agosto vivirán eso en vuestro corazón. Eso es parecido para todo ser humano. No hay en ese nivel algo personal pero sí un fenómeno místico que concierne el conjunto de la humanidad.
Pregunta: ¿qué es lo que nos empuja a querer continuar esta experimentación?
La sed de Luz, la ausencia de Luz. La sed de Luz y la ausencia de Luz los conducen a experimentar los lados sombríos de esta dimensión en la cual ustedes se han proyectado en toda libertad. A partir del momento donde han adherido, por una elección libremente consentida, a una dimensión dada, ustedes deben experimentar un cierto número de etapas. Esas etapas han podido haber sido llamadas la caída y la redención. Mientras que ustedes no estén satisfechos en la intensidad de vuestras experiencias, continúan vuestras experiencias. Llega un día, a fuerza de sufrimientos, a fuerza de ilusiones no realizadas, a fuerza de miedos que ustedes llegan a desear la Luz más que toda otra cosa. Numerosas almas llegan hoy, de manera sincrónica, a esta sed de Luz porque el camino para muchas almas llega a su final.
Pregunta: ¿ese día del cual acaba de hablar es el 15 de agosto, día de vuestra fiesta?
Hay, desde el principio de julio, un período de 42 días que se termina justo antes del 15 de agosto y que corresponde a un período intenso de esta efusión de Luz, efusión de alegría, efusión de trascendencia que ha venido hacia ustedes, queridos hijos. El fin del período de efusión corresponde al período de las elecciones. Estas serán ancladas definitivamente en ustedes en la espera del momento oportuno. El 13 de agosto, el 14 de agosto y el 15 de agosto de vuestro año corresponden a tres días extremadamente importantes. Es raro que una madre como yo les dé las fechas. En numerosas apariciones, en numerosas canalizaciones, en numerosos mensajes, recibidos de diferentes maneras por diferentes almas, siempre ha sido dicho que nadie conoce ni la hora ni la fecha pero, por los movimientos particulares ligados dentro de vuestra esfera de vida, hay fechas que están marcadas por una piedra blanca ya que éstas están inscritas de toda eternidad. Ellas no dependen de la evolución individual o colectiva humana sino están inscritas en los astros, en los mecanismos planetarios y celestes. Así es el caso de este período. Ustedes llegan al último decanato del signo del león. Van pronto a pasar a otro signo que inaugurará un nuevo ciclo. Esto está inscrito por el mecanismo celeste, por la voluntad celestial, también, que se traduce por este mecanismo celeste.
Pregunta: ¿esta sed de Luz es suficiente?
Suficiente por ella misma ciertamente. Dios, en su divina providencia y en su equidad y su medida, no puede hacer las cosas de manera insuficiente.
Pregunta: ¿se puede llorar de alegría?
El llanto puede ser la traducción de la alegría. La alegría es un estado de ser pero la personalidad puede reaccionar por lágrimas, risas, danza. Es la reacción a la alegría. Se les ha pedido en alguna parte danzar en la Luz, llorar en la alegría. A medida que ustedes avancen hacia vuestro centro, vuestra Unidad, que encuentren vuestro niño interior, se darán cuenta que se volverán cada vez más ligeros, se volverán cada vez más transparentes, se volverán cada vez más indiferentes al medio ambiente, a los otros, a todo lo que no es la Luz y es así que el mundo desaparecerá para los que subirán en la Luz.
Pregunta: ¿cómo conciliar el hecho de tomar distancia aunque siendo sensible al medio ambiente e interactuando en este medio ambiente?
La distancia no es la indiferencia. Querer actuar sobre el medio ambiente, querer intervenir sobre el medio ambiente es ya un acto de apego. “Busquen el reino de los cielos” decía mi divino hijo. Más ustedes buscarán el reino de los cielos, más vuestro esplendor transformará el medio ambiente. Por el contrario, si ustedes buscan modificar el medio ambiente sin buscar el reino de los cielos, se apegarán al medio ambiente, serán dependientes del medio ambiente. Hoy se les pide dirigirse enteramente hacia vuestra interioridad. Dejen, el tiempo de encontrar lo que ustedes son, el medio ambiente, el exterior y, en ese momento, se darán cuenta que pueden realmente transformar el medio ambiente sin quererlo, estando simplemente en esta dimensión de alegría, de amor y de esplendor porque ustedes habrán encontrado vuestra Unidad. Serán mucho más útiles al medio ambiente encontrando vuestra propia Unidad que queriendo actuar sobre este medio ambiente.
Pregunta: ¿no hay riesgo de “volver la espalda” al sufrimiento?
Querida hija, ¿eres tú el Cristo? Querida hija, ¿tu rol es otra cosa que salvarte a ti misma? ¿Tu camino es otra cosa? En estos tiempos, recibiendo la Luz que el divino creador te ofrece, podrás mucho más fácilmente salvar lo que debe serlo, reconectando lo que eres antes quequeriendo actuar con lo que tú eres. La diferencia esencial está en eso. Yo no hablo de salud del alma, hablo de encontrar su alma. Mi hijo decía también “los que querrán salvarse se perderán”. Yo no hablo de querer salvarse, yo hablo de encontrar su alma. Encontrar su alma es la mejor manera de irradiar este amor que ustedes buscan. No hay otra alternativa.
Pregunta: ¿nuestro cuerpo físico vivirá las transformaciones cuando la luz llegue?
Las transformaciones físicas están acá desde numerosos años, querido hijo. Solo la transición se decidirá en el último momento hacia el cuerpo o sin el cuerpo. ¿El cuerpo pasará él también a la quinta dimensión? Pero yo les certifico que cuando el cuerpo habrá alcanzado este estado de conciencia particular ustedes no mirarán ya para nada el cuerpo de la misma manera. Estarán muertos y viviendo a la vez y decidirán entonces elegir, volver a poner la nueva realidad en otro cuerpo o en este cuerpo. El lugar del cuerpo, vuestro templo hoy, va a cambiar. El templo no estará más a nivel del cuerpo, incluso si éste se vuelve luminoso. El templo será vuestra alma, esta efusión del alma que se volverá totalmente consciente.
Pregunta: ¿no es el ego que es el principal obstáculo a la divinidad?
El ego ha sido la herramienta de vuestro regreso a la divinidad. Es la conciencia de vuestra personalidad que, por el sufrimiento de la separación del alma, conduce este ego un día a pedir la divinidad. Más que “ego” la palabra “apego” es mucho más requerida. Son vuestros apegos al ego que perjudican a la eclosión de vuestra divinidad pero ciertamente no el ego como parte de vuestra personalidad.
Pregunta: ¿cómo se articulan alegría, amor, emoción?
Yo he diferenciado bien la alegría y las alegrías. La Alegría es un estado de intase, de divinidad interior revelada que no tiene nada que ver con vuestras alegrías exteriores, materiales. El amor es un estado, no es una emoción. La emoción es una reacción activada por un estímulo exterior. El amor es atracción que viene de lo más profundo de vuestro ser, para unirse a una Fuente, pero no en reacción si no es a vuestros sufrimientos pero no es algo inmediato. El amor no está ni en el presente ni en el pasado ni en el futuro sino en otro estado vibratorio. El amor es un estado de ser, de trascendencia, una verticalidad que encuentra una horizontalidad, tal como eso ha sido ilustrado por la cruz. Es el lugar donde se está al centro que genera el amor. En ese sentido mi divino hijo ha dicho “los que querrán salvarse se perderán” porque no es cuestión de salvar lo que sea sino de querer encontrar su Esencia, encontrar su sentido, encontrar su Unidad. La alegría es el marcador de esta Unidad. La alegría no son las alegrías. Esta alegría participa también de un estado interior independiente de todo estado exterior. Sino no es la alegría sino las alegrías. La palabra alegría es muy limitada para traducir la verdadera alegría interior. En otras lenguas tienen otras palabras para definir esto pero es la misma palabra que define una alegría cualquiera de la alegría divina y sin embargo hay tanta distancia, tanto como entre el amor horizontal entre dos seres humanos que se aman y el amor vertical por el creador, por la divinidad. No se trata de lo mismo y sin embargo es la misma palabra.
Pregunta: ¿cuáles son los elementos que nos permitirían desarrollar mejor la maestría?
No hay trabajo. La maestría es abandono, ignorar todo lo que no es el corazón. Es hacer el esfuerzo de entrar en el corazón y eso es una decisión de conciencia.
Pregunta: ¿podría hablarnos del perdón?
El perdón es dejar al otro libre. Es dejar las circunstancias de la vida libres para con nosotros. Perdonar es liberarse. Perdonar es amar. Perdonar es transmitir la gracia de la liberación. Sin perdón no puede haber la gracia de la liberación. Sin perdón no puede haber alegría. El perdón es gracia, el perdón es la llave que abre el amor. Ustedes deben perdonar a todo lo que es, lo que ha sido en contra de vuestro camino. Deben perdonarse a ustedes mismos. Deben entrar en comunión con ustedes mismos y el perdón es la herramienta de esta comunión con ustedes mismos. Deben absolverse y no condenarse. Deben lavar vuestros vestidos de todo pecado por la gracia del amor, por la gracia del perdón. El perdón es acto de trascendencia. El perdón es un fuego que quema todos los lazos, el perdón es un agua refrescante que viene a cicatrizar todas las heridas. Las sombras son aclaradas por el perdón.
Pregunta: ¿vuestra energía está realmente presente en la región parisina donde habría una roca de Lourdes?
Si tal es vuestra creencia eso lo será. Todo está en la potencia de la intención que ustedes le pongan. Que esa piedra sea de Lourdes o de no importa dónde lo más importante es la intención que ustedes le pongan. Si tienen necesidad de una forma para mi esplendor, esta forma será portadora de mi esplendor. Ustedes son potentes más allá de todo lo que puedan imaginar. La potencia de vuestra intención puede crear mundos o destruir mundos.
Queridos hijos, les aporto mi bendición pero voy sobre todo a aportarles mi esplendor. Les pido quedar abiertos y no acoger tampoco mis palabras sino la vibración que va a pasar ahora al corazón de vuestro ser durante un cierto tiempo. Sean pacientes, sean acogedores, estén en la alegría, estén en el perdón y reciban ahora, en este instante de gracia, la revelación de la presencia. Queridos hijos, les doy mi paz, les doy mi alegría. Reciban todo mi amor. Yo les digo hasta pronto.
MARIA 8 agosto 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, regreso hacia ustedes queridos hijos para ayudarlos, con el fin de amarlos, con el fin de que juntos caminemos, con el fin de que juntos iluminemos, con el fin de que juntos lleguemos a amar sin límite. Con el fin de hacer nuestra la totalidad de la creación, con el fin de hacer nuestra la Unidad. Sean bendecidos, los escucho.
Pregunta: ¿podría explicarnos la importancia de los días 13, 14 y 15 de agosto?
Queridos hijos, el 15 de agosto, independientemente de ser la fecha de la asunción de María, existía mucho antes el culto que me fue rendido. Esta fiesta es el símbolo de la ascensión de los cuerpos, esta fiesta es la que caracteriza la subida a los Cielos, la subida vibratoria con el cuerpo. En efecto, cada año de este calendario a esta misma fecha, se manifiestan esas energías de la asunción, esas energías de la entrada al Cielo de la materia y del alma. En este año donde tantas cosas se desarrollan en la superficie de vuestro planeta pero también en la superficie de vuestro ser, se les ha pedido hacer entrar en ustedes, durante esos tres días, la totalidad de la Revelación. ¿Cuál es esta Revelación? Esta Revelación es simplemente la hora de la Verdad en vuestro corazón, la hora del anuncio de vuestra Divinidad, la hora del despertar de vuestra Unidad. Queridos hijos, la Luz evoluciona siguiendo los números, la Luz evoluciona siguiendo los ritmos. Nada escapa a los ritmos y a los números. Este año es el año de la Resolución debiendo preceder el año de la Elevación. En las fechas bisagras de este año numerosos elementos son revelados, como las fechas que deben sobrevenir en vuestro mes de setiembre, durante las fiestas del Arcángel bien amado Miguel, igual que en diciembre pocos días después de la celebración del nacimiento de mi Divino Hijo. Les corresponde acoger durante esos períodos privilegiados la subida de la Energía en ustedes, la subida de la Luz en ustedes, la subida de la Conciencia hacia otros estratos, hacia otros polos de realización. He aquí en qué esos tres días son importantes, tres días antes de la asunción, tres días después de Navidad. Ese simbolismo no está ahí por azar. Recuerden: la Luz es número, la Luz es ritmo.
Pregunta: ¿por qué en ciertas de vuestras apariciones usted ha alertado sobre la utilización del péndulo?
Querida hija, los hijos han hablado por mi boca hace ahora muchos años. ¿Qué ocurre ahora? ¿Soy yo que hablo? A muchos seres humanos les cuesta mucho, durante mis apariciones que se sitúan sobre un nivel vibratorio diferente de la canalización porque la aparición necesita un gasto energético de los Mundos de Luz mucho más intenso. En el caso de la aparición, se trata de un cara a cara y no de un canal que da su voz. Muchos de esos seres humanos caen en la adoración de mi Divino Corazón de Madre. Esta adoración los hace proseguir más allá de lo que es asignado en mis apariciones. Los intereses humanos toman entonces la parte superior y van a transmitir muchas informaciones que nunca mi Espíritu ni mi boca han pronunciado. En resumen, como eso me ha sido dispuesto, yo nunca he prohibido el dogma de la Reencarnación, yo no he hablado nunca de eso, lo que no es lo mismo. Yo nunca he prohibido el péndulo. ¿En qué mi corazón de Divina Madre, en qué mi Corazón de Divinidad se mezclaría en eso? Mi palabra ha sido siempre una palabra de Amor y no una palabra de división. En ningún momento yo no puedo ir en contra de lo que la Luz me ha fijado como rol, y en particular, de venir a dividir. Ahora lo que perdura no es el punto Mío. Si tu Alma y tu Espíritu sienten la utilidad del péndulo en cuanto a tu destino, en cuanto a tu camino, eso es por supuesto útil.
Pregunta: ¿cuál es vuestro sentimiento sobre el ayuno?
El ayuno es para algunas almas purificación y elevación. El ayuno es para otras almas, sufrimiento. Nunca deben elegir la vía del sufrimiento. La que es sugerida por la Luz es otra cosa que la que ustedes se sugieren a ustedes mismos. Algunas almas predestinadas han sido llevadas a sufrir, se han ofrecido durante el holocausto para la voluntad de la Luz. Pero ese número de almas es extremadamente restringido. Hoy, más que nunca, se les pide caminar hacia la ligereza, hacia la Alegría. Si ustedes se imponen penitencia, si la Luz no se los ha pedido, se tratará entonces de una voluntad personal. El ayuno puede elevar el nivel vibratorio, es purificante, pero no es una regla absoluta que toda alma debe seguir. Es una etapa sobre algunos caminos. Tu cuerpo, querida hija, tiene necesidad de alimento. Privarlo de alimento no haría absolutamente desparecer lo que tu quisieras ver desaparecer, muy por el contrario. Lo que tú amarías ver desaparecer no puede desaparecer por un medio exterior o por una técnica. Se trata de un problema de una conciencia frente a ella misma. Eso no puede venir del exterior, querida hija. La conciencia oculta algunos hechos y va a ir a buscar al exterior lo que es ocultado, el alimento que va a permitirle hacer desaparecer lo que es ocultado. Pero en ciertos casos lo que es ocultado debe ser puesto en Luz, no para revivir, no para sufrir, pero si para evacuar. Hay cosas tan ocultas, donde la Luz ha venido a hacer una muralla que evita verlas, donde la Luz no ha trascendido lo que es ocultado pero ha impedido su revelación a la conciencia. Ahora bien el movimiento de la Luz debe ser un movimiento penetrante y no ocultante. Nada de lo que está sucio puede ser escondido a la Luz. La Luz debe penetrar totalmente. Existen ciertos mecanismos de protección donde el hecho de poner la Luz más arriba de la zona sucia, hace que la suciedad, la mancha no exista más. Pero eso es una ilusión de la conciencia.
Pregunta: ¿cómo hacer penetrar la Luz en lo que está sucio?
Aceptándola. No es cuestión de resistir, es cuestión de abandonarse al bálsamo de la Luz. La Luz llegará poco a poco a mordisquear, a digerir. Hay que comprender que es la conciencia que ha creado una muralla delante de esta suciedad. Y la Luz no puede así penetrarla. El elemento que va a permitir romper este sortilegio que impide la Luz penetrarla tiene por nombre “Perdón”.
Pregunta: ¿qué significa “identificarse con Cristo”?
La identificación es una imitación. Así cuando el modelo dice “levántate y anda”, el imitador mira del exterior ese “levántate y anda”. Adora todavía más ese modelo, lo venera pero se vuelve incapaz, por la distancia que ha puesto con aquél, de decir él también “levántate y anda”. Hay en eso el miedo, la duda, la falla que viene a poner la distancia, mientras que nunca mi Hijo ha querido poner esta distancia. Él ha dicho bien durante su vida “lo que yo hago, ustedes lo harán, y muchas más grandes cosas todavía”. Entonces es conveniente osar, atravesar el obstáculo de la duda, el obstáculo de la adoración y de la veneración exterior. Volverse el modelo y actuar como él, para volverse el modelo y ser en sus gestos, en sus palabras, en sus pasos y no mirarlo del exterior.
Pregunta: ¿qué significa “volverse un Templo de Luz”?
Un Templo de Luz, querido hijo, es el Tabernáculo de Luz es decir el receptáculo de la Luz, el lugar donde irradia la Luz. Volverse un Templo de Luz es volverse una Fuente irradiante de la Luz y volverse a sí mismo esta Luz. Lo que quiere decir que nada debe venir a oponerse a esta irradiación. La Luz no está hecha para ser encerrada sino para irradiar. Mi Divino Hijo decía “lo que no se da, se pierde” así es el mismo caso de la Luz. El milagro de la Luz es que, más ella se irradia y más ella se da, más ella se alimenta ella misma. Así más el Templo irradia, más la Luz crece, más el Templo crece. Ese movimiento es un flujo continuo que nada debe frenar, nada debe detener. Así el Templo se construye.
Pregunta: ¿Ma Ananda Moyi lleva vuestra vibración?
He aquí un ejemplo típico de una mujer habiendo realizado la totalidad de su Divinidad y la totalidad de su Presencia. En todo ser que se revela totalmente a sí mismo, yo revelo mi Presencia. Y, desde luego, mirando Ma ustedes distinguirán María, eso es una evidencia. Yo no estoy limitada a lo que he sido en un momento dado de vuestra historia. Les es difícil por el momento asimilar eso y vivirlo con el corazón. Cuando digo que respondo a cada llamado de vuestro corazón, mi conciencia abraza la totalidad de las almas creadas. Eso parece difícil para ustedes en este plano de manifestación que les cuesta trabajo para entrar en comunicación con tal o cual ser encarnado. Pero sepan que, más allá de los velos, es posible realmente estar presente a toda alma que hace el pedido. Y si la humanidad toda entera hiciera el pedido, yo me encontraría personalmente, individualmente, delante de cada una de esas almas en el mismo instante, en el mismo espacio. No hay milagro, hay simplemente solo la realidad del funcionamiento de la conciencia. Ma Ananda Moyi ha encarnado totalmente la Presencia, mi Presencia.
Pregunta: ¿cómo saber si se ha realizado lo que se llama el andrógino primordial es decir la integración de la femineidad y de la masculinidad en sí?
A partir del momento donde no habrá más distancia entre tú y yo. A partir del momento donde no habrá más distancia entre tú y los otros, entre tú y la Luz. Cuando puedas comunicar libremente con las otras Luces, eso significará la integración de las dos partes.
Pregunta: ¿se puede asociar vuestra Presencia con la Fuente?
Yo soy la vertiente femenina de la Fuente. Lo mismo que ustedes son la Fuente. Se trata de un elemento que yo calificaría de fundamento. La experiencia de la encarnación hace creer que ustedes están alejados de la Fuente y los hace considerar la Fuente como una meta para alcanzar, como algo exterior. Y luego, un día, ustedes comprenden que la Fuente está en ustedes. Y luego, un día siguiente, llegan a vivir que ustedes son la Fuente, en una polaridad receptiva o emisora. Y el día siguiente fusionan la Fuente que son en sus dos polaridades. En ese momento, ustedes están realizados.
Pregunta: ¿encontramos obstáculos en nuestro camino para testear nuestra voluntad, nuestra fe para proseguir o para indicarnos que ese no es el buen camino?
Cada obstáculo es diferente, mi niño. En algunos casos eso responde a la primera proposición, en otros casos eso responde a la segunda proposición. Sólo superando el obstáculo la respuesta aparece. Generalmente un obstáculo está hecho para ser superado pero ustedes no tienen el origen del obstáculo mientras éste no es superado. Puesto que si ustedes tuvieran la respuesta antes, eso no sería más un obstáculo, no es así?
Queridos hijos, veo que la distancia entre ustedes y yo disminuye. La intensidad de vuestras preguntas disminuye y así pues la distancia disminuye. Así voy a proponerles un trabajo todos juntos, queridos hijos, que, antes de mi partida, va a permitirles identificar todavía más mi Presencia con vuestra Presencia. Así vamos todos juntos a irradiar la Presencia, irradiar la Luz. De mí a ustedes, de ustedes a mí, pero también de los unos a los otros. Yo les aporto de ahora en adelante mi bendición y mi Amor.
Y haremos eso ahora.
Yo Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, Paz a ustedes, queridos hijos.
MARIA 27 noviembre 2007
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, mis bien amados hijos vengo a ustedes con el fin de consolidar lo que ustedes son, con el fin de alumbrar la Luz que son de toda eternidad. Esta Luz que ustedes han revestido de velos de la apariencia, de velos de vuestra encarnación, de velos de vuestras vidas. No deben tener miedo de nada puesto que ustedes son inmortales, son eternos, son de toda eternidad los hijos bien amados del padre, los hijos bien amados de la Fuente y son ustedes mismos una parcela de esta Fuente. De tan lejos como ustedes peregrinan, de tan lejos como llegan a este instante presente, ha habido la promesa de este regreso a la Unidad, la promesa del regreso a vuestra Divinidad total, más allá de las experiencias de la encarnación, más allá de los campos de la manifestación y de la creación en los cuales ustedes evolucionan. Esta promesa está inscrita en lo más profundo de vuestro ser puesto que no puede haber alejamiento de la Fuente sin regreso a la Fuente. En toda chispa de vida, en toda alma encarnada, esta promesa está inscrita. Pero, de la misma forma el planeta que los lleva también ha hecho un día este juramento durante su creación de alejarse de la Fuente y de volver a la Fuente, de fusionarse a ella. En vuestra linealidad del tiempo hay períodos particulares, períodos propicios a la revelación de vuestra Luz, a la revelación completa de quienes son ustedes. Así, no se dejen nunca invadir por el estrépito del mundo, no se dejen nunca desviar de lo que ustedes son, de la Luz que está en ustedes, de la Luz que les corresponde irradiar, del amor que son que les conviene liberar a todo lo que viene a vuestro encuentro. No deben separar, no deben juzgar, eso ha sido dicho numerosas veces cuando mi hijo ha pisado esta Tierra. Deben amar más allá de las apariencias, deben amar más allá de lo que vuestro mental quiere decirles, deben amar más allá de las emociones que muy a menudo guían vuestros pasos y vuestra vida.
El Amor es ser, el Amor es Unidad, el Amor es perdón, el Amor es trascendencia, el Amor es ausencia de juicio, el Amor es reunificación a la Fuente. Ustedes son Amor. El alma que los anima aspira a ese regreso a la Luz. La personalidad que han revestido puede llevarlos a seguir los caminos desviados, eso no tiene ninguna importancia puesto que más allá de vuestras experiencias temporales permanece en ustedes el soplo de vuestra eternidad, la certeza de vuestra eternidad. La vida pasa, las experiencias pasan pero el amor permanece. Les corresponde en esta época que vive vuestro planeta dejar transparentar vuestra Luz. Algunas experiencias que viven los unos y los otros y que ustedes se preparan para vivir son experiencias inesperadas para permitirles revelar la Luz que son. Estén también seguros, queridos hijos, que a cada soplo que los lleva en esta encarnación ustedes son guiados, son acompañados. O nunca jamás están solos como querría a veces hacerles creer vuestra personalidad. De todos los tiempos, ustedes están respaldados, sostenidos, guiados en vuestras marchas. Solo el oscurecimiento de la Luz puede hacerles creer que están aislados, que están solos, que están privados de amor. Pero no tienen que encontrar el amor, ustedes son amor. Yo vengo por mi presencia, mi resplandor, mis palabras, a decirles una vez más la certeza que debe ser la vuestra, no en las circunstancias felices o infelices de vuestra vida o de vuestras experiencias, sino la certeza que debe ser la vuestra en vuestra Unidad y en vuestra Divinidad. Mis bien amados, más que nunca es importante encontrar la esencia de lo que son, la esencia de vuestro centro. Más que nunca se les pide hacer un esfuerzo y abrir vuestro templo interior a la divina presencia. El soplo del Espíritu golpea a vuestra puerta, el soplo del Espíritu se abate sobre la Tierra como una gran nube fecundante. Este soplo no es destrucción. Este soplo es llamado y recuerdo de la promesa de la Luz. Es conveniente más que nunca estar a la escucha a nivel del corazón y no a nivel de lo que sucede al exterior puesto que eso no hace más que pasar y no durará. Por el contrario vuestra eternidad, ella, es la joya suprema que permite y que sus-tiende los mundos, los universos. Es un tiempo para la experiencia y eso muchos de ustedes lo han vivido, de alma en alma, de cuerpo en cuerpo, yo he dicho bien de alma en alma. Pero más allá de todo eso, más allá de esos juegos de encarnación, ustedes son Espíritu, son soplo de verdad. A algunos momentos precisos del reloj cósmico está permitido a la mayoría de las almas en encarnación en las dimensiones pesadas de poder aligerarse, de poder encontrar la alegría inefable del regreso a la casa, la alegría inefable de encontrar lo que se es en totalidad. Y ustedes ya están al umbral de un año nuevo en vuestro tiempo lineal que es también un umbral hacia otro espacio, hacia otra realidad de vida, una realidad de conciencia que está mucho más allá de vuestras esperanzas, y de vuestras esperanzas más locas. ¿Qué hacer para llegar a eso? Simplemente, mis queridos hijos, abrir vuestro templo interior a vuestra dimensión esencial, a vuestra dimensión Crística, a vuestra dimensión divina. El soplo de Dios viene a golpear a la puerta de vuestro ser. ¿Lo sienten? ¿Lo presienten? Sea por la alegría, sea por algunos miedos, sea por algunos pesos, les corresponde sin embargo abrir grande las puertas de vuestro corazón. No tengan temor, yo estaré a vuestros costados, individualmente, para cada alma que hará el pedido. Vendré también personalmente, en el momento oportuno, a informarles por una locución interior, por un sentido interior que el momento ha llegado de acoger el soplo del espíritu en totalidad. Desvíense del estrépito del mundo, de lo que hace vuestros problemas cotidianos. Diríjanse con firmeza hacia vuestra Divinidad, diríjanse con certeza, no olviden nunca que una promesa ha sido hecha. Esta promesa es la que los ha seguido en vuestras peregrinaciones, en vuestras encarnaciones en esta dimensión tan pesada donde todo es división, donde todo es separación. Estas experiencias han sido útiles para la fortificación de vuestras almas. Se volverán más ricos de experiencias vividas, felices como infelices, alegres como tristes pero eso no tiene ninguna importancia. Todo eso pasa y fallece. Solo permanece la promesa de vuestra Divinidad. Mis bien amados, yo les pido, en este período que se anuncia, de acoger totalmente lo que son, de mirarse con rectitud y precisión y sobre todo con verdad. No se juzguen tampoco. Vuestras experiencias no son ustedes. Los acontecimientos que sobrevienen son solo las tramas de acciones y reacciones. Más allá de estos mundos de acciones y reacciones existen los mundos de pura Luz. Ustedes están, mis bien amados, en este umbral. Solo depende de ustedes abrir la puerta. Solo depende de ustedes aceptar, encender totalmente la Luz que son. Para eso no hay necesidad de cosas complicadas. Hay necesidad simplemente de escuchar su corazón y de aceptar abrir su corazón. Recuerden no están nunca solos. En los momentos de peor soledad, en los momentos de desesperación, como en los momentos intensos de alegría, cualquiera sea la Fuente de esta alegría, nosotros estamos ahí, atentos a vuestros llamados, atentos a vuestras oraciones. Sólo esperamos una sola cosa, es la apertura a vuestra Divinidad, ir más allá de lo que es llamado el despertar para ir hacia la plena realización de vuestra Divinidad.
Mis bien amados, he aquí algunas palabras que quería liberarles. Una vez más reciban mi amor de madre y toda mi bendición. Ustedes son hijos de la Unidad, hijos de la Luz, hijos de la Fuente, Luz y Fuente ustedes mismos. Sean bendecidos, yo los amo y les digo hasta muy pronto.
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