miércoles, 17 de julio de 2013

La Belleza del Cambio Agnimitra 30 de Marzo 2013

 

Han sido días de cambio. Una gran oportunidad de percibir la acción de Madre, en su cara transformadora, actuando directa y claramente.

Los cambios pueden ser momentos conflictivos, donde la no aceptación colorea la experiencia con sufrimiento y temor. Sin embargo, como Ella nos ha transmitido en sus “caricias”, no hay nada que temer. Si apenas nos abrimos para acoger lo que nos es ofrecido, si nos dispusiéramos al contacto y al alineamiento, si dijéramos “si” a la vida y transcendiéramos la necesidad de explicaciones, todo se revelaría en la más pura simplicidad y dulzura con la que somos cuidados y acompañados, se mostraría ante nosotros, en cada situación, en cada momento.

No hay dificultad, no hay obstáculo que no pueda ser disuelto por esta lucidez. No hay tempestad que no se transforme en calma ante este toque suave y amoroso.

El Corazón pide y reclama atención. Ahí está la fuente de esta sabiduría que nos permite ver y vivir la verdadera Paz, incluso en este mundo, aparentemente conturbado y conflictivo.

Ayer, en una conversación con algunos hermanos aquí en la sangha,comenté al respecto la posibilidad de vernos mucho, de la irracionalidad de nuestras mentes reflejada en el comportamiento infantil de los niños.

Nuestra mente, la mayoría de las veces se comporta como un niño, a quién le fue quitado un objeto considerado como un juguete que le daba placer en aquél momento, y se pone a llorar reclamando el juguete otra vez. La misma incomprensión del niño, se da en relación al funcionamiento de este mundo, de las reglas, de los modos de educación y comportamiento y vista en la mente en relación a todo lo que escapa al sentido inmediato.

La mente no comprende por qué las cosas son como son, ni por qué la vida toma los rumbos que toma. Ignorante de su incapacidad de controlar los elementos de la vida, la mente se pone a reclamar, patalear, gritar incluso, reclamando lo que ella considera que es de ella por derecho.

Al observar un alma en cuerpo infantil, experimentando la irracionalidad de la mente, recuerdo la irracionalidad diaria de la mente en mí y en aquellos de mi entorno. Y observando a la madre o al padre que pacientemente tranquiliza y esclarece, veo la acción del Fuego proporcionando lucidez y sabiduría, conduciendo al alma a la revelación de sí misma.

Encare el cambio como una sorpresa. Afronte el cambio como un terreno fértil para lo inusitado. Viva el cambio como la de-construcción del hábito y de la zona de confort. Aproveche los momentos de cambio para acercarse al Fuego Sagrado en su centro y allí comulgar con la belleza inherente a todo lo que Es.


Agnimitra 30.03.2013

http://antena-protecao.blogspot.com.br
Traducción: SM

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