Original en francés
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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Traducción: Hedyn Núñez- Amparo Iribas.
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Bueno, BIDI está con ustedes. Yo les saludo. Antes de comenzar, quiero aclarar que esta forma de intercambio se termina. En efecto, toda la información general que concierne al Absoluto ya fue dada. Sin embargo, no crean haber terminado conmigo, pero nuestros próximos intercambios les mostrarán, así lo espero, el principio mismo de la refutación y la conducta que será más aprovechable (si es vuestra elección). Los invito (si esto es para ustedes, importante), a leer y releer (o escuchar) lo que ya he dicho.
Les recuerdo que el impacto de nuestras conversaciones (y entre-nosotros), se hace de dos maneras diferentes. La primera es la respuesta a vuestras preguntas: en ésta forma (oral) crean en ustedes, lo que yo llamaría una conmoción. La conmoción de las palabras no es nada. Lo que es importante, en esta primera vez, no es una comprensión intelectual, sino más bien, la acción directa de lo que se emite entre nosotros. La comprensión (en el sentido intelectual,) ella es el objeto de la lectura de la pregunta y la respuesta. Hay, por lo tanto, dos tiempos: el primero al que darían por nombre (en vuestras palabras) supra mental y un segundo que se dirige a la personalidad.
El propósito, se los recuerdo, no es de entender a la personalidad, sino de despojarse, con el fin de ver (más allá de lo que se ve), lo que Son en Verdad, más allá del juego de la Encarnación, más allá del saco de comida, de esta bolsa de pensamientos o de vuestras emociones. La vibración emitida, es (en este período en el que viven), el elemento más adecuado, para crear esta ruptura, esta solución de discontinuidad, llevándoles a reposicionarse en lo que he nombrado, el punto de vista. El apoyo de las palabras escritas viene en un segundo tiempo, como elemento de lógica racional y cartesiana permitiendo al ego, también, debilitar sus propias zonas de resistencia.
Queda bien entendido que, cualesquiera sean los efectos Vibratorios, y de la lógica cartesiana (que les es dado a escuchar, ver, sentir), seguirá siendo el elemento vital e importante (más allá de la vibración), es la calidad de vuestra recepción en el Amor y el Corazón (aunque voluntariamente, mi voz tiene un impacto que se sitúa por encima del corazón), permitiendo liberar por la misma, los condicionamientos (creencias, suposiciones, todo lo efímero, todo lo que es ilusorio), poniendo al desnudo el Corazón de quienes Son, incluso más allá del "yo soy", y más allá de la Conciencia.
Dicho esto, podemos empezar. Especifico que el nacimiento, en vuestra Conciencia, en el “Yo soy” (y del Êtreté, para muchos de ustedes), las estructuras llamadas Antakharana (o Canal Marial), permiten abreviar el poder Vibratorio destinado a vuestra garganta. Podemos empezar.
Pregunta: Soy incapaz de soltar una pregunta.
Si no hay ninguna pregunta, entonces esto llama a una sola respuesta: olvídate. Buscar una pregunta es, ya, una proyección (necesaria porque, solicita mis cuidados). Si nada aparece en un espacio de proyección, si el espacio de tu mental permanece (y queda) vacío, inevitablemente, este vacío desembocará en la respuesta misma. La pregunta no hace más que traducir el significado de una interrogación. La respuesta (incluso más allá de lo que puedo decir, más allá de lo que se puede leer), se resume en una sola pregunta: ¿quién soy, más allá del “Yo soy”? Y mientras hay un "quién", hay un sentido de identificación y, por tanto, una proyección y, en consecuencia, una negación del Absoluto. Porque el Absoluto no es una persona, si bien la bolsa está ahí, y si la vida actúa por sí misma, incluso si deja desarrollar lo que se dice, sólo en el punto donde toda mirada y toda observación, deja espacio y el Absoluto, Es. Te invito (ya que no tienes preguntas) contestar a mi pregunta, cuando Yo vuelva: "¿quién eres tú?". O, si lo prefieres: "¿tienes la sensación de ser una persona?"
Pregunta: Varios intervinientes nos dicen que hay que hacer una elección: o bien dejar al Absoluto revelarse, o dar la vuelta a una Dimensión (como por ejemplo la de nuestro origen estelar). ¿Es qué todavía podemos elegir? o es que ésta elección ya está establecida (incluso, antes de nuestra vida). ¿Además si hay elección, como estar seguros, en el fondo de nosotros mismos, que se está listo, entre comillas, para ser Absoluto o es que uno tiene sed de experiencias?
El Absoluto no conoce esta vida ni ninguna vida: él está fuera de la bolsa, deja a esta bolsa vivir. Desde el momento en que se siente una pregunta, con relación a lo lineal y temporal, por supuesto, no hay Absoluto. Desde el momento en que la conciencia está en un "yo" o "Yo soy" (en la creencia de una encarnación), hay persistencia de la experiencia. Y así, la manera en que formulas tu propia pregunta, permaneces bajo la influencia de la ley de causalidad y, por lo tanto, tu conciencia es proyectada. Una vez más, no hay ningún juicio, sino simplemente el hecho de atraer tu Conciencia sobre lo que ella viene de emitir. El Absoluto siempre ha estado ahí. Es la proyección de la conciencia que te distancia. Creer en esta vida (creer en lo que eres y lo que experimenta) te coloca, irremediablemente, en el "Yo" o en el "Yo soy”. Entonces, el "Yo soy", como con las capas de cebolla, a veces es necesario. Pero se debe estar consciente que el “YO” (es juego) de la Conciencia, es solo repetición, proyección y aspecto externo. Se debe soltar, también, eso. El Absoluto no es una evolución. La evolución pertenece a la “Yo” y al “Yo soy”. El Absoluto no está concernido en ninguna evolución, ni mejora, ni transformación, ninguna Vibración: es el Estado que está más allá de la Conciencia y más allá de todo Estado. Si por un instante, el cuerpo no es ya percibido, si, por un momento, la mente no es más activa, o, por un instante, cesan las Vibraciones, alcanzas el estado llamado Maha-Samadhi o Turiya, dándote a vivir la experiencia de la Infinita Presencia (ya sea, entre nosotros, ya sea con entidades más allá de este plano), que conducen, gradualmente, a realizar la disolución. En ningún caso, esto puede ser una opción liderada por el consciente, ya sea en el "Yo" o el "Yo soy." Es cuando sueltas el “yo”, cuando sueltas el "Yo Soy", y aceptas desaparecer por completo, es que se produce la liberación. Sin eso, no hay liberación. Mientras creas ser, no puedes Ser en el No-ser. No puedes establecerte Absoluto. Por lo tanto, siendo parte involucrada de una evolución, de una transformación, una Vibración, vives en el reflejo (en esta proyección denominada conciencia), y mientras haya una conciencia moral, una conciencia del “Yo soy” como del "Yo soy Uno" (que, sin embargo, ha sido, para muchos de ustedes, pasos importantes, con un sentido importante de una misión importante). Pero, entiende que no hay ninguna misión. Mientras busques un significado en la Encarnación, y un significado en cualquier espiritualidad, permaneces en el "Yo soy" en la ilusión y lo efímero. Ser Absoluto no puede ser, en ningún caso, una creencia o un Estado. Sólo alguien que lo realiza, más allá de cualquier Realización, lo sabe. Como dijo el comandante (Mikaël Omraam AIVANHOV), estando encerrado en una bolsa (que él llamó pecera), ¿cómo quieres conocer lo que está fuera de tu pecera?, sea cuál sea ésta. Sólo la conciencia puede creer encontrarse. Ella no se encuentra nunca, ya no hay nada a buscar.
El trabajo que ustedes han logrado en el “Yo soy” para instalar lo que llaman Canal Marial (acceso a la multidimensionalidad) no es, en todo caso, el objetivo. Este objetivo es temporal, transitorio y efímero y, en ningún caso, los hace salir de lo efímero. El miedo es la fuerza motriz: el miedo a la pérdida de la individualidad, a la pérdida de la personalidad, el miedo a la nada. Desde vuestro punto de vista, lo que llaman nulidad, vacío, es absurdo. Desde nuestro punto de vista, es la bolsa, lo que es absurdo. Los puntos de vista no son los mismos. Cada uno tiene su Verdad. Pero hay una verdad Absoluta. Por supuesto, todos los principios existentes en este mundo, en esta bolsa de comida, bolsa de pensamientos, tienen una lógica que le es propia, basada en la dualidad. Otra mirada les hizo sumergirse en la Unidad (más allá de la dualidad), e introducirse en espacios de no dualidad, haciendo el pasaje del "Yo" al Sí. Ahora, queda el pasaje al no Sí, que les recuerdo, en lo único Absoluto y Eterno. Es la solo Realidad. Pero mientras estés, (en lo que llaman) un camino, no puedes revelar lo que Eres, más allá de ser. No puedes perpetuamente, continuar. Y este perpetuamente no es infinito. Se repite como un círculo que gira sobre sí mismo (o un espiral), si prefieres, desde el momento en que sales el encierro inicial. Si tanto he insistido en el hecho de que no eres esta bolsa, que no eres ninguna de las reglas que adoptas, es ahí que está el problema: pero la conciencia (la tuya, estés donde estés), aplicas reglas. Estas reglas han ayudado a construir algo. Si tomo el ejemplo, es como cuando vuelcan el concreto: debe haber un encofrado. Miras el encofrado y permaneces el encofrado. Observas la construcción de lo que fue el encofrado, con un sentimiento de solidez llamado Samadhi; el Sí. Pero en definitiva, no hay ningún encofrado o concreto, ni nada de lo que piensas, percibes, sientes, o imaginas.
Pregunta: La conciencia del Yo claramente se extingue y el vacio se presenta furtivamente (y también la pérdida de la Presencia). La mente se agita también en forma aguda, así como mis ojos (en estado meditativo). ¿Cómo permanecer en el vacio sin moverme?
La respuesta está en la misma declaración de tu pregunta. Cuando se produzca ese estado (que se llama, Infinita Presencia o Ultima Presencia), acepta dejar de mirar y observar. La aniquilación total de conciencia debe recordarte lo que sucede cuando tú duermes: el mundo desaparece, desaparece el observador. Naturalmente, tan pronto despiertas, olvidas eso. Excepto, quizás, los primeros momentos del despertar en que no sabes quién eres o en qué mundo estás. Si recuerdas este estado, si eres capaz de ver en Ti, en este momento de despertar (que es, de hecho, un adormecimiento), entonces habrá continuidad. La Infinita Presencia, del observador, que vive la Presencia en el "Yo soy" desaparecerá por sí misma. Esto no es un pasaje, pero es un contacto. Porque en este momento, no hay más cuerpo, más mental: queda el observador, el testigo. Incluso éste debe aniquilarse. Por supuesto, la mental (como dije) tiende a manifestarse en estos momentos. Si eres Absoluto con una forma, en ese momento, habrá pasajes (del "YO" al Sí y del Sí al Absoluto). Pero la primera vez no es un pasaje. Por lo tanto, no hay referencias a buscar en lo que estás experimentando, pero haz, desaparecer eso que vives, por la refutación misma. Al detenerse la proyección, y la iluminación, desaparece el mundo. Y por “mundo” quiero decir, tanto el mundo exterior, como el mundo Interior. Ahí es Absoluto. Y si entendieras, en este momento (en el momento que sea), que siempre ha estado y que sólo la perspectiva de tu posición (desde el punto de vista) te ha impedido de revelarlo. Esta especie de aniquilación (el gran vacío), que puede experimentar la personalidad (la desaparición y la disolución total), es Absoluto, sin importar el devenir o el futuro de esta bolsa de comida, como de pensamientos. Pero ya no hay que observar, ya no hay que mirar. En esta desaparición, está la Verdad. Hay sólo una: ella es Absoluto. El resto son sólo proyecciones, dándoles a vivir, a creer y vivir experiencias. Esas experiencias son fuente de placer y fuente de enriquecimiento. ¿Pero cómo es que lo que es perfecto desde siempre, pueda ser enriquecido, por quién sea, si ya eres Absoluto? El observador debe apagarse, como la luz se apaga. Cuando la Luz se apaga, no hay más proyección. Solo está el Amor. Pero no Amor como el que proyectan, esperan o lo reciben: se pasa del Amor proyección-recepción, como Amor, ustedes mismos. Entonces el Absoluto, está ahí. La Onda de vida (su propagación, su Liberación) les ha llevado, colectivamente, a vivir lo que en mi tiempo no era viable colectivamente. Allí está la gran diferencia. Cuando los Ancianos les hablan sobre la Liberación, de la liberación de las ilusiones, lo que les permite ver la Luz, a vivir la Luz, y hacer desaparecer lo efímero. Todo lo que es efímero y conocido no puede ser la Verdad. Es muy difícil para el "yo", como para el "Yo soy" representarse cualquier cosa. Como alguien se los ha dicho, tu Reino no es de este mundo. Y sin embargo, ahí estás.
Debe cesar también el experimento, mismo. No es cuestión de terminar la vida, sino vivir la vida, algo que pueden lograr y Ser, mientras lo proyecten sobre cualquier relación, la que sea. Porque no son libre. Por supuesto, la personalidad les dirá que ser libre, es renunciar a la encarnación: y que es una tontería. Sean libres y esta bolsa irá muy bien. Ella no se detendrá. Vivirá la Libertad porque no estará ya más condicionada, ni por vuestra historia, por ninguna creencia, ni por ningún velo. Es entonces (y solo entonces) que serás libre y autónomo, en su totalidad. Mientras exista el mundo, no eres libre. El principio de la Libertad, en este mundo, fue totalmente alterado, con una frase que, sin embargo ustedes pronuncian siempre "amanse los unos a los otros". ¿Pero qué es, lo que Ama uno o el otro, si no son apegos? Porque mientras hay un otro, estás separado, incluso si predican la Unidad. En primer lugar, es necesario no estar separados. El otro no existe más que tú. Y sin embargo, ustedes están presentes. Es la mirada que debe cambiar. No tienen que matar el uno al otro. Simplemente, moverse, colocarse allí donde es necesario: en lo que no es efímero, ni condicionado ni condicionante. Entonces, cuando son Absoluto, esto está claro. No son palabras anodinas, sino la verdad absoluta de lo que Son. Las palabras que he utilizado (como el cambio de perspectiva o punto de vista) ya no son exactamente lo que está sucediendo. Pero mientras estás encerrado en la bolsa, no puedes, así mismo, aprehenderlo, concebirlo o incluso vivirlo. Repito que la refutación no es negación, ni oposición, y mucho menos una reacción. Esto no es un juego mental. Mientras adhieran a alguna frase, a alguna creencia, a algo efímero, no son Absoluto. El problema es que el "Yo" y el Sí, están, convencidos de que el Absoluto es la negación del "Yo" o del “Sí” (su aniquilación). Pero esto no es cierto. Su refutación no conduce a su negación, aunque él lo sugiere, y encontrará todos los pretextos para distanciarlos del Absoluto: es su papel y es su función. No es por nada que, han sido llamados, algunos de ustedes, los Libertadores. Pero los Liberadores no son salvadores o rescatadores. Y son menos aún los Testigos. Ellos son Transparentes. Transparentes en ¿qué? En este mundo. Nada interferirá en ellos, incluso si pueden demostrar una personalidad. Pero su personalidad no es la personalidad de quien está en el “Yo soy”. Porque uno sabe que el juega, y el otro no lo sabe. Lo que explica, sin duda, de la misma manera, que hubo una comparación (una confrontación, en ti, como al exterior de ti, en este mundo) entre el “Yo” y el “Yo soy” (o “Yo” y “el Sí”). De la misma manera, que hoy en día, algunos de ustedes viven la ruptura con los últimos vínculos. ¿Y Cómo llaman a eso? Si Son Absoluto, no lo nombran. No lo ven. Si estás en el "Yo soy", puedes ponerle todos los nombres que te pasan por la cabeza. Pero eso no cambiará nada. Si hoy estás en el "Yo soy", hay, en Ti, la necesidad de experiencia.
No conciban jamás al Absoluto como objetivo porque eso los aleja. Este Absoluto, es independiente de ti, sea que estés en el “Yo” o el “Yo soy”. Sobrepasa eso. Sal de esta historia que hay algo que buscar, que hay algo que encontrar. Muchos de ustedes, han anclado la Luz. No han sido felicitados lo suficiente, porque han cambiado la naturaleza del "Yo" hacia el "Yo soy". El “Yo soy” es Libertad, pero no es Liberación. Es el punto de vista: ¿es qué existe Conciencia o no Conciencia? El absoluto no puede ser afectado por emociones, lesiones o muerte porque lo que él sabe muy bien, es que ni la emoción ni la lesión o la muerte, nunca existieron. ¿Esto apela, aún más, a saber: desde dónde miras? ¿Miras desde esta bolsa, de este mundo o no? Creer que mirando desde el mundo, les permitirá extraerse, es una ilusión. La evidencia: es un evento calificado de exterior (que la nombren la Ola Galáctica, Cósmica, Solar, poco importa) que viene ayudarles, así hayan hecho el trabajo. Si no hubiera esto, deberían esperar hasta el final de esta bolsa personal para ser Liberados, siendo Liberados vivos. Pero mientras conciban que existe un apego a esa bolsa, a vuestros pensamientos, y vuestras acciones, a alguien (no importa quién), no pueden ser Liberados. Y eso se ha llamado de diferentes maneras: Abandono del Sí, Renuncia, Sacrificio, Resurrección. Pueden pegarle todas las palabras, todos los conceptos, pero ustedes no son un concepto.
Pregunta: En mi no hay preguntas, eso no es un problema. Quiero vivir, pero los pensamientos están ahí. ¿Refutarlos será suficiente para alejarlos?
Los pensamientos son lo que son. El momento en que se interactúa en este mundo, en esta bolsa, el pensamiento está presente. Es diferente vivir el Absoluto, con una forma que manifestar la personalidad y sus pensamientos, en la vida cotidiana. El que es Absoluto verá que hay pensamientos. Estos pensamientos no se prenderán, ni de la personalidad, ni del Yo soy y mucho menos del Absoluto. El pensamiento pasa, por lo tanto, no hay nada que superar: sólo verlos pasar. Porque el Absoluto muestra, que los pensamientos no vienen de ti. Ellos nacen y desaparecen, como las preguntas y respuestas. Son sólo juegos de interacciones y reacciones. Lo importante es, si tú te sometes a tus pensamientos o si tus pensamientos solo pasan sin someterte. No les des importancia: refútalos. Pero esto no les hará desaparecer porque ¿cómo vas comer si esta bolsa no te dice que comer? El pensamiento de un apetito o un comportamiento, va a estar ahí. La calidad de pensamientos, después del Absoluto, con una forma, no te condicionará más. Pero mientras concibas permanecer atados a esta bolsa, a vuestros pensamientos, y acciones a alguien, no importa quién, no pueden Liberarse. Los pensamientos, sirven para nutrir la bolsa de esta vida, pero ellos no son tú. Ellos subsisten, sea lo que sea que hagas, excepto en Samadhi, y en momentos en que te instales en Absoluto, con esa bolsa. No des importancia, y no lo reniegues: deja pasar y permanece tranquila. El pensamiento de quién es Absoluto, no tienen ninguna acción, sino es de permitir que esa bolsa viva el tiempo que tiene que vivir, eso es todo. El que está sometido a sus pensamientos, cree que debe actuar según éstos. Y va a llamar a eso intuición. No tiene nada que ver con la rectitud o falsedad del pensamiento, sino simplemente: ¿pero qué peso le atribuyes tú? Qué lugar das a tus pensamientos. Mientras haya un “Yo” mientras haya un “Yo soy” estas sometida a tus pensamientos, salvo en el estado de Samadhi. Es el mismo principio para el que es Absoluto, y que ve donde está el encierro, donde está el “yo” o el “Yo soy” para sí como para el otro. Pero no es parte involucrada, ni es más el observador. Él los deja pasar. Y se sirve de ellos si son útiles para esa bolsa. Pero en ningún momento está sometido a ellos, ni incluso afectado. El Absoluto, en una forma puede aullar. Es lo que cambia en algo lo que él Es. Para el que escucha, sí. Pero no para el que emite. Porque el que emite, está en otro punto de vista, más allá de todo marco, de toda referencia, de toda creencia y todo condicionamiento. Es la diferencia entre la Verdad relativa y la Verdad Absoluta. Como ustedes dicen en occidente” Mi Padre y yo somos Uno” lo que hacen al más pequeño de entre ustedes, es a mí que lo hacen. Esta Verdad es Absoluta, sea lo que se que piensen y lo que sea que emitan. Porque el que expresa, no es quién está en reacción. Juega en la interacción, pero no es afectado, contrariamente a ese que vive el “yo” o el “Yo soy”
Pregunta: Cuando algo grande de este mundo nos interesa, es justo buscar participar nuevamente: ¿o dejarse llevar por el flujo de esta desinversión?
Cada Absoluto en la forma, cada Ultima Presencia en una forma es diferente. La Conciencia, espontáneamente, se extingue. Por supuesto, el que está establecido en la personalidad vivirá eso con horror. Vivirá el miedo a desaparecer. Es el que es Absoluto, ya sabe que nada desaparece, excepto ese cuerpo y el mental. El desinterés debe ser una alegría extrema. Porque el que es Absoluto no está en la falta de interés, sino que su punto de vista, Absoluto, le da a ver que es una ocupación, relacionada con la presencia, y la aparición de esta bolsa en esta vida. Pero él no es esta viva ya que es; La Vida. El matiz y el talle están ahí. Algunos pueden vivir esta aniquilación. ¿Cómo puedes resistir? ¿Puedes tú oponerte a tu muerte? ¿Eres capaz de oponerte al Absoluto? Todo está ahí. Mientras te opongas, hay resistencia. Y si hay resistencia, hay dualidad. Pero a veces, la "YO" y el "Yo soy" son malignos, porque van a hacerte creer que eres Absoluto, para tener Paz. El que es Absoluto lo sabe, sin duda posible, sin pregunta y sin respuesta, porque simplemente se da cuenta de que esto siempre ha estado ahí. Que no existe diferencia entre un antes y un después. Toma conciencia, haciendo conciencia. Claro que el que está en el “yo soy” no puede acercarse, a la comprensión de estas palabras. Y corre en círculos. El Absoluto no se pregunta por el interés o falta de interés. Él va a dejar Ser, y hacer la vida. Que no significa, estar en la falta de interés o no acción. La acción es impulsada por la “yo” o el “Yo soy”, pero sabe que no es él. Aquí encontrarán también, la noción de punto de vista. ¿Quién eres? ¿Quién hace qué? ¿Quién reacciona y actúa? Esto es lo que debes resolver. Pero cuando esto se resuelve, con estupor, ves que siempre ha estado ahí. No ha aparecido el buen día. Eres tú quién se ha alejado, por miedo, por apego, por resistencia, o por adhesión a creencias. Lo único que no pueden ver es a ustedes mismos. Lo que ven son sólo proyecciones, historias, memorias, e ilusiones. Por lo tanto, revelar eso, no pone fin a la bolsa, pero te cambia radicalmente el punto de vista, te coloca más allá de las leyes de este mundo. El Absoluto no conoce ninguna ley. El Es amor, pero no el amor que te imaginas.
Pregunta: ¿La Onda de vida tiene por rol suprimir el observador?
Desde el instante donde no hay más resistencia, desde el instante donde el miedo desaparece, desde el instante donde el sentido de un rol, de una misión o de una función desaparece, la Onda de Vida no es vista, ni vivida: ella es tu propia naturaleza. Así pues, sobrepasando y trascendiendo la percepción de la Onda de Vida, que se traduce por el Éxtasis (que no tiene nada que ver con un deseo o un placer), en ese momento, la Onda de Vida conduce a la Infinita Presencia. Su despliegue y su superación te hace realizar, dentro del “Yo soy”, que tú eres el no Sí. No antes. Es pues, de algún modo, lo que ustedes pueden nombrar una forma de preparación, una anticipación de lo que ustedes son, en Verdad. Sin Onda de Vida, no están Liberados, están Realizados. Ustedes serán Liberados, en un momento colectivo poniendo fin a la ilusión colectiva. Pero las circunstancias no son las mismas según que el Absoluto es lo que tú Eres o según que tú crees perseverar y permanecer hasta ese momento. Tienen que, efectivamente, olvidarse ustedes mismos, desaparecer, totalmente. Eso no quiere decir no hacer nada más, sino dejar hacer. Es la no implicación, en el sentido más noble, no como una negación, no como el hecho de rechazar, sino, de no estar en el mismo sitio, de cambiar de punto de vista. Porque vuestro punto de vista Absoluto, no estará más ligado a esta bolsa, a esta persona, a sus condicionamientos, a sus heridas, a su historia sino más bien a otra cosa. Pero mientras ustedes creen buscarlo, no lo encontrarán. Es todo el resto, que se llama efímero, que debe desaparecer. No es una acción, yo diría que es una no acción, pero esta no acción no les impide actuar en la vida. Ella les revela, simplemente, quienes ustedes Son, más allá del ser, más allá de esta vida.
Pregunta: ¿La Onda de Vida es la trama del Absoluto, de lo manifestado y de lo no manifestado?
Ella es la trama, el soporte, la manifestación como la no manifestación. Efectivamente. Y eso tiene por nombre Amor. Pero no el Amor vivido en el seno de la corona radiante del Corazón sino el Amor que no tiene más ninguna noción de persona, de ser, de individuo, de historia. Es el Absoluto. La Onda de Vida contribuye a la desaparición de la persona. Porque esta persona no está más identificada a cualquier miedo, a cualquier límite, a cualquier rol, a cualquier misión, porque todo eso fue superado y trascendido. No hay más ningún sentido del “yo”, lo que no quiere decir que el “yo” desaparece. La Onda de Vida, como ustedes saben, está ligada a la Liberación de la Tierra y del Sol. La Tierra misma es una proyección, o una emanación, como eso se les fue dicho, unida en resonancia y en espejo a Sirius. Pero ¿qué es Sirius, para el Absoluto? Una historia más, una leyenda más, una memoria más, incluso libre. Cambien de punto de vista, aquí también. Volverse la Onda de Vida, no es mirarla vivirse, es, aquí también, superarla para trascenderla. Porque en ese momento, ustedes viven la Esencia de quienes ustedes Son, dentro de esta bolsa, más allá de la bolsa, es decir el Éxtasis, que no tiene nada que ver con la Alegría. El Éxtasis es vuestra naturaleza. La Alegría es una proyección. No vean ninguna noción negativa, es simplemente un punto de vista diferente.
Pregunta: Viví un comienzo de disolución con un amigo. La sorpresa y la incomodidad me hicieron retraer. ¿Puede usted aclararme?
En el enunciado mismo de tu experiencia, ¿qué pasó? El miedo estuvo presente. Lo que tú llamas, púdicamente, una incomodidad, es un miedo de la propia desaparición del “yo” y del “Yo soy”. Eso señala un apego a la forma, un apego a una identidad. Mientras haya un apego a una identidad, no pueden ser el otro. Entonces no puede haber disolución. Pueden comulgar pero no pueden disolverse, porque ustedes mantienen el sentido de una presencia, el sentido de un observador, no aceptan volverse el otro, que ustedes Son, en Verdad. Mantienen una separación. Eso forma parte, efectivamente, de la experiencia. El Canal Marial, y María, u otros Arcángeles, no son ustedes. Ustedes viven las Comuniones que los acercan al Éxtasis pero mientras no sean el otro, mientras que el sentido de una identidad no haya desaparecido, ustedes, todavía, están observando, son el Testigo. Volverse el otro no es un juego de palabras, ni una creencia. Es lo que ustedes Son, en Verdad, desde siempre. Para eso, hay que dejar el sitio, el sentido de la Recepción. Pero esta Recepción no es la persistencia de ese que recibe sino la desaparición de ese que recibe, que acepta volverse el otro, que no es más, pues, el otro, si no que es el mismo. Mientras que hay miedo, hay resistencia. Porque eso quiere decir que ustedes están apegados a vuestra historia, a vuestra persona, a vuestro cuerpo y pues que hay ego y resistencia. Incluso eso no tiene que ser juzgado sino, simplemente, ser mirado. Todo sentido del “yo” debe desaparecer. La Onda de Vida, la Comunión, la Fusión, la Disolución, el Fuego del Corazón: todos esos efímeros están destinados a facilitar, como lo dije, la tarea. Hasta el momento donde ustedes se dan cuenta de que no hay ninguna tarea. La única tarea, es ustedes mismos. No son más que juegos de proyección. Y ustedes adhieren a eso, permanentemente. Pero las experiencias llevadas a cabo, por su intensidad y por su novedad, pueden conducirlos a soltar eso, es decir a no ser más el Testigo, el observador. A no ser más ustedes, a volverse el otro y, finalmente, darse cuenta que no hay ni uno ni el otro. Y ahí, el Absoluto Es. Ven por fin, claro, más allá de toda visión. Porque ustedes son Transparentes. Siendo Transparentes, no pueden interactuar con quien fuere. No son más afectados. Entonces, para algunos, eso va a traducirse como un sentimiento de desaparición, de anestesia, o de hiperestesia. Pero no se detengan allí, tampoco, a eso: vayan más allá. Vayan hasta el final, hasta que vivan que no hay ningún final, ni incluso un comienzo, y todavía menos un fin. Porque ustedes son lo que estaba ahí, antes del nacimiento, después de la muerte, que ha estado siempre ahí, antes de la existencia de los planetas, de las estrellas, de las Dimensiones. Ustedes son eso. Pero ser eso, es poner fin a las ilusiones, a todo lo efímero, a toda creencia que ustedes evolucionan, que deben mejorarse, que tienen algo que conducir. Pero ser Absoluto, no les impide conducir sea lo que fuera. Simplemente, aquí también, miren: es el punto de vista que no es el mismo. O ustedes están encerrados. O están Liberados. En una primera vista limitada, eso no cambia nada. Pero desde luego que eso no cambia nada, porque el Absoluto no tiene nada que cambiar. Puesto que, como lo dije, ha estado siempre ahí, antes incluso que ustedes existieran en una bolsa. Vivir eso, es superar y trascender toda historia, toda memoria, todo miedo, todo sufrimiento, toda muerte, sin ocuparse de ellos. Es restablecerse en lo que ustedes Son, de toda Eternidad.
Pregunta: No teniendo preguntas, puedo recibir lo que tú tienes para comunicarme.
Lo que tengo para decirte no es una comunicación. Es, como lo he dicho en el preámbulo, una Vibración, mucho más allá de todo sentido inteligible, mucho más allá de toda experiencia y de toda percepción que te es propia. Si tú no te pones más en la posición de ese que escucha, en la posición de ese que entiende, sino solamente más allá de todo observador, hay una resonancia que se crea dentro de este mundo, entre tú y yo, hasta el momento donde tu punto de vista te hace vivir que no hay tú ni yo, provocándote que vayas más allá de la mirada, más allá de la historia, más allá incluso del instante presente. Desde el instante donde toda señal cesa, entonces el Absoluto está ahí. No es pues una comunicación, porque la comunicación parte de un punto a otro. Es eso, en apariencia y solamente en apariencia, porque hay una señal que es emitida, de donde yo estoy, a ahí donde tú estás. Y esa señal que es emitida de un punto a otro, hay resonancia, pero hay también interpretación. El sentido mismo de la resonancia, la interpretación misma, debe dejar sitio a la vacuidad, primicias del Absoluto. En un primer tiempo, tú observas, escuchando o entendiendo, como yo lo dije. Pero si aceptas ir más allá de eso, te darás cuenta que no hay un punto y otro, que no hay distancia, que no hay comunicación, ni incluso relación. Hay Absoluto, desde el instante donde cesan el Testigo, el observador, y la observación misma. Desde el instante donde consideras que no hay más sujeto ni objeto, y todavía menos, dos sujetos. En ese momento, no hay más nada que comunicar. El Absoluto no comunica, pero, para ese que está en lo limitado, eso puede llamarse una comunicación, con las palabras, con las Vibraciones, con las preguntas y las respuestas. Pero, luego de eso, en definitiva, hay Absoluto, que no es ni función de la pregunta, ni de la respuesta, ni de uno ni de lo otro, ni del sujeto, ni del objeto, ni de lo que es transportado por la Vibración.
Pregunta: En la expresión “el cuerpo, el alma, el Espíritu”, ¿qué es el Espíritu y cuál es su relación al Absoluto, si hay una?
El cuerpo es la bolsa de comida. El alma y el Espíritu son bolsas que permiten la experiencia y la proyección. El Espíritu sería el “Yo soy”. El Espíritu no puede conducir al Absoluto, puesto que incluso ese Espíritu debe ser entregado al Absoluto: “Padre, yo entrego mi Espíritu en tus manos”. Es el abandono de toda voluntad propia, de todo sentido de identidad, de todo sentido de identificación, de toda veleidad de encierro, de limitación. El cuerpo, el alma y el Espíritu representan una Unidad. La Unidad no es Absoluta porque el Absoluto contiene tanto la Unidad, como la Fuente, como todo el resto. Así pues, lo que tú Eres puede ser condicionado por el cuerpo, el alma y el Espíritu. Porque cuerpo, alma y Espíritu necesitan un observador, un Testigo. Si eso desaparece, el Absoluto es. No antes. No puede existir cualquier relación, cualquier resonancia, pero se puede decir, sin embargo, que el cuerpo, el alma y el Espíritu están incluidos, de algún modo, en el Absoluto. Todo depende, aquí también, del lugar (que no es un lugar) donde te colocas. O tú te localizas, o tú no estás más localizado. Es la desaparición del observador: el momento donde se llega a vivir la no conciencia o a-conciencia. La conciencia concierne al alma y al Espíritu. La no conciencia o a-conciencia, no está concernida más por el cuerpo, el alma, y el Espíritu, en cualquiera de sus experiencias (encerrada o no).
Pregunta: Yo siento una especie de adormecimiento y cuando le pregunto a mi mental: “¿quién soy yo?” se pone cada vez peor al responderme. Al contrario, si le hago repetir: “yo soy Absoluto” no lo veo turbarse, pero, por tanto, no veo subir la onda de Vida.
Pero, ¿cómo puedes imaginar dirigirte a tu mental? ¿Crees que es él que va a hacerte vivir el Absoluto? Él va a hacer todo para alejarte. Va a hacerte balbucear: “yo soy Absoluto”. Y eso puede durar una eternidad porque consideras que es tu mental que va a conducirte a ser lo que tú Eres. ¿Cómo puedes creer, o incluso imaginar, algo así? La refutación no es una afirmación. No es porque vas a repetir: “yo soy Absoluto”, que vas a serlo porque, ¿quién repite, si no es el mental? La refutación no tiene nada que ver con eso. Refutar lo efímero es la solución. Pero dirigirte, tú mismo, a tu propio mental, es una inversión total. Es decir que tu “yo soy” se dirige a tu “yo”. ¿Cómo, en ese sentido, podría existir cualquier Absoluto? Mientras que haya esta búsqueda, mientras que haya esta creencia, ninguna onda de Vida puede aparecer. La única manera es Abandonarte a ti mismo. La única manera de Abandonarte a ti mismo es la refutación, y no la afirmación. Afirmar: “yo soy Absoluto”, tal como lo dices, es la demostración perfecta que tú no eres Absoluto, cuando es lo que tú Eres. La afirmación mental (como dirigirse a su propio mental) no quiere decir nada y no implicará ninguna modificación de lo que fuere porque el lugar donde te colocas es deliberadamente el “yo” o el “Sí”: ese “yo” o ese “Sí” que se dirige a sí mismo. El pensamiento positivo queda un pensamiento. Este pensamiento positivo actúa en el cuadro del “yo”, pero ningún “yo” te hará descubrir lo que tú Eres. La prueba, es que tú no lo vives.
La Onda de Vida requiere soltar el pensamiento positivo, es decir la voluntad. Mientras que desees y creas algo, eso no llegará nunca porque estás todavía en una perspectiva lineal de creer que hay una evolución, que hay algo a mejorar y te pones tú mismo en distancia, creando un objetivo ilusorio, un camino ilusorio. Desde luego que la onda de Vida no puede nacer en esas circunstancias. No puede nacer más que si te Abandonas, primero a la Luz y a continuación, a ti mismo. Tú buscas colocarte en observador pero no es incluso el observador o el Testigo del Sí, sino del “yo”: tú te espejeas, tú mismo, en ti mismo. Hay, a ese nivel, lo que ustedes nombran una herida narcisista. Esta herida narcisista te hace considerar que es el “yo” que debe vivir la Luz y que hay algo que incorporar, manteniendo el “yo”. No puedo decir más que ya he dicho: olvídate. Mientras que te creas ser una persona, la resides, y, siendo una persona, hay una separación, una división, un alejamiento que no existe más que en tu mental. Entonces, ¿cómo puedes dirigirte a tu propio mental? Vas, más bien, en el sentido de la confusión. Si tu mental está confuso, eso quiere decir que rinde las armas. Tú lo observas, por un momento, rendir las armas y tú lo realimentas, al instante después, repitiéndole: “yo soy Absoluto”. Puedes repetirlo mucho tiempo. El Abandono del Sí, es no ejercer más el menor pensamiento positivo, no querer más sea lo que fuere. Tú quieres hacer coexistir, en ese mismo punto de vista, el “yo”, el Sí y el Absoluto pero el Absoluto no puede ser, mientras que el “yo” y el Sí no han desaparecido. Tú no has desaparecido. Mantienes una forma de presencia, no tanto en calidad de observador que no ha desaparecido todavía, sino en lo que yo nombré esta herida narcisista. Intenta simplemente de recordarte lo que tú eras antes de tener el sentido de ser una persona, antes de tres años (Nde: la edad de tres años). Debes llegar al estado de sueño, es decir donde no existes más. Ahora bien, repetir: “yo soy Absoluto”, mantiene la Ilusión. Es tu mental que te ha dictado esta conducta, haciéndote creer que ibas a llegar. Pero eso es imposible. No puedo más que repetirte: olvídate y refuta. Refutar no es afirmar, una vez más.
Pregunta: Ser el receptáculo de mis Hermanas Estrellas, y Hermanos Mayores, y de los Arcángeles, y de ti, BIDI e irradiar vuestro Amor Absoluto, sin ninguna participación de mi voluntad y en ninguna dirección. Ser en mi Presencia sonora del Universo, sin agarrarme. Ser en la onda de Vida que me recorre, sin atribuirle importancia. Sentir el Amor de mi Corazón arder al Infinito. Seguramente que me queda la paciencia para volverme Absoluto.
Cuando tú dices todo eso, y cuando demuestras lo que vives, eso es la Última Presencia. Yo podría decir, simplemente, que habiendo observado y vivido todo eso, con toda la Alegría manifestable y manifestada, cuando tú has acogido, en ti, Ancianos, Arcángeles o a mí mismo, te falta hacer desaparecer (sin quererlo) el Observador que ha vivido y constatado todo eso. No hay nada más a emprender. Yo repito (como lo dijeron otros Ancianos): queda tranquilo, no quieras nada más, no decidas nada, deja instalarse lo que tú eres. Eso necesita nada más, de ti, que desaparecer, es decir de fundirte en un Anciano, en una Estrella, en un Arcángel, en mí, en quien tú quieras, en tu doble, en KI-RIS-TI, eso no tiene ninguna importancia. En ese momento donde se manifiesta lo que nombras una Presencia (en tu Canal Marial o en tu Corazón o los dos), olvídate. No estamos más solamente en la refutación sino en la desaparición del Sí. Ahí, tú eres lo que tú Eres, Amor Absoluto, sin ninguna duda posible. Desde el instante donde paras de hacer, desde el instante donde paras de ser, el mundo desaparece (como tú desapareces) y, cuando todo ha desaparecido de lo efímero, queda el Absoluto. Te tienes en la Infinita o Última Presencia. Queda sólo finalizar (si puedo expresar eso así) tu propia Presencia, hacer desaparecer el Testigo, el que vivió todas esas Gracias. Porque tú no tienes que vivirlas, solamente. Porque esa es tu Naturaleza: gracia Absoluta. Pues se te hizo sentir (por tus experiencias, por eso que tú me preguntas) que te falta rendir el último efímero (el Testigo, la Conciencia misma) justamente haciendo cesar toda proyección, toda idea, toda sensación, toda experiencia. En ese instante, y desde ese instante, serás lo que tú Eres, de toda Eternidad: Absoluto. Recuerda que hay pasajes del “yo” al Sí, del “yo” al “yo soy”, pero que no hay pasaje entre el “yo soy” y el Absoluto. Es la refutación del “yo” y del “yo soy” que deja aparecer lo que es, de toda Eternidad, lo que tú Eres, más allá del Ser, más allá de la Conciencia, más allá de toda experiencia. Si te detienes, si desapareces, entonces, Absoluto, tú apareces, porque eso no ha desaparecido nunca. Hazte la pregunta de ¿quién observó, quién vivió todo eso? Es el que ha estado inmóvil, más allá del Testigo y del Observador. Yo diría: traslada el punto de vista. Suprime tu mirada. No hay nada más que hacer, nada más que emprender. Eso se llama: “quedar tranquilo”, más allá incluso del Observador. La Infinita Presencia. Por el adormecimiento del cuerpo, por los Sonidos, por el Canal, por la onda de Vida, por el Fuego del Corazón, por la Kundalini (como yo lo dije), deben ser trascendidos, superados, dándote a Ser, más allá de todo percibido y de toda Conciencia, es decir en el no-Ser, lo que tú Eres. Eres, de algún modo, el soporte y la Esencia de todas las experiencias del mundo, como las tuyas. Si te agarras de eso, te despojas de todo el resto. Y ahí, verás que todo está ahí, ya, tanto lo que ha sido desarrollado, como todo lo que ha sido sintetizado, habiéndote conducido a vivir tus experiencias, a descubrir algunos estados. Hoy, se te pide ir más allá de todo estado, sin mover. Entonces, quedando así, sin esfuerzo, sin sentido del “yo” o del “yo soy”, serás agarrado por lo que tú Eres. Pero tú no agarrarás nada más.
Pregunta: ¿El Ain Soph es el Absoluto?
Se trata del Ain Soph Aur, más allá del Ain, más allá del Ain Soph. El Absoluto es el Parabrahmán. El Ain Soph es el brahmán. Se puede decir que el Parabrahmán (o el Ain Soph Aur) contiene el Ain Soph, o contiene el brahmán. Pero esos no son más que los conceptos, que las palabras. No dependas de las palabras porque toda palabra es un concepto, toda palabra es una proyección dentro de la Ilusión. El peligro del conocimiento está ahí: es tomar el conocimiento por lo vivido. Ningún conocimiento puede ser una vivencia sino la reapropiación de una vivencia, a través de una terminología, una lengua, un lenguaje, una creencia. Mientras que tengas necesidad de identificar (y de la misma manera, mientras que tengas necesidad de nombrar una persona, un concepto, una idea) el Absoluto no puede ser. El silencio de lo que se nombra, el silencio de los conceptos, como la desaparición de la persona, son los elementos esenciales que permiten al Absoluto (que siempre ha estado ahí, yo te lo recuerdo) desplegarse, revelarse porque eso es lo que tú Eres. Ningún concepto, ningún conocimiento, te conduce al Amor y además, en las Escrituras del occidente, eso ha sido dicho por numerosos místicos. El conocimiento es una proyección, está a la antítesis y a lo opuesto de la simplicidad porque todo conocimiento es una proyección y pues, pertenece a la Ilusión. No puedes conocer lo que tú Eres. No puedes encontrar lo que tú buscas. Sólo, desde el instante donde cesas el objetivo, la búsqueda (o imaginar que tienes algo que encontrar), desde el instante donde detienes los conceptos, ahí está el Absoluto. Hay que olvidar todo eso. Mientras que haya necesidad de nombrar, mientras que haya necesidad de referirse a sea lo que fuere, no puedes ser Absoluto porque la Conciencia está en acción y la acción de la Conciencia es de estar fuera del Absoluto, de apoyarse en el Absoluto pero, en ningún caso, permitir el Absoluto. Así pues, es esencial hacer desaparecer todos los conceptos, todas las creencias, todas las estafas de la espiritualidad, que no son más que extravíos, pasatiempos, diversiones. No es renegar de, porque, a menudo, es lo que les ha permitido llegar aquí. Pero aquí, ahora, para ser Absoluto, no hay ninguna parte donde llegar, ninguna parte donde buscar, ninguna parte donde encontrar. Es justamente el movimiento que debe detenerse, no como la expresión de una voluntad, ni de un mental, sino en el hecho de que todo se detiene, desde el instante donde tú no buscas más los conceptos, ni las palabras, ni lo que sea. Entonces, el Absoluto está ahí.
Pregunta: Usted me dijo: “hay etapas en la observación lúcida”. Yo acepto y refuto el mando de adherir a la necesidad del otro, que esto sea servir de víctima, verdugo o salvador. En testigo, yo me libero, a veces en paz, a veces todavía con inquietud de la víctima de mí mismo, poco importan los roles interpelados. Lo que está en juego es despojarme, de pasar por alto lo que ha formado parte siempre de la falsificación de las relaciones. ¿Tiene usted una advertencia para consolidarme en mi posición porque las pruebas son, desde luego, a cada instante?
¿Cuál es la pregunta? ¿Dónde está la pregunta? No veo más que afirmaciones. No veo más que los “yo”. No veo más que el sentido de una identidad: yo y el otro, yo y mi vida. Hay, indiscutiblemente, la voluntad de colocarse en el centro. Pero no el centro inmóvil: el centro que trae a sí y pues, en la instalación del Sí. Hay, de algún modo, un progreso. Hay, de algún modo, una progresión pero el Absoluto no puede ser, de ninguna manera, una progresión, ni una aceptación, ni incluso una superación. Olvida todo eso, olvida toda historia, todo sentido de una persona, todo sentido de una identidad. No tienes ningún medio (a través de esto) de ser Absoluto porque decir: “aceptar renunciar a sus propios sufrimientos” ¿eso hace desaparecer los sufrimientos? No, porque tú te colocas al mismo nivel. Esta lucidez, son las etapas pero ninguna etapa es Absoluto. Todo traduce, sin excepción, un cambio de mirada pero que te mantiene en el centro de ti, en el centro de una identidad. El Absoluto está al centro de todo pero no al centro de una identidad, ni de una persona. Hay (por eso, por esas palabras) el sentido de una afectación a sí mismo, la necesidad de una apropiación y no de una restitución: el miedo a desaparecer. Hay pues, algo que es mantenido, algo que no es soltado, algo que mantiene artificialmente el sentido de una presencia, el sentido de un “yo soy”, una conciencia. Todas esas etapas lúcidas deben ser refutadas. La refutación se acompaña de la onda de Vida. O entonces el Abandono del Sí es tal que el Canal Marial, las Presencias, están ahí, en ustedes como al costado de ustedes. Pero, para eso, el “yo”, el Sí deben desaparecer. Hay pues, de nuevo, más allá de los estados lúcidos, una forma de reposicionamiento en un centro que no es más tú, ni el “yo soy”, en un centro que está más allá de aquel que mira, de aquel que ha visto las etapas, de aquel que ha entendido, de aquel que ha comprendido. Ve más allá de todo eso y encontrarás la Paz: no esa ligada a una satisfacción o a una lucidez, sino al Absoluto. De una cierta manera, tú te colocas en distancia de lo que tú Eres, al centro, no de ti mismo, sino del centro de todo. Así, mantienes, sin quererlo, la distancia entre el Todo y tú. Es eso que hay que ver. Volverse Transparente, es no ser más, es no interferir más, es dejar establecerse lo que tú Eres.
Pregunta: La noche pasada, viví por primera vez la Eternidad. Era la Paz auténtica, la plenitud del silencio. ¿Eso es la Morada de Paz suprema, Shantinilaya? ¿Eso es el Absoluto? ¿O es todavía el Sí?
Shantinilaya es la traducción del Absoluto. Es, de algún modo, si puedo expresarlo así, la barrera ilusoria entre la Infinita Presencia y lo Último o el Absoluto. Es la coloración del Absoluto. Desde el instante donde se toca Shantinilaya, el Absoluto está ahí, realmente, para ti. Si eso es, vas a constatar que tú dejas este cuerpo vivir, estos pensamientos pasar, que sabes que no eres más afectada por lo que viven estas diferentes bolsas, porque tú Eres la Eternidad, porque tú eres Shantinilaya. Y ahí, efectivamente, la mirada ha cambiado. Las consecuencias serán múltiples. Observando las consecuencias, desde el “yo” o el “yo soy”, te aparecerá que no eres más afectada y también que podrás pasar, con una facilidad cada vez más evidente, de la acción del juego de la vida de este mundo, a la contemplación del Sí, a Shantinilaya, sin ninguna dificultad. Esa es la verdad Absoluta.
Pregunta: Oscilación. Eso me parece poco claro. ¿Puede ponérnoslo en una forma de Luz clarificada?
La mejor de las Oscilaciones que tú conoces es cada día: es el momento donde duermes y el momento donde te despiertas. Tú oscilas de una conciencia a otra cosa. Eso es una Oscilación. La Oscilación no concierne al Absoluto. Sin embargo, puedes encontrar elementos importantes que te permiten conceptualizar (pero no vivirla) la Oscilación. Es a veces, la Reversión (pasaje de un estado a otro) porque, en la Oscilación como en la Reversión, hay un punto de apoyo: el “yo” o el Sí. En el Último o en el Absoluto, no hay más ningún punto de apoyo, es toda la diferencia. No se Oscila en Absoluto: el Absoluto está ya ahí. Se Revierte o se Oscila del “yo” al Sí, atravesando una puerta, revirtiendo un triángulo elemental, revirtiendo el alma de punto de vista del cuerpo al punto de vista del Espíritu. Pero el Absoluto contiene absolutamente todo eso. No puede ser, en ningún caso, una Oscilación sino la interrupción del movimiento, la interrupción de toda dinámica, la interrupción de toda percepción y de toda sensación. La Oscilación es el mecanismo que conduce la Conciencia a vivir los diferentes Samadhi: pasar de la Conciencia ordinaria a Turiya, pero Turiya no es Shantinilaya. No es una Oscilación. Es justamente el momento donde todo es inmóvil, donde nada más puede Revertirse, donde nada más puede Oscilar. Es cuando la Presencia desaparece. Puedes asimilar eso a una Oscilación pero la Oscilación tiene un punto de apoyo. Incluso si es superponible. El pasaje del estado de vigilia al sueño puede ser llamado Oscilación pero, cuando tú estás en el sueño y tú te despiertas, ¿quién Oscila? Es el movimiento (si puedo decir) inverso. Hacer desaparecer la Oscilación, quedando tranquilo, permite ser Absoluto. Eso no es ni una Oscilación, ni una Reversión sino, más bien, la evidencia evidente que se manifiesta delante de ti y en ti, que no te hace más depender de una oscilación, de una alternancia, sino de lo que han sido nombrados los pasajes de uno al otro. Estos pasajes de uno al otro se manifiestan claramente como una percepción o una no percepción. Pero algo se movió mientras que tú no te movías. Esos son los pasajes del “yo” al Sí, del Sí al Absoluto, del Absoluto al “yo”, una vez que éste está ahí, revelado, una vez que tu punto de vista está dentro y no más afuera. La Oscilación no concierne al Absoluto. Cuando pasas de la vigilia al sueño, hay Oscilación. Cuando pasas del sueño al despertar o a la vigila, incluso si eso puede ser percibido como una Oscilación, eso no es más una Oscilación. Es un cambio de posición de la Conciencia, el paso de una Puerta.
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