jueves, 6 de marzo de 2014

Selén. Un impulso hacia la trascendencia. “Hildegarde de Bingen. La Estrella Repulsión llamó su atención fue sobre el hecho de que los nombres y las formas no deben atraer nuestra atención.” 4 de marzo de 2014. Con audio. ¡Compartir!!!

  

Audio
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¡Om Agnaye Namaha!

Bien hermanos, el objetivo de este texto es compartir algunas informaciones, algunos impulsos que fueron transmitidos ayer en la noche durante una comunión con la consciencia que irradia de un modo particular la Virtud del Espíritu Repulsión – que también fue conocida como Hildegard de Bingen. Ayer en la noche, aquí en las Tierras de Purina, nosotros realizamos una comunión con el Disco Solar Ramayah, que es el Disco Solar relacionado a la Virtud Repulsión. Y la Estrella, o la consciencia, que irradia esta Virtud manifestó su Presencia, en Vibración, y en la comunión algunas informaciones y algunos impulsos fueron entregados. A solicitud del Equipo entonces yo comparto con ustedes el contenido de la comunión.

El primer punto sobre el cual la Estrella Repulsión llamó su atención sobre el hecho de que los nombres y las formas no deben atraer nuestra atención. Los nombres y las formas no deben transformarse en objetos de la mente, objetos para fijar la atención. Y señaló la forma en que los objetos – en que los nombres y los conceptos se terminan transformando – el mismo concepto de la Virtud, o la misma idea de la consciencia que irradia la Virtud. Ella llamó la atención sobre el hecho de que cualquier consciencia, como todos nosotros, tenemos la capacidad de irradiar estas Virtudes; que para el contacto con una Virtud del Espíritu, cualquiera sea, no es solamente una determinada consciencia la que representa esta Virtud, lo que irradia esa Virtud. Dentro de determinadas estructuras vibratorias, diversas consciencias asumen esta función, diversas consciencias en su Presencia tienen una Virtud como su tono (nota). Y nosotros también debemos descubrir eso en nosotros.

Entonces, la primera cosa sobre la cual ella llamó su atención fue sobre la necesidad o impulso de transcender los nombres y las representaciones y descubriremos las Virtudes del Espíritu, así como la Virtud Repulsión, en todo. Ella señaló el hecho de que, por ejemplo, la Virtud de Repulsión, puede ser irradiada hacia nosotros, o venir hacia nosotros, a través de cualquier Presencia, no solamente la de ella – esta consciencia que nosotros conocemos como Hildegard de Bingen, - representa esta Virtud. Pero que esta Virtud es universal, y de la Consciencia Una.

El segundo punto sobre el cual ella llamó su atención, a través de un impulso emitido en la comunión, fue el de la necesidad de disolver los conceptos distorsionados con respecto de lo que es la Virtud Repulsión. La Virtud Repulsión es el reconocimiento en la transcendencia. ¿Y qué significa esto? Es el reconocimiento del Ser transcendente. No de un Ser extra-planetario, o un Ser extra-cósmico. Pero sí de un Ser que transciende todos los conceptos y todas las representaciones.

La Virtud Atracción, por ejemplo, es un reconocimiento del Ser inmanente, porque la Virtud Atracción es Resonancia. Entonces es el reconocimiento del Ser en todas las cosas. En la Virtud Atracción, la consciencia reconoce el Ser en todo y por eso la Atracción también es Resonancia, porque existe un reconocimiento del Ser en todo, todo es una faz del Ser. La Virtud de Repulsión es un reconocimiento del Ser transcendente a todo, más allá de cualquier representación. Estas son dos formas complementarias del reconocimiento.

La Virtud Repulsión – este fue otro punto sobre el cual ella llamó su atención – así como la Virtud Atracción, son una vibración que está muy presente en este momento en el Planeta, actuando a nivel del humano mismo. Ellas – las Virtudes Repulsión y Atracción – están siendo representadas de modo que puedan ser, aún, por el estado del ser humano ignorante, en donde la Atracción se manifiesta como atracción por la forma – y no por el reconocimiento del Ser en la forma – y la Repulsión como una repulsión a la forma – y no del reconocimiento del Ser más allá de la forma – lo que reafirma el estado de conflicto que ya estaba vigente. Entonces ella llama su atención sobre la necesidad de disolver estos conceptos distorsionados con respecto a la Repulsión.

La Repulsión es un impulso sobre el punto más profundo y ese punto más profundo es siempre más profundo. Es esta la vibración de Repulsión, es un impulso que conduce siempre más hacia al fondo, siempre perforando cada una de las representaciones del Ser que surgen; como un impulso de zambullida en ese Desconocido, hasta que se extinga lo conocido en este Desconocido.

Entonces en la comunión, la Estrella Repulsión transmitió estos impulsos, estas informaciones: a) la necesidad de transcender los nombres y las representaciones para reconocer las Virtudes en todo, inclusive en nosotros (porque todo en el Universo vibra con un determinado tono (nota) y estos tonos (notas) son las doce Virtudes del Espíritu, así como los doce Centro Planetarios, en fin, todo hace parte de la misma cosa); b) disolver los conceptos distorsionados con respecto a la Virtud Repulsión, que no en un rechazo, no es una forma de conflicto, pero es el reconocimiento del Ser más allá de toda forma, es el reconocimiento del Ser transcendente; c) y entonces, debido a que en este momento estas dos Virtudes – Atracción y Repulsión – están aún más fuertemente actuantes en el mundo humano, y se expresan, por lo tanto, de forma distorsionada, invertida, existe la necesidad de que nosotros mismos no alineemos con la Virtud Repulsión como un impulso para zambullirnos en lo Desconocido para extinguir el conocimiento en lo Desconocido.

La primera observación se une a la última de la siguiente manera: a medida que pasan a reconocer esta Virtud presente en todo, o sea, que miran un árbol transcendiendo la apariencia, transcendiendo la forma, transcendiendo el nombre, simplemente se abren a lo Desconocido, más allá de la forma que es percibida, de esta manera van viviendo esta Virtud de Repulsión e inclusive reconociéndola en ustedes mismos, en esta aspiración a lo Desconocido; una aspiración o entrega, como la que vivimos en los alineamientos, que es simplemente un estado de dejarse conducir, realmente, de entrega, de abrirse: “yo estoy aquí”, y permanecer ahí, por algunos momentos, entregados, con este firme impulso hacia lo Desconocido, más allá de toda representación.

¡Queden en paz! ¡Om Agnaye Namaha!

Selén

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