Es importante conectarse con el corazón y seguir su consejo, y recordar que algunas personas atraviesan experiencias en sus momentos actuales que requieren de empatía, compasión y comprensión, ya que estas experiencias tienen que ver con sus sentimientos en sus propias y respectivas formas. Recuerden el amor que yace en el centro de sus seres, y en los suyos, y dejen que sólo se exprese como lo desee. Algunos cambios que se producen en la vida de la gente son los que conllevan a una revalorización total de cómo se ven a sí mismos y eso puede ser un proceso difícil cuando se experimenta. En el centro de todos los cambios en la vida hay una lección de aceptación de que no todo puede seguir igual y que los acontecimientos que suceden dejan un vacío que nada puede reemplazarlo. En esto, sólo el paso del tiempo cura estos ‘darse cuenta’.
El amor en sus múltiples facetas de expresión es la fuerza más potente y puede curar incluso la más cínica de las expectativas. Cuando el amor es primordialmente mantenido en el corazón de una persona, el mundo conspira para que sus experiencias reflejen ese amor. Permitir que el corazón se mantenga abierto durante momentos de dolor y tristeza ayuda en el proceso de curación de cada individuo. A menudo, esto sentimientos emergen desde un lugar de dolor dentro de la psique de la persona y esto permite que la persona vaya dentro y examine estos sentimientos con mayor atención que la que le hubiera puesto de no ser así. Esto les ayuda a crecer y ampliar su comprensión de sí mismos y de los que los rodean para que entiendan que cada persona tiene eventos similares en sus propias vidas que ayudan a darles forma hacia expresiones más abiertas y amorosas de los atributos del Creador.
Sobre la base del amor, cualquier cosa y todo puede ser superado. A la vida de cada persona llegan muchos acontecimientos y circunstancias que sus almas han elegido experimentar con el fin de alinear esas áreas dentro de su propia personalidad con los aspectos más elevados de la expresión humana. Esto les ayuda a conectarse con un poder más grande que lo que su ser humano puede percibir y esta es la forma en que comienzan a entender que hay una fuerza mayor trabajando en sus vidas de lo que previamente suponían. Es así cómo la calidad de la fe comienza a crecer y expandirse en su conciencia. Este despertar del conocimiento de un poder más elevado obrando en sus vidas dota a los individuos con la capacidad de soportar muchas pruebas y tribulaciones de la vida y les otorga una fuerza interior que nunca se pierde, independientemente de qué eventos se experimenten.
Con cada experiencia de vida, cada individuo gana un valor importante que se convierte en una parte de su repertorio de habilidades y herramientas que se implementan en sus vidas, según sea necesario. Es sólo a través de la propia experiencia que uno puede sentir empatía y unidad con los otros. Es por este proceso que se experimenta la unidad entre todos los seres. También está el proceso que viene, con el darse a uno mismo, del amor y el cuidado que trae la curación y la liberación de las auto recriminaciones, la culpa, la vergüenza y otros sentimientos que han estado sosteniendo un estado de vibración más bajo y esto puede liberar al individuo para avanzar en su vida hacia un nuevo comienzo simbólico.
Cada vida que se vive en la Tierra tiene un gran valor y los que dejan este plano de existencia dejan una profunda huella en los de su esfera de influencia. Los que se quedan atrás deben buscar el regalo que les fue dado por sus seres queridos en sus asociaciones y las interacciones con los demás. A veces, estos regalos sólo pueden ser reconocidos a través del paso del tiempo y la experiencia en los que quedan atrás. Cada experiencia es utilizada por el alma eterna para obtener sabiduría y expansión como parte de sus cualidades del alma. Este ha sido el propósito de la vida en el mundo de la dualidad, que las almas experimenten las polaridades de las fuerzas de oposición y todavía puedan recordar la esencia fundamental de amor y de luz dentro de ellos
Hasta la próxima semana...
YO SOY Hilarión.
– Traducido por Esther Abreu. Este es un Boletín editado y distribuido por Juan Angel Moliterni (www.escuelaclaridad.com.ar).
©2014 Marlene Swetlishoff
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