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Bien amados, soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra y vengo para Celebrar a la hora de esta cita dada a cada uno. Vengo a ofreceros todo mi Amor por mi Presencia en vuestro corazón, vuestro corazón aureolado de Gracia que se abre como los pétalos de una flor cara al Sol radiante de la Verdad que Sois y que se instala cada vez más y de ahora en adelante para siempre sobre este mundo y en cada uno, alejando y dispersando así las dudas de vuestro camino y anunciando la Buena Nueva. Entonces esta buena nueva es la de la Fusión de nuestros corazones en una sola y única Danza, en un sólo y único Corazón radiante.
Bien amados, queridos niños, os invito a Celebrar la Vida que sois, la Vida que somos en Verdad, en Unidad, más allá de toda falsificación y más allá de todo combate.
Os propongo algunos instantes para Vibrar nuestra Presencia común, en un sólo y único Corazón fusionando el Cielo y la Tierra en un sólo y único océano de Amor que estalla, que se instala, bañándoos cada vez más en Sus Brazos cristalinos.
Hagamos silencio algunos instantes con el fin de Celebrar la Comunión de corazones en un sólo y único corazón, en un sólo y único Canto cristalino de la Vida que sois.
(Silencio – Comunión)
Esto con el fin de permitir a la Gracia instalarse, instalarse en todo vuestro ser en totalidad.
Somos felices, todos nosotros presentes de la Flota Marial Intergaláctica de los Mundos Libres y Unificados, y venimos para Festejar, Festejar este momento último de Presencia a Presencia, de Corazón a Corazón. Así no hay ya forma, en el cuerpo para acoger lo que siempre ha estado ahí porque la Evidencia está, instalándose en cada uno, cada vez más.
Niños bien amados, brémisskayàn, os invito a Fusionaros en mi Presencia y a sumiros en el corazón de mi Amor nacarado, permitiéndoos así recobrar plenamente la Alegría y Felicidad.
Seamos juntos un sólo y único Corazón, una sola y única Melodía, sinfonía de vuestra Verdad al fin revelada, dejando lugar al Amor de nuestra Presencia tan evidente, Presencia inmaculada.
En Cristo, en Miguel, yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Y soy lo que vosotros sois. Así, por la Unión del Cielo y de la Tierra, por la Unión de lo Femenino y de lo Masculino, la Tri-Unidad al fin unificada en un sólo y único Corazón, más allá de la materia, más allá de toda distancia, más allá de toda falsificación. Todo es Aquí, yo soy aquí en vosotros, brémisskayàn.
Y esto, hasta el fin, hasta el momento de la Liberación total colectiva. Os llevo en mi corazón, cuna de Luz, cuna de la Vida constelada de nuestros pasos de danza, de nuestra Danza común.
Yo soy la Alegría, yo soy la Buena Nueva que viene a abrasaros y que viene a abrazaros, haciéndoos arremolinaros, arremolinaros sobre vosotros mismos permiténdoos así reconectaros a lo que sois, permitiéndonos así encontrarnos por fin, queridos niños, en totalidad.
Tomemos algunos instantes para saborear, queridos niños, este momento de Reunión, este momento de Fusión en el silencio.
(Silencio – Fusión)
Un Canto de alegría se eleva desde el corazón de la Tierra, desde el corazón de la Fuente reunificada...
Juntos, hagamos resonar este Canto, este canto de Amor en el Silencio, poniendo fin así a toda distancia entre nosotros porque jamás hemos sido separados, mis bienes amados. Y así la existencia de toda jaula, incluso dorada, es así borrada, borrada frente al poder de nuestro Amor recobrado.
Juntos, mano en mano, corazón en corazón, en el silencio de la Danza, seamos esto que somos en Verdad, sobre este mundo, con el fin de ser la Celebración. Es la hora de las festividades, queridos niños, es la hora de la Verdad y de la Felicidad sobre este mundo como más allá de todo mundo.
Os invito a venir a acurrucaros en el corazón de mi Presencia inmaculada… Os rodeo entre mis brazos de Amor, recibid toda la Gracia, toda la Gracia de nuestra Presencia Unificada …
(silencio)
Que esta Reunión de Amor selle nuestra Fusión al fin consumada, uniendo las dos polaridades que jamás existieron en otro lugar salvo en esta ilusión falsificada. Es la hora de la reversión, es la hora de mi Llamada en cada corazón, en cada instante. De ahora en adelante queridos niños, Celebrad la Vida, Celebrad el Amor que somos, que sois, en este cuerpo y sobre este mundo, haciendo brotar la Vida, haciendo brotar a la Felicidad sobre este mundo por la eternidad. Somos la Danza, somos la Vida que se Celebra a sí misma y que se ofrece la Alegría de estos Reencuentros.
Permanezco en vosotros como a vuestros costados, brémisskayàn, estáis en mi corazón mis luces, estáis en mi cuna para siempre y os invito al Renacimiento.
Gracias a vosotros queridos niños, brémisskayàn, por esta Danza común, por el Amor que sois. Gracias por tanto a vuestra apertura permitiendo a la Fusión de nuestros corazones establecerse.
Os digo hasta siempre, a cada instante y hasta pronto, dejándoos así para el resto de la tarde bañados en este Silencio aureolado de nuestro Amor inmaculado.
Hasta pronto, os abrazo, os saludo y os transmito igualmente todas las bendiciones, todas las Gracias de los Melquizedec y de mis hermanas las Estrellas, así como de toda la Flota Marial intergaláctica reunida aquí esta tarde, con vosotros y en el corazón de cada uno que se reencuentra al fin.
Gracia, Gracia…
Transmitido por Séverine
Fuente : http://gracedelamour.blogspot.fr/2014/03/marie.html
Traducción : Ana María Beltrán
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