miércoles, 5 de marzo de 2014

Maria 20 mayo 2005 con audio compartir!!! recomendado por Beatrice Balme


Audio

Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milan
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
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Maria 20 mayo 2005

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenidos, queridos hermanos y hermanas de luz y podría decir también, queridos hijos, porque habiendo encontrado la Fuente de que yo estoy ante vosotros, puedo ser llamada la Madre de todos vosotros. Me agrada ver tantos hombres como mujeres inclinados hacia su Fuente, hacia su luz, hacia más autenticidad, hacia más verdad, hacia más conformidad a la voluntad de la luz auténtica. 

Queridos hijos que vivís en esta Tierra, en este periodo tan problemático es esencial para vosotros encontrar vuestra Fuente, encontrar la luz de vuestra alma y de vuestro espíritu, de manifestarla cada vez más y expresarla en cada instante, en cada respiración de vuestra vida. Esta es la cosa más importante y la más fundamental de manifestar. La palabra amor ha sido tan prostituida, tan transformada en este planeta, tan utilizada para fines no luminosos que hay que estar muy consciente de lo que es esta vibración, esta expansión, esta luz tan auténtica, esa que os une a la Fuente, esa que os une al Padre, esa que os une a mí y que os une también a la Santa Trinidad.

No veáis en esto un lenguaje impregnado de religiones, impregnado de arcaísmos sino como la fuente radiante de vuestro bienestar espiritual, de vuestro bienestar de alma en este planeta. La Santa Trinidad está en acción y vosotros la veréis cada vez más en acción en este planeta, a través de los elementos de la Tierra, a través de los elementos del aire, a través de todo lo que se manifestará en vuestro universo y en este planeta en particular. 

Habéis entrado, como hace 50 000 años, bajo la influencia del Sol Central de vuestra galaxia, también llamado estrella de Sirio. Esta radiación azul es una radiación de naturaleza femenina, de polaridad femenina, cuyo objetivo es conectaros  (como alma liberada, alma libre, alma en vía de luz) a la triple Fuente, a la luz trinitaria de la que nosotros somos los representantes, yo misma, mi Santo Hijo y el querido Arcángel San Miguel, ese al que vosotros llamáis San Miguel en vuestra Tierra. 

Nosotros estamos aquí para obrar, nosotros estamos aquí para restituiros vuestro verdadero don de nacimiento de alma, que es pura luz, que es alegría inefable y en la que vosotros debéis obrar.

Buscad llenaros de esta verdad que sois. Buscad iluminaros desde el interior de esta luz que sois. Olvidad totalmente lo que no está en el sentido de la luz. No le concedáis la menor importancia. Sólo cuenta el peso de luz que ponéis en la ligereza del ser. En vosotros está esa Fuente, como en mí. Vosotros sois yo y yo soy vosotros, a condición que vosotros os despojéis de los oropeles y de los harapos que os han puesto, a lo largo de lo que llamáis las encarnaciones, a lo largo del tiempo. No concedáis ninguna importancia a todo lo que os puede frenar, a todo lo que os puede limitar la expansión de vuestra luz, la expansión de lo que sois porque cuanto más seáis lo que sois, más irradiaréis esto y más luminosa será la suerte de la Tierra. Y más cosas se derramarán en el flujo de la vida y en la normalidad de la vida. En vosotros está esta Fuente, en vosotros está esta luz, en vosotros está este amor auténtico que no demanda más que experimentar, vivir, exteriorizarse. Cualquier freno que se ponga a la expansión de la luz no va en el sentido de la luz

Entended bien esto, el amor es libertad, el amor es fluidez, el amor es el aire que se desplaza libremente, el amor es el canto de los pájaros, el amor es lo que hay más precioso en vosotros, lo más auténtico y lo más eterno. El amor no puede ser más que eterno, no se apaga jamás. Una vez que está encendido sólo puede crecer a imagen del universo, a imagen de las fuentes originales de la que vuestro planeta forma parte y de la que yo misma, emanación de esta Tierra, formo parte. Desearía ahora, de igual forma que la chispa que ha sido puesta en vosotros por medio de otras entidades que no tienen nada que ver con nuestra Trinidad, que trabajan en el mantenimiento de la cohesión de la Tierra, que esta luz crezca para siempre, que se haga una luz eterna que obre en las luces de las luces, en el Santo de los Santos, dicen algunos, a fin de que nunca más, la mínima duda sobre lo que sois, o sobre lo que vais a ser, pueda venir a frenar, nublar esa bella alma que estáis todos a punto de ser, a fin de que el alma global, el alma de la Fuente Tierra pueda evolucionar, pueda transformarse e ir ahí donde debe ir: hacia su sacralización.

Como entidad encarnada viviendo en este planeta, vosotros sois seres sagrados, igual que los seres más altos y tenéis, según vuestros deseos, según vuestras pasiones, la capacidad de formar parte de lo que queréis, como planos evolutivos o involutivos. Os corresponde a vosotros elegir: más luz o menos luz, sabiendo que toda alma, toda vida es, al final, saliendo de la lógica del tiempo, una parcela de luz, una parcela de verdad. Lo que hoy os parece pertenecer a las cosas que no van en el plano de la luz, pertenecerán a un plano de luz. No puede ser de otra forma. Todo es cuestión no de tiempo sino de esquemas y caminos evolutivos a tomar. La parábola del hijo pródigo ha ilustrado esto de maravilla. 

Elegid vosotros, queridos hijos pero estad seguros de nuestro indefectible amor porque vosotros sois amor y nosotros estamos en conexión permanente con vosotros. Que vuestra alma nos reconozca o no, no tiene ninguna importancia porque nosotros, nosotros sí sabemos quienes sois vosotros. Me gustaría ahora haceros participar, a todos y cada uno de la experiencia del amor de madre, de la experiencia del amor de Tierra, del cielo y de la Tierra en la madre. Esto va a ser ahora para cada uno de vosotros.
Me dirijo personalmente al corazón de cada uno de vosotros y comienzo ahora. Me dirijo alma a alma, no habrá palabras, esto se hace en silencio, en la pureza y la intensidad de la vibración del amor. Mirad que dulce es cuando escucháis con el corazón. Continúo. Vamos a iluminar juntos doce soles ligados a la Fuente, ligados unos a otros. Es la experiencia que hacéis ahora. Ved como la luz de la fuente que se activa gracias a doce pequeñas fuente, doce pequeños soles, doce pequeñas fuentes intra-Terrestres que se iluminan al mismo tiempo, como amor auténtico que va más allá de las palabras, que pasa de emociones, que pasa de cualquier comentario. Esto es así desde la eternidad y así será por toda la eternidad. Continuad experimentando. Yo continúo dirigiéndome a cada uno de vosotros personalmente, amados hijos de la luz. Os doy mi bendición.

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