miércoles, 19 de febrero de 2014

SWEDENBORG - 19 de febrero de 2014. Air Envol-du-phenix.org

 
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Me presento a ustedes como Melquisedec del Agua.

Yo soy Swedenborg. Vengo a este encuentro, y les propongo comenzar con un momento de comunión...

[Comunión]

Mi intervención de este día, está relacionada con las intervenciones sobre la Reversión del alma hacia el Espíritu, y la Fusión del alma en el Espíritu.

Vengo aquí, para ver e investigar, que cambia esto en la manifestación de este mundo. Porque en definitiva, el Espíritu y la Materia están presentes en cada espacio de la creación. Que se llamen Madre Divina, o el Gran Espíritu, o el Padre y la Madre Divina, o Purusha y Prakriti, eso no cambia nada . Estos son sólo palabras que de ninguna manera, ni en ningún caso pueden definir lo indefinible.

Ambas polaridades, ustedes lo ven presente en este mundo, presentes en el cuerpo, en todas partes. Entiendan que esto también corresponde a lo que es llamado Amor y Sabiduría.

Antes de continuar, quisiera simplemente recordarles esto. En mi vida, ya había mencionado que el Alma humana se ubicaba en el Espíritu. Yo lo llamé con palabras de la época "hombre espiritual", y llamé al hombre cuya Alma se vuelve hacia la Materia, "hombre natural".

No los invito necesariamente a leer todo lo que he escrito en mi vida, porque, una vez más les digo, que las palabras corresponden, a esa época. Y si, por ejemplo, he mencionado el bien y el mal, fue sólo para decir, como he escrito, que el mal proviene de lo racional, es decir de la ilusión, no en una idea de mal, sino simplemente, repito, las palabras de la época no eran las de hoy.

Ya en la época, invité a cada uno a no estar en la razón. Instalarse en lo Divino, es estar en el Amor y la Sabiduría. Nosotros podemos ver que en todos los niveles de vuestro ser, yo diría, las dos polaridades están presentes. Por ejemplo, cuerpo-conciencia, dentro del mental, eso se puede llamar voluntad y entendimiento: dentro del cuerpo de carne, eso corresponde al corazón a los pulmones. Y podemos decir que, de cierto modo, incluso la Ilusión se apoya sobre estas polaridades, con la Atracción y la Visión.

Reconocer eso, es estar en el flujo de la Vida, viniendo de las dos Polaridades. La Danza de la Vida se construye sobre un cimiento, cimiento que no puede existir, que no puede desplegarse sin las dos Polaridades.

Al unirse al Espíritu, ustedes se instalan en su Fuego, que viene a alimentar el Agua, en el seno de vuestra Creación.

Tomemos el tiempo de vivir eso en el Silencio...

[Silencio]

Conectarse a la expresión de las Polaridades divinas, a su Esencia Divina, les permite extraerse, del eje Atracción-Visión, o podríamos decir de las puertas de Atracción-Visión a la altura del bazo y el hígado, los lleva a acoger el corazón y los pulmones. Por otra parte, algunos de ustedes han sentido una sensación de Fuego, especialmente en la parte baja de los pulmones. Esto corresponde al paso a la Vida, abandonando la Ilusión para posicionarse en la Verdad...

Esto les permitirá, no sólo de vivir la Danza del Padre y la Madre, sino también de acoger el fruto. El Cristo es el Hijo Ardiente del Sol, manifestado en la Materia...

Entonces una vez más, acojamos todos juntos la Danza del Espíritu y de la Materia...

[Silencio]

Comprendan bien esto: las dos Polaridades no los arrastran a la dualidad. Ambas son Polaridades de la Fuente, que se ha dividido a sí misma para permitir su Creación. Y estas se unen en la Danza de la Vida, allí donde ustedes están.

Ambas polaridades son dos fases del Uno, y la Creación así realizada son igualmente el Uno. Salir de la ilusión, es ver solamente el Uno. Los otros cuerpos, no el que habitan, están siempre allí, pero ustedes no los ven a todos llevados por la Vida, habitados por el Uno. Esto es cierto en cada cuerpo...

Por lo tanto, a todos los seres vivos, les digo: Celebren, dancen la Vida, canten la Gloria del Uno, vivan la Unidad reencontrada!

En el Amor, en la Sabiduría, yo les dijo hasta pronto.




Transmitido por Air

http://www.envol-du-phenix.org



Traducido por: H. N.

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