domingo, 23 de febrero de 2014

RAM 07 de Diciembre 2008 Sobre el flujo y reflujo de nuestra energía. : Autres Dimensions


Yo soy RAM. Reciban mi paz. Reciban mi bendición. Vengo a continuar en medio de ustedes con mi enseñanza y mi instrucción sobre una de las cosas capitales para todos los aspirantes a la Luz y a la paz eterna. Les he hablado bastante a propósito del silencio, de la interioridad. Mi conciencia está conectada, por lo que yo soy, al elemento aire. El Silencio, a propósito del cual me he expresado mucho tiempo, es el medio privilegiado, para el ser humano en encarnación, de encontrar, reconocer y reconectar al ser interior. El ser interior puede también ser llamado “el niño interior”, el ser divino. Ustedes han asumido a través este cuerpo, incluso yo lo he hecho durante mi última vida, un velo llamado “materialidad”. Toda materia que pueden tocar, en esta dimensión donde viven, está vinculada a la ocultación de la Luz. La materia de vuestro cuerpo, de lo que ustedes tocan, no es eterna. Esta materia es una etapa.

Esta materia ha necesitado de vuestra presencia a fin de revelar la Luz que está oculta. La encarnación más allá de las contingencias y las limitaciones vinculadas al Karma, tiene un propósito último y esencial que es de espiritualizar, ustedes emplean la palabra “ascensionar” la materia que debe iluminarse del interior. De la misma forma, el ser humano en encarnación que recorre la materialidad no tiene otro propósito que revelar su propia Luz. Este es un proceso alquímico extremadamente largo haciéndose en tiempo terrestre sobre decenas de miles de años.

Sin embargo existen los ciclos, incluso en esta materia de la que forman parte. Hay los momentos privilegiados a nivel de estos ciclos. Estos momentos privilegiados se sitúan en los momentos claves de la evolución de la materia. El primer momento clave que yo llamaría “precipitación” o “cristalización” es el descenso del Espíritu y del alma humana en la materia. El otro momento clave, que es por lo tanto cíclico, se sitúa al otro extremo del ciclo. El es “ascensión” y “subida”. La precipitación o cristalización y la subida son los momentos precisos, inscritos en las mecánicas de las estrellas y de los planetas, reproduciéndose según los universos, en los tiempos y los momentos extremadamente precisos. Ustedes están en un momento preciso llamado “fin de ciclo”. Ustedes entran de lleno en un elemento temporal donde todo lo que es exterior a vuestro ser interior debe vivir un espacio de resolución, un espacio de concientización que corresponde a la irrupción de la Luz en la materia. Este proceso colectivo solo puede estar ligado a los mecanismos planetarios. Este mecanismo planetario, al momento de la precipitación de un ciclo o de la ascensión de un ciclo, está ligado a un reloj planetario. Yo podría, pero este no es mi papel, develarles de manera muy precisa el desarrollo de estos tiempos.

Pero lo más importante, lo esencial no es el desarrollo exterior sino el desarrollo interior. En estos momentos de fin de ciclo, de inicio de ciclo, es esencial de regresar al interior de uno-mismo. La solución para la encarnación, para el sufrimiento, nunca se encontrará en el exterior. Muchos maestros que han venido a hablarles, por medio de este mismo canal, han insistido enfocados sobre la noción de esta mirada interior, de esta reversión del sentido mismo de vuestras prioridades. Muchos maestros han dicho también que lo que ustedes viven en esta encarnación podría ser llamado la Ilusión. Esta ilusión tomó forma por la ocultación de la Luz. La precipitación en la materia corresponde a este proceso inicial. La precipitación ha correspondido por lo tanto a una reversión del interior hacia el exterior. En el fin del ciclo, la reversión debe efectuarse en el otro sentido: del exterior hacia el interior. No puede haber mirada interior mientras que vuestra mirada se porte sobre el exterior. ¿Cuál es el elemento, la herramienta que ha permitido la exteriorización de vuestra interioridad, que ha cambiado la polaridad de la mirada? Entiendo por “mirada” al conjunto de los fenómenos que vienen a habitar vuestra conciencia. Esta mirada, de la cual han tenido la experiencia en el curso de muchas vidas, solo ha tenido un objetivo que es el momento que viene hacia ustedes y que es por lo tanto el regreso a la interioridad.

La herramienta que ha permitido la exteriorización es vuestro mental. La herramienta que debe permitirles hacer el movimiento inverso no puede en ningún caso ser el mental ya que el mental está vinculado al proceso de exteriorización. La interiorización, el acceso a la interioridad, solo puede hacerse cambiando la mirada. La mirada exterior debe devenir la mirada interior. La mirada interior no es introspección, no es un análisis de lo que pasa en el interior. Ustedes tendrían tendencia a asemejar esto a la capacidad que tiene el ser humano de reflexionar pero reflexionar solo es la reflexión, reflexionar solo es una deformación más o menos grande de la realidad. La interioridad es por lo tanto un estado particular donde la conciencia va a decidir portar su mirada en el interior. El único medio que poseen de acceder a esta mirada interior es el silencio. He hablado durante mis numerosas intervenciones. Los haré vivir, durante vuestras preguntas, la respuesta por las palabras, después la respuesta por el silencio, y finalmente la respuesta por la Luz. El silencio no es únicamente el silencio de las palabras pero es también el silencio de toda reacción y voluntad de acción sobre el exterior.

El silencio no es la ausencia de movimientos. El silencio es un movimiento de la conciencia, de la energía y de la vida hacia el interior allí donde se esconde, esperando vuestro regreso de conciencia, el niño interior o el ser divino. Toda acción de un ser humano está condicionada por un conjunto de sistemas, de andamiajes creados por el mental. El mental es el obstáculo el más duro que bloquea el acceso a vuestro ser interior. Hacer silencio es por lo tanto una dinámica que les lleva a invertir, por una reversión, el flujo de vuestras energías orientadas hacia la manifestación y la encarnación, hacia el interior. Esta noción de reversión de flujo, ustedes están llamados a vivirla. La respuesta que aportarán es totalmente libre, totalmente no hay ni sanción, ni noción de gradación o de valor de esto.

El ser interior, el acceso a la interioridad por el silencio, por la inversión del flujo, va a permitir poner en movimiento, en el interior de vuestra materialidad que es este cuerpo, una dinámica y una dimensión nuevas que han sido llamadas “el corazón”. El corazón es el centro. El corazón es la fuente de vida y el impulso de vida. Todo proviene de el y todo regresa a el. La problemática es que vuestro mental (que existe por la gracia de la precipitación inicial) se ha construido, y cimentado, durante los tiempos de vida extremadamente numerosos, para lograr que ustedes vean al exterior, también en los funcionamientos de un grupo social, de la sociedad, de un país o de toda la humanidad. Sin embargo, cualesquiera que sean las construcciones, estos andamiajes variados presentes en la materialidad, son un obstáculo mayor al acceso a vuestro ser interior por una razón que es extremadamente simple: el mental es la herramienta de prensión y comprensión del exterior. No será nunca el elemento de comprensión de vuestro ser interior incluso si una cierta forma de ilusión tiende a mantenerlos en la ignorancia de este hecho. Los sistemas religiosos, los sistemas que han permitido la elaboración de esta sociedad en la cual viven, solo han sido posibles por el mental. El mental conciente de su rol en la exteriorización no puede tener ningún rol en el movimiento inverso pero va a tender a hacer perdurar, de manera no necesaria, la existencia de esta materialidad privada de Luz. Ustedes deben aceptar y experimentar lo que pasa durante el silencio. Son ayudados grandemente a la vez por muy numerosos seres perteneciendo a otras dimensiones que, hoy, han invadido literalmente el espacio planetario terrestre a fin de preparar la solución que ustedes habrán adoptado.

Esta solución es de tres órdenes para todo ser viviente en la superficie de este planeta. La primera solución es la persistencia de la actividad exterior encarnada, privada de Luz. Esta puede ser vuestra elección, es la elección la más grande y de la inmensa mayoría de la humanidad que desea proseguir la experiencia de la separación, de la división y del mental. La segunda opción, no se hará posible, no por una decisión de vuestro mental, sino por la capacidad que haya tenido vuestra conciencia de encontrar la interioridad. Esto se acompañará de un principio llamado “disolución”. La disolución no es la nada. La disolución es el mecanismo de la desaparición de la ilusión construida por el mental. Solo podrán acceder a esta opción y vivir esta opción si han hecho suficientemente el silencio a fin de que vuestra mirada deje el mundo de la dualidad y de la manifestación a fin de volverse hacia la unidad y la integración. Esto necesita el abandono de vuestras prerrogativas mentales. Esta noción de abandono no es del control: no pueden controlar el mental por el mental, por las emociones. No pueden limitar la mente por sí misma. La clave para parar el mental solo se encuentra en medio de vuestro pecho, en el centro del ser. Solo pueden acceder a esta dimensión de la divinidad si las construcciones mentales, creadas por el mental, desaparecen. No les es pedido dejar lo que viven sino cambiar de estrategia, de cambiar de mirada. La condición previa para vivir esto es, y será de toda eternidad, el silencio y la reversión.

Lo que deben vivir, a título individual, debe vivirse en el conjunto de vuestro sistema solar. En efecto, no es solo la Tierra la que está afectada por este proceso de reversión y de exteriorización. Ustedes están al exterior de la vida. Son seres exteriorizados. La exteriorización hace parte de la experiencia. Tienen en vuestro tiempo terrestre, todo vuestro tiempo para continuar la experiencia, si tal es vuestro deseo. Pero si el llamado del corazón, el llamado de vuestro ser interior, de vuestro ser divino, del niño interior es de vivir otra cosa, si hay en vuestra conciencia la aspiración al paro del sufrimiento, la aspiración a la alegría eterna, la aspiración a la verdadera Luz, entonces, deben comenzar la reversión y la interiorización de lo que son.

Esto no es una técnica, esto no es una herramienta, esto es mucho más que esto ya que este movimiento de flujo inverso permite pasar de la multiplicidad a la unidad. Allí se encuentra la fuente que va a aliviar vuestra sed de eternidad y de divinidad. No pueden encontrar a Dios, encontrar la Luz auténtica, sin esta mirada interior, sin el paro total del mental. No hay otra alternativa. Las estrategias del mental, a nivel colectivo, han sido de crear un conjunto de sistemas, de andamiajes que les permiten creer que con la herramienta mental, van a poder llegar a alguna parte. La herramienta mental no está hecha para llegar a alguna parte. La herramienta mental está hecha para vivir la experiencia y nada más. ¿Desean parar la experiencia? ¿Desean continuar la experiencia de esta dimensión? Esta es vuestra elección. Pero, imperativamente, si ustedes hacen la elección del ser interior, de la divinidad, de la ascensión, solo podrán vivirla si en el momento donde la Luz se vierta sobre el conjunto del sistema solar sean capaces, muy rápidamente, de voltear vuestra mirada exterior hacia el interior. Esto no puede hacerse que a través del silencio, cualquiera que sea el barullo del mundo.

La Luz viene hacia ustedes. La Luz viene a disolver la sombra y por lo tanto disolver el mental. El mental pertenece innegablemente a la sombra y al mundo de la manipulación. El mental puede también hacer alarde de algunos de los atributos de la Luz para mantener la ilusión pero la Luz mental no es la Luz divina. La Luz mental es la Luz de la cabeza. La Luz divina es la Luz del corazón. La Luz mental les hace comprender el mundo en el cual viven. La Luz mental los ayuda a avanzar en las tinieblas. En ningún caso ella puede aceptar que vivan la Luz interior. Así se ilustra de esta forma que ustedes habitan una lucha. Una lucha se hace en vosotros y va a hacerse en vosotros entre vuestras aspiraciones las más internas y, yo diría vuestros demonios exteriores. Si no han apaciguado suficientemente a través del silencio, si no han calmado suficientemente esta exteriorización, llegado el momento, tendrán una incapacidad casi total para penetrar en vuestro santuario interior. La única solución a la encarnación se encuentra en este nivel.

El silencio les permite, además, calmar muchas otras cosas que el mental. El mental no quiere este silencio ya que solo está a gusto en el barullo. El no está a gusto y solo florece en la contradicción, la comprensión, la división. Va incluso a servirse, en ciertos casos, de vuestra divinidad para hacerlos hacer juicios de valor sobre el bien y el mal. El bien y el mal que no son más que el reflejo de ciertas luchas en esta dimensión. Pero si vuestra conciencia se eleva mucho más allá de las limitaciones de la encarnación, se darán cuenta muy pronto que el bien y el mal solo son una ilusión mas. Esta dicotomía entre el bien y el mal mantienen la manifestación y la dualidad. El cambio interior, si lo desean, va a hacerlos darse cuenta que no hay bien ni mal, que todo es perfecto en la unidad, en la verdadera Luz. El peligro de toda forma de conocimiento es de caer en la ilusión de la Luz mental. Esto es extremadamente importante.

Deben hacerse la pregunta de lo que desean, ustedes, como conciencia y no lo que desea vuestro mental, ya que el les responderá inexorablemente la misma cosa. El les dirá: equilibrar el andamiaje de vuestras vidas, equilibrar lo afectivo, equilibrar los valores materiales como el dinero, encontrar un lugar que les plazca para vivir. Y van a ir a adherirse a esto, olvidando incluso, que ustedes son seres de Luz auténticos y verdaderos. Esto no es inútil ya que ¿Qué sucede durante la exteriorización en esta dimensión? Van a reforzar, por un fenómeno de privación de Luz, la Luz interior ya que la Luz nunca desaparece. Pero ¿Qué pasa cuando comprimen, añadiendo capa sobre capa de la ilusión mental de vuestras construcciones? Ustedes comprimen cada vez más la Luz en vuestro interior pero ella nunca puede extinguirse ya que ustedes son, de toda eternidad, los seres de Luz. Entonces a medida que pongan de manera imaginaria, las vestimentas sobre ustedes para protegerse del sufrimiento, para protegerse de este mundo que ustedes mismos han creado, a medida que vayan a ponerse las vestimentas, las capas de creencia, las capas de materialidad, las capas de protección, van cada vez más a comprimir la Luz. Ella va a asfixiarse pero nunca a extinguirse. Y esta compresión de la Luz va, por los mecanismos del mental, en un momento dado, a permitir una explosión. Si han puesto suficientes capas, paradójicamente, la explosión será más fácil, a condición que la acepten.

La Luz está tan comprimida en el interior que existe un estado de inestabilidad extrema. Esto es lo que viven dentro de sí mismos. Es también lo que pasa, no sobre la Tierra, pero sobre el conjunto de vuestro sistema solar, por los fenómenos astronómicos extremadamente potentes. La emisión de la Luz a nivel del sol (que es la encarnación de la Luz divina en lo que ustedes ven) está comprimida por la materialidad. Pero, en un momento dado, el grado de compresión deviene tan intenso que la Luz solo puede salir por sí misma y escaparse para ir allí donde ella debe ir, es decir sobre la Tierra y sobre los otros planetas. Este movimiento cíclico, como lo dije, solo es posible por un mecanismo celeste particular, no relacionado a los desplazamientos de planetas particulares, escapando a los ciclos de revolución solar pero estando relacionado a un proceso particular cíclico, una vez más, que solo se reproduce cada 52.000 años.

Ustedes están sumergidos, desde hace algunas semanas de vuestro tiempo terrestre, en este fin de los tiempos. Tiempos descritos, tiempos develados de diferentes maneras, en todos los tiempos, por los seres que han tenido acceso a su interioridad. No se demoren mucho tiempo observando, mirando a lo exterior ya que, obviamente, en estos períodos de sufrimiento de la materialidad, hay como una avidez del mental de apoderarse de lo que pasa en el exterior. Pero lo que pasa en el exterior es exactamente lo mismo que pasa en vuestro interior. Esto es, “simbólicamente”, el combate de la sombra y de la Luz ya que la Luz auténtica jamás combate. La Luz simplemente es. La Luz no es acción. La Luz es un estado. A partir del momento donde quieran combatir la sombra, o la materialidad con la Luz, esto también es una ilusión del mental (algunas veces eficaz) pero esto no es la solución. La solución está en el abandono a la Luz que se hace gracias a la herramienta del silencio. El silencio va a permitirles entrar en resonancia, mucho más rápidamente que cualquier otra cosa, con la Luz auténtica que ustedes son. El mental va a hacer todo para impedirles, de una u otra manera encontrar lo que ustedes son ya que el sabe muy bien que cuando se revela el ser interior, el mental está sometido a la voluntad de la Luz revelada. El mental no desaparece. El desaparecerá después de la disolución y después, si tal es vuestro deseo, de la ascensión.

Pero el mental, a su vez, va a devenir cuando ustedes hayan alcanzado la interioridad, un servidor de vuestra conciencia y no a la inversa. Ustedes son seres multidimensionales, son seres de Luz, esto lo saben, pero vuestro mental también lo sabe y el sabe también que esta Luz pone en peligro su propia existencia. Por lo tanto, el va a crear su propia Luz. Va por lo tanto a crear sus propias oposiciones o dualidades que van a encontrar en vuestro mundo exterior. Entonces, la única forma de no dejarse atrapar por el que quiere ser el maestro, pero que debe ser el servidor, es el silencio. No hay otra alternativa. El estruendo del mundo, la Luz que viene al reencuentro de la sombra y de la materialidad no viene a luchar, ella viene a irradiar y a ser. La sombra no puede desaparecer en el combate. El combate hace parte de la dualidad. La ausencia de combate es la unidad. La Luz se basta a sí misma. La conciencia se basta a sí misma.

Mientras que crean y vivan lo contrario es que el mental es vuestro maestro y no ustedes. Todo se hace, en esta sociedad para privilegiar el mental. Todo se hace en esta sociedad para mantenerlos en la privación de vuestros derechos divinos. Todo se hace en esta sociedad, para mantenerlos en la ilusión. Y ustedes participan a esto. He aquí algunos elementos complementarios relacionados de manera cierta, un poco abstracta pero que no es mi rol insistir sobre los eventos meteorológicos o cósmicos. Mi rol es de conducirlos a aceptar vuestra interioridad y el silencio.

Entonces voy a proponer ahora, que todo este discurso que han tenido a través de las palabras, lo vivan ahora, a través del silencio, antes de darles la palabra para lo que tengan que pedir.

...Efusión de Energía...

Vamos ahora a abrir un espacio de intercambios a través de las palabras. Yo les daré la respuesta por las palabras y, cada vez, la respuesta del silencio y en un tercer tiempo, la respuesta por la Luz.

Pregunta: ¿A qué corresponde la música que uno puede oír, incluso en el silencio, en particular por las mañanas al despertar?
Cuando viven, o se acercan del silencio, los momentos donde van a dormir, los momentos cuando se despiertan, son los espacios privilegiados y las interfaces entre el exterior y el interior. Hacer el silencio al exterior, estar en el silencio interior, es un estado. En este estado no hay la nada, hay la música de las esferas, hay el sonido y el canto del alma. Esto que es percibido en estos momentos privilegiados, es el espacio del canto interior, canto del alma y música de las esferas. Cuando no escuchan ya el mundo exterior, a los otros seres humanos, a vuestro mental y que ustedes están en este silencio, el silencio no es la nada, el silencio está lleno de Luz y la Luz tiene un sonido. La Luz auténtica tiene más sonidos que van del sonido del alma revelada a ella misma hasta la música de las esferas y hasta planos los más próximos de la fuente, que ellos también, evolucionan en este sonido. Así pues, lo que ustedes viven corresponde a esto.

Aquí ahora la respuesta por el silencio.

...Efusión de energía...

Aquí ahora la respuesta de la Luz.

...Efusión de energía...

Otra petición.

Pregunta: La noción de flujo y reflujo de la que habla ¿corresponde a la reversión de los polos?

Si, en su fase final. La reversión es un momento, a nivel colectivo, donde se vive de manera muy precisa, la disolución o la persistencia de la precipitación o de la cristalización. Sin embargo, lo que ustedes viven en el interior debe sobrevivir, no de manera sincrónica a la reversión del planeta, pero debe seguir una pauta y una preparación. Han estado durante todo este año de vuestro tiempo terrestre, en el año de la preparación a través de vuestros caminos individuales, de vuestros sufrimientos y vuestras alegrías en la dualidad. Han vivido, todos, una preparación para vivir (si tal es vuestro deseo) esta reversión. Entiendan bien que, cuando ilustro esto en el interior de ustedes, por la reversión del mental hacia la Luz, esto corresponde también a una reversión en todos los sentidos. Ustedes están en la superficie de la tierra, de un planeta, y están por lo tanto en la exterioridad de la vida. La vida en la unidad solo puede hacerse en el interior y no en el exterior, no únicamente de vuestro ser sino también del planeta.

Aquí ahora la respuesta por el silencio.

...Efusión de energía...

Aquí ahora la respuesta de la Luz.

...Efusión de energía...

¿Otra petición?

Pregunta: ¿Por qué es difícil encontrar el silencio, incluso en un lugar monástico, a fortiori (con mayor razón) en la vida social, cara a la enfermedad?

Nunca encontrarás el silencio interior en un lugar dedicado al silencio exterior. Algunos seres han podido, en estos espacios recluidos y cerrados, encontrar el silencio interior y su divinidad pero han sido excesivamente raros, en todas las religiones, porque estos lugares son una creación de vuestro mental El silencio interior es un asunto de uno mismo consigo mismo y no está de ninguna manera, vinculado a un lugar.

Vuestra creencia los hace adherirse al hecho que deben excluirse del mundo para vivir en un lugar donde vive el silencio exterior pero el silencio exterior no es el silencio interior. Estos lugares son típicamente (y hablo de todas las religiones y todas las creencias) los lugares donde pueden acercarse vibratoriamente al estado interior pero no llegarán nunca. Una vez más, el estado interior de silencio no es dependiente de las circunstancias exteriores sociales o aún de salud. La enfermedad pertenece a este mundo manifestado. En efecto, la enfermedad solo es el reflejo de la dualidad que viven. Querer extraerse del ruido exterior, por una decisión mental, poniéndose en un lugar de silencio tiene muy pocas probabilidades de éxito para encontrar vuestro ser interior. Tendrán más facilidad de vivir y de descubrir este estado de divinidad, en la naturaleza, en una cesación de toda actividad mental. No hay otra alternativa. Podrán pasar miles de vidas encerrándose en los lugares propicios a la plegaria, a la meditación, sin que por lo tanto encuentren a Dios. Miren en todos los modelos religiosos (cualesquiera que ellos sean: orientales, occidentales), el número de seres habiendo realizado su divinidad está de tal manera restringido que los han llamado maestros en Oriente y santos en Occidente. Pero estos seres estaban ya en interioridad antes de unirse a estos lugares de silencio exterior. Dicho de otra manera, todo ser humano que tiene el deseo de escapar a la dualidad va a ir a refugiarse en lugares de silencio exterior, lugares protegidos de la agitación del mundo pero esto solo es una transposición de un ruido a otro ruido que es el de una creencia a otra creencia.

Mientras que la menor creencia forme parte de ustedes, no pueden encontrar la unidad y la divinidad. Así es. Se trata por lo tanto, ya, de una aceptación que Dios no puede encontrarse en el exterior de ustedes mismos en un lugar sagrado incluso si, en algunos casos, este lugar puede ayudarlos, no a hacer silencio sino a experimentar la eternidad. Experimentar la eternidad no es vivir la eternidad. Experimentar la unidad no es vivir la unidad. Por lo tanto se encuentran ante un muro. Ahora bien, un muro estará siempre allí mientras que no hayan comprendido que el silencio interior se hace en el interior de ustedes y no en un lugar exterior a ustedes, cualquiera que este sea. Sé que esto puede ser extremadamente difícil por relación a las creencias andamiadas por el ser humano, creencias en la participación de un mediador entre ustedes y Dios. ¿Cómo quieren que haya un mediador entre ustedes y Dios? Si aceptan este principio, cristalizan aún más la divinidad. ¿Cómo vivir la unidad mientras tengan la menor creencia? Recuerden incluso ciertos personajes históricos. Voy a tomar el que conocen más en Occidente: Cristo. Cristo les ha mostrado el camino. Cristo vino a permitir que vivan en la hora actual pero en ningún caso Cristo puede encontrarse en el exterior. El personaje histórico ha sido grandemente falsificado por la dualidad y el mental de los hombres. El mental está vinculado al miedo y al poder. El miedo y el poder inducen aún más la dualidad. No pueden encontrar a Dios en el poder. No pueden encontrar a Dios en la agitación. No pueden encontrar a Dios en las historias pasadas. Dios está en el eterno presente. Dios está presente en ustedes, en todo momento. Basta darse cuenta y tomar conciencia. Esto es mucho más simple que lo que han querido hacerles creer los sistemas religiosos. No hay necesidad de miles de vidas para darse cuenta de Dios. No hay necesidad del silencio. Ahora bien, ustedes buscan el silencio en el exterior pero yo hablo del silencio interior.

Aquí la respuesta del silencio.

...Efusión de energía...

Aquí ahora la respuesta de la Luz.

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Otra petición.

Pregunta: ¿La Luz interior podría parecerse a una percepción física de beatitud, de paz interior, de serenidad?

Cuando encuentran la Unidad, la divinidad, la Luz auténtica, esta va a manifestarse en vuestra conciencia como un estado de alegría interior, sin objeto, sin apoyo, no conectada a alguna cosa exterior. La unidad es la paz. La unidad es la beatitud. La Unidad es certeza. La Unidad es evidencia. La evidencia no llama ninguna cuestión. La evidencia no llama ningún juicio. La evidencia no llama ninguna dualidad. La evidencia de la unidad se basta a ella misma. Cuando tocan este espacio, les es propuesto, como ser humano en el camino, de vivir esto de manera temporal sabiendo que esto no es un estado estabilizado sino una experiencia. Esta experiencia está allí únicamente para animarlos y mostrarles el objetivo. A ustedes, posteriormente les corresponde saber si quieren instalarse en este estado o no. La experiencia de la Luz es ahora posible, sobre este plano, para muchos seres humanos, pero la experiencia de la Luz no es vivir la Luz. La experiencia de la unidad no es vivir en la unidad. Vivirán en la unidad a partir del momento donde esta evidencia sea una certeza interior, más allá de la creencia, más allá de vuestro sentido de valores, más allá de lo que creen. Es un estado interior de certeza que podría efectivamente, parecerse a lo que se llama beatitud.

Aquí la respuesta por el silencio.

...Efusión de energía...

Aquí la respuesta de la Luz.

...Efusión de energía...

Otra petición.

No tenemos más preguntas. Les agradecemos.

Les propongo, antes de retirarme, transmitirles otra vez mi paz y todas las bendiciones de la Luz y vivir un instante de comunión con la Luz.

...Efusión de energía...



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Transcripción. Veronique Loriot
Traducción: OD
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com




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