miércoles, 27 de noviembre de 2013

Madre Divina. Tara Madre de la Sanación. La Vida del Bodhisattva I – Reconciliación. Agnimitra Om. 24 de Noviembre de 2013. Con audio. ¡Compartir!!!



Madre Divina. Tara Madre de la Sanación. La Vida del Bodhisattva I – Reconciliación. Agnimitra Om. 24 de Noviembre de 2013. Con audio. ¡Compartir!!!

“…las transformaciones ya se precipitan sobre este planeta y Mis moradas comienzan a ser erigidas…”


Transcripción realizada por colaboradores de Agnisangha

Traducción del portugués: Lucía Montaño Ferrer

Audio

Intervención de la Madre Divina en el II EPCA en las Tierras de Punira. La Madre Divina inició una serie de intervenciones con respecto a la vida del Bodhisattva, compartiendo impulsos y orientaciones para la aplicación en la vida diaria en el Acogimiento Amoroso.

Saludos, hijos e hijas de mi Redención. Niños bien amados de la Paz, Yo soy Tara, vuestra Madre Divina. Yo soy este aspecto de la Consciencia Femenina Universal que vibra en cada átomo, que vibra en cada elemento de Mi manifestación. Yo soy la Madre de la Sanación. Yo soy la Madre de los Bodhisattvas.

Llamas de Mi alma, Yo me presento en vuestro medio, en esta Asamblea de Fuego, para compartir algunas Letras de Fuego con respecto a la vida del Bodhisattva. Niños bien amados, todos los seres son Bodhisattvas, todos Mis hijos e hijas de todos los reinos, en todas las dimensiones, en todos los tiempos, en todos los espacios, son Mis Bodhisattvas. La Vida es una donación constante. La Vida es un contante intercambio, y un constante compartir. La Vida es servicio, servicio que tiene origen en el Ser Ilimitado, Absoluto, Pleno, el propio Amor Flameante, pulsante, magnetizador, electrizador de cada partícula de Mi Cuerpo Cósmico.

Cada rayo de Mi Espíritu, cada llama de Mi Hoguera Estelar es un Bodhisattva. Toda Mi manifestación es regida por este principio de Amor, que en la Tierra ven manifestarse como Acogimiento Amoroso. La vida de un Bodhisattva es guiada, e impulsada y tiene su propio sentido en este Acogimiento Amoroso, porque un Bodhisattva es antes que nada una expresión objetiva de Mi existencia ilimitada. Un Bodhisattva, cualquiera que sean las condiciones, circunstancias o limitaciones de la expresión de la consciencia humana en el planeta, es una manifestación de Mi existencia. Un Bodhisattva es un alma que ha dado vuelta hacia Mi Sagrado Corazón de Fuego y un alma que acoge todo, todo lo hace en ofrecimiento, en donación, en alegría a este Mi Sagrado Corazón de Fuego.

La vida de un Bodhisattva en lo que concierne a las relaciones, las relaciones entre los seres humanos de éste como en los demás reinos y el medio ambiente de vuestro entorno es compenetrada, impulsada y guiada por este sentido de reconciliación. Así, vosotros realizáis esta verdad inaudita, inexpresable de la Unidad inquebrantable de todos los Corazones.

Silencien el juicio, silencien las disputas, silencien los rencores y las heridas y silencien las ofensas. Silencien las llagas abiertas por la incomprensión y por la ignorancia de Mi Amor. Sanad con el bálsamo de Mi Sagrado Corazón cada una de las marcas dejadas por la incomprensión y la ignorancia. Disuelvan la culpa, disuelvan el miedo, acoged esta Luz que emana de Mi Corazón en vuestro Corazón, Pues Mi Corazón hijos e hijas no es otro que vuestro propio Corazón. Mi Corazón no se encuentra más allá de vosotros, Mi Corazón se encuentra en vosotros. Mi Corazón es la síntesis de todos los Corazones.

Niños bien amados, el Amor con el cual yo os acojo en este momento no puede ser medido, no puede ser sentido aún en vuestras frágiles estructuras, pero yo me inclino a vuestros pies en gratitud, rindiendo honores a un universo que reconoce el valor del servicio que vosotros prestáis en el planeta. Además de los escenarios de esta vida, el servicio que vosotros cumplís en la redención de Mi Cuerpo, que es el rescate de una parte de Mi Manto.

Hijos e hijas, este mismo Manto Yo derramo sobre vosotros como Lluvia Cristalina del Cielo, un regalo, una bendición y un reconocimiento por la donación, por el servicio. No, hijos e hijas, porque estemos separados, no. Porque Yo me reconozco en vosotros, porque Yo Soy vosotros, porque vosotros sois Mis llamas visibles en este Universo, vosotros sois Mis manos, Mis pies y Yo pido vuestro permiso para que Yo pueda usar vuestros labios, vuestro sentir, vuestra mente. Yo os pido, hijos, para que vosotros estéis disponibles como canales del Amor que Yo intento derramar a todas Mis criaturas.

Mi mano debe tocar cada Corazón en este planeta y de una manera u otra esto está sucediendo. Sí, Yo toco cada Corazón, pero más que esto, es Mi deseo que vosotros Me reconozcáis dentro de unos y otros, y Mi deseo es que vuestro propósito sea que vosotros logréis reconocer Mi Presencia, Mi Dulzura, Mi Amor en cada hermano, en cada hermana, en cada elemento de la vida. Este es el impulso que Yo tengo que traer a Mis Bodhisattvas, Mis pequeños niños alegres, pues vosotros sois la Alegría de Mi Corazón. Todos vosotros, que me escuchen ahora o no, todos vosotros cada uno, en vuestro propósito, en vuestro servicio, es la Alegría de Mi Corazón, así mismo es la Alegría de Mi Corazón en cada elemento de la vida, pues todo es Mi Manto, todo es Mi Cuerpo, todo es Mi Alma, todo es Mi Espíritu.

¡Bienaventuranza! Bienaventuranza de la Liberación, no por la espera, ni tampoco por la certeza, pero sí por la vivencia. ¡Bienaventurados sois vosotros, liberados! ¡Bienaventurados sois vosotros, Bodhisattvas! Yo os bendigo Mis niños, Yo estoy ahí en vuestro interior, Yo os sostengo, Yo os fortalezco y Yo os envuelvo. Mi fuerza es vuestra fuerza, Mi sabiduría es vuestra sabiduría, Mi dulzura es vuestra dulzura en este Amor que es lo que somos.

Intenten: reconciliaros, no por las palabras, no por las apariencias, reconciliaros por el Sagrado Corazón de Fuego. Reconciliaros por la intención, por el Acogimiento Amoroso, por la donación. Reconciliaros en verdad, aún más allá de las apariencias de los hechos, más allá de las palabras. Reconciliaros en verdad, reconciliad la Esencia Una en todo es reconciliar las apariencias y contrastes.

Yo Soy en vosotros, no hay que temer. Los días apremian, el ciclo termina, las señales se revelan cada día más claramente, la señal cósmica ya sonó, y la alegría infinita que os espera, no en otro tiempo, no en otro lugar, pero si en todo vuestro interior. El Éxtasis y la Bienaventuranza. Y las transformaciones ya se precipitan sobre este planeta y Mis moradas comienzan a ser erigidas. Puntos de apoyo, pilares de Luz, Moradas de Fuego, del Fuego de Mi Espíritu, en donde aquellos que se dispusieron a apoyar el proceso crítico de la conclusión de la transición podrán encontrar paz, alivio y podrán también reanimar la llama que os anima.

Gratitud amados, saludos hijos de la Luz y Mis honores.


Transcripción realizada por colaboradores de Agnisangha

Revisión final: Agnimitra
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