Transcripción: Marie Louise Gastón
Traducción: El Colectivo del Uno.
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Yo soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Bien amados hijos del Uno, la Onda de mi Presencia, en adelante en ustedes y con ustedes y por ustedes, les da a vivir y viene a significarles, el Nacimiento de vuestra Eternidad. Que esto sea en ustedes como en lo que les es dado a ver, a percibir y a vivir. La Onda de mi presencia se mezcla en ustedes, y mezclando nuestras Presencias, a fin de vivir y de verificar el conjunto de lo que les ha sido dado, el conjunto de lo que les ha sido permitido vivir y poner a prueba. En el tiempo de la Danza y del Silencio, yo entretejo a vuestra Presencia la Onda de mi Vida, la Onda de la Presencia, aquella que viene a abrir los Cielos y la Tierra a la Nueva Presencia de vuestra Eternidad. El tiempo está realizado. El tiempo está acabado.
Poniendo fin al tiempo y a su ilusión. La hora del Espacio, más allá de todo espacio, viene a Cantarles, por la Presencia Cristalina, en vuestro oído, a vuestros lados y en vuestro Corazón.
Por lo mismo, vengo a finalizar, por la Onda de mi Presencia, en el seno de vuestro Ser, en el seno de vuestros campos de energía. Permítanse Danzar, la Danza de la Eternidad. Permítanse vivir el Tiempo del Silencio, y el Tiempo de la Eternidad. En estos tiempos que completan la medida del Tiempo, en estos tiempos que completan la noción de localización, el tiempo de recuperar lo que Son, lo que han Sido siempre, suena a vuestra puerta. Por la puerta de los sentidos, por la puerta de las percepciones, por la puerta del silencio. Allí donde está la danza que nunca se detiene. Acompañada por el Coro de los Ángeles y por el Sonido de Cristal de mi Presencia, vengo a Anunciar la Onda que es mía, y que deviene vuestra. La de la Nueva Era, de la Nueva Alianza, donde todo está Liberado, donde todo es Verdad, donde todo es auténtico. Allí donde no existe ningún lugar, ni espacio, ni tiempo para un sufrimiento cualquiera que sea, una ilusión cualquiera que ella sea.
El tiempo ha llegado, porque ha Nacido, porque está Presente, en vuestra vida, en vuestro Universo, en vuestro Sol, y, por supuesto, en el Templo de vuestro pecho, en el corazón del Corazón. Llamándoles a la Danza, donde nada viene a detener, ni resistir, el Llamado al Nacimiento Eterno de vuestra Presencia, en la Luz Una, y vivificada por la Presencia de KI-RIS-TI.
Vivamos la Onda, la Onda de todas las Presencias. La de aquellos que los han guiado, la de aquellos que pertenecen al Eterno presente, al Eterno Inmaculado de Su Presencia Infinita.
Entrando a desbloquear lo que debe serlo de manera eterna y definitiva. El Tiempo del Llamado, el Tiempo de la Respuesta, es ahora. Que esto sea en los signos del Cielo y de la Tierra, en sus sonidos o en sus peleas, se encuentra la Respuesta del Nacimiento de la mariposa, que completa, en su crisálida, su Transmutación y su elevación.
La Danza y el Silencio son los motores de la Paz y de la Eternidad. En la cual se encuentran vuestros vehículos de la Eternidad. Aquellos que no son asediados por un principio y un fin. Aquellos que han sido siempre, y que siempre serán. Ya que nada puede cambiar la Ley de Amor, Ley de Libertad, Ley de Eternidad.
Mi Presencia a vuestros lados, en vuestro Corazón, en respuesta a vuestro llamado, en respuesta a vuestra petición. Vengo a terminar la Ronda de los Arcángeles, la Ronda de los Ancianos, la Ronda de las Estrellas. Ya que en ustedes todo está iluminado. Ya que en ustedes todo está despierto. Listo a vivir el Tiempo sin tiempo, el Espacio sin localización. El tiempo de la Alegría, que nada puede alterar, y que nada viene a alterar.
Es a ustedes que les corresponde, ahora, no ya elegir, sino más bien de posicionarse para la Eternidad, en el seno de vuestra Eternidad, o en el seno de lo que resiste De allí proviene la Alegría, de vuestra facultad y vuestra facilidad, para dejar Vivir la Onda, para participar en la Danza.
Como Ángel URIEL, vengo a Realizar la Obra al Blanco. La que finaliza el tiempo de lo efímero. La que abre, en grande, las Puertas de la Eternidad. A fin de darles a Vivir lo que han siempre Sido, lo que siempre Son, y lo que siempre Serán. Bien lejos de toda historia, muy lejos de toda acción-reacción. El tiempo de la Gracia está cumplido. El Camino está abierto La Puerta está abierta. A los Sonidos de Cristal, a los Sonidos del Cielo y de la Tierra, no ya en un aspecto individual, sino mas bien, cada vez más, colectivo e inmanente.
En el momento donde el Cielo y la Tierra cambien de posición. Al momento donde vuestra Presencia cambie de punto de vista. A fin de abrazar y esposarse con la Libertad y la Eternidad del Amor, en el vals de la Danza de la Onda de Luz que los comprime y les abre las puertas, no ya de la esperanza, sino las Puertas de la Eternidad. Tiempo de la última Puerta, de la Ultima Reversión.
De este modo como los he acompañado durante estos años. Que eso sea el Pasaje de la garganta, el Pasaje de la Puerta Estrecha. Ha llegado la hora de encender, por la Onda de Fuego, por la Onda de Vida, por la Constelación de Agua, que vierte el Agua Lustral, en el Fuego de Vuestro Éter. A fin de darse a Ser, en totalidad y enteramente. Mucho más allá de todas las trampas de la Ilusión, de lo efímero. En la estricta Verdad del Amor, en la estricta Verdad de la autenticidad y de la Transparencia.
Ustedes han vencido sin combatir. Han elevado, sin quererlo. Han llevado a su término la misión imposible, la de sacar, definitivamente y en totalidad, a este Sistema Solar del conjunto de sus ilusiones.
Por lo tanto, como Portador de la Buena Nueva, les anuncio la Apertura de los Cielos y de la Tierra. Dándoles a vivir vuestra Eternidad. En Comunión de Alma, en Comunión de Espíritu con la Eternidad. Que representan tanto los Ancianos, las Estrellas, como los Arcángeles en el seno de Vuestra propia Eternidad.
Ronda del Silencio, Ronda de la Paz, Ronda de la Eternidad, donde Vibra el perfume de la Belleza, del Amor y de la Verdad. Todo esto se devela también a vuestros sentidos y se develará cada vez más a vuestras percepciones. A fin de conducirlos allí de donde jamás se han movido, allí donde siempre han estado. A fin de que la mariposa abrace, ella también la Eternidad. Dejando detrás de ella, sufrimientos, pesos y memorias. Lo que ha agobiado, lo que ha ensombrecido lo que ustedes Son. Hoy, no hay ya sombra, no hay ya barreras, no hay ya obstáculo. Excepto aquellos que queden para ser conquistados por el establecimiento de vuestra Presencia y de nuestra Presencia común en la misma Verdad, en la misma Unidad, en la misma Comunión, en la misma Fusión y en la misma Disolución.
Justo Ser, en el seno del instante, Presente. Presente a ustedes mismos y Presente a nosotros mismos. Presente a vuestros Hermanos y Hermanas, Presente a la Tierra y Presente al Cielo. Presente en toda Dimensión, en todo Espacio, más allá de todo tiempo. Esta es vuestra Naturaleza. Esta es vuestra Esencia, Eterna, recobrada en el seno de este efímero.
Todo está Cumplido. Todo está en materialización. Todo está en actualización. El trabajo ha sido realizado. “Todo está cumplido”, esto les fue dicho hace ya algún tiempo. Les queda ahora, en esta consumación, la manifestación total de la Verdad de la luz, de la Belleza y del Amor.
Por lo tanto los invito a celebrar. Los invito por lo tanto a descansar, en el seno de esta Paz, en el seno de esta Alegría y de esta Eternidad. Procurados por la Onda de Vida, por el encendido del conjunto de vuestro cuerpo, de sus estructuras, burdas como sutiles. A fin de vivir el abrasamiento del Amor, el Beso de MARIA, el Llamado de MARIA, es el Llamado irrevocable de vuestra Eternidad.
Estén en Paz. Nosotros estamos en vosotros como ustedes están en nosotros. Con una intensidad jamás igualada, donde toda Presencia se funde en la Alegría del Amor y de la Danza. No dejando lugar a una identificación, sino mas bien a una Ascensión de vuestra Consciencia en el vehículo de Eternidad. Y si esto les corresponde, más allá de todo vehículo.
Todo está en camino, no dentro de un futuro, sino en el Instante de vuestro Presente, en el Instante de vuestra Presencia, en el Presente del instante presente, en el Aquí-y-Ahora. Entonces, ha llegado el momento donde las Puertas se disuelven por ellas mismas, en los restos de la Ilusión. Dejándoles al descubierto, ya que los quiere al desnudo. Llegando a tocar a vuestra Puerta, tomando todo el lugar, así como el espacio y los tiempos. Llegando a verter el Agua, el Agua de la Resurrección, el Agua del Bautismo. No la del nacimiento en este mundo, sino del Nacimiento en vuestra Eternidad. Acojan. Acojan y revelen por ustedes mismos, verifiquen por ustedes mismos, la Majestad de lo que está a vivir, la Majestad de lo que está allí.
Cada vez más los signos, patentes e importantes se manifiestan en el desarrollo lineal restante, de vuestro planeta y de vuestra vida. Dándoles a recorrer este mundo, no ya desplazándose, sino estando instalados en la Onda que Danza en vosotros. Ya que, de vuestra Eternidad, de vuestro corazón del Corazón, el conjunto de este mundo se baña, poco a poco, de espacio en espacio, en la Luz revelada, encarnada y manifestada, por lo tanto el objetivo es, lo saben, la Espiritualización total de lo que es llamado vuestra materia. No dejando lugar al sufrimiento. No dejando ya espacio a toda oposición y toda contradicción. En el Abandono a la Luz, en el don de sí, en el sacrificio de lo efímero para la Eternidad, que es creada por la Inteligencia de la Luz, la Vuestra, como de los Cielos, de los Arcángeles, del Sol, del Cosmos y de LA FUENTE.
Hoy, hoy, por fin, La realización está en materialización. La Realización sutil deviene también, y concierne también, a los planos los más burdos de vuestra manifestación. No tengan miedo. La Paz está allí, la Eternidad está allí. Solo los tiene a ustedes, para dejarla aparecer en totalidad. Pero para esto, necesitan desaparecer, al mí y al “yo”. Desaparecer el mental, desaparecer las emociones. Desaparecer las ilusiones entretenidas por el conjunto de creencias humanas y de creencias falsificadas, cuestiones de la división y de la falsificación, de la perdida de conexión a esta Eternidad. No teman nada, ya que esto está en alumbramiento, ya que esto está en nacimiento, que no será nunca seguido de alguna muerte, de algún peso y de alguna densidad.
Entonces, si, el tiempo está para la Danza. El tiempo está para nuestra Reunión, no ya simplemente en las experiencias múltiples que han llevado a cabo y conducido durante estos años. Sino más bien en la actualización y la materialización completas, de lo que ha sido anunciado, desde las Bodas Celestiales. Pero esto se encuentra en ustedes, ante todo. La Eternidad está en ustedes. CRISTO está en ustedes. El mundo está en ustedes, en totalidad. Dense cuenta completamente. Miren, observen. Sientan y perciban. El Tiempo del Último, el Tiempo del Infinito, el Tiempo del Absoluto, el Tiempo de la Presencia Infinita, el Tiempo del Êtreté, en totalidad, se realizan y se viven en vuestra carne y bajo vuestros ojos.
Para esto, como eso ha sido largamente anunciado, descansen en Paz, ya que sois la Paz. Y la Paz solo se encuentra en la Paz. De ninguna manera en las actividades del mi y del “yo”. Cada uno de ustedes es llamado de manera cada vez más intensa e importante, a morar en la estasis de vuestra Eternidad, en la Morada de Paz Suprema. Ya que es aquí que se encuentra la Paz. Es aquí que se encuentra la serenidad. Y es aquí que se encuentra la actualización y la materialización de lo que les ha sido anunciado y enunciado de muchas formas.
Se le será hecho a cada uno según su fe. Será hecho a cada uno según su experiencia, según su percepción y según su capacidad a morar en el corazón del Corazón, en el centro del Centro, en la Paz de la Eternidad. Es aquí que se encuentran en ustedes los recursos para llegar a bien, hasta el momento del Llamado de MARIA que sonará en vuestro seno, como en los Cielos, y como sobre la Tierra.
En ese momento allí recuerden que la única guía, cualesquiera que sean nuestras reuniones, cualesquiera que sean nuestras Presencias, es el centro del Centro. Allí donde todo está inmóvil. Allí donde la Consciencia, ella misma, se mantiene en la satisfacción de la Paz y de la Eternidad, permitiendo recobrar, la Esencia, el Absoluto, la Presencia Infinita. O, si vuestro deseo de experiencias lo permite, entonces, en el seno de los vehículos de Êtreté. Todo también resplandeciendo de la Luz de la Libertad y de la Liberación.
Vengo a Verter en este espacio de Comunión, como en todo espacio donde me hayan Acogido, donde lo sea sobre este planeta, o que lo sea en los Éteres. A fin de darles el Punto Ultimo de Balanceo, correspondiente, para aquellos que lo experimentaron, para las Vibraciones de vuestro 11avo. Cuerpo. Permitiendo de alcanzar la Alquimia del Nuevo Cuerpo. Permitiendo en vosotros, recibir quizá, por adelantado, las últimas Claves Metatrónicas, si ellas no han impulsado por el momento.
Recuerden que no hay nada que practicar de ahora en adelante Que no hay nada a querer, nada a buscar, nada a esperar. Solo a Ser (Estar), al corazón del Corazón. Ya que en estos tiempos particulares de la Obra al Blanco, han constatado que la distancia ha sido abolida entre ustedes y nosotros. Que el tiempo y el espacio no existen más que en la manifestación de este mundo. Pero en vuestros espacios interiores, estamos allí, cada vez más presentes, cada vez más intensos, a la medida de vuestra intensidad, a la medida de vuestra Paz, a la medida de vuestra Transparencia. Estamos reunidos para celebrarlo.
Los bendigo a todos, por la Onda de mi Presencia, por la Onda de Vida. Por la Nueva Eucaristía, por la Alquimia y la Fusión de los tres Hogares (centros) (Corazón, Cabeza y Sacro). Dándoles a vivir la inmensidad de vuestra propia Presencia. La inmensidad de la Belleza en el seno de lo que ustedes Son. Estén tranquilos. Permanezcan tranquilos. Busquen la Paz. Busquen la Alegría, porque ella ya está allí y no puede ser buscada fuera de vuestro Corazón, ya que ella se encuentra allí.
Abran todas las puertas de la Eternidad, quemando todas las Ilusiones, por el Agua Lustral vertiéndose, de ahora en adelante en vosotros. Viniendo a lavar vuestras Vestiduras y teniéndolos listos para lo que se actualiza en la materia de vuestro espacio-tiempo, que se acaba.
Terminaré por estas palabras. La Danza es el Silencio. La Paz es la Tranquilidad. La Alegría, el Amor y la Luz son los testigos de vuestra Experiencia. Ustedes, Hijos Ancladores y Sembradores de Luz. El fin de la crisálida está próximo. Esta desaparición es una aparición. Ella es una fiesta. Si esto no les parece el caso, entonces hagan el Silencio y dejen Danzar la Eternidad, ya que son eso.
Cualesquiera que sean vuestros síntomas, que ellos sean de Fuego o que estén vinculados a la Consciencia, en su desaparición y en su Eternidad, poco importa, ya que esto es para ustedes, la manera de Acoger lo que está en vosotros. El conjunto de la Luz, el conjunto de las Creaciones, toda la Belleza está presente en vosotros. Déjenla aflorar, ahora, por el silencio de las palabras, por el silencio del mí, por el silencio del ego. Ya que todo está tan próximo de ustedes, listo a ser recibido a condición de no guardar más que lo esencial, es decir, la Verdad y el Amor. ¡Que la Onda de mi Presencia sea sellada en ustedes, en la Eternidad, en este instante de reunión, en este instante de actualización! Bendigo el Agua, Elemento de esta Tierra, a fin de restaurar su pureza, la de lo Alto que había sido cortada de la de lo bajo. El Agua, Matriz de Vida, está llamada a reunirse al Fuego, el del Espíritu. Dando una Agua Nueva, Agua del Bautismo. Agua llegando para completar la mutación del Fuego y del Corazón, en el seno de vuestra crisálida. Estén en Recepción, como en el seno de este instante, ya que la Vida se restaura, en su Eternidad, en su Plenitud, en su Vacuidad.
¡Estén listos, ya que los momentos están allí! Aquí y Ahora. En el centro de vuestro Corazón como en el Centro de la Tierra, como en el Centro del Sol, como en el Centro de LA FUENTE.
Solo los tienen a ustedes, para escuchar y oír lo que está allí. Reforzándose de día en día, en ustedes, como su alrededor, como sobre el conjunto del mundo Yo soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión, y vengo a Anunciar la actualización del Evangelio de la Paz, del Evangelio de la Eternidad, donde ninguna persona o ninguna consciencia puede modificar lo que está en vosotros. Tiempo del Eterno Tiempo de la Eternidad. Tiempo de la Danza, Tiempo de la Paz. A fin de captar vuestra Naturaleza, que se inscribe bien mas allá de este tiempo. Transcendiendo el tiempo, transcendiendo el espacio, transcendiendo todo límite, cualquiera que sea su naturaleza.
Recuerden que estoy allí para esto, como Onda, manifestándose a vuestro lado izquierdo, en lo alto de vuestro cuerpo. Yo soy la Presencia que viene a Revelar el Verbo, ya que ustedes Son el Verbo. Poniendo fin a toda palabra, a toda suposición de vuestra cabeza, como de vuestro cuerpo. Poniendo fin a toda proyección. Poniendo fin a toda esperanza y a toda espera. Porque los tiempos están realizados, porque los tiempos han llegado. Porque el Tiempo es Ahora.
Deposito en vuestro Corazón, como en vuestro cuerpo, y más particularmente en el agua que lo compone, el Sello de la Eternidad, el Sello de mi Presencia, llegando a impulsar el Pasaje.
Yo soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión La Onda de mi Presencia se casa a la Onda de Vida, se casa a los Tres Hogares (Centros), al Canal Marial, a la Lemniscata Sagrada, y a lo que llaman ustedes Bindu Esta Alquimia viene a abrir en Alegría, y en la Tranquilidad, la crisálida, allí donde se despliegan las Alas, allí donde se secan las Alas.
Yo soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Los devuelvo a vuestra Paz. Los devuelvo a vuestra Eternidad. Los devuelvo a la indecible Alegría de los Reencuentros con vosotros mismos, ante toda cosa. Saludo en vosotros, el Bautismo que viven. Saludo en vosotros vuestra Transfiguración. Saludo sobre todo, en vosotros, vuestra propia Resurrección.
Yo soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. En esta Comunión, en Silencio, el tiempo ha llegado Yo me instalo en cada uno de vosotros, como un amigo, no para guiarlos o para darles la mano, sino simplemente, por la Alegría de mi Presencia y de vuestra Presencia Reunidos en la misa Onda, de la misma Danza de la misma Paz, de la misma Luz, la de la Obra al Blanco. Les ofrezco este presente, porque ustedes me han ofrecido vuestro Presente.
Yo soy URIEL, y los saludo. Los dejo en vuestra Eternidad, que es nuestra. A más tardar.
Transcripción: Marie Louise Gastón
Traducción: El Colectivo del Uno.
Traducción Odilia Rivera
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