jueves, 1 de agosto de 2013

LAS PALABRAS Y LA SUPRAMENTE Agnimitra 9 de Julio 2013

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Las palabras son como el agua en los rápidos, a veces ellas pueden producir un sonido calmante, puede ser un sonido hermoso, relajante, reconfortante, otras veces estas palabras, sin embargo, producen un ruido ensordecedor, como de una cascada. Algunos encuentran también en este ruido cierta belleza, a otros irrita sus sentidos, pero no importa, el flujo de las palabras continúa y a lo largo de la experiencia, continúan sucediéndose, a veces las palabras producen un sonido hermoso, atrayente, a veces un ruido ensordecedor, en ambos Estados las palabras nunca dicen nada, así como el sonido del agua nunca dice nada.

El flujo constante de palabras que salen ya sea de una boca, ya sea de otra, nunca dicen nada, es apenas eso, un sonido, a veces bello, a veces ensordecedor. Para un punto de percepción, sin embargo, esto es relativo. Para aquel que accede a la Supra-mente, ésta Mente Una, esta realidad Una, subyacente en todas las cosas, lo que es: Sat-Chit-Ananda, Existencia Absoluta, Consciencia Absoluta y Bienaventuranza Absoluta. Las palabras esconden otra cosa, ahora, a partir de la Supra-mente continúan sin decir nada, en el silencio entre una palabra y otra, se percibe un discurso de belleza y profundidad inigualable. Eso porque a partir de la Supra-mente todo es claro y todo es Claridad.

Ahora no se engañen, el camino que conduce a la Supramente no es esfuerzo, el camino que les permite restaurar la Supramente no es la técnica, ni el método, no es la mente, ni siquiera el silencio premeditado puede permitir el re-acceso a la Supra-mente.

Todo comienza cuando se dan cuenta de que la Supramente es la realidad detrás de todo, de que la Supramente es Todo, está en todo y todo está en ella, no obstante inmanente, esta Supra-mente también es trascendental, es decir, aunque la Supramente sea la base de la mente, trasciende ampliamente los límites de la misma. A partir de esa primera percepción, que puede ser espontánea o inducida, comienza el reencuentro con el verdadero Ser

A partir de esta primera percepción de la Omnipresencia, Omnipotencia y Omnisciencia del Ser que inclusive ustedes Son, comienza el reencuentro, comienza el despertar. A partir de ahí es un constante asombro, una constante entrega, nada premeditado, nada por esfuerzo, todo espontáneamente, porque así como esa Supramente los condujo hasta este estado de adormecimiento, de la misma forma la mano amorosa y gentil de ésta Supramente los trae de vuelta a la plenitud del Ser, al estado lúcido. Entonces calma, no adelanta cuestionar, no adelanta protestar,

La voluntad personal delante de esta Voluntad Divina nada puede, nada representa, no en tanto, sirve al único intento, al único propósito de esta Voluntad Divina. A partir de ahí olviden el sufrimiento, a partir de ahí hagan las paces con el sufrimiento y permitan que él se vaya, ustedes no precisan mas de este maestro, sí, porque el sufrimiento es un maestro, el sufrimiento les señala todas las veces en que ustedes resisten a esta Voluntad Divina, así como todas las veces en que, por soberbia, arrogancia o mismo simple ignorancia, cuestionan y se niegan a ver el Ser perfecto por detrás de todo.

A partir del momento en que dan este primer paso del reencuentro, y adiós al sufrimiento, permiten que él se vaya, y si él retorna para algunas visitas, recuérdenle que debe seguir su camino, y ustedes deben seguir el suyo. Deben dar un segundo y un tercer paso en este reencuentro. El primer paso es la aceptación y con el segundo paso comienza la reconciliación con el propio sufrimiento, ese segundo paso es concluido en la reconciliación con la vida, delante del primer asombro, del primer vislumbre de la Esencia perfecta por detrás de todo. Entonces ustedes comienzan a asombrarse al percibir esta Esencia perfecta en todo.

Aquí hay una pequeña diferencia, en un primer momento la Esencia perfecta está por detrás de todo, todo sustenta y es la Fuente de todo, aun así ustedes perciben una distancia y una diferencia entre la fuente y su producto, entre la luz y su reflejo. En el segundo momento, en la medida en que la reconciliación con el maestro sufrimiento se hace, ustedes perciben coincidencia; la misma Esencia perfecta por detrás de todo, está en todo, es todo, y así toda oposición a la vida se desvanece y así el sufrimiento sigue feliz su camino y ustedes inician el tercer paso en el reencuentro con el Ser Perfecto.

Al respeto de este tercer paso muy poco puede ser dicho, porque él es la obliteración de su propia percepción, no hay testigo de ese tercer paso, no hay quien lo observe, ni quien lo contemple porque el propio ‘yo’ en aquel momento es disuelto para resurgir inmortal, en gloria, imagen perfecta de la Fuente de la cual él es reflejo. Vean a donde las palabras nos llevaron; el ruido cálido y a veces violento esconde todo eso, las palabras no quieren decir nada, no pueden decir nada, de hacho no dicen nada, mas el espacio entre las palabras, por detrás de ellas, en las palabras, estas son las puertas de la Supramente. Hoy cesen de oír y abran el oído interno, cesen de hablar y permitan que la fuente de la sabiduría comience a brotar ahí dentro, cesen la visión y permitan que la verdadera visión interior despierte una vez más y les muestre la gloria del Ser perfecto que ustedes son, que yo soy, que nosotros somos.


Transcripción: Kartikeya.
Revisión: Agnimitra.
Publicado por Agnimitra 

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