viernes, 12 de julio de 2013

LA NAVE ESPACIAL QUE VIO EL PROFETA EZEQUIEL

David Parcerisa

En un intento por desmitificar la idea de que el profeta Ezequiel estuviera relatando una nave espacial, el ingeniero de la NASA, Joseph Blumrich se puso manos a la obra. Empezó a reconstruir detalle por detalle, lo que Ezequiel relataba en los textos bíblicos. El profeta contaba haber tenido un encuentro “divino” con una especie de nave o aparato mecánico volador, del que emergió una voz que le habló a él personalmente. El encuentro habría tenido lugar por los contornos de Babilonia. Cuando el ingeniero Blumrich había oído hablar por vez primera sobre este relato, se echó a reír. Pero al terminar con su investigación, ya no sonreía tanto. No sólo logró reconstruir una nave con propiedades aeronauticas factibles, sino que además, se dio cuenta de que era una máquina voladora perfectamente funcional. Blumrich acabó tan seriamente convencido de ello, que publicó el libro The Spaceships of Ezequiel (Las naves espaciales de Ezequiel).

Distintos científicos, sin conocerse entre sí, reconstruyeron cada uno a su manera, la nave del profeta y… sorpresa. Todas las maquetas, esbozos y dibujos coincidían en un 90% de sus características.
El ingeniero de la NASA, Joseph Blumrich.

Esto es lo que se desprende de la biblia, sobre el encuentro de Ezequiel, contado por él mismo;

1. Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

2. Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente.

3. Y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y ésta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

4. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

5. Y los pies de ellos eran derechos y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

6. Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados.

7. Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante.

8. Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro caras de águila.

9. Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.

(Quién no viera jamás un sistema individual de propulsión aérea similar al helicóptero, forzosamente hablaría de “alas” y movimientos rápidos)

10. Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hasta donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían.
11. Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos, que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

12. Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.

13. Mientras yo miraba los seres vivientes, he aquí una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados.

14. El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda.

15. Cuando andaban, se movían hacia sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban.

16. Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor y en las cuatro.

17. Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

18. Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

19. Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

20. Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía una expansión a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas.

21. Y debajo de la expansión, las alas de ellos estaban derechas, extendiéndose la una hacia la otra; y cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo.


http://www.youtube.com/watch?v=7giWqNdujXo&feature=player_embedded

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