domingo, 21 de julio de 2013

HEMOS FOTOGRAFIADO EL PENSAMIENTO

Publicado por Gustavo Fernández en 21-07-2013


Fotografía Nº 1: Este es el aspecto que debería presentar, siempre, un trozo de película virgen no expuesta y así enviada a ser revelada. Negra, en el caso de película ByN, verde oscuro o azul oscuro para la película color.


Fotografía Nº 2: Aquí, pese a la indefinición de la imagen, ya se ha producido un efecto interesante: esta mutación en el color, huella evidente de alguna energía que emulsionó la película, sólo apareció luego de que uno de los participantes en el experimento estuvo concentrándose sobre ella.


Fotografía Nº 3: Mismo caso que el anterior, si bien aquí ya es evidente una etapa más avanzada en el proceso de impregnación; desdibujada y desfocalizada, la imagen tiene sin embargo mayor riqueza visual que la anterior.


Fotografía Nº 4: Este es un ejemplo realmente espectacular. Para el caso, el alumno elige como objeto de visualización mental…¡una cicatriz! (la reproducción es tan fidedigna que para quien no conoce las condiciones de trabajo puede ser plausible de sospechoso de fraude). Tan insólita elección se debió a que la madre del sujeto, luego de una difícil intervención quirúrgica, tenía dificultades para la cicatrización postoperatoria de la herida, siendo ése el motivo de que su hijo seleccionara tal imagen para visualizar.


Fotografía Nº 5: Esta placa pertenece a una serie de dos, donde el participante decide visualizar un crucifijo de su propiedad, de gran valor emotivo para él. En la primera no aparece nada definido, aunque evidentemente algo tiende a materializarse, pero en la segunda…


Fotografía Nº 6: …Aunque poco fácil de interpretar a primer golpe de vista, si se observa con atención se notará, delineado en el color azul, el contorno de un torso humano, desde un poco por debajo del cuello hasta la cintura, siendo claramente visibles el esternón y las costillas, y a un lado, tal como la descripción bíblica nos informa que Cristo recibió en forma ascendente el lanzazo que le propinó el centurión Longinos, un haz de luz ascendente. Es como si la mente inconciente dispusiera de un “zoom” que, a despecho de que concientemente el alumno visualizó todo el crucifijo, aquella centrara su atención en un aspecto sobresaliente del mismo, sobresaliente quizás por implicancias simbólicas y emocionales.

Para leer el artículo completo
http://alfilodelarealidad.wordpress.com/2013/07/21/hemos-fotografiado-el-pensamiento/

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