miércoles, 24 de julio de 2013

El camino para desarrollar su suprasensibilidad y traspasar el umbral de la naturaleza.

  El camino para desarrollar su supra sensibilidad y traspasar el umbral de la naturaleza.

Método de comunicación con  la naturaleza  a través del asombro, la admiración y la veneración. 

 Una experiencia a través de la Observación de los fenómenos de la naturaleza en el Cañón de Rio Lobos y en la fuentona.

El  curso de metamorfosis de las plantas de este año,  ha significado para mí un verdadero encuentro con mi propio ser y con la quietud y la armonía de la naturaleza, reviviendo muchas experiencias vividas en otros cursos. Ha sido una oportunidad de reencuentros con personas que estamos en una misma investigación interior. Todos deseamos penetrar en los secretos del mundo espiritual, pero tenemos que reconocer que es un mundo donde todos somos aprendices.

Abrirme  y dejar que la naturaleza me hable y me muestre su esencia; sentir esas fuerzas con la veneración que Goethe se dirigía a las plantas, ha sido una experiencia de verdadera regeneración y de activación de fuerzas vivas para  la salud en mí ser.  La quietud que la naturaleza nos transmite, nos permite trascender la  excesiva intelectualidad abstracta que cultiva nuestras mentes y  nuestro mundo de juicios limitados,  y a la vez,  poner un poco de orden en nuestro caos emocional del día a día.

 Cada  vez que escuchaba a Jaime  me hacía recordar mucho algunos contenidos enunciados por Rudolf Steiner para todos los aspirantes a un conocimiento superior. (Cita del libro: "Cómo se adquiere el Conocimiento de los Mundos Superiores")

-"En todo lo que le rodea y en sus experiencias, deberá cada persona buscar lo que pueda infundirle sentimientos de admiración y veneración. Si me encuentro con una persona y critico sus debilidades, me despojo de la fuerza cognitiva superior, pero si trato de contemplar con afecto sus buenas cualidades, acumulo tal fuerza".

Ser capaces de observar, sin proyectar nuestros juicios sobre una experiencia, sobre la naturaleza,  o sobre los pensamientos y actos de los demás, nos abre la oportunidad de encontrarnos desde el corazón.  Hablar del corazón, es hablar del alma que ha desarrollado las cualidades de la devoción, la admiración y la veneración.  No es posible asombrarse de las cosas, si antes no aprendemos a respetarlas. Respetar es reconocer el valor que tiene cada cosa o cada ser, con la consciencia de que todos vivimos dentro de este Ser maravilloso que es la naturaleza. Cada ser humano es una célula dentro de este organismo que es la Tierra, y como tal formamos parte los unos de los otros.

El observar con la atención sostenida, nos introduce en la naturaleza o en cada ser humano si lo hacemos con una actitud de respeto. El respeto al otro, a su experiencia y a su forma de ver la realidad, es aceptar que cada uno ve la realidad desde su punto de vista, comprendiendo que la "verdad" es aquello representado 360 grados alrededor de los hechos y los fenómenos. Aceptar otros puntos de vista nos hace más objetivos en nuestro día a día. La actitud de respeto es una forma de contemplar con afecto todo lo que nos rodea. Saber observar las cualidades de la naturaleza es captar su belleza. Si somos capaces de ver los aspectos nuevos que nos muestra cada persona, si somos capaces de  ver los aspectos nuevos que nos ofrece la naturaleza sin  los filtros de nuestro intelecto o de nuestros juicios establecidos,  estamos creando fuerzas que se utilizaran para abrir los ojos espirituales.
Penetrar en el lado oculto de la naturaleza y  abrirse a sentir sus fuerzas con plena consciencia, es el camino del hombre del siglo XXI. Nuestro reto es hacerlo con  discernimiento y autodominio.

Autodominio no es solo hacerlo desde la observación sensorial, sino también desde la observación del alma,  y reconocer cuándo es la luz del yo,  la naturaleza, o las representaciones y deseos del pasado los que aparecen en mi mundo mental o sensorial. También debemos poder observar en el alma para discernir cuándo son otros seres los que están interfiriendo o induciéndonos en nuestro interior. Realmente, ¿quién es capaz de saber cuándo los pensamientos son genuinamente suyos y no inducidos por otros seres? Rudolf Steiner dice en su filosofía de la libertad, que sólo es tuyo aquello que sabes por qué lo haces, aquello que sabes cuál es su origen en tu experiencia y aquello que sabes el motivo que te indujo a pensarlo en tu interior.

El ser humano debe penetrar conscientemente en el mundo sensorio, para después poder penetrar en su alma y estar preparado en su consciencia para poder conocer en el mundo superior y comprenderlo con total exactitud. Los  que tienen facilidad para analizar lo sensorio, sufrirán cuando quieran establecerse en el centro de su alma para ver lo espiritual. Y al revés, aquellos que tengan facilidad para ver lo espiritual, sufrirán cuando quieran penetrar lo sensorio. Ambos tienen una gran tarea: establecerse en el corazón y cooperar juntos para crear ese puente entre el  mundo sensorio y el mundo suprasensible. Muchas personas en este momento de nuestra civilización sienten el llamado de penetrar en el mundo espiritual. Para llegar al mundo espiritual hay que penetrar primero en el mundo astral. Centrarse en el alma y conocer el mundo astral, es camino necesario para poder entrar con seguridad y autodominio en el mundo suprasensible sin falsas fantasías y sin falsas interpretaciones. Unos tienen facilidad para penetrar en lo sensorio, y otros para sentir lo espiritual, pero todos necesitan centrarse en el alma con conciencia y con afecto para abrirse a recibir.

Penetrar en la naturaleza como lo hace Goethe o  R. Stenier, es un proceso de auto educación permanente para aprender a captar con el corazón. Toda el alma se transforma en un órgano perceptivo que se abre dejándonos penetrar en la naturaleza y los seres.

Recuerdo cuando nos encontrábamos en la “Fuentona” observando la naturaleza. A medida que el silencio se instalaba, la naturaleza nos inducía a la quietud interior. Mientras, el manto de luz de los seres de los arboles pulsaba en meditación dirigido por los devas, que son los espíritus de la naturaleza, guardianes del ecosistema del lugar. Ellos nos creaban la quietud si nos abríamos de corazón. Esta quietud se sentía cuando ellos se sintonizaban creando un círculo de fuerzas de ellos para nosotros. En este caso, los árboles y las plantas del lugar pulsaban como órganos de luz viva. La quietud, según R. Steiner, es una de las cualidades fundamentales para poder abrirse a la percepción del mundo suprasensible, y allí, los seres de la naturaleza nos la entregaban por devoción. Todo el grupo se sentía inundado por tan bella calma que nos hacía percibir aquello que comúnmente no se percibe, por el estrés, la saturación de estímulos sensoriales, o el caos de las pasiones de nuestra vida cotidiana. Mientras yo escribía, muchos pensaban que yo no estaba entrando dentro de la experiencia. Yo me limitaba a escribir lo que  mis sentidos veían, para poderlo comparar con la experiencia de los demás, y poder ver el camino, los pasos de cómo toda alma puede penetrar conscientemente en el mundo superior de la naturaleza. Así fui delimitando los pasos, según mi experiencia unida a la experiencia que Jaime ha realizado en los últimos años en estos cursos de metamorfosis de las plantas. Por fin, un grupo en la antroposofía de España se preparaba para penetrar y traspasar el umbral de los sentidos sin miedo, y con el despertar del alma consciente.

“Conoce a la naturaleza y te conocerás a ti mismo. Sumérgete en la naturaleza y te conocerías a ti mismo. Sumérgete en ti mismo y conocerás a los demás. Sumérgete en los demás y conocerás el mundo. Sumérgete en el mundo y conocerás la naturaleza, la Tierra, y al Cristo"

Primero tenemos que aprender a penetrar con conciencia en el mundo de los fenómenos para descubrir las cualidades y sus fuerzas, y detrás de ellas a los seres en el plano físico, astral, o espiritual. O también, aprendiendo a reconocer los fenómenos de las fuerzas y su origen, aprenderemos a ver los fenómenos de la vida y su origen.  En la naturaleza tenemos varias dimensiones que se encuentran en un mismo plano de percepción. Tenemos el mundo físico, el mundo astral y el mundo espiritual. Ahora  nos corresponde también aprender a discernir cuándo con nuestros sentidos sensorios, penetramos en cada plano. ¿Cuándo estamos en lo sensorio?, ¿cuándo estamos en el alma o plano astral?, ¿cuándo estamos en el mundo superior o plano espiritual?

*En el plano sensorio tenemos que desarrollar los órganos de la observación y la percepción clara a través de los 12 sentidos.

*En el plano del alma tenemos que desarrollar la admiración, devoción, y veneración como un órgano perceptivo que penetre los 12 sentidos.

*En el plano del espíritu, tenemos que desarrollar el alma como un órgano de percepción a través de la luz espiritual donde pulsan los lotos, y desarrollar los lotos para ver dentro de la luz y a través de los órganos de los sentidos suprasensibles.

FASES DEL METODO DE ATENCION SOSTENIDA:

"Percepción de lo sensible a lo suprasensible desde el alma consciente."
ESQUEMA: Descripción del camino de lo sensorial a lo suprasensible.
*Fase sensorial: Desarrollo de los 12 sentidos.
*Fase cognitiva del alma: Desarrollo del alma consciente y del órgano de percepción del corazón.
*Fase cognitiva del espíritu: Desarrollo del yo espiritual. El alma iluminada es un órgano de percepción espiritual.

*FASE SENSORIAL: el mundo sensorio entra en mí.
Dejarse penetrar por la quietud de la  naturaleza y percibir lo sensorial con atención.
Percepción de los 12 sentidos como una comunicación con la naturaleza.
Despertar la intuición, la imaginación, la inspiración.
Atención, asombro, abertura interior. Desconectarse del intelecto y el estrés.
Interiorización, captación del silencio. Captación de los sonidos, dejar que entren en ti. Entrar en la quietud.
Sinfonía de la naturaleza y los elementos. Captación sensoria  de la naturaleza, y los animales como orquesta que penetra en tu interior.
Sentirte uno con la naturaleza.  Captación de la unidad, el círculo, la totalidad. Sentir la armonía dentro de ti. Alteración sensoria del espacio o distorsión del espacio, alteración de los planos de percepción sensorial.

*FASE ANIMICA: lo exterior está dentro y lo que está dentro esta fuera. Yo me sumerjo dentro de la naturaleza, dentro de cada ser y veo a través de las cualidades.
Dejarse penetrar por el silencio de la quietud en una octava superior. Captación del sentimiento como lenguaje del alma.

Centrarse en el corazón y ver con el alma, ver a través de las fuerzas o cualidades.  Ver a través de la admiración, devoción y veneración.

Percepción anímica. Captación del silencio dentro del silencio –vació interior. Me comunico con la naturaleza. Siento los estímulos de los sentidos como una orquesta que equilibra mi alma, mis emociones, mis pensamientos. Desarrollar la mirada que acoge con amor.

Cualidades anímicas. Percepción del aura, las energías, los colores, las cualidades. El lenguaje de los colores. Los colores son cualidades, son fuerzas que resuenan en mi alma. En el aura se expresa el alma de cada ser. Al sentir el aura con conciencia, entro en la esencia de cada ser.

Lenguaje anímico. Captación del lenguaje y sentimiento de la naturaleza y los animales. Los sonidos, los colores, los animales, las plantas,  me hablan, me enseñan; resuenan como mensajes en mi interior. Es una orquesta que cura mis cuerpos y mi alma. Los  Símbolos, la  fantasía, las imágenes, son un lenguaje de sentimientos e ideas, que se sienten, se entienden, y se perciben simultáneamente. Las ideas-sentimientos audibles  de la naturaleza son un intercambio de sonidos creadores es el alma grupo en el bosque. “Entro y salgo" en diferentes percepciones del tiempo.

Muchos de estos pasos pueden darse simultáneamente o alterarse el orden según la capacidad de cada persona para penetrar en la quietud y/ o el nivel de desarrollo del órgano de percepción del corazón.

Algunos aspectos a desarrollar para penetrar con conciencia en el alma.

Aprender a transformar la devoción, veneración, admiración, en órganos perceptivos del alma. 
Formar estos órganos aquellos que no los tengan desarrollados.

Desarrollo de los 12 sentidos como una percepción sensorial y anímica consiente.

Alteración del espacio y tiempo en diferentes grados según el nivel de penetración en el alma y en La naturaleza. Despertar la  consciencia de las fuerzas y sus cualidades, y el mensaje que nos transmiten. Aprender a tomar consciencia en las fuerzas o experiencias, en el sentimiento, en las imágenes, en las representaciones, en las ideas e ideales y en los valores y virtudes. Consciencia del mundo sensible del alma y la diferencia con el del espíritu.
Aprender a crear el centro del alma en el corazón, y aprender a entrar con  consciencia en tu mundo interior. En este estado del alma  lo interior es exterior y lo exterior es interior. Aquí los dos planos se encuentran en tu interior y el ser debe tener consciencia de lo que él crea, o piensa, y cuando el “es pensado”, o inducido.

Despertar la cognición intuitiva, imaginativa, e inspirativa.

*FASE SUPRASENSIBLE O ESPIRITUAL: “Yo soy un coceador con la naturaleza.” Centrarse en la luz espiritual para ver el mundo del espíritu. Ver a través de la luz, en los diferentes "tiempos", la unidad de la naturaleza como un órgano del ser de la Tierra, El Logos, el Cristo.

Comunicación espiritual consciente. Comunicación ideo-plástica con los seres o espíritus. Percepción externa-interna vidente de los seres.

Comunión espiritual. Transmisión de luz y fuerzas en comunión con  la sinfonía de la naturaleza. 

Aprender a integrarte como un órgano de fuerzas en las esferas de los ángeles o de los seres de la naturaleza.

Proyección espiritual.  Ver con tus cuerpos de luz, en diferentes tiempos, y planos. Ver a los seres desde dentro de los planos, aprender a ver en los diferentes mundos y frecuencias del plano físico, astral y espiritual.

Este camino iniciado por Jaime lo vamos a completar y perfeccionar con el intercambio de las diferentes experiencias. Vamos  a sistematizar los pasos del proceso para penetrar en el conocimiento del mundo superior de la naturaleza. Primero observando en los fenómenos las fuerzas, en estas sus cualidades, y en ellas los seres que trabajan en los planos paralelos. Dependiendo del grado de activación del corazón, y del nivel de desarrollo del alma consciente, unos pasos son para unos más fáciles y para otros más difíciles, pero el sistematizarlos nos permite dar una ayuda para que cada persona sepa dónde está, y lo que le falta por desarrollar. No hay que olvidar que este proceso de comunicación con el mundo espiritual de la naturaleza no se puede dar si no hay un desarrollo espiritual paralelo. Este método es un puente que nos lleva de la filosofía de la libertad a los primeros pasos delimitados por R. Steiner en el libro titulado: 

" Cómo se  adquiere el Conocimiento de los Mundos Superiores".

En este momento que vive la civilización, todos son llamados a  tener una experiencia directa y propia del mundo espiritual. Es el momento para que el alma consciente se abra al yo espiritual. En este inicio del nuevo milenio, el mundo espiritual se acerca a los seres humanos para que todos lo perciban y aprendan a relacionarse con él de forma consciente. Tener algunas experiencias del mundo espiritual nos hace crecer en  discernimiento.  Vamos a desarrollar las cualidades de respeto, veneración, y admiración que son las que van a  crear  los órganos suprasensibles que nos permitirán desarrollarnos como seres espirituales hasta que desarrollemos conscientemente el alma como órgano de percepción espiritual y entremos en comunicación con nuestro yo espiritual. Cuando esto suceda, dejaremos de ser aspirantes para ser iniciados.

DESCRIPCIÓN DEL MÉTODO A PARTIR DE LAS EXPERIENCIAS VIVIDAS EN LA FUENTONA.

*FASE SENSORIAL: Desarrollo de la consciencia en los 12 sentidos.

          Primero: Atención sostenida y asombro.
Sentados mirando las naturaleza, nos dejábamos llevar prestando atención a los sonidos, sintiendo donde nuestra atención era llamada, abriéndonos a que la naturaleza penetrara en nuestro interior. Observamos un árbol, el agua, los sonidos, el viento, el bosque, etc. y desde allí nos centrábamos de forma receptiva, dejando que desde el asombro los sentidos se abran para percibir y sentir cómo en nuestro corazón, surge la admiración y el silencio interior. La quietud se extendía a todo el cuerpo hasta que parecía que formábamos parte de la naturaleza. Percibíamos cómo nuestros sentidos  eran penetrados por los estímulos sensoriales, sin hacer juicios, dejando que los pensamientos pasen por nuestra mente como las nubes del cielo. La naturaleza iba entrando poco a poco en nuestro interior, a la vez que iba calmándonos dentro y despertando fuerzas nuevas.

Segundo: En la quietud la naturaleza es una orquesta.

No hay un sonido que suceda por acaso. El bosque es una orquesta que ya está trabajando para comunicarse con nosotros. Ahora nosotros tenemos que entrar en la quietud para sentirla. Todos los estímulos sensoriales aparecían para establecer la primera comunicación con nosotros. El color sensorial ya no sólo era color, era una fuerza que actuaba sobre nuestra alma, ayudándonos a interiorizarnos, calmándonos y despertándonos por el asombro. Del asombro pasábamos a la admiración al percibir la armonía y la belleza que nos rodeaba, y se iba activando nuestro corazón. Los sonidos creaban un silencio y una paz que nos envolvían.

Tercero: Sinfonía sensorial en la naturaleza.

La naturaleza se comunica con nosotros. La percepción de los planos y los colores, comenzaba a alterar nuestra percepción. Por unos momentos los planos se superponían, se modificaban, o se alejaban. Se modificaba la percepción tridimensional y daba la sensación de abrirse a otro plano. A la vez, los sonidos parecían ya no llegar de fuera.  El dentro y el fuera era otra sensación que se alteraba. Unas veces parecía que todo resonaba dentro, otras que entraba de fuera, otras de dentro y de fuera. El viento, los sonidos de los animales, el movimiento de las hojas, el movimiento de los árboles, etc. todo participaba creándonos equilibrio y queriéndose comunicar con nosotros. Todos los estímulos sensoriales y todo lo que observábamos se transformaba en fuerzas que penetraban en nuestro interior con su poder curativo y de equilibrio. En unos se manifestaba con mayor intensidad, en otros con menor, dependiendo de la sensibilidad de cada cual.

Cuarto: Unidad con la naturaleza.

Desde ese mar de sonidos armónicos, nuestra percepción de las fuerzas se ampliaba y comenzábamos a sentir, cómo la naturaleza nos inundaba con sus fuerzas armónicas y cómo la naturaleza es un mar de fuerzas que penetraba en nuestra alma. Al igual, todos los miembros del grupo  irradiaban fuerzas los unos a los otros. Parecía que en las fuerzas desaparecían las diferencias y que los seres estábamos todos unidos y a la vez unidos con la naturaleza. Ese mar de fuerzas se sentía como un círculo fluyendo de unos a los otros. La quietud creaba un aura común. Estas fuerzas nos hacían sentir que todos formábamos parte unos de otros. Estábamos en una burbuja de fuerzas del bosque que nos envolvía. Se sentía cómo en ese momento se creaba una red de fuerza con los árboles, con las personas, todos en un estado de unión y comunicación que fluía desde la naturaleza que nos ínter-penetraba al grupo. Unos se sentían dentro y otros aislados dependiendo de su sintonía. Unos llegaban hasta esta experiencia, otros deban un salto de experiencia en experiencia. En definitiva todos estaban activando su corazón para sentir a su alma como un órgano de percepción cognitiva a través de los sentidos. Aquellos que no tenían un mínimo de dominio sobre su mente y sus emociones, todo aparecía simultáneamente o superpuesto, mezclándose unas experiencias con las otros mientras buscaban saber lo que les sucedía. Para mí era el momento que aparecía el guardián de la Cuentona; el Deva (o ángel  guardián del ecosistema) y me decía: "Mira cómo les curamos en esta sinfonía de fuerzas. Mira cómo todos los seres de la naturaleza meditan para crear este círculo en el que les metemos. Observa las fuerzas cómo las proyectamos y les hacen modificar sus estados interiores, sus sentimientos, sus pensamientos. Mira cómo precipitamos las imágenes, o las fantasías para que encuentren la paz, la cura, y una guía en su camino, o el estímulo para una búsqueda espiritual".
Las esferas de los ángeles estaban sobre el grupo y el guardián de la "fuentona", nombre del lugar donde realizábamos la meditación, con su mirada penetraba en el corazón de cada uno para ver su aura, sus pensamientos más profundos, sus intenciones, sus deseos. A partir de aquí comenzaban a precipitarse las visiones, las imaginaciones, las fantasías, etc. y el mundo interior de muchas personas se veía "inducido", "removido",  "transformado" o "armonizado". El guardián del lugar me decía: “Sólo podrán penetrar el umbral y ver, aquellos que en este momento tengan una devoción pura, una veneración verdadera libre de prejuicios. Muchos no verán porque no han desarrollado suficientemente el órgano de la veneración, y otros porque sus hábitos de vida y su alimentación están bloqueando sus órganos suprasensibles. Otros simplemente tienen que meditar y mejorar su capacidad de  mantener su atención sostenida. Hay algunos que proyectan sus deseos mezclados con sus fantasías creyendo que están viendo una realidad, pero ven sus propias proyecciones mentales.”

Despertar el corazón, es crear el órgano de percepción en el alma a través de la veneración y la devoción. Sólo se puede desarrollar si hay pureza en el corazón e intenciones verdaderas.  En este momento  más de la mitad de la humanidad, en diferentes momentos de su vida, tiene visiones conscientes del mundo espiritual que no sabe interpretar ni discernir, y las olvida o no les presta atención.     

*FASE ANÍMICA: Desarrollo de la cognición intuitiva, inspirativa e imaginativa.

Percepción anímica: Despertar la conciencia clara de tu alma en dialogo con la naturaleza.

Cuando el silencio y la quietud se han transformado en un estado permanente en nuestro interior, entramos en un espacio interior más amplio. Es como si nuestra alma se expande y entramos en un estado de relajación profunda física emocional y mental. Nuestros pensamientos pasan más lentamente y nos sentimos en otro tiempo. Es sentir un silencio que recorre el alma por dentro. Esto es la percepción del órgano de luz activado de nuestro corazón. El silencio, la quietud y la paz, se han establecido como un estado permanente. Como dice R. Steiner, es la “Concordia”, que es la capacidad de sintonizarse con la naturaleza o los fenómenos de forma que son los fenómenos, y detrás de estos, los seres los que los dirigen, los que nos muestras sus lecciones, su enseñanza, o buscan comunicarse con nosotros, como en las experiencias de contacto con los seres de la naturaleza en la Fuentona. La “concordia” es una sincronía de tiempo con la naturaleza, donde los fenómenos nos instruyen directamente. Son las cosas mismas las que nos instruyen, los juicios nacen de los hechos mismos, ya no somos jueces de nada ni proyectamos nuestros juicios limitados sobre nadie. Cuando al observar la naturaleza los sonidos aparecían, un pájaro emitía un sonido, un buitre volaba, etc. escuchábamos el sonido y sentíamos cómo el animal se estaba comunicando con nosotros. Con el sonido venía un pensamiento, un sentimiento y un deseo. Es en este momento cuando cada persona comienza a sentir que la naturaleza le enseña, y éste lenguaje es un dialogo mutuo. Esta sincronía es lo que nos permite intuir dentro de los fenómenos del mundo sensorial sus cualidades, y dentro de las fuerzas sus cualidades. La sincronía o concordia es un estado donde tú escuchas con el corazón los contenidos y sus cualidades desde dentro de su naturaleza o de su realidad y ellas te enseñan y te muestran.
En la Fuentona escuchábamos los sonidos de la naturaleza, y todo parecía una orquesta. Los sonidos, el viento, el sol, los animales, todo los estímulos sensoriales eran fuerzas que venía a armonizarnos, equilibrarnos, relajarnos. Iban entrando en nuestro interior trayendo cualidades y fuerzas nuevas que abrían nuestra alma. Traían quietud, alegría, paz. En definitiva, era nuestra cura interior. Nuestra mirada de amor con nuestras energías, se sumergía en la naturaleza y ella se sumergía en nuestro interior sintiendo que formábamos parte de ella. En este estado estando centrados en nuestro interior todo se percibía con un tiempo más lento. A veces parecía que el tiempo no pasaba. Al acoger con amor a todos, con cariño, con veneración, con admiración, se crean las fuerzas para despertar nuestros lotos y activar la luz en ellos.

Dice R. Steiner: “Sólo es libre aquel que actúa por amor a la acción en sí misma y respetando el querer ajeno. Un hombre libre es aquel que se deja guiar por las intuiciones morales.” Pero, ¿quién es capaz de desarrollar la consciencia clara y observar cómo se generan en su interior los motivos de sus actos? Desarrollar una consciencia superior en tu alma, es un grado superior de discernimiento en los procesos meditativos.

Veamos algunas de las capacidades que hay que desarrollar para desenvolver esta consciencia del alma consciente:

Aprender a Observar dentro de ti, el primer momento en que aparece el pensamiento.
Aprender a observar cómo a una percepción se añade un concepto o un pensamiento.
Aprender a observar cómo a un pensamiento se añade un sentimiento o una representación.
Aprender a observar cómo aparece un sentimiento y se añade una representación, un recuerdo o un pensamiento, u otro sentimiento.
Aprender a discernir cómo en los sonidos de la naturaleza viene junto un sentimiento o un pensamiento.
Aprender a discernir qué pensamiento es generado por nosotros y cuáles recibimos del exterior. Qué sentimientos son generados por nosotros y cuáles vienen del exterior.
Aprender a discernir las fuerzas y cualidades que acompañan a un pensamiento o sentimiento, y cuál es su origen: ¿está dentro de ti, está fuera de ti, está en la naturaleza, está en otra persona?

Entrar en el desarrollo de la cognición intuitiva, imaginativa e inspirativa con consciencia.
Cada persona debe desarrollar la consciencia de su corazón y el estado de quietud que le permite sentir desde su corazón toda su aura y el pulsar de sus lotos. Al mismo tiempo que ve la realidad sensorial, ve dentro de las energías de su alma. Para esto tiene que estar centrado en su interior, en su corazón. Su Yo se activa y se ilumina su alma en la quietud. De allí que se modifica la percepción del tiempo y del espacio, y comienza a sentir cómo las fuerzas se mueven en su interior y los lotos pulsan.

Cualidades anímicas: Ver a través del corazón las cualidades.

Cuando las personas llegan a centrarse en su corazón y sentir las energías que circulan en su interior, pueden sentir la cualidad de las energías que circulan en el exterior. Cada sonido tiene una cualidad, cada persona una cualidad, cada palabra una cualidad. Cada estímulo sensorial de la naturaleza transmite sus fuerzas. Éstas son colores, cualidades, que hay que aprender a reconocer, observar y diferenciar en un grado más profundo de penetración en las cualidades del alma.

Mientras meditábamos en la Fuentona, estábamos intercambiando fuerzas y colores que correspondían con energías de nuestra aura y de nuestra alma, a la vez que las intercambiábamos con los seres de la naturaleza. Los Elfos de los arboles estaban sentados sobre nuestras piernas meditando con nosotros. Los gnomos recorrían nuestro cuerpo, y el guardián o Deva de la Fuentona, les decía dónde tenían que extraer las energías tóxicas de nuestro cuerpo. Los seres de las plantas jugaban y nos trasmitían energías de alegría. Sólo aprendiendo a reconocer las cualidades y la belleza de las energías que nos transmitían podremos ver los seres.
Todo en la naturaleza era dirigido por los seres. Cuando una persona miraba un árbol, era porque las Elfos del árbol le llamaban y le invitaban a ver su casa por dentro. Pero, ¿cuántos eran capaces de verlos?, ¿quién era capaz de sentir esa indicación? Cuando abrazábamos un árbol, los gnomos aparecían por las ventanas de esa catedral viviente sonriéndonos y acariciándonos. El árbol nos envolvía con su amor y sus cualidades; sus fuerzas eran colores terapéuticos que inundaban nuestra alma. Eran nuestros hermanos de la naturaleza que nos abrazaban y envolvían con su amor.
Aquí tenemos dos formas de ver:
Ver a través de los estímulos sensoriales: Los estímulos que entran en ti traen colores, ideas, sentimientos, cualidades, e incluso imágenes que podemos reconocer.

Ver a través de las fuerzas del alma: Cuando yo proyecto mis fuerzas conscientemente, penetran en los otros seres y puedo sentir colores, ideas, sentimientos, cualidades e imágenes del otro o de un lugar.

Lenguaje anímico: Mantener una dialogo consciente con los seres espirituales como una experiencia de intuición.

Muchas personas son capaces de entrar en sincronía con un árbol o un área del bosque, y comienzan a ver luz. Detrás de la luz los colores, aparece el dorado, es la conexión con las mentes de los ángeles y los seres de la naturaleza. Se está produciendo una sincronía con el alma de la naturaleza, con los seres. Su yo espiritual por un momento le está permitiendo ver, en el silencio de su alma, el conectar su luz, entonces vemos esos colores, es por la luz de su yo espiritual activando tu área cerebral, y tu glándula pineal. Otras veces son los Guardianes del ecosistema, o los ángeles, que proyectan su luz sobre nuestras mentes y corazones, los iluminan y podemos ver. Esto no es ser vidente, esto es recibir una videncia como regalo del mundo espiritual. Primero se presenta el guardián del ecosistema, luego los ángeles como guardianes, y a través de ellos actúa el Cristo, el alma de la tierra, dando los regalos que son las videncias. Cada cual recibe según la pureza de su corazón, o su merecimiento.
Las cualidades de los seres, se comienzan a diferencias como pensamientos que dan la sensación de mensajes, incluso voces. Detrás de los colores, las imágenes, comienzas a diferenciar con mucha claridad los mensajes, los ideas, los pensamientos, sientes que té estas comunicando con otro ser. No ves al ser en su totalidad, pero como luz, y color tu sientes que está ahí. Sus cualidades y sus colores, te hacen reconocer que es un ser de luz, y amor.

Muchas veces los espíritus protectores, y los seres del mundo espiritual, te permiten saber y sentir su presencia para que sepan que están ahí, para tener certeza de su guía, o para encomendarte una tarea a realizar. Para los aspirantes espirituales aquí tienen que tener mucha precaución pues cuando han llegado a este estado, se entusiasman para querer comunicarse con los seres del más allá, es aquí donde muchos seres luciferinos y ahrimanicos, se pueden hacer pasar por seres de luz, y amor, cuando no lo son, e infundir ideas o pensamientos que les desvíen de su camino, o incluso paralicen la labor que hacen de servicio a los demás. Por eso es necesario de un grupo con personas donde se pueda estudiar, comparar y objetivar las experiencias.

*FASE ESPIRITUAL: Ser ciudadano del mundo espiritual.
En esta fase el guardián del templo etérico o del templo de la naturaleza, o el guardián de tu escuela espiritual, se coloca delante de ti, y tendrá que ver si estás maduro y preparado para entender lo que vas a ver con los ojos del espíritu, y si estas madura y preparado para penetrar con consciencia el mundo espiritual. Si lo que vas a ver no te ayuda a tu crecimiento espiritual o si lo que vas a ver te va a bloquear o desviar de tu tarea en esta vida, no te lo permitirá. Él considerará si eres lo suficientemente leal para seguir su guía, para mantenerte en un estado de pureza y autodominio suficiente, y si todo lo que vas a ver nunca lo utilizarás para hacer daño a nadie. Entonces quizás te permitirá ver.

Visión espiritual: La videncia como la manifestación de la luz del yo espiritual.
Penetrar en el mundo espiritual es entrar en el mundo de la utopía; en el mundo de los ideales. Tienes que prepararte para que el yo espiritual se conecte a tu alma consciente. Como dice R. Steiner: “Toda idea que en ti se convierte en un ideal e intentas realizarla, conecta su Yo espiritual a tu Yo. Todo sentimiento que se convierta en ti en amor y servicio, conecta tu Yo espiritual a tu corazón. Todo deseo que te lleve a la entrega y al servicio a los demás, despierta en ti la voluntad de tu Yo espiritual.”

Cuando has desarrollado la luz en tus lotos y has aprendido a conocerte, optando por ser un servidor de los ángeles para ayudar a la evolución de la humanidad, entonces se te permite utilizar conscientemente la visión del espíritu. Despertar los lotos es activar en ellos la luz de los mundos superiores, y desarrollar la cualidad de la vida en un mundo superior.

Podemos tener momentos de videncia como regalo de nuestros guardianes por los méritos del trabajo realizado para la evolución de los demás. Pero el disponer en cada momento de la videncia es algo que sólo lo deciden los Ángeles. Cada escuela espiritual tiene asignado un "numero de ángeles", y algunos "arcángeles". En la antroposofía tenemos a Rafael, Gabriel, Michael, Uriel, etc. Estos arcángeles son los guardianes de la escuela de Michael, y ellos son los que determinan las formas y condiciones como se puede utilizar la videncia.
Para despertar la videncia se tiene que desarrollar la luz en toda el alma. El yo espiritual se conecta al alma consciente y comienza por unos momentos durante el día, hasta que toda el alma se transforma en un órgano espiritual de visión. Tres centros de iluminación o lotos se encuentran en el interior del alma: el centro del corazón, el centro de la mente, y el centro del plexo solar. Estos lotos son los que irradian la luz como órganos de percepción. La luz que nos llega del mundo espiritual y de los arcángeles nos abre la visión o nos la cierra según la decisión de los arcángeles. Esto lo realizan a través de tubos de luz que se conectan o desconectan. 

Aunque seamos videntes, estamos supeditados a los ángeles y arcángeles guardianas de nuestra Escuela espiritual. Ellos determinan en cada momento cuando debes ver y cuando no. En la verdad tu alma en un órgano de visión conectado a las esferas de los ángeles, y todo es un trabajo en equipo para manifestar el plan de la jerarquía para la evolución de la Tierra. Ver el mundo espiritual no es un juego de niños sino una responsabilidad espiritual de servir a la jerarquía.

La misión encomendada por los ángeles a Jaime Padró es iniciar la preparación de grupos que puedan encontrarse conscientemente con los guardianes, sean ángeles o Devas de la naturaleza, y preparar un método que permita a la antroposofía crear el puente de comunicación consciente entre el mundo sensorial y el mundo espiritual para dar un salto y traspasar el umbral con consciencia para aquellos aspirantes que de verdad quieran servir a Michael Arcángel.

Tenemos 4 tipos de videncia: se ve a través de la luz espiritual cuando ésta se hace consciente en el alma.

La visión a través de tu alma iluminada que es lo que comúnmente se llama videncia.
La visión a través del yo espiritual conectado al cerebro como mente iluminada, que se llama clarividencia.

La visión a través de las formas plásticas de luz que proyectan los arcángeles, que se llama ideo plastia.
La visión con los cuerpos de luz de tu alma, que se llama proyección espiritual a otros planos y que en el pasado se ha llamado viaje astral.

Cuando el yo espiritual se conecta al yo, y el alma está iluminada, sientes en tu cuerpo que tu sensibilidad se expande como una esfera de luz. Sientes a tus lotos como órganos que además de crear fuerzas vivas, son órganos de visión y percepción de otros planos. Entras en otras frecuencias mentales donde el tiempo se mueve más lentamente, hay más tiempo, el espacio es diferente, puedes ver dentro de los objetos, de los seres, puedes ver a distancia, etc. O sea que la percepción del espacio y del tiempo de modifica. Entonces tienes que aprender a conectar tu visión interior y desconectarla a voluntad. Conscientemente decides ver sensorialmente y solo ves lo material. Decides ver astralmente, y percibes las cualidades de las fuerzas, las formas pensamiento, los colores etc. o decides ver espiritualmente, sientes la sensibilidad y tu luz interior se activa y penetra los objetos, y a la vez te dejas penetrar por la luz que te rodea.

Recuerdo estando en San Juan de Duero cómo todo el grupo meditaba dentro de los arcos centrando su atención en un arco. Después de un tiempo de estar mirando el arco bajo el cual se había colocado una persona, se veía cómo su cuerpo se iluminaba. Algunos percibían que desaparecían las piernas de la persona observada, otros percibían que desaparecía la mitad del cuerpo. Todos esos fenómenos se daban cuando la luz del yo espiritual activaba la pineal, despertando la clarividencia. La clarividencia se tiene que ir ajustando y cuando se activa, puede producir este fenómeno que al mirar, el cuerpo se ilumina o partes desaparecen, o la persona parece que es otra persona, o varias otras que van pasando a través de ella. Todos esos fenómenos se dan por la clarividencia activada que sé está ajustando, y percibiendo varios planos. Cuando la atención se mantiene llegaba un momento que se ven con los ojos los colores del aura, y la persona se ve en su parte espiritual como un cuerpo de luz blanca o dorada. La luz del yo espiritual penetrando los órganos sensorios a través de una mente iluminada nos manifiesta estos momentos de clarividencia. Esto sucedía en San Juan de Duero por estar dentro de un templo etérico del plano astral donde están trabajando los ángeles y arcángeles. Justamente el claustro y en el punto anclaje, bajo el arco, era el punto donde se concentraban las energías de los arcángeles, y las energías telúricas del plano astral, como un centro de aceleración, que penetraban por la columna, y de ahí a toda el aura activando las funciones suprasensibles de los sentidos en cada persona. Se activaba la clarividencia por la alta concentración de energías de alta frecuencia angélicas. Este templo etérico era un verdadero monasterio en el plano astral. Según me mostraron, un día esta iglesia fue un gran monasterio y aún estaba intacto en el plano astral. Se veían en el astral los arcos del claustro como era antes, muchas construcciones en el lugar donde ahora son los jardines, y muchos espíritus siendo atendidos. Muchos de estos espíritus han desencarnado y son llevados allí para curarles. Este templo eterico es un lugar donde se prepara los cuerpos de las seres que van a reencarnar, a la vez que es un hospital espiritual para los desencarnados. Cuando las personas se colocaban bajo el arco de conexión, descendía una esfera de los ángeles que se conectaba a ellos y activaba la luz en su interior; prácticamente entraba dentro de él. Había muchos ángeles trabajando sobre todos los seres que entraban en esta iglesia museo. Sobre los arcos habían como unos 4 o 5 pisos etéricos hacia arriba, y en lo más alto una gran esfera de los ángeles donde estaban las formas geométrica generadoras de luz espiritual. Hacia abajo había otros 4 o 5 pisos etéricos, o quizás más. Allí pude observar espíritus meditando, una biblioteca etérica llena de miles de volúmenes y rollos, las habitaciones del hospital donde se trataban a los espíritus enfermos. Cuando un grupo entraba en el claustro, en el primer piso subterráneo etérico, se colocaba un grupo de espíritus a meditar e irradiaba colores de equilibrio y cura para todos los que meditaban dentro del claustro. Pero lo que más me llamaba la atención era ver en los pisos de arriba muchos cuerpos dorados suspendidos en la luz. Allí veía a los arcángeles trabajando sobre ellos. Les pregunte qué hacían allí esos cuerpos dorados y ellos me dijeron que eran los moldes etéricos de la nueva genética que recibirán todos los espíritus de las próximas generaciones. Esos cuerpos están preparados para penetran con sus órganos sensoriales en el mundo suprasensible con más facilidad que ahora. Están preparando una nueva genética para el desarrollo espiritual de los seres en los próximos años, y todos los seres que desencarnen recibirán nuevos cuerpos etéricos más avanzados para el desarrollo de sus capacidades espirituales en sus próximas vidas.
Comunión espiritual: Ser un órgano de fuerzas de las esferas de los ángeles o de los seres de la naturaleza.

Este paso significa el trabajo conjunto entre humanos y ángeles para irradiar luz a otros seres humanos en unión consciente y así desarrollar nuevos conocimientos y nuevos métodos para integrar las esferas de luz espiritual. Los ángeles proyectan las esferas de luz y a través de la meditación irradian a todos los seres humanos sus colores como llamas de cura. Igual como en la época de Jesús cuando sus discípulos fueron inundados por las lenguas de fuego. Estas lenguas de fuego son las esferas de los ángeles a través de las cuales se hace presente el Cristo Planetario en cada ser humano que participa conscientemente en el Plan de evolución de la Tierra. Está dentro de la corriente de luz de los ángeles, y sabe que todos los iniciados en la luz espiritual son lotos del Cristo.

Proyección espiritual: Ver con tus cuerpos de luz en los diferentes planos.

Con ayuda de los ángeles quienes te conectan sus tubos de luz a tu alma, puedes ver a través de tus cuerpos de luz, los cuales a su vez conectados a tu Yo espiritual pueden ser transportados a todas los lugares de la Tierra. Son los ángeles los que se conectan contigo y te permiten ver en la distancia y a través de los planos, los diferentes espacios y tiempos llevándote a los templos etéricos y a las ciudades espirituales.

Voy a contarles mi experiencia en la Laguna Negra. Lo primero que me llamó la atención cuando miraba la superficie del lago, era el efecto de luz sobre el agua. Miraba con la atención sostenida llena de admiración, y podía ver sobre las aguas cómo se producía ese efecto de alteración de los planos. Las sombras parecían que se acercaban, o se alejaban, como si se curvara el espacio. De todo comenzaba a salir luz blanca y un efecto de colores espirituales verde, rosa, azul, celeste, etc. se movía sobre las aguas del lago. Tuve la visión que salía luz del centro del lago. Eso me llamó mucho la atención pues por un momento parecía que la visión espiritual se superponía con la sensorial, hasta que me conecté en mi interior y pude ver claramente. Comencé a percibir un gran tubo de luz espiritual en el centro del lago que se elevaba y a la vez penetraba en el interior del lago. En ese instante me sentí proyectado al interior del lago, y percibí el templo etérico de los seres de la naturaleza en su interior. Pude ver unas construcciones semejantes a pirámides cónicas con una cúpula de luz que las envolvía. Penetré en el interior de estas construcciones o templos, y pude ver unas formas de luz como de hologramas luminosos. Eran los arquetipos de seres suspendidos en la luz, como levitados. Entonces sentí cómo con el pensamiento me explicaban que eran los arquetipos de luz de las razas y etnias de los seres que vivían en los alrededores. Allí también estaban los modelos etéricos de las especias animales que vivían en los bosques de alrededor. Los arcángeles allí ajustaban los modelos genéticos de la raza humana y de las especies animales que vivían en toda la zona de los montes de Oca, y de las reservas forestales de esos montes. Me sorprendía cómo ese tubo de luz central, se elevaba hacia el cielo. Veía cómo seres bajaban y subían por esa especie de ascensor de luz. En lo alto, me mostraron una inmensa ciudad de ángeles y de seres espirituales muy elevados. Un color blanco reluciente y un color dorado irradiaban todas sus construcciones, lo cual me indicaba que era un lugar de iluminación y conexión con las jerarquías del Universo. Había muchas construcciones cónicas, una muy grande en el centro de la ciudad, donde me explicaron que estaba la llama Maxin, que irradia los colores del arcoíris en todas sus cualidades, pues es un templo del Cristo. En todas las ciudades del mundo superior se encuentran las formas geométricas que generan llamas. En este caso, este era un templo que proyectaba esferas de los ángeles. Esta ciudad era una universidad espiritual, donde los espíritus se preparan antes de nacer estudiando toda la ciencia espiritual del Universo. En este lugar se hacen presentes espíritus de otros planetas de los mundos superiores. Las ciudades de los ángeles son lotos de luz a través de los que el Cristo irradia y cuida de la evolución de todos los ecosistemas y de todas las ciudades. Esta ciudad se encuentra en el mundo espiritual, desde donde se trabaja sobre la naturaleza, los ecosistemas, las plantas, los seres humanos, para crear progreso y avance en las razas y especies animales de la Tierra.

Muchas de mis experiencias no las conté en su momento porque los ángeles me dijeron que me las mostraban no para contarlas en ese instante, sino para que las escribiera y después se las entregara al grupo por escrito. Los ángeles me pidieron que les sistematizara toda esta información y les narrara algunas de las experiencias vividas, pues los Devas de la naturaleza y los ángeles que les han cuidado, cada vez que van a la Fuentona, han querido que Jaime y su equipo sepan lo importante que es su trabajo para el mundo espiritual. Ellos quieren que este método de comunicación con la naturaleza se desarrolle más y más. Su ayuda a la humanidad es dar todas estas informaciones sobre la metamorfosis de las plantas para que los seres humanos valoren mucho más la importancia de establecer una comunicación con la naturaleza. Así, cuando vayan a los bosques, estén conscientes que van a su casa que les cuida, les equilibra y les cura.

Este texto es a la vez un homenaje a todos los seres de la naturaleza que nos ayudan sin tener consciencia de todo el bien que nos hacen, como también un llamado a la conciencia humana para que comprendamos lo importante que es cuidar de los árboles y los bosques. Un árbol es una casa viviente de los seres de la naturaleza. Un árbol centenario es una catedral de la naturaleza. Y un bosque es una ciudad viviente. Los seres de la naturaleza nos dan vitalidad, alegría, fuerza, paz, cura, equilibrio, armonía, y amor sin esperan nada a cambio. Ellos son el ejemplo de amor más puro, pues dan como niños inocentes y se entregan sin pedir nada.

ANTONIO CERDÁN.

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