Esta época en que hemos nacimos de un mismo corazón, en este huevo, aquí, en este espacio oceánico, en un reino cristalino que conocemos bien...
Nacidos de la Cuna de nuestro Corazón unificado, hoy, nosotros nos rencontramos poco a poco...
Separados durante milenios de una manera ilusoria, separados por la carne, separados por el orgullo, la vanidad, los prejuicios y las creencias, separados por el miedo de rencontrarse un día...
Tú, hermoso Amor oceánico, hermano, padre, hijo y amado, tú eres de la misma Fuente, de una misma Melodía...
Nuestros corazones cristalinos día tras día se deshechizan de ese film, de todo eso que no le pertenece, para unirse y cantar la misma Melodía....Ésta Melodía, es la del Amor, La de nuestra Verdadera Naturaleza, y juntos, de nuevo UNO, vibramos la Danza del Amor, de nuestros dos corazones, olvidándose para reconocerse, borrándose pare rencontrarse.... rencontrarse Libres, ligeros, transparentes, en el torrente de Amor que no cesa de verterse sobre todo el Universo...
Algunas palabras en este mundo efímero parecen insignificantes para calificar toda la Belleza de éste Amor... palabras, incluso débiles, pequeñas, frente a la Realidad de este Corazón... ¿pero cómo no testimoniar?
En el transcurso de los meses, nos hemos encontrado, en la Dulzura, tímidamente al principio, pero con más vigor y con tal fuerza de Amor, un tal Fuego... que ya no puedo sino rendir Gracia a toda nuestra Belleza, a esta Unidad más allá de toda unidad, más allá de todo concepto, más allá de toda realidad...
En este Corazón que es tuyo, que es el de cada Uno, yo me abandono... un vértigo suave se adueña del ser, remolino de Alegría, de Gracia, desplegándose a pesar de los temblores de este cuerpo que se aligera cada vez más... Ronda, farándula, océano de Fuego, de un Fuego....Oh!!, tan delicioso... que tus labios serían un obstáculo a Tu Belleza...
Palidecer ante Ti, no puedo...
Dormir entre Tus Brazos todas las noches y en nuestro Corazón, unirse de por Vida…
Permitir a mis labios, a su turno, murmurar un SI...
Por último, en una palabra, Te veo... y nuestro Corazón unido me deslumbra...
En ese momento, con ternura, humildad, y sin una palabra momento me desvanecí,
Inundada de los pétalos de Tu Presencia, en ese lecho de rosas, encantadas...
Dulcemente con gran Alegría, en Nosotros reviví..
Y cantó el Amor como un grito...
Fuerte y poderoso, tierno e infinito...
Te Amo... ya que Tú Eres eso que yo soy...
Por Severine Authier Source http://gracedelamour.blogspot.com/
Traducción: E.N.
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