Cuando decidimos ser nosotros mismos, cuando empezamos a recordar quiénes somos y decidimos alinearnos con esa esencia, con esa energía y vibración que no es otra que el Amor mismo con mayúsculas, cuando damos un paso al frente decididos a cumplir nuestro propósito de vida, nuestro Yo Superior abre los brazos enormemente para recibirnos y cumplir con nuestros deseos y propósitos y dice “de acuerdo”, aquí estoy para ayudarte a que lleves a cabo tu misión, aquí estoy para ayudarte a recordar más de ti mismo, de tu verdadera naturaleza y la de los demás, para que te acerques de nuevo a la Fuente y reconozcas la chispa divina que hay en tu interior y que nunca se fue, sólo permanecía callada y escondida esperando a que evolucionaras lo suficiente como para que tu vibración energética pudiera activar en ti la necesidad de descubrirla y reconocerla, para poder sintonizar con ella y que se activara conscientemente y pudieras recordar la energía del hogar, de estar en casa, aquí me tienes para ayudarte en el proceso, pues siempre he estado contigo pero sólo ahora eres capaz de sentirme y escucharme y reconocer está verdad por ti y en ti mismo.
Empezamos el proceso de salir completamente del velo que ya hemos rasgado, de la oscuridad del alma por tanto tiempo dormida, olvidando confiar pues por temor todo fue olvidado, empieza a terminar el juego de la dualidad y comienza el de la VERDAD, el de la LUZ y siempre nuestro Yo Superior estará para guiarnos, para darnos pequeños empujoncitos muchas veces a través de lo que llamamos intuición, presentimientos, corazonadas,… todo esto no es sino la voz de nuestro Yo Superior, de nuestra guía y brújula interior que si confiamos en ella nos llevará al mejor lugar y circunstancias para nuestro propósito y mayor bien.
Nuestra primera misión es sanarnos y así aumentar nuestra vibración energética acorde a la energía del Amor, a la energía del hogar.
Esto puede ocasionar a veces mucha confusión e incluso temor, pues no siempre estaremos dispuestos a aceptar que determinadas situaciones dolorosas se presenten de nuevo en nuestras vidas para ser sanadas, pues esto crea dolor, dolor emocional y a veces físico al remover todas estas emociones , para poder liberarnos de ellas.
El secreto está en la CONFIANZA, pues sólo desde la consciencia de saber que lo que llega a nuestra vida no es sino lo que en esos momentos necesitamos para poder cumplir con el propósito que elegimos aunque ahora no recordemos, podremos superar y de forma más fluida, todos los obstáculos que se nos presenten en nuestro camino hacia la maestría.
A veces, toda esta limpieza emocional repercute también en nuestros cuerpos físicos, produciendo una multitud de síntomas y dolores físicos, muchos de los cuales a veces pueden parecer extraños o confusos y sin explicación aparente o contradictorios y nos asustamos y nos preguntamos el por qué decidiríamos salir del viejo paradigma, de la cueva oscura platónica en la que nos acostumbramos a vivir, pero ya no hay marcha atrás porque ya eres consciente de la verdad que te mantuvo en las sombras durante tanto tiempo, y el temor y la negación de lo que ahora te ocurre, hará que el proceso sea aun más doloroso y menos fluido, tanto a nivel emocional como físico, así que de nuevo la clave es CONFIAR en que todo está bien en tu vida.
Conozco numerosos casos de personas para los que este proceso no es fluido y sí bastante doloroso sobre todo a nivel físico, debido en gran parte a la no aceptación y que acuden al médico y le dicen que tienen síndrome de fatiga crónica,… no quiero decir con ello que todos los síntomas físicos sin razón aparente tengan que ver con el proceso de alineación con tu Yo Divino y con tu verdadero YO, y evidentemente siempre hay que acudir al médico en caso de duda, sólo que muchos de estos síntomas se confunden con esto
Así mismo, puede surgir también el miedo a Confiar y a querer continuar con el proceso de limpieza emocional cuando estamos ya mejor después de una “Crisis de liberación emocional”, porque pensamos que “más desgracias o cosas malas” llegarán entonces a nuestra vida para ser liberadas, pero lo cierto es que confiando, el proceso es más fluido y liberador, y ya no necesitaremos repetir y pasar por este tipo de experiencias, pues negándolas lo único que haremos será precisamente atraerlas con más fuerza y seguirán repitiéndose hasta que el aprendizaje haya concluido y ya no sea necesario que se den más.
Cualquier cosa que deba ser sanada y liberada llegará para tomar consciencia de ello y seguir con el proceso, y por eso es por lo que puede resultar ser un proceso desafiante, apto para valientes y como digo desde el principio, la clave es la CONFIANZA, pues es lo único que realmente nos liberará y hará de verdad libres.
Cuando estamos en el proceso, prácticamente todos pasamos por lo que se llama “noche oscura del alma”, y aquí sí que sólo vale la confianza de saber que todo en nuestra vida está bien, que lo que se da en ella es para nuestro mayor bien y propósito que elegimos hace mucho tiempo y que nos hará evolucionar más y a la toma de consciencia total de nosotros mismos; si estamos en este punto, debemos además agradecer que llegamos a él, y que si es así es porque evolucionamos lo suficiente para reconocerlo y ser conscientes de ello, con lo cual hemos avanzado lo suficiente como para poder sanarlo y liberarlo aunque pensemos que aun no estamos preparados para ello, por lo que realmente es una bendición; un despido, una relación amorosa que termina, un traslado de domicilio, amigos que dejan de llamarnos,… todo esto que parece puede ser una especie de “castigo”, es realmente a veces una oportunidad que el Universo nos ofrece para alinearnos con nosotros mismos, con el camino que hemos decidido comenzar a andar, y que si bien en un principio puede parecernos lleno de más sombras de las que teníamos, pronto empezaremos a vislumbrar claros y después ver brillar una nueva luz.
Debe ser un proceso lleno de Amor, pues no olvides que tienes derecho a ser feliz por ser quien eres, y que cuanto más feliz seas y más alegría haya en tu vida y en tu interior, más estarás cumpliendo con tu propósito; el sentir del “deber y sacrificio” pertenece a la vieja energía.
Confía en el proceso, y avanzarás en tu maestría y abrirás las puertas así para cumplir con tu misión de traer aquí la energía del “hogar”, la del Amor Incondicional, para establecer así por fin la energía del Cielo en la Tierra y cumplir con el dicho de “Como es Arriba es Abajo”
Buen Proceso…
Angélica
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