miércoles, 24 de abril de 2013

El festival Wesak Jueves 25 de Abril

EL FESTIVAL WESAK DESDE LA TEOSOFÍA. 

meditación sugerida

La Festividad del Wesak es celebrada hace milenios, dado que tiene su origen en la tradición budista. Pero desde el punto de vista teosófico el primer acercamiento entre la Logia de Maestros y la humanidad, en forma organizada, fue en la luna llena de Mayo de 1936.

El Festival Wesak se celebra en reconocimiento de un acontecimiento viviente actual. Se lleva a cabo anualmente, en el momento del plenilunio de Tauro, en el que se trasmite a la Tierra la bendición de Dios, por intermedio de Buda y de Su hermano, el Cristo.

Paralelamente al acontecimiento espiritual interno tiene lugar la ceremonia física externa, en un pequeño valle del Tibet, en los Himalayas. El sueño, leyenda o acontecimiento puede ser descripto como sigue:

Existe un valle, situado al pie de los Himalayas tibetanos, a una altura bastante elevada, rodeada por montañas excepto hacia el noreste, donde existe una estrecha abertura. El valle tiene forma de botella con el cuello hacia el noreste, abriéndose hacia el sur. En el extremo norte cerca de la abertura hay una gran roca plana. No hay árboles ni arbustos en el valle, está cubierto de una alfombra de pasto duro. Las laderas de las montañas sí se encuentran tachonadas de árboles.

En el momento del plenilunio de Tauro comienzan a llegar peregrinos, hombres santos y lamas que se acercan ocupando la parte sur y central, dejando el extremo noreste relativamente libre. Allí según reza la leyenda, se congrega un grupo de Grandes Seres que son en la Tierra, los custodios del Plan de Dios para nuestro planeta y para la humanidad. Con su sabiduría, amor y conocimiento forman una muralla protectora para nuestra raza, tratando de guiarnos de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real, y de la muerte a la inmortalidad. Este grupo de conocedores de la divinidad, se sitúa en el confín del valle en círculos concéntricos, de acuerdo al grado de desarrollo iniciático, preparándose para un gran Acto de Servicio.

Delante de la roca mirando hacia el noreste, se hallan en niveles etéricos, esos Seres denominados "los Tres Grandes Señores": el Cristo, que se sitúa en el centro; el Señor de las formas vivientes, el Manú, que se sitúa a la derecha; y el Señor de la Civilización, el Maestro Rakoczi, que se halla a su izquierda. Sobre la roca descansa un cuenco de cristal lleno de agua.

Detrás del grupo de Maestros, Adeptos, iniciados y trabajadores avanzados en el Plan de Dios, se sitúan los discípulos y aspirantes del mundo en sus diversos grados y grupos, los que constituyen en esta época el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Algunos están presentes en cuerpo físico y llegan por medios comunes, otros se hallan presentes en sus cuerpos espirituales y en estado de sueño.

Al acercarse el momento de la Luna Llena, se produce una quietud entre la muchedumbre y todos miran hacia el noreste. A una señal dada, los Grandes Seres forman tres círculos concéntricos y empiezan a cantar. Cuando el cántico se ahonda y cobra más ritmo, los Visitantes etéricos se materializan y una figura gloriosa se torna visible en el centro de los círculos. Le llaman con varios nombres:   Bodhisattva, Cristo, Señor de la Paz y del Amor; es el Maestro de todos los Maestros que forman la Jerarquía planetaria para llevar a cabo la finalidad divina de este planeta.

El Cristo aparece vestido con un manto blanco puro, Su cabello le cae por los hombros en ondas. Tiene el Cetro de Poder en Su mano, que le diera el Anciano de los Días para esta ocasión. Ningún Maestro puede tocarlo salvo el Cristo, el Maestro de todos los Maestros. En cada extremo de este Cetro de Poder hay una gran empuñadura de diamante que irradia un aura azul y anaranjada de gran belleza. Los Iniciados que están en los tres círculos lo enfrentan en el centro, y cuando Él se torna más visible, todos Ellos se inclinan y cantan un mántram de salutación y afirmación.

Luego, estos círculos se convierten en un círculo solo y una cruz, en cuyo centro está el Cristo. Aquí nuevamente el cántico conmueve los corazones y las almas de los presentes, y descienden más alegría, paz y bendición sobre la muchedumbre.

El próximo movimiento es el triángulo dentro del círculo, en cuyo ápice está el Cristo. Está de pie cerca de la peña y coloca el Cetro de Poder sobre ella. En la peña el cuenco de cristal se ve con ornamentaciones doradas y guirnaldas de flores de loto cubren la roca y cuelgan de los rincones.

Después Ellos realizan otro movimiento que es un triángulo con tres óvalos que se entrelazan en el centro del mismo, donde está el Cristo. El movimiento siguiente es una estrella de seis puntas y luego la estrella del Cristo: el pentagrama o estrella de cinco puntas. Aquí el Cristo está en el ápice cerca de la peña; a su derecha el Manú, a su izquierda el Maestro Rakoczi, un Gran Ser en el centro y otros dos Grandes en las puntas inferiores de la estrella.

Están presentes los regentes de todos los tipos de energía: los Maestros Morya, Koot Humi, el Veneciano, Serapis, Hilarión, Jesús e Iniciados, discípulos y aspirantes espirituales; y aquí el cántico crea gran tensión en la muchedumbre y Cristo tomando el Cetro de Poder de la peña, lo levanta y dice:

" -- Presto, Señor, ven..."

Luego, pone nuevamente su Cetro de Poder sobre la peña durante unos pocos momentos antes de la Luna Llena, y los ojos de todos los presentes se vuelven hacia la peña. La expectación de la multitud aumenta y la tensión es mayor y crece constantemente. A través de la multitud parece sentirse un estímulo o vibración potente que tiene el efecto de despertar las almas de los presentes, fusionando y unificando al grupo, elevando a todos y realizándose un gran acto de demanda, ansia y expectativa espiritual. Es la culminación de la aspiración del mundo que se halla enfocada en este grupo expectante.

Pocos minutos antes de la hora exacta, en que tiene lugar el Plenilunio, se divisa a lo lejos un pequeño punto de luz en el cielo, que al acercarse se va transformando en un nítida silueta, que adquiere la forma de Buda sentado en su clásica posición de loto, envuelto en Su manto color azafrán, bañado en luz y color. Su mano derecha levantada en bendición. Cuando él llega a un punto sobre la peña, Cristo entona La Gran Invocación, y todos los presentes caen postrados tocando la Tierra con sus frentes.

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios, 
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios, 
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida, 
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres, 
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan más alto de luz en la Tierra. 

Esta Gran Invocación crea una corriente estupenda de energía que inunda los corazones de los aspirantes, discípulos e Iniciados, y llega a... Dios. Este es el momento más sagrado del año, el momento en que la humanidad y la divinidad toman contacto. En el momento exacto de la Luna Llena, el Buda pasa a Cristo la energía de primer rayo -Voluntad- que Cristo recibe y cambia en Voluntad al Bien.

Cristo es el gran celebrante, extiende Sus manos, toma el cuenco, lo alza sobre Su cabeza y luego lo pone de nuevo sobre la peña. Entonces, los Maestros cantan himnos sagrados y el Buda, el Gran Iluminado, después de bendecir a la muchedumbre desaparece lentamente en el espacio.

Todo el ceremonial de la bendición, desde que Buda aparece en la lejanía, hasta el momento en que desaparece, dura sólo 8 minutos. El sacrificio anual que realiza Buda por la humanidad ha concluido, retornando nuevamente a ese alto lugar donde trabaja y espera.

El Señor Buda posee su especial modalidad de energía que derrama al bendecir al mundo. Esta bendición es maravillosamente excepcional, por su autoridad y categoría, pues Buda tiene acceso a planos de la naturaleza que no se encuentran al alcance de la humanidad; y por lo tanto, puede trasmutar y transferir a nuestro plano la energía de planos superiores. Sin la mediación de Buda, esta energía no sería aprovechable pues su vibración es muy elevada y nos es imposible percibirla en los planos físico, emocional y mental. Así la energía que Buda difunde por su bendición, encuentra de esta manera, canales por donde circular, llevando aliento y paz a los capaces de recibirla.

Año tras año, Buda regresa para impartir Su bendición y tiene lugar la misma ceremonia. Cada año Él y Su hermano el Cristo, trabajan en íntima colaboración para beneficio espiritual de la humanidad. En estos dos grandes Hijos de Dios se han concentrado dos aspectos de la Vida Divina. A través del Buda fluye la Sabiduría de Dios, a través del Cristo el Amor de Dios se manifiesta a la humanidad, derramándose sobre ella en caso de la Luna Llena de Tauro.

En ese momento son posibles grandes expansiones de conciencia. Los discípulos e iniciados de todas partes pueden ser ayudados y estimulados espiritualmente, a fin de permitir al hombre, penetrar conscientemente en los misterios del Reino de Dios.

Siguiendo con la leyenda, cuando el Buda ha desaparecido, la multitud se pone de pie y Cristo distribuye el agua bendita a los Iniciados y a todos los que están presentes en el valle. Esta hermosa "ceremonia de la comunión del agua" nos insinúa simbólicamente , que la Nueva Era está ya sobre nosotros, la Era de Acuario, la del "Portador de Agua". El agua magnetizada por la presencia de Buda y Cristo, contiene ciertas propiedades curativas. Después de la bendición, la multitud se dispersa silenciosamente, encaminándose hacia sus lugares de servicio.

Tal es la leyenda detrás de este Festival, y también, tal es la realidad si nos atrevemos a creerla y si nuestras mentes están suficientemente abiertas y nuestros corazones suficientemente expectantes, como para reconocer su posibilidad. Estas idea requiere que ajustemos algunas de nuestras más caras creencias. Pero, si puede ser captada y comprendida, surgirá en nuestra conciencia la posibilidad de que la raza sea consciente de su propia divinidad, pudiendo desarrollar una Ciencia de Acercamiento a las fuerzas de la Vida y verdades más profundas que aún se hallan ocultas.

Hombres y mujeres del mundo guiados al unísono por Buda, que trajo la luz a Oriente y por Cristo, que reveló la luz a Occidente, pueden demandar y evocar una bendición y revelación espiritual tan intensas que en un futuro inmediato se pueda demostrar lo que tanto aspira la humanidad: "paz en la Tierra y buena voluntad entre los hombres". De esta manera podemos introducir una era de fraternidad y comprensión que permitirá al hombre disponer de más tiempo para que se dedique a buscar a Dios por sí mismo.

Fuentes: versión libre de varios autores: Alice A. Bailey, Torkom Saraydariam, C.W. Leadbeater

EL WESAK DESDE EL BUDISMO. EL DÍA DE BUDA. 

La Festividad del Wesak, de tradición budista llamada también Saka Dawa, conmemora la iluminación de Buda en la luna llena de Mayo de hace 2500 años. Para conmemorar este importante acontecimiento hay un día muy especial de celebración en el calendario; Vaishakha Purnima, que es el día de luna llena del mes indio vaishakha. En pali, vaishakha es vesakha, que en singalés se traduce como "Wesak" y éste es el nombre que recibe el festival budista más importante.

Dice la historia que Sakyamuni ( " sabio de los Sakyas"; nombre frecuente asociado al Siddharta asceta) se hayaba sentado bajo una higuera o árbol Bo en la aldea de Uruvela. Según los más antiguos textos palíes, durante la noche de luna llena de Mayo ocurrieron tres vigilias: 


La primera, mientras la luna ascendía por el cielo, sentado en meditación, pasa por los cuatro grados del yoga:


1.- Dominio de los sentidos 

2.- Dominio del pensamiento 

3.- Supresión de la sensibilidad 

4.- Estado de vacío absoluto que permite alcanzar el Samadhi. 

Durante la segunda vigilia, cuando la luna estaba en lo más alto del cielo, “abolida toda conciencia de su personalidad y elevándose por el espíritu sobre el mundo, entonces se le apareció el torbellino de Samsara. Era el mecanismo mismo de la vida que se ofrecía a él. Veía a los seres nacer de los seres; los pecados, de los pecados; las virtudes, de las virtudes. Y, poco a poco, se dibujaba la ley de ese vértigo"

Al fin de la tercera vigilia, cuando la luna desapareció del cielo y se volvió rosado el Oriente, se desgarró el velo y se produjo la Iluminación.

En una intuición creyó reconocer “el extravío de las almas sumidas en el ciclo de los renacimientos sin fin. Creyó descubrir la fuente de la cual fluía todo el sufrimiento del mundo y por cual vía se llegaba a la extinción de ese sufrimiento.”


La postura del buda tiene todo un significado: 

La espalda erecta como la caña de un bambú facilita la respiración. 

La mano izquierda encarna un gesto de reposo. 

La mano derecha, abierta, toca la tierra, testigo del desarrollo de su conocimiento. 

Las piernas cruzadas simbolizan que somos una unidad. 

Algunos budistas consideran este día triplemente sagrado pues se celebra el nacimiento del Buda, su iluminación y su deceso o parinirvana. Creen que todos estos eventos ocurrieron el mismo día en años diferentes pero coincidiendo en el mismo día de luna llena de Mayo. Pero la mayoría de budistas celebran el nacimiento y el parinirvana en días distintos.

Durante el Wesak se celebra no sólo la vida de Buda sino también toda su revelación acerca de la muerte, el karma, el renacimiento, el sufrimiento y el deseo en el momento que alcanzó el Nirvana.

Estos festejos varian según el país y de cómo entiendan el Wesak:

Las celebraciones comienzan antes del amanecer en los templos mediante la meditación y el canto de sutras por parte de los monjes. En Sri Lanka y Birmania la gente enciende velas y las ofrece como veneración a la memoria del Buda. En el Tíbet lo que encienden son lámparas de mantequilla, hasta llegar a un número determinado de lámparas (ciento ocho o mil ocho).

En Indonesia, las linternas de Wesak se hacen del papel y de la madera. Otra costumbre popular en algunos países es la liberación de pájaros enjaulados, que simboliza el deseo de que todos los seres sean felices.

Otros realizan "El baño de buda" viertiendo agua sobre las estatuas como recordatorio de la necesidad de purificar el corazón y la mente.

Durante el Wesak se imparten las enseñanzas de Buddha, se encienden velas y se sale en procesiones a través de las calles.

También se hacen ofrendas a los monjes y a los templos y se hace caridad o se intercambian regalos. Los devotos suelen visitar orfanatos, residencias y demás organizaciones caritativas a llevar donaciones y distribuir regalos.

En otros paises la gente canta y recitan versos en honor a Buda, otros realizan conferencias y algunos lo celebran meditando todo el día.


Que se realice el Plan de Amor y de Luz 

Y selle la puerta donde se halla el mal. 

Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres; 

El propósito que los Maestros  de la luz conocen y sirven. 

Que afluya amor a los corazones de los hombres; 

Que Cristo retorne a la Tierra. 

Que afluya luz a las mentes de los hombres; 

Que la Luz descienda a la Tierra. 

Textos de Alice Bailey, Torkom Saraydariam, C.W. Leadbeater



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