domingo, 24 de junio de 2012

Saúl En Español Relájense Con Regularidad, Entrando A Un Estado De Quietud Y De Paz



    Si ustedes eligen prestar cuidadosa atención a su intuición, su saber o su guía interna, pueden accesar una gran cantidad de información y conocimientos pertinentes para su venidero despertar.

    La ilusión los distrae de su senda en dirección a casa, atrayendo su atención y enfoque de regreso a sus cuerpos físicos una y otra vez – hambre, cansancio, sed, ansiedad, temor, dolor – en una interminable sucesión de asuntos que aparentemente necesitan resolver inmediatamente.

    La meditación es la manera de sobreponerse a estas distracciones, pero inicialmente parece imposible acallar su mente y su cuerpo, y el uno o el otro desviarán su atención de su práctica meditativa.

    Cuando eso sucede, ustedes se irritan consigo mismos y se juzgan frecuentemente con dureza por lo que ven como un fracasado intento de relajarse e ir a su interior, pero como con cualquier habilidad, es necesario desarrollar una práctica regular para lograr resultados que ustedes puedan calificar como ‘satisfactorios’, como una señal de que están progresando.

    Con frecuencia ustedes sienten que sus intentos son improductivos, una pérdida de su precioso tiempo, por lo que dan por terminada la práctica dejándola ir y atendiendo “cosas más importantes”.

    Traten de no ceder a estas tentaciones, pues eso es lo que son. Es solamente su lado egoico en busca de atención, seduciéndolos con ideas de que tienen cosas “más importantes” que necesitan arreglar.

    Resistiendo estas distracciones y continuando su práctica, ustedes sí que logran algo – ¡se sobreponen a su ego!

    Sin embargo, si buscan el progreso espiritual, tal como observar un momento de iluminación, un momento sin pensamientos ni ninguna otra clase de expectativa espiritual, se están predisponiendo al fracaso.

    Su mente casi siempre deambulará, pues es parte de la condición humana donde cada situación está sujeta a un escrutinio y crítica casi constantes.

    Y eso es lo que necesitan dejar ir. Siempre y cuando se enganchen en el juzgar y criticar, están actuando a partir del ego y cortándose [del acceso] a su centro. la flama divina que brilla dentro de cada uno.

    Obviamente su ego tiene un papel muy útil mientras residen personificados en la ilusión.

    Su labor es el mantener la integridad y salud de sus cuerppos, pero con el transcurso de eones de tiempo que han pasado en la ilusión, ustedes le han dado cada vez más autonomía y han llegado a depender de él como su guía.

    No obstante, en cosas espirituales es totalmente incompetente, aunque trata de guiarlos en esos asuntos también.

    Entrando a un estado meditativo ustedes se distancían de él y de su consejo y guía que él quiere desperadamente que honren y respeten, y por eso encuentran que sus distracciones son tan enganchadoras y efectivas cuando meditan.

    Su ego no quiere ser reemplazado por la amorosa y compasiva guía espiritual que ustedes pueden accesar cuando logran acallarlo, y él los tratará de distrar continuamente para controlarlos.

    Cuando alguien “los saca de quicio” y ustedes estallan, ése es su ego controlándolos, y luego, más tarde, pudieran preguntarse qué los impulsó a reaccionar así y arrepentirse de sus palabras o acciones.

    Estando conscientes de esto es la única manera efectiva de sobreponerse a ello, y luego tienen que usar su voluntad con determinación a fin de relajarse a ese profundo estado meditativo donde pueden acceder a su guía interna, su intuición, y sus guías espirituales que siempre están con ustedes y dispuestos a ofrecerles su consejo y guía cuando les piden ayuda.

    Esa guía es la gentil sugerencia que los informa de su presencia, haciéndolos conscientes de la incomodidad que ustedes sienten cuando su ego demanda que ataquen, y sin embargo hay algo más que parece aconsejarlos que no sería recomendable hacer eso.

    Y como la mayoría de ustedes ha descubierto de vez en cuando, cuando siguen el estridente consejo de su ego mientras están presionados o amenazados, con frecuencia se arrepienten de ello más tarde.

    Relájense con regularidad para meditar, o entren a un estado de quietud y de paz, tal como escuchando música suave, leyendo un mensaje canalizado de amor y elevador, relajándose en un sitio en la naturaleza con agua fluyendo o vistas inspiradoras, y permítanse a sí mismos el lujo de simplemente ser.

    Cuando hacen esto, su sentido intuitivo de que todo está siendo cuidado divinamente saldrá a relucir en su conciencia consciente, permitiéndoles reconfirmar su fe, su saber interno de que van a despertar a la gloria del gozo eterno.

    Con muchísimo amor, Saúl.




    John Smallman
    Traductor: Gloria                                                                             





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