viernes, 18 de mayo de 2012

BIDI autresdimensionsn con audio12 de Mayo del 2012

 
www.autresdimensions.com 
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: OD y SU
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audio http://www.yakitome.com/data/6785485299/yak_6aK17HCcBH9y4n8A0y_2gKDJ5H5lEiwZANUwBO0VFUbfIYeG9SAkSsXLsBvnOmh0ApAjW5tp8WZC5Jqkyi6gWwVKB6JDtm.mp3

Y bien, BIDI está con ustedes para intercambiar, entre nosotros. Los saludo y les agradezco vuestra Presencia, vuestras preguntas. Podemos ahora comenzar.
Pregunta: Usted ha dicho hace algunos días: refuten este “yo”, esta persona que crees ser. No de falsa humildad, no de falsa simplicidad.

Pues bien, es muy simple. El “yo” también, el mí, si tu prefieres, a menudo tiene a minimizarse, es lo que yo llamo la falsa Humildad. Porque no es que minimizando el mí que vas a encontrar el Si, y aún menos el Absoluto. Existe en efecto una propensión en el humano encarnado, a querer jugar el juego de la Humildad. Y para esto, va a menospreciarse en sus relaciones, y va a dar la apariencia de ser Simple. Su ego se pondrá detrás de él. Pero es el ego mismo que se pone detrás de él. El no tiene ninguna posibilidad de pasar del ego al Absoluto (eventualmente al Si). Por lo tanto, que el ego sea, como tú dices positivo o negativo, no cambia nada al problema: Es siempre el ego. Así pues, cuando juegas a borrarte, ¿qué es lo que se borra si no es el ego? Siempre él. Yo llamé así pues la falsa Simplicidad y la Falsa Humildad, de aquél que va a presentarse de una cierta manera: el no pone el ego delante, pero es siempre el ego. El ego tiene un bello juego de hacerte creer que si es gentil, que si es servicial, que si es amante, eso basta para contenerte (tu, lo que tú Eres). Y bien, no hay nada más falso. Ser Simple no corresponde a un comportamiento. Ser Simple, es ser simple de espíritu, como un niño. Y no en las estrategias del ego, llamado negativo que va a borrarse creyendo dejar existir el Amor. Esto está para revisar. Clara y Simplemente, el ego tiene a su disposición una gran cantidad de estrategias. Tu mental te va a proponer una estrategia. Si, en algún lugar, te apercibes que está un señuelo, ¿qué te propondrá? Otra estrategia. Y pasan sus vidas jugando estrategias. No están en la inmediatez, están en un papel, en un juicio de valor de ustedes mismos. Lo que evidentemente, es todo, salvo Simple. La Simplicidad es la del niño, el que es espontáneo, inmediato y Presente. La personalidad es innumerable en sus máscaras, en sus presentaciones. Pero concibe que esto no son más que roles: ninguno es mejor que el otro. En el Absoluto, da lo mismo el verdugo de los corazones que el que no tiene corazón. Y la misma cosa que el que pone el corazón por delante, en la persona. Es el mismo juego. Incluso si lo llaman de otra manera, es siempre una escena de teatro. Es esto lo que es necesario comprender. Es lo que es necesario ver. Es lo que es necesario dejar al descubierto y no jugar un rol más placentero para ti o para los demás. Cualquiera que sea el espectáculo, esto pertenece a un espectáculo. Que esto sea el espectáculo (del gurú vestido con su túnica de color o de figura religiosa que borra), esto no cambia nada: es un espectáculo. Es necesario ir más allá del espectáculo.
Pregunta: ¿La refutación, como el Abandono a la Luz son las finalidades que en realidad no son?

Exacto, tú puedes así decirlo allí donde estás. Pero atención, que esta afirmación no te haga inmóvil en el ego y te impida realizar lo que está a realizarse, en el mismo ego. Entiende bien que la refutación actúa sobre el ego, sobre la ilusión. Ella silencia la ilusión, porque el mental tiene que tomar relevo. Atención que el mental no te diga que, finalmente, no hay finalidad, y que en última instancia te veas obligado a caer porque tu razón tomó ventaja. Las palabras empleadas, en sus preguntas como en mis respuestas, deben ser superadas. La presentación de la refutación es un ejercicio que va a conducirlos a observar, a mirar, y no fiarse solamente de vuestra razón o vuestras creencias, sino obviamente a ir más allá. Esto es como cuando el humano habla del amor. El amor humano es una proyección, permanente, porque está condicionado (al sentimiento, a la mirada, a las creencias). El único Amor verdadero, es el que es el mismo, Que no sabe porque Ama, porque es su naturaleza, descubierta y revelada. Mientras que el amor sea tributario de un vínculo de sangre, de un vínculo carnal, de un vínculo cualquiera que sea sobre esta Tierra, no es el Amor, es la ilusión del amor. Los Ancianos se los han dicho desde hace años: El Amor es Vibración, la conciencia es Vibración. Todo el mundo sobre esta Tierra dice: “yo amo”. ¿Pero es por lo tanto, qué el sienta el Sí? Es la personalidad que ama a otra personalidad, porque ella se encuentra y se complace. El Amor brota, como una Fuente espontánea, desde el instante donde el “yo soy” está Realizado, desde el instante donde la Presencia está allí. Y esto no está dirigido hacia alguien, es una emanación natural de lo que tú Eres que te lleva, desde el instante donde incluso esto no es ya observado, hacia el Absoluto. Que no es una finalidad exactamente. Porque es muy exactamente lo que tú Eres. Solo el lugar donde te colocas no es correcto. Entonces, atención que el mental no se apodere de esta noción de finalidad o de no finalidad. Sin esto, esto va a reproducir la misma cosa que para el amor. Es necesario estar vigilantes, pero esta vigilancia no es mental: es una vigilancia de la conciencia que los instala en el Presente, en el “yo soy”. Y una vez el “yo soy” Realizado, será necesario superar el “yo soy”. O entonces aterrizar directamente en el Absoluto que Son, de toda Eternidad. Pero no son ustedes quienes deciden. Sin embargo a nivel de la personalidad, son ustedes quienes deciden: practicar la refutación, ver claramente las cosas, tal como son, y no como quisieran que fueran, o tal como creen que ellas son. Esto es profundamente diferente. Cuando el Si se descubre, lo que ustedes llaman chakras se activan. Ustedes perciben la Vibración y por supuesto se bañan en la Vibración. Porque es totalmente nuevo, tan agradable, y tan diferente. Pero saben muy bien que la Vibración está condicionada (a vuestras meditaciones, estados de ánimo, ciclos de la luz, del sol), por lo tanto también esto es efímero. Es necesario ir más allá de la Alegría. Todo esto, son las experiencias. Por supuesto, que abren la Conciencia, pero les recuerdo que el Absoluto no es la Conciencia. Nada puede ser dicho del Absoluto. Solo pueden atestiguarlo, aquí mismo, en esta forma, de lo que pase, y que es por lo tanto también efímero. Porque hay una alegría y bienestar en comunicar lo que es vivido. Pero solo es un reflejo, la Verdad no puede ser conocida de esta forma. Por el contrario, el testimonio puede ser dado. Porque el testimonio dado, tal como lo hago, les va a permitir de hacer buenas preguntas y de realizar este corto circuito del mental. El Absoluto no es una finalidad. Porque si hablas de finalidad, obviamente, eso quiere decir que hay una ruta, un camino, y por lo tanto tiempo. Mientras que consideres que hay una finalidad, mientras que consideres que tienes tiempo, por supuesto no es Real: El Absoluto no está en el tiempo. Esto es todo lo que es necesario realizar. Es la Verdad. El mental tiene horror que uno le diga que nada existe de lo que el propone: es la perdida de soluciones para él. Recuerden: la meditación pone al mental en reposo, ella les da a ver los pensamientos. ¿Pero quién es capaz de parar los pensamientos? Solo el que es Absoluto. De lo contrario, los pensamientos están siempre allí. Están escondidos, prestos a surgir, desde que tengan una contrariedad, tan pronto como se oiga un ruido, tan pronto que alguien los toque, desde que las leyes de la encarnación los recapturen en el cuerpo y en el mental. El Absoluto no tiene nada que ver con todo esto. El no está ni delante, ni detrás, el está en todas partes.

Pregunta: ¿La refutación debe ser permanente, activa, a lo largo del día para todo pensamiento que se presente?

El objetivo de la refutación no es de ser permanente. Es de ponerte en distancia, observando, atestiguando. Cuando este cuerpo come, tú no Eres este cuerpo: es un vehículo que tu nutres. El problema de la conciencia humana (no importa las razones) es que ella está persuadida que no puede salir de este cuerpo. Que ella está atrapada, incluso si ella se pliega. Esto es como si me dices que conduces tu auto y que, en la noche cuando vas a la cama no puede salir: tú te has convertido en el coche. La refutación no es la desaparición. El cuerpo, siempre estará allí mientras esté vivo. Cuando el muera, tu estarás siempre Vivo. Antes de que el cuerpo apareciera, estabas Vivo, pero no tienes el recuerdo. ¿Qué eras? La refutación va a conducirte a realizar lo que Eres, y no lo que crees ser. Esto no es el dolor de decir por ejemplo, cuando comes los frijoles, y los frijoles penetran tu cuerpo, que el frijol es una ilusión, porque, para el cuerpo es una verdad: lo que le permite existir. Pero no eres lo que existe. La refutación debe salir, yo diría, como un mecanismo saludable y espontáneo. No en el hecho de comer los frijoles sino, por ejemplo de afirmar que no Eres el auto. Por lo tanto esto concierne a las cosas, incluso cuando hay un principio de identificación, que sea a este cuerpo o a este mental. Esto concierne efectivamente, mas los pensamientos, los mecanismos habituales. Recuerden que es vuestra conciencia que ha perdido su Unidad, que a perdido el Absoluto, en su no-desaparición y que da presencia de pesantez a este mundo. Pero con todo eso, en los componentes de este mundo, algunos son multidimensionales. Ustedes no. Los Ancianos, las Estrellas, les han dicho que no Estén apegados. Pero no confundan el desapego con la negación: No es porque la refutación es una negación, que es necesario estar en negación de la vida, cualquiera que ella sea. Sin esto, el ego va a apropiarse. Y ustedes arriesgan llegar al resultado opuesto: la depresión. Porque no llegan porque el ego va a decirles que es necesario llegar. El ejemplo que les he dado, concerniente al teatro, es el más elocuente. El ejemplo de la cuerda, también es importante, que es tomada por una serpiente, hasta que la Luz aclara la cuerda, y por lo tanto puede desaparecer (Nde: ejemplo citado en la intervención de O: M: Aïvanhov del 6 de Mayo del 2012): no confundir el contenedor y el contenido. Cuando tienes un recipiente que está lleno de aire, sellado, y que este recipiente se rompe, ¿es que el aire desaparece? No. El contenido ya no está limitado. De la misma forma cuando hablan de una joya en oro, que tiene una forma, ¿qué es lo que es importante para ustedes? Por supuesto, es la forma de la joya. Lo que es importante (si se puede decir) para el Absoluto, es la realización, para ti, que el oro esté siempre allí. Y que no es porque ha tomado una forma dada, que ya no existe más. Ustedes están, visceralmente, atados a este cuerpo. Están visceralmente atados a este mental. Pero ni el cuerpo ni el mental son de alguna utilidad para el Absoluto. No es cuestión de quemar el cuerpo. Al contrario, uno puede quemar el mental. Lo que será después, por lo tanto más fácil para vivir el hecho de que, realmente no Son este saco de comida.

Pregunta: cuando uno refuta y que el mental parece responder “yo no soy nada”, ¿qué hacer?

El mental te miente. Es el todo salvo nada. Pero quiere hacerte creer que no es nada para que te apartes de el. Este es el principio, también, de la falsa Humildad, como anteriormente, o de la Falsa Simplicidad. Lo que es nada, en definitiva: es todo el complejo efímero contenido en el saco de comida, y el saco de comida, el también. Es cambiar de punto de vista, lo que es necesario. La refutación es el medio de cambiar de punto de vista, en totalidad. No se trata de negar el cuerpo, o de matarlo, que vas a ser Absoluto. El Absoluto contiene el cuerpo, pero el sabe que es ilusión. El Absoluto no puede estar detrás de lo que sea. Simplemente, existe, en el mental como en el cuerpo, los elementos que impiden ver el Absoluto. Y por lo tanto, si tu desplazas tu punto de vista, como en el ejemplo del teatro, todo pasará bien. La refutación, como lo he dicho, debe llenarlos de Paz. Ella debe llenar este saco de comida de Alegría. Y en un momento, todo va a desaparecer. Te parecerá ser una conciencia Liberada de todo. Y si tu abandonas esta conciencia, entonces el Absoluto es dado para ver y Vivir. No antes. Mientras que den el menor peso, mientras que concedan la menor conciencia a este saco, a lo que creen ser, ustedes, no han cambiado de punto de vista, están aún en camino de jugar sobre la escena, o ser el observador de la escena. Creen que existe aún un teatro. Cambien de punto de vista. Acepten de no ser apresados y encerrados por el espectáculo, por la butaca, por el teatro mismo. Y verán la Verdad. Esto es muy Simple. La Simplicidad está allí.

Pregunta: ¿Qué es el no-Ser?

Pero no-Ser. ¿Qué es? ¿Es que puedo hablarte del Absoluto? Es el primer principio que he enunciado: Nada puede ser dicho sobre el Absoluto. Solo puedes dar testimonio cuando está allí donde no hay nada a Ser. Mientras que busques comprenderlo, se aleja. No puedes comprender lo que tú Eres. Abandona esta idea estúpida: eso te aleja de lo que tú Eres. Es necesario prohibir la palabra comprensión: esto quiere decir “prender con” pero no puedes prenderte a ti mismo. Miras allí donde no está, y dejas tu cabeza mirando a otra parte. ¿Es que puedes verte sin un espejo? No puedes más que imaginarte, en un esquema corporal al cual llamas el saco de comida, con tu historia, con este cuerpo. Pero sinceramente, ¿es que puedes verte sin espejo? Es imposible: No puedes ver lo que eres. El punto de vista no es bueno. Por lo tanto querer familiarizar el no-Ser, explicando el no-Ser, no quiere decir nada. Esto es imposible. Ya que, por definición, comprensión, es hacer jugar a la conciencia, que esto sea en el Si, o en el “mi”. Pero el Absoluto es una a-conciencia. No puede concebir nada puesto el es Todo. El es inmutable, el ha estado siempre allí. Tu, tu cambias todo el tiempo. Mientras que creas saber algo, eres ignorante. Acepta de no saber nada. Acepta de no comprender nada. Por otra parte, eso ha sido llamado por una de las Estrellas, la Vía de la Infancia (Nde: TERESA DE LISIEUX). ¿Es que el niño se interesa de explicar porqué el sol se levanta? ¿Y si se eleva hacia el oeste o en otros lugares? ¿Es que el tiene necesidad de saber lo que saben los adultos? Salir de la infancia, no es devenir un adulto, es devenir un atraso en todos los sentidos del término. La comprensión es adaptable para este mundo y se utilizó para evolucionar en este mundo. Pero evolucionar en este mundo, es ya no estar en el Absoluto. Es esto que es necesario comprender, sin comprender. Y esto no es una comprensión. Esto no puede ser tampoco una experiencia, como para el Sí. Esto es un estado más allá de todo estado, es el Ultimo, del cual nada puede ser dicho. Puedes solo dar testimonio de sus efectos, pero no puedes dar testimonio de lo que no estás consciente en la a-conciencia. Y por otra parte, ningún ego se divertiría de hablar del Absoluto, porque para el, esto no quiere decir nada. Ningún ego puede testimoniar el Absoluto, que el no es. El puede testimoniar del Sí. El puede escribir millones de libros sobre el Si, sobre la Realización, sobre el Despertar. Pero el Despertar y la Realización no te hicieron nunca salir del teatro. A lo sumo, esto proporcionará los elementos de recompensa, en este mundo. Y las experiencias de alegría, las experiencias de Paz. El Absoluto no es ni Alegría, ni Paz, a él esto no le importa. Por lo tanto, no puedo decirte nada sobre el no-Ser.

Pregunta: ¿por qué este mundo ilusorio en el que vivimos, nos parece que existe?

Debido a que existen en él: han proyectado su conciencia en algo que ha sido proyectado. Es un sueño o una pesadilla. Esto significa que si ven cómo es, que están involucrados y plenamente insertados en la ilusión. ¿Es que alguno que está muerto puede preocuparse o dar peso a lo que era anteriormente? ¿Se puede llevar su casa, su esposa, sus hijos, su dinero? Responde a esta pregunta de manera objetiva. Bueno, es el mismo principio entre el Absoluto y el Sí. Cuando duermes, el mundo no existe. No estás consciente de todo el mundo, no estás consciente de tus hijos, tu mujer: duermes. ¿Te planteas la pregunta en ese momento? Deberías. Si golpeas esta bolsa de la comida, ella tiene dolor, sufre. Y tú dices: “me duele. ¿Qué significa eso? Que existes en este cuerpo: el toma tu conciencia. Tu conciencia se expresa y lo imprime en el interior. ¿Puedes verte? Puedes ver tus manos, tus pies, pero ¿puedes ver, una parte, la punta de tu nariz, sin un espejo? ¿Puedes ver detrás de ti, sin espejo? ¿Sin voltearte? Hay pues una polaridad (un eje si prefieres). Todo esto no existe: es un sueño. Y cuando sueñas, sabes muy bien que el sueño es más real que lo Real, en algunos casos. Pero lo real de este mundo no es la Verdad. Lo Real es lo que es inmutable, sin movimiento, centrado, lo que subtende (Nde; subtender: lo que está debajo de) todo el resto. Plantéate la pregunta, para resolver el enigma, más allá de lo que pasa durante tus noches: ¿cuál es tu finalidad, en este mundo? ¿Cuál es tu finalidad, como saco de comida, y de conciencia pegada a este saco de comida? ¿Es que puedes decirme, también, que Estabas antes? ¿Tienes el recuerdo, la memoria, la experiencia? Esto no es posible. Y aquí ¿Esto te parece sólido? No: Está construido sobre el viento. Pero añadiré: A ti te corresponde ver. Si piensas que lo que viste es real (porque hay sufrimiento y hay Alegría), entonces, no te interesa el Absoluto, confórmate del Sí. La mayoría de los humanos que buscan el Si no buscan más que un mejoramiento de sus condiciones en la personalidad. Un mejorar, un bienestar. Mientras que el Absoluto, es el no-Ser. El bien-estar y el mejorar no tienen nada que ver con el no-Ser. Igual que no tienen nada que ver con el mal-estar. Con cualquiera que sea calificativo del ser. Cualquiera que sea lo que sientes en los momentos de satisfacción, de placer, de disgusto, de sufrimiento. Esto te parece real, porque le has dado un peso, porque hay reglas, límites, marcos. Tributarios de este mundo, exclusivamente sobre este mundo. ¿Es que cuando estás muerto, pagas impuestos? ¿Es que cuando te levantas por la mañana, es que te acuestas por la noche? ¿Es que tu comes? ¿Qué es lo que desaparece, que es lo que permanece? ¿Qué es lo que reencarna, a priori, si esto no es el “mi” de los complejos inferiores? En una forma diferente, en un mental diferente, en una experiencia diferente, en las conexiones al mundo diferentes. Pero finalmente, esto no hace ninguna diferencia: es la misma cosa, es la Ilusión. Pero alégrate, porque hagas lo que hagas, lo que seas o no sea, irás allí donde te lleven tus propias ilusiones. Pero en definitiva, el Absoluto permanece; es esto lo que tú Eres. Pero recuerda no hay solución posible para pasar de lo que es conocido a lo que es Desconocido, en este sentido.

Pregunta: ¿qué se puede ver la vida que tenemos como una gran Farsa?

Bueno, yo les diría que eso depende con qué ella está llena... Algunos viven un drama y quien vive un drama lo vive realmente, puesto que está identificado. Cuando pierdes a un ser querido, sufres. Al menos, existe en esta ilusión, el sentimiento de sufrir. ¿Quién es el que sufre? No eres tú, por supuesto: Por lo tanto no vives una farsa. Cualquiera que sea la forma de cuya farsa, es solo una Impresión. Esta farsa no es risible. Lo que es risible, es reír. Uno que existe más allá de toda existencia, aquí, en el No-Ser o en el Sí. Harás bien decirte que es una farsa y por lo tanto, ¿sales de la farsa? La farsa debe desarrollarse mientras que el saco de comida esté de pie. Tu en realidad estás de acuerdo. Es por esto que es necesario cambiar de punto de vista. ¿Qué es lo que vas a devenir si estás identificado a este saco de alimento? ¿Qué es lo que devienes si piensas que eres tus sentimientos? ¿Qué es lo que tu devienes, si tu, que eres Eterno, te adhieres a algo que es efímero? Allí está el sufrimiento. Allí, está la ilusión de estar separado, de estar dividido. Y por supuesto, entre más ama uno algo o a alguien, si desaparece, se sufre. Pero ¿cuál es este tipo de amor que sufre? Es el apego, solamente el apego, que es responsable del sufrimiento. Si no estás apegado a nada, incluso no al fruto de tus acciones, y que dejas tus acciones hacerse, si haces (como yo decía) lo que te dona la vida para hacer, sin apegarte, podrás decir que es una farsa. Pero constatarás muy pronto que si tu punto de vista cambió (es decir si te abandonaste a la Luz, si abandonas el Si), todo será extremadamente fácil, porque, lo que sea que llegue, no podrá desestabilizarte. Si estás desestabilizado, es que existes y que eres parte concerniente de la farsa, de la escena de teatro, como la llamo. Entonces, que la escena de teatro te llene de alegría o de sufrimiento no cambia fundamentalmente nada, incluso si el ego va a decirte que es preferible estar contento que sufrir: Esto es lógico, ya que el ego trae todo hacia él. Y si no puede traerlo hacia él, el sufre. Y si lo que el ama, en lo limitado o la carne de su carne, desaparece, o su trabajo, el no puede traer hacia el lo que desaparece. De alguna forma, lo más simple, es ya desaparecer a sí mismo. No poniendo fin a lo que sea, sino, una vez más, cambiando de punto de vista, de visión, si prefieres. De estar lúcido, totalmente lúcido. Si devienes lúcido, ninguna farsa podrá sacudir lo que sea. Y allí, esto podrá ser risible para ti, porque, tu, no estás ya insertado en el apego, porque tú, ya no estás insertado en una búsqueda ilusoria, cualquiera que sea. Es de esta forma que uno para de ser el espectador de la escena de teatro y que deja uno la escena de teatro desarrollarse, para el espectador y para el teatro. Y tú, no eres ya el teatro. ¿Es que quiere decir que el teatro ha desaparecido? No. Es el punto de vista. Eras una conciencia encerrada: el actor. Tu devienes una conciencia liberada: el observador o el espectador. Y después, tu punto de vista ya no es el mismo. ¿Qué es lo que constatas? Que la escena de teatro ya no te concierne. Que el observador ya no te concierne. Que el teatro ya no te concierte. Porque eres el que ha permitido el espectáculo, el espectador, el teatro mismo. No hay nada más que el Absoluto. Incluso el otro, amado o detestado, solo es una proyección sobre tu propia escena. Entonces imaginen cuando son muchos para mirar el teatro o para jugar las escenas. Por supuesto que mutuamente, refuerzan la ilusión que es real porque juegan las interacciones, juegan los roles. Es necesario descubrir que hay espectadores. Es necesario descubrir que hay un teatro y descubrir, dar a conocer, que es más teatro que otra cosa. Pero no destruyes al teatro, ni al actor, ni al espectador, de algún modo, les das existencia. ¿Captas la diferencia? No puedes destruir lo que no existe. Esto es un sueño. Como tú dices, es una farsa. Tu estás en otra parte. Tu eres el que ha permitido la farsa. Pero en ningún caso, eres la farsa.

Pregunta: ha sido cuestión de la última etapa del Sí que sería la Presencia. ¿Qué hay en relación a esa imagen de escena de teatro?

La Presencia sería la que ha tomado conciencia del actor, del espectador, del sillón y del teatro pero no ha salido aun del teatro, entonces, no puede ver que el teatro no existe. Entended bien que cuando digo “ver”, está más allá de ver.

Pregunta: usted me dijo que me situara en la Eternidad y en la Verdad. Pero constato que hay olvidos, hábitos que impiden vivir esto.

Es falso. Tú no tienes hábitos. Tú te lavas todas las mañanas. Tú comes todos los días. Tú ves las mismas personas, frecuentemente, toda tu vida. Son las costumbres. Es tu punto de vista el que no funciona. Tú se sitúas en el hábito. No hay nada que pueda impedir bloquear, fijar, lo que tú no eres. Ningún hábito, sea el que sea, es un pretexto válido. Es la personalidad la que cree eso y te sugiere que son los hábitos los que te impiden ser lo que no eres. Es falso. Hay que recusarlo. Un hábito no será jamás eterno, aunque se repita. El hábito crea una costumbre a la personalidad pero en ningún caso, estorba al Absoluto. Lo que tú dices ilustra lo que dices, para muchos. Queréis trabajar en la personalidad. Queréis trabajar sobre lo que conocéis. No hay que trabajar sobre lo que conocéis. Solo hay que verlo como lo que es. Hay que darse cuenta justamente, no comprender. Hay justo que entender que no sois nada de todo esto. No es vuestra vida la que debe cambiar. No son vuestros hábitos. Sois vosotros. Pero vosotros no sois vuestros hábitos. Cuando digo vosotros o tú, me dirijo al Absoluto. Estáis identificados a lo que hacéis. Estáis identificados a los que os hace la vida. Ninguna identificación será una salvación. Me dirijo a vosotros desde el Absoluto. Si esto no os concierne, cerrad vuestras orejas. Pero si os concierne, abrid ampliamente vuestro Corazón. Cuando estuve encarnado, en el sentido en que vosotros lo estáis, yo tenía hábitos. Muchos. Yo diría incluso, que el hábito agradable o desagradable no puede interferir lo que tú Eres, aun menos que el acontecimiento imprevisto, porque el hábito es muy conocido y lo que es muy conocido supera tu conciencia. Cuando conduces un coche ¿piensas en pisar un pedal, o se hace automáticamente? Razón de más. Un hábito con frecuencia, te libera. No por ello, hace falta tener malos hábitos, si no, vais a sufrir. Este cuerpo va a sufrir. Pero recuerda que a menudo una costumbre desvía tu conciencia, de lo que se vive en el hábito y, de alguna forma, deja libre tu conciencia para otra cosa. Aquél que no tiene hábitos gasta mucha más energía, vitalidad, que el que tiene hábitos. Entonces, no os quejéis de vuestros hábitos. No os quejéis de nada. Haced lo que la vida os demande. Pero no sois lo que hacéis. Esa también es una estratagema del ego, que os va a hacer creer que, porque tenéis una pareja que es mala, un niño que es terrible, impuestos que pagar, no tenéis el espíritu tranquilo y esto os aleja. Os aleja del Sí pero no del Absoluto. Él no se ha alejado jamás.

Pregunta: en francés, refutar significa revocar una idea probando su falsedad. ¿Es la definición que se aplica a refutación tal como la presenta usted?

Totalmente. Utiliza la lógica de la personalidad. Por ejemplo, cuando tú dices: « el sol se levanta » porque lo ves levantarse ¿quién es el que observa el sol levantarse? Si eres tú ¿dónde estás? El que está al otro lado de la Tierra, él, lo ve ponerse o está ausente. ¿Quién dice la verdad? Es efímero. No hay nada más efímero que un día o una noche. Hay que refutar lo que es efímero. No la vida. Porque todo lo que cambia no puede ser real. Lo Real no puede cambiar. Es por eso que el hábito puede ser, de alguna forma, un acercamiento o en todo caso, tú estás más cercano a lo que eres, de lo que tú no estás en el hábito, que te concierne. El sol tiene el hábito de levantarse. ¿Sabes si se va a levantar mañana? Por probabilidad, vas a responder: Sí. Pero ¿Qué es la probabilidad en el Absoluto? Una incertidumbre. El Absoluto no puede ser más que certeza. Mirad en nuestras conversaciones, hoy. Es siempre la personalidad la que busca dirigir, porque quiere entender, quiere comprender, quiere asimilar. Vosotros no sois el contenido. No sois una forma precisa. Vosotros sois el contenido (en mis ejemplos precedentes: el aire). En el ejemplo del oro: vosotros no sois la joya, vosotros sois el oro: eso marca una diferencia. Desde el instante en que calificáis un objeto, perdéis el sentido mismo de la esencia. Entráis en una forma, una definición, una caracterización. Todo lo que tiene forma, todo lo que se ha caracterizado, todo lo que es identificado, no es real.

Pregunta: en una conversación entre dos humanos ¿qué es necesario refutar para que la relación con el otro no implique ninguna distancia?

Hay que refutar lo humano. Hay que refutar la relación. Hay que refutar la distancia. Todo depende de lo que busques. Si tú me hablas diciendo que buscas la armonía en esta relación, esto no corresponde al Absoluto de ninguna forma. El Absoluto no tiene nada que ver con una relación. El Absoluto, en definitiva, no tiene que ver con vuestra forma humana, sino que permite esta forma. Permite todo. No excluye nada. Tú no puedes establecer relación en el Absoluto porque nada está separado. Nada puede estar en relación. La relación en sentido humano, como en sentido en que lo vivís, quizá os conduce a vivir a la ausencia de separación. Todo lo que ha sido llamado por los Ancianos, la Comunión, la Fusión, la Disolución, todo esto son experiencias que pueden favorecer el cambio de punto de vista. El Absoluto es muy simple pero os pide el sacrificio último. Si no estáis preparados, permaneced en el Sí, porque no hay que estar preparados. No hay distancia. No hay tiempo. No hay mundo. Entonces ¿cómo podría existir una relación en algo que no existe? Daos cuenta de esto y solamente después, vivid la relación porque no estaréis implicados. Y todo lo que no implica, permite una mejor Realización, porque vosotros no definís la relación en relación a vuestra experiencia pasada, en relación a vuestros deseos, sean los que sean. Ninguna relación puede permitiros ser Absolutos. Ninguna comunión puede permitiros ser Absolutos. Mejorar esto o aquello, favorecer esto o aquello no concierne al Absoluto, no concierne a lo que tú Eres, aunque lo creas.

Pregunta: ¿cuándo se dice “Permaneced tranquilo” se refiere a un estado de meditación?

Ciertamente no.

Pregunta: ¿o en un estado donde se está simplemente tranquilo, o letárgico?

Ni lo uno ni lo otro. Permanecer tranquilo, es no interferir en lo que se desenvuelve. Una vez más, es cambiar el punto de vista. Ninguna meditación conduce al Absoluto. El terror de la muerte puede conducir más fácilmente. El sufrimiento extremo puede conducir mucho más fácilmente que la paz de la meditación. La meditación es, de alguna forma, una farsa, también. Todo depende de vuestro objetivo. Para el Sí, es perfecto. Para el Yo, es perfecto también, porque el que medita va a estar más calmado, va a ver más claro en la vida que vive. Pero ¿tu objetivo es ver claramente lo que vives en tu vida? ¿O dejar que tu vida se viva y ser lo que tú Eres? No es lo mismo. Permanecer tranquilo, no es ni estar letárgico, ni estar activo, es dejar hacerse lo que se hace, porque tú no eres lo que se hace. Tú crees que eres tú el que lo hace. Tú crees que eres tú el que decides, divorciarte, casarte, o hacer cualquier acción. Pero tú no eres nada de todo esto. Toma conciencia de que a través de tu cuestión, como de todas la cuestiones, solo hay la persistencia de aquél que cree poder obtener algo, no es siquiera una transcendencia. Mirad y ved todo lo que conocéis. El Absoluto no lo es. Lo incluye, seguro. Pero eso os incluye en la ilusión y no en el Absoluto. Necesitáis excluiros, pero excluir no es retirarse de la vida, más bien al contrario: es excluirse de todas las creencias efímeras. Es no estar implicado, sino hacer. El Absoluto se revela de esta forma a vosotros. Pero mientas que creáis, de una forma como de otra, que tenéis que avanzar, que tenéis que mejorar, mientras creáis que sois tributarios de cualquier factor de evolución, de cualquier mejora, de cualquier tiempo o cualquier espacio, os equivocáis vosotros mismos. De hecho es el ego el que os confunde. Y os llevará siempre a un saco sin fondo, a un impass, a zonas más y más sombrías. Es esto lo que necesitáis ver.

Pregunta: ¿el acoger, el asentimiento, manifiestan el Absoluto?

¿Qué es lo que quieres acoger? ¿A qué quieres asentir? Tú puedes acoger la Luz. Puedes acoger al Cristo. Puedes acoger a tu marido o a tu mujer. Pero no puedes acoger el Absoluto. No puedes acoger lo que tú Eres. No puedes asentir a lo que Eres, porque es lo que Eres. En el sentido de tu pregunta, hay siempre la noción de poseer. No se posee el Absoluto. No se va hacia él. No se le descubre. El se descubre desde el instante en que has desechado todo lo demás. Ya incluso el hecho de pensar que tú puedes acoger el Absoluto supone que eres un recipiente, un contenedor. Tú no eres un contenedor. Tú eres Absoluto. ¿Cómo puedes entonces asentir o acoger lo que Eres ya?

Pregunta: ¿si conviene refutar el miedo, se deben refutar todas las emociones?

¿Qué es una emoción? Eso pasa. Todo lo que pasa, pasará. No es el Absoluto. Sobre todo la emoción porque la emoción tiende a identificaros con lo que vivís. Cuando decís: “estoy enfadado” o “estoy triste”, por supuesto que hay una identificación. Pero, también no podéis decir que no experimentáis una emoción que se manifiesta. Y el tiempo que tú la refutes, la emoción habrá pasado ya. Una emoción no puede durar, incluso si hay un poso de cólera, incluso si hay un poso de tristeza, pero en ese momento, no es ya la tristeza/emoción. No eres más tu alegría que tus miedos, tus placeres que tus miedos. Mira pasar las emociones. No son tú. Solo obedecen a lo que ya ha sido construido. Es una reacción a algo. Tú no eres ni la acción ni la reacción, ni el hacer. Permanecer tranquilo, también es esto. No es tenderse y esperar el fin de algo. Vuelvo sobre lo mismo: es el punto de vista lo que cambia. ¿Dónde estáis vosotros? ¿Qué miráis? ¿Qué hacéis? ¿Qué es lo que mira? ¿Quién es el que hace?

Pregunta: ¿la refutación y la crucifixión, es lo mismo?

La crucifixión hace daño. La refutación no hace daño. La crucifixión implica la muerte y la resurrección. La refutación no hace morir más que lo que es ilusorio, en las creencias, pero no hace desaparecer el saco de alimento, hasta que se pruebe lo contrario. No añade clavos a lo que es doloroso: este cuerpo. En el plano simbólico o histórico, la Crucifixión es seguida por el Cristo, de una Resurrección en un cuerpo diferente, un Cuerpo de Gloria. El Absoluto no es esto. El Absoluto no se preocupa de ningún cuerpo, ya fuera el Cuerpo de Gloria. Esto no le concierne.

Pregunta: ¿la encarnación es la única cosa que no se puede refutar?

Tú no puedes refutar lo que está en este mundo. Una vez más, la refutación solo permite cambiar el punto de vista. Es un movimiento que te conduce a estar inmóvil. Refuta todo lo que es efímero. Sin ninguna excepción. Pero si la refutación que tú practicas te conduce a dejar lo que sea o a quién sea, no es una refutación. La refutación es lógica. No está hecha para sufrir. No está hecha para otra cosa, sacaros de las ilusiones, de las ataduras. No es porque tú refutes que va a desaparecer la encarnación. Desaparecerá por sí misma, sin que tú te ocupes. No os planteéis cuestiones sobre la forma de refutar. El objetivo de la refutación es un juego que deja lugar libre a lo que tú Eres, al “Yo soy”, también y al no Ser, después, si tú estás de acuerdo en refutar el sí. No hay nada obligatorio. No es un objetivo. Pero la experiencia prueba que si tú encuentras a un ser Liberado, no puede mostraros el Absoluto. No puede Liberaros. Pero lo que os dice (vuestras preguntas y las respuestas) facilitan lo que Sois, facilita el no Ser. No me dirijo a todos los que me leen o me escuchan. Pocos de vosotros pueden escucharme y oírme porque muchos mantienen su ego. Muchos mantienen su Realización, su Despertar. Mientras que conservéis cualquier cosa, no sois el Absoluto. El Absoluto no tiene nada: sostiene. Pero no sois vosotros los que sostenéis. El Absoluto sostiene absolutamente todo. Sostener no es mantener. Justamente: es estar por debajo, inaparente, invisible, a lo que mantiene. Está mucho más allá de la causa. Yo diría que es lo que subyace la causa: más allá de la apariencia, más allá de la lógica, más allá de la explicación o de la comprensión. En este mundo, solo podéis analizar lo que es este mundo (sea por la ciencia, por los sentidos, por la experiencia). Recordad: el Absoluto no es una experiencia. No es tampoco, un estado puesto que es un no estado. En tanto os planteéis vosotros mismos una cuestión (no hablo de nuestras conversaciones, sino mientras que en vosotros mismos haya una cuestión, una sola), no sois Absoluto. El Absoluto no está ni en la cuestión, ni en la respuesta (esa que vosotros planteáis a vosotros mismos o las respuestas que vosotros aportáis a vosotros mismos). También es un punto de vista que está fuera de este mundo, fuera de su causalidad. Lo que vosotros consideráis como la vida (vuestra existencia, el hecho de existir), es ya estar fuera. El Absoluto no está ni fuera ni dentro: está por todas partes. Sostiene todo. Vosotros no podéis verlo como Absoluto pero podéis, totalmente, ver lo que es no Absoluto. No hay juego de palabras en esto. Es la evidencia misma.

Pregunta: ¿de dónde viene mi impulso de no reencarnarme más, de fundirme en la Fuente?

Pero ¿quién se reencarna? Cuando dices: “yo me reencarno”, es falso. Porque tú hablas necesariamente del “Yo”. El “Yo” no se reencarna jamás: es efímero. No continúa siquiera de vida en vida. Es la personalidad que se transforma y que juega los juegos y roles. Afirmar que el “Yo” no quiere ya reencarnarse es presuntuoso. Tú no tienes nada que desear. Todo querer nace de la personalidad o todo Impulso viene del Alma pero no del Absoluto. El Absoluto no tiene Impulso. Entonces, mientras que tú expreses un movimiento (una voluntad, un deseo), no estás en el presente. Si te instalas en el presente (y la Presencia), no puede haber deseo. En el “Yo soy”, ya se vive que la reencarnación no existe. Solo concierne a los “Yos” sucesivos. El Absoluto no está concernido (el Êtreté, tampoco) por la encarnación. Expresar un deseo no basta para verlo realizarse. Esto lo sabéis ya en este mundo. Entonces ¿cómo puedes imaginar, en otro mundo (o en otro estado), que esto sea posible? ¿Piensas que vas a llevarte tu deseo y tu Impulso cuando haya desaparecido el cuerpo? Es falso. No te llevas nada. No te llevas más que nostalgias que jamás serán colmadas. Es necesario desechar el deseo, permanecer tranquilo, también porque todo lo que desees es necesariamente considerado y vivido como exterior a ti y por tanto como una averiguación, como una búsqueda. Y además, que reportes alguna cosa que no conoces. Con esto, tú estás proyectando ya tu conocido, en lo Desconocido. Esto no puede marchar así. Es imposible. Yo diría incluso, que es a la inversa. Abandona lo conocido y lo Desconocido estará ahí. No hay nada que desear, porque lo que se quiere, está ligado al principio mismo de la proyección, ya que es considerado carencia, tanto en el “Yo” como en el Sí. La carencia no concierne al Absoluto. El deseo aun menos. Continuemos. No consideréis que digáis tonterías, porque el hecho de decirlo las suprime.

Pregunta: cuándo habéis hablado de acoger y de asentimiento, he sentido temblores en la nuca, la espalda y la pelvis. ¿Qué es?

Es el Doble. Renuncia a ti mismo y verás. Las cuestiones y las respuestas no son cuestiones y respuestas. Simplemente, nosotros limpiamos lo conocido. Lo quitamos. Y cuando lo conocido no está ya ¿qué hay? lo Desconocido. Deja también, que se viva lo que se vive. No busques explicar, ni comprender. Vívelo. En el momento en que lo explicas (o comprendes), no lo vives ya: sales de la vivencia. Es necesario salir de la vivencia, pero no por la explicación, no por la comprensión: por el dejar hacer. Tú no estás concernido. Solo el Sí lo está. No el Absoluto.

Pregunta: ¿cuándo CRISTO dijo “yo soy la Vía, la Verdad y la Vida”, quería decir “yo soy Absoluto”?

No. “Yo soy la Vía, la Verdad y la Vida” puede conducirte al Absoluto. Sin conducirte. “Yo y mi Padre somos Uno”, es el Absoluto. El (y el Doble), es Absoluto. La FUENTE es Absoluta y está incluida en el Absoluto. Pero la FUENTE no es el Absoluto. Mientras que haya una vía (sea la que sea), vosotros sobreentendéis un camino, un mejoramiento. Esto conduce al Sí pero ciertamente, no al Absoluto. La Verdad, sí (en tanto que “yo y el Padre somos Uno”). La Vida, sí, pero la Vida Eterna, esa que no conoce la muerte (no esta vida). Él quería mostraros que nada puede poner fin a la Verdad y a la Vida. Y sobre todo a la muerte, si no, no es la Verdad, no es la Vida. El CRISTO es un molde, un modelo, no que haga falta seguir sino que es necesario integrar. No es lo mismo. Es una Conciencia que puede hacer decir: “yo y el Padre somos Uno: Absoluto”. El CRISTO os ha presentado un modelo (o un molde) ideal para este mundo. Él os dijo: no podéis seguir un molde o un ideal. Vosotros lo encarnáis o no. El Absoluto no es ningún modelo, ningún molde. Está más allá de todo esto.

Pregunta: ¿una oreja que pita, al escucharos, tiene un significado concreto?

Sí, pero vívelo. No te voy a hacer salir del pitido diciéndote por qué. Absorbe. Si te lo explico, sales. Si no te lo explico, vives la Vida. Uno de los Ancianos os ha hablado del Sonido, más allá de cualquier sonido ¿quién es el testigo (o el traductor) del Absoluto? Yo no diría nada más. Vive el Sonido. No observes el Sonido. Supéralo de alguna forma. También, como ahora, supera lo que llega a tu espalda. Acuérdate que, desde que quieres una explicación sobre lo conocido (sea la que sea), es el Ego el que se manifiesta. Incluso el Sí no tiene necesidad de explicación: él Es. Es como si el “Yo Soy” preguntara por qué, él era y por qué, él es. Entended bien: ¿quién plantea la cuestión? ¿Quién tiene necesidad de explicaciones sobre lo que se vive, más que vivirlo? Si tú te fundes en el Sonido, te haces Sonido. No hay más distancia. Pero si tú planteas una cuestión sobre el Sonido (sobre el sentido del Sonido), te alejas.

Pregunta: GEMMA GALGANI ha precisado últimamente: « osad ser nada, osad ser todo ». ¿Qué supone « osad »?

Es el mismo principio que para el Absoluto. Si te digo: “osa ser lo que tú Eres, el Absoluto”, evidentemente, es osar. Osar, es superar, transcenderse a sí mismo, superar el “Yo”, superar el Sí, para acceder a otra cosa. Sabiendo que este acceso no es un pasaje (propiamente hablando), que la Puerta es imaginaria. Es el Ego que ha construido la Puerta. Es el Sí que ha construido la Puerta. Si tú osas ser nada: es la refutación. Entonces, tú osas ser todo: es el Absoluto. Osar ser nada, es osar ser todo: el punto de vista ha cambiado, simplemente. Osar no es un esfuerzo. Osar no es un trabajo. Osar es una superación y una transcendencia que te hace superar la superación y la transcendencia. Mientras que no oséis (cualquiera que sea el calificativo que se le pone detrás), ¿qué quiere decir? Que el miedo impide osar. Osar es estar liberado del miedo. No es estar ya retenido por nada, ni proyectar nada. Es la Vida y la Verdad.

Pregunta: ¿tener conciencia del miedo a la nada basta para superarlo?

Sí. Porque el miedo de la nada ¿qué va a provocar? Una angustia. ¿Dónde nace la angustia? Ciertamente, no en el Absoluto. Ciertamente, no en el Sí. Sino precisamente, en las resistencias de la persona. La nada puede conducir (como he dicho, como el sufrimiento), mucho más fácilmente, a ser Absoluto, que la meditación porque la meditación es una referencia y un marco (ya fuera el más agradable). La nada y la angustia (o el sufrimiento) no ofrecen marco. Porque ¿Dónde se va a parar la nada? ¿Dónde va a parar la angustia? ¿Dónde va a parar el sufrimiento? cuando esto os ocurre, vosotros no lo sabéis son angustias intolerables, sufrimientos intolerables. No hay límite. Y todo lo que es sin límite os hace salir de lo conocido.

Pregunta: ¿para poner fin a la necesidad de analizar las sensaciones del cuerpo, se puede decir: « yo refuto esta necesidad de analizar »?

No. Tú refutas la sensación. Tú vives la sensación pero tú no eres la sensación. Hay que ir más allá de la Vibración, más allá de la Energía. Por supuesto que está lo que vosotros llamáis la Onda de Vida, Kundalini y todo eso. Pero el Absoluto está más allá de todo eso. Tú no te llevas tu Kundalini puesto que es lo que tú Eres: es decir la Onda de Vida. Si tú observas, tú eres a distancia. Aunque haya nacido, hay que ir al otro lado. Observar, es situarse a distancia: es el que mira el teatro. Mira el film o la farsa. Hay que ir más allá. Entonces, no hay que ocuparse. Y además, se os ha dicho: la Onda de Vida no tiene necesidad de vosotros. Nada tiene necesidad de vosotros. Es ilusorio creer que vosotros tenéis necesidad de vosotros, para realizar lo que Sois ya. No hay nada que realizar que no sea ya. Creer que os vais a Despertar, a levantaros, a Realizaros o a Liberaros, es una ilusión. Vosotros lo Sois ya. Solo el Ego os dice lo contrario. Entended esto. No busquéis comprender, sino desplazaos. Hacéos inmóviles y veréis todo de igual forma. Estaréis en el centro. Yo lo he dicho: el centro es lo que sostiene todo lo demás. Es Lo que vosotros Sois. Vosotros no sois todo lo que se desenvuelve en este templo (o este saco, cualquiera que sea el nombre que le deis). Esto se produce. Esto es normal si lo vivís, y normal si no lo vivís. No os planteéis la cuestión. Dejad vivir lo que se vive. Vuestro cuerpo no tiene necesidad de vosotros para respirar. Haced lo mismo para las Vibraciones, las Energías. Porque, mientras que observéis, es como para el teatro: vosotros estáis aun en el teatro.

No tenemos más preguntas, os damos las gracias.

Y bien, Bidi da gracia al Amor que Sois. Hasta la próxima vez de vuestro tiempo. Hasta pronto.

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