miércoles, 14 de marzo de 2012

NICOLAS FLAMEL 17 de Agosto 2008. Recomendado por OM AIVANHOV con audio compartir!!! Original en francés


  
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Trascripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
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Audio

Hermanos en humanidad, reciban gracias. Mi última encarnación sobre esta Tierra llevó el nombre de Nicolás FLAMEL. Vengo a ustedes por 1era. vez con el fin de entregarles una serie de elementos relativos a la vida. La vida que viven se deriva de una alquimia extremadamente profunda en relación con las formas de manifestaciones llamadas encarnaciones. El objetivo de la vida sobre esta dimensión es enseñarles a darlo todo. Mientras no hayan dado todo, continuarán haciendo la experiencia de la vida. Se les dio la vida pero deben, a su turno, darla. ¿Qué significa darse? Darse consiste en servir. Si se sirven a ustedes mismos, no pueden servir a la creación y se precipitan hacia cristalizaciones, a coagulaciones inferiores alejándose de vuestra Esencia y vuestro principio. La vida es Don permanente de principio a fin en la escala de la creación en esta dimensión. Sólo el hombre toma. El hecho de tomar es un movimiento de apropiación que pone una distancia entre ustedes y los otros. Dar y servir, como la tradición primordial lo enseña, no es dar solamente ayuda, dar dinero sino es darse uno mismo. Darse uno mismo es una fase en primer lugar interior de disolución: el solvente alquímico. No pueden pretender dar sin darse ustedes mismos. Los obstáculos inherentes se reducen a uno sólo; que es la palabra miedo. El miedo impide al solvente. El miedo es coagulación inferior. Si dan por miedo, eso no se llama dar. Si dan por obligación, eso no se llama dar. Si dan por concepción de vuestra mente, eso no se llama dar. Dar es abandonarse. Dar es abandonar su principio inferior, que es la muerte a sí mismo, es la muerte a todas las veleidades de satisfacciones personales que deben conducir a la satisfacción última llamado el don de sí. No hay salida de la encarnación sin don. El don es Amor. Dar sin Amor equivale a no dar nada ya que esperan recibir y mientras esperen recibir, no recibirán nada. La vida les da todas las ocasiones de abandonarse. Sólo el miedo impide este abandono. Miedo de la aniquilación, miedo de la disolución que es con todo necesaria con el fin de encontrar el sentido. Todo lo que llaman dificultades exteriores sólo están allí, con el fin, de permitirles ir hacia este don.

La vida, bien comprendida es don. El humano, por el sacrificio del don, va al encuentro del don. El don total de sí desemboca en una felicidad eterna. Sin felicidad no están ustedes en el don. El concepto más importante para salir de este callejón sin salida, recurre al primer movimiento dual existente en toda la manifestación en esta dimensión, llamada respiración interior, exterior. El don de sí es resultante de la respiración interior. Mientras limiten esta respiración interior, ésta no puede darse. Ustedes están en las distracciones efímeras llamadas placeres: satisfacción de los sentidos, satisfacción ante todo del ego, de esta complejidad interior que encubre la Esencia de vuestra verdad. Por lo tanto deben aceptar morir a ustedes mismos con el fin de renacer al Sí. No existe ningún otro camino, ninguna otra clave desembocando en la solución. Es necesario hacer aceptar a vuestra personalidad que su fin no es el final sino que ella es trascendencia confiriendo al oro alquímico, una nueva cristalización permitiendo el mantenimiento de vuestra forma y vuestra personalidad en un otro estado llamado el don y el servicio. Sólo después de haber realizado la etapa interior podrán pasar a la etapa exterior. La etapa exterior consistirá en dar este oro sin distinción de pensamientos, afinidades, placeres o desagrados. Eso debe verter de fuente. No puede haber realización de la gran obra, que es sublimación del principio inferior en principio Divino, sin comprensión y experiencia de este movimiento. Podrán hablar todas las lenguas de la creación, podrán manifestar todas los dones del Espíritu, pueden tener lo más grande de las fe, eso no sirve de nada si ustedes no se dan. Realizar la primera obra (de volverse hacia el interior con el fin de vivir el contacto espiritual con vuestros acompañantes) no sirve de nada si ustedes no se dan a sí mismos.

El don solo es Amor, el resto sólo es posesión. Este mundo les da la ocasión de comprobar la ilusión de la posesión. Todo lo que no es dado se pierde para siempre. Cada minuto de la encarnación que no es don los aleja de la verdad. El lugar donde ilustra perfectamente el pasaje del exterior al interior, el pasaje de la manifestación exteriorizada de la vida (llamada vida en la superficie) que pasa a una vida interior (mundo interior Intra-Terrestre). Están al exterior de la vida. Mientras guarden la forma, no pueden pretender ser la vida. La muerte está de este lado dónde ustedes están; la vida está del otro lado. Cualesquiera que sean las atracciones que encuentren en la belleza, en la naturaleza, en el intelecto, en los silencios, en la relación, en los vínculos, no son más que un aspecto exterior de la manifestación. El más grande de los caminos de la iniciación, y el camino más simple, consiste en convertirse en los más pequeños de entre los hombres. Es al precio de esta humildad que se recristaliza la Luz superior que va a permitir irradiar el esplendor sobre todos vuestros hermanos en humanidad. No hay otro enemigo que ustedes mismos sobre este planeta. El único enemigo que debe superarse es ustedes mismos. No existe absolutamente ningún enemigo exterior. Esa es vuestra visión exteriorizada de superficie que les hace creer que hay enemigos en otra parte que en ustedes. Son vuestro propio enemigo y por lo tanto deben amar en ustedes lo que no ven y no sienten. Ahí está la paradoja de la reversión: pasar de la mirada exterior a la mirada interior, trabajo alquímico por excelencia. No ver más que la química de la vida, la química de las emociones, la química de la belleza, la química de la manifestación, les impide que vean la alquimia. Están velados, ustedes se velaron.

Ninguna autoridad exterior les impuso vuestras opciones. No existe, a nivel de la manifestación exterior, más que una única ley: la ley de acción-reacción llamada, en otras civilizaciones, “ley de karma”. Pasar de lo exterior a lo interior se llama pasar de la ley de acción-reacción a la ley de acción de Gracia. El Amor es don. La vida es don. El Amor debe interiorizarse para poder darse. Mientras están en el Amor exterior están en la posesión que impide la disolución. No puede haber don sin disolución, lo repito. Podrán emprender toda acción, pero si ésta no se orienta a la comprensión de eso, ustedes no estarán jamás satisfechos. La única satisfacción duradera es el dar. Es el único don que perdurará después de vuestra vida. Los planetas son don. El sol y los soles son don. El dar debe acompañarse y vivirse al interior. Permitirá una nueva cristalización del ser a otro nivel. La dificultad reside en este pasaje llamado “reversión”. El corresponde a la muerte. El corresponde a la garganta. El corresponde a Daât. Corresponde al último trabajo alquímico: el momento de oscilación. El ser humano oscila cuando él lo desea. Allí está vuestra gran libertad. Los sistemas solares oscilan a hora fija. Ustedes están a medianoche menos cinco. La oscilación es a medianoche. Nadie les obligará a darse. Nadie les apremiará a darse. Pueden seguir eternamente siendo seducidos por la muerte y no pasar en vida. Esa es vuestra elección. Sin embargo, a medianoche menos uno, la Luz vendrá a recordarles sus obligaciones y promesas olvidadas en favor del egoísmo. Ninguna otra cosa debe ocupar vuestras vidas si quieren realizar la grande obra, sobre todo en estos instantes últimos.

Vayan al límite de lo que les dicta vuestra alma y no vuestros sentidos. Vayan al límite de vuestro camino sin tener en cuenta lo que dictan las construcciones inferiores cualquiera que sea su nombre: sociedad, familia, deber, obligación. Deben abandonar todas las certezas que construyeron o que han sido construidas por la sociedad, en vuestro lugar. No pueden persistir impurezas en la realización del oro que ustedes son. En eso debe ser disuelto el complejo inferior. No pueden acceder a la vida sin pasar por la muerte. Todo obstáculo que se eleva entre ustedes y vuestra vida sólo está allí para obligarles, si lo aceptan, a mirar al interior. La obra alquímica no puede acompañarse de término medio: una pizca de vida, una pizca de sentido y una pizca de muerte. Están irremediablemente en la hora de las opciones. Una vez más, nadie, absolutamente nadie, puede obligarles a elegir tal vía o tal otra vía. Este pasaje por la garganta, llamado el insondable y incognoscible, que no puede ilustrarse con las palabras. Allí está el gran misterio. Todos los iniciados presentes a la superficie de este planeta se han visto obligados a emplear el sentido de la metáfora y el símbolo para hablar de esto ya que nada puede ser dicho. Ninguna palabra puede explicar o convencer. Sólo el ejemplo tiene valor de prueba y el que vivió la reversión, pasando pues a la perfección, no puede sino irradiar y dar en forma de palabras, bajo forma de acciones que no es más que el reflejo de lo que es. La respiración, la mirada interior que vibra la Luz (tal como algunos lo vivieron) es el reflejo insignificante e infinitesimal de lo que les espera si aceptan darse.

Sólo vuestras concepciones, lo que algunos llaman vuestras creencias, los mantiene en las velos de la ilusión. Habiendo en mi última vida, realizando eso, pude dar la totalidad de mi ser con el fin de contribuir a hacer superar a la humanidad las limitaciones inherentes de mi época vinculadas a la enfermedad, el hambre, el sufrimiento, cualquiera que sea. Tienen la oportunidad inestimable de vivir sin sufrimientos, comparados a mi tiempo, dónde todos los obstáculos (lo que llaman el agua corriente, las distintas seguridades, los medios de desplazamiento, los libros) se ofrecen a todo el mundo, sin excepción. Las necesidades primordiales están pues de sobra satisfechas. Contribuí en gran parte a eso, les queda ahora a sobrepasarlo y no de complacerse. Lo que la vida les pida, a partir del momento en que tocan a la puerta de la Luz, la vida se encarga de darles los elementos de vuestra transformación. Son libres de rechazarlos o aceptarlos. A partir del momento en que cruzan la mirada de la Luz, la vida se convierte en señal, la vida les habla (esta vida que murió), la muerte se anima y les transmite señales y símbolos. Todo en vuestra vida se convierte en signos. No deben servirse de la herramienta mental para analizar sino aceptar la quintaesencia que está más allá de la comprensión intelectual. Deben ir más allá del abandono a los signos, del abandono a los símbolos, si quieren realizarse. Lo más importante, en adelante, después de haber abordado las puertas del insondable, del incognoscible, llamada Daât, es que habrán entreabierto la puerta, habrán dado vuelta a la llave en la cerradura. En ese momento todo, absolutamente todo, es señal. Corresponde a ustedes integrarlos para ir hacia la grande obra.

Necesitamos una multitud de hermanos en humanidad para realizar, a nivel colectivo, la gran obra. Ustedes se reconocerán en vuestras miradas, en vuestras vibraciones y en eso que pasan a ser vuestras vidas. A los que ahora refutan esta gran obra, déjenlos libres. Están en su prisión, no pueden hacerlos salir de su prisión contra su voluntad. Se sienten en seguridad, protegidos y al abrigo. No saben que están muertos pero un día vendrá en que, ellos también, saldrán de su prisión. No deben juzgarlos. Si juzgan, la Luz huye. No deben condenar, si no ustedes se condenan. Deben reflexionar 7 veces antes de hablar. La palabra es instrumento de creación y también de homicidio. Por vuestras palabras se matan ustedes mismos, se impiden vivir. He aquí las pocas palabras que quería dar en este lugar histórico, en este ciclo y en otros ciclos. Si existen interrogaciones con relación a este proceso alquímico interior yo quiero debatir con ustedes, queridos hermanos en humanidad.

Pregunta: ¿Cómo superar el miedo de la reversión?
No existe ningún medio si no es vivirlo. Eso forma parte del mecanismo insondable e incognoscible. Mientras reflexionarán sobre los medios, no pasarán la puerta estrecha.

Pregunta: ¿Puede haber simultáneamente una coagulación (a un nivel superior) a un solvente (disolución de la personalidad)?
El proceso solvente y coagulante son procesos sucesivos en el tiempo. No puede haber coágulo sin solvente total. Esto es el misterio pasando por la reversión llamada la pequeña muerte. Debe pues existir un don total. No tienen ya nada a que agarrarse, ilustrando eso con las palabras del Cristo: “Elie, Elie, saba machtani”, lo que quiere decir “Padre mío; porqué me has abandonado”. No puede haber otra alternativa.

Pregunta: ¿Antes de que el coágulo completo se realice puede hay una aproximación parcial de esta coagulación?
No. Solo pueden entreabrir una puerta. Entreabrir la puerta les hará encontrar la Luz y les dará una sed perpetua de la Luz que ningún deseo podrá satisfacer, encadenándolos, en el buen sentido, a vuestro propio abandono. La libertad sólo se encuentra aceptando estar completamente encadenado a la Luz. Solo ella les confiere la liberación.

Pregunta: ¿A qué llama usted la “respiración interior”?
La respiración interior es la respiración más allá de la respiración. Es la respiración que encuentran cuando la propia respiración se olvida, desembocando en la respiración interior no vinculada a la respiración del aire. Es otra respiración llamada aliento del Espíritu o Espíritu Santo que sustituye, en un momento dado, a la respiración.

Pregunta: ¿Cómo desarrollar esta respiración interior?
Por el abandono, por la don. No existe ninguna otra alternativa.

Pregunta: ¿Cómo saber cuando hemos efectuado esta reversión?
Lo sabrán solo sin plantearles la cuestión. Mientras se planteen la interrogación es que no se ha hecho.

Pregunta: A qué llama la quintaesencia del símbolo y del signo?
Las señales y los símbolos, que sobrevienen después del encuentro o la percepción de la Luz, van a hacer de manera que la ley de atracción universal entre en aplicación. Así pues, usted encuentra la Luz y vuestra primera mirada de la mañana se posa sobre la crisálida de una mariposa que se abre: esto es símbolo y signo. La vida, por medio de la naturaleza, por medio de vuestros hermanos, va a remitirles permanentemente a este último deseo que no es deseo sino abandono. La vida habla en signos, en símbolos, a los que golpearon a la puerta de la Luz, pero tengan cuidado de someterse a estas signos ya que, si golpean a la puerta de la Luz y rechazan las señales, vuestro cuerpo no tiene más razón de ser ya que la experiencia habrá sido desperdiciada. Eso es vuestra elección de alma. Una vez más eso no es una dificultad exterior sino interior. Algunos seres han dicho que la Luz vomita a los tibios. Los que son fríos se calentarán un día pero los que son tibios ya tuvieron una muestra del calor y de la Luz pero prefieren mantener un statu quo. Eso es imposible. Ustedes no pueden permanecer, una vez que conocen el principio de la atracción y la polaridad de la Luz que los aspira, entre dos mundos. Sobre todo teniendo en cuenta que el mundo les invita hoy, de manera colectiva, a este abandono.

Pregunta: ¿La mejor manera de vivir esta reversión es de permanecer alineado?
La alineación es indispensable para eso pero no es suficiente.

Cuestión: ¿Qué más es necesario?
El principio del don.

Pregunta: ¿Me parece que vuestro mensaje refleja el del Cristo en versión alquímica y que nos encontramos todos en el crisol del gran alquimista del universo?
Todo ser humano que ha realizado la gran obra, cualquiera que sea su medio de nacimiento, cualesquiera que sean sus creencias, va a colorear de manera indeleble su obra. Pero la finalidad es la misma siempre: el dar y el Amor, que eso pase por la creación de lo que se llama hoy, ashrams (o los hospitales, de mi vida) o también de fraternidades (como el gran Maestro Bença Deunov), eso tiene la misma finalidad: favorecer el encuentro con la Luz, con la humanidad, imponer las condiciones propicias para liberar un mínimo de las contingencias mismas de la encarnación en cuanto a la satisfacción de las necesidades naturales que son el hecho de comer si hay hambre y dormir. Ya que, una vez que tienen el vientre lleno, que han dormido, más nada se opone a vuestro don si no es lo que han construido de ilusorio.

Pregunta: ¿Cómo llegar al don o abandono, una vez alineados?
Abandonándose. Eso da vuelta en redondo. No hay otra alternativa que eso. Bien amado hermano, si esperas tener palabras para satisfacer el ego, tú te engañas. No existe ninguna técnica más que la conciencia pura para llegar a eso.

Pregunta: El camino medio de las tradiciones orientales parece contradictoria con sus observaciones.

La vía del medio es una vía de equilibrio. La obra alquímica es una vía de desequilibrio. Existen muchas técnicas, movimientos, filosofías sobre equilibrio en este mundo. Son muy encomiables para los que desean permanecer en este mundo y experimentar la encarnación. Eso es una libertad imprescriptible, repito.

Pregunta: ¿Eso significaría que el acceso a la reversión y a los procesos que describió no sería posible por estas vías del medio?
Totalmente. ¿Conocen muchos seres que llegaron al despertar practicando la vía del medio? ¿Conocen muchos seres que alcanzaron la Boudeidad siguiendo las enseñanzas del Buda? Conocen muchos seres que realizaron el despertar siguiendo el Cristo. No son muy numerosos.

Pregunta: ¿Conviene pues hacer todo eso sin ningún marco exterior?
Exactamente. No hay otra alternativa. Ustedes tienen necesidad de modelos. Estos modelos son muletas que toman en función de vuestras propias creencias personales en distintas corrientes tradicionales, espirituales o religiosas. No pueden acceder al despertar con eso. Viene el momento en que es necesario matar toda creencia, todo modelo y enfrentarse a sí mismo.

Pregunta: ¿En la disolución vinculada a la obra al negro, puede haber primicias de las bodas alquímicas que algunos llaman el andrógino?
Puede haber, durante el tiempo del solvente, mientras que se realiza esta obra llamada al negro, frenos y apercibimientos de la Luz y del don pero, una vez más, mientras no hayan pasado la puerta de Daât, ustedes no pueden hablar o vivir lo incognoscible.

Pregunta: ¿El final de la disolución corresponde a la obra al blanco?
Sí.

Va ha ser hora para mí, hermanos en humanidad, de aportarles mis homenajes, mis agradecimiento, también, por haber hecho el esfuerzo de entreabrir la puerta. Les corresponde ahora, si tal es vuestra elección, terminar eso. La palabra maestra es don, abandono. Deben hacer callar y matar todas vuestras creencias, todos vuestros modelos con el fin de abordar, desnudos, el pasaje. Sean benditos para vuestra presencia, para vuestra eternidad. Mis homenajes.



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