En estos últimos días se están multiplicando los casos de personas que me cuentan anécdotas y hechos muy curiosos, más propios del mundo de Hogwarts ( la escuela de magia de Harry Potter) que del sector de los muggles (los no conscientes). Esto fue lo que me comentó hoy una chica joven:“Creo que me está afectando la próxima apertura del portal 11.11.11. Tengo de vez en cuando lapsus, que de repente es como si me hubiese ido y en décimas de segundo estoy en el mismo sitio que estaba pero en blanco (como un flash) hasta que reacciono y vuelvo ser yo, o es una hora y de repente vuelvo a mirar el reloj y resulta que a lo mejor ha pasado otra hora!!!!!!! y no me he dado cuenta!!!!, te lo comento porque me ha pasado ya unas cuantas veces”.
Esta persona está empezando a tomar conciencia de su multiverso particular. No vivimos sólo en la tercera dimensión sino en otras muchas y ahora mismo debido a las movidas energéticas que se están produciendo, las dimensiones están empezando a inter penetrarse. Cada día son más numerosos los casos de adolescentes que cuentan que están viendo luces, que notan presencias al pie de su cama, que escuchan voces o que ven los espíritus de los fallecidos. El problema surge cuando estas manifestaciones, que son propias de un despertar espiritual, se confunden con una patología mental y se les administran fármacos que los dejan completamente alelados, como zombies.
Me viene a la memoria el caso de un niño que llevaba tiempo viendo esferas luminosas alrededor de las personas, un día se lo contó a su madre, ésta le llevó al psicólogo, un hombre abierto y sabio, que tras someter al niño a numerosos test y pruebas, le dijo a la madre lo siguiente: “Señora, a su hijo no le pasa nada raro ni en la vista ni en el cerebro, sólo que ve cosas que Ud. y yo somos incapaces de percibir.”
La cercanía de la apertura del Portal 11.11.11 está favoreciendo este tipo de experiencias. Si uno percibe una presencia, lo más indicado es preguntarle qué desea. A menudo, se manifiestan sólo para llamar la atención de la persona sobre sus poderes psíquicos, con el fin de incentivarla para que investigue, que abra sus canales de percepción. Recuerdo ahora otro caso que tuvo a su protagonista con el alma en vilo durante mucho tiempo, lo protagonizó una mujer a la que llamaremos Cristina que estuvo peregrinando por muchos psicólogos, psiquiatras y terapeutas varios, y que llegó a creer (lo mismo que su familia) que padecía un problema mental grave.
Cuando acudió a la Alquimia Genética, contó que llevaba diez años percibiendo una presencia que se le colocaba al lado del oído izquierdo y le hablaba constantemente. A veces se enfadaba con ella, o se ponía muy pesado. Cristina llegó a decir que su vida era un infierno, que esa entidad le robaba la vida y le succionaba la vitalidad. En cuanto iniciamos la primera sesión, esa presencia se le colocó al lado del oído derecho, Cristina conectó con ella y se dio cuenta de que en realidad era un ángel, que sólo pretendía que ella tomara consciencia de su presencia.
La columna izquierda del Árbol cabalístico es la del aprendizaje a través del duro trabajo, del dolor, del esfuerzo, en cambio la de la Derecha es la columna de la luz, del aprendizaje a través de las facilidades, del amor, de la gracia. A partir del momento en que reconectó con su ser, su “amiguito” angélico dejó de molestarla. Era así de sencillo.
Es muy probable pues que con la apertura del Portal 11.11.11, se multipliquen los casos de videncia, de clariaudiencia o de fenómenos inexplicables… para la mente racional. Quienes se resistan a dejar penetrar en ellos los nuevos códigos de luz pueden llegar a padecer desequilibrios nerviosos que pueden ser confundidos con patologías mentales, sin serlo. Conviene meditar sobre ello y estar ojo avizor.
Aprovecho la ocasión para comentar que mañana miércoles 9 de noviembre 2011 no daré la charla en el canal online, pero éste es precisamente el tema que deseaba abordar, he preferido hacerlo por escrito, para ahorrar tiempo.
Soleika Llop
http://abriendoconciencia.blogspot.com/2011/11/fenomenos-psiquicos.html
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