jueves, 20 de octubre de 2011

El Cosmos del Alma Capítulo III Un despertar para la humanidad Patricia Cori. Capítulo III


El Cosmos del Alma Un despertar para la humanidad Patricia Cori. Capítulo III Depuración consciente. Mayo de 2000. CON AUDIO.



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Capítulo III
Depuración consciente

Hay mucha información disponible con respecto a la labor que se debe llevar a cabo para limpiar vuestro cuerpo de las enfermedades, toxinas, formas negativas de pensamiento y bloqueos de energía que tenéis adentro. Basta con que defináis vuestra intención para que se inicie el proceso.

Es hora de regresar al método holístico, de que os sintonicéis con los niveles de conciencia y armonicéis la totalidad del ser, desde el plano astral más elevado hasta el plano físico. Tenéis la fortuna de contar con muchos trabajadores de luz preparados que sirven de catalizadores y que en este momento están en el cuerpo. También hay muchos falsos sanadores que usurparán vuestro poder, alimentándose de vosotros como parásitos en su huésped. Cuando seleccionéis a un individuo para facilitar la curación, recordad que vosotros sois los verdaderos sanadores, y que es vuestra intención, la voluntad concentrada, lo que pone las cosas en movimiento.

En vuestra desesperada búsqueda de la luz, tened precaución con los nuevos salvadores y Mesías modernos.

Hay muchos que, dándose cuenta de vuestra necesidad, se han aprovechado en demasía de estos arquetipos, y hay muchos otros acicalando su plumaje, pues aquí hay mucho que ganar y el ego de quienes no han despertado no descansa jamás. Muchos charlatanes se han puesto el manto de la Hermandad Blanca. Son maestros de la retórica metafísica e intentarán hipnotizaros y persuadiros con pronunciamientos de realidades muy complejas y abstractas. Los guerreros oscuros son muchos, si bien disfrazados, de modo que aplicad el discernimiento, porque ahora los riesgos son mayores que nunca.

A fin de reconocer a los genuinos trabajadores de luz, contemplad estas simples preguntas:

¿Respaldan vuestro poder para que os curéis vosotros mismos, u os exigen que profeséis sus doctrinas y que asistáis a los oficios religiosos de sus templos?
¿Estimulan vuestro descubrimiento propio y vuestra conciencia, os orientan hacia vuestro interior, o son ellos quienes señalan «el camino» y os empujan por su sendero de «iluminación»?
¿Honran vuestro poder, o se lo apropian?
La verdadera curación es la capacidad simple y amorosa de canalizar la luz. Es un don de quienes aman incondicionalmente y han elegido servir a los demás, los que, a su vez, se convierten en faros del corazón.

La luz no se inicia con ellos, pues simplemente sirven de vehículos del Espíritu. Cualquiera que pretenda haceros creer lo contrario (hay muchos) actúa motivado por la conciencia egocéntrica, no por el amor. No os dejéis engañar por la parafernalia, las apariencias y rituales de sus blancos ropajes y altares; más bien, haced contacto a través de los ojos, las ventanas del alma, donde podréis desentrañar el verdadero significado e intención ocultos detrás de cualquier fachada. Tendréis que mirar profundamente a los ojos del otro en busca de la luz del alma; más hondamente que nunca.

Aquellos seres de luz que han venido a asistiros en esta transición desean respaldar vuestro poder para que encontréis vuestra propia verdad. No aceptarán que glorifiquéis su conocimiento o que les infléis el ego, y rehusarán vuestra adoración. Como servidores de la luz, han venido a ayudaros a regresar al centro, mientras aprendéis a confiar en vuestra intuición y a alimentar vuestro fuego interior.

Al abrir el canal y permitir que fluya la luz, están haciendo las veces del tercero en el proceso de triangulación del Espíritu. A medida que la luz pasa a través de ellos, es dirigida a los rincones más oscuros de vuestro ser, aquellos lugares donde mantenéis atrapado el dolor y los recuerdos, y que ahora estáis listos para examinar y liberar en la luz del despertar de vuestra conciencia.

Cuando estéis listos —y sólo entonces—, ocurrirá la curación. Sólo vosotros establecéis la plataforma para este despertar, pues vosotros sois los magos y nadie más posee el poder, a no ser que entreguéis el vuestro.

Enfrentarse al ego es una lección importante. Lucháis toda la vida para nutrirlo, empezando por las tempranas heridas en la niñez, cuando sois demasiado pequeños para entender la esencia del dolor. Conforme aprendéis a identificaros y fortificaros como individuos, os enfrentáis a las experiencias condicionadas del entorno inmediato y a las personas que integran el centro de vuestra vida emocional. En la confusión de establecer el yo, os enseñan a ser desinteresados y obedientes, y al mismo tiempo a defender vuestros intereses; a hablar, y luego a callar; a andar, y luego a quedaros quietos; a jugar, y a portaros bien.

El camino del aprendizaje es una larga jornada, porque tenéis que desarraigar innumerables percepciones erróneas que han puesto su semilla en vuestro interior, y tenéis que dejar a un lado vuestro ego completamente, en reconocimiento total de vosotros mismos, y aceptar que sólo existe la totalidad, el Uno, que no hay separación. Es un proceso que exige mucha introspección, perdón y visión.

Muchos maestros magníficos están aquí para guiaros, y otros se hallan en camino a la Tierra con la próxima oleada. Numerosos individuos están siendo acreditados como mensajeros de la conciencia estelar durante esta fase de vuestra transformación, y se está dando a conocer una gran cantidad de información con el fin de facilitar vuestra ascensión a las frecuencias más altas, mientras os preparáis para la inmersión completa. Vuestros legítimos líderes del espíritu son aquellos que os están enseñando a honrar al yo y a la Tierra, a vuestro hermano y a vuestro enemigo, y a todos los seres vivos. Por medio de su humildad y conciencia centrada en el amor, reflejan la luz del Ser Supremo —el Todo-lo-que-es— para ayudar a guiaros hasta vuestro origen.

Un número cada vez mayor de vosotros está difundiendo la luz del amor, conforme reunís los rayos alrededor, y a lo largo y a lo ancho de vuestro mundo: así edificáis y extendéis la Finísima Red. Habéis oído de la gran red electromagnética que las fuerzas de control de los Anunnaki 1 lanzaron alrededor de vuestro planeta en una época cuando creían que se adueñarían de vosotros para siempre al despojaros de vuestros recursos.

Os pedimos que empecéis a visualizar la telaraña dorada que vuestro amor está tejiendo a través de esa red: formas triangulares de luz que se despliegan e interconectan con los seres de luz de los confines más remotos de la galaxia. Será la disolución de la red, actualmente a punto de desintegrarse, porque el experimento de control sencillamente no funcionó, y los Anunnaki están muriendo en la helada oscuridad de su hambre.

Se ha iniciado la limpieza y depuración de vuestro cuerpo etéreo, y de Gaia está emanando mucha luz hacia el cosmos, atrayendo a seres de todas las dimensiones hacia vuestro mundo en este momento de cambio. En la curación de los fragmentos y crisis interiores, os pedimos que también os hagáis conscientes de todas los demás seres vivos e irradiéis amor y aceptación, pues si no llegáis a conocer la interconexión de toda la vida, nunca sanaréis de verdad.

Seréis más efectivos cuando hayáis mirado intensamente en los espejos del alma del otro y hayáis visto reflejados allí vuestra propia existencia y vuestro fuego. No bastará con depurar vuestro campo y sanar el dolor si seguís estando aislados. Estáis interconectados, y el propósito más grandioso solamente se cumplirá atrayendo a otros junto con vosotros a la luz.

Gaia se prepara para su surgimiento. Y al margen de los disfraces que se haya puesto la vida mientras representáis las escenas, ésta es vuestra misión.

Os hacemos un llamamiento a que os integréis.
1 Guerreros ancestrales de Nibiru, un remoto planeta cuya órbita elíptica alrededor de! Sol completa su ciclo cada 3.600 años terrestres. lectura sugerida: SITCHIN, ZECHARIA, Al principio de los tiempos, adiciones Obelisco, Barcelona, 2003.

http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/cosmos_alma/cosmos_alma03.htm

Mis mas sinceros agradecimientos a Lucía Montaño por la búsqueda de este material y por colocarle los audios

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