miércoles, 17 de agosto de 2011

GEMA GALGANI 10 de Agosto 2011 con audio




Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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Traducción: Hedyn Núñez.

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Soy Gema Galgani. Hermanos y Hermanas en humanidad, les saludo y les doy todo mi Amor. Vengo a proseguir sobre el ímpetu de lo que dijo mi Hermana; MA  ANANDA. Voy hoy, si quieren bien, hablarles de una serie de mecanismos, que se conectan directamente al acceso a la Unidad. Eso proseguirá, hasta cierto punto, la información que recibieron acerca de las Vibraciones, del despliegue de la Luz, la apertura de la puerta KI-RIS-TI y por, lo que dijo MA ANANDA relativo a la diferencia que existía entre el alma y el Espíritu. Lo yo que les diría es, obviamente, resultante de la experiencia, de mi propia vida. No vean en eso ninguna connotación particular excepto, obviamente, en resonancia con mi propia cultura, en el momento, y dónde he vivido mi vida. Obviamente, lo que voy a decir es totalmente universal y no conoce ningún límite de creencia, cultura, karma o lo que sea. Esto es para resituar a muchos de ustedes, quienes tocaron el alma y quienes vivieron este despertar de lo que se llama las lámparas, vuestros chacras, o lo que se ha llamado el despliegue de la Luz y el conjunto de las manifestaciones que tuvieron lugar, en ustedes, hasta ahora. Voy a detenerme, por lo tanto, sobre estos momentos precisos, particulares y preciosos que, quizá, algunos de entre ustedes ya vivieron, se preparan a vivir, o lo que tienen que vivir en adelante.

Quiero hablar de los mecanismos muy precisos que se desarrollan en la Conciencia, también en el cuerpo, en el momento en que el alma se acerca al derrame del Fuego del Espíritu, de la Unidad y en el momento en que el alma descubre, al mismo tiempo que la personalidad; las virtudes y las calidades inherentes al Fuego del Espíritu. Antes de describir todas estas señales y todas esas manifestaciones, deseo precisar que, el objetivo, es la llegada a un estado llamado Unificado, llamado Crístico, que sobreviene después del primer Encuentro total y que va a traducirse, para la personalidad y el alma, en convulsiones Interiores muy fuertes. Lo más importante de estas convulsiones se refiere, indudablemente, a la desaparición total de todos los miedos ya que después del Encuentro, el alma y la personalidad se establecen en un estado particular de Alegría, que ya se les describió, y sobre todo un estado donde la fe (sí aún se puede hablar así) o, en todo caso, el estado del Ser, no marcado más  por ninguna falta, ni por ningún deseo, por ninguna pena, ningún sufrimiento, ni por cosa alguna que hace la vida ordinaria del humano, aquí, sobre este mundo. Es pues un cambio total, diría, de 180 grados, de lo que es la vida ordinaria, incluso alumbrada por el alma.

Tras el Encuentro, la Luz es omnipresente. Se inscribe en la Gracia de cada minuto, cada mirada, de cada contacto, de cada momento. Este estado particular, que ocurre después del Encuentro, ha tenido numerosos testimonios sobre toda la Tierra. No puede ser confundido con cualquier otra cosa, porque, en los Estados ilusorios del alma, la Alegría puede existir pero alterna con el miedo. Las preocupaciones de la vida ordinaria están aún en relieve, mientras que después del Encuentro, cualesquiera que sean las circunstancias, van a estar en permanencia felices, incluso guardando cama como yo lo estuve, incluso enfermos, ustedes están en la Luz y nada más tiene importancia. Están, cómo decir; completamente vivos. Toman conciencia que antes, no estaban vivos sino que eran como un fantasma, que estaban en algo incompleto, aunque la vida les parecía colmada. Pasan de una vida limitada a una vida ilimitada, de una Conciencia limitada a Ilimitada. Entonces, dan prueba de un amor infinito, porque se convirtieron en el Amor. El amor no es ya exterior, encontraron y fusionaron el Amor. Entonces, en la época, de mi vida, hablé de desposar el Cristo, porque era la mejor imagen o, en todo caso, la mejor representación que podía existir en mi joven vida, concerniente a esta magia fantástica de la Luz, que les hace vivir de verdad. Por supuesto, de esto que les describo, que sobreviene después del Encuentro, podría hablar durante horas. Pero antes del Encuentro, por supuesto, hay otras señales. Y estas señales, para la personalidad y el alma, pueden parecer dolorosas, pueden parecer difíciles, hasta pueden llamarles sufrimiento, un sufrimiento del alma, un sufrimiento de la personalidad. porque es un momento en que hay conciencia de esta reversión y en que, efectivamente, conviene hacer todos los duelos necesarios. Ninguna zona de sombra puede existir más y estas últimas zonas de sombras se viven con una agudeza terrible. Si acaban de vivir un sufrimiento, este sufrimiento se multiplica. Piensan a lo que los ataba, vuestros hijos si los tienen, vuestros padres, la vida ordinaria, porque este salto en lo desconocido, va obligatoriamente a despertar en ustedes los últimos sufrimientos, los últimas tonterías, las últimas actividades de la personalidad, que va a resistir y a oponerse a esta invasión, a este Encuentro.

Como ya lo saben hoy, fueron preparados por las Vibraciones. Se les preparó, para esta etapa, a lo que se llamó la última Puerta, este último Pasaje que les conduce, realmente, a la Resurrección; la del Espíritu. Si les digo eso, es para que en el momento oportuno, si aún no se acercaron o lo vivieron, estén allí, conscientes. Uno del Ancianos, HERMANO K. les había hablado de la Libertad, de la Autonomía futura. Estas, no son palabras huecas que les damos, no son un conocimiento exterior, simplemente, referencias que, cada uno a nuestra manera, lo esperamos y lo sabemos, les permitirán estar lúcidos sobre lo que se vive en vuestra Conciencia.

Por supuesto, en esos momentos que preceden al Encuentro, el conjunto de lo que puede aparecer como defectos de la personalidad o del alma están, hasta cierto punto, delante en el escenario. Puede, efectivamente, existir un sentimiento de sufrimiento extremo. Puede existir también, el sentimiento, de estar perdido de poner en duda absolutamente todo. La fe es sacudida porque el mental va a despertarse y va a decirles: ¿“el Cristo existe"? ¿”es que todo eso no es un sueño? ¿“todo eso no es una ilusión? «¿todo eso, finalmente, no es la locura que me lleva hacia la muerte? »

Todo eso, hace parte de lo que es previo a este Encuentro, porque es durante este preliminar y estos elementos que sobrevienen, que van a poder de verdad estar lúcidos, completamente, de lo que se juega en el alma y la personalidad. Es la única manera de salir, ahí no hay otra. Cualquiera que sea lo que afecta a vuestro cuerpo, lo que sea que afecta a vuestros pensamientos, vuestras emociones, vuestros apegos, todo esto se verá crudamente, claramente y el mental va a jugar al respecto para aumentar, hasta cierto punto, las incertidumbres, los sufrimientos, cualesquiera que sean. Hay, al mismo tiempo, en paralelo a eso, primicias importantes, señales en el cuerpo que no engañan: eso se les describió detenidamente. Estas señales se refieren a los diferentes chacras, las distintas Puertas, las modificaciones del ritmo respiratorio, del ritmo cardíaco, del sueño e incluso del pensamiento. El conjunto de la personalidad y el alma parecen completamente sin arriba ni abajo. Todo lo que parecía establecido y bien encuadrado cae en migajas. Hay realmente, en ese momento, un sentimiento, bien real, de perder algo. En esos momentos, la personalidad y el alma pueden resistir y pueden manifestar la necesidad de justificación y colgarse, literalmente, a lo que uno ama, y a todo lo que se posee.

Es el momento, en que el alma va a vivir, lo que se llama la noche negra del alma, es decir, ese momento en que el alma, que con todo, había estado inspirada, tan vibrante, va a preguntarse qué es lo que lo pasa, porque todas las referencias se hunden, toda esperanza se derrumba. No hay nada que este pozo sin fondo y sin final en el cual se hunden el alma y la personalidad que precede esta Resurrección. Ya se dijo numerosas veces, que en ese momento, en ese instante, estarán solos y no hay ya nadie sino la Conciencia; la vuestra, desnuda, completamente desprovista de toda ayuda, aunque, por supuesto, ya vivieron contactos antes, los que hayas sido, cualquiera que sea vuestro anclaje, incluso esto parece abandonarles. Es un sentimiento efectivamente de Abandono total que se vive. Por supuesto, según las almas, en el pasado, eso podía durar años. Tienen por otra parte algunos santos, que han descrito perfectamente esta noche negra del alma que precede a la Resurrección. La ventaja, como se los dijo mi Hermana, ayer, es que en adelante están en una etapa que es más colectiva y en consecuencia, hay un apoyo. Este apoyo aparecerá en cuanto hayan pasado a la Dimensión del Espíritu, enteramente, en la Unidad. Por supuesto, algunos de entre ustedes ya vivieron toques y reseñas de esta Unidad. Ventanas que se abrieron, Vibraciones que aparecieron y que correspondían al establecimiento de la Conciencia en una forma de Alegría o, un mínimo, de Paz. Eran, de algún modo, primicias. Este mecanismo de la noche negra del alma corresponde al último Pasaje, el de la muerte y de la Resurrección. Y deben pasar por esta Puerta de la muerte, ya que es efectivamente una muerte, vivida por la Conciencia. Y saben todos que el ser, incluso que acepta su muerte física, aunque eso sea en conciencia completamente, va a probar, en el momento real de este Pasaje, algo (una aprehensión, este famoso pozo sin fondo) que rápidamente es sustituido, cuando pasan del otro lado, por esta Alegría. Recuerdan, quienes leerán estas palabras y quienes me oyen hoy, ustedes son diferentes porque han sido Sembradores de Luz, Ancladores de Luz y pudieron tener testigos, en ustedes. Estos testigos son los puntos de Vibración, es lo que vivieron, real y concretamente, en vuestras alineaciones, en vuestras meditaciones, y oraciones. Tuvieron, por lo tanto, pruebas de algo. Y con todo, estas pruebas, en ese momento, desaparecerán, ellas también.

El Arcángel Miguel había hablado ya, al final de las Bodas Celestiales. Es el final de todas las Vibraciones, es el momento en que no hay ya nada, más nada de nada. No hay ya marido. No hay más mujer. No hay más hijo. No hay nada de ustedes. No hay ya más Luz, ya no hay más esperanza, ya no hay más fe. E incluso la mente, que era aún un apoyo, va a desaparecer, completamente. Es en ese momento que pronunciarán, como el Cristo lo pronunció; esta frase tan importante: ¿Élie, Élie, lama sabactani? ¿(Padre mío, Padre mío, por qué me has abandonado?). Esta frase es la renuncia y el Abandono definitivo al Espíritu. El Espíritu no puede nacer mientras esta frase no sea pronunciada. Entonces el ego puede resurgir también en esta noche, la más profunda para alejar a ustedes de este estado que es su propia muerte. Pero su muerte, es la muerte simplemente del que tenía los comandos hasta el presente, porque después; después del Encuentro, no habrá ya ningún peso, él no puede manifestar el miedo, no puede manifestar más el menor sufrimiento, el menor afecto, la menor emoción. No puede tomar más el control de nada. Habrán, en ese momento, pasado las puertas de la muerte, habrán resucitado y estarán en Cristo. Lo habrán desposado. En ese momento, este cuerpo no tiene ya ninguna importancia pero la vida es más importante que nunca. Eso puede parecer una paradoja, no tienen ya nada y con todo la vida los tiene, enteramente. Es otro estado, otra Conciencia, todo eso lo saben. Entonces, en los momentos que preceden este Encuentro, el cuerpo va a manifestar, también, síntomas. Va a estar muy, muy pesado, dándoles a veces la impresión de hundirse en una somnolencia, una necesidad de estirarse. El corazón puede fallar, la respiración parece ser difícil o, al contrario, convertirse en más rápida. Hormigueos muy intensos comienzan a recorrer el cuerpo, con la inminencia de ese sentimiento de muerte, la inminencia que algo se les escapa, definitivamente. Estos hormigueos en el cuerpo alcanzan el límite de lo soportable, ustedes pierden las referencias, no saben ya quienes son, dónde están, cómo está colocado vuestro cuerpo, donde está vuestra Conciencia. No saben ya ni lo que son, ni el lugar donde están, ni en qué tiempo están. Es como una confusión total donde ninguna de las señales de la vida ordinaria puede existir. Como ya lo dije, algunos de ustedes se aproximaron a eso. Esos de entre ustedes en quienes, los lazos en los tobillos y en las muñecas, desaparecieron en los meses que acaban de pasar, pudieron acercarse a este estado. Hasta ese momento, la Conciencia existía aún. Ella se colocaba como un observador que era capaz de ver las dos conciencias: la fragmentada y la Unificada. Pero al ser el observador, eso les permitía tomar una distancia. No eran ya sólo esta personalidad, no eran aún esta Unificada Conciencia, estaban entre los dos. Pero es necesario ahora reunificar el todo. El impulso del Cristo, y la llegada total de la Luz Blanca, va a realizar eso.
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Para muchas almas, ahí en ese momento, habrá un mecanismo preciso llamado el stase. Pero deberán vivirlo, en todo momento, independiente incluso de lo que se llamó el llamado de María y el Anuncio de María. Algunos de entre ustedes pueden en adelante vivirlo, antes mismo de este Anuncio. Otros no lo vivirán, a pesar del Anuncio, y serán presa de sus males, y todo lo que observan sobre vuestro mundo va a ampliarse. Amarán el mundo en su sufrimiento ya que se habrán convertido en el mundo. No podrán estar de otra manera que en este Amor inefable y total, una vez realizado el Encuentro, una vez el Pasaje realizado. Estarán vivos, totalmente. Todo eso debe vivirse con la retorno de la Luz Blanca. Todo esto debe ser concientizado y manifestado enteramente. No hay otro medio de vivir esta Crucifixión, esta Resurrección y este Renacimiento. Por supuesto, les di el cuadro más ideal, presentándoles eso como una sucesión lógica. Pero según lo que ustedes actualmente son, podrán pasar eso en una respiración pero fuera del tiempo. O, podrán acercarse cada vez, un poco más cerca, y volver a descender. No se inquieten, hagan confianza en Cristo. Sea lo que sea que pase, que cruzaran o no, de todas maneras lo cruzarán. El Encuentro con el Espíritu es ineludible. No podrán escapar. No hay pues nada que desear,  nada a esperar ya que eso, eso está inscrito de manera indeleble. La Fuente llamó a eso el Encuentro del Juramento y la Promesa. Este Encuentro, esta Resurrección, este último Pasaje debe vivirse, realmente.

Una vez del otro lado de la Conciencia, siempre presente en la vida, entonces, observarán el pasado con una emoción particular, que no es más una emoción pero, de verdad, una mirada que yo llamaría de ternura sobre lo que eran o, más bien, sobre lo que no eran. En ese momento, constatarán que no estarán jamás solos, que en permanencia está junto a ustedes vuestro Ángel guardián, al que tanto esperaron y que les hablaba a veces en sus noches. Van a darse cuenta que el conjunto de los Arcángeles están a vuestra cabecera, permanentemente. Estarán sumergidos completamente, en ese momento, en la Luz y, lo que ocurra a la oruga, o lo que ocurra a las otras orugas, y a la vida limitada, constatarán que eso no tiene ya ninguna importancia ya que, en ese momento, serán extraídos, enteramente, de la Ilusión. No estarán sólo en una superposición de dos mundos sino se establecerán, ya, enteramente, en este mundo, y ustedes comenzarán a trabajar, hasta el momento conveniente que corresponderá a ese que la Tierra decidió. Que eso sea al mismo tiempo o después del Anuncio de María. Todo eso es un desarrollo particular del escenario de vuestra vida. El se desarrolla. El ha comenzado. Algunos de los Hermanos y Hermanas ya comienzan a vivirlo, a vivir esos momentos en que hay como un oscurecimiento de la Conciencia, incluso del alma iliminada, por otra parte, los que los viven sienten bien, que no pueden resistir mucho u oponerse.

Este proceso del Espíritu (este Encuentro que les hace vivir la Unidad, enteramente) es, de verdad, para cada ser humano. Ahora, cada alma hará lo que quiera. Porque, en este Encuentro, o pasan al Espíritu, o se establecen en el alma, entonces, permanecen en la personalidad. Pero ninguna personalidad podrá decir que ignoraba lo que es la Luz. Nadie podrá decir, sobre esta Tierra, en el momento del Encuentro, que no sabía, que no podía saber, que no podía imaginar o creer, porque, eso no será más una cuestión de imaginación, ni será más una cuestión de creencia, no será ya tampoco una cuestión de Vibración. Eso será realmente vivir la Luz, totalmente, para cada alma y para cada personalidad. Este Encuentro y la forma, en que van a abordar este Encuentro, va a derivar lo que llamaría vuestro futuro en la Luz. Es en ese sentido que la preparación de la humanidad se efectuó en un tiempo relativamente largo. El retorno de la Luz ha sido preparado, desde hace mucho tiempo, eso ustedes lo saben. Cristo, por su sacrificio, permitió también lo que llega, ahora. Las Bodas Celestiales, que el Arcángel Miguel realizó, eran también una de las preparaciones para vivir esto. Están armados, de alguna manera, para saber lo que van a vivir. Pero saber no es verlo. Por el momento, ustedes lo saben, lo han visto. Algunos de ustedes comenzaron a vivirlo, a veces, enteramente. Pero es necesario vivirlo completamente. Este plazo está estremadamente cercano a ustedes. Mucho de ustedes, por otra parte, sin poder poner palabras, perciben eso. Y, como se los dijo el Señor METATRON, a partir del día siguiente de su intervención, muchas cosas llegarían. Efectivamente, estas cosas llegan, bajo vuestra nariz, ahora, bajo vuestros ojos, en vuestra vida. Recuerden también que de vuestra actitud, en vuestra propia vida, se derivará la facilidad de vivir este Encuentro, en el momento en que se presente, si ya no la vivieron. Deben, efectivamente, sobrepasar lo que se llamó los compromisos colectivos, lo que se llamó los distintos elementos, en la personalidad, en el cerebro, en la vida humana, incluso la más espléndida, que son, de alguna manera, los vínculos y las oposiciones a que ustedes vivan esta Libertad.

No pueden pretender la Libertad y vivir la Libertad, estando ligados al mismo tiempo a alguna cosa. Los pusimos en guardia. No es porque dejen esto, eso, esta persona, esta familia, este trabajo, que van a vivir más fácilmente. Muy al contrario. Es simplemente, como ya lo saben, como lo decía el Comendador de los Ancianos, una cuestión de punto de vista, de la mirada: la mirada de la oruga o la mirada de la mariposa. Porque esta mirada es condicionante, porque determina, también, en el alma, la forma en que van a comportarse, en ese momento. Las Vibraciones, las alineaciones, la Luz que recibieron, los prepararon efectivamente, de las mejores maneras posibles, a vivir eso. Recuerden también que algunos de vuestros Hermanos y Hermanas que, hasta ahora, podían parecerles completamente cerrados, herméticas a todo eso, van quizá a vivir la Luz mucho más fácilmente que ustedes. No hay nada que juzgar, ni persona que deba juzgarse. Ya que cada cosa, en ese momento, que llegará, estará exactamente a su lugar. La edad que tienen, la profesión que ejercen, o que no ejercen ya, el estado de vuestra  familia, vuestro cónyuge y el vuestro, será  exactamente lo que es necesario, para ustedes, en ese momento. Cuando les decimos y ustedes habían dicho ya, que nada es dejado al azar, en este período, es la estricta verdad. No hay karma que tengan, sólo las últimas resistencias que estén en ustedes puedan, obstruir en el momento, en que lo vivan. Recuerden también que, cualquiera que sea el sentimiento de un sufrimiento (que esté vinculada a un cónyuge, un hijo, un padre, una situación), que del otro lado del Encuentro, allí hay  Alegría eterna.

Es la única manera de vivir este Encuentro. Desde hace tiempo, el Arcángel Anael les explicó estos conceptos del Abandono a la Luz, más allá de soltar todo. Por supuesto, la personalidad puede llamar a eso: tonterías, ilusiones. Y recuerden que este Encuentro tendrá lugar, para todo el mundo, sin ninguna excepción. Entonces, si tienen la oportunidad de vivir las primicias antes que los otros, sólo deben instalarse en este estado, dejar de verdad la Luz trabajar en ustedes, y si eso los toma no importa en que momento del día o la noche, que la Luz los transporte, a vivir lo que debe vivirse. Entonces ahí, en ese momento, dejen todo y ocúpense de la Luz y vuestro Encuentro. Es el Cristo que, en ese momento, los llama. Entonces, si la imagen o el concepto de Cristo no lo comprenden, llamen eso como quieran: lo que, para ustedes, es lo más elevado en la Vibración y en la Luz. No se ocupen de un nombre, ocúpense simplemente, en ese momento, de vuestra Conciencia y de lo que les pide. No hay nada que pueda retenerse. Si están conduciendo un vehículo, deténganse en la carretera. Si están efectuando una tarea, detengan esta tarea ya que no saben, en ese momento, si esa es la llamada de la Luz, no es vuestro Encuentro. Y cada día estas llamadas se volverán cada vez más fuertes.

Los elementos de la Tierra están ahora en su lugar para el alumbramiento de la Tierra y para el vuestro. Hay solamente que estar atento. A velar y a orar, como lo decía Cristo. Ya que vendrá, como él lo dijo, como un ladrón en la noche, para el conjunto de la humanidad y para algunos, en diferentes momentos, de este momento colectivo, yo diría, privilegiado. Las referencias son extremadamente simples. Habrá a la vez el sentimiento de descolgar, en alguna parte. Y, al mismo tiempo, esta gran angustia y esta gran Alegría que se mezclarán. Lo que hizo decir, por otra parte, a algunos seres viviendo este encuentro con el Cristo, que el sufrimiento es la misma Conciencia que el Amor. Por supuesto, al respecto, muchos seres se ampararon de este sufrimiento y han buscado el sufrimiento. Pero no comprendieron nada. Es por supuesto de otra cosa que se trata. Es ese momento en que hay una gran tensión, y su intensidad es tan importante, que ustedes metían la palabra sufrimiento, Amor, Alegría, eso es la misma cosa exactamente. Es eso que precede al Encuentro. He aquí algunos elementos que mis Hermanas me pidieron darles con relación a esos mecanismos que se conectan al Pasaje, al Espíritu y a la Unidad. Si tienen ustedes, necesidad de aclaraciones con relación a eso, permanezco con ustedes para responder, y les escucho.

Pregunta: La frase del Cristo: ¿“Padre, por qué me has abandonado? ¿ Corresponde a lo que hay que vivir la noche negra del alma?
Sí, es ese momento último al que llamé de tensión extrema. Y con todo el Cristo era el Cristo. Tres años antes, en su retiro en el desierto, había vivido totalmente la Conciencia Unificada. Esta crucifixión, efectivamente, hace resultar, en del último aliento, de alguna manera, esta íntima e infinita convicción de estar solo en el mundo. Mientras que, por supuesto, en cuanto hayan pasado el Encuentro, ustedes no estarán jamás solos.

Pregunta: ¿Este último Pasaje se localiza en el cuerpo?
Sí, por supuesto, eso ya se les dio, eso ya se les explicó. Es el punto OD. Es un punto que corresponde al pasaje del ego al Corazón. Es el momento en que el Corazón se ilumina, enteramente. Es el momento en que son atravesados por el Cristo y Miguel, si eso no ha sido el caso. Es el momento en que el Corazón se rasga, de la parte trasera hacia el frente y de adelante hacia la parte trasera. La envoltura del Corazón no existe más, y el Corazón es Liberado. Por supuesto, eso puede acompañarse de signos extremadamente fuertes, en el cuerpo, a nivel de la fisiología. Allí, lo que llaman la presión de la sangre pueden estallar, subir a valores desconocidos por el humano. Puede haber señales de lagrimeos de sangre. Puede haber lo que llaman estigmas. Puede haber muchas cosas, en ese momento. El corazón puede detenerse, la respiración puede detenerse. Todo, hasta cierto punto puede dejarlos atónitos, y no hay un punto del cuerpo pero eso concierne a la totalidad del cuerpo.

Pregunta: ¿Esos momentos de miedo, como el miedo a lo negro y las sensaciones de hundimientos, incluso físicas, en OD y el plexo, corresponden a la noche negra del alma?
Sí, totalmente. Deben, como se les dijo, perderlo todo, para renacer en Él. Deben morir a todo lo que son ustedes, sobre este mundo, para revivir. La vida eterna no puede adaptar absolutamente nada de la vida efímera.

Pregunta: ¿De qué depende la duración de los momentos Unitarios vividos y su alternancia con la conciencia dual?
Mi Hermano, solamente de la presencia o no de los miedos, de la presencia o no de los sufrimientos, de los apegos, si prefieres, que están aún presentes. Hay como un  elástico que tira de los dos lados. El Cristo los llama por una parte y vuestras ataduras les atraen del otro lado. Él se los decía: “Deje los muertos enterrar los muertos, y sígueme”. No pueden vivir la experiencia humana, cualquiera que sea su belleza, y seguir el Cristo o seguir la Luz Blanca. Porque, cuando la Luz Blanca está allí, ella los transportará enteramente. Entonces, si hay oscilaciones, movimientos entre uno y otro, conviene simplemente no juzgar, no encontrarse ni culpable ni responsable. Eso quiere decir simplemente que existe aún, dentro del alma y la personalidad, zonas de sombras, zonas que no se observaron, y cosas que no están purificadas. Pero recuerden que sobre esas cosas, no tienen ningún medio de actuar por ustedes mismos. Ya que si quieren actuar por ustedes mismos, se contendrán, aún más, en la personalidad. La paradoja, se puede decir, está allí. Es que, si ustedes mismos quieren hacer desaparecer, por vuestra conciencia habitual, un mecanismo como esto, no pueden. El trabajo que debe hacerse, a ese nivel, no es en absoluto un trabajo de la personalidad y el alma. Es un trabajo sobre el Abandono y en consecuencia sobre los miedos. Y este trabajo no puede ser un trabajo, en el sentido que ustedes lo entienden, a nivel psicológico o mental o emocional. Eso pasa por una sublimación de lo que llamaría la fe, una sublimación de la confianza y de la Conciencia. No hay otras posibilidades. Es necesario aceptar perder todo para encontrarlo todo. Las circunstancias de la vida, de vuestra vida humana, donde sea que estén sobre esta Tierra, van a contribuir a eso.

Pregunta: La frase: ¿“Padre, que sea haga según tu Voluntad y no la mía”, puede ella servirnos?
Sí, participa del mismo principio que: ¿“por qué me has abandonado? ». A condición de que eso no sea una letanía simplemente sino, realmente, algo a vivir. Es decir, pronunciar una frase como esa, si la pronuncian en la personalidad, no les hará avanzar un ápice. Es un momento en que todas las frases deben desaparecer. Sólo después de haber pronunciado la frase: “Padre, por qué me ha abandonado” que Cristo pudo vivir el Espíritu. Y resucitar.

Pregunta. ¿Durante esos momentos difíciles, ante esta última fase trascendente podemos pedir ayuda a las Estrellas?
Hermana, eso ya se dijo, por supuesto. Pero en el momento último del Encuentro, ustedes estarán solos. No habrá nadie más que ustedes y ustedes solos. Lo que vivirán de ahora en adelante, cada uno, repito, a vuestra manera, son los preparativos. Recuerden, también, que mientras no hayan hecho el Rencuentro mismo, tienen la posibilidad de llenarse de  Alegría, por vuestros alineamientos, por lo que ustedes hacen. Traten de alejarse de todo lo que los arrastre a la tristeza, a la pesadez, sin por lo tanto huir de lo que tienen que hacer.

Pregunta: ¿Yo oí decir a María que ella no abandonaría a ninguno de sus hijos?
Eso significa que cada uno rencontrará la Luz. Pero Encontrar la Luz no quiere decir desposar la Luz. En ese sentido por supuesto, ningún ser humano será abandonado. ¿Pero que podemos nosotras hacer (sea María o el conjunto de las Hermanas) si un humano no quiere la Luz? Son ustedes quienes se abandonan solos en ese caso. Ya que muchos humanos (sobre todo en el mundo de la búsqueda espiritual) están realmente persuadidos de conservar todo lo que hace su conciencia hoy. ¿Qué podemos hacer? Ellos lo conservarán. Pero no podrán convertirse en esta Luz. En ese sentido sí, María no abandona a ninguno de sus hijos. Pero no puede llevar a sus hijos por la fuerza. Y recuerden que en el momento del Encuentro, si están en ese abandono total, encontrarán, en definitiva, la Luz. En ese sentido no puede haber, ningún hijo ni ninguna alma abandonada. ¿Cómo podría ser de otra manera?  Una vez más, es diferente reivindicar la Luz, que saber que la Luz está allí, e igualmente diferente ver la Luz y aún más, vivir la Luz. Mientras la personalidad o el alma estén convencidas de que van, una u otra, o las dos juntas, a apropiarse la Luz, todo va bien. Pero en el momento en que sea necesario de verdad vivir la Luz, es decir, devolver todo lo que pertenece a este mundo, habrá muchas defecciones. ¿Y qué puede la Luz? A partir del momento en que ella es Gracia, ella respetará siempre la Libertad.

Pregunta: ¿A qué corresponden los momentos en que no se sabe si se vive, si se sueña, si se vive un sueño o si se sueña su vida?
Son los momentos en que se sitúan en posición de observador. Son los momentos que preceden el Encuentro.

Pregunta: ¿El paro cardíaco es un marcador del paso definitivo a la Conciencia Unitaria?
Oh, es mucho más simple, mi Hermano: ¿estás tú en la Alegría, a cada minuto de tu vida? No se puede engañar con la Conciencia de la Unidad y vivir la Unidad. Instalarse en la Unidad, de manera definitiva, es ser saciado, permanentemente, por la Luz. No puede existir, entonces ningún vacío, ningún miedo, ningún sufrimiento. El Encuentro ya tuvo lugar. Los mecanismos del cuerpo son los marcadores, como ya lo dije. Pero no puedes confiarte y decirte: “viví eso, por lo tanto soy Unitario”. Porque, cuando eres Unitario, lo sabes, y no te haces más preguntas. Tú estás saciado del Agua Viva, permanentemente. No puede existir ninguna falta, ningún miedo, ningún sufrimiento, ninguna interrogación. El encuentro marca el alma, el Espíritu y el cuerpo, a hierro candente, el hierro del Amor. Por supuesto, en los momentos de enfoque hacia la Unidad, el Corazón (y eso fue dado por nuestros especialistas, de los Ancianos que se orientan más hacia la energía, hacia el cuerpo o hacia el Yoga: les hablaron del Pasaje, creo, de la respiración, en el Corazón): no late más: el respira o se detiene. Pero no es necesario tomar el marcador, por el objetivo. No es necesario tomar la experiencia, por el resultado. El resultado, es la propia Conciencia. Sólo tu Conciencia es quien sabe si estás en Unidad. Porque en ese momento, no existe ya ninguna falta. Más nada de la vida ordinaria puede afectarte, siguiendo al mismo tiempo esta vida ordinaria. Tú estás conectado a la Fuente de Agua viva. Y eres alimentado por la Fuente de Agua viva. No puede existir ninguna duda.

Pregunta: ¿Se puede tener el corazón detenido, largamente y volver de nuevo a este otro estado de Consciencia?
Sí, el puede detenerse tres días, como fue el caso para el Cristo. Las funciones fisiológicas pueden detenerse tres días, completamente. Saben muy bien que hay seres Unificados que vivieron este Encuentro con el Cristo, a edad muy joven, y que murieron, y cuyo cuerpo permanece siempre intacto. Mientras que el corazón no late más.

Pregunta: ¿Y qué pasa en cuanto a nosotros?
No te lo preguntas ya que, cuando tú vives la Unidad realmente, ¿qué importancia tiene? Te das cuenta entonces que todo lo que se vivió en este mundo no existe. Ya que nunca ha existido.

No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Hermanos y Hermanas, como cada una de mis Hermanas Estrellas (o como cada uno de los Ancianos o de los Arcángeles), vamos a vivir algunos minutos de comunión en el Amor Uno. Les doy todo mi Amor y les digo hasta pronto. Comulguemos juntos, si así lo quieren.

... Efusión Vibratoria…

Hasta pronto.

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